ADVIENTO MISIONERO - Covide-Amve

Adviento Misionero 2007 Vuelo 2-0-0-7. Destino TIERRA de MISIÓN
¿Qué hace un niñ@ de vuestros años en América?
Muchos niños se pasan el día agachados picando piedra en las minas. Otros se pasan el día
transportando de un lugar a otro de la cantera piedras pesadas con una carretilla, que apenas
pueden llevar. Otros quedan mutilados al hacerle explosión el ma terial peligroso que están
manipulando.
Esta es la otra América, la que no sale en las películas. Sólo en América Latina, hay 48
millones de niños trabajadores. La cifra confirma que el trabajo infantil forma parte de la vida
diaria latinoamericana. Trabajo en minas, canteras, fabricación de petardos y manipulación de
explosivos, mendicidad por las calles…
Gesto: Se les muestran imágenes de niños realizando esas tareas (ANEXO 11) y las pegan en
un mapamundi grande en la zona de América.
TESTIMONIO
(15 minutos)
He vivido muy feliz en un barrio marginado de gente humilde, en una situación de extrema pobreza:
Se vivía el éxodo del campo a la ciudad, familias no constituidas, madres adolescentes, viviendas precarias
(ranchitos con techo de chapa y paredes de madera y cartón), falta de trabajo (sólo pueden recoger basura
por falta de pre paración), grupos de delincuencia juvenil (violencia, robos, alcoholismo y droga), multitud
de sectas…
Ante esto mi respuesta quiere ser un granito de arena que sirva para la construcción del Reino.
Responsable de un centro CAIF (Centro de Atención al Niño y a la Familia) que requiere una jornada de
trabajo muy larga. Colaborando con la Damas Vicentinas, ser amiga de los ricos para ayudar a los pobres
en todas sus carencias y necesidades, como decía San Vicente de Paúl; catequesis (comunión, confirmación,
grupos juveniles); pensar con la gente, rezar juntos, alentar pequeños pasos.
Gracias Señor por estos años de servicio, abriendo surcos, construyendo sueños…
(5 minutos)
PALABRA
“Señor que nuestra vida sea
un pan casero recién hecho
para que Vos puedas saciar
el hambre de tu pueblo.”
Dialogamos sobre el testimonio.
Fortaleced las manos débiles,
robusteced las rodillas vacilantes,
decid a los cobardes de corazón:
Sed fuerte s, no te mái s.
Id a los pobres y anunciad la Buena Nueva.
Sor Mª Ángeles C.
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