Cómo organizar reuniones - Emprendedores
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deshabilidades<br />
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www.emprendedores.es<br />
Controla la puntualidad, mantén a raya a los perturbadores...<br />
<strong>Cómo</strong> <strong>organizar</strong> <strong>reuniones</strong><br />
¿Quién no ha asistido a una reunión? Prácticamente, todos. Y ¿cuál ha sido la<br />
sensación? Hay opiniones para todos los gustos, pero existe una idea generalizada<br />
de que muchas son innecesarias y suponen una pérdida de tiempo y dinero, porque<br />
todas implican un coste. De acuerdo: no todas las <strong>reuniones</strong> se deberían hacer,<br />
pero las que se hagan deben planificarse. ¿<strong>Cómo</strong>? Te lo explicamos a continuación.<br />
Las <strong>reuniones</strong> en sí no son las que<br />
hacen perder el tiempo, sino las<br />
personas que participan en ellas.<br />
Es cierto que el mundo de los<br />
negocios peca de excesiva ‘reunitis’. Se<br />
convocan muchas y el coste es excesivo<br />
para las organizaciones. Según Diego<br />
Vicente, profesor de liderazgo del Instituto<br />
de Empresa (IE), que cita datos de la<br />
revista Business Week, “para hacerse una<br />
idea de la magnitud, en Estados Unidos se<br />
realizan cerca de 11 millones de <strong>reuniones</strong><br />
diarias y el gasto que conlleva con respecto<br />
a una empresa es del 10% del coste<br />
de su plantilla”. Pero también es cierto<br />
que muchas de esas <strong>reuniones</strong> son necesarias<br />
e inevitables.<br />
Entonces, ¿qué se puede hacer? Es fundamental<br />
planificarlo todo al detalle. Antes<br />
de nada, lo primero que debes preguntarte<br />
es si convocar una reunión es lo más<br />
adecuado. ¿Y cómo lo puedes saber?<br />
¿Cuál es el objetivo?<br />
Según Robert F. Miller, experto en habilidades<br />
directivas, debes tener en cuenta<br />
qué es lo que pretendes conseguir, es<br />
decir, cuál es el objetivo. “Si pretendes,<br />
por ejemplo, distribuir información, puedes<br />
elegir entre la reunión, el memorando<br />
o el informe. Si se trata de resolver un<br />
conflicto interno, es mejor llamar a los<br />
afectados uno a uno para allanar el camino.<br />
Una decisión mayoritaria puede obtenerse<br />
convocando una reunión para<br />
solicitar votación a mano alzada, por<br />
correspondencia o por teléfono, si los<br />
votantes conocen de antemano las infor-<br />
maciones pertinentes a la cuestión”. Pero<br />
también es posible que sea necesario<br />
debatirla. En ese caso, “pueden impartirse<br />
instrucciones por medio de un manual,<br />
pero la naturaleza del tema tal vez haga<br />
necesaria una reunión explicativa”, asegura<br />
este experto en su libro Organice sus<br />
<strong>reuniones</strong> de manera óptima.<br />
En el caso de que se pretenda, por ejemplo,<br />
influir sobre las opiniones de otros,<br />
“puede ser adecuado convocar una reunión<br />
o, quizá, sea mejor intentarlo en conversaciones<br />
individuales. Una propuesta<br />
bien redactada e ilustrada de manera<br />
impactante puede ser tan eficaz para captar<br />
un cliente como una presentación verbal.<br />
En cambio, si se quiere fomentar el<br />
espíritu de equipo, la reunión es quizá el<br />
instrumento idóneo”, subraya Miller.<br />
Y ¿cuál es el coste?<br />
Otro aspecto que debes valorar previamente<br />
es el coste de la reunión. “Al tomar<br />
la decisión de convocarla, es recomendable<br />
comparar su coste con el de las posibles<br />
alternativas. El único caso en el que es<br />
posible obviar este dato es cuando la
‘Hoja de ruta’ para evitar sesiones de trabajo caóticas e interminables<br />
productivas y rentables<br />
Reglas de oro para una planificación exitosa<br />
Con los deberes hechos. Así es como se debe acudir a una reunión.<br />
La improvisación puede ser eficaz para algunas actividades, pero<br />
nunca para una reunión. Planificación, planificación y planificación.<br />
Todo lo demás es un error y una pérdida de tiempo … ¡y de dinero!<br />
Pasaba por aquí y... La clave<br />
para que una reunión tenga éxito es<br />
que todos acudan con los deberes<br />
hechos. Nuestro papel como partici-<br />
pantes –seamos el organizador o un<br />
invitado– es intentar prever qué es lo<br />
que vamos a necesitar para el des-<br />
arrollo de la reunión y qué es lo que<br />
esperan de nosotros. “En muchas<br />
<strong>reuniones</strong>, se escucha eso de: Pues<br />
los datos de ese tema los tengo en el<br />
despacho. Cada uno debe hacer un<br />
ejercicio de previsión, de análisis a<br />
futuro de lo que va a necesitar, de lo<br />
que se le va a requerir”, subraya<br />
Vicente, que recuerda que eso tam-<br />
bién incluye plantearse uno mismo si<br />
es necesaria o no su presencia en la<br />
reunión.<br />
‘Check-in’ y ‘check-out’. Lo<br />
ideal sería que el organizador o el<br />
encargado de dirigir la reunión hiciera<br />
una pequeña presentación explican-<br />
do los motivos de la convocatoria y<br />
abriera un turno de palabra para que<br />
cada uno diga lo que espera de ella.<br />
“Los asistentes deberían hacer un<br />
pequeño check-in para decirle a los<br />
demás por qué está ahí y con qué<br />
ánimo participa, es decir, qué espera<br />
de la convocatoria. Y también un<br />
check-out para saber si se han cum-<br />
plido sus expectativas”, destaca el<br />
profesor del IE.<br />
Se acaba el tiempo. “La aten-<br />
ción deja de ser sostenida y atenta a<br />
partir de los 45 minutos. Pasado ese<br />
tiempo, por fatiga, el participante<br />
deja de escuchar y atender. Más allá<br />
de una hora con la misma actividad<br />
es contraproducente y deja de ser<br />
eficaz. La reunión se puede alargar<br />
más en el tiempo siempre y cuando<br />
se varíen los temas o la actividad (es<br />
decir, haciendo descansos). Si a partir<br />
de ese tiempo no le ofreces a la<br />
gente cosas interesantes o más inte-<br />
resantes desconecta”.<br />
Hacer equipo<br />
Si se pretende<br />
fomentar el<br />
espíritu de equipo,<br />
convocar a sus<br />
miembros a una<br />
reunión es quizá el<br />
instrumento más<br />
idóneo. También si<br />
se quiere debatir<br />
una o varias<br />
propuestas y<br />
buscar una<br />
decisión<br />
mayoritaria.<br />
El camarote de los Marx.<br />
¿Cuál es el número idóneo de asis-<br />
tentes? ¿Es mejor número par o<br />
impar? “Es cierto que en ocasiones<br />
se busca adoptar determinadas deci-<br />
siones siendo impar para inclinar la<br />
balanza hacia la mayoría. Pero no es<br />
una buena forma para tomar decisio-<br />
nes, porque siempre quedará la opi-<br />
nión de la minoría. Si lo que se busca<br />
es adoptar una decisión que englobe<br />
a todos y en la que se vean represen-<br />
tados de cara al compromiso, debería<br />
dar igual y, en todo caso, sería mejor<br />
par, porque ahí es donde se ve la ver-<br />
dadera riqueza de las opiniones. El<br />
impar valdría para <strong>reuniones</strong> atasca-<br />
das o con asistentes poco maduros<br />
para decidir”.<br />
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habilidades<br />
<br />
reunión se hace imprescindible e inevitable”,<br />
afirma Miller.<br />
Una de las fórmulas para calcular el<br />
coste es la de considerar el salario de los<br />
asistentes y el valor del tiempo empleado<br />
(“la duración media suele ser de dos<br />
horas”, apunta Vicente). Así, se puede<br />
multiplicar el tiempo por el número de<br />
asistentes y valorarlo según el salario por<br />
hora de cada uno de ellos.<br />
Tal y como explica Miller, “consideremos<br />
una reunión de 10 personas cuyo coste/horario<br />
para la empresa sea de dos jefes<br />
de departamento a 120 euros la hora, tres<br />
jefes de sección a 90 euros la hora, tres<br />
contables a 48 euros la hora y dos secretarias<br />
a 18 euros la hora. Juntar a este grupo<br />
durante dos horas, sin contar el tiempo<br />
de preparación de la reunión por parte de<br />
cada uno de ellos, le cuesta a la empresa<br />
unos 1.380 euros”. A esto habría que sumarle<br />
el coste de los medios materiales y<br />
los refrigerios y, si los hubiera, el alquiler<br />
del local y los desplazamientos.<br />
Y también ten en cuenta las limitaciones<br />
o restricciones de la propia naturaleza de<br />
la reunión. “Si no es posible contestar afirmativamente<br />
a las siguientes preguntas, la<br />
reunión será una pérdida de tiempo: ¿Dispongo<br />
de tiempo para prepararla?, ¿tendrán<br />
tiempo para prepararse los demás<br />
asistentes? y ¿estarán disponibles y dispuestos<br />
a asistir?”, destaca Miller.<br />
Meterse en faena<br />
Tras seguir los pasos anteriores, decides<br />
finalmente que convocar una reunión es la<br />
opción más acertada. ¿Qué debes hacer?<br />
Determina cuál va a ser el orden del día.<br />
“Es decir, qué es lo que quieres tratar y<br />
qué personas se hacen indispensables<br />
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La reunión no es<br />
siempre la opción<br />
más eficaz para<br />
resolver un tema<br />
<br />
Errores que no se deben cometer<br />
Planifica, que algo queda. No olvides que imprevistos siempre puede haber,<br />
pero si lo tienes todo atado a priori habrá menos sorpresas. Recuerda no perder<br />
nunca la referencia de cuál es el objetivo de la reunión, sigue al pie de la letra el<br />
orden del día que has fijado previamente y anima a todos a que participen.<br />
Ser impuntual. Debes<br />
dar ejemplo y ser el prime-<br />
ro en estar en la sala habili-<br />
tada para la reunión. No<br />
permitas las impuntualida-<br />
des de los asistentes y crití-<br />
calas en público para que<br />
el impuntual se de cuenta<br />
de su error. Para evitar<br />
imprevistos y demoras che-<br />
quea previamente que todo<br />
funcione: el sistema de<br />
refrigeración de la sala, el<br />
equipo de proyección (si lo<br />
vas a utilizar), el tentempié,<br />
la documentación…<br />
No seguir el orden de<br />
la reunión. Debes ser<br />
implacable en este sentido.<br />
Si has establecido previa-<br />
mente 4 o 5 puntos a tra-<br />
tar, esos deben ser y no<br />
otros los que se debatan<br />
durante la reunión. Corta<br />
cualquier intervención que<br />
se aleje del orden del día e<br />
infórmales de que puede<br />
ser objeto de otra reunión.<br />
“Los temas más importan-<br />
tes se deben colocar al<br />
principio de la reunión. Eso<br />
te ayudará a ganar legitimi-<br />
dad para próximas ocasio-<br />
nes. Por regla general, se<br />
suele empezar por lo más<br />
intrascendente, dejando lo<br />
más importante para el<br />
final, cuando las fuerzas<br />
están ya debilitadas”, seña-<br />
la Vicente, profesor del IE.<br />
Intentar tratar<br />
muchos temas. Es pre-<br />
ferible diseñar una reunión<br />
corta con pocos temas a<br />
tratar que intentar sobre-<br />
cargar el encuentro. Las<br />
<strong>reuniones</strong> interminables<br />
son menos productivas que<br />
las cortas. ¿Qué número de<br />
temas es el apropiado?<br />
Pues depende de la com-<br />
plejidad de lo que se trate.<br />
No permitir opiniones<br />
diferentes. Para<br />
que la reunión sea más rica<br />
en contenidos debes per-<br />
mitir que todos participen<br />
aportando ideas –incluso<br />
animar a aquellos que se<br />
muestren reticentes–, pero<br />
siempre que sean cons-<br />
tructivas. No toleres las<br />
salidas de tono ni las ideas<br />
que ataquen a alguno de<br />
los participantes.<br />
Eternizar la reunión<br />
porque no se acuerda<br />
lo que pretendes.<br />
Relacionada con la anterior,<br />
debes evitar que la reunión<br />
acabe agonizando. Puedes<br />
acudir a la reunión con<br />
ideas preconcebidas y<br />
defenderlas, pero de ahí a<br />
imponerlas por ostentar la<br />
autoridad no es aceptable.<br />
Dejar que se creen<br />
grupos. La reunión tiene<br />
que seguir un orden de pre-<br />
sentación del tema a deba-<br />
tir y de turno de palabra,<br />
respetando al que habla sin<br />
que se formen grupos<br />
alternativos que enturbien<br />
el encuentro.<br />
No tomar nota de los<br />
compromisos adquiridos.<br />
Se podrían grabar las<br />
<strong>reuniones</strong> para después<br />
hacer un resumen de los<br />
compromisos acordados,<br />
pero en ocasiones no es<br />
posible por falta de mate-<br />
rial y en otras por falta de<br />
tiempo. Lo mejor es que<br />
cada uno haga sus propias<br />
anotaciones y se pongan<br />
en común entre todos.<br />
No cumplir los compromisos<br />
adquiridos.<br />
Los acuerdos son para<br />
cumplirlos. Un error es<br />
obviarlos por no ser de<br />
nuestro agrado.
50<br />
habilidades<br />
Sigue al pie de la<br />
letra el orden del día<br />
de la reunión y<br />
evita distracciones<br />
<br />
en esa reunión”, subraya Vicente, profesor<br />
del Instituto de Empresa.<br />
Informa a los asistentes del por qué y del<br />
para qué. “Es decir, debes hacer una convocatoria<br />
personalizada donde expliques<br />
a cada uno de los asistentes los objetivos<br />
que se pretenden cubrir en la reunión, el<br />
plan de trabajo que se llevará a cabo, quién<br />
va a conducir esa reunión, para qué le<br />
estás convocando y qué es lo que esperas<br />
de él”, añade Vicente.<br />
Prepara los contenidos que se van a tratar<br />
durante la reunión. “Es decir, todos deben<br />
hacer muy bien los deberes, no sólo el<br />
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<strong>Cómo</strong> ‘combatir’ a los ‘perturbadores’<br />
No están todos los que<br />
son, pero sí son los principales<br />
‘perturbadores de<br />
la paz’ que se deben eliminar<br />
de toda reunión. Si<br />
los tienes controlados, te<br />
será más fácil conducir el<br />
encuentro. Miller explica<br />
cómo reconocerlos y<br />
cómo combatirlos:<br />
Interminable. Tiene bue-<br />
nas intenciones, pero peca<br />
de ‘pesado’. “Aun teniendo<br />
ideas que aportar, tiende a<br />
repetirse y a eternizarse”.<br />
Debes interrumpir con ama-<br />
bilidad sus monólogos.<br />
“Agradécele sus ideas, reco-<br />
nócele su valor y centra la<br />
atención en otra cosa: Per-<br />
dona que te interrumpa. Me<br />
parece interesante tu idea y<br />
me gustaría saber si alguien<br />
desea comentarla…”.<br />
Repetitivo. Aunque se<br />
haya pasado de tema, sigue<br />
en sus trece. “Dale las gra-<br />
cias por su idea y cede la<br />
palabra a otro”. Invítale a<br />
que siga el orden del día.<br />
‘Sabelotodo’. Da igual de<br />
lo que se hable porque cree<br />
que sabe de todo. Déjale<br />
hablar, porque puede que<br />
aporte algo bueno, pero<br />
abrevia sus intervenciones.<br />
Irrelevante. Piensa que<br />
aporta grandes cosas, pero<br />
sus propuestas son irrele-<br />
vantes. “Recondúcele al<br />
tema en cuestión. Si no<br />
surte efecto, el único reme-<br />
dio es obviarle con educa-<br />
ción, por ejemplo, dándole<br />
la palabra a otro y aparen-<br />
tando no darnos cuenta de<br />
que quiere hablar”.<br />
Jefe. Usa su autoridad<br />
cuando sus ideas no son<br />
aceptadas por la mayoría.<br />
Sé firme junto a la mayoría.<br />
que convoca sino también el que asiste.<br />
Mucha gente acude a las <strong>reuniones</strong> esperando<br />
un poco el qué. El error ahí está ya<br />
de partida, porque la gente no sabe por<br />
qué se le está convocando”, afirma este<br />
experto del Instituto de Empresa.<br />
Eso no procede. ¡Al grano!<br />
Otro aspecto que debes considerar es el de<br />
controlar la reunión para que se cumpla el<br />
orden del día establecido previamente,<br />
“evitando todos aquellos temas que no<br />
tengan relación con él y no procedan. Mi<br />
experiencia me dice que nos salimos con<br />
demasiada frecuencia del objetivo de la<br />
reunión”, reconoce Vicente.<br />
En la misma línea de importancia está el<br />
hecho de realizar un resumen de todo lo<br />
que se está tratando y debatiendo en el<br />
encuentro: “Ahí deben aparecer los compromisos<br />
adoptados. La gente es un poco<br />
Negativo. No aporta nada<br />
positivo y siempre tiene una<br />
visión pesimista del asunto.<br />
Intenta que se enriquezca<br />
con las ideas del grupo e<br />
invítale a que aporte alguna.<br />
Despistado. Impuntual y<br />
ausente durante gran parte<br />
de la reunión. Oblígale a leer<br />
el orden del día y la docu-<br />
mentación aportada.<br />
Conspirador. Crea grupi-<br />
tos y confabulan. Se debe<br />
interrumpir la reunión hasta<br />
que se den cuenta que<br />
molestan o “interpelar a uno<br />
de ellos para preguntarle si<br />
tiene alguna propuesta rela-<br />
cionada con lo que se está<br />
discutiendo”.<br />
‘Antitodo’. Polémico nato<br />
sin más opción que la de lle-<br />
var la contraria siempre de<br />
forma irrespetuosa. Exígele<br />
que deponga su actitud y<br />
expúlsale, llegado el caso.<br />
recelosa de hacer resúmenes, por lo que<br />
de compromiso conlleva”. Y por último, y<br />
también fundamental para que las <strong>reuniones</strong><br />
sean eficaces y rentables, “un análisis<br />
detallado, introspectivo e individual<br />
de todo lo que ha acontecido en esa reunión<br />
para saber qué es lo que ha ido bien y<br />
mal. Este último aspecto escasea muchísimo”,<br />
considera Vicente.<br />
Javier Escudero<br />
Más a fondo<br />
Organice sus <strong>reuniones</strong> de manera<br />
óptima. Robert F. Miller, Gestión 2000<br />
<strong>Cómo</strong> dirigir y animar <strong>reuniones</strong><br />
de trabajo. B. Demory, Deusto<br />
¡Adiós a las <strong>reuniones</strong> improductivas!<br />
Andrés Senlle, Gestión 2000<br />
Ilustraciónes: Marcos Balfagón