LA SEÑORA RECIBE UNA CARTA - Víctor Ruiz Iriarte
LA SEÑORA RECIBE UNA CARTA - Víctor Ruiz Iriarte
LA SEÑORA RECIBE UNA CARTA - Víctor Ruiz Iriarte
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
16<br />
VÍCTOR RUIZ IRIARTE<br />
era yo una de esas pobrecitas estúpidas, tontas de remate, que quieren ser<br />
libres. ¡Libres! ¡Figuraos! Todavía no sabía yo que a una mujer la libertad<br />
no le sirve más que para hacer tonterías. Naturalmente, no he vivido de<br />
espaldas al amor. ¡Oh, no! Eso, no. Nadie puede vivir de espaldas al amor.<br />
¿Qué voy a deciros a vosotros, que conocéis casi todos mis secretos? He<br />
tenido mi vida privada. Pero, la verdad, tan privada, que casi, casi, ha sido<br />
clandestina. Y desde un punto de vista rigurosamente burgués, bastante<br />
escandalosa. ¿No es cierto?<br />
alicia.—¡Laura! ¡Mujer! ¿Qué dices?<br />
(Laura, de pronto, en una vivísima transición, sonríe con mucha<br />
picardía)<br />
la u r a.—¡Calla! Hablando de escándalos. ¿No sabéis? Tengo un chisme.<br />
alicia.—¡Ay! ¿Un chisme?<br />
to m á s .—¡Hola!<br />
alicia.—Cuenta, cuenta…<br />
to m á s .—A ver…<br />
(Alicia y Tomás, interesadísimos, acuden casi volando)<br />
(Laura mira en torno, con mucho misterio)<br />
la u r a.—¿Estamos solos?<br />
to m á s .—¡Naturalmente!<br />
la u r a.—Pues veréis. Esta tarde, en el cóctel del argentino, me han dicho que<br />
Alberto…<br />
alicia.—(Interesadísima) ¿Alberto?<br />
la u r a.—Alberto… (Y en este instante, en el umbral de la puerta de la terraza, aparece<br />
Marina. Laura, que la ve, sonríe, se calla y se la queda mirando largamente)<br />
¡Oh! ¡Silencio! Ha llegado el ángel.<br />
ma r i n a.—(Riendo) ¡Perdón! ¿Estorbo?<br />
(Alicia y Tomás se vuelven. Y los tres miran ahora a la recién<br />
llegada)<br />
la u r a.—¡Oh, no! ¿Quién piensa en eso? Entra, hijita…<br />
ma r i n a.—Gracias.<br />
Edición dE óScAR BARRERO