LA SEÑORA RECIBE UNA CARTA - Víctor Ruiz Iriarte
LA SEÑORA RECIBE UNA CARTA - Víctor Ruiz Iriarte
LA SEÑORA RECIBE UNA CARTA - Víctor Ruiz Iriarte
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
60<br />
VÍCTOR RUIZ IRIARTE<br />
ma n u e l.—(Furioso) ¡Señor mío! ¡Déjeme usted en paz!<br />
el po rt e r o.—¡Anda! ¡Se ha enfadado! Pues sí. Está visto que esta noche no doy<br />
una… (Y, de pronto, se vuelve hacia Adela) ¡Señora!<br />
ad e l a.—¿Qué?<br />
el po rt e r o.—¿Me da usted la carta?<br />
ad e l a.—(Como si despertara de un sueño) ¿La carta? ¿Y para qué quiere usted<br />
ahora la carta?<br />
el po rt e r o.—Para entregarla en el piso de al lado… (Adela le mira. Luego toma la<br />
carta y la rompe en pedacitos muy pequeños, que derrama despacio sobre la<br />
mesita. El Portero se asusta) ¡Señora! ¿Qué ha hecho usted?<br />
(Adela se yergue vivamente, irritada)<br />
ad e l a.—¡Váyase! ¿Quiere?<br />
el po rt e r o.—¡Señora!<br />
ad e l a.—¡¡Váyase!!<br />
el po rt e r o.—(Amilanado) Está bien. Ustedes disculpen. Pero a ver qué le digo yo<br />
ahora al señor del coche… (Marcha hacia la entrada del pasillo. Pero antes,<br />
ante Manuel, se detiene un segundo) ¡Oiga! ¿De verdad no es usted artista?<br />
Pues yo juraría…<br />
ma n u e l.—(Furioso) ¡Que se vaya!<br />
el po rt e r o.—(Asustado) ¡Huy! ¡Perdone! ¡Ay, madre mía! ¡Qué noche!<br />
al b e rt o.—¡Je!<br />
(Sale por la entrada del pasillo. La Doncella le sigue en silencio.<br />
En escena, todos los personajes están vueltos hacia la terraza,<br />
mirando. Y muy despacio, sin ruido, por allí aparece Alberto<br />
sonriendo. Un cortísimo silencio)<br />
(Todos se revuelven airados. Adela da un paso hacia él)<br />
ad e l a.—¡Alberto!<br />
al b e rt o.—¿Qué quieres, Adela?<br />
ad e l a.—¿Por qué has mentido?<br />
ma n u e l.—(Indignado) ¿Por qué nos has hecho creer lo que no era verdad?<br />
te r e sa.—(Con rencor) ¿Por qué dijiste que tenías una amante?<br />
la u r a.—¿Por qué has jugado con nosotros?<br />
to m á s .—¿Por qué, Alberto?<br />
Edición dE óScAR BARRERO