15.05.2013 Views

Cordillera Ibérica, recuerdos y olvidos de un guerrillero - Patrimonio ...

Cordillera Ibérica, recuerdos y olvidos de un guerrillero - Patrimonio ...

Cordillera Ibérica, recuerdos y olvidos de un guerrillero - Patrimonio ...

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

que el carretero no se hubiera dado cuenta <strong>de</strong> nuestra presencia entre las ramas <strong>de</strong>l árbol.<br />

Interrogado por Moreno con <strong>un</strong>a mirada, le aseguré que durante el poco tiempo que el<br />

carretero se había <strong>de</strong>tenido al pie <strong>de</strong>l árbol, yo no le había quitado la vista <strong>de</strong> encima y estaba<br />

seguro <strong>de</strong> que no se había dado cuenta <strong>de</strong> nada, pues ni los rasgos <strong>de</strong> su cara ni la expresión<br />

<strong>de</strong> sus ojos habían cambiado <strong>un</strong> solo instante.<br />

Trabajo nos costó a los dos para convencer al grupo que lo peor que podíamos hacer era<br />

ir <strong>de</strong> <strong>un</strong> lugar para otro. Al final se tranquilizaron los ánimos y no nos movimos <strong>de</strong>l árbol,<br />

pasando los restos <strong>de</strong>l día sin más molestias que las que se <strong>de</strong>rivaban <strong>de</strong> nuestra incómoda<br />

postura entre las ramas.<br />

Llegados a zona guerrillera (por así <strong>de</strong>cir) y, siguiendo las indicaciones que encontrábamos<br />

en las estafetas, llegamos a <strong>un</strong> campamento provisional que, como todo lo provisional, se<br />

convirtió en estable. Re<strong>un</strong>idos con Pepito y Gran<strong>de</strong>, les entregamos el dinero cogido al<br />

pagador y les informamos <strong>de</strong>talladamente <strong>de</strong> todo lo que <strong>de</strong>jo dicho.<br />

La entrevista con los tres cenetistas <strong>de</strong> Cullera no pudo por menos que repercutir en mis<br />

sentimientos i<strong>de</strong>ológicos y fue la gota <strong>de</strong> agua que <strong>de</strong>sbordó el vaso <strong>de</strong> mis esperanzas. Des<strong>de</strong><br />

que cruzamos la frontera en 9 , siempre había abrigado la esperanza <strong>de</strong> que la CNT, como<br />

organización sindical <strong>de</strong> la clase obrera, estaría dispuesta a prestarnos su colaboración y fuerza.<br />

Me quedó <strong>de</strong>mostrado lo que <strong>de</strong> siempre me había resistido a creer: los confe<strong>de</strong>rales, tratándose<br />

<strong>de</strong>l PCE, no estaban dispuestos a dar <strong>un</strong> paso en el camino <strong>de</strong>l entendimiento. La secuela <strong>de</strong><br />

resabios <strong>de</strong> la guerra civil, justos o injustos, estaban vivos en cada cenetista y pasaban por<br />

encima <strong>de</strong> muertos y encarcelados. Antes pactarían con el Diablo que con los com<strong>un</strong>istas.<br />

Comprendiendo que en aquella situación <strong>de</strong> ser y no ser no podía continuar por más tiempo, me<br />

acerqué a Gran<strong>de</strong> y Pepito y les pedí mi ingreso en el PCE, que me fue concedido sin <strong>un</strong> pero.<br />

Interiormente les agra<strong>de</strong>cí que no me atosigaran con discursos empalagosos, que si el partido<br />

por aquí, que si el partido por allá. Gran<strong>de</strong> se limitó a <strong>de</strong>cir: “ya sabía que acabarías así”.<br />

Sinceramente, <strong>de</strong>bo <strong>de</strong>cir que en mi vida como <strong>guerrillero</strong> no se operó ningún cambio, hasta<br />

aquí creo que había cumplido con mi compromiso antifranquista y en a<strong>de</strong>lante, me parece,<br />

seguí obrando <strong>de</strong>l mismo modo.<br />

Hay algo referente a mi ingreso en el PCE que me parece tiene su importancia, y si no la<br />

tiene, por lo menos resulta curioso: ni Gran<strong>de</strong> ni Pepito me dijeron que tenía que ren<strong>un</strong>ciar<br />

al sindicato <strong>de</strong> la CNT. Y así continuó.<br />

Días <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> nuestra llegada al campamento, Pepito nos dio suelta para que regresáramos<br />

a nuestro sector.<br />

88

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!