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Mamíferos Marinos - Ministerio del Medio Ambiente

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234<br />

Shahmanink se quejaba siempre diciendo que los guanacos<br />

eran pequeños y fl acos. Kwonype, disgustado, lo transformó<br />

en ese animal feroz... matador de ballenas (orca). En<br />

a<strong>del</strong>ante cuando veía una poderosa ballena Ohchin, la acometía<br />

y la mataba.<br />

Bridges (2000)<br />

Los mamíferos marinos, una denominación funcional<br />

más que sistemática, representan un conjunto de cerca de<br />

138 especies en el mundo, agrupados en tres órdenes: Cetacea<br />

(<strong>del</strong>fi nes, ballenas, marsopas, cachalotes, zifi os y meso-<br />

Delphinus capensis. Foto: Juan Capella.<br />

DIVERSIDAD DE ESPECIES<br />

MAMÍFEROS MARINOS<br />

JUAN CAPELLA Y JORGE GIBBONS<br />

plodontes), Sirenia (manatíes y dugongos) y Carnivora (lobos<br />

marinos, focas, nutrias, morsa y oso polar). Son animales más<br />

o menos heterogéneos en tamaño, aspecto y origen evolutivo,<br />

que comparten, en mayor o menor grado, la condición<br />

de tener al medio acuático —ya sea marino, estuarino o de<br />

agua dulce— como el hogar <strong>del</strong> que dependen parcial o totalmente<br />

para vivir. La mayoría de los mamíferos marinos <strong>del</strong><br />

mundo pertenece al orden Cetacea (unas 83 especies), que a<br />

diferencia <strong>del</strong> resto de los mamíferos, carecen de pelaje.<br />

En Chile se encuentran 51 especies, un 36 por ciento de<br />

la diversidad mundial, con representantes en tres grupos: cetáceos,<br />

nutrias y pinnípedos (lobos marinos y focas).


Arctocephalus australis. Foto: Juan Capella.<br />

CONOCIMIENTO HISTÓRICO Y ACTUAL<br />

Históricamente, el conocimiento de los mamíferos marinos<br />

en Chile estuvo ligado a su utilización desde antes<br />

que Hernando de Magallanes descubriera el país en 1520.<br />

Sabemos de esta relación por numerosas evidencias como<br />

pictografías de caza de ballenas francas en la quebrada <strong>del</strong><br />

Médano en la II Región, la navegación en balsas de cuero<br />

de lobo común por los changos en todo el norte <strong>del</strong> país, la<br />

construcción de arpones y herramientas de huesos de ballenas<br />

por los pueblos canoeros de Chiloé al sur y el relato de<br />

caza de ballenas por los kawésqar en el estrecho de Magallanes.<br />

Bello ejemplo de su importancia desde antiguo son<br />

los mitos sobre una ballena Tempulkalwe que transportaba<br />

en su lomo a los espíritus de los muertos desde la costa de<br />

Tirúa en dirección al poniente hacia la isla Mocha, donde se<br />

encontraba “el mundo de abajo”.<br />

Capítulo II: Nuestra Diversidad Biológica<br />

El conocimiento posterior generado por los inmigrantes,<br />

desde el siglo XVI a nuestros días, estuvo marcado por los<br />

cambios en su uso o valor económico. Entre los siglos XVI al<br />

XIX se acumuló algo de información de navegantes cuya misión<br />

era describir todo lo útil que hubiera en el Nuevo Mundo<br />

para sus imperios mandantes. Por ejemplo, para el sector<br />

de isla Carlos III en el estrecho de Magallanes, los navegantes<br />

reportaron la presencia de ballenas a lo largo de cinco siglos,<br />

la primera vez en 1583.<br />

Los descubrimientos de mamíferos marinos fueron seguidos<br />

por la caza masiva. Las primeras referencias a explotación<br />

comercial se remontan a 1563, cuando Juan Fernández<br />

descubre grandes cantidades de lobos marinos fi nos en el<br />

archipiélago que lleva su nombre. La caza de esta especie<br />

por parte de ingleses y norteamericanos desde fi nes <strong>del</strong> siglo<br />

XVII llevó a su aniquilamiento y casi desaparición hacia comienzos<br />

<strong>del</strong> siglo XIX. En la región magallánica, la caza de<br />

235


236<br />

Riqueza de especies (%)<br />

100<br />

80<br />

60<br />

40<br />

20<br />

0<br />

16(6)<br />

19(7)<br />

16(7)<br />

17(6)<br />

NAC ASA AFH ATC F E L C O<br />

Distribución Hábitat<br />

Figura 1. Riqueza de especies de mamíferos marinos en los ambientes<br />

y hábitat donde se distribuyen en Chile. El valor sobre las<br />

barras indica el número de especies y entre paréntesis el número<br />

de familias. La simbología indica los ambientes: ASA (aguas con afi -<br />

nidad subantártica), AFH (aguas frías de la corriente de Humboldt,<br />

ATC (aguas templadas-cálidas), NAC (amplia presencia en todas las<br />

aguas nacionales) y los hábitat: sistemas fl uviales y lacustres (F),<br />

estuarios (E), litoral (L), costero (C) y oceánico (O).<br />

lobos marinos se remonta a 1790 y a mediados <strong>del</strong> siglo XIX<br />

ya había más de 400 barcos dedicados a esta actividad a lo<br />

largo de la costa de Chile.<br />

Una historia similar vivieron las ballenas. El primer barco<br />

ballenero en Chile fue el Amelia que, entre 1788 y 1790,<br />

retornó a puerto con 139 toneladas de aceite. Su éxito y las<br />

noticias proporcionadas por James Cook después de su paso<br />

por nuestras aguas atrajeron a ingleses y americanos. Las primeras<br />

capturas se centraron en la ballena franca austral en<br />

aguas de Chile central, pero ya hacia 1860 la disminución<br />

en la abundancia de esta y otras ballenas trasladó la actividad<br />

hacia el sur. Las balleneras locales en Chile se instalaron<br />

poco después de la independencia en 1810, llegando a<br />

operar seis estaciones balleneras costeras entre Iquique y el<br />

estrecho de Magallanes. Entre 1929 y 1983 se cazaron cerca<br />

de 30 mil ballenas en Chile.<br />

Por otra parte, las nutrias también fueron perseguidas al<br />

menos desde el siglo XVII, debido al extraordinario valor de<br />

su piel, tanto para uso local como para el mercado internacional.<br />

Se cazaron miles de ejemplares a lo largo <strong>del</strong> país<br />

hasta bien entrado el siglo XX, y ya desde el siglo XVIII esa<br />

práctica era reconocida como un hecho común.<br />

De todo este conocimiento empírico de los cazadores<br />

y de los cientos de miles de ejemplares sacrifi cados quedó<br />

poco: en la ciencia, algunas bases acerca de la diversidad<br />

de ballenas, lobos marinos, nutrias y focas, y en la literatura,<br />

algunos relatos notables de Francisco Coloane. A partir<br />

de la labor descriptiva de los primeros naturalistas, se fue<br />

cimentando el conocimiento científi co posterior acerca de<br />

los mamíferos marinos. Desde el trabajo fundador de Ignacio<br />

Molina en 1821 donde da cuenta de la existencia de ocho<br />

especies de cetáceos para Chile, la información fue aumentando<br />

gradualmente por el aporte de distintos autores, especialmente<br />

a partir de mediados <strong>del</strong> siglo XX. Entre los más<br />

destacados, se cuentan las recopilaciones y adiciones incor-<br />

1(1)<br />

2(2)<br />

Biodiversidad de Chile, Patrimonio y Desafíos<br />

11(3)<br />

30(7)<br />

47(10)<br />

poradas por W. Osgood, P. Yáñez, W. Sielfeld y A. Aguayo,<br />

para alcanzar en la actualidad un total de 51 especies reconocidas<br />

en el territorio nacional.<br />

Una vez perdida su condición de fuente de riqueza, no<br />

es de extrañar que durante el siglo XX el esfuerzo científi co<br />

por conocer estos grupos en Chile fuera escaso. Su conocimiento<br />

actual proviene de estudios basados en información<br />

de registros ocasionales de animales varados, enmallados o<br />

avistados, esporádicos cruceros de investigación, evaluaciones<br />

poblacionales específi cas, censos puntuales en el tiempo<br />

y el espacio, estudios genéticos ocasionales y esfuerzos<br />

aislados. Sin duda que han existido avances importantes en<br />

el conocimiento de los mamíferos marinos en Chile en los<br />

últimos 50 años, pero el desarrollo de las investigaciones es<br />

limitado, fragmentario y en general de corto aliento. Todavía<br />

existen muchas especies —en particular tres familias completas<br />

de cetáceos como son Ziphiidae (zifi os y mesoplodontes),<br />

Kogiidae (cachalotes enanos) y Phocoenidae (marsopas)—,<br />

que prácticamente no han sido estudiadas.<br />

DIVERSIDAD TAXONÓMICA<br />

En Chile no se ha hecho una revisión <strong>del</strong> estado sistemático<br />

y taxonómico de las especies de mamíferos marinos<br />

presentes en el país y dado que la inmensa mayoría habita<br />

en amplias regiones <strong>del</strong> mundo, podemos adoptar la última<br />

actualización existente para este grupo a nivel global escrita<br />

por Rice en 1998. Desde entonces, se han registrado ocasionales<br />

cambios taxonómicos y desacuerdos entre autores<br />

sobre el reconocimiento de ciertas familias y géneros y también<br />

con algunas denominaciones específi cas. En la actualidad,<br />

en Chile —excluida la Antártica— se ha reportado la<br />

presencia de 51 especies de mamíferos marinos (véase la<br />

fi gura 1) de los órdenes Cetacea (40 especies en ocho familias)<br />

y Carnivora (11 especies en tres familias). Las familias<br />

que presentan la mayor diversidad de especies son Delpninidae<br />

(17), Ziphiidae (10), Balaenopteridae (6) y Otariidae<br />

(5 especies).<br />

La diversidad taxonómica de Chile es considerable, un<br />

36 por ciento en relación a la mundial, y comparable a la de<br />

países sudamericanos de mayor extensión territorial, como<br />

es el caso de Brasil y Argentina. Dentro de la riqueza taxonómica<br />

que se encuentra en Chile, es importante destacar dos<br />

especies endémicas (sólo habitan en nuestro país): el <strong>del</strong>fín<br />

chileno (Cephalorhynchus eutropia), en la costa central y<br />

sur, y el lobo fi no de Juan Fernández (Arctocephalus philippii),<br />

en el archipiélago con ese nombre. Además, se encuentran<br />

otras dos especies cuya distribución en el cono sur de<br />

Sudamérica abarca territorio de países vecinos en los límites<br />

con Chile: la nutria marina o chungungo (Lontra felina), con<br />

Perú y Argentina, y la nutria de río o huillín (Lontra provocax),<br />

con Argentina. Para hacerse una idea de cuán reciente<br />

es la generación de conocimiento sobre la riqueza de este<br />

grupo en Chile basta decir que tres especies de cetáceos, el<br />

mesoplodonte pigmeo y el de Travers, y el <strong>del</strong>fín común de<br />

hocico largo, recién fueron reconocidas en aguas chilenas a<br />

fi nes de la década de 1990.


Megaptera novaeangliae. Foto: Juan Capella.<br />

Orcinus orca. Foto: Juan Capella.<br />

Capítulo II: Nuestra Diversidad Biológica<br />

237


238<br />

Megaptera novaeangliae comiendo. Foto: Juan Capella.<br />

DISTRIBUCIÓN Y DIVERSIDAD DESDE LA GEOGRAFÍA<br />

Este grupo faunístico está íntimamente asociado al mar,<br />

por lo que su distribución en buena medida se relaciona con<br />

la geografía marina y no con regiones ecológicas continentales<br />

o regiones administrativas. En ese sentido, y para efectos<br />

descriptivos de la distribución de los mamíferos marinos, se<br />

consideraron tres grandes ambientes para las aguas marinas<br />

chilenas: 1) masas de agua con afi nidad subantártica (ASA)<br />

presentes desde la región de Chiloé al sur, incluido el sector<br />

de aguas interiores de los fi ordos australes, 2) aguas frías de<br />

la corriente de Humboldt (AFH) desde Chiloé hasta el límite<br />

norte <strong>del</strong> país, y 3) aguas templadas-cálidas (ATC) ubicadas<br />

en el sector de las islas oceánicas (archipiélago Juan Fernández,<br />

Isla de Pascua, entre otras) y como cuñas con límites<br />

algo dinámicos en el extremo norte <strong>del</strong> país. Sólo aquellas<br />

especies con amplia presencia en cada uno de estos tres ambientes<br />

se consideraron con distribución nacional (NAC).<br />

La elevada capacidad de desplazamiento de la mayoría<br />

de los mamíferos marinos —particularmente los cetáceos y<br />

los pinnípedos—, hace que se encuentren individuos errantes<br />

lejos de las áreas de mayor concentración; asimismo,<br />

la condición altamente migratoria de muchos de ellos les<br />

permite estar habituados a vivir en ambientes bastante diferentes,<br />

ocasiona que sea difícil en algunos casos describir<br />

un patrón claro de diversidad en relación con la geografía,<br />

por lo que debe mirarse este aspecto con cierta fl exibilidad.<br />

A eso se le suma el conocimiento fragmentario que existe,<br />

Biodiversidad de Chile, Patrimonio y Desafíos<br />

marcado por un vacío de información en algunas zonas<br />

debido a la falta de esfuerzo de muestreo, una mejor información<br />

en otras áreas originada por esfuerzos intensivos<br />

de registro de más largo aliento y porque la presencia de<br />

algunas especies es conocida sólo por restos óseos o ejemplares<br />

varados.<br />

En términos geográfi cos, la riqueza de mamíferos marinos<br />

en Chile no presenta un patrón claro (véase la fi gura 1).<br />

Dieciséis especies tienen una amplia distribución nacional,<br />

NAC, seis de ellas son cetáceos fuertemente migratorios y<br />

otras 18 especies están restringidas a algunos de los tres ambientes<br />

marinos: nueve en ASA, siete en ATC y sólo dos en<br />

AFH, este último el de mayor extensión en el territorio chileno.<br />

Por otra parte, existen 17 especies que se encuentran distribuidas<br />

en dos ambientes: siete en ASA-AFH, siete en AFH-<br />

ATC y tres en ASA-ATC (véase el cuadro 1). Curiosamente,<br />

estas últimas tres especies que son característicamente de<br />

aguas subantárticas o antárticas —foca cangrejera (Lobodon<br />

carcinophaga), lobo fi no antártico (Arctocephalus gazzella)<br />

y zifi o de Shepherd (Tasmacetus shepherdi)—, también han<br />

sido registradas en los territorios insulares oceánicos (véase<br />

el cuadro 1). Hay dos especies, foca leopardo (Hydrurga<br />

leptonix) y foca elefante (Mirounga leonina) que no fueron<br />

consideradas con una distribución nacional a pesar de existir<br />

registros en los tres ambientes marinos, debido a que en<br />

su mayoría se trata de observaciones ocasionales de individuos<br />

solitarios errantes, salvo una pequeña colonia de foca<br />

elefante que es habitual en la XII Región.


DIVERSIDAD ECOLÓGICA<br />

En Chile se pueden reconocer cinco hábitat principales<br />

para los mamíferos marinos y cada especie puede hacer uso<br />

de más de uno de ellos (véase el cuadro 1). Estos hábitat son:<br />

sistemas fl uviales y lacustres (F), estuarios (E), litoral o borde<br />

de tierra (L), costero (C) y oceánico (O). De acuerdo a estos<br />

hábitat, en Chile hay 21 especies exclusivamente O, 1 exclusivamente<br />

C, 17 C y O, 1 C y E, 9 L, C y O, 1 L y C, y 1 F, L,<br />

E y C (véanse el cuadro 1 y la fi gura 1).<br />

La mayoría de las especies presentan una dieta carnívora,<br />

en la que se incluye alguno de los siguientes componentes:<br />

peces, cefalópodos (calamares y pulpos), zooplancton (krill)<br />

y vertebrados mayores (tortugas, aves y mamíferos marinos).<br />

La dieta de las nutrias también incluye una mayor variedad<br />

de otros invertebrados (moluscos y crustáceos especialmente)<br />

y en el caso <strong>del</strong> huillín, huevos y aves continentales. Con la<br />

excepción <strong>del</strong> huillín en hábitat de agua dulce, el resto de los<br />

mamíferos marinos dependen <strong>del</strong> mar para su alimentación,<br />

actividad que realizan por medio <strong>del</strong> buceo, llevando a cabo<br />

la mayoría de las especies una depredación muy activa o, en<br />

el caso de las ballenas, un proceso de fi ltración activo. La<br />

mayoría de las especies son buceadoras pelágicas, es decir,<br />

sus inmersiones no sobrepasan los 200 a 300 metros de profundidad,<br />

aun cuando tienen la capacidad para sumergirse<br />

signifi cativamente más. Existe otro conjunto de 12 especies,<br />

que incluye a toda la familia Ziphiidae, la foca elefante y<br />

el cachalote, que son buceadores de gran profundidad, pudiendo,<br />

en el casos de las dos últimas, sumergirse hasta 2 y<br />

3 kilómetros respectivamente. Esto signifi ca que tienen un<br />

importante rol dentro <strong>del</strong> fl ujo de nutrientes, pues transportan<br />

la materia orgánica con rapidez a la superfi cie, sin lo cual<br />

permanecería en ciclos energéticos de profundidad.<br />

El cachalote y la mayoría de las grandes ballenas (familias<br />

Balaenopteridae y Balaenidae), exceptuando solamente<br />

a la ballena de Bryde, realizan migraciones periódicas entre<br />

sus áreas de alimentación en las latitudes altas de las aguas<br />

antárticas y sus áreas de reproducción en zonas templadas y<br />

tropicales, pudiendo viajar hasta 8.500 kilómetros en un solo<br />

tramo, como ocurre con la ballena jorobada.<br />

Entre las especies que se han estudiado está bastante generalizada<br />

la existencia de vínculos sociales estrechos y extendidos<br />

en el tiempo, especialmente entre los cetáceos de<br />

la familia Delphinidae, el cachalote y los lobos marinos. En<br />

el caso de las tres familias de ballenas, las especies tienden a<br />

ser solitarias, salvo por períodos cortos durante la temporada<br />

reproductiva y de alimentación.<br />

Se conoce todavía menos sobre la abundancia de mamíferos<br />

marinos que sobre su distribución en el país. La situación<br />

más dramática en cuanto a información afecta a 20<br />

especies para las cuales los registros de su presencia en Chile<br />

son escasos. Incluso en muchas de ellas se trata de un único<br />

registro basado en restos óseos. En estas especies poco conocidas<br />

se encuentran cinco pinnípedos (lobo fi no antártico<br />

y subantártico, foca de Wed<strong>del</strong>l, cangrejera y leopardo), seis<br />

Ziphiidae (zifi o de Shepherd, Mesoplodonte de Gray, de Héctor,<br />

de Blainville, de Travers y pigmeo), cinco <strong>del</strong>fi nes (<strong>del</strong>fín<br />

cruzado, <strong>del</strong>fín listado, común de hocico largo, de diente<br />

Capítulo II: Nuestra Diversidad Biológica<br />

rugoso y orca pigmea), una marsopa (Phocoena dioptrica),<br />

dos Kogiidae (cachalote pigmeo y enano) y la ballena franca<br />

pigmea. En las especies estudiadas, los datos más recientes<br />

indican que la población actual nacional <strong>del</strong> lobo marino<br />

común alcanzaría un total de 94.535 ejemplares, el lobo fi no<br />

austral, un total de 24.589 ejemplares y el lobo fi no de Juan<br />

Fernández, cerca de 17.000 ejemplares, este último con un<br />

Megaptera novaeangliae. Foto: Juan Capella.<br />

Lontra felina. Foto: María José Pérez.<br />

Mirounga leonina. Foto: María José Pérez.<br />

239


240<br />

Lagenorhynchus obscurus. Foto: Juan Capella.<br />

aumento gradual y sostenido en las pasadas tres décadas.<br />

Para cetáceos se dispone de algunos censos aéreos de tonina<br />

overa en el sector oriental <strong>del</strong> estrecho de Magallanes entre<br />

1984 y 1996, que arrojan tamaños variables de la población,<br />

con valores que fl uctúan entre algunos cientos y algo más<br />

de 2.000 ejemplares. También se dispone de estimaciones<br />

mediante captura-recaptura de ballenas jorobadas identifi -<br />

cadas fotográfi camente en el sector de la isla Carlos III en el<br />

estrecho de Magallanes, que indican una población ligeramente<br />

superior al ciento de animales. La abundancia de las<br />

otras especies de cetáceos en Chile no ha sido cuantifi cada y<br />

no se dispone de estimadores confi ables. La misma situación<br />

sucede con las nutrias.<br />

SINGULARIDADES EN CHILE<br />

A nivel taxonómico, existen dos especies endémicas: el<br />

<strong>del</strong>fín chileno entre la V y XII Región, miembro de un género<br />

que cuenta con sólo cuatro especies en el mundo, y el lobo<br />

fi no de Juan Fernández en el archipiélago de ese nombre.<br />

Además, una tercera especie, el huillín, es endémica <strong>del</strong> sur<br />

y extremo austral de Chile y parte <strong>del</strong> sur de Argentina.<br />

A nivel funcional, cabe destacar cuatro singularidades:<br />

1. En el estrecho de Magallanes se encuentra la única zona<br />

de alimentación de ballenas jorobadas (Megaptera novaeangliae),<br />

ubicada al norte de las aguas de la convergencia<br />

antártica. Además, estas ballenas son extremadamente<br />

fi eles a dicha área, retornando cada año un<br />

número signifi cativo de individuos, reconocidos mediante<br />

fotografías;<br />

Biodiversidad de Chile, Patrimonio y Desafíos<br />

2. En las aguas de la Reserva Nacional Pingüino de Humboldt<br />

(III y IV Región), existe una población de entre 40 y<br />

50 <strong>del</strong>fi nes tursión (Tursiops truncatus), muchos de ellos<br />

residentes en el sector desde hace al menos 18 años;<br />

3. En las aguas frente al golfo Corcovado en Chiloé hay una<br />

importante área de alimentación de ballenas azules (Balaenoptera<br />

musculus), el único lugar conocido de concentración<br />

de esta especie en aguas chilenas, y<br />

4. En el norte de Chile, en aguas oceánicas frente a la I y II<br />

Región, se encuentra un área de alimentación de cachalotes<br />

(Physeter macrocephalus), en la que se reúne un<br />

considerable número de ejemplares.<br />

PRINCIPALES FALENCIAS EN SU CONOCIMIENTO<br />

La revisión de la historia <strong>del</strong> conocimiento de los mamíferos<br />

marinos de Chile muestra que este no es neutro, que<br />

responde a lo que queremos o necesitamos conocer. Para<br />

los selk’nam la predicción de un varamiento de ballenas signifi<br />

caba alimento abundante y esa capacidad la detentaban<br />

los chamanes. Para los loberos y balleneros el saber donde<br />

y cuando cazar los animales signifi caba riqueza al retornar<br />

a puerto. En este sentido, ¿nosotros, qué necesitamos saber<br />

de los mamíferos marinos? ¿Qué es importante en nuestros<br />

días? Como se desprende <strong>del</strong> cuadro 1, en la sección referida<br />

a las áreas <strong>del</strong> conocimiento exploradas con las diferentes<br />

especies, pareciera que nada o muy poco <strong>del</strong> universo de<br />

los mamíferos marinos despierta nuestro interés, pues claramente<br />

estamos en deuda. De un conocimiento máximo<br />

que cubre los 510 casilleros, apenas hemos avanzado —y de


manera parcial en cada uno de ellos— en la generación de<br />

información en 128, es decir, un 25 por ciento. Sin embargo<br />

este paisaje de escasez parece comenzar a cambiar como<br />

resultado de una reorientación de la corriente principal de<br />

los intereses de nuestra sociedad en dos áreas:<br />

1. Preocupación por la conservación de la naturaleza, en<br />

general, y la biodiversidad, en particular. Nuestras actividades<br />

ponen en riesgo la naturaleza, así como nuestra propia<br />

integridad. Sin embargo, sabemos muy poco de la abundancia,<br />

las tendencias de las poblaciones y las amenazas para su<br />

conservación en especies promisorias para actividades comerciales<br />

sostenibles (la observación recreativa en su propio<br />

medio, por ejemplo), en hábitat protegidos o próximos a serlo<br />

ya que es información vital para el manejo de estas áreas, y<br />

fi nalmente en zonas de alto impacto de actividades humanas<br />

(como el cultivo de salmón y otros, infraestructura costera,<br />

tránsito y transporte de productos potencialmente nocivos,<br />

pesquerías). En relación a las tendencias, existen aún muy<br />

pocos trabajos orientados a seguir poblaciones de mamíferos<br />

marinos en una misma área marina durante períodos prolongados,<br />

de tal forma que se puedan hacer comparaciones en<br />

el tiempo y entre áreas.<br />

Entre las principales amenazas detectadas y que no han<br />

tenido una evaluación precisa y de largo aliento están las<br />

siguientes:<br />

a. La ocurrencia de caza para consumo de pequeños cetáceos<br />

(marsopa espinosa, <strong>del</strong>fín oscuro y tursión en el<br />

norte de Chile y <strong>del</strong>fín chileno para la zona centro-sur,<br />

b. La caza de <strong>del</strong>fín austral, <strong>del</strong>fín chileno y lobos marinos<br />

a partir de la década de 1970 en la región magallánica<br />

para usarlos como carnada de las trampas de pesca de<br />

centolla,<br />

c. La pesquería de albacora <strong>del</strong> norte de Chile en la que<br />

ocurrirían enmalles de pequeños cetáceos,<br />

d. La interacción —al parecer perjudicial para el rendimiento<br />

pesquero <strong>del</strong> hombre—, de orcas, cachalotes y calderones<br />

grises con la pesquería de bacalao de profundidad<br />

en la zona sur y central,<br />

e. La mortalidad de mamíferos marinos y otros problemas<br />

asociados a la salmonicultura en Chile,<br />

f. La contaminación aguda por derrames de petróleo (como<br />

la <strong>del</strong> buque tanque Metula en el estrecho de Magallanes,<br />

en 1972, y la de Antofagasta, en 2005), la contaminación<br />

crónica por explotación minera, vertidos industriales y<br />

urbanos y los desechos sólidos de las embarcaciones de<br />

todo tipo,<br />

g. Los efectos de fenómenos climático-oceanográfi cos, tales<br />

como el fenómeno El Niño y el derretimiento de ventisqueros<br />

en los fi ordos australes <strong>del</strong> país, en relación a la<br />

disponibilidad alimentaria para poblaciones de mamíferos<br />

marinos.<br />

2. Creciente valor económico de la industria <strong>del</strong> avistamiento<br />

turístico de ballenas, <strong>del</strong>fi nes y lobos marinos. Esta es<br />

una actividad sostenible que genera enormes recursos en el<br />

mundo. En Chile los mamíferos marinos son utilizados como<br />

recursos turísticos sólo de manera marginal, sin monitoreos<br />

a largo plazo ni planes de manejo. Están los casos de una<br />

Capítulo II: Nuestra Diversidad Biológica<br />

pequeña colonia de foca elefante en el seno Almirantazgo,<br />

Tierra <strong>del</strong> Fuego, una pequeña población <strong>del</strong> <strong>del</strong>fín tursión<br />

en la Reserva Pingüino de Humboldt en la III y IV Región,<br />

la temporada de alimentación de las ballenas jorobadas en<br />

el estrecho de Magallanes, la zona de alimentación de la<br />

ballena azul frente al golfo Corcovado y las agrupaciones<br />

de <strong>del</strong>fín austral en las inmediaciones de Punta Arenas. El<br />

reconocimiento de esta tendencia y de las necesidades futuras<br />

ha motivado la creación en 2003 <strong>del</strong> Parque Marino<br />

Francisco Coloane para la regulación <strong>del</strong> turismo de ballenas<br />

jorobadas.<br />

Mirando al futuro cabe preguntarse si además de los dos<br />

grandes cambios en la forma de valorizar la naturaleza y los<br />

mamíferos marinos mencionados arriba, surgirá una nueva<br />

perspectiva que integre los mamíferos marinos como habitantes<br />

de un mundo donde la ciencia básica tenga un lugar<br />

central.<br />

Bibliografía<br />

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(Gray, 1846)”. In: S.H. Ridgway & S.R. Harrison (eds.), Handbook<br />

of marine mammals, vol. 5. San Diego: Academic Press, pp.<br />

269-287.<br />

Hucke-Gaete, R., L.P. Osman, C.A. Moreno, K.P. Findlay & D.K.<br />

Ljungblad. 2004. “Discovery of a blue whale feeding and nursing<br />

ground in southern Chile”. Proc. R. Soc. Lond. Ser. B (Sup<br />

pl.) Biology Letters, 271: S170-S173.<br />

Martinic, M. 1977. “Antecedentes históricos sobre la caza de cetáceos<br />

en Chile”. Anales Instituto Patagonia (Chile), 8: 313-315.<br />

Torres, D., A. Aguayo y J. Acevedo. 2000. “Los mamíferos marinos de<br />

Chile: II. Carnivora”. Ser. Cient. Inach, 50: 25-103.<br />

Sielfeld, W. 1983. <strong>Mamíferos</strong> marinos de Chile. Ediciones de la Universidad<br />

de Chile, Editorial Universitaria, Santiago. 199 pp.<br />

Sielfeld, W. y J.C. Castilla. 1999. “Estado de conservación y conocimiento<br />

de las nutrias en Chile”. Estud. Oceanol. 18: 69-79.<br />

Páginas siguientes:<br />

Cuadro 1. Familias y especies de los dos órdenes de mamíferos marinos<br />

que habitan en Chile. Para cada especie se incluye su distribución,<br />

hábitat y área <strong>del</strong> conocimiento donde se han realizado estudios.<br />

El detalle de la simbología se encuentra en el texto principal.<br />

Páginas subsiguientes: La ballena franca austral (Eubalaena australis)<br />

recibió protección mundial en 1936 por encontrarse al borde<br />

de la extinción. Por su aspecto y características externas es inconfundible,<br />

alcanza una longitud total entre 15 y 20 metros, es corpulenta<br />

y carece de aleta dorsal. Los animales de esta especie son<br />

migratorios y de desplazamiento muy lento. Preferentemente habitan<br />

en aguas antárticas donde se alimentan principalmente de krill y<br />

visitan aguas subtropicales en las que se reproducen en período de<br />

verano; su gestación dura unos 11 meses. Foto: Andrés Morya.<br />

241


242<br />

Orden / Familia Especie Nombre común<br />

CARNIVORA<br />

Otariidae<br />

Phocidae<br />

Arctocephalus<br />

australis<br />

Arctocephalus<br />

gazzella<br />

Arctocephalus<br />

philippii<br />

Arctocephalus<br />

tropicalis<br />

Otaria<br />

fl avescens<br />

Hydrurga<br />

leptonix<br />

Leptonychotes<br />

wed<strong>del</strong>lii<br />

Lobodon<br />

carcinophaga<br />

Mirounga<br />

leonina<br />

Mustelidae Lontra felina<br />

CETACEA<br />

Balaenopteridae<br />

Balaenidae<br />

Neobalaenidae<br />

Delphinidae<br />

Lontra provocax<br />

Balaenoptera<br />

musculus<br />

Balaenoptera<br />

physalus<br />

Balaenoptera<br />

borealis<br />

Balaenoptera<br />

edeni<br />

Balaenoptera<br />

bonaerensis<br />

Megaptera<br />

novaeangliae<br />

Eubalaena<br />

australis<br />

Caperea<br />

marginata<br />

Cephalorhynchus<br />

commersonii<br />

Cephalorhynchus<br />

eutropia<br />

Delphinus<br />

capensis<br />

Delphinus<br />

<strong>del</strong>phis<br />

Biodiversidad de Chile, Patrimonio y Desafíos<br />

Lobo fi no<br />

sudamericano<br />

Lobo fi no antártico<br />

Lobo fi no de Juan<br />

Fernández<br />

Lobo fi no<br />

subantártico<br />

Lobo común<br />

sudamericano<br />

Foca leopardo<br />

Distribución<br />

ASA,<br />

AFH<br />

ASA,<br />

ATC<br />

ATC,<br />

AFH<br />

ATC<br />

NAC<br />

ASA,<br />

AFH,<br />

ATC<br />

Foca de Wed<strong>del</strong>l ASA<br />

Foca cangrejera<br />

Foca elefante<br />

Chungungo o<br />

nutria marina<br />

Huillín o nutria<br />

de río<br />

ASA,<br />

ATC<br />

ASA,<br />

AFH,<br />

ATC<br />

Hábitat<br />

L, C,<br />

O<br />

L, C,<br />

O<br />

L, C,<br />

O<br />

L, C,<br />

O<br />

L, C,<br />

O<br />

L, C,<br />

O<br />

L, C,<br />

O<br />

L, C,<br />

O<br />

L, C,<br />

O<br />

Biogeografía<br />

Morfología<br />

Sistemática<br />

Ecología<br />

ESTUDIOS<br />

Genética<br />

Comportamiento<br />

Historia natural<br />

Conservación<br />

Paleontología<br />

Fisiología<br />

- - - - - -<br />

- - - - - - - - -<br />

- - -<br />

- - - - - - - - -<br />

- - - - -<br />

- - - - - - - - -<br />

- - - - - - - - -<br />

- - - - - - - - -<br />

- - - - - - - -<br />

NAC L, C - - -<br />

AFH,<br />

ASA<br />

FL, L,<br />

E, C<br />

- - -<br />

Ballena azul NAC O, C - - - - - - -<br />

Ballena de aleta NAC O, C - - - - - - - -<br />

Ballena sei NAC O - - - - - - - - -<br />

Ballena de Bryde<br />

Ballena minke<br />

antártica<br />

AFH,<br />

ATC<br />

O - - - - - - - - -<br />

NAC O, C - - - - - - - - -<br />

Ballena jorobada NAC C, O - - - -<br />

Ballena franca<br />

austral<br />

Ballena franca<br />

pigmea<br />

NAC C, O - - - - - -<br />

ASA O - - - - - - - - -<br />

Tonina overa ASA C, O - - - - -<br />

Delfín chileno<br />

Delfín común de<br />

hocico largo<br />

Delfín común<br />

AFH,<br />

ASA<br />

C, E - -<br />

ATC C, O - - - - - - - - -<br />

ATC,<br />

AFH<br />

O - - - - - - - - -


Orden / Familia Especie Nombre común<br />

CETACEA<br />

Physeteridae<br />

Lisso<strong>del</strong>phis<br />

peronii<br />

Lagenorhynchus<br />

australis<br />

Lagenorhynchus<br />

cruciger<br />

Lagenorhynchus<br />

obscurus<br />

Tursiops<br />

truncatus<br />

Capítulo II: Nuestra Diversidad Biológica<br />

Distribución<br />

Hábitat<br />

Biogeografía<br />

Morfología<br />

Sistemática<br />

Ecología<br />

ESTUDIOS<br />

Delfín liso <strong>del</strong> sur NAC O, C - - - - - - - - -<br />

Delfín austral<br />

ASA,<br />

AFH<br />

Genética<br />

Comportamiento<br />

Historia natural<br />

Conservación<br />

Paleontología<br />

C, O - - -<br />

Delfín cruzado ASA O - - - - - - -<br />

Delfín oscuro NAC O, C - - - - -<br />

Tursión<br />

AFH,<br />

ATC<br />

O, C - - - -<br />

Steno bredanensis<br />

Delfín de diente<br />

rugoso<br />

ATC O - - - - - - - - -<br />

Orcinus orca Orca NAC C, O - - - - - - - -<br />

Globicephala<br />

melas<br />

Globicephala<br />

macrorhynchus<br />

Pseudorca<br />

crassidens<br />

Calderón negro de<br />

pectoral larga<br />

Calderón negro de<br />

pectoral corta<br />

NAC O, C - - - - - - - -<br />

ATC O, C - - - - - - - - -<br />

Orca falsa NAC C, O - - - - - - -<br />

Feresa attenuata Orca pigmea ATC O - - - - - - - - -<br />

Grampus griseus Calderón gris<br />

Physeter<br />

macrocephalus<br />

AFH,<br />

ATC<br />

O, C - - - - - - -<br />

Cachalote NAC O - - - - -<br />

Kogiidae Kogia breviceps Cachalote pigmeo<br />

AFH,<br />

ATC<br />

O - - - - - - - - -<br />

Kogia sima Cachalote enano AFH O - - - - - - - - -<br />

Ziphiidae Ziphius cavirostris Zifi o de Cuvier NAC O - - - - - - - - -<br />

Phocoenidae<br />

Mesoplodon<br />

densirostris<br />

Mesoplodon grayi<br />

Mesoplodon<br />

peruvianus<br />

Mesoplodon<br />

hectori<br />

Mesoplodon<br />

layardii<br />

Mesoplodon<br />

traversii<br />

Hiperoodon<br />

planifrons<br />

Mesoplodonte de<br />

Blainville<br />

Mesoplodonte de<br />

Gray<br />

Mesoplodonte<br />

pigmeo<br />

Mesoplodonte de<br />

Héctor<br />

Mesoplodonte de<br />

Layard<br />

Mesoplodonte de<br />

Travers<br />

Hiperodonte <strong>del</strong><br />

sur<br />

AFH,<br />

ATC<br />

O - - - - - - - - -<br />

ASA O - - - - - - - - -<br />

AFH O - - - - - - - - -<br />

ASA O - - - - - - - - -<br />

ASA O - - - - - - - - -<br />

ATC O - - - - - - - - -<br />

ASA,<br />

AFH<br />

O - - - - - - - - -<br />

Berardius arnuxii Zifi o de Arnoux ASA O - - - - - - - - -<br />

Tasmacetus<br />

shepherdi<br />

Australophocoena<br />

dioptrica<br />

Phocoena<br />

spinipinnis<br />

Zifi o de Shepherd<br />

ATC,<br />

ASA<br />

O - - - - - - - - -<br />

Marsopa antiojillo ASA C - - - - - - - - -<br />

Marsopa espinosa NAC C, O - - - - -<br />

Fisiología<br />

243


244<br />

Biodiversidad de Chile, Patrimonio y Desafíos


Capítulo II: Nuestra Diversidad Biológica<br />

245

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