14.05.2013 Views

Traducción e Identidad en los Escritores Cubanoamericanos. Las ...

Traducción e Identidad en los Escritores Cubanoamericanos. Las ...

Traducción e Identidad en los Escritores Cubanoamericanos. Las ...

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Debió haberse mareado un mom<strong>en</strong>to como si fuese a caerse o quizás le<br />

temblaron <strong>los</strong> brazos porque, de rep<strong>en</strong>te, el negro lo sujetó por <strong>los</strong> codos. "Ey, Ey,<br />

Ey".<br />

Quizás se tambaleó o estuvo a punto de caerse, porque la mujer dijo: "Mel,<br />

dile que son las dos y media de la mañana; debe irse."<br />

—^No hay problema.<br />

En la puerta, se dio la vuelta para mirarla otra vez y pudo ver como el<br />

dobladillo del salto de cama se había <strong>en</strong>ganchado más arriba de la cadera. Y justo<br />

cuando deseaba ver más, ella se movió y la diáfana tela se deslizó vm poco más hasta<br />

que pudo ver la mayor parte de sus mus<strong>los</strong> y caderas.<br />

—Bi<strong>en</strong>, bu<strong>en</strong>as noches-* dijo éV-Bu<strong>en</strong>as noches.<br />

—Sí, gracias.<br />

—Cuíd<strong>en</strong>se.<br />

—Cuídese—dijo la mujer.<br />

Devuelta a su cuarto, el Rey del Mambo recordó que a final de año, <strong>en</strong><br />

diciembre y parte de <strong>en</strong>ero, <strong>los</strong> hombres blancos <strong>en</strong> Cuba suel<strong>en</strong> hacer colas <strong>en</strong> <strong>los</strong><br />

prostíbu<strong>los</strong> para acostarse con una mujer negra, y cuanto más negra fuese ella, más<br />

placer obt<strong>en</strong>drían el<strong>los</strong>. Creían que, si se acostaban con una negra <strong>en</strong> esa época del<br />

año, sus p<strong>en</strong>es serían purificados bi<strong>en</strong> d<strong>en</strong>tro de esos vi<strong>en</strong>tres mágicos. En las Pifias,<br />

solía ir a una vieja casa, el bayu, con un jardín abandonado y <strong>en</strong> el borde de una<br />

plantación, y <strong>en</strong> La Habana visitaba, igual que ci<strong>en</strong>tos de hombres, ciertas casas <strong>en</strong><br />

ciertos barrios de La Marina, dónde habían vivido él y Néstor, y de Pajarito. Recordó<br />

las calles adoquinadas, cerradas al tráfico, repletas de hombres tocando <strong>en</strong> las<br />

puertas. En cualquier mom<strong>en</strong>to, <strong>en</strong> esta época del año, un hombre gigantón,<br />

normalm<strong>en</strong>te un homosexual, estaría vigilando la <strong>en</strong>trada de <strong>los</strong> cli<strong>en</strong>tes. Luces bajas,<br />

dec<strong>en</strong>as de habitaciones, aromas de perfumes y de aceites de es<strong>en</strong>cias dulces, las<br />

mujeres esperaban por sus cli<strong>en</strong>tes <strong>en</strong> una salita, desnudas sobre viejos divanes y<br />

<strong>en</strong>ormes sillas antiguas, deseosas de ser elegidas. <strong>Las</strong> prostitutas blancas se <strong>en</strong>ojaban<br />

porque el trabajo para ellas escaseaba, mi<strong>en</strong>tras las mulatas y las reinas negras<br />

nadaban <strong>en</strong> ríos de saliva y esperma, con las piernas bi<strong>en</strong> abiertas, un hombre tras<br />

otro, todos saciados de hambre corporal, todos con el alma limpia. Siempre resultaba<br />

41

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!