25 pulgadas de lluvia causante de inundaciones en - el faro del ...

PERIÓDICO EL FARO DEL SUROESTE
Mar amigo
Mar, hoy vine a buscarte.
Tal cual fuera en aquella
juventud aldeana y lejana.
Para de espalda y sobre tu
lomo de algas,
descifrar entre cielo y nubes
las sendas insabidas del
mañana.
Puede que recuerdes las
madréporas canciones
que bullían instándome
al desfile de horizontes
glosados de mapas en las
nieblas insondables
de mi insensatez-, temprana.
Recuerdas la muchacha
estilizada y purpurina
que se tragó el boscoso
sendero
y pintó atardeceres de
amargura
Suspiro
Ernesto H Valentín Sánchez
Suspiro semejante a un cálido céfiro
que se cuela entre los viejos perfumes
de un jardín colmado de recuerdos,
de rancios rocíos que se creyeron nubes.
Suspiros, hermanados con desvelos,
como aretes dorados, juguetones,
colgantes esperanzas nobles,
cual viejo álbum repleto de canciones.
Profundo nace aquel casto suspiro
pretendiendo llegar al ancho cielo,
esperando encontrar su par y unidos
posar un largo beso, casi eterno.
Un hondo suspiro que del alma surge,
un febril suspiro que de amor se muere,
una verde esperanza, viva todavía,
un desvelo que en largo silencio quiere.
Milagro de Amor
Los amé desde sospechas.
Al saber, con ilusión.
Acaricié mi barriga,
los abrigaba en mi corazón.
Recuerdo cuando sentí,
su presencia dentro de mí.
Muchas cosas pasaron,
en mi mente, me confundí.
¡Era miedo! o ¿alegría?
Sentimientos combinados,
por ese ser, que en mí, vivía.
El tiempo fue pasando,
más mi vientre se fue abultando.
No importó ninguna opinión.
Su salud era lo importante
fuera una niña, o fuera varón.
Caricia tras caricia.
en el cielo claro de su espalda.
¡Espejismo atroz de mi
añoranza!...
Hoy que vuelvo y descubro
que la mano; egoísmo Judas,
por doce denarios ha marcado
heridas
y llagas en la espumada esencia
de tu natura gracia.
Evoco palmeras. Tus nítidas
aguas.
La flora encendida. Las especies
marinas a orillas del agua.
Los trinares a mano de las
mansas
y fugases aves, entonando,
quien sabe, si futuras hazañas.
A tu frescura hermana me
hundo en tus aguas,
me abismo cual antes
huyendo del caracol de fuego
Soy quién camina contigo
a donde quiera que vas
y te sigo a todas partes
pero cuenta no te das.
Si te encuentras en problemas
yo también los hago míos
soy quien te ayuda y te
sostengo
en el momento preciso.
Si estás triste me entristezco
y te doy consolación
quitando de tus mejillas
tus lágrimas de dolor.
Y si alegre tú te encuentras
también me alegro contigo
quisiera que comprendieras
que a tu lado va tu amigo.
Susurro tras susurro.
Cantaba mis canciones,
con amor para ese fruto.
Al pasar las semanas,
hasta sola me reía.
¡Modelé frente al espejo!
¡Muy contenta me sentía!
Llegó el momento tan esperado.
Fue una fecha muy especial.
Que en mi mente grabada está.
Nunca en mi vida las voy a olvidar.
Esos dolores insoportables,
con recompensa hasta el final,
esa larga espera fue a terminar.
Sonrisa tras sonrisa.
Balbuceo tras balbuceo,
conversaciones graciosas,
OCTUBRE 2008
que alumbra la tarde.
Diálogo en silencio. Entiendo
cobarde
las asqueantes mutaciones de
los viles cambios
que viste tu falda.
Me uno a ti mar en esta idílica
tarde.
Sollozo contigo para en lo
irreal de esta estampa
viva la farsa nuestra. Canción
sin mañana...
…Pedirte el retorno de la
muchacha estilizada y
purpurina
que tragó el añejo sendero,
en la primavera aquella de
obsidianos sueños
Reinaldo Silvestri
Playa Buyé
ESPECIALMENTE PARA TI
Me entristezco cuando dices
que no tienes un amigo
nunca me tomas en cuenta
aunque a tu lado yo sigo.
Quisiera que comprendieras
que soy tu fiel compañero
en las buenas y en las malas
nunca yo solo te dejo.
Aunque nunca me has
buscado
mucho menos conocido
en la forma en que te
expresas
también me siento dolido.
Hablan pues muchos de mí
por haberme recibido
se regocijan también
porque sus vidas dirijo.
no me cansaba de ese recreo.
Los hijos son un milagro.
A Dios gracias debemos dar.
Son pequeños e inocentes, el futuro
a su lado está.
Por eso con amor los debemos criar.
Me siento muy agraciada,
por esa hermosa y gran bendición,
que se ha repetido dos veces y ahora
me resta de corazón,
cuidar y amar a mis dos hijos, los
cuales salen de una oración,
que una vez elevé al cielo, y no muy
tarde, Dios concedió
.
Por Damaris Cáceres Mercado
Dedicado a mis hijos
Adrián Yadiel Rodríguez y
Génesis Idalis Rodríguez
www.periodicoelfaropr.com
...Cuando la mar
...En la tarde, cuando las brisas
rompan
en lo alto de Sierra Bermeja
y revuelos de aves llenan de alas
y gorjeos
los rincones playeros...
Extendidos rincones desde la
Pitahaya
en las fronteras lajeñas y repunta
el canto –gemido
en los suaves remansos que enclava
Punta Arenas,
con el bajo Carenero y la histórica
Bocaya.
...Cuando los hombres hechos
líneas,
casi nasas, casi redes,
hayan escuchado errantes
palpitares de peces
en los arrecifes el Fanduco,
Margarita,
o en el abismo negro del Beril
traicionero.
La misma naturaleza
da testimonio de mí
del Poder de mi Grandeza
que comparto para ti.
Muchas formas utilizo
para que escuches mi voz
y goces de bendiciones
al ser un hijo de Dios.
Dame hoy tu corazón
ven a un encuentro conmigo
hallarás la salvación
el perdón y un gran amigo.
Jesucristo es mi nombre
no lo debes olvidar
si me invocas no estas solo
mi compañía tendrás.
Por Nancy Astacio
La Abuela y yo
Por Norma Matos
Allí está la abuela
en su cómodo sillón
como acostumbra siempre
viendo la televisión.
Aparenta estar sola,
pero no es así
le acompaña Soledad
que siempre está allí.
A pesar de sus dolores
y de su avanzada edad,
Abuela siempre realiza
las tarea más livianas.
Cuando está tranquila
también escribe poemas
donde con dolor derrama
sus experiencias pasadas.
A veces sorprendo a Abuela
que está llorando en silencio
le pregunto que le pasa,
“Soledad, triste recuerdos.
27
... Cuando las naves surtas en los
serenos puertos
del litoral fundido en leyendas
etéreas,
suelten cabos para entrar en
aventurera faena.
...Cuando las velas ya hinchadas
forcejean con los
vientos.
y los hombres de manos de
hierro,
levanten sudores rompiendo sus
pechos...
...En la tarde sonora de brisas
al lanzar sus embrujos de redes
para estrellarlas con el horizonte
inmenso,
envueltas en ellas:
también mar afuera cantarán mis
canciones
con los ecos del viento.
Por Reinaldo Silvestri