candilejas

Nora Alcantara: Ese es el problema. No es posible hallar un lugar
tranquilo y privado, porque no existe. Alguien dirá lo contrario, que es
posible alcanzarlo en un lento y desquiciante rodeo, pero cuando se agota
tu hallazgo y te descuidas, alguien más se infiltra a hurtadillas y escribe
con aerosol sobre tu espalda: puto. Lo llaman graffity. Si creyera en
verdad en la revolución o en un Dios, aún el día de mi muerte, mi fosa no
permanecerá oculta a partir del tamaño de una lápida que dirá: Nora
Alcantara. En seguida, la fecha de mi nacimiento y la fecha de mi
defunción. Y abajo, sobrepuesto con laca roja, el optimismo con palabras
como ésta: puto. Soy positiva, de hecho prefiero: chinga tu madre.
Mamá Chela: No te creo capaz de tal grado de corrupción.
Nora Alcantara: Parece que no has escuchado hablar de los antiguos
egipcios.
Mamá Chela: No puedes decidirte: la mami o la momia.
Nora Alcantara: Lo admito
Mamá Chela: Diablos, siéntate, pero no me dirijas la palabra
Nora Alcantara: Nos vamos (jala del brazo al novio)
Julio César Roffiel: ¿Viene tu hermano?
Nora Alcantara: ¿Viene contigo, Tammy?
Tammy Bobadilla: Acabamos de terminar (toma el otro brazo)
Julio César Roffiel: Niñas, niñas, esto se ha vuelto inmoral y perfecto
como un sueño hecho verdad.
Nora Alcantara: Los sueños son una incógnita siempre.
Tammy Bobadilla: Los sueños ajenos nunca tienen ningún interés.
Cuando alguien amenaza con te voy a contar lo que he soñado, por muy
buena disposición que tengas a la escucha, nunca comprendes nada, ni te
sientes mínimamente identificado. Ya que muchas veces no ocurre ni con
tus propios sueños.
Memo Alcantara: ¡Tammy, te desconozco totalmente!
Tammy Bobadilla: Tú cambiaste a un arquetipo de Jung. Yo me
convertí en un mal recuerdo. (busca la salida)
Memo Alcantara: Eso es un tanto desgraciado.
Mamá Chela: Despídete de la zorra, Memito.
Memo Alcantara: Tonta, pero no tanto
Mamá Chela: Aprende rápido sobre Jung, hijo. Cosmopolitan publica
este tipo de historias desconsoladoras en su página ocho
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