Ágatha Ruiz de la Prada aprovecha el tirón del ... - Emprendedores

L Í D E R E S
Ágatha Ruiz de la Prada aprovecha el tirón del ‘estilo Ágatha’ para consolidar su empresa
La empresaria
más ‘ca s u a l ’
Ingresos netos (en euros)
Datos extraídos de Registro Mercantil
de Producciones Ana Sandra, S.L.
Secretos de una mente creativa
“ Para mí es fundamental mantener la capacidad de ilusionarme
con mi trabajo. Por eso, estoy continuamente iniciando nuevos
proyectos: la exportación, la moda de hombre... ”.
“Cuando tienes un estilo propio, que te ha costado tantos años
h a c e r, después no tienes más que ir adaptándolo un poco a las
c i r c u n s t a n c i a s. No es como si empezaras de nuevo”.
“ Para crear hay que tener una vida cultural activa, ver
ex p o s i c i o n e s, leer, viajar... Eso te sirve en tu trabajo”.
“El lugar de trabajo es fundamental. Fíjate la cantidad de luz que
hay en el estudio. ¡Imagínate si esto fuera triste!”.
“Hay una burrada de gente que me sirve de inspiración. Pintores
como Mark Rothko o Peter Halley, siempre me han gustado”.
El valor de las ideas
En 1992 Agatha empieza a licenciar su marca y a distribuir sus productos con
El Corte Inglés. El 99 es el despegue definitivo, entra en el mercado de la
papelería, la ropa de hogar, los electrodomésticos... Su diseño está de moda.
Distribución de su negocio
Fuente: Agatha Ruiz de la Prada.
La diseñadora de moda Ágatha Ruiz de la Prada no responde al estereotipo de empresaria
al uso, pero tiene mucho en común con los emprendedores de raza. Su empresa no habría
sido posible sin su instinto comercial, su tenacidad y su pasión por el trabajo bien hecho.
Ág a t h a Ruiz de la Prada se
ha convertido, muy a su
pesar, en un referente en
el mundo de la empresa.
Un referente de perseverancia, sobre
todo. Le ha costado casi veinte años
convencernos de que su mundo de
colores, nubes y soles no es una ñoñería.
Y lo ha hecho con el argumento de
los hechos consumados: estampando
sus diseños pop en más de cincuenta
artículos del mercado y
convirtiendo su nombre-marca en una
mina de oro capaz de facturar más de
seis millones de euros al año.
I nstin to comercial
Con semejante éxito comercial Ágatha
Ruiz de la Prada todavía se sorprende
de que su negocio despierte tanta
curiosidad. Dice que no le entusiasma
nada ser portada de una revista de
empresa y reniega de todos los libros
de gestión empresarial, de los planes
de marketing... de todo lo que no sea el
sentido común y su propio instinto.
“He leído el del queso y algún otro,
pero están muy mal escritos. Lo mejor
que tiene el libro del queso es el título”,
afirma. Acostumbrada como está a
romper moldes con todo, no resulta
extraño que en su faceta de empresaria
también se salte el clásico guión
del emprendedor hecho a sí mismo
cuando asegura sin rubor que “jamás
pensé en montar una empresa, yo
siempre he hablado de mi estudio”.
Empresaria por vocación, o por pura
casualidad, detrás de este imperio
comercial está su instinto comercial y
su enorme capacidad de trabajo.
Llevar la batuta. Lo primero que le
preguntan sus colaboradores cuando
entra al estudio es si ha visto las críticas
de su último desfile en Barcelona, en la
pasarela Gaudí. Las críticas, claro, son
muy positivas. “No me importan las
críticas. Pero si me enseñas las medias,
eso sí que me importa mucho. Sobre
todo las estampadas por los dos
lados”, responde. Y enseguida se pone
a supervisar todos los productos nuevos
que han llegado de distintos fabricantes:
medias, ponchos, cinturones...
“Uy, esto no tiene nada que ver con lo
que habíamos pedido. Ah, éste me ➤
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La diseñadora trabaja
con un equipo
de cinco colaboradores
para
reinventar continuamente
sus
propios diseños.
La base principal de su
empresa sigue siendo
el mundo de la moda, que
supone el 50% de su
negocio. Pero seguramente
el éxito del que disfruta
ahora Ágatha Ruiz de la
Prada no hubiera sido
posible sin la diversificación
de su marca. Una
aventura que inició en
Su manual de marketing pers o n a l
Ág a t h a Ruiz de la
Prada asegura que
nunca ha creído en el
marketing. “Para mí es
una palabra que no
tiene un significado
especial. Tengo mi propio
marketing particular”,
reconoce.
El mejor estudio
de mercado: su
i n t u i c i ó n . “Los planes
de marketing, los
estudios de mercado...
nunca he creído en
esas cosas. Jamás
hemos hecho un plan
de marketing. Cuando
saco un nuevo producto
al mercado lo que
Un negocio montado a golpe de licencias
1992 cuando empezó a
conceder licencias de sus
diseños, y que le ha permitido
estar presente en
productos tan diversos
como artículos de papelería,
relojes, ropa de hogar,
muebles, accesorios para
mascotas, juegos de
ordenador, orfebrería... A
estas alturas, más que
me preocupa es que
esté lo mejor posible y
que a mí me guste. En
este trabajo, hay un
90% de pura intuición”.
A u t o p r o m o c i ó n .
La publicidad para ella
es un gasto innecesario.
¿Para qué invertir
millones en algo que
puede hacer ella
misma? “Vestir yo mi
propia ropa era lo más
fácil, no tenía nadie
más que se los pusiera”,
apunta cuando
piensa en sus comienzos.
Ahora, el éxito no
le hace perder la perspectiva.
“Me impresio-
preguntarse qué artículos
llevan su marca, la pregunta
del millón es qué
artículos no la llevan.
“Ahora me cuesta mucho
dar una licencia que no
tenga, porque las importantes
las tengo todas
dadas. Aunque sigue
habiendo campos que
son reacios, por ejemplo,
na mucho lo que se
gasta Custo en publicidad.
Abro una revista,
en Francia, en Italia, en
América... donde sea y
le veo ahí. Yo la verdad
es que no tengo ese
dinero para nada.
Como no tengo tampoco
la mentalidad de
gastar en publicidad.
Lo encuentro tan
caro... “, asegura.
Imagen de
m a r c a . P o s i b l e m e n t e
su rechazo frontal al
marketing tiene más
que ver con su fobia a
las etiquetas que otra
cosa. De hecho, le
Para Ágatha invertir dinero
en publicidad es un derroche.
Ella misma es la mejor
promotora de su ropa.
la industria del mueble.
La gente tiene la sensación
de que se puede
comprar una camiseta o
un cuaderno con un diseño
original, pero cuando
va a gastarse mil quinientos
euros en un sofá
busca algo que pueda servirle
para toda la vida”,
explica la diseñadora.
importa, y mucho, con
qué valores se asocia
su marca: el arte contemporáneo,
la música,
la ecología, los animales,
los niños, la cultura...
“Desde hace
doce años siempre he
hecho algo en Arco.
Así se establece una
relación con el arte,
algo que a mí me gusta
mucho. Esto en parte
me cuesta dinero, no
mucho, pero me cuesta.
Pero lo hago porque
me divierte y porque
se asocia mi marca al
mundo del arte contemporáneo”.
En cambio,
le horroriza pensar
que sus diseños se
puedan asociar a personajes
políticos. “Si te
fijas, verás a muy
pocos políticos y políticas
vestidas con mis
trajes. Hay otros diseñadores
que prefieren
esa notoriedad. Yo no.
Tampoco dentro de mi
marketing entra vestir
a Doña Letizia, pero a
lo mejor entra dentro
de la imagen de otros”.
P a t r o c i n i o s
deportivos. C o n f i esa
que el deporte nunca
le ha emocionado,
pero “ahora he empezado
a cambiar mi
visión de este mundo y
el año pasado hice dos
cosas asombrosas: un
campeonato de golf y
un campeonato de
paddel Ágatha Ruiz de
la Prada. Estaba un
poco reacia al tema
pero, al final, lo hice.
Para el golf diseñé una
copa maravillosa y
para el paddel, hicimos
una colección completa.
Ahora también se
me puede asociar con
el deporte”.
“Me gusta controlarlo todo. Si algo sale sin
que yo lo haya visto es que algo va mal”
➤ encanta. Estas letras son muy pequeñas,
me las había imaginado más grandes.
Esto es de Víctor, ¿no?”. Después de
esta revisión exhaustiva ya no nos queda
ninguna duda de que no miente cuando
asegura: “Me gusta tenerlo todo bajo
control. Si algo sale sin que yo lo haya
visto antes es que algo está mal. Es obligación
mía y del fabricante que lo vea.
Creo que cuanto más avanzas, más tienes
que controlar”.
Pintar nubes con los pies en la tierra.
Ágatha Ruiz de la Prada tiene fama de
excéntrica, pero cuando habla del negocio,
se nota que tiene los pies en la tierra
y que le gusta pisar tierra firme. “Yo creo
que mi éxito como empresaria se lo debo
a que tengo bastante sentido común.
Intento hacer las cosas poquito a poquito.
Anteayer, por ejemplo, hice un desfile
en Barcelona y al día siguiente me traje
todo en mi coche. Podía haber mandado
a siete tíos de Seur que me lo trajeran...
pero prefiero hacer las cosas así. Esto
está gestionado como lo estaba desde el
principio. Si somos treinta personas y
empezamos a gastar como locos... en un
mes se nos va a pique”, asegura.
Una marca que se adapta a todo. S i n
duda, en el éxito de la marca ha influido
especialmente la capacidad de adaptación
del estilo Ágatha a cualquier objeto
cotidiano. Para Ruiz de la Prada “ha ayudado
mucho el momento en el que se
hizo. La gente tenía ganas de comprar
diseño en cualquier producto de la vida
cotidiana a un precio asequible. En este
mercado, un momento clave fue cuando
Philippe Starck hizo un cepillo de dientes
para una empresa muy comercial ➤

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Tiendas propias para seguir creciendo
Ruiz de la Prada aprovecha el
tirón de su negocio abriendo
nuevas tiendas en algunas de
las principales ciudades del
m u n d o :París, Milán, Madrid,
Oporto, Chile, Barcelona... Un
paso meditado y pensado que
obedece más “a una cuestión
de imagen que a una oportunidad
de negocio. Necesitaba un
punto de referencia donde estuvieran
todos mis productos juntos.
La tienda de París me ayudó
a entrar en el mercado francés,
y hemos hecho lo mismo con
Italia, Portugal...”, explica.
¿Franquicias Ágatha?
Desde sus comienzos la diseñadora
tenía una tienda propia en
Madrid, pero “no era una tienda
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seria. Era más bien un anexo al
estudio. Ahora hemos hecho
una tienda seria, en un sitio muy
comercial (la calle Serrano), y
está siendo una experiencia
muy importante. Pero eso no
significa que en mis planes esté
el ir abriendo un montón de
tiendas. No es eso. Las tiendas
dan un trabajo espantoso”, aclara.
Tampoco entra en sus planes
conceder franquicias, aunque
las tiendas de Chile, Oporto y
Barcelona no sean de su propiedad.
Se han concedido a gente
muy cercana, gente de confianza
que va a cuidar su imagen.
“Si me llama un señor de Salamanca
y me dice que quiere
abrir una tienda Ágatha Ruiz de
la Prada, le digo que de momen-
to no abro franquicias. No estoy
organizada para eso y no creo
en la franquicia, porque pienso
que para estar en una tienda tienes
que aguantar mucho. Si yo
decido hacer un cambio de
decoración en una de mis tiendas,
lo hago aunque sea sacando
el dinero de otro sitio. Pero el
señor de Salamanca seguramente
no va a estar dispuesto a
invertir en ese extra, porque lo
hace como negocio. Por eso me
molesta mucho todo lo que está
pasando con algunas tiendas
que empezaron a vender cada
vez más artículos míos, hasta
que terminan haciendo una
tienda que es solo Ágatha. Pero
está chapuceramente puesta,
no está bien decorada... Me
preocupa y quiero controlarlo,
pero es difícil porque en España
debo tener unos doscientos mil
puntos de venta”.
La enorme dimensión que va
tomando el negocio se refleja
perfectamente en las nuevas
tiendas Ágatha, donde ha
unido todas sus creaciones.
“Ahora tengo que
conseguir que mis
fabricantes se hagan
i n t e r n a c i o n a l e s “
➤ como es Fluocaril. Todo el mundo,
por muy poco dinero, podía tener un
artículo creado por el mejor diseñador
del mundo. Sin duda, me ha ayudado
mucho el momento en el que se hizo y el
hecho de que mi estilo es fácilmente
adaptable a cualquier objeto cotidiano”,
apunta la diseñadora.
Fidelidad a sí misma. El hecho de que
más de cincuenta productos lleven su
nombre no significa que esté dispuesta a
prestar su imagen a cualquier precio.
En realidad, le preocupa mucho que
puedan perderse las señas de identidad
de su marca. “Estoy muy, muy encima
de mis productos, porque me parece
muy importante que sean muy míos.
Por eso, tengo muchísima relación con
mis industriales. Visito sus fábricas, nos
hablamos por teléfono... Me molestaría
mucho que se desvirtuara mi estilo. Si
veo un azulejo gris que ponga Ágatha
Ruiz de la Prada es que vomito encima”.
M arca en expansi ó n
Conseguido el objetivo de poner su
nombre en casi todos los productos
importantes, quiere que el negocio siga
creciendo, pero sin diversificar tanto.
“Ahora tenemos que concentrarnos en
mejorar la gama de productos que ya
tenemos, no en ampliar la gama”, dice.
Dentro de su estrategia de expansión,
el mercado internacional va a jugar un
papel fundamental. “Ahora mismo estamos
haciendo hincapié en el mercado
francés, que es el que más dinero nos
cuesta, el que más disgustos nos da y el
que más energías me consume. Pero es
que estoy encabezonada. Otro mercado
prioritario es Italia y otros han surgido un
poco de forma espontánea: Chile, Grecia...
Ahora de lo que se trata es de que
mis fabricantes se conviertan en fabricantes
internacionales”.
Pilar Alcázar