Semana 32
Semana 32
Semana 32
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
<strong>Semana</strong> <strong>32</strong><br />
Guía<br />
Jesús está con nosotros –<br />
Para sustentarnos en nuestra misión<br />
Nuestra escena final que<br />
contemplamos en los Evangelios nos<br />
prepara a la terminación de este retiro.<br />
Tiene lugar después de la resurrección.<br />
Pedro dice, “Voy a pescar”. No sabe<br />
qué hacer con la resurrección de Jesús.<br />
Cada uno de nosotros podría terminar<br />
este retiro y decir: “Volveré a ser lo<br />
que era antes.”<br />
Ejercicios en la Vida Cotidiana – <strong>Semana</strong> <strong>32</strong><br />
Ésta es una escena de recordación.<br />
Cuando Jesús pregunta a Sus<br />
discípulos si han pescado algo, y luego<br />
les muestra su capacidad de atrapar<br />
gran cantidad de peces, con Su poder, Lo reconocen<br />
al escuchar nuevamente el<br />
llamado. Esta semana, podemos dejar que nuestras experiencias de oración – hasta<br />
en los momentos de “telón de fondo” – renueven el llamado que hemos recibido en<br />
este retiro. El Señor, que está vivo y con nosotros en nuestras vidas cotidianas<br />
después de este retiro, es el mismo Señor que ha mostrado tanto poder en<br />
nuestras vidas durante estos meses recién pasados.<br />
Él está allí con ellos – preparándoles una comida, pero invitándoles a traer lo que<br />
han recibido gracias a Su poder. ¿Acaso no hemos experimentado en este retiro<br />
que Su presencia sustentadora es más efectiva cuando hemos aceptado Su<br />
invitación de traer a la mesa lo que hemos estado recibiendo? ¿Acaso no ha<br />
requerido trabajo y disciplina de parte nuestra traer regalos previos a la<br />
experiencia, a fin de recibir más aún?<br />
Jesús interroga a Pedro sobre el grado de su amor. ¿Cuánto? Vemos que aquél que<br />
le negó tres veces puede decir que su amor es tres veces más fuerte por esa<br />
misma razón. Y luego Jesús puede exponer la razón de las misiones: si me amas,<br />
entonces acompáñame apacentando a mis ovejas.<br />
¿Acaso no son éstos los movimientos que hemos experimentado en este retiro?<br />
Ahora, nuestra alegría con Jesús se hace fructífera. Somos enviados por el amor<br />
que Le tenemos. Habiendo crecido en el amor por Él, también hemos crecido en el<br />
amor por Su misión.<br />
Utiliza las sugerencias de la derecha para penetrar más profundamente en esta<br />
semana. Durante toda la semana, la dinámica de esta escena puede llenar nuestras<br />
conciencias de alegría, gratitud y creciente libertad, para entregarnos al sustento<br />
de los demás.<br />
Si no lo has hecho ya, por favor llena el formulario anónimo de la derecha, para<br />
conocer tus comentarios sobre el retiro, así como tu interés por recibir “online” más<br />
sugerencias para orar en el futuro. Gracias.<br />
Pág 1
Ejercicios en la Vida Cotidiana – <strong>Semana</strong> <strong>32</strong><br />
Algunas Sugerencias Prácticas para Empezar Esta <strong>Semana</strong><br />
Nuestra manera de proceder esta semana nos adentrará más profundamente en la<br />
lectura.<br />
El misterio que contemplaremos:<br />
Esta semana reflexionaremos sobre Jesús vivo y presente con nosotros como Aquél<br />
que nos sustenta para nuestra misión. Nuestra reflexión está dentro del contexto<br />
de aproximarnos al final de este retiro – al mirar hacía atrás y hacia delante.<br />
La gracia que pedimos:<br />
Seguimos en busca de una alegría con Jesús cada vez más profunda. Jesús ha<br />
resucitado y vive para siempre. Queremos experimentar Su presencia,<br />
especialmente al volver a nuestra vida cotidiana después de este retiro. Esta<br />
semana deseamos experimentar Su renovación de nuestro llamado a acompañarle<br />
en Su misión.<br />
Nuestra Contemplación en la Vida Cotidiana:<br />
Esta semana queremos imaginar esa escena junto al lago en todas sus partes:<br />
Pedro vuelve a pescar.<br />
Podría terminar este retiro diciendo, “Vuelvo a…”<br />
Jesús les muestra nuevamente Su poder – la renovación del llamado.<br />
He conocido Su poder durante estos meses, Su llamado también, y<br />
añoro esa renovación.<br />
Jesús les prepara desayuno y les invita a traer lo que ya han recibido.<br />
He experimentado Su sustento y Su invitación a traer activamente<br />
lo que Él me ha dado anteriormente para esa nueva experiencia de<br />
sustento.<br />
Jesús transforma las 3 negaciones de Pedro en 3 misiones para<br />
alimentar a Su pueblo.<br />
Sé que soy un pecador amado, que he crecido en amor por Él y por<br />
Su misión.<br />
Jesús dice a Pedro, “Sígueme”.<br />
Escucho el llamado y quiero responder: “sí”.<br />
Los medios diarios:<br />
Cada mañana, entre las primeras cosas que llevo a cabo, es hacer una pausa<br />
durante un momento para concentrarme en la gracia que deseo esta semana. Al<br />
levantarme, recordaré la dinámica que deseo tener en mi conciencia en este día:<br />
los sucesos de mi vida cotidiana son parte de este misterio. Me estoy acercando al<br />
final de esta maravillosa experiencia del retiro. He experimentado los movimientos<br />
del Señor dentro de mí en dichos momentos cotidianos durante los meses recién<br />
pasados. Ahora estoy renovado en ellos y siento el llamado a estar más<br />
profundamente con Jesús en Su misión.<br />
A lo largo del día, en todos los momentos de telón de fondo, volveré a estos<br />
pensamientos. Esto me ayudará a ser más consciente de la presencia de Jesús en<br />
mí.<br />
Pág 2
Ejercicios en la Vida Cotidiana – <strong>Semana</strong> <strong>32</strong><br />
¿Acaso hay momentos del día en que experimento viejos patrones, o momentos<br />
dentro de mí que regresan a patrones que no han sido tocados por la gracia<br />
durante este retiro, pero que todavía no son lo que deseo? Quiero estar consciente<br />
de esas situaciones durante toda la semana. Es precisamente allí donde puedo<br />
experimentar a Jesús renovando Su llamado y recordándome Su presencia dentro<br />
de mí.<br />
Podría encontrarme al borde de una experiencia de gracia. Ya la había reconocido<br />
anteriormente en este retiro. Hay un conflicto, una lucha, o alguna oportunidad de<br />
entregarme y ayudar a alguien. Me detengo por un breve instante y veo a Jesús<br />
allí, preparándome el desayuno. Y me dice, tranquilamente y con la certeza en que<br />
voy a acompañarle, “trae a esta experiencia algo de lo que he permitido que<br />
recibas. Este momento puede servirte de sustento, si traes lo que te he dado.”<br />
Hay muchos momentos de “decisión” en nuestras semanas. ¿Acaso voy a hacer<br />
algo de ésta o aquella manera? ¿Acaso voy a ir allá o acullá? ¿Acaso trataré de<br />
salvar mi vida o de perderla en el amor a los demás? En estas encrucijadas, puedo<br />
hacer una breve pausa para escuchar a Jesús preguntarme, “¿Me amas?” Puedo<br />
dejar que se expresen las palabras y los sentimientos: “Sí, Señor, ya sabes que Te<br />
amo”. En ese momento concreto de vida, dejaré que Jesús me diga, “Entonces<br />
decídete a que sea un acto de sustento para los demás.”<br />
A lo largo de mi día, mientras voy de un lugar a otro, montándome en el automóvil<br />
para ir a mi próxima cita, puedo escuchar el llamado de Jesús: “Sígueme”. Y en ese<br />
momento de telón de fondo, respiraré en paz: “Sí, Señor, estoy contigo, aquí.”<br />
Cada noche buscaré un breve instante para sintetizar el día en gratitud. Expresar<br />
mi agradecimiento cada noche me ayudará crecer en la confianza de que Jesús está<br />
realmente presente, dándome el sustento de este día para acompañarle en Su<br />
misión.<br />
Utiliza los diversos recursos que se te ofrecen esta semana. Para el Viaje, las<br />
Lecturas, las Oraciones, y esos ejemplos de palabras para nuestros intentos de<br />
expresión, En Estas Palabras o Palabras Similares. Y por favor, saca tiempo para<br />
llenar el formulario para nosotros.<br />
Al ir creciendo los momentos de aceptación en mi semana, pueden ir formando un<br />
tapiz de momentos de misión de sustento que no solamente elevarán mi espíritu,<br />
sino que también ofrecerán el regalo de la compañía en la misión con Jesús que<br />
el Espíritu desea para todos nosotros, para mayor gloria de Dios y el servicio a los<br />
demás.<br />
Para el Viaje<br />
Nos estamos aproximando al final de los Ejercicios Espirituales, pero no para Simón<br />
Pedro, quien está a punto de ser atrapado nuevamente por el Pescador. Una vez<br />
más observamos y escuchamos todo lo que sucede.<br />
Casi está “rompiendo el alba”, y ya no es de noche. Jesús, luz del mundo, ha<br />
venido a iluminar las tinieblas y a “vencer la oscuridad.” Pedro había negado a su<br />
Maestro tres veces mientras se calentaba al fuego de unas brasas.<br />
Quizás Jesús tenga una sonrisa amorosa mientras prepara las brasas alrededor de<br />
las cuales iniciará una reconciliación con Su alumno. Está preparada la escena.<br />
¿Dónde estás sentado o de pie? Quizás puedas colocarte de pie junto a Jesús<br />
Pág 3
Ejercicios en la Vida Cotidiana – <strong>Semana</strong> <strong>32</strong><br />
cuando Él invita a Sus amigos a recordar, no que no son buenos pescadores, sino<br />
Sus palabras, “Sin Mí nada pueden hacer”. De manera que les pregunta si han<br />
cogido peces. Su breve respuesta negativa acentúa el drama.<br />
Quizás Jesús te pregunte si ha llegado el momento de la gran pesca. Son aquellos<br />
que serán atrapados por seguir las instrucciones de Jesús. Hacen una gran redada y<br />
Jesús también. Pedro tiene la rara sensación de que ha vivido esta escena<br />
anteriormente y se lanza al agua para dirigirse hacia la luz de la mañana. Ya hay<br />
peces cocinándose y Jesús invita amablemente a Pedro a que traiga algunos de los<br />
otros peces para un gran desayuno. Jesús les ofrece pan y pescado como signo de<br />
que realmente Él ha venido a atraparlos en Su red de perdón.<br />
Sin embargo, éste no es un final feliz. Al sentarte con los discípulos, Pedro necesita<br />
algo más que un desayuno; necesita ciertas palabras, alguna conversación para<br />
que todo sea real. De manera que Jesús, conociendo esta necesidad humana,<br />
pregunta directamente a Pedro tres veces, mientras éste se calienta nuevamente al<br />
fuego de unas brasas, “¿Me amas?” Tres veces Pedro desata el nudo de la negación<br />
con que se había atado en la oscuridad. Jesús no está insistiendo. Está desatando y<br />
liberando a Pedro de su vergüenza. Todavía éste no es el final feliz.<br />
El final feliz tiene ecos del primer inicio feliz cuando Jesús llamó a Pedro diciéndole<br />
“No tengas miedo”, y “Ven y sígueme”. Jesús recuerda a Pedro Su primer llamado y<br />
su primer inicio. Pedro echa una mirada retrospectiva y luego una mirada hacia el<br />
futuro, hacia el desconocido “dónde” de su futuro. “Cuando eras joven, tú mismo te<br />
ponías el cinturón e ibas donde querías. Pero cuando llegues a viejo, abrirás los<br />
brazos y otro te amarrará la cintura y te llevará donde no quieras.”<br />
Éste es el final feliz, aunque podría sonar sombrío e impresionante. Pedro sigue a<br />
Jesús, aunque le preocupa algo sobre su amigo Juan: “Y qué va a ser de éste?”<br />
Esta semana estamos llamados nuevamente a ser atrapados por Su amor. Una vez<br />
más se nos pide que pongamos sobre las brasas nuestros remordimientos y<br />
nuestras infidelidades. Otra vez tenemos preguntas sobre nuestro futuro, pero<br />
Jesús nos llama de vuelta a nuestra dignidad como Sus hermanas y hermanos.<br />
Quisiéramos quedarnos en la orilla comiendo pan y pescado. Nos gustaría construir<br />
aquí tres tiendas y no distribuir mapas. Hemos rezado suficientemente estas<br />
semanas para saber que Él nos fue enviado, “Como el Padre Me ha enviado, así los<br />
envío Yo.”<br />
Reconciliación, sustento, reunión, consuelo, todos son elementos esenciales para<br />
estar en misión con Cristo.<br />
De manera que recogemos los pedazos de pan y pescado y los conservamos como<br />
signos de que Jesús vino a quedarse con nosotros cuando somos hombres y<br />
mujeres para los demás.<br />
En Estas Palabras o Palabras Similares<br />
Querido Jesús:<br />
¡Qué alegría poder estar en la playa contigo! Después del drama y la excitación de<br />
las pasadas semanas, es agradable alejarse de todo, regresar a lo que conozco, a<br />
mi vida sencilla – la vida que llevé hasta que Te conocí.<br />
Pág 4
Ejercicios en la Vida Cotidiana – <strong>Semana</strong> <strong>32</strong><br />
Pero entonces, al subirme a la barca con Pedro y los demás, yendo a la deriva en<br />
los últimos momentos de una larga noche, sin pescar nada, Te vimos llamándonos<br />
desde la orilla. Pedro se lanzó al agua y nadó hasta Ti, mientras los demás nos<br />
reímos y llevamos la barca a la orilla tan pronto como pudimos. ¡Eres Tú! Estoy tan<br />
emocionado de poder estar aquí contigo.<br />
¿Habré creído realmente que mi vida volvería a ser “normal”? ¿En qué pensaba yo?<br />
¿Qué es lo que considero “normal” ahora? Estoy sentado aquí contigo, mi amado<br />
amigo, mientras me preparas el desayuno y me preguntas cómo estoy. Sí, me<br />
siento un poco sobrecogido por los sucesos de las últimas semanas, mientras he<br />
tratado de estar contigo. ¡Me siento tan contento de que estés de regreso junto a<br />
mí a un nivel tan profundo! Jesús, ¿qué significa todo esto para mi vida?<br />
¿Qué es lo que va a sucederme ahora? ¿Cómo va a afectar mi vida esta alegría que<br />
siento en Ti y por Ti? Me preguntas si Te amo. ¡¡SÍ!! Sí, queridísimo amigo, Te amo<br />
sobre todas las cosas. Apacentaré Tus ovejas. Cuidaré de Tu rebaño, a los pobres y<br />
a los oprimidos, como Tú lo has hecho. ¿Es eso lo que me estás pidiendo? ¿Es así<br />
que debo seguir sintiéndote en mi vida – cuidando de Tus ovejas?<br />
Entonces me miraste profundamente a los ojos, con tanto amor y comprensión, y<br />
me dijiste, “Sígueme”. ¡Eso haré! ¡Sí, voy a seguirte! Quizás me contuve un poco<br />
en la barca, con miedo a lanzarme al agua junto a Pedro, pero ya no siento miedo.<br />
Estoy dispuesto a seguirte, a apacentar Tus ovejas. ¡Muéstrame dónde, dime cómo!<br />
¡Gracias, Jesús, por tanta alegría! Mi corazón se desborda de amor por Ti. Gracias<br />
por tomarme de la mano hasta que yo venciera el miedo a lo desconocido, y por<br />
pedirme que Te siguiera. No sé lo que significa este Sí ni adónde me llevará, pero<br />
¡SÍ!<br />
Oración para Empezar Cada Día:<br />
Señor, deseo tanto prepararme bien para este momento.<br />
Quiero estar completamente listo, atento y disponible para Ti.<br />
Por favor, ayúdame a aclarar y purificar mis intenciones.<br />
Tengo tantos deseos contradictorios.<br />
Mis actividades parecen estar tan llenas de agobio,<br />
corriendo detrás de cosas que realmente no importan ni duran.<br />
Sé que si Te entrego mi corazón<br />
todo lo que haga seguirá los dictados de mi nuevo corazón.<br />
Que todo lo que soy hoy día,<br />
que todo lo que trate de hacer hoy,<br />
que todos mis encuentros, mis reflexiones,<br />
hasta mis frustraciones y fracasos,<br />
sirvan para poner mi vida en Tus manos.<br />
Señor, mi vida está en Tus manos.<br />
Por favor, permite que este día sea para alabarte.<br />
Lecturas Bíblicas:<br />
Juan 21:1-19<br />
Pág 5
Ejercicios en la Vida Cotidiana – <strong>Semana</strong> <strong>32</strong><br />
CREDITOS:<br />
• Composición: Universidad de Creighton USA<br />
• Comentarios y Oraciones: Fr. Larry Gillick, S.J.<br />
• Traducción al español de la versión en inglés del “Online Retreat” por Eduardo Villanueva,<br />
misionero del ILAC/CESI (Institute for Latin American Concern / Centro de Educación para la<br />
Salud Integral) Santiago de los Caballeros, Dominican Republic.<br />
• Guión para la CVX Argentina: Elio Guida - CVX Rosario<br />
Pág 6