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“Mi amá le puede
a mi apá”
Ma. Dolores Jiménez Castañeda
Hoy es un día muy caluroso, mucho más que otros días. Recibí una llamada de
uno de mis tres ángeles ¿Saben?, son tres maestros que me han llevado por
senderos que nunca creí llegar a pasar, por el mundo de las letras y de las lecturas,
ya que cuando salí de la Escuela Normal olvidé estar cerca de los libros
y sólo hacía mi trabajo como me lo habían enseñado. Ahora ya no. En este momento me
motiva mucho más mi trabajo gracias a que me han alentado para interesarme en el cómo y
el para qué de mi función como educadora. Además, he reflexionado que la gente es parte
importante en este trabajo: mis alumnos, las autoridades de mi municipio, también la gente
que ya no tiene niños pequeños, pero que es líder y se interesa por su localidad. Este cambio
de perspectiva me hace recordar anécdotas del pasado. Una de ellas es la que hoy quiero
compartir con ustedes. Todo sucedió en el Jardín de Niños “Cristóbal Colón” de la comunidad
de Cayaco, municipio de La Huacana, Michoacán.
Hace 23 años egresé de la Escuela Normal. Soy profesora de educación preescolar y me asignaron
a la zona escolar 012, que está ubicada en el municipio de La Huacana, Michoacán de
Ocampo. Es un pueblo pintoresco llamado El Oasis de Tierra Caliente; ésta es mi tierra. De
ahí me asignaron a la comunidad de San José Cayaco, a treinta minutos de la cabecera municipal
(en ese tiempo recorríamos la carretera de terracería, con muchos pozos, de manera
que en la época de lluvia no podíamos ir a trabajar porque la carretera se destruía). Corría el
año 1984. Yo tenía sólo un año de servicio y todo era nuevo. Atendía un grupo de veinticinco
alumnos de primer grado, segundo y tercero, por lo que, como ven, estaba al frente de niños
y niñas de distintas edades, desde tres hasta cinco años. Era el tercer mes de labores y ya para
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La Huacana – Educación Preescolar -RETE-