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por ellos sigue llamando Él - Covide-Amve

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semana vocación misión vicenciana<br />

<strong>por</strong> <strong>ellos</strong><br />

<strong>sigue</strong> <strong>llamando</strong> <strong>Él</strong><br />

¡pásalo!


índice<br />

Pórtico<br />

Padre Gregory Gay, c.m. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3<br />

Cartel. Sugerencias de trabajo<br />

Sor Esther Seoane . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6<br />

Servicio doctrinal<br />

P. Joaquín González . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 8<br />

Servicio pastoral<br />

Catequesis infantiles . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13<br />

Catequesis juveniles . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 19<br />

Catequesis jóvenes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 23<br />

Catequesis mayores . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 25<br />

Servicio litúrgico<br />

Eucaristía niños . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 29<br />

Eucaristía jóvenes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 32<br />

Eucaristía Santa Luisa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 35<br />

Oración para cada día de la semana . . . . . . . . . . . . . . . 38<br />

Vigilia de oración . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 43<br />

Oración vocacional . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 49<br />

Testigos<br />

P. Güenes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 54<br />

Margarita Nasseau . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 56<br />

Web valores<br />

Daniel Agustí . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 57<br />

Servicio vocacional. Testimonios<br />

Sor Evelyne Franc . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 59<br />

Monseñor Luis Solé . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 60<br />

Laura Jiménez. Postulante . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 61<br />

Joaquín Estapé. Seminarista . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 62<br />

Edurne Urdampilleta . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 64<br />

Recursos<br />

Sor Esther López . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 66<br />

Diseño y Maquetación: Manuel Martín<br />

2


Por <strong>ellos</strong><br />

Por los pobres, los marginados, los excluidos,<br />

<strong>por</strong> ese 44 % de pobres en España que son<br />

jóvenes y niños. En la pobreza extrema más<br />

del 65% del colectivo tienen menos de 25<br />

años. En el conjunto de los pobres severos el<br />

53.2% son jóvenes o niños.<br />

Por esas familias en peores situaciones de<br />

pobreza: gitanas e inmigrantes. Por esos<br />

desocupados que afecta a los pobres más<br />

pobres. A más juventud, pobreza más grave<br />

y viceversa.<br />

Por aqu<strong>ellos</strong> pobres, familias y personas que,<br />

se sitúan económicamente <strong>por</strong> debajo del<br />

«umbral» del 50% de la Renta media disponible<br />

neta (Rdn) en el conjunto del Estado.<br />

Por aqu<strong>ellos</strong> hermanos, familias y las personas,<br />

que viven <strong>por</strong> debajo de ese 50% de los<br />

ingresos disponibles netos.<br />

Testimonios de tres madres de familias<br />

que viven en barrios de chabolas en<br />

Madrid<br />

pórtico<br />

<strong>por</strong> <strong>ellos</strong><br />

<strong>sigue</strong> <strong>llamando</strong> <strong>Él</strong><br />

¡pásalo!<br />

P. Gregory Gay, c.m.<br />

Como Lola dice : “No es lo mismo criarse en<br />

un barrio rico, que ya de <strong>por</strong> sí tienes un<br />

acento, una cultura y todos los medios, que<br />

en un barrio marginal que te hace ir con la<br />

cabeza agachada como con vergüenza, como<br />

que te sientes inferior a otra gente <strong>por</strong> tener<br />

menos y <strong>por</strong> vivir en ese barrio.”<br />

Y Beatriz opina: “Vivo en un barrio donde hay<br />

mucha droga y tengo miedo de que mis hijos<br />

se pueden enganchar. Quiero lo mejor para<br />

mis hijos pues yo no sé leer ni escribir y creo<br />

que es im<strong>por</strong>tante. Vivo en un barrio en el<br />

que no puedo salir de mi casa, <strong>por</strong> la droga,<br />

pues si me voy de mi casa, me roban, se llevan<br />

todo lo que tengo y me dejan la casa<br />

destrozada. Siempre tiene que haber alguien<br />

dentro, mi casa sola no se puede quedar. En<br />

mi barrio se ven muchas cosas pero aquí<br />

nadie te escucha. Todo el mundo sabe que<br />

hay mucha droga aquí pero se hacen los tontos,<br />

la quitan de la vía pública y la traen aquí<br />

que somos cuatro vecinos. Me da vergüenza<br />

decir que vivo en este barrio. Cuando fui al<br />

hospital con mi hija, dije : “vivo en un barrio<br />

de chabolas pero no vendo droga.”<br />

3


pórtico<br />

Cuando Mercedes habla de los trabajadores<br />

sociales, dice: “Si además de no tener a<br />

nadie que te apoye, vas a pedir ayuda a la<br />

Asistente Social y te la niega, sabiendo las<br />

condiciones en que vivíamos en una chabola<br />

de madera y mi marido enganchado a la<br />

droga, me sentía muy sola. No tenía su<br />

apoyo y además tenía miedo de ir a verla y<br />

que me quitasen a mis hijos. Te anima más<br />

una charla con ella o que te invite a tomar<br />

café que recibir dinero”.<br />

Lola añade: “Cuando pasamos tiempos muy<br />

difíciles en nuestra familia la solución que<br />

nos daban era quitarnos a los hijos, no confian<br />

en nosotros, sus padres.<br />

Nos gustaría que cuenten con nosotros como<br />

padres para buscar soluciones juntos y<br />

encontrar qué es lo mejor para nuestros<br />

hijos, para nuestras familias, que nos den un<br />

voto de confianza”.<br />

Mercedes está trabajando ahora y vive en un<br />

piso. Pero su vida <strong>sigue</strong> siendo difícil. Dice:<br />

“Tengo 10 hijos. Aunque soy más rica que<br />

antes, y eso que no tengo nada, no he sacado<br />

a mis hijos de la pobreza, <strong>por</strong>que mis<br />

hijos no son ricos, ni yo tampoco. Antes vivía<br />

en una chabola de madera, no tenía para<br />

comer, mis hijos iban con zapatillas que me<br />

daban, a veces rotas, y me daba vergüenza.<br />

Sin embargo ahora, si no es un mes, es otro,<br />

cuando necesitan zapatillas yo se las compro,<br />

pero eso no quiere decir que yo haya<br />

sacado a mis hijos de la pobreza. Pero sí que<br />

estoy orgullosa de sacar a mis hijos adelante<br />

aunque tengo que salir de casa a las cinco de<br />

la mañana para ir a trabajar. Quiero que mis<br />

hijos vayan con la cabeza alta.<br />

Mi primer día de trabajo ya me relacioné con<br />

todas mis compañeras. A medida que pasaban<br />

los días, ellas me ayudaban, me enseñaban<br />

a trabajar, a coger el metro. No me<br />

miraban <strong>por</strong> encima del hombro, me trataban<br />

como una de ellas. Y yo pensaba: “Yo<br />

soy igual que ellas, ¿<strong>por</strong> qué voy a tener que<br />

4<br />

semana vocación misión vicenciana 2006<br />

ir con la cabeza agachada?”. Empecé a arreglarme,<br />

me corté el pelo, me pintaba. Nunca<br />

lo había hecho.<br />

Muchas veces miro para atrás y pienso en<br />

todo lo que me he perdido. Durante muchos<br />

años he vivido entre cuatro paredes, sin<br />

saber que este mundo existía. Muchas veces<br />

cuando voy sola andando <strong>por</strong> el camino,<br />

pienso: “uy, me siento ligera, con ganas de<br />

vivir”. Me entra tanta alegría de decir: “Dios<br />

mío, he conseguido lo que nunca he tenido”.<br />

No he salido de la pobreza todavía, pero he<br />

dado un paso adelante.”<br />

Lola comparte su experiencia, y dice : “¿Por<br />

qué no me cogen para un trabajo si tengo<br />

dos manos? Nadie confía en ti, y te acabas<br />

marginando a ti misma. Mi hermana confió<br />

en mi y tuve un trabajo durante algunos<br />

meses. ¡Qué ilusión tener compañeras de<br />

trabajo!. Hubo un cambio radical en mi vida.<br />

Un trabajo es im<strong>por</strong>tante para uno mismo<br />

<strong>por</strong>que te encuentras con otros, te sientes<br />

útil.”<br />

Beatriz habla de la ayuda que da a las personas<br />

drogadictas que le piden un vaso de<br />

agua o un café. Dice: “¿<strong>por</strong> qué me voy a<br />

beber yo el café si puede calentar a otra persona<br />

que lo necesita?. Me siento útil con eso,<br />

me ayuda a mi. Ojalá el rico se diera cuenta<br />

del cariño que da el pobre”<br />

Sigue <strong>llamando</strong> <strong>Él</strong><br />

Se necesitan jóvenes inquietos, soñadores,<br />

atrevidos y alegres, movidos <strong>por</strong> el proyecto<br />

de Jesús en el seguimiento y la evangelización<br />

a los pobres, a la manera de San Vicente<br />

de Paúl, capaces de donarse para la construcción<br />

de una sociedad más justa y fraterna.<br />

Las situaciones de injusticia, de pobreza, de<br />

muerte retan a nuestra Iglesia a dar grandes


espuestas, para aliviar el dolor de esta<br />

humanidad, respuestas que surgen desde la<br />

mirada cotidiana.<br />

Tú puedes ser un miembro de la Familia<br />

Vicenciana (misionero vicentino, Hija de la<br />

Ca-ridad, misionero laico vicenciano, miembro<br />

de la Asociación Internacional de la<br />

Caridad, miembro de la Sociedad de San<br />

Vicente de Paúl, socio de la Asociación de la<br />

Medalla Milagrosa, miembro de Juventudes<br />

Marianas Vicencianas), para dar respuesta al<br />

dolor diario de nuestros hermanos pobres.<br />

Necesitas saber dónde puedes dar lo mejor<br />

de ti, dónde puedes desarrollar tus capacidades,<br />

dónde puedes crecer en libertad y capacidad<br />

de amar, dónde puedes vivir con mayor<br />

plenitud el seguimiento de Jesucristo evangelizador<br />

y servidor de los pobres. Y allí donde<br />

sientas un mayor gusto, una mayor alegría,<br />

es señal de que <strong>por</strong> ahí Dios te quiere.<br />

La elección no se hace de la noche a la<br />

mañana. Es necesario un proceso de libertad<br />

para optar <strong>por</strong> aquello que te conduce a tu<br />

mayor plenitud de vida. La verdadera libertad<br />

nos lleva a vivir el proyecto que Dios<br />

quiere para cada uno. Si Dios te llama y le<br />

respondes, entonces, tendrás vida plena y<br />

serás feliz.<br />

Si necesitas un acompañamiento para discernir<br />

lo que Dios quiere de tí no dudes en contactar<br />

con nosotros.<br />

Pásalo<br />

Es hora de actuar ante las nuevas pobrezas<br />

del mundo. Decía Juan Pablo II: «Es la hora<br />

de una nueva “imaginación de la caridad”,<br />

que promueva no tanto y no sólo la eficacia<br />

pórtico<br />

de las ayudas prestadas, sino la capacidad de<br />

hacerse cercanos y solidarios con quien<br />

sufre, para que el gesto de ayuda sea sentido<br />

no como limosna humillante, sino como<br />

un compartir fraterno».<br />

El Papa Benedicto XVI dijo cuando anunció su<br />

primera encíclica “Deus Caritas est” (Dios es<br />

amor): “Hoy, el amor se entiende a menudo<br />

en un modo muy distinto a como lo enseña<br />

la Iglesia. Se trata de un único movimiento<br />

que tiene varias dimensiones”. “La caridad,<br />

continuó, es el amor que renuncia a sí mismo<br />

en favor del otro. El “eros” se transforma en<br />

ágape si se busca el bien del otro; se transforma<br />

en caridad si se abre a la propia familia<br />

y a toda la familia humana”.<br />

Se trata de “demostrar que el acto personalísimo<br />

del amor se debe expresar en la<br />

Iglesia como acto también organizativo: si es<br />

verdad que la Iglesia es expresión de Dios,<br />

también es verdad que el amor es un acto<br />

eclesial”.<br />

Nuestro querido fundador insistía en tener<br />

orden en la caridad cuando se llevaba socorro<br />

a los pobres de Châtillon: “Les han hecho un<br />

beneficio muy grande, pero se trata de una<br />

caridad que no está bien ordenada. Esos<br />

pobres enfermos se verán de repente con<br />

demasiadas provisiones; parte de ellas se<br />

estroperán y se perderán; y luego volverán a<br />

caer en la misma necesidad de antes” (I, 46).<br />

Y nos recuerda que la caridad es un acto de<br />

amor: “Consiste en no ver sufrir a nadie sin<br />

sufrir con él, no ver llorar a nadie sin llorar<br />

con él. Se trata de un acto de amor que hace<br />

entrar a los corazones unos en otros para<br />

que sientan lo mismo, lejos de aqu<strong>ellos</strong> que<br />

no sienten ninguna pena <strong>por</strong> el dolor de los<br />

afligidos ni <strong>por</strong> el sufrimiento de los pobres”<br />

(Conferencia del 30 de mayo de 1659).<br />

5


cartel<br />

Con este cartel queremos presentar las vocaciones<br />

Vicencianas de Misionero Paúl e Hija de la Caridad.<br />

Creemos que ambas tienen toda la actualidad y<br />

permiten la plena realización personal. Las llamadas<br />

de la sociedad para servir a los pobres <strong>sigue</strong>n siendo<br />

urgentes. Dios <strong>sigue</strong> <strong>llamando</strong>, solo hay que<br />

estar atento y dispuesto.<br />

En el cartel aparece un Padre Paúl. El P. José<br />

Eugenio, asturiano de nacimiento y, en este<br />

momento, realizando su vocación como misionero<br />

en Nacala, (Mozambique), junto con otros dos<br />

Padres y una Comunidad de jóvenes misioneros de<br />

JMV. Todos dedican su tiempo y su vida a cubrir las<br />

necesidades fundamentales de la persona: educación,<br />

salud, evangelización... A pesar de su entrega<br />

y su generosidad, son muchas las personas a las<br />

que no llega atención ni cuidado alguno. Por eso,<br />

en la comunidad de Nacala están esperando tu respuesta.<br />

Hacen falta misioneros dispuestos a gastar<br />

su vida <strong>por</strong> los más pobres.<br />

La Hija de la Caridad es Sor Encina, natural del<br />

Bierzo (León) y en la actualidad está entregando la<br />

vida en un Centro de Acogida de niños y mamás, en<br />

Pozuelo (Madrid). Como podéis ver, son muchos los<br />

niños que piden sus besos, desean sus abrazos y<br />

reclaman consuelo... Sor Encina tiene un corazón<br />

semana vocación misión vicenciana 2006<br />

Sugerencias<br />

para trabajar<br />

el cartel<br />

Sor Esther Seoane<br />

6<br />

muy grande, donde caben todos los niños, pero<br />

sólo tiene dos brazos....<br />

Sugerencias para el Catequista<br />

“Una imagen vale más que mil palabras”. La reflexión<br />

que queremos suscitar ha de partir de la contemplación<br />

del cartel, la observación de cada uno<br />

de los detalles. Para conducir la reflexión y llegar a<br />

algunas conclusiones, sugerimos la dinámica que<br />

<strong>sigue</strong> y algunos interrogantes.<br />

Se puede hacer en un clima de oración, presentando<br />

las diferentes vocaciones concluyendo con algún<br />

canto vocacional, algún texto de llamada: Samuel,<br />

El joven rico, Vocación de los discípulos....<br />

Dinámica<br />

Ver la imagen<br />

¿Qué te sugiere a primera vista?<br />

¿Qué sentimientos te provoca?<br />

¿En qué te hace pensar?<br />

Observa las personas que aparecen adultos,<br />

niños... y la función que desempeñan en el cartel.<br />

Fíjate en el rostro de los más pequeños, imagina lo<br />

que sienten, lo que piensan, lo que desean y expresan<br />

con palabras, gestos y actitudes.


Mira detenidamente las manos de los adultos, su<br />

movimiento, su actitud... ¿Qué hacen? ¿Qué desean<br />

hacer? ¿Lo consideras una actividad profesional<br />

ó un servicio vocacional? ¿Qué provocan en ti estas<br />

vidas, estos gestos de servicio? ¿Crees que estas<br />

vocaciones son necesarias y tienen sentido en la<br />

sociedad actual? ¿Con cuál te sientes más identificado/a?<br />

¿Cuál te gustaría realizar? ¿Cuál realizas a<br />

menudo? ¿Te sientes llamado/a, a ser caricia, acogida,<br />

consuelo? ¿Te sientes vocacionado/a a...?<br />

Jesús también aparece en el cartel. Fíjate en la<br />

expresión de su rostro, su mirada, su mano. <strong>Él</strong> es la<br />

razón de tantas entregas vocacionales; <strong>sigue</strong> <strong>llamando</strong><br />

y mira complacido a los que generosamente<br />

responden. Mírale, memoriza su rostro; interiorízalo,<br />

cierra los ojos y pregúntale sin miedo: Jesús,<br />

¿qué quieres de mí?<br />

Después de todo esto, lee de nuevo el lema:<br />

Por <strong>ellos</strong> <strong>sigue</strong> <strong>llamando</strong> ÉL, ¡Pásalo!<br />

¿Qué “<strong>ellos</strong>” hay en torno a ti <strong>por</strong> los que <strong>Él</strong> te está<br />

<strong>llamando</strong>?<br />

¿Cómo te vas a entregar?<br />

¿Con quién te vas a comprometer?<br />

¿A quién vas a “pasar” este mensaje?<br />

cartel<br />

sugerencias para trabajar<br />

Sigue habiendo<br />

tantos pies que lavar,<br />

<strong>sigue</strong> habiendo<br />

tanta oscuridad que iluminar,<br />

tantas cadenas que romper,<br />

pan y vino<br />

para el pobre quiero ser.<br />

Fortalece señor mi poca fe.<br />

¿Qué estás dispuesto a hacer para que no haya<br />

niños sin hogar?<br />

¿Qué estás dispuesto a hacer para que no haya violencia<br />

infantil y juvenil?<br />

¿Qué estás dispuesto a hacer para que los niños<br />

sonrían, vivan seguros y maduren en ambientes llenos<br />

de armonía?<br />

¿Qué puedes hacer para que todos conozcan a<br />

Jesús y crezcan según los valores del evangelio?<br />

¿Cómo vas a hacer para que después de cada<br />

Eucaristía salgas más comprometido a hacer lo que<br />

esté en tus manos para que todos tengan comida,<br />

vestido, educación salud...?<br />

Podemos terminar jugando a “Si yo fuera....”<br />

Si yo fuera Misionero Paúl...<br />

Si yo fuera Hija de la Caridad...<br />

Si yo fuera un joven misionero de JMV...<br />

Si yo fuera voluntario...<br />

Si yo fuera solidario...<br />

Y, nunca olvides que: Por <strong>ellos</strong> <strong>sigue</strong> <strong>llamando</strong> ÉL<br />

¡Pásalo!<br />

7


semana vicenciana vocación misión 2006<br />

servicio<br />

doctrinal


Presentar el servicio doctrinal para la Semana<br />

Vocación-Misión Vicenciana, de este año 2006, es<br />

un motivo de satisfacción. Es una o<strong>por</strong>tunidad más<br />

para reavivar la fidelidad a mi propia llamada y para<br />

verificar mi respuesta con lo más genuino de la<br />

identidad vicenciana: contemplar el rostro de Cristo<br />

en los pobres y servirlos. A esto nos invita el lema<br />

elegido para estas próximas jornadas vocacionales:<br />

“Por <strong>ellos</strong> <strong>sigue</strong> <strong>llamando</strong> <strong>Él</strong>. Pásalo”.<br />

1. Dios es “el que llama”<br />

La historia de la salvación se va realizando, desde<br />

sus comienzos, a partir de iniciativas libres de un<br />

Dios que elige. Dios siempre elige a algunos para<br />

bendecir a todos. Llama a algunos para asociárselos<br />

especialmente como amigos y como colaboradores.<br />

La llamada de Dios es, con frecuencia, un misterio<br />

lleno de sorpresa y desconcierto, al que sólo cabe<br />

una respuesta de fe.<br />

Dios es desconcertante cuando llama y encarga a<br />

las personas una misión de salvación en favor de su<br />

pueblo. Moisés es uno de tantos ejemplos que nos<br />

presenta la Biblia. Dios irrumpe en su vida y lo<br />

servicio doctrinal<br />

<strong>por</strong> <strong>ellos</strong><br />

<strong>sigue</strong> <strong>llamando</strong> <strong>Él</strong><br />

¡pásalo!<br />

P. Joaquín González<br />

escoge para liberar a su pueblo del faraón y llevarlo<br />

<strong>por</strong> el desierto a la tierra de libertad. En medio<br />

de todas las dificultades, podía estar seguro de contar<br />

con la ayuda de Dios.<br />

Todos somos llamados, mas no de la misma manera.<br />

Un día los ojos del Señor se fijaron sobre nosotros<br />

y, según el lugar y la hora, nuestra vocación<br />

ha tomado un carácter particular.<br />

Los cristianos somos “los llamados”. Nuestra elección<br />

es fruto de su amor. Dios nos ha elegido antes<br />

de nacer <strong>por</strong>que su amor es eterno y la llamada<br />

divina no depende de nuestros méritos o cualidades,<br />

sino exclusivamente de su amor. Es una llamada<br />

eternamente libre y gratuita. Dios es quien toma<br />

la iniciativa y esto es fuente de optimismo en estos<br />

momentos de confusión y de inseguridad; recordarlo<br />

y saberlo, nos llena de serenidad y de paz. Ser<br />

conscientes de nuestra debilidad es motivo para<br />

una mayor confianza.<br />

2. Sigue <strong>llamando</strong> <strong>por</strong> Jesucristo.<br />

Dios llama al hombre, con inmenso amor, <strong>por</strong> su<br />

enviado Jesucristo. Llama a los apóstoles: “Venid<br />

conmigo y os haré pescadores de hombres” (Mt<br />

9


servicio doctrinal<br />

4,19). Llama a todos los hombres: “Venid a mí<br />

todos los que estáis fatigados y oprimidos” (Mt<br />

11,28). Llamará en el fin del mundo, a los bienaventurados:<br />

“Venid, benditos de mi Padre, tomad<br />

posesión del reino” (Mt 25,34).<br />

Dios <strong>sigue</strong> <strong>llamando</strong> a muchas personas para servir<br />

a su pueblo. Algunos acogen esta invitación desde<br />

un compromiso de vida en comunidad. El sueño de<br />

un mundo mejor, en el que cada uno sea hermano,<br />

no es una utopía imposible, sino que puede entrañar<br />

un comienzo de realización. Todo <strong>por</strong>que creemos<br />

en Cristo, <strong>por</strong>que hemos aceptado ser interpelados<br />

<strong>por</strong> el Espíritu y abrasados <strong>por</strong> el fuego que<br />

purifica.<br />

Los seguidores de Jesús del nuevo milenio serán<br />

diferentes de los del pasado. Así ha sido siempre.<br />

Estoy seguro de que muchos jóvenes han sentido<br />

esa llamada, pero tratan de ocultarla, olvidarla, y<br />

les da miedo. Además hacen falta acompañantes<br />

que los ayuden a seguirla.<br />

Cristo nos llama…<br />

El Padre llama a los hombres y mujeres <strong>por</strong> su<br />

Palabra, que es Jesucristo. La voz de Cristo es la<br />

voz de Dios. Cristo, enviado del Padre, viene a llamar<br />

a los pecadores (Lc 5,32). <strong>Él</strong> es el Pastor prometido<br />

que viene a congregar en la unidad a todas<br />

las ovejas dispersas. Jesús de Nazaret es designado<br />

como Kalón (el que llama); esto quiere decir que<br />

desempeña un oficio divino.<br />

... a la santidad. Hemos sido únicamente llamados<br />

a ser santos en la Iglesia. El que se decide a edificar<br />

la torre de la santidad cristiana, “siéntese primero,<br />

y calcule los gastos” (Mt 14,28). “Nadie<br />

puede servir a dos señores... No podéis servir a<br />

Dios y a las riquezas” (Mt 6,33).<br />

... con amor. La llamada que Cristo nos dirige es<br />

una llamada de amor. El Señor nos llama <strong>por</strong>que<br />

nos ama: “cuando Israel era niño, yo lo amé; yo,<br />

desde Egipto, vengo <strong>llamando</strong> a mi hijo” (Os 11,1).<br />

... siempre. El amor de Dios le mueve a llamarnos<br />

continuamente. Aun cuando nos hallamos perdidos<br />

10<br />

semana vocación misión vicenciana 2006<br />

y entretenidos en “pasatiempos”, el Señor no deja<br />

de llamar.<br />

... <strong>por</strong> la Iglesia. Dios ha querido que su Voz llegue<br />

al hombre. “¿Cómo invocarán a Aquel en quien no<br />

han creído? ¿Y cómo oirán si nadie les predica?”<br />

(Rm 10,14).<br />

3. Saber escuchar la voz de Dios<br />

Necesitamos escuchar la voz de Dios. Así se labra la<br />

tierra en la que crece la semilla de las vocaciones,<br />

de todas las vocaciones. A partir de ahí, cada uno<br />

vivirá su vida como respuesta a la llamada de Dios:<br />

respuesta en el matrimonio y en la vida santa de un<br />

seglar apostólico, respuesta en el ministerio sacerdotal<br />

o en la vida consagrada.<br />

La voz de Dios se oye sólo cuando hay un cierto<br />

grado de silencio interior. Es una voz íntima que<br />

resuena sólo en la profundidad de uno mismo (cfr.<br />

Vocación de Samuel 3,1-19). El que vive volcado<br />

sobre el exterior, acaparado y seducido <strong>por</strong> las<br />

cosas exteriores, no puede oír la llamada de<br />

Jesucristo. Si uno no se pregunta para qué está en<br />

este mundo, qué es lo que de verdad vale la pena<br />

en la vida, qué quiere Dios de él, nunca llegará a<br />

percibir ni formular una respuesta. Donde no hay<br />

preguntas, tampoco llega la respuesta.<br />

Hay que reafirmar que Dios <strong>sigue</strong> <strong>llamando</strong>. Esta es<br />

una certeza teológicamente indiscutible. La raíz del<br />

problema de las vocaciones es tener ocupados los<br />

sentidos en otras músicas que impiden oír la música<br />

de Dios, que en ocasiones es apenas un susurro.<br />

Cuando me comentan que no hay vocaciones, yo<br />

me pregunto: ¿<strong>por</strong> qué ocurre eso? Sería más exacto<br />

decir que vocaciones sí hay, <strong>por</strong>que Dios <strong>sigue</strong><br />

<strong>llamando</strong> para todo aquello que la Iglesia y el<br />

mundo necesitan. Lo que no hay son respuestas.<br />

Por eso se puede decir que si no hay vocaciones es<br />

<strong>por</strong>que, a nivel más profundo, no hay sentido vocacional<br />

de la vida. Hoy no tenemos tiempo para<br />

cuestionarnos nuestra propia vida y preguntarnos<br />

para qué estamos en este mundo, qué es de verdad<br />

vivir, qué es lo que puede dar verdadero valor a<br />

nuestra vida, lo que nos puede llenar el corazón y


darnos la felicidad a largo plazo. Vivimos dejándonos<br />

llevar, sin tener valor de salirnos de la fila para<br />

pensar, proyectar y definir nuestra propia existencia.<br />

Todo lo dicho anteriormente ocurre mucho en lo<br />

humano, pero ocurre también en la dimensión cristiana<br />

de la vida. La mayoría de los cristianos nos<br />

dejamos llevar <strong>por</strong> la corriente. Hacen falta jóvenes<br />

y adultos que como San Pablo, y como el profeta<br />

Samuel, lleguen a decir: “Señor, ¿qué quieres de<br />

mí?”. Y esta es la actitud indispensable para poder<br />

escuchar la voz de Dios. Y, a veces, se sirve de<br />

nuestra pobreza y debilidad: “Dios ha elegido lo<br />

pobre, lo débil, lo frágil, lo irrelevante, lo sin prestigio<br />

y sin influjo” (1Cor 1,27-31); <strong>por</strong> eso, el ser<br />

conscientes de nuestra debilidad es motivo de gran<br />

confianza, ya que la fuerza de Dios se muestra perfecta<br />

en la debilidad (2 Cor. 12,9).<br />

La respuesta a una vocación sentida en lo profundo<br />

de uno mismo y correspondida con perseverancia<br />

es la condición para ser uno mismo, para vivir personalmente<br />

la propia vida. Responder a la vocación<br />

personal es tanto como vivir con libertad la propia<br />

existencia. Y, para el cristiano, aceptar la propia<br />

vocación es intentar vivir libremente según el designio<br />

de Dios sobre nosotros; es integrarnos de verdad<br />

en al obra de Dios, y de Cristo, según nuestra<br />

forma estrictamente personal de ser; es ocupar<br />

nuestro puesto en la Iglesia y en el mundo, ese<br />

puesto para el cual Dios nos ha pensado y nos<br />

llama <strong>por</strong> medio de su Hijo Jesucristo.<br />

4. Reconocer a Cristo en los pobres<br />

El discípulo de Jesucristo, atento a todas las situaciones<br />

de pobreza y marginación, debe descubrir en<br />

los necesitados el rostro de Cristo sufriente. El<br />

mismo Señor nos recuerda que cada vez que<br />

damos de comer al hambriento y de beber al<br />

sediento, hospedamos al forastero y vestimos al<br />

desnudo, o visitamos a los privados de libertad, a <strong>Él</strong><br />

mismo se lo hacemos (Mt. 25, 35 36). En los pobres<br />

hay una presencia especial de Cristo que "impone a<br />

la Iglesia una opción preferencial <strong>por</strong> <strong>ellos</strong>" (NMI.<br />

49). Precisamente <strong>por</strong> esto, además de buscar la<br />

servicio doctrinal<br />

eficacia en la atención al necesitado, debemos vivir<br />

la cercanía y la solidaridad con el que sufre "para<br />

que no vea la ayuda que le prestamos como una<br />

limosna humillante, sino como un compartir fraterno"<br />

(NMI. 50). Si la Iglesia es sacramento de Cristo,<br />

debe prolongar en el mundo la preferencia del<br />

Maestro <strong>por</strong> los desheredados. Los pobres nos<br />

necesitan. Por <strong>ellos</strong>, <strong>Él</strong> <strong>sigue</strong> <strong>llamando</strong>.<br />

A ejemplo de San Vicente de Paúl.<br />

La terrible pregunta: “¿dónde está tu hermano?” ha<br />

obtenido, desde siempre y muchísimas veces, una<br />

respuesta evasiva: “yo no soy el guardián de mi<br />

hermano”. Pero también ha obtenido respuestas<br />

positivas de entrega y generosidad. Y esta pregunta<br />

se la planteó también Vicente de Paúl. Su respuesta<br />

tiene un antes y un después.<br />

La pregunta de Dios le viene de la misma realidad<br />

que está a su alrededor. Una realidad de pobreza,<br />

miseria, marginación y deshumanización. Vicente<br />

de Paúl vivió en medio del “siglo de los pobres”. Así<br />

se ha calificado el siglo XVII francés.<br />

Vicente de Paúl no nació convertido, como toda<br />

persona, se fue haciendo y evolucionando en su ser<br />

y en su pensar. Hasta los 38 años, Vicente de Paúl<br />

se vio atrapado en un proyecto de vida centrado<br />

sobre sí mismo. Será a partir de unas experiencias<br />

personales como da el paso de “buscador de sus<br />

negocios humanos” a “buscador de los negocios de<br />

Dios”; y esos “negocios de Dios” son: la lucha <strong>por</strong><br />

la justicia, la defensa de los pobres y la concientización<br />

de las gentes a favor de los mismos. En el<br />

camino de la vida que va de Jerusalén a Jericó,<br />

Vicente de Paúl deja de ser el fariseo y el escriba<br />

que pasan de largo, y se convierte en el buen<br />

samaritano. (Lc 10,25-37)<br />

Si San Vicente fija especialmente su mirada en el<br />

cap. 4, versículos 18 y 19, de Lucas (“El Espíritu del<br />

Señor está sobre mí, <strong>por</strong>que el me ha ungido para<br />

que dé la Buena Noticia a los pobres...”), es <strong>por</strong>que<br />

encuentra ahí el punto clave de su opción <strong>por</strong> los<br />

pobres, de su vocación y de su misión en la Iglesia<br />

y en la sociedad. La identidad vicenciana es cristo-<br />

11


servicio doctrinal<br />

céntrica y sólo se entiende <strong>por</strong>que la causa de los<br />

pobres es la causa de Cristo.<br />

Vicente de Paúl jamás separa el trinomio: “Cristo-<br />

Iglesia-Pobres”. Para Vicente de Paúl, la Iglesia es<br />

una comunidad de caridad, que continúa el “espíritu<br />

de caridad perfecta de Cristo”. Por eso, cuando<br />

se está con los pobres y se pone el máximo de efectivos<br />

al servicio de los necesitados y desvalidos, se<br />

está seguro de permanecer en la Iglesia de Cristo.<br />

A la luz de la fe, Vicente de Paúl descubre que los<br />

pobres, antes que destinatarios de sus servicios,<br />

son presencia latente y patente en el mundo del<br />

Señor crucificado. Y, a partir de esta “mirada de fe”,<br />

la caridad dinamiza y especifica el carisma vicenciano.<br />

En este punto, la antología de textos de San Vicente<br />

es tan amplia como incisiva. Por ejemplo, cuando se<br />

dirige a las Señoras de las Cofradías de la Caridad<br />

(hoy las Voluntarias de la Caridad-AIC) deja muy<br />

claro que no existe separación entre Cristo y los<br />

pobres: “El mismo Cristo quiso nacer pobre, recibir<br />

en su compañía a los pobres, servir a los pobres,<br />

ponerse en lugar de los pobres, hasta decir que el<br />

bien y el mal que hacemos a los pobres los considerará<br />

como hecho a su divina persona...¿Y qué<br />

amor podemos tenerle nosotros a <strong>Él</strong>, si no amamos<br />

lo que <strong>Él</strong> amó? No hay ninguna diferencia, señoras,<br />

entre amarle a <strong>Él</strong> y amar a los pobres de ese modo;<br />

servirles bien a los pobres, es servir bien a <strong>Él</strong>...”<br />

(SVP, X,954-955).<br />

No es menos claro cuando recuerda a las Hijas de<br />

la Caridad: “ Al servir a los pobres, se sirve a<br />

Jesucristo en la persona de los pobres. Y esto es<br />

tan verdad como que estamos aquí. Una Hermana<br />

irá diez veces a ver a los enfermos, y diez veces<br />

cada día encontrará en <strong>ellos</strong> a Dios...” (SVP,<br />

IX,240).<br />

Vicente deja muy claro que el único camino para<br />

llegar, siempre y a tiempo, a la cita con Dios es el<br />

camino del encuentro servicial con el pobre y el<br />

necesitado. “Por <strong>ellos</strong>, <strong>Él</strong> <strong>sigue</strong> <strong>llamando</strong>”, como nos<br />

recuerda el lema de esta Semana Vocación-Misión.<br />

Y nos <strong>sigue</strong> llamado hoy, en pleno siglo XXI. Se<br />

12<br />

semana vocación misión vicenciana 2006<br />

llega tarde y nunca a la cita con Dios cuando no llegamos<br />

a la cita con los pobres: “Id a ver a los<br />

pobres condenados a cadena perpetua, en <strong>ellos</strong><br />

encontraréis a Dios; servid a esos niños, y en <strong>ellos</strong><br />

encontraréis a Dios. ¡Hijas mías, cuán admirable es<br />

esto! Vais a unas casas muy pobres, pero allí<br />

encontraréis a Dios...” (SVP, IX, 240).<br />

A ejemplo de Santa Luisa de Marillac<br />

La nueva y definitiva vocación de esta mujer va a<br />

consistir, sobre todo, en salir de su propia y pequeña<br />

periferia y asomarse decididamente al camino<br />

que baja de Jerusalén a Jericó, donde van quedando<br />

los expoliados, los heridos y los masacrados. Al<br />

fin, la señorita Le Gras había llegado a la conclusión<br />

de que los pobres no son un pasatiempo piadoso o<br />

benéfico, sino una pasión dolorosa, una terrible<br />

pregunta de Dios a la que hay que responder con<br />

urgencia y audacia. No en vano, ella misma había<br />

comunicado insistentemente a Vicente de Paúl que<br />

se sentía impulsada a servir en cuerpo y alma a los<br />

pobres.<br />

Luisa de Marillac llegó a experimentar que el seguimiento<br />

de Cristo se da en la historia sufriente de la<br />

humanidad, no en los paisajes de la buena voluntad.<br />

Su cristología dejó de ser teórica para hacerse<br />

práctica, dando paso a la vivencia de un Cristo<br />

encarnado en los márgenes de la sociedad y hecho<br />

siervo para anunciar y realizar la Buena Nueva a<br />

favor de los pobres. La fuerza del espíritu la llevó a<br />

sentirse enviada a “liberar a los cautivos, a dar la<br />

vista a los ciegos, a dignificar a los oprimidos y a<br />

proclamar la bondad del Señor”.<br />

Esta mujer inquieta, vivaracha, atrevida, arriesgada,<br />

no pone fronteras a su corazón. Sabe que los<br />

pobres mandan y que la “apertura, la disponibilidad,<br />

la movilidad y la sensibilidad” hacia las distintas<br />

formas de pobreza son el baremo de su fidelidad<br />

al plan de Dios. En sus oídos resuena, como<br />

compromiso insoslayable y recordatorio imperativo,<br />

aquel grito de Vicente de Paúl: “El amor es inventivo<br />

hasta el infinito” (SVP, XI,3). Por eso, alienta a<br />

sus “hijas” a ampliar progresivamente el abanico de<br />

sus servicios a todos los necesitados. Podemos


decir de esta extraordinaria mujer que la búsqueda<br />

de las alturas y el enraizamiento en el suelo cristalizaron<br />

en “una mujer fuerte”, que ganó la vida<br />

“perdiéndola <strong>por</strong> los demás”.<br />

5. Testigos de Jesucristo. Pásalo.<br />

Estamos llamados a ser testigos del amor y de la<br />

caridad: “en esto conocerán todos que sois discípulos<br />

míos: si os tenéis amor los unos a los otros” (Jn<br />

13,35). “No basta con que yo ame a Dios si mi prójimo<br />

no le ama”(SVP, XI,4).<br />

Si hemos sabido reconocer la voz de Dios en el rostro<br />

de los pobres, ahora no podemos quedarnos<br />

ahí. Nos dejó dicho Juan Pablo II, la exhortación<br />

Novo Millennio Ineunte que “quien ha encontrado<br />

servicio doctrinal<br />

verdaderamente a Cristo no puede tenerlo sólo<br />

para sí, debe anunciarlo. Es necesario un nuevo<br />

impulso apostólico que sea vivido como compromiso<br />

cotidiano de las comunidades y de los grupos<br />

cristianos” (n.40)<br />

A nosotros, como cristianos y como vicencianos,<br />

nos toca seguir pasando esta llamada, este mensaje,<br />

este estilo de vida que da sentido a la nuestra<br />

y nos llena de felicidad. Ve y haz tú lo mismo. Yo,<br />

tú, todos, podemos pasar el mensaje, hacer de testigos<br />

con palabras y obras. Los testigos del amor y<br />

de la caridad serán los únicos capaces de interrogar<br />

a los demás, al estilo de Vicente de Paúl, de Luisa<br />

de Marillac y de tantos hombres y mujeres buenos<br />

que han dado y están dando su vida sirviendo a los<br />

pobres, convencidos de que es al mismo Cristo a<br />

quien se lo hacen.<br />

13


semana vicenciana vocación misión 2006<br />

servicio<br />

pastoral


Objetivos:<br />

Ayudar a descubrir a los niños que todos tenemos<br />

una misión en la vida y llevarla a cabo nos<br />

hará felices.<br />

Fijándonos en Vicente de Paúl elaborar algún<br />

compromiso que nos ayude a servir a los<br />

demás.<br />

Desarrollo:<br />

1. EXPERIENCIA HUMANA<br />

Introducción:<br />

El Catequista tratará de explicar a los niños lo que<br />

es la vocación, para ello partimos de una actividad<br />

que consiste en dibujar lo que cada uno quiere ser<br />

de mayor. Después lo ponemos en común indicando<br />

las razones <strong>por</strong> las que hemos hecho ese dibujo.<br />

A continuación se puede leer esta introducción o el<br />

catequista puede adaptar la explicación a su grupo.<br />

La vocación es una llamada que recibimos, que nos<br />

empuja sin darnos cuenta a hacer aquello para lo<br />

que estamos hechos y capacitados. Nuestros gustos<br />

y forma de ser, nuestros deseos y aficiones<br />

favoritas, el ejemplo y consejos de otras personas<br />

nos irán diciendo cuál es nuestra vocación, nuestro<br />

camino o el trabajo al que estamos llamados.<br />

Seguro que alguna vez te habrás parado a pensar<br />

en lo que te gustaría ser de mayor. Son muchas las<br />

cosas a las que podrías dedicarte. Hay infinidad de<br />

oficios y trabajos diferentes que podrías hacer, pero<br />

para poder elegir el tuyo, deberás conocer primero<br />

cuál es tu vocación.<br />

La vocación es algo más que una profesión, es la<br />

manera en que queremos emplear nuestra vida<br />

para hacer algo útil que ayude a los demás a vivir<br />

mejor y más felices. La tarea de todo cristiano, sea<br />

cual sea su vocación y trabajo, será siempre la de<br />

servir y ayudar a los demás. Así lo hizo Jesús. Así lo<br />

hicieron Vicente de Paúl y Luisa de Marillac.<br />

Punto de partida:<br />

(Sugerimos partir de un cuento que narra la historia<br />

de una pequeña semilla que llega a convertirse<br />

en un gran árbol. Está basado en un montaje de<br />

diapositivas con el mismo título. Si se tiene acceso<br />

a él se puede utilizar en lugar del relato que ofrecemos<br />

a continuación)<br />

Historia de una semilla<br />

servicio pastoral<br />

catequesis infantiles<br />

Había una vez una pequeña semilla que dormía en<br />

un almacén. Vivía en la oscuridad esperando el día<br />

en que pudiera desarrollarse, crecer y poder ofrecer<br />

al mundo lo mejor de sí misma. No estaba muy<br />

segura de lo que llegaría a ser. Tal vez un árbol<br />

frondoso que regalara su sombra a los caminantes<br />

agotados <strong>por</strong> el duro trayecto. O quizás llegaría a<br />

ser un frutal generoso que ofrecería jugosos frutos<br />

para deleitar el paladar de los niños. O puede que<br />

se convirtiera en una linda flor que cada día regalaría<br />

su belleza y perfume transmitiendo un mensaje<br />

de alegría.<br />

En estos pensamientos se entretenía nuestra semilla<br />

cuando un joven se dirigió al almacén y compró<br />

un saco de ellas. La semilla sintió miedo al principio.<br />

¿Qué le pasaría? Pero decidió ser fuerte y no<br />

desanimarse aunque hubiera dificultades.<br />

Realizó un pequeño viaje en el maletero de un<br />

coche. Cuando llegaron al lugar adecuado el joven<br />

fue cogiendo las semillas que había adquirido y las<br />

fue introduciendo en la tierra.<br />

Nuestra semilla se encontraba a gusto allí. De la tierra<br />

recibía el alimento y la protección contra las<br />

inclemencias del tiempo. Pero de repente sintió una<br />

fuerte llamada a no quedarse sin hacer nada. Ella<br />

tenía que romperse, tenía que esforzarse <strong>por</strong> crecer,<br />

<strong>por</strong> buscar el alimento que le pro<strong>por</strong>cionaba la<br />

tierra en capas más bajas. Allí encontraba las sustancias<br />

adecuadas para desarrollarse más y más.<br />

Todo esto suponía vencer dificultades, cuando<br />

intentaba extender sus raíces encontraba piedras<br />

que tenía que sortear, otras veces la tierra no estaba<br />

lo suficientemente húmeda y no podía tomar de<br />

15


servicio pastoral<br />

ella el alimento. Pero nunca olvidó su compromiso<br />

de no desanimarse ante las dificultades. Con<br />

esfuerzo, constancia y paciencia consiguió extender<br />

sus raíces y crecer.<br />

Primero brotó una hojita de la tierra, luego al abrirse<br />

al sol descubrió que recibía todavía más fuerza y<br />

que la savia bullía dentro de sí. Creció y creció, se<br />

hizo fuerte y de su tronco salieron ramas que se<br />

cubrieron de flores y después de frutos. ¡Qué satisfecha<br />

se sentía! ¡Qué feliz! Y mientras vivió procuró<br />

darse <strong>por</strong> entero, regalar su sombra, sus frutos,<br />

su madera, todo lo que podía ser útil a los demás.<br />

Reflexión<br />

Al igual que las semillas, nosotros llevamos encerrado<br />

en nuestro interior aquello que podemos llegar<br />

a ser y que está todavía <strong>por</strong> desarrollarse. Sólo si se<br />

dan las condiciones necesarias, comenzará a salir a<br />

la luz aquello que somos y para lo que estamos<br />

hechos. Pero esto requiere tiempo constancia,<br />

esfuerzo y cuidado.<br />

Cada uno recibe una semilla y un vaso de plástico<br />

con tierra para poder plantarla. Después miramos<br />

nuestra maceta y escribimos en la tabla lo siguiente:<br />

- Lo que la planta necesita<br />

para crecer bien<br />

- Lo que puede hacerle daño<br />

y echarla a perder<br />

La semilla que hemos plantado representa nuestra<br />

propia vida y la vocación que cada uno tiene. Igual<br />

que ella necesita algunas cosas para crecer y desarrollarse,<br />

nosotros también necesitamos ciertas<br />

condiciones para desarrollarnos y poder llevar a<br />

cabo lo que queremos ser. Podemos traducir la<br />

tabla que hemos hecho antes a nuestra vida:<br />

- Lo que yo necesito para desarrollarme y sacar a<br />

la luz mis capacidades<br />

Estudiar<br />

Descubrir la im<strong>por</strong>tancia de obedecer<br />

16<br />

semana vocación misión vicenciana 2006<br />

- Lo que puede hacerme daño<br />

y echar a perder lo que estoy llamado a ser<br />

Ser egoísta<br />

Decir mentiras<br />

2. ILUMINACIÓN A TRAVÉS<br />

DE LA PALABRA DE DIOS<br />

“Decía Jesús: ¿A qué es semejante el Reino de<br />

Dios? ¿A qué lo compararé?. Es semejante a un<br />

grano de mostaza, que tomó un hombre y lo puso<br />

en su jardín, y creció hasta hacerse árbol, y las aves<br />

del cielo anidaron en sus ramas”<br />

(Lc 13, 18 – 19)<br />

a. Un grano de mostaza es muy pequeño y<br />

se convierte en un gran árbol, ¿quién le<br />

ayuda a crecer?<br />

b. Dibuja un árbol y escribe en el tronco un<br />

compromiso para decir Sí a Jesús.<br />

c. Piensa ejemplos de personas que se han<br />

convertido en grandes árboles y ayudan a los<br />

demás. Pon sus nombres en las ramas del<br />

árbol.<br />

3. ILUMINACIÓN VICENCIANA<br />

La semilla de Vicente de Paúl<br />

Vicente de Paúl recibió muchas semillas que supo<br />

plantar, cuidar, regar...después de un tiempo él descubrió<br />

lo que podía hacer con su vida y las semillas<br />

se convirtieron en grandes árboles.<br />

Pronto entendió que Dios le invitaba a ser un buen<br />

amigo de los pobres y los ayudó de verdad. No <strong>por</strong><br />

lástima sino <strong>por</strong>que los quería de todo corazón.<br />

Para llegar a esta conclusión Vicente estaba muy<br />

atento a todo lo que ocurría a su alrededor y Dios<br />

le fue guiando. Vamos a fijarnos en dos acontecimientos<br />

de su vida y en cómo se esforzó <strong>por</strong> llevar<br />

a cabo los compromisos que surgían de <strong>ellos</strong>:


Experiencia en Chatillon:<br />

Experiencia en Folleville:<br />

(Para trabajar la figura de Vicente de Paúl hay<br />

bibliografía disponible para niños si se considera<br />

que no es suficiente con las viñetas)<br />

Además Vicente se convirtió en un mensajero de<br />

Dios y enseñó a otros a desarrollar su semilla y descubrir<br />

su vocación formando así una gran familia<br />

preocupada <strong>por</strong> ayudar a todos los necesitados y<br />

<strong>por</strong> hacerles muy felices.<br />

Busca en la siguiente sopa de letras algunos de los<br />

frutos que Vicente fue ofreciendo al hacer crecer su<br />

vocación: formación, Misioneros, servicio, Hijas de<br />

la Caridad, evangelización, amor, perdón. Después<br />

con las letras sobrantes encontrarás una frase suya.<br />

servicio pastoral<br />

catequesis infantiles<br />

17


servicio pastoral<br />

4. COMPROMISO<br />

Cogemos la hoja donde hemos dibujado el árbol y<br />

recordamos el compromiso para decir sí a Jesús.<br />

Tenemos que ayudarnos unos a otros para que no<br />

se nos olvide. El próximo día que nos juntemos<br />

revisaremos cómo lo hemos llevado a la práctica.<br />

5. CELEBRACIÓN<br />

Canto: “Sois la semilla que ha de crecer”<br />

Ponemos junto a Jesús (la Biblia abierta, un crucifijo,<br />

un póster,…) nuestras macetas que contienen la<br />

semilla que hemos plantado, el catequista hace una<br />

pequeña oración: Jesús, ponemos junto a ti nuestras<br />

semillas, representan nuestra vocación, lo que<br />

tú quieres de cada uno de nosotros. Necesitamos<br />

de tu ayuda para desarrollar todas nuestras capacidades<br />

y ponerlas al servicio de los demás, <strong>por</strong> eso<br />

te decimos: ¡Ayúdanos a decir SÍ!<br />

Rezamos todos el Padrenuestro.<br />

18<br />

semana vocación misión vicenciana 2006<br />

Solución a la sopa de letras:<br />

La frase:<br />

Amemos a Dios hermanos, pero que sea con el<br />

sudor de nuestra frente y el esfuerzo de nuestros<br />

brazos. San Vicente de Paúl, fundador de H.C. y de<br />

C.M.


Objetivos:<br />

A partir de las realidades de pobreza presentar<br />

a los chicos y chicas la llamada a la vocación<br />

vicenciana y suscitar en <strong>ellos</strong> una respuesta.<br />

Desarrollo:<br />

1. EXPERIENCIA HUMANA<br />

Cuento<br />

Es la historia de un hombre que estaba harto de llorar.<br />

Miró a su alrededor y vio que tenía delante de<br />

sus ojos la felicidad. Estiró la mano y quería cogerla.<br />

La felicidad era una flor. La cogió y, nada más tenerla<br />

en su mano, ya se había deshojado.<br />

La felicidad era un rayo de sol. Levantó sus ojos<br />

para calentar su cara y en seguida una nube lo<br />

apagó.<br />

La felicidad era una guitarra. La acarició con sus<br />

dedos, las cuerdas se desafinaron.<br />

Cuando al atardecer volvió a casa, el hombre seguía<br />

llorando. A la mañana siguiente siguió buscando la<br />

felicidad. A la vera del camino había un niño que lloriqueaba.<br />

Para tranquilizarlo cogió una flor y se la<br />

dio. La fragancia de la flor perfumó a los dos.<br />

Una pobre mujer temblaba de frío, cubierta con sus<br />

harapos. La llevó hasta el sol y también se calentó.<br />

Un grupo de niños cantaba. <strong>Él</strong> les acompañó con su<br />

guitarra. También él se deleitó con su melodía.<br />

Al volver a casa de noche, el buen hombre sonreía<br />

de verdad. Había encontrado la felicidad.<br />

Rumiando el relato<br />

Al terminar la lectura, entre todo el grupo se<br />

reconstruye el relato de forma oral.<br />

¿De qué se nos habla en el cuento?<br />

¿Qué se dice que buscaba el hombre?<br />

¿Cómo descubrió la felicidad? ¿Dónde?<br />

Elegir una frase del cuento que más haya llamado<br />

la atención y decirla en voz alta.<br />

Descubriendo el mensaje<br />

El cuento nos habla de la felicidad y de dónde se la<br />

puede encontrar.<br />

Relaciona la vida del hombre del cuento con la de<br />

servicio pastoral<br />

catequesis juveniles<br />

los Misioneros Paúles y de las Hijas de la Caridad.<br />

¿Qué situaciones encuentran <strong>ellos</strong> en las que descubren<br />

la verdadera felicidad? ¿Qué les hace felices<br />

de verdad?<br />

Aplicamos el cuento a la vida de todos. ¿Podemos<br />

nosotros encontrar la felicidad en lugares o situaciones<br />

como éstas?<br />

¿Qué te ha enseñado el cuento?<br />

CONEXIÓN CON LA VIDA.<br />

LA REALIDAD QUE NOS RODEA<br />

Y NOS INTERPELA<br />

Los chicos y chicas han de buscar imágenes en las<br />

que aparezcan situaciones de pobreza y otras en las<br />

que se vean ámbitos de riqueza.<br />

A continuación, el/la catequista hace la siguiente<br />

reflexión:<br />

Nosotros vivimos en una sociedad rica y muchas<br />

veces cerramos nuestros ojos a los problemas que<br />

existen en el mundo, que son muchos y muy graves.<br />

Pero Dios quiere un mundo donde se respeten<br />

todos los derechos de todas las personas, donde<br />

todas ellas sean tratadas en igualdad, donde se<br />

construya la fraternidad universal. Dios nos invita,<br />

cada día, a construir un mundo diferente.<br />

Se les invita a que piensen en los problemas que<br />

<strong>ellos</strong> mismos han seleccionado de las revistas.<br />

Podemos mencionar otros que, si no han sido nombrados,<br />

también existen hoy en la tierra:<br />

- El mundo es nuestra casa común pero está dividida.<br />

Hemos oído hablar de las divisiones entre el<br />

Norte y el Sur, del Primer Mundo y Tercer Mundo, de<br />

países desarrollados y otros en vías de desarrollo.<br />

- Infinidad de hombres y mujeres, de niños y niñas<br />

sufren el hambre, la extrema pobreza.<br />

- Cantidad de personas viven la marginación y la<br />

explotación. Muchos tienen que salir de sus casas<br />

huyendo de la guerra o del hambre, o en busca de<br />

un futuro mejor.<br />

Se comentará, o bien de manera individual o bien<br />

grupal, cada una de las imágenes o algunas de ellas,<br />

según parezca. Acabado el comentario, se entregarán<br />

19


servicio pastoral<br />

nuevamente revistas, pero esta vez serán aquellas en<br />

las que imágenes de Misioneros Paúles o Hijas de la<br />

Caridad se vean sirviendo a los pobres.<br />

Lo que se pretende con esto es que los chavales caigan<br />

en la cuenta de que esas y otras miserias pueden<br />

ser atendidas gracias a la colaboración de estas personas<br />

en la Iglesia. Las imágenes se llevarán luego a<br />

la celebración en la que oraremos <strong>por</strong> estas necesidades<br />

y <strong>por</strong> quienes dan solución a las mismas.<br />

2. ILUMINACIÓN A TRAVÉS<br />

DE LA PALABRA DE DIOS<br />

TEXTO BÍBLICO: Lc 10, 30-37<br />

En la Biblia se dice que, en cierta ocasión, alguien<br />

se acercó a Jesús y le preguntó: “Señor, ¿quién es<br />

mi prójimo?” A Jesús, que le encantaba contar<br />

cuentos, respondió de esta manera. (Se narra el<br />

pasaje de Lc 10, 30-37. Los de 6º de Educación<br />

Primaria escenifican el texto. A los de 1º y 2º de<br />

E.S.O., una vez relatada la parábola, se les asigna<br />

un personaje que más tarde habrán de trabajar,<br />

concretamente en la pregunta: “¿Con cuál de <strong>ellos</strong><br />

te identificas?”. Esto se llevará a cabo cuando llegue<br />

el momento de formularla).<br />

Entre todos vamos a descubrir lo que Jesús nos<br />

quiere decir con este texto:<br />

- ¿Qué hacen estos personajes? ¿Por qué crees que<br />

actúan de esta manera?<br />

- ¿Con cuál de <strong>ellos</strong> te identificas?<br />

- ¿Quién es tu prójimo? ¿Qué haces a favor de tu<br />

prójimo?<br />

- ¿A qué te comprometes?<br />

Como vemos, según el cuento, el herido que estaba<br />

al borde del camino no recibió la ayuda ni del<br />

sacerdote, que pasó de largo, ni del levita, que hizo<br />

lo mismo. Fue un samaritano, considerado un<br />

extranjero <strong>por</strong> la sociedad de su tiempo, el que se<br />

acercó al herido, lo curó y se ocupó de él.<br />

3. ILUMINACIÓN VICENCIANA<br />

Ponemos en medio del grupo dos fotos: una de San<br />

Vicente de Paúl y otra de Santa Luisa de Marillac.<br />

20<br />

semana vocación misión vicenciana 2006<br />

Hacemos un breve comentario sobre ambos: tanto<br />

él como ella dieron ejemplo de ser prójimos de los<br />

que sufren; son personas que, como el Buen<br />

Samaritano, se ponen en camino en favor de los<br />

pobres, que son mayoría. San Vicente de Paúl es<br />

considerado el Gran Santo de la Caridad. Luisa de<br />

Marillac es Patrona de los que dedican su vida a la<br />

acción caritativa y social.<br />

TEXTOS DE SAN VICENTE Y DE SANTA LUISA<br />

¡Cómo! ¡Ser cristiano y ver afligido a un hermano<br />

sin llorar con él ni sentirse enfermo con él! Eso es<br />

no tener caridad; es ser cristiano en pintura. (San<br />

Vicente de Paúl, C.XII, 262)<br />

Quien no ama no conoce a Dios <strong>por</strong>que Dios es<br />

Caridad. (Santa Luisa de Marillac, Correspondencias<br />

y Escritos, p.686).<br />

Estas frases se colocarán en un lugar visible.<br />

Comenzaremos leyendo el texto que nos narra la<br />

vida de Margarita Nassau.<br />

Margarita Nassau es natural de Suresnes, pueblo de<br />

un millar de habitantes, casi todos <strong>ellos</strong> viñadores<br />

al oeste de París, a la orilla izquierda del Sena.<br />

Bautizada el 6 de julio de 1594, probablemente el<br />

mismo día de su nacimiento, como era la costumbre<br />

de la época. Es la mayor de una familia de seis<br />

hijos. Quedó huérfana de madre desde pequeña, su<br />

padre se hizo cargo de sus hermanos. Aprendió a<br />

leer mientras pastoreaba los ganados, luego más<br />

tarde enseñará a leer a otros.<br />

Cuando Luisa de Marillac se encontraba visitando<br />

Las Caridades, un día se le acercó esta joven aldeana<br />

y le expresó su deseo de entregarse a Dios para<br />

servir a los pobres enfermos.<br />

Después de haberse visto <strong>por</strong> primera vez con San<br />

Vicente, un poco antes de 1630 lleva una escuela<br />

en Villepreux, localidad situada a unos treinta kilómetros<br />

al sureste de París. Allí la conoce San<br />

Vicente. Ella le expresa su deseo de servir a los<br />

pobres y deja el trabajo del servicio a los niños. San<br />

Vicente la pone bajo la dirección de Santa Luisa.


Ella fue “la primera” que abrió el camino a las<br />

demás. Fue el ideal y el modelo de la Hija de la<br />

Caridad.<br />

Empezó a servir a los pobres en la “primera Caridad<br />

de París”, en la parroquia de San Salvador. Al poco<br />

tiempo hacía falta que volviera a Villepreux, donde<br />

permaneció un año. Vuelve a París para trabajar en<br />

las parroquias de San Nicolás-du-Chardonnet y San<br />

Benito. Su caridad la llevó hasta el extremo. Muere<br />

en el Hospital de San Luis contagiada <strong>por</strong> la peste<br />

<strong>por</strong> darle su cama a una pobre mujer enferma y sin<br />

recursos. Tenía 39 años.<br />

Son muy pocos los datos que tenemos sobre ella.<br />

San Vicente hablará de ella en seis Conferencias a<br />

las Hijas de la Caridad, presentándola como “la primera<br />

que tuvo la dicha de mostrar el camino a las<br />

demás.” San Vicente también dirá de ella: “Todo el<br />

mundo la quería <strong>por</strong>que no había nada en ella que<br />

no fuera amable”. (San Vicente, julio de 1642).<br />

Una vez leído el mismo constataremos si los chicos<br />

y chicas han captado el mensaje que se ha querido<br />

transmitir: entregar la vida <strong>por</strong> los demás hasta llegar,<br />

incluso, a perderla <strong>por</strong> amor.<br />

Invitamos a que <strong>ellos</strong> y ellas pongan ejemplos de<br />

personas que, a lo largo de la historia, hayan trabajado<br />

<strong>por</strong> la consecución de la justicia y la caridad en<br />

el mundo.<br />

Sugerimos que se utilice alguno de los vídeos o<br />

DVDs de los que disponemos en nuestras comunidades<br />

y en los que se presenta la labor misionera<br />

de los PP. Paúles o Hijas de la Caridad en países de<br />

misión. Otra idea puede ser la de utilizar los “power<br />

points” que se han elaborado con imágenes de<br />

Mozambique.<br />

4. COMPROMISO<br />

Todo lo que hemos hecho en esta catequesis no se<br />

puede quedar en palabras, imágenes y papeles.<br />

Sabemos que hemos de llevarlo a la vida. ¿Cómo<br />

voy a hacerlo yo? ¿Qué me propongo?<br />

5. CELEBRACIÓN<br />

servicio pastoral<br />

catequesis juveniles<br />

Canto:<br />

Jesús está entre nosotros (Cancionero JMV 4.9)<br />

Presentamos al Señor las imágenes que hemos trabajado<br />

–ésas que nos hablan sólo de pobreza y<br />

esas otras en las que PP. Paúles e Hijas de la<br />

Caridad sirven a los Pobres-. Oramos <strong>por</strong> cada una<br />

de ellas y le agradecemos al Señor que en la Iglesia<br />

existan personas como los Misioneros Paúles o las<br />

Hijas de la Caridad, que escuchando la voz de Dios<br />

que los llamaba a servir a los Pobres han encontrado<br />

la verdadera Felicidad. Pedimos también al<br />

Señor que chicos y chicas descubran a qué les<br />

llama Dios y que sean decididos en seguirle.<br />

A modo de salmo leemos todos juntos Is 1, 10-18,<br />

texto en el que Dios exige de nosotros la compasión<br />

para el prójimo en situación de sufrimiento:<br />

Escucha la palabra del Señor:<br />

¿De qué me sirven todos vuestros sacrificios?<br />

Nadie os pide que vengáis a mí,<br />

a pisar los atrios de mi templo,<br />

trayendo ofrendas vacías.<br />

No aguanto fiestas mezcladas con delitos.<br />

Cuando extendéis las manos para orar,<br />

aparto mi vista;<br />

aunque hagáis muchas oraciones no las escucho,<br />

pues tenéis las manos manchadas de sangre.<br />

Lavaos, purificaos,<br />

apartad de mi vista vuestras malas acciones.<br />

Dejad de hacer el mal, aprended a hacer el bien.<br />

Buscad el derecho, proteged al oprimido,<br />

socorred al huérfano, defended a la viuda.<br />

Luego venid.<br />

Aunque vuestros pecados sean como escarlata,<br />

blanquearán como nieve;<br />

aunque sean rojos como púrpura, quedarán como<br />

la lana.<br />

Si obedecéis y hacéis el bien,<br />

comeréis los frutos de la tierra.<br />

Lo ha dicho el Señor.<br />

Acabamos cantando “La voz de los sin voz”<br />

(Cancionero de JMV 5.83)<br />

21


servicio pastoral<br />

Objetivos:<br />

Que los jóvenes descubran la necesidad de<br />

responder a la llamada, desde la vivencia de<br />

la constancia y el esfuerzo ayudando a los<br />

demás a través del Servicio Vicenciano.<br />

Desarrollo:<br />

1. EXPERIENCIA HUMANA<br />

Comenzamos leyendo esta historia posible.<br />

Podemos subrayar y quedarnos con lo que para<br />

nosotros es más significativo.<br />

EL ALBAÑIL<br />

Un veterano albañil estaba a punto de jubilarse.<br />

Comunicó a su jefe el deseo de dejar el trabajo y<br />

pasar más tiempo con su familia. Dijo que iba a<br />

sentir quedarse sin el salario pero que realmente<br />

quería la jubilación.<br />

La empresa no se quedaba muy afectada <strong>por</strong> la<br />

marcha del albañil, pero el jefe estaba triste al ver<br />

que un buen trabajador se iba y le pidió el favor de<br />

que trabajase en un proyecto más.<br />

Al albañil no le gustó la propuesta, pero terminó<br />

aceptando. Quedó claro que él no estaba entusiasmado<br />

con la idea. Por eso hizo un trabajo de mala<br />

calidad, usando materiales inadecuados. Una mala<br />

manera de terminar su carrera.<br />

Cuando terminó, el jefe fue a revisar la casa construida,<br />

le entregó la llave de la casa al albañil y le<br />

dijo:<br />

- Esta es tu casa. Es mi regalo para ti.<br />

- El albañil se quedó muy sorprendido. ¡Qué pena!<br />

Si él hubiera sabido que la casa que estaba construyendo<br />

era su propia casa, habría actuado de forma<br />

diferente.<br />

pautas para la reflexión<br />

Nuestra vida esta llena de o<strong>por</strong>tunidades, saber<br />

aprovecharlas y obtener los frutos deseados constituyen<br />

el centro de nuestras aspiraciones.<br />

22<br />

semana vocación misión vicenciana 2006<br />

Actualmente se habla del éxito al alcance de la<br />

mano quedando corto lo que se refiere a superación<br />

personal. La superación es el valor que motiva<br />

a la persona a perfeccionarse a sí misma, en lo<br />

humano, espiritual y profesional venciendo obstáculos<br />

y dificultades que se presentan a lo largo de la<br />

vida desarrollando así la capacidad de hacer mayores<br />

esfuerzos para lograr el objetivo propuesto.<br />

Si la superación es un deseo innato de los seres<br />

humanos ¿<strong>por</strong> qué en ocasiones nos detenemos?<br />

Podemos observar a personas que hablan de sus<br />

planes y el afán que tienen <strong>por</strong> darle un nuevo<br />

rumbo a su vida, sin embargo, todo se queda en las<br />

palabras y deseos argumentando dificultades, contratiempos<br />

que les impiden concretar los objetivos<br />

planeados.<br />

Párate, observa y reflexiona:<br />

Tus hábitos y costumbres: el cuidado de las cosas<br />

ajenas y personales; el orden en nuestras comidas,<br />

diversiones y descanso; la atención con los que<br />

convivimos, tratar con amabilidad a todas las personas;<br />

ocupar nuestro tiempo libre.<br />

Tu vida profesional, tu gusto y atracción <strong>por</strong> ella.<br />

Tu vida espiritual como reconocimiento de los valores<br />

y sentido de Dios.<br />

La superación personal se encuentra en la persona<br />

misma.<br />

¿Estás dispuesto a buscar tu objetivo y dar<br />

una respuesta desde la llamada de Dios?<br />

¿Cómo? ¿Te atreves a seguirle para siempre?<br />

¿te planteas ser Paúl, Hija de la Caridad u<br />

otra respuesta a la vida consagrada?<br />

2. ILUMINACIÓN A TRAVÉS<br />

DE LA PALABRA DE DIOS<br />

La Palabra de Dios nos guía hacia el compromiso, la<br />

escucha y la responsabilidad. Lee con atención esta<br />

Palabra de Dios y descubre tu compromiso con ella.<br />

Vamos a pararnos en la parábola de los talentos<br />

(Mt, 25, 14-30); como Vicencianos estamos<br />

especialmente urgidos a poner al servicio de los<br />

demás lo que tenemos y no cansarnos.<br />

A la luz de la parábola de los talentos:<br />

¿Cuáles son tus talentos?<br />

¿Cómo voy invitando a mis amigos desde su distin


ta manera de ver las cosas a poner al servicio de los<br />

demás sus talentos?<br />

¿Soy creativo, trabajador, tengo iniciativas como los<br />

dos primeros servidores, o soy cómodo como el tercero?<br />

3. ILUMINACIÓN VICENCIANA<br />

San Vicente y Santa Luisa también nos invitan a<br />

compartir con los demás y a descubrir el sentido de<br />

nuestra vocación. Leamos y comentemos estos textos:<br />

“... Esto debe infundirme un gran valor y confianza<br />

para emprender cuanto pida de mí, ya que lo que<br />

yo no pueda... Dios lo hará <strong>por</strong> su omnipotencia y<br />

bondad.” (Santa Luisa, E. 68)<br />

“ .... Es un gran testimonio del amor que Dios nos<br />

tiene.... y no sólo desearé ese bien para mí mismo<br />

sino para todas las creaturas creadas para El...”<br />

(Santa Luisa, E. 69)<br />

“ Si Dios quiere, mis queridas hermanas, concederos<br />

la gracia de que podáis algún día ganaros la<br />

vida y llegar a servir en las aldeas que no tienen<br />

medios para sosteneros,... Hermanas mías, si Dios<br />

quiere conceder a vuestra Compañía la gracia de<br />

que, <strong>por</strong> vuestro medio, sean servidos los pobres,<br />

sea educada la juventud, y pueda subsistir esta<br />

casa, lo mismo que hasta ahora, recibiendo e instruyendo<br />

a las jóvenes que se presentan con el<br />

deseo de servir a Dios, y que a su debido tiempo<br />

hagan el servicio que vosotras hacéis, ¿no será ésta<br />

una gran felicidad para vosotras? (San Vicente, Pág.<br />

816 )<br />

“¡Quiera Dios, mis queridísimos padres y hermanos,<br />

que todos los que vengan a entrar en la compañía<br />

acudan con el pensamiento del martirio... con el<br />

deseo de consagrarse <strong>por</strong> entero a Dios, tanto en<br />

los países lejanos como aquí, en cualquier lugar<br />

donde él quiera servirse de esta pobre y pequeña<br />

compañía!”... (San Vicente a los misioneros 393)<br />

“ El estado de los misioneros es un estado conforme<br />

con las máximas evangélicas, que consiste en<br />

dejarlo todo, como los apóstoles, para seguir a<br />

Jesucristo y para hacer lo que conviene a imitación<br />

suya”... (San Vicente a los misioneros 1204)<br />

FINES PRINCIPALES DE LA CONGREGACIÓN<br />

DE LA MISIÓN Y LAS HIJAS DE LA CARIDAD<br />

servicio pastoral<br />

catequesis jóvenes<br />

- LA CONGREGACIÓN DE LA MISIÓN: Cristo es el<br />

evangelizador de los pobres y sus miembros se<br />

comprometen a seguirle como tal <strong>por</strong>que en la<br />

sociedad están marginados, no hay quien les predique<br />

el evangelio, quien los atienda espiritualmente.<br />

Por eso, los misioneros se dedicarán de <strong>por</strong> vida a<br />

<strong>ellos</strong>, se preocuparán de formar buenos sacerdotes<br />

que continúen esa labor y socorrerán a los más<br />

necesitados. Esto lo harán con un espíritu que crea<br />

un estilo de vida: glorificar al Padre continuando la<br />

misión evangelizadora a los pobres como lo hizo<br />

Cristo y tomando de él cinco virtudes (valores) claves<br />

que son: la sencillez, la humildad, la mansedumbre,<br />

la mortificación y el celo <strong>por</strong> las almas.<br />

- LAS HIJAS DE LA CARIDAD: Urgidas <strong>por</strong> la caridad<br />

de Cristo crucificado se comprometen a ser siervas<br />

de los pobres en el consuelo y cuidado de los enfermos<br />

y desamparados tratando de dar la vuelta a la<br />

tortilla, es decir privilegiar a los que en la sociedad<br />

se ven privados de lo más elemental. Viven en<br />

comunidad y en su ser, hacer y orar adelantan el<br />

Reino de Dios aquí en la tierra. Ese amor de Cristo<br />

crucificado, a parte de meterles prisa, las tiene presas<br />

y tratan de vivir un estilo propio en el servicio<br />

cor<strong>por</strong>al y espiritual a los pobres caracterizado <strong>por</strong><br />

las virtudes de la sencillez, la humildad y la caridad.<br />

Después de leer estos textos con el lenguaje del<br />

S.XVII, tradúcelos al hoy y confróntalos con tu vida.<br />

4. COMPROMISO<br />

PARA PENSAR NUESTRA RESPUESTA:<br />

¿Cómo es tu compromiso con <strong>Él</strong>?<br />

¿Estarías dispuesto/a a responder al modo<br />

de San Vicente y Santa Luisa?<br />

CLAVES PARA OPTAR<br />

EN TU VIDA PERSONAL: PASOS A SEGUIR<br />

Saber lo que se quiere hacer<br />

Decidir a dónde se quiere ir<br />

Pararse a pensar<br />

Leer la Palabra<br />

Reflexionar<br />

Ser dueño de uno mismo<br />

Empeñarse en realizar un proyecto personal<br />

23


servicio pastoral<br />

5. CELEBRACIÓN<br />

Canto:<br />

“Color esperanza” o “No te detengas”<br />

Breve silencio<br />

LECTURA EVANGÉLICA:<br />

Jesucristo nos invita en el Evangelio a luchar <strong>por</strong> lo<br />

que cuesta trabajo, nos anima <strong>por</strong>que sabe que es<br />

difícil:<br />

“Entrad <strong>por</strong> la puerta estrecha, <strong>por</strong>que es ancha la<br />

puerta y espacioso el camino que lleva a la perdición,<br />

y son muchos los que entran <strong>por</strong> él. En cambio<br />

es estrecha la puerta y angosto el camino que<br />

lleva a la vida, y son pocos los que lo encuentran.”<br />

(Mt 7, 13)<br />

“No todo el que me dice: ¡Señor, Señor! Entrará en<br />

el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad<br />

de mi Padre que está en los cielos.” (Mt 7, 21).<br />

AMBIENTACIÓN:<br />

Jesús nos dice en el evangelio que la puerta que<br />

lleva a la vida es estrecha. Lo sabemos y decimos<br />

que no nos im<strong>por</strong>ta <strong>por</strong>que queremos optar <strong>por</strong> la<br />

vida aunque nos cueste. Lo que ocurre es que después,<br />

a la hora de la verdad, estamos llenos de contradicciones<br />

y nos descubrimos haciendo lo contrario<br />

de lo que hemos dicho, lo opuesto a lo que realmente<br />

deseamos. Necesitamos la fuerza y la presencia<br />

del mismo Jesús que nos llama a entregarnos<br />

del todo, <strong>por</strong> eso oramos juntos<br />

REFLEXIÓN:<br />

(Primero la leemos en voz baja y luego cada uno<br />

expresa en alto lo que más le gustó).<br />

QUITA SEÑOR,<br />

MIS CONTRADICCIONES Y LAS TUYAS<br />

Muchos hermanos en la fe<br />

te dicen, Señor,<br />

que te aman hasta el límite<br />

24<br />

semana vocación misión vicenciana 2006<br />

de lo que es capaz el hombre.<br />

Me alegra, me interroga, me estimula.<br />

Yo, Señor, no puedo decirte:<br />

“estoy dispuesto a hacer siempre tu voluntad,<br />

eres todo para mí,<br />

estás antes que nada”.<br />

Tú lo sabes, estoy lleno de contradicciones,<br />

y sólo puedo decirte, desde mi pobreza,<br />

desde mi miseria espiritual:<br />

“quisiera, Señor,<br />

me gustaría...<br />

Haz en mí lo que no soy capaz de hacer,<br />

violéntame, pruébame, empújame,<br />

llévame, a hombros o a rastras,<br />

¡no me im<strong>por</strong>ta!<br />

Siento, Señor tu “ven y sígueme”<br />

en todos los momentos y lugares.<br />

¿<strong>por</strong> dónde andas, Señor?<br />

¿Qué quieres?<br />

¿A dónde vas?<br />

¿Cuáles son tus caminos?<br />

Eres luz, estrella,<br />

camino, fuerza.<br />

Pero a veces no te comprendo.<br />

Señor, que te entienda.<br />

Señor, entiéndeme, ilumíname, fortaléceme.<br />

Quiero ser tu discípulo<br />

y seguirte siempre.<br />

PODEMOS COMPARTIR NUESTRA ORACIÓN, EN<br />

FORMA DE PETICIÓN, ACCIÓN DE GRACIAS O CON<br />

UN CANTO.<br />

ORACIÓN<br />

(Todos juntos)<br />

Te pedimos, Señor, que nos ayudes a valorar el trabajo<br />

y el esfuerzo como un medio eficaz para el servicio<br />

de nuestros hermanos. Queremos aprovechar<br />

nuestro tiempo para ser felices y hacer felices a los<br />

demás, a ejemplo de Jesús a quien queremos<br />

seguir para cumplir tu voluntad. Amén


Objetivos:<br />

Esta catequesis quiere ser una ayuda para<br />

ejercitar la escucha atenta a la voz de Dios,<br />

hacer silencio en nuestro interior y ponerse<br />

en la presencia de Dios, ejercitar los oídos y<br />

escuchar lo que <strong>Él</strong> quiere de nosotros, y<br />

decirle confiadamente: «¡Habla, Señor, que<br />

tu siervo escucha. »<br />

Desarrollo:<br />

PRIMERA PARTE:<br />

En la primera parte podemos hacer una ambientación<br />

creando un clima de grupo: para ello tendremos<br />

una Flor dibujada en cartulina con las hojas<br />

despegadas de la cartulina, sueltas. A cada persona<br />

se le invita a decir o escribir una cualidad que<br />

piense que tiene. Si no la encuentra le ayudamos a<br />

buscarla.<br />

Una vez han puesto todos los pétalos en la Flor,<br />

también puede ser una planta dibujada o un árbol.<br />

Se les explica que nosotros somos como un árbol,<br />

el mundo nuestro mundo es el árbol que está compuesto<br />

de muchas hojas, nosotros con nuestras<br />

cualidades y que existen múltiples cualidades al<br />

igual que múltiples personas, igual que las hojas.<br />

Todas variadas pero todas con una función: coger<br />

el aire para que el árbol siga vivo, todos somos<br />

im<strong>por</strong>tantes y ninguno es más im<strong>por</strong>tante que otro.<br />

Y se trabajaría con <strong>ellos</strong>: “La escucha atenta de<br />

la palabra”. Ella refleja lo trabajado anteriormente,<br />

todos somos im<strong>por</strong>tantes y podemos a<strong>por</strong>tar<br />

algo. Tenemos que saber lo bueno que tenemos y<br />

estar dispuestos a que Dios nos hable.<br />

Escucha atenta de la Palabra<br />

Para iniciar el camino de la escucha atenta a la voz<br />

de Dios has de ponerte ante <strong>Él</strong>, en silencio, estar<br />

con <strong>Él</strong> a solas. Así, Jesús te abrirá los oídos para<br />

poder oír la voz de Dios:<br />

“Le presentan un sordo que, además, hablaba con<br />

dificultad, y le ruegan imponga la mano sobre él. <strong>Él</strong>,<br />

apartándole de la gente, a solas, le metió sus dedos<br />

en los oídos y con su saliva le tocó la lengua Y,<br />

levantando los ojos al cielo, dio un gemido, y le<br />

dijo: « Effatá », que quiere decir: « ¡Ábrete! » Se<br />

abrieron sus oídos y, al instante, se soltó la atadura<br />

de su lengua y hablaba correctamente.”<br />

¡Ábrete! Jesús te pide que no tengas miedo y te<br />

abras a la voz de Dios para que la reconozcas y no<br />

te dejes llevar <strong>por</strong> otras voces, ni camines <strong>por</strong> otras<br />

sendas; que sea su voz la que te mime, te cuide y<br />

te encamine hacia tu misión dentro de la Iglesia.<br />

Esta escucha desde el silencio, te permitirá estar<br />

atento a lo que el Señor te pide, poniendo toda la<br />

atención en sus palabras, con una relación cada vez<br />

más íntima con <strong>Él</strong>. Se trata de un ejercicio de escucha<br />

atenta de Jesús que te lleve a conocerle, a<br />

querer imitarle y llegar a amarle sin reservas, como<br />

<strong>Él</strong> te ama a ti. Jesús te habla directamente al corazón<br />

y pide de ti una escucha atenta, una respuesta.<br />

Con todo lo que eres, con tus virtudes y defectos,<br />

ponte ante <strong>Él</strong> y dile sinceramente: «¡Habla,<br />

Señor, que tu siervo escucha. »<br />

SEGUNDA PARTE:<br />

servicio pastoral<br />

catequesis mayores<br />

Se presentan unas fotografías donde aparezcan<br />

personas humildes, pobres realizando distintas<br />

tareas diarias. Una mujer en el tercer mundo fregando,<br />

un preso paseando <strong>por</strong> la cárcel, un niño<br />

jugando en la calle, distintas fotos que reflejen la<br />

realidad que nos rodea, puede ser un barrio humilde<br />

de nuestra ciudad, donde podamos ver y sentir<br />

al hermano necesitado.<br />

Las fotos estarán encima de una mesa y todos estarán<br />

sentados alrededor de ella, o puede que estén<br />

colgadas en un tablón de corcho los ancianos las<br />

observan y cada uno elegirá una. Cuando todos<br />

tengan fotos compartirán el sentimiento de <strong>por</strong> qué<br />

seleccionaron esa y no otra y qué les está transmitiendo<br />

esa foto.<br />

Una vez se ha realizado la foto-palabra se trabajará<br />

con <strong>ellos</strong> : “Escucha la voz de Dios en el clamor<br />

de los pobres”.<br />

Escucha la voz de Dios en el clamor<br />

de los pobres<br />

Vicente de Paúl tiene claro que Dios llama para<br />

25


servicio pastoral<br />

amarle en la persona del pobre. Proclama que en<br />

los pobres podemos ver a Dios, pues <strong>Él</strong> mismo es<br />

quien sufre en el marginado, el enfermo, el preso,<br />

el abandonado... y en <strong>ellos</strong> puedes oír su voz que<br />

te dice que le sigas. Jesús <strong>sigue</strong> <strong>llamando</strong> en la voz<br />

de los que más sufren de este mundo. “Al servir a<br />

los pobres, se sirve a Jesucristo. Servís a Jesucristo<br />

en la persona de los pobres. Y esto es tan verdad<br />

como que estamos aquí.(San Vicente de Paúl)<br />

Hoy te hace a ti la propuesta de entregar tu corazón<br />

a Dios con el amor incondicional con el que el<br />

mismo Jesús te ama. Abre tu corazón y tu mente,<br />

escucha lo que quiere de ti, escucha lo que te dice<br />

a través tus hermanos que sufren y dile: «¡Habla,<br />

Señor, que tu siervo escucha. »<br />

TERCERA PARTE:<br />

Se tendrá un pan de pueblo grande sin cortar en<br />

una panera y con un cuchillo al lado. Y se les pregunta:<br />

¿Para qué sirve el pan?(darán muchas respuestas:<br />

para comer, para alimentar, para acompañar, para<br />

... todas ellas aceptadas y muy válidas)<br />

¿Compartes tu pan con todo el mundo?, con quién<br />

lo compartes y <strong>por</strong> qué? (que den brevemente una<br />

respuesta a todas estas preguntas)<br />

Y <strong>por</strong> último se les pregunta: ¿estarías dispuesto a<br />

compartir tu pan con los más pobres, con los necesitados?....(a<br />

esta pregunta no se le responde)<br />

Y se daría paso a trabajar la última parte de la catequesis:<br />

“Escucha que pide una respuesta” y<br />

“Escucha en la oración”.<br />

Escucha que pide una respuesta<br />

La voz de Dios en su Palabra y en los pobres de<br />

este mundo, cuando es escuchada e interiorizada<br />

no deja indiferente. La voz de Dios deja el corazón<br />

inquieto y éste no encuentra reposo hasta descansar<br />

en <strong>Él</strong>.<br />

Te pide la actitud de María que escucha atenta el<br />

anuncio de Dios, lo acoge y se pone en camino para<br />

26<br />

semana vocación misión vicenciana 2006<br />

servir a su prima Isabel, escucha y guarda todo<br />

para meditarlo en su corazón. Te pide que escuches<br />

su voz que te habla al corazón, te llama para que<br />

estés con <strong>Él</strong> y te pongas en camino. ¡Sal de tu tierra!<br />

y encamínate hacia los hombres tus hermanos<br />

enseñándoles lo que <strong>Él</strong> te ha hablado al corazón.<br />

¿Vas a dejarle sin respuesta?<br />

Síguele con humildad y sencillez, aprendiendo de<br />

los más pobres, dejándote evangelizar <strong>por</strong> <strong>ellos</strong>. No<br />

olvides ser agradecido y enseñar a otros lo que has<br />

aprendido. Pasarás de ser el sordo del Evangelio de<br />

Marcos que necesita ser curado, al seguidor de<br />

Jesús que le presenta a todos los “sordos” de este<br />

mundo y les pide que los cure.<br />

Escucha en la oración<br />

Abre mis oídos, Señor, para que pueda oír tu<br />

palabra y cumplir tu voluntad, para estar atento a<br />

tu voz y reconocer tu mensaje en medio de los ruidos<br />

que rodean mi vida. Que tu voz sea descanso<br />

en mi mente y alegría en mi corazón.<br />

Abre mis oídos, para poderte escuchar en la creación,<br />

Tú hablas en tus obras y yo quiero tener oídos<br />

de fe para entender su sentido y vivir su mensaje.<br />

Llena mis oídos con los sonidos de tu creación y de<br />

tu presencia en ella, Señor.<br />

Abre mis oídos, para que tu Palabra anide en mi<br />

corazón. Que pueda yo escuchar tu silencio en mi<br />

alma, adivinar tus sentimientos y responder a <strong>ellos</strong><br />

con la delicadeza de la fe y el amor. Enséñame a<br />

mantener siempre este diálogo íntimo contigo en el<br />

que Tú me escuchas y yo te escucho.<br />

Abre mis oídos, para que oigan tu voz en el sonido<br />

de la humanidad que sufre. Tú hablas a través<br />

de <strong>ellos</strong>, de su presencia, sus necesidades, sus<br />

sufrimientos y sus gozos. Hazme estar a tono con<br />

la armonía de la humanidad, que pueda unirme a<br />

ella como un acorde perfecto, haciendo de mi vida<br />

una entrega constante a tu servicio en <strong>ellos</strong>.<br />

Abre mis oídos, Señor, en el silencio de mi oración,<br />

para abrir mi corazón y dar una respuesta de<br />

entregar mi vida como servidor de los más pobres


y ser testigo de tu amor, de tu paz en medio de<br />

<strong>ellos</strong>.<br />

Abre mis oídos, Señor Jesús, y no permitas<br />

nunca que me separe de Ti.<br />

Después de trabajar esta última parte se partiría el<br />

pan y cada uno cogería un pedacito y antes de<br />

comérselo se les invita a que digan con quién quieren<br />

compartir ese pan además de los presentes,<br />

servicio pastoral<br />

catequesis mayores<br />

alguien de su familia que hace tiempo no ven, con<br />

un pobre que hayan visto cerca de la residencia,<br />

con un compañero..... Y si sobrase pan cada uno<br />

cogería un pedazo más y se lo daría a alguien de la<br />

residencia con la que no hable mucho.<br />

Se acabaría la catequesis con una canción de unión<br />

y paz y dándose todo el mundo un gran abrazo y<br />

recitando la oración al final.<br />

27


semana vicenciana vocación misión 2006<br />

servicio<br />

litúrgico


(Tendremos colocados detrás del altar, unos niños<br />

de cara a la asamblea. Llevan los objetos que se<br />

deberán colocar en el altar y que se citan luego. El<br />

que preside la celebración se revestirá a la vista de<br />

los niños. Las moniciones las deberá leer un catequista<br />

o profesor/a).<br />

MONICIÓN<br />

Queridos niños: en este momento brilla con fuerza<br />

la alegría de estar juntos para celebrar la Eucaristía.<br />

Aquí tenemos unos niños que nos van a preparar la<br />

mesa del banquete.<br />

Empiezan colocando el mantel para la fiesta (colocan<br />

el mantel) <strong>por</strong>que Eucaristía es la fiesta de la<br />

llamada y de la respuesta que hoy vamos a dar a<br />

Jesús.<br />

Las velas son también signo de fiesta (colocan las<br />

velas) las ponemos en las tartas de cumpleaños y<br />

os encanta soplar y además vosotros sois como<br />

velitas encendidas, cuando vais repartiendo alegría<br />

a esos niños y niñas que nunca sonríen <strong>por</strong>que<br />

nadie les quiere.<br />

Ahora están colocando el Misal (colocan el misal)<br />

que es como el guión de una gran celebración y en<br />

él leemos la Buena Noticia de Jesús.<br />

Y <strong>por</strong> último colocaremos en la mesa unas flores<br />

ellas son como el regalo de Dios. Dan alegría y<br />

hacen desaparecer las injusticias y las violencias.<br />

El sacerdote se ha vestido así en recuerdo de<br />

Jesús y los apóstoles, que era la manera de vestirse<br />

en aquel tiempo.<br />

Prepara el pan ázimo, sin levadura (lo prepara) que<br />

fue el pan de aquella noche judía cuando Jesús se<br />

reunió con sus discípulos y les dijo: “haced una reunión<br />

como ésta y unos gestos como éstos en<br />

recuerdo mío que siempre que lo hagáis yo estaré<br />

con vosotros.”<br />

¡Qué bonito ¿verdad?! pues ahora nos disponemos<br />

ya a celebrar y a vivir aqu<strong>ellos</strong> gestos y palabras de<br />

Jesús. Vosotros sois los apóstoles y el sacerdote<br />

representa a Jesús.<br />

¡ESTA ES LA GRAN FIESTA! ¡PÁSALO!<br />

Canto de entrada<br />

servicio litúrgico<br />

eucaristía niños<br />

eucaristía niños<br />

SALUDO DEL SACERDOTE<br />

Cuando uno tiene penas <strong>por</strong> dentro se nos nota en<br />

la cara. Vamos a pedir al Señor que deje sin penas<br />

el corazón de todos los que estamos aquí.<br />

• Porque no vemos o no queremos ver los sufrimientos<br />

de los demás. ¡Perdón Señor!<br />

• Porque nos cuesta compartir, aún aquello que nos<br />

sobra. ¡Perdón Señor!<br />

• Porque aún no hemos aprendido de verdad a<br />

29


servicio litúrgico<br />

repartir sonrisas, a dar alegrías.<br />

¡Perdón Señor!<br />

LITURGIA DE LA PALABRA<br />

MONICIÓN A LA 1ª Lectura<br />

Lectura del Primer libro de Samuel 3,3-10,19<br />

Niños: Dios no cesa de llamar para hablarnos. Es<br />

verdad que nos llama <strong>por</strong> medio de otras personas<br />

que nos hablan en su nombre y... ¿Sabéis <strong>por</strong>que<br />

nos llama?? Primero <strong>por</strong>que nos quiere y segundo<br />

<strong>por</strong> que los pobres y excluidos necesitan nuestro<br />

cariño, nuestra ayuda y amistad.<br />

Escuchad con atención esta lectura y fijaron en la<br />

respuesta del niño Samuel: “Aquí estoy...”<br />

¿Seréis capaces de estar atentos y decir siempre a<br />

Jesús: “aquí estoy habla que yo escucho?” Yo creo<br />

que si.<br />

Salmo Responsorial<br />

Sal 39 “Aquí estoy Señor, para hacer tu voluntad”<br />

MONICIÓN AL EVANGELIO<br />

La lectura que vamos a escuchar ahora es la historia<br />

de un joven rico. Una llamada, como la anterior,<br />

pero la respuesta del joven rico no es la misma que<br />

la del niño Samuel, ya te darás cuenta... Y, yo os<br />

pregunto: ¿cuál será vuestra respuesta ?<br />

¡Escuchad!<br />

PETICIONES Y OFRENDAS<br />

(Con símbolos)<br />

• Bola del mundo<br />

Miramos el mundo. Es como un balón con muchos<br />

descosidos. Lo tenemos que cuidar. Ayúdanos,<br />

Señor, a cumplir nuestro deseo. ¡Nos gustaría tanto,<br />

cambiar en alegrías todas las penas del mundo!<br />

Roguemos al Señor<br />

• Imagen de Jesús<br />

Esta es la foto de Jesús. Para que nuestra vida se<br />

parezca cada vez más a la suya, para que llene de<br />

estrellas nuestros ideales y podamos ser signo luminoso,<br />

que haga felices a los que viven a nuestro<br />

lado.Roguemos al Señor<br />

30<br />

semana vocación misión vicenciana 2006<br />

• Mural con un mundo sonriente<br />

¡Sonríe, Dios te ama! Tenemos que hacer que el<br />

mundo sonría. Señor: que desaparezcan los rencores<br />

de rodos los corazones. Nosotros queremos<br />

fabricar una tierra de amigos. Roguemos al Señor<br />

• Foto de un niño<br />

y un pequeño recipiente con agua.<br />

Traemos las lágrimas de todos los niños que sufren<br />

y te pedimos que sean defendidos todos los derechos<br />

de los niños víctimas de tantos abusos.<br />

Roguemos al Señor<br />

• Pan y Vino<br />

(Sin símbolo ya está en el altar)<br />

Y en el altar ya tenemos lo principal, el Pan y el<br />

Vino. El signo de Jesús vivo: un pan que se parte,<br />

se comparte y una copa de vino rebosante que se<br />

derrama, se ofrece <strong>por</strong> nosotros. Es el signo más<br />

grande que hoy nos compromete a partir y a repartir<br />

lo que somos y tenemos.<br />

PLEGARIA<br />

PADRENUESTRO<br />

MONICIÓN AL PADRENUESTRO<br />

La mano del que tenemos al lado representa las<br />

manos de todos nuestros hermanos así que la<br />

cogemos con cariño y con respeto, pensando en<br />

esas pequeñas manos de niños que pasan hambre,<br />

manos unidas para recibir lo que los demás nos<br />

ofrecen, para dar lo que nos piden para rezar todos<br />

juntos el Padrenuestro.<br />

GESTO DE LA PAZ<br />

MONICIÓN<br />

Millones de personas que sufren injusticias engendradoras<br />

de guerras esperan que aparezcan en el<br />

camino de sus vidas, bosques muchos bosques de<br />

Olivos de paz.<br />

(Ahora mientras se canta la “Paz dominicana” se<br />

reparten ramitos de olivo u otro símbolo parecido.<br />

Una vez repartidos la lectora termina la monición)


Ahora alcemos nuestras manos como signo de protesta<br />

contra esas formas de violencia que se llaman<br />

pobreza, hambre, enfermedad...<br />

Hacen falta muchas manos unidas y aquí están las<br />

nuestras.<br />

DESPEDIDA<br />

La fiesta no ha terminado. La fiesta <strong>sigue</strong> <strong>por</strong>que<br />

todo lo que hemos celebrado aquí lo vamos a vivir<br />

en la vida cotidiana.<br />

Decíamos al principio que esta era la Eucaristía de<br />

la llamada y de la Respuesta que hoy vamos a dar<br />

a Jesús.<br />

Ha llegado el momento de esa respuesta del compromiso.<br />

No podemos permanecer indiferentes. Las pobrezas<br />

nos <strong>sigue</strong>n invadiendo. Tenemos que hacer realidad<br />

nuestro eslogan: Por <strong>ellos</strong> <strong>sigue</strong> <strong>llamando</strong> El<br />

¡Pásalo!<br />

Mientras cantamos el himno de San Vicente<br />

“Enséñanos a Amar” pasáis o intercambiáis el ramito<br />

de la paz como símbolo de que queréis responder<br />

a la llamada de Jesús, como compromiso de<br />

que estáis dispuestos a compartir lo que tenéis y<br />

también lo que sois con los pobres.<br />

servicio litúrgico<br />

eucaristía niños<br />

31


servicio litúrgico<br />

(Suena una música desigual, suave fuerte, rápida,<br />

lenta y aparecen de distintos puntos del templo o<br />

de la sala 4 jóvenes vestidos con túnicas. Entran<br />

despistados, desorientados, no saben donde sentarse,<br />

donde colocarse. Se baja un poco la música)<br />

y un joven lee:<br />

Cuando un joven vive sin dirección y sin expectativas<br />

vive vacío. Cuando un joven vive excesivamente<br />

orientado en si mismo difícilmente puede ser su<br />

vida de servicio, una vida para <strong>ellos</strong> <strong>por</strong>que en su<br />

vida no ha entrado la llamada, no ha llegado EL.<br />

(En este Momento los 4 jóvenes de la túnica han<br />

combinado la desorientación con gestos o mimo,<br />

rodeando a la lectora) y dicen a coro:<br />

La realidad es según se mire.<br />

(Se retiran y se sientan en 4 cuatro sillas preparadas<br />

en un sitio visible del presbiterio). La lectora<br />

se dirige a los cuatro jóvenes) y dice:<br />

Si, así justificamos nuestra postura ante la vida.<br />

Pero El <strong>sigue</strong> <strong>llamando</strong>, <strong>por</strong>que <strong>ellos</strong> nos necesitan...<br />

Ahí tenemos sufriendo viviendo en la miseria...<br />

(Van entrando- 4 jóvenes representando distintas<br />

pobrezas). Ahí los tenemos olvidados de<br />

32<br />

semana vocación misión vicenciana 2006<br />

eucaristía jóvenes<br />

todos. Han perdido su dignidad. Han perdido su<br />

dignidad y su libertad, su limpieza y su hermosura.<br />

(Entran los 4 pobres y se colocan con urna postura.<br />

Adecuada delante del altar, en el suelo) Ahora la<br />

lectora o lector se dirige a la asamblea<br />

Sí amigos, <strong>ellos</strong> nos necesitan y la llamada viene de<br />

<strong>Él</strong>. De nosotros depende la respuesta.<br />

Existe una urgencia, ¡La urgencia del Amor!<br />

Así que vamos con estas ideas en el corazón a darnos<br />

la ¡Bienvenida en esta celebración!<br />

Vamos a vivir nuestra fe haciéndonos sensibles para<br />

salir al encuentro de las múltiples pobrezas del<br />

mundo.<br />

Vamos, en esta Eucaristía a abrir nuestro corazón<br />

con gozo para poder dar una respuesta generosa.<br />

CANTO DE ENTRADA Y PROCESIÓN<br />

(Entran <strong>por</strong> el centro del templo, el Sacerdote<br />

acompañado de tres jóvenes. Uno lleva el cirio<br />

pascual, y lo coloca en su sitio, otro el leccionario<br />

que pone en el ambón y el tercero el mural de<br />

la jornada que puede colgar en un sitio adecuado)


SALUDO DEL SACERDOTE Y RECONOCIMIEN-<br />

TO DE QUE SOMOS PECADORES.<br />

MONICIÓN A LA 1ª LECTURA<br />

Vamos a escuchar este relato de la primera comunidad<br />

cristiana con mucha atención. Este texto es<br />

un canto al amor, al compartir, a la generosidad.<br />

Los primeros cristianos lo ponían todo en común,<br />

sus valores, sus bienes, su fe. La alegría que<br />

sentían es la maravillosa recompensa.<br />

Hechos de los Apóstoles, 4, 32—35<br />

Salmo Responsorial: Sal 117 “Dad gracias al<br />

Señor <strong>por</strong>que es bueno, <strong>por</strong>que es eterna su misericordia”<br />

MONICIÓN AL EVANGELIO<br />

Comienza este relato con una pregunta: ¿quién es<br />

mi prójimo?<br />

Todos podemos contestar: Ése que esta muy cerca<br />

de nosotros sufriendo <strong>por</strong> enfermedad, miseria,<br />

violencia, soledad...<br />

Esta lectura, siempre actual, nos muestra claramente<br />

que “El <strong>sigue</strong> <strong>llamando</strong>”.<br />

Escuchemos con atención.<br />

Evangelio según San Lucas 10,29-37<br />

(Se proclama el evangelio) y al llegar a:<br />

“Pero un samaritano que iba de camino llegó junto<br />

a él, y al verle tuvo compasión, y acercándose,<br />

vendó sus heridas echando en ellas aceite y vino; y<br />

montándole sobre su propia cabalgadura, le llevó a<br />

una posada y cuidó de él”<br />

(Se pone música suave de fondo y los cuatro jóvenes<br />

de la túnica se levantan y se acercan a los cuatro<br />

pobres, y con cariñosos gestos se quitan la túnica<br />

y se la ponen a los cuatro jóvenes que representan<br />

las pobrezas. Continúan los gestos a la vez que<br />

los acompañan hasta el lugar donde estaban sentados<br />

<strong>ellos</strong> y <strong>ellos</strong> se sientan en el lugar donde estaban<br />

sentados los pobres. Continúa la lectura del<br />

Evangelio y se quita la música)<br />

ORACIÓN DE LOS FIELES<br />

Para que la Iglesia esté siempre cercana al que<br />

sufre y cada uno de nosotros sea un signo de esperanza<br />

para todos los pobres.<br />

R./ Queremos escuchar tu llamada.<br />

Porque hacemos nuestros los deseos y esperanzas<br />

de todos los hombres y mujeres que sufren...<br />

R./ Queremos escuchar tu llamada.<br />

Porque tenemos que hacer realidad las esperanzas<br />

de los pueblos, que luchan <strong>por</strong> su liberación y desarrollo.<br />

R./ Queremos escuchar tu llamada.<br />

Para que todos los niños y niñas del mundo puedan<br />

hacer realidad sus sueños, sin temor a ser explotados,<br />

esclavizados mercantilizados.<br />

R./ Queremos escuchar tu llamada.<br />

Para que los jóvenes encuentren trabajo y puedan<br />

hacer realidad sus proyectos.<br />

R./ Queremos escuchar tu llamada.<br />

LITURGIA EUCARÍSTICA<br />

PRESENTACIÓN DE LOS DONES<br />

Pequeña introducción Vicenciana a las ofrendas<br />

(2 Lectores y 4 dones)<br />

L1 - San Vicente de Paúl pasó largos años mirándose<br />

a sí mismo, a su pequeño mundo de egoísmo y<br />

ambiciones, pero fa acción misteriosa de Dios hizo<br />

que mientras Vicente buscaba a sí mismo, encontrase<br />

al otro y a los otros a través de los acontecimientos,<br />

de la historia y de los pobres. A partir de<br />

ese momento Vicente fija la atención y concentra<br />

los esfuerzos en transformar su mirada en una<br />

mirada creativa, apostando <strong>por</strong> vivir la vida como<br />

Jesús. Somos Vicencianos y Vicente y Luisa son<br />

nuestros modelos de referencia, <strong>por</strong> eso queremos<br />

presentar nuestras ofrendas con una mirada creativa<br />

apostando <strong>por</strong> vivir la vida como una respuesta<br />

a la llamada.<br />

1ª Ofrenda: Huellas<br />

servicio litúrgico<br />

eucaristía jóvenes<br />

L.2. - Vivir la vida como una respuesta a la llamada<br />

es dejar actuar a Dios, es seguir un itinerario,<br />

seguir “el camino “<br />

L.1. - Te presentamos Señor estas huellas que ini-<br />

33


servicio litúrgico<br />

cian el camino, en ellas van escritos los nombres<br />

de todos los que caminamos juntos, de todos los<br />

que queremos responder a tu llamada.<br />

2ª Ofrenda: Cadenas, llaves y un gran sobre con<br />

documentos<br />

L.2. - Vivir la vida como una respuesta a tu llamada<br />

es dejarse interpelar <strong>por</strong> los problemas humanos.<br />

L.1. - Traemos Señor unas llaves, unas cadenas y<br />

un gran sobre con documentación como símbolo de<br />

libertad. El mundo de los reclusos y de los inmigrantes<br />

es una población muchas veces olvidada y<br />

marginada, incluso, <strong>por</strong> muchos cristianos.<br />

Pero la fraternidad no tiene fronteras y <strong>ellos</strong> también<br />

esperan y necesitan nuestro apoyo y solidaridad<br />

para recuperar la esperanza, para luchar <strong>por</strong><br />

alcanzar la libertad.<br />

3ª Ofrenda: Flores<br />

L.2. - Vivir la vida como llamada es optar <strong>por</strong> la felicidad<br />

mía y de los otros.<br />

L.1 - Por eso hemos querido traer estas flores símbolo<br />

de la alegría que se siente cuando haces felices<br />

a los demás, cuando afrontas las dificultades<br />

con una sonrisa, cuando compartes sin esperar<br />

recompensa y cuando con<strong>sigue</strong>s la paz interior y la<br />

transmites.<br />

4ª Ofrenda: PAN Y VINO<br />

L.2. - Vivir la vida como llamado es entregarse<br />

como alimento para los necesitados de pan.<br />

L.1. - Lo que queremos ofrecer, Señor, con el pan y<br />

el vino, es nuestro deseo de comprometernos con<br />

los más pobres y de sentir la urgencia de compartir<br />

la vida desde criterios de justicia, paz, solidaridad<br />

y tolerancia.<br />

34<br />

semana vocación misión vicenciana 2006<br />

ORACIÓN EUCARÍSTICA<br />

RITO DE COMUNIÓN<br />

PADRENUESTRO<br />

(Se reza con las manos unidas)<br />

GESTO DE LA PAZ:<br />

(Seguimos con las manos unidas)<br />

MONICIÓN<br />

Todos podemos hacer algo <strong>por</strong> la “no violencia”,<br />

todos podemos hacer algo <strong>por</strong> la PAZ. Valen los<br />

gestos pequeños y las acciones ocultas. Con este<br />

compromiso, todos unidos podemos abrirnos a<br />

estos sueños, a estas esperanzas.<br />

(Siguen con las manos unidas mientras se canta<br />

“Palomas de la paz”)<br />

RITO DE CONCLUSIÓN Y ENVÍO<br />

(Los 4 jóvenes que ahora tienen la túnica salen<br />

ordenadamente hacia atrás, dos <strong>por</strong> el centro y dos<br />

<strong>por</strong> los lados, <strong>por</strong>tando una vela o antorcha cada<br />

uno, que entregarán a las personas que estén en<br />

las esquinas del último banco. Vuelven al altar para<br />

recoger las antorchas después de que hayan sido<br />

pasadas. Para mayor orden, los encargados de<br />

pasar son solamente los que están en las esquinas<br />

de los bancos. Al llegar al primer banco, se levantan<br />

los 4 y les entregan la antorcha: mientras se<br />

hace este rito se pone música de fondo) y se lee lo<br />

siguiente.<br />

- ¡Amigos! Acabamos de celebrar la Eucaristía,<br />

vamos a despedirnos con el símbolo de la luz que<br />

en estos momentos pasa de mano en mano.<br />

Porque... si tú desatas los lazos que esclavizan, si<br />

liberas a tu hermano humillado...<br />

Si tú compartes el pan que Dios te da, si destruyes<br />

y denuncias lo que oprime al hombre, la noche de<br />

la vida será la luz que nos alumbre para que podamos<br />

esforzamos en dar una respuesta a las urgentes<br />

necesidades de los pobres.<br />

¡Amigos!<br />

Por <strong>ellos</strong> <strong>sigue</strong> <strong>llamando</strong> <strong>Él</strong> ¡Pásalo!


servicio litúrgico<br />

eucaristía Santa Luisa<br />

eucaristía<br />

Santa Luisa<br />

SUGERENCIAS:<br />

(Se podría ambientar la iglesia o capilla con frases<br />

de Santa Luisa y con recortes de periódicos o revistas<br />

donde tengamos palpablemente las situaciones<br />

de pobreza del mundo. Ver frases)<br />

Durante la semana que precede o la siguiente se<br />

podría ir recogiendo o guardando… el ahorro de lo<br />

superfluo o “necesario” que somos capaces de<br />

prescindir para compartirlo y presentarlo en las<br />

ofrendas.<br />

Monición de Entrada:<br />

“Dejaos sorprender <strong>por</strong> Cristo”<br />

“Dadle el derecho de hablaros…abrid las puertas de<br />

vuestra libertad a su amor misericordioso”.<br />

Hoy es el tiempo de Dios, cada fiesta nos lo recuerda,<br />

Santa Luisa lo vivía así.<br />

Hoy hemos de sorprendernos <strong>por</strong> la novedad del<br />

Evangelio, viviendo con ternura y pasión toda la<br />

creación, y particularmente el ser humano, con la<br />

conciencia de que ha sido creado “a imagen y<br />

semejanza de Dios”.<br />

Novedad es tener una mirada limpia, resucitada y<br />

resucitadora ante todas las cosas, acontecimientos<br />

y personas, para salir a los caminos de la vida, al<br />

encuentro del necesitado - Rostro de Cristo - buscando<br />

“los amores quebrantados”,”los heridos de la<br />

vida” como supo hacerlo Santa Luisa.<br />

Llevaba en frágil vasija, como tú y como yo, el bálsamo<br />

de la esperanza cristiana que fortalece la fe y<br />

la caridad, y da vigor a la acción profética colaborando<br />

y construyendo al bien común y a la solidaridad<br />

entre todos los pobres.<br />

Con estos deseos nos disponemos a descubrir a<br />

Jesucristo participando en esta Eucaristía.<br />

LITURGIA DE LA PALABRA:<br />

Monición primera lectura:<br />

El Profeta Isaías tiene un objetivo: formar un pueblo<br />

que sirva y agrade al Señor y establece las condiciones<br />

de la auténtica relación con Dios y con el<br />

prójimo. El “ayuno” que no tiene en cuenta al necesitado,<br />

que encubre egoísmos e injusticia… no lo<br />

quiere Dios! El ayuno ha de consistir en acciones de<br />

solidaridad con los pobres, en liberar al que se<br />

siente oprimido y tener misericordia siempre para<br />

con todos. Sólo así nacería la, luz, es decir Dios se<br />

hará presente<br />

Isaías 58.1.6-11<br />

35


servicio litúrgico<br />

Monición segunda lectura:<br />

Tabita es el “icono” donde mirarnos, hacía obras<br />

buenas y daba limosna a los pobres ; no hay servicios<br />

grandes o pequeños, el servicio a los demás es<br />

siempre grande.<br />

Hechos 9,36-42<br />

Monición Evangelio:<br />

Impresionante visión del juicio que tendrá lugar al<br />

final de los tiempos: aparecerán con claridad las<br />

diversas actitudes con las que hayamos vivido. Lo<br />

más sorprenderte y llamativo será la medida que se<br />

utiliza, la del amor o indiferencia ante los necesitados,<br />

en los cuales está el Señor. Los pobres se convierten<br />

– hasta que llegue ese día – en la representación<br />

de Cristo como juez<br />

Mateo 25.31-46.<br />

INTRODUCCIÓN A TODAS LAS LECTURAS:<br />

Las tres lecturas nos invitan a echar un vistazo a<br />

nuestra vida, a las actitudes que tenemos con Dios,<br />

con los pobres, con los necesitados y oprimidos y<br />

a cambiar; “el ayuno” que Dios quiere, la actitud<br />

que hemos de tener con los pobres, es la amabilidad,<br />

es compartir, es dar lo que necesitan, sólo así<br />

brotará la paz y la justicia <strong>por</strong>que todo lo que<br />

hagáis al más pequeño, a Mí me lo hacéis.<br />

PETICIONES:<br />

1.- Por la Iglesia universal, para que sea cada día la<br />

“Iglesia de los pobres”, libre para denunciar las<br />

injusticias y comprometida en los derechos de<br />

todos los hombres. ROGUEMOS AL SEÑOR<br />

2.- Por los jóvenes para que se dejen sorprender<br />

<strong>por</strong> la novedad del evangelio y testimonien en su<br />

ambiente la luz, la belleza y el vigor de la Palabra.<br />

ROGUEMOS AL SEÑOR<br />

3.- Por los niños y los jóvenes para que el Señor<br />

suscite catequistas que compartan con <strong>ellos</strong> su<br />

experiencia y la felicidad que se descubre cerca de<br />

Jesucristo y de los pobres. ROGUEMOS AL SEÑOR<br />

4.- Por todos “los heridos de la vida”, los que sufren<br />

la injusticia del hambre, de la sed, de la guerra, de<br />

36<br />

semana vocación misión vicenciana 2006<br />

la explotación de las políticas de los gobiernos<br />

corruptos y ávidos de riqueza.<br />

ROGUEMOS AL SEÑOR<br />

5.- Por todos los que en la fiesta de SANTA LUISA<br />

nos hemos reunido alrededor de Jesús para que<br />

como ella seamos bálsamo de esperanza, que fortalezca<br />

la fe y la caridad entre los necesitados de<br />

cerca y de lejos. ROGUEMOS AL SEÑOR.<br />

6.- Por toda la Familia Vicenciana para que sepamos<br />

encarnar en nuestro mundo la audacia y realismo<br />

del buen samaritano y ayudemos en el camino a<br />

inmigrantes, enfermos, mujeres maltratadas, niños,<br />

damnificados <strong>por</strong> las catástrofes… ROGUEMOS AL<br />

SEÑOR.<br />

PRESENTACIÓN DE LOS DONES:<br />

Santa Luisa llegó a ser mística de ojos abiertos,<br />

sensible a toda pobreza y organizadora de la caridad.<br />

En su fiesta te presentamos sus cartas, su<br />

correspondencia, llena de gestos y detalles que<br />

ayudaron a los pobres y a las que servían a los<br />

pobres.<br />

Traemos también ante tu altar nuestra a<strong>por</strong>tación<br />

económica, que quiere ser fruto de nuestro sacrificio<br />

y símbolo de nuestra austeridad para compartir<br />

con tantos como en nuestro mundo pasan necesidad.<br />

Con el deseo de vivir nuestra vida como adoradores<br />

de Dios que se alimentan y nutren en la Eucaristía<br />

te presentamos el pan y el vino, que convertidos en<br />

Cuerpo y sangre de Jesús serán nuestro alimento y<br />

fuerza en el caminar.<br />

ACCIÓN DE GRACIAS:<br />

Gracias Señor, <strong>por</strong>que en la última cena partiste tu<br />

pan y vino en infinitos trozos, para saciar nuestra<br />

hambre y nuestra sed...<br />

Gracias Señor, <strong>por</strong>que en el pan y el vino nos entregas<br />

tu vida y nos llenas de tu presencia.<br />

Gracias Señor, <strong>por</strong>que quisiste celebrar tu entrega,<br />

en torno a una mesa con tus amigos, para que fue


sen una comunidad de amor.<br />

Gracias Señor, <strong>por</strong>que en la eucaristía nos haces<br />

UNO contigo, nos unes a tu vida, en la medida en<br />

que estamos dispuestos a entregar la nuestra...<br />

Gracias, Señor, <strong>por</strong>que todos los días puedo volver<br />

a empezar..., y continuar mi camino de fraternidad<br />

con mis hermanos, y mi camino de transformación<br />

en ti...<br />

TEXTOS DE SANTA LUISA:<br />

“Queridas Hermanas:<br />

Parece que me estoy viendo en medio de todas<br />

ustedes al servicio de nuestros amados amos, dándoles<br />

la cena.<br />

¡Dios mío!¡Qué dicha tienen ustedes!,<br />

¡Animo, pues, queridas Hermanas! Háganlo con un<br />

gran corazón, lleno del puro amor de Dios”<br />

(Santa Luisa, 1640)<br />

“¿Qué tenemos que no nos haya sido dado? y ¿qué<br />

sabemos que no se nos haya enseñado?”<br />

(Santa Luisa)<br />

”Tengan cuidado, de que el halago de los aplausos<br />

del pueblo, no se arraiguen en su espíritu de tal<br />

manera que lleguen ustedes a tomar el cambio que<br />

debe tener el servicio de Dios”.<br />

(Santa Luisa, 1647)<br />

servicio litúrgico<br />

eucaristía Santa Luisa<br />

Practique una gran afabilidad con los pobres y con<br />

todo el mundo, le será fácil si conserva en usted<br />

una gran estima hacia su prójimo; a los ricos, <strong>por</strong>que<br />

están <strong>por</strong> encima de usted; a los pobres, <strong>por</strong>que<br />

son sus Amos.<br />

(Santa Luisa,1647)<br />

“Me tomo la libertad de dirigirle estas líneas, para<br />

poner en su conocimiento que cien de estos pobres<br />

niñitos, a las necesidades que actualmente tienen,<br />

ven añadirse la de carecer de pan para pasar estas<br />

fiestas.<br />

Y esta necesidad me oprime de tal manera el corazón,<br />

que temería yo hacerme culpable si dejase que<br />

cualquier consideración me impidiese recurrir a<br />

Vuestra Excelencia.”<br />

(Santa Luisa,1648)<br />

“Hay parroquias en París en las que se les da la<br />

sopa a 5.000 pobres. En nuestra parroquia damos<br />

a dos mil, sin contar los enfermos”.<br />

(Santa Luisa, 1652)<br />

“¡Qué felices son <strong>por</strong> tener tan gran número de<br />

pobres que servir! ¡Cómo se nota que Dios las ama<br />

ya que les pro<strong>por</strong>ciona tantas ocasiones de servirle<br />

a El!, continúen haciéndolo así con toda la mansedumbre,<br />

esmero y caridad…”<br />

(Santa Luisa, 1656)<br />

37


oración para cada día<br />

LECTOR 1:<br />

En muchas ocasiones te han dicho: ¡acabas de recibir<br />

un mensaje! o ¡tienes una llamada!. Dejas lo<br />

que estabas haciendo y vas a ver quién se comunica<br />

contigo y qué te quiere decir.<br />

Durante esta semana vamos a recibir mensajes, llamadas;<br />

estemos atentos a su contenido.<br />

Escuchemos quién llama a Samuel y cuál es la respuesta<br />

de éste.<br />

LECTOR 2:<br />

Del primer libro de Samuel (1 Sa 3, 1-10)<br />

Servía el niño Samuel a Yahveh a las órdenes de Elí;<br />

en aquel tiempo era rara la palabra de Yahveh.<br />

Cierto día estaba Elí acostado en su habitación, sus<br />

ojos estaban debilitándose y ya no podía ver, no<br />

estaba aún apagada la lámpara de Dios y Samuel<br />

estaba acostado en el santuario de Yahveh, donde<br />

se encontraba el arca de Dios. Llamó Yahveh:<br />

¡Samuel, Samuel!.<strong>Él</strong> respondió: ¡Aquí estoy!, y<br />

corrió donde Elí diciendo: Aquí estoy <strong>por</strong>que me has<br />

llamado. Pero Elí respondió: Yo no te he llamado;<br />

vuélvete a acostar. <strong>Él</strong> se fue y se acostó. Volvió a<br />

llamar Yahveh: ¡Samuel!. Se levantó Samuel y fue<br />

donde Elí diciendo: Aquí estoy <strong>por</strong>que me has llamado.<br />

Elí respondió: Yo no te he llamado, hijo mío,<br />

vuélvete a acostar. Aún no conocía Samuel a<br />

Yahveh, pues no le había sido revelada la palabra<br />

de Yahveh. Por tercera vez llamó Yahveh a Samuel<br />

y él se levantó y fue donde Elí diciendo: Aquí estoy<br />

<strong>por</strong>que me has llamado. Comprendió entonces Elí<br />

que era Yahveh quien llamaba al niño y dijo a<br />

Samuel: Vete y acuéstate y si te llaman dirás:<br />

Habla Yahveh que tu siervo escucha. Samuel se fue<br />

y se acostó en su sitio.<br />

38<br />

semana vocación misión vicenciana 2006<br />

primer día<br />

Vino Yahveh, se paró y llamó como las veces anteriores:<br />

¡Samuel, Samuel! Respondió éste: ¡Habla<br />

Señor que tu siervo escucha!<br />

LECTOR 3:<br />

A Samuel le cuesta un poco de trabajo descubrir<br />

quién le llama, puede que a nosotros nos ocurra lo<br />

mismo, el agobio de los estudios, las prisas, la<br />

moda, la tele, la música, internet,..., todo esto<br />

puede hacer difícil la escucha de Dios.<br />

Samuel cuenta con una persona que le ayuda a<br />

descubrir quién le llama, es Elí quien le aconseja.<br />

Le pedimos a Dios que nos conceda alguien que<br />

nos oriente para dar sentido a nuestra vida. Lo<br />

hacemos con el canto (oración)<br />

LECTOR 1:<br />

LECTOR 3:<br />

Dame alguien que me guíe,<br />

Un guía que no sea ciego,<br />

Un guía que a ti me lleve,<br />

Y así pueda descubrir<br />

Cuál es en mi tu proyecto.<br />

A María, nuestra madre, también le pedimos que<br />

sea nuestra guía para orientar nuestros pasos<br />

diciéndole:<br />

- ¡Oh María, sin pecado concebida!<br />

- TODOS: ¡Ruega <strong>por</strong> nosotros que recurrimos a ti!


LECTOR 1:<br />

Cuando un buen amigo nos llama al móvil, puede<br />

querer pedirnos algo, ofrecernos algo o simplemente<br />

hablar con nosotros. Y ¿nuestra respuesta?<br />

Puede ser pasiva e indiferente, o bien, si es un buen<br />

amigo, y nosotros sabemos lo que es la amistad,<br />

estaremos atentos, a la escucha, disponibles...<br />

LECTOR 2:<br />

Cuando Samuel descubre que es Dios quien le<br />

llama, ¿qué mejor amigo?, él le responde:<br />

LECTOR 3:<br />

Habla Señor que tu siervo escucha<br />

Habla Señor, te quiero escuchar<br />

Habla Señor, dame tu mensaje<br />

Habla Señor, dame tu verdad.<br />

Otras personas escucharon la palabra de Jesús y le<br />

siguieron, lo encontramos en el capítulo seis del<br />

evangelio de Lucas, dice así:<br />

“Sucedió que <strong>por</strong> aqu<strong>ellos</strong> días se fue Jesús al<br />

monte a orar, y se pasó la noche en oración con<br />

Dios. Cuando se hizo de día, llamó a sus discípulos<br />

y eligió doce de entre <strong>ellos</strong>, a los que llamó también<br />

apóstoles. A Simón, a quien llamó Pedro, y a su<br />

hermano Andrés; a Santiago y Juan, a Felipe y<br />

Bartolomé, a Mateo y Tomás, a Santiago de Alfeo y<br />

Simón llamado Zelotes a Judas de Santiago y a<br />

Judas Iscariote que llegó a ser un traidor”.<br />

segundo día<br />

LECTOR 1:<br />

oración para cada día<br />

Doce hombres sencillos, trabajadores del mar,<br />

conocen a Jesús, se encuentran con <strong>Él</strong> y deciden<br />

seguirle. La felicidad de estos primeros seguidores<br />

de Jesús podemos descubrirla en la letra de la<br />

siguiente canción:<br />

Fue tu llamada Señor al corazón,<br />

Cerca del mar, con mi barca y poco más.<br />

Seguiré escuchando hoy tu voz,<br />

Para mí un gesto claro de amor.<br />

LECTOR 2:<br />

Y tu mirada me llenó de paz,<br />

Y comprendí lo que era amar.<br />

Hoy tu llamada vuelve a resonar<br />

Señor Jesús,<br />

eres cada día la fuerza para andar.<br />

Con alegría, sintiéndonos cercanos a Jesús, cuya<br />

mirada hacia nosotros siempre está llena de paz, de<br />

ternura y esperanza, decimos juntos:<br />

GLORIA AL PADRE, AL HIJO Y AL ESPÍRITU SANTO<br />

COMO ERA EN EL PRINCIPIO, AHORA Y SIEMPRE<br />

POR LOS SIGLOS DE LOS SIGLOS AMÉN<br />

39


oración para cada día<br />

LECTOR 1:<br />

En esta semana en la que estamos descubriendo<br />

cómo Dios se acerca a las personas, las llama y les<br />

encarga una misión, vamos a dejar un lugar especial<br />

a Santa Luisa, uno de los pilares im<strong>por</strong>tantes en<br />

la fundación de la familia vicenciana. Conozcamos<br />

su vida:<br />

Luisa de Marillac, nace en 1591, nunca conoce a su<br />

madre. Su padre, de una familia noble, vive en París,<br />

es viudo, reconoce a su hija y le constituye una renta.<br />

A sus cuatro años, confían a Luisa a un convento de<br />

dominicas donde recibe una educación esmerada en<br />

un ambiente auténticamente cristiano.<br />

Luisa nunca conoce el calor de una verdadera familia.<br />

Además a sus trece años muere su padre y debe<br />

abandonar el internado para ir a vivir a una pensión<br />

modesta en París, donde ya no hay lujos ni comodidades.<br />

Lee mucho la Biblia y se dedica a su arte<br />

predilecto, la pintura; tiene una fe profunda y exigente<br />

y piensa en una vocación religiosa en la<br />

Congregación de las Capuchinas, pero tiene que<br />

desistir <strong>por</strong> su delicada salud. Luisa se encuentra<br />

muy sola, tiene veinte años y no sabe cuál será su<br />

<strong>por</strong>venir; unos familiares suyos deciden casarla con<br />

un escudero de buena familia, y bastantes propiedades,<br />

primer secretario de la reina madre, María<br />

de Medicis.<br />

LECTOR 2:<br />

Si la primera etapa de la vida de Santa Luisa está<br />

marcada <strong>por</strong> la soledad, los siguientes años de su<br />

vida goza de felicidad, aunque ésta no durará<br />

mucho.<br />

Se casa con Antoine Le Gras, la pareja goza del<br />

favor real, tratan con la Corte, y el nacimiento de su<br />

hijo Miguel les llena de alegría.<br />

40<br />

semana vocación misión vicenciana 2006<br />

tercer día<br />

Poco después apartan del poder a la Reina Madre y<br />

se dispersa su Corte, los bienes económicos del<br />

matrimonio disminuyen mucho, además el pequeño<br />

Miguel no se desarrolla con normalidad y sus sobrinos<br />

quedan huérfanos, Luisa se hace cargo de<br />

<strong>ellos</strong>. A esas dificultades se suma la grave enfermedad<br />

de su marido. Después de un tiempo Luisa está<br />

desesperada y hasta duda de la existencia de Dios.<br />

LECTOR 3:<br />

De repente todo cambia el día de Pentecostés,<br />

Luisa recibe una iluminación del Espíritu Santo, confirmada<br />

en su fe, comprende que un día se consagrará<br />

a Dios <strong>por</strong> votos para servirle en los pobres y<br />

que vivirá en comunidad, fuera del claustro. Se le<br />

da también la seguridad de que Dios le mandará un<br />

sacerdote para guiarla en su misión.<br />

Luisa cuida pacientemente de su esposo hasta que<br />

éste muere y después de un tiempo de pena y dolor<br />

conoce a un sacerdote y comienza a colaborar con<br />

él, con Monsieur Vincent: Vicente de Paúl.<br />

LECTOR 1:<br />

Hemos conocido la primera parte de la vida de<br />

Santa Luisa, bastante llena de dificultades. A través<br />

de ella presentamos a Dios nuestras peticiones,<br />

diciendo: ESCÚCHANOS SEÑOR<br />

Señor te pedimos que, imitando a Santa Luisa, nos<br />

ayudes a ser fuertes y luchadores ante las dificultades<br />

que se nos presentan cada día.<br />

Todos: ESCÚCHANOS SEÑOR<br />

Señor te pedimos que nos ayudes a fiarnos de ti, a<br />

ser constantes en la oración, a buscar en el<br />

Evangelio luz para nuestra vida, como lo hizo Santa<br />

Luisa.<br />

Todos: ESCÚCHANOS SEÑOR


LECTOR 1:<br />

Continuamos conociendo a Santa Luisa, nunca se<br />

pierde el tiempo aprendiendo de los santos, a través<br />

de <strong>ellos</strong> se transparenta la inagotable riqueza<br />

de Dios.<br />

Luisa de Marillac ayuda a Vicente de Paúl en su<br />

dedicación a los más pobres desde 1629, recorre<br />

las carreteras de Francia reuniendo a las Cofradías<br />

de la Caridad, las anima e instruye; enseña la doctrina<br />

a los niños; crea escuelas, nombra maestras...<br />

A sus cuarenta años después de adversidades,<br />

Luisa está dispuesta a cumplir su obra, con Vicente<br />

va a realizar algo muy nuevo: la alianza entre la<br />

vida de perfección del claustro y la vida activa de la<br />

caridad. Ante las dificultades que se encuentran las<br />

Damas de las Cofradías, Vicente y Luisa descubren<br />

que es urgente crear una sociedad formada <strong>por</strong><br />

mujeres sencillas acostumbradas a todas las tareas,<br />

con total disponibilidad para el servicio a los más<br />

pobres. Así en el año 1633, nacen las Hijas de la<br />

Caridad.<br />

LECTOR 2:<br />

Luisa les da una formación espiritual, moral, práctica,<br />

las reúne para escuchar las conferencias de San<br />

Vicente.<br />

Se encargan de los niños abandonados con los que<br />

se está empezando a traficar a las puertas de la<br />

catedral de Nôtre Dame. Santa Luisa crea una casa<br />

de acogida para <strong>ellos</strong>, demostrando un gran sentido<br />

de la organización y un interés constante.<br />

La educación de niños y niñas no llega a los más<br />

pobres, Luisa se hará cargo de ello, para la educación<br />

cristiana compondrá un catecismo sencillo para<br />

cuarto día<br />

oración para cada día<br />

ayudar a sus hermanas. Para el aprendizaje de la<br />

lectura recomienda que se utilicen tableros para<br />

disponer en <strong>ellos</strong> las letras del alfabeto. La costura<br />

y el encaje no quedan en el olvido.<br />

LECTOR 3:<br />

Al mismo tiempo, Luisa está en otros frentes:<br />

Manda a las Hijas de la Caridad a los hospitales, a<br />

visitar los galeotes, a atender a los ancianos, a<br />

socorrer las poblaciones víctimas de la guerra, a<br />

curar a los enfermos en los campos de batalla...<br />

¿De dónde saca fuerzas Luisa? Ella, artista, mujer<br />

intelectual, con una cultura humanista y religiosa,<br />

es una gran mística, cada día más, su vida interior<br />

se hace oración.<br />

Y en actitud de oración escuchamos y hacemos<br />

nuestras las palabras de Santa Luisa:<br />

LECTOR 1:<br />

“Debemos dejar obrar plenamente la gracia que el<br />

Espíritu Santo quiere derramar en nuestro ser, para<br />

disponernos a hacer la voluntad de Dios que debe<br />

ser nuestro único deseo”<br />

Luisa siente un gran cariño <strong>por</strong> la Virgen María, a<br />

ella le pedimos:<br />

¡Oh María sin pecado concebida!<br />

TODOS: Ruega <strong>por</strong> nosotros que recurrimos a ti<br />

41


oración para cada día<br />

LECTOR 1:<br />

Vamos a escuchar atentamente la letra de una canción:<br />

LECTOR 2:<br />

42<br />

“ Somos ciudadanos de un mundo<br />

que necesita el vuelo de una paloma<br />

que necesita corazones abiertos<br />

que está sediento de un agua nueva.<br />

Por eso estamos aquí<br />

conmigo puedes contar<br />

y dejaré mi equipaje a un lado<br />

para tener bien abiertas las manos<br />

y el corazón lleno de sol”<br />

Aunque casi nunca son noticia, la vida de muchos<br />

hombres y mujeres de nuestros días encaja con la<br />

letra de esa canción. Con el corazón abierto, ligeros<br />

de equipaje, con las manos dispuestas a colaborar<br />

en cualquier tarea y en cualquier lugar, jóvenes y<br />

no tan jóvenes, dedican pare de su tiempo o toda<br />

su vida, a crear un mundo nuevo, levantado <strong>por</strong> la<br />

fuerza del amor.<br />

Son hombres y mujeres con el corazón abierto al<br />

Espíritu de Dios, son los misioneros, que se sienten<br />

enviados desde el evangelio de Lucas, que dice:<br />

“Designó el Señor a otros setenta y dos y los envió<br />

<strong>por</strong> delante de dos en dos a todas las ciudades<br />

donde él debía ir. Y les dijo: -La mies es abundante<br />

pero los trabajadores son pocos. Rogad pues al<br />

dueño de la mies que envíe trabajadores a su mies”<br />

(Lc 10,1-2)<br />

semana vocación misión vicenciana 2006<br />

quinto día<br />

LECTOR 3:<br />

Cuando se habla con un misionero/a siempre sorprende<br />

su alegría, su cara de felicidad, saben que<br />

están ayudando a vivir a muchas personas, que<br />

están llevando esperanza y sentido a la vida de<br />

muchos hombres.<br />

Se sienten respaldados <strong>por</strong> Dios que les llamó, y<br />

nunca les abandona en la tarea de llevar Su Reino<br />

a todos los rincones de la tierra.<br />

LECTOR 1:<br />

Decía San Agustín: “Nos hiciste Señor para ti y está<br />

inquieto nuestro corazón hasta que descanse en ti”<br />

Los misioneros buscaron a Dios y lo encontraron,<br />

sintieron su llamada y respondieron generosamente,<br />

unos dedicando su tiempo de verano a colaborar<br />

en proyectos de misión, otros ofreciendo uno o<br />

dos años de su vida. Los más valientes y generosos<br />

toda su vida.<br />

Nosotros:<br />

¿Qué estamos dispuestos a hacer?<br />

¿Qué sentido vamos a dar a nuestra vida?<br />

Le pedimos a María que nos ayude, y nos guíe en<br />

cada uno de los pasos que demos en nuestra vida.<br />

Le decimos:<br />

¡Oh María sin pecado concebida!<br />

TODOS: Ruega <strong>por</strong> nosotros que recurrimos a ti


servicio litúrgico<br />

vigilia de oración<br />

Vigilia de oración<br />

AMBIENTACIÓN<br />

Ponerse en las manos de Dios da tan buen resultado<br />

como el barro en manos del buen alfarero, <strong>por</strong><br />

tanto dejémonos esta tarde-noche moldearnos <strong>por</strong><br />

<strong>Él</strong>. El Señor te quiere a ti. No te rompas, no te rajes,<br />

y si te ocurre en algún momento, recuerda:<br />

Cuando una vasija se echaba a perder en las manos<br />

del Alfarero, esa vasija no se tiraba a la basura, sino<br />

que el barro era aplastado, molido, machacado y<br />

puesto de nuevo sobre la rueda y el trabajo comenzaba<br />

de nuevo. Esto continuaba hasta que el barro<br />

toma la forma que el alfarero desea. Esto es lo que<br />

Dios quiere hacer con nosotros.<br />

Dios es el artesano y nosotros somos el barro con<br />

el cual trabaja. <strong>Él</strong> nos moldea y nos da forma para<br />

que lleguemos a ser una pieza perfecta y podamos<br />

cumplir su voluntad.<br />

Santa Luisa fue una mujer que se dejó moldear <strong>por</strong><br />

el Gran Alfarero de la vida y su respuesta a Dios fue<br />

lo que hizo de ella una gran Santa.<br />

Canto: “Vaso nuevo”<br />

Gracias quiero darte <strong>por</strong> amarme,<br />

gracias quiero darte yo a Ti, Señor.<br />

Hoy soy feliz <strong>por</strong>que te conocí,<br />

gracias <strong>por</strong> amarme a mí también.<br />

Yo quiero ser, Señor Amado,<br />

como el barro en manos del alfarero.<br />

Toma mi vida, hazla de nuevo.<br />

Yo quiero ser un vaso nuevo.<br />

Te conocí y te amé,<br />

te pedí perdón y me escuchaste.<br />

si te ofendí, perdóname, Señor,<br />

pues te amo y nunca te olvidaré.<br />

PRIMER MOMENTO:<br />

“EN LAS MANOS DE DIOS”<br />

SALMO de un Corazón Disponible<br />

Canto: Quiero caminar <strong>por</strong> tus senderos,<br />

dejarme guiar con tu luz, ilumíname (bis)<br />

El Señor ha puesto su mirada sobre nosotros;<br />

43


servicio litúrgico<br />

ha puesto su confianza y esperanza.<br />

El Señor Dios ha hablado<br />

y cuenta con nosotros.<br />

Jesús, cuenta con nosotros<br />

para devolver la luz donde hay oscuridad.<br />

Cuenta con nosotros<br />

para construir entre todos la civilización del amor.<br />

Cuenta con nosotros<br />

para que su palabra<br />

llegue al último rincón de la tierra.<br />

Cuenta con nosotros<br />

para sembrar la semilla de tu evangelio;<br />

semilla que produce frutos de fraternidad y amor.<br />

Canto: Quiero caminar <strong>por</strong> tus senderos,<br />

dejarme guiar con tu luz, ilumíname (bis)<br />

Jesús ha puesto su mirada en nosotros<br />

y nos dice que seamos el blando barro<br />

que toma el alfarero en sus manos<br />

para dar sentido a la vida;<br />

para hacer ver que merece la pena ser vivida<br />

desde el proyecto de Jesús.<br />

Nosotros queremos ser maleables<br />

en los dedos del alfarero<br />

Que no se resiste al ritmo del torno,<br />

sino que se abre dócil a <strong>Él</strong>;<br />

<strong>por</strong>que el cristiano de hoy<br />

no ha perdido su vigencia;<br />

<strong>por</strong>que nunca como hoy su papel<br />

es tan im<strong>por</strong>tante;<br />

<strong>por</strong>que siempre tendrá algo que decir<br />

a esta sociedad.<br />

Nosotros queremos ser barro<br />

que dé sentido y felicidad al mundo.<br />

Cuenta con nosotros, Señor,<br />

Para mostrar el verdadero rostro de Dios,<br />

el Dios Amor.<br />

Cuenta con nosotros, Señor.<br />

Canto: Quiero caminar <strong>por</strong> tus senderos,<br />

dejarme guiar con tu luz, ilumíname (bis)<br />

(Eco del Salmo)<br />

44<br />

semana vocación misión vicenciana 2006<br />

SEGUNDO MOMENTO:<br />

“DEJARNOS HACER POR ÉL”<br />

LECTURA: Jeremías 18,1-6<br />

“Palabra que fue dirigida a Jeremías de parte de<br />

Yahvéh: Levántate y baja a la alfarería, que allí<br />

mismo te haré oír mis palabras. Bajé a la alfarería,<br />

y he aquí que el alfarero estaba haciendo un trabajo<br />

al torno. El cacharro que estaba haciendo se<br />

estropeó como barro en manos del alfarero, y éste<br />

volvió a empezar, transformándolo en otro diferente,<br />

como mejor le pareció al alfarero. Entonces me<br />

fue dirigida la palabra de Yahvéh en estos términos:<br />

¿No puedo hacer yo con vosotros casa de Israel, lo<br />

mismo que este alfarero?, oráculo de Yahvéh. Mirad<br />

que como el barro en la mano del alfarero, así sois<br />

vosotros en mi mano, casa de Israel”.<br />

REFLEXIÓN:<br />

Conforme el alfarero moldea o da forma a la vasija<br />

de barro en su rueda, va conociendo el barro. El<br />

alfarero tiene poder sobre el barro, para dejar los<br />

defectos o para volver a moldear la vasija. Así<br />

mismo Dios tiene poder para volver a dar forma a<br />

sus hijos y conformarlos según sus propósitos.<br />

Nuestra forma de vivir no debería dejarnos pasivos,<br />

sino receptivos a la voluntad de Dios en nosotros.<br />

En la medida que se lo permitamos, Dios vuelve a<br />

darnos forma para que seamos vasijas valiosas.<br />

Para reflexionar:<br />

Antífona:<br />

Dejarme hacer, dejarme hacer,<br />

dejarme hacer es cuanto pides de mí,<br />

dejarme hacer de nuevo <strong>por</strong> ti,<br />

dejarme hacer, en tus manos, Señor.<br />

(Ixcís, CD “Al otro lado del mar”)<br />

• ¿Me dejo moldear <strong>por</strong> las manos de Dios?<br />

• ¿Qué clase de barro soy?<br />

• ¿Soy receptivo al amor que Dios deposita en mi<br />

barro para ser vasija en la vida de los demás?


Historia de la tacita de barro:<br />

Dicen que una vez en Inglaterra existía una pareja<br />

que gustaba visitar las pequeñas tiendas del centro<br />

de Londres. Una de sus tiendas favoritas era donde<br />

vendían vajillas antiguas. Una vez vieron una hermosa<br />

tacita. Dijo la señora al dueño de la tienda:<br />

“¿me permite ver esta taza? ¡nunca he visto algo<br />

tan fino como esto!”<br />

En cuanto tomó la taza en sus manos escuchó que<br />

la tacita comenzó a hablar. La tacita le comentó:<br />

"Usted no entiende, yo no siempre he sido esta taza<br />

que usted está sosteniendo. Hace mucho tiempo yo<br />

sólo era un montón de barro amorfo. Mi creador me<br />

tomó entre sus manos y me golpeó y me moldeó<br />

cariñosamente. Llegó un momento en que me<br />

desesperé y le grité: ¡Por favor! ¡Ya déjame en paz!<br />

Pero mi amo sólo me sonrió y me dijo: aguanta un<br />

poco más, todavía no es tiempo”. Después me puso<br />

en un horno, yo nunca había sentido tanto calor. Me<br />

pregunté <strong>por</strong> qué mi amo querría quemarme, así<br />

que toqué la puerta del horno. A través de la ventana<br />

del horno pude leer los labios de mi amo que<br />

me decían: “Aguanta un poco más, todavía no es<br />

tiempo”.<br />

Finalmente se abrió la puerta. Mi amo me tomó y<br />

me puso en una repisa para que me enfriara. “¡Así<br />

está mucho mejor!” -me dije a mí misma. Pero apenas<br />

me había refrescado cuando mi creador ya me<br />

estaba cepillando y pintándome. El olor de la pintura<br />

era horrible. Sentía que me ahogaba. Por favor,<br />

¡detente! le gritaba a mi amo; pero él sólo movía la<br />

cabeza haciendo un gesto negativo y decía:<br />

“Aguanta un poco más, todavía no es tiempo”.<br />

Al fin mi amo dejó de pintarme; pero esta vez me<br />

tomó y me metió nuevamente en otro horno. No<br />

era un horno como el primero; sino que era mucho<br />

más caliente. Ahora sí estaba segura que me sofocaría.<br />

Le rogué y le imploré a mi amo que me sacara.<br />

Grité, lloré, pero mi creador sólo me miraba<br />

diciendo: “Aguanta un poco más, todavía no es<br />

tiempo”. En ese momento me di cuenta que no<br />

había esperanza. Nunca lograría sobrevivir a ese<br />

horno. Justo cuando estaba apunto de darme <strong>por</strong><br />

vencida se abrió la puerta y mi amo me tomó cariñosamente<br />

y me puso en una repisa que era aún<br />

más alta que la primera.<br />

Allí me dejó un momento para que me refrescara.<br />

Después de una hora de haber salido del segundo<br />

horno, mi amo me dio un espejo y me dijo:<br />

“¡Mírate, ésta eres tú!”<br />

¡No podía creerlo! ¡Esta no podía ser yo! Lo que<br />

veía era hermoso. Mi amo nuevamente me dijo: “Yo<br />

sé que te dolió haber sido golpeada y moldeada <strong>por</strong><br />

mis manos; pero si te hubiera dejado como estabas,<br />

te hubieras secado. Sé que te causó mucho<br />

calor y dolor estar en el primer horno, pero de no<br />

haberte puesto allí, seguramente te hubieras estrellado.<br />

También sé que los gases de la pintura te provocaron<br />

muchas molestias, pero de no haberte pintado<br />

tu vida no tendría color. Y si yo no te hubiera<br />

puesto en ese segundo horno, no hubieras sobrevivido<br />

mucho tiempo, <strong>por</strong>que tu dureza no habría<br />

sido la suficiente para que subsistieras. Ahora tú<br />

eres un producto terminado. Eres lo que yo tenía en<br />

mente cuando te comencé a formar".<br />

Para reflexionar:<br />

servicio litúrgico<br />

vigilia de oración<br />

Antífona:<br />

hágase en mí, Señor, tu voluntad,<br />

cúmplase en mí, Señor, tu Palabra.<br />

(Sor Trini S., CD “Remar en ti)<br />

• Como cristiano vicenciano y misionero, ¿estás en<br />

la misión que el Señor quiere de ti?<br />

• ¿Hasta dónde estás dispuesto a llegar?<br />

• ¿Qué estás dispuesto a hacer?<br />

• Debes saber que el cristiano, el vicenciano, el<br />

misionero, como Cristo Jesús aprendió sufriendo a<br />

obedecer. ¿Qué supone esto para ti?<br />

(En este momento de la oración se les entregará<br />

un trozo de arcilla para que la moldeen y hagan un<br />

cacharro, el cual presentarán en la tercera parte de<br />

la celebración).<br />

Acuérdate de que somos barro en las manos del<br />

Señor, y que él tiene la potestad de hacer de noso-<br />

45


servicio litúrgico<br />

tros lo que él quiera. Gracias a Dios que el deseo de<br />

<strong>Él</strong> es hacer de nosotros una vasija preciosa para<br />

que podamos hacer su voluntad; nunca nos obligará<br />

a vivir algo que no podamos so<strong>por</strong>tar, <strong>Él</strong> nos moldea<br />

para darnos una mejor forma.<br />

TERCER MOMENTO:<br />

“ACTITUDES DE UN JOVEN VICENCIANO<br />

DE HOY”<br />

Lectura: Lucas 10,30-37<br />

«Bajaba un hombre de Jerusalén a Jericó, y cayó en<br />

manos de salteadores, que, después de despojarle<br />

y golpearle, se fueron dejándole medio muerto.<br />

Casualmente, bajaba <strong>por</strong> aquel camino un sacerdote<br />

y, al verle, dio un rodeo. De igual modo, un levita<br />

que pasaba <strong>por</strong> aquel sitio le vio y dio un rodeo.<br />

Pero un samaritano que iba de camino llegó junto a<br />

él, y al verle tuvo compasión; y, acercándose,<br />

vendó sus heridas, echando en ellas aceite y vino;<br />

y montándole sobre su propia cabalgadura, le llevó<br />

a una posada y cuidó de él.<br />

Al día siguiente, sacando dos denarios, se los dio al<br />

posadero y dijo: "Cuida de él y, si gastas algo más,<br />

te lo pagaré cuando vuelva".<br />

¿Quién de estos tres te parece que fue prójimo del<br />

que cayó en manos de los salteadores?»<br />

<strong>Él</strong> dijo: «El que practicó la misericordia con él».<br />

Jesús le dijo: «Vete y haz tú lo mismo».<br />

REFLEXIÓN:<br />

Muchas lecciones les ha dado Nuestro Señor a los<br />

fariseos, pero ninguna tan bella como ésta. Amar al<br />

prójimo no es muy fácil, <strong>por</strong>que requiere donarse a<br />

los demás, y ese donarse cuesta, <strong>por</strong>que no a todos<br />

los tratamos o queremos de la misma manera. Por<br />

ello tenemos que lograr amar a todos <strong>por</strong> igual, sin<br />

ninguna distinción. Quererlos a todos, sin preferir a<br />

nadie. Es difícil pero no imposible.<br />

Dios nos ha dado el ejemplo al vivir su propia doctrina:<br />

"no hay amor más grande que el que da la<br />

vida <strong>por</strong> sus amigos", pero <strong>Él</strong> no la dio solo <strong>por</strong> sus<br />

amigos, sino también <strong>por</strong> sus enemigos, y muchos<br />

santos han hecho lo mismo.<br />

46<br />

semana vocación misión vicenciana 2006<br />

Imitemos a Cristo en su vida de donación a los<br />

demás, y vivamos con confianza y constancia su<br />

mandamiento: "vete y haz tú lo mismo".<br />

Analizando detenidamente esta parábola encontramos<br />

una serie de actitudes profundamente vicencianas:<br />

“Llegó donde estaba el hombre”<br />

Mirada de fe<br />

“Lo vio”<br />

Acogida-Atento a las necesidades<br />

“Le dio lástima”<br />

“Se acercó ”<br />

“Le vendó las heridas”<br />

“Le echó aceite y vino”<br />

Compasión<br />

Cercanía<br />

Delicadeza<br />

Ternura<br />

“Lo montó en su propia cabalgadura”<br />

Servicio<br />

“Lo llevó a una posada”<br />

“Lo cuidó”<br />

“Pagó al posadero”<br />

Paciencia<br />

Amor<br />

Generosidad<br />

“Firmó un cheque en blanco”<br />

Disponibilidad<br />

MIRADA DE FE:<br />

Necesito tener una fe sólida, valiente, en donde no<br />

haya lugar para la duda. Necesito tener una fe<br />

ciega, para descubrir constantemente que Tú vives<br />

en el Hermano. Necesito tener una fe que me dé<br />

seguridad, que siempre Tú me acompañas en mi


camino. Aumenta mi fe, <strong>por</strong>que quiero amarte cada<br />

día más.<br />

ACOGIDA-ATENTO A LAS NECESIDADES:<br />

En tu camino hacia el encuentro con Dios, en tu<br />

ruta del silencio, has hecho el don de tu amor absoluto,<br />

has comprendido la necesidad de abandonarte<br />

en las manos del Padre. Descubriste que Dios<br />

tiene un Plan de Amor para ti y vives en Dios, que<br />

te da un corazón para la acogida capaz de descubrir<br />

y recibir el rostro del hermano en tu vida.<br />

COMPASIÓN:<br />

Padeciendo con los pobres, escuchándoles como<br />

una buena madre, ayudándoles, con mucha paciencia,<br />

compartiendo sus alegrías y sus penas. Gozar y<br />

reír con los niños, ancianos,… Enseñarles a reír y a<br />

gozar con la belleza de la vida.<br />

CERCANÍA:<br />

Cercanos hasta el punto de poner muy cerca de<br />

nuestros ojos, de nuestro corazón las preocupaciones,<br />

el dolor, la desesperanza, los sufrimientos de<br />

tantos pobres.<br />

DELICADEZA:<br />

La delicadeza es el arte de lo pequeño. No se trata<br />

de grandes sacrificios, basta con un pequeño detalle,<br />

la atención cariñosa, la palabra o<strong>por</strong>tuna. Una<br />

mirada, una visita, una caricia,…<br />

TERNURA:<br />

En nuestras palabras y gestos para ayudarles a calmar<br />

tanto dolor o desánimo como tienen los que<br />

carecen del afecto de su familia, de la amistad sana<br />

y reconfortable de unos amigos de verdad.<br />

SERVICIO:<br />

Tú eres un “radar” con corazón, que sabes captar<br />

las situaciones de los otros, que sabes leer en sus<br />

ojos, en su silencio,… Que sabes interpretar y sentir<br />

sus palabras, su dolor, su desesperanza, su poca<br />

fuerza social,… Tu tarea consiste en servir y en<br />

prestar tu voz a los que no la tienen.<br />

PACIENCIA:<br />

La paciencia no es pasividad ante el sufrimiento, no<br />

es reaccionar o un simple aguantarse: es fortaleza<br />

para aceptar con serenidad el dolor y las pruebas<br />

de la vida, como venidos del amor de Dios.<br />

AMOR:<br />

El amor es siempre verdad y algo fácilmente visible<br />

a todos…¡Anda!, pierde y olvida tu “yo”, y amarás<br />

con más certeza… Vive como flor que gozosamente<br />

se transforma en fruto para los demás.<br />

GENEROSIDAD:<br />

Yo sé que me has mirado, que has puesto tus ojos<br />

en mí. Yo sé que me quieres para ser servidor de tu<br />

Reino. Yo sé que me das la fuerza de tu Espíritu<br />

para ser enviado. Yo sé que es posible realizar tu<br />

plan y ser feliz. Señor, quiero hacer de tu Persona y<br />

tu Evangelio, el proyecto de vida que dé sentido a<br />

mi existencia. Aquí me tienes, Señor, para hacer tu<br />

voluntad.<br />

DISPONIBILIDAD:<br />

Aquí estoy, Señor, como Saulo en el camino de<br />

Damasco; y te digo sin rodeos: Señor, ¿qué quieres<br />

que haga? Aquí estoy, Señor, como Samuel en la<br />

noche y te digo: Habla, Señor, que tu siervo escucha.<br />

Aquí estoy, Señor, como María cuando era<br />

joven y te digo: He aquí la esclava; que se haga en<br />

mí según tu Palabra. Aquí estoy, Señor, con un corazón<br />

disponible como el tuyo y te digo: quiero hacer<br />

tu voluntad.<br />

Reflexión:<br />

servicio litúrgico<br />

vigilia de oración<br />

• ¿Qué significan estos valores para ti?<br />

(Se pueden repartir aleatoriamente en unos papeles<br />

y que cada uno comparta qué le ha querido<br />

decir el Señor <strong>por</strong> medio de ese valor. Esta tercera<br />

parte está disponible en Power Point).<br />

Hemos llegado hasta aquí cargados de una historia<br />

que aún os puede costar entender, pero ¡ya sabes!<br />

Dios es muy caprichoso y os ha elegido a cada uno<br />

de vosotros y te pide que le prestes tus manos para<br />

que con ellas pueda seguir curando, bendiciendo y<br />

acariciando. Te pide que le prestes tus pies para<br />

que pueda seguir acudiendo a las llamadas de tan-<br />

47


servicio litúrgico<br />

tos desvalidos. Te pide tus labios, para besar a tantos<br />

niños y a tantos hambrientos de amor. Te pide<br />

tu lengua, para seguir dando buenas noticias a los<br />

pobres. Te pide tus ojos, para mirar con ternura y<br />

cariño a toda la gente.<br />

Te pide tu rostro, para sonreír a cada uno, para sonreír<br />

a pesar de todo, para iluminar todas las situaciones<br />

con mirada de gracia, de paz y de alegría. Te<br />

pide en fin, tu corazón, para que <strong>Él</strong> pueda seguir<br />

amando a su manera.<br />

Canto:<br />

Sigue habiendo tantos pies que lavar.<br />

Sigue habiendo tanta oscuridad que iluminar.<br />

Tantas cadenas que romper.<br />

Pan y vino para el pobre quiero ser. (bis)<br />

(Ixcís, CD “Confío”)<br />

Reflexión:<br />

Cristo es el servidor del Padre en los hombres. Y<br />

nos dice desde su experiencia: “No he venido a ser<br />

servido, sino a servir”. Y define así la verdadera<br />

grandeza: “Quién se haga pequeño… Es el más<br />

grande”. Y nos invita al servicio: “El más grande de<br />

vosotros sea vuestro servidor”. Y nos exhorta a imitarle:<br />

“Os he dado ejemplo… Para que también<br />

vosotros lo hagáis”.<br />

Nuestra gran mujer de acción, Luisa de Marillac, se<br />

lo deja dicho así a las Hijas de la Caridad: “Tened<br />

gran cuidado en el servicio de los pobres”. Y Cristo<br />

nos lo confirma en el evangelio: “Os aseguro que<br />

cada vez que lo hicisteis con un hermano mío de<br />

esos más humildes, conmigo lo hicisteis”.<br />

(Es el momento de presentar el trozo de arcilla que<br />

ha sido modelado en la segunda parte y compartir<br />

la reflexión).<br />

ORACIÓN FINAL:<br />

Sólo Dios puede dar fe...<br />

pero tú puedes dar tu testimonio.<br />

Sólo Dios puede dar la esperanza...<br />

pero tú puedes devolverla a tu hermano.<br />

48<br />

semana vocación misión vicenciana 2006<br />

Sólo Dios puede dar el amor...<br />

pero tú puedes enseñar a amar.<br />

Sólo Dios puede dar la paz...<br />

pero tú puedes sembrar unión.<br />

Sólo Dios puede dar la fuerza...<br />

pero tú puedes animar al desanimado.<br />

Sólo Dios es el camino...<br />

pero tú puedes señalarlo a otros.<br />

Sólo Dios es la luz...<br />

pero tú puedes hacer que brille a los ojos de todos.<br />

Sólo Dios es la vida...<br />

pero tú puedes hacer que florezca el deseo de vivir.<br />

Sólo Dios puede hacer lo que parece imposible...<br />

pero tú puedes hacer lo posible.<br />

Canto final: “Ser tus testigos”<br />

(Sor Trini S., CD “Para ti”)<br />

ANEXO-CANTOS:<br />

Quiero caminar:<br />

http://www.hijascaridad.org/granada/c_cancion/cd<br />

3/13_Quiero_caminar.wav<br />

Dejarme hacer:<br />

http://www.ixcis.org/audio/al_otro_lado_del_mar/a<br />

l_otro_lado_del_mar_06.mp3<br />

Hágase:<br />

http://www.hijascaridad.org/granada/c_cancion/cd<br />

3/12_Hagase.wav<br />

Sigue habiendo:<br />

http://www.ixcis.org/audio/confio/confio_05.mp3<br />

Ser tus testigos:<br />

http://www.hijascaridad.org/granada/c_cancion/cd<br />

2/17_Ser_tus_testigos.wav


servicio litúrgico<br />

oración vocacional<br />

Oración<br />

vocacional<br />

AMBIENTACIÓN<br />

El lugar se puede ambientar con la imagen de<br />

un paisaje seco y de un paisaje frondoso o si<br />

se puede recrear de otra forma, mejor.<br />

Tarjetas con una caña dibujada donde aparezca<br />

escrito: ¡TE NECESITO! (Se da al<br />

comenzar la oración).<br />

Música ambiental (sonidos de la naturaleza).<br />

MONICIÓN<br />

Cada persona recibe de Dios su propia vocación.<br />

Dios llama a cada uno de una manera única, irrepetible.<br />

Pero la auténtica vocación es el resultado de<br />

una llamada y de una respuesta.<br />

“POR ELLOS SIGUE LLAMANDO ÉL”. En esta oración<br />

vamos a ponernos en presencia del Señor, con la<br />

certeza de que donde dos o más están reunidos en<br />

su nombre, allí está <strong>Él</strong> en medio de <strong>ellos</strong>.<br />

Dejémonos interpelar <strong>por</strong> la voz de Dios que en<br />

boca de los Pobres y Excluidos nos <strong>sigue</strong> repitiendo<br />

hoy a cada uno de nosotros: ¡TE NECESITO!<br />

49


servicio litúrgico<br />

SALMO<br />

Recitado a dos coros.<br />

Al finalizar se puede hacer eco del salmo<br />

Es el momento, Señor, de orientar mi vida;<br />

Es la hora de dar rumbo a mi existencia;<br />

Estoy a punto para descubrir un nuevo camino;<br />

No me sirve, Señor, el vivir en eterna encrucijada.<br />

Estoy ante ti abierto como la playa al mar;<br />

Estoy en busca de tus pasos, de tus huellas;<br />

Quiero dejar atrás mis caminos y entrar <strong>por</strong> “tus<br />

caminos”<br />

Quiero decir sí al plan de Dios<br />

para los sueños de mi vida.<br />

Aquí estoy, Señor,<br />

como Saulo en el camino de Damasco;<br />

Y te digo sin rodeos: Señor, ¿qué quieres qué<br />

haga?<br />

Aquí estoy, Señor, como Samuel en la noche<br />

Y te digo: habla, que tu siervo escucha.<br />

Aquí estoy, Señor, como María cuando era joven<br />

Y te digo: he aquí la esclava,<br />

que se haga según tu Palabra.<br />

Aquí estoy, Señor,<br />

con un corazón disponible como el tuyo<br />

Y te digo: quiero hacer tu voluntad.<br />

Señor, ¿qué quieres de mí?, ¿qué me pides?<br />

Señor, ¿cuál es el plan del Padre para mi vida?<br />

Señor, ¿cuál es el proyecto que quieres que realice?<br />

Señor, ¿a qué me llamas?,<br />

¿<strong>por</strong> dónde quieres que camine?<br />

Señor, ¿cómo estar seguro<br />

de tus caminos en mi vida?<br />

Señor, ¿cómo sé yo que eso<br />

es lo que deseas para mi vida?<br />

Señor, ¿seré capaz de ser fiel<br />

a la llamada que me haces?<br />

Señor, ¿y si me equivoco<br />

y tengo que volver atrás?<br />

Señor, ¿cómo comprometerme<br />

si no estoy plenamente seguro?<br />

50<br />

semana vocación misión vicenciana 2006<br />

Preguntas, Señor, siempre preguntas,<br />

¿cómo saldré de la duda?<br />

Yo quiero tener claro cada paso del camino.<br />

Soy calculador, Señor,<br />

y no me gusta arriesgar nada.<br />

Yo quiero tener mis seguridades<br />

y tengo miedo a lo imprevisible.<br />

Yo quiero dar respuesta<br />

pero desde una fe razonada.<br />

A fin de cuentas, ¿te busco o me busco?<br />

¿Pongo los ojos en ti o me miro a mí?<br />

¿Son tus intereses los que busco o sólo los míos?<br />

¿Estoy disponible ante ti?<br />

Quiero, Señor, salir de esta confusión en que vivo.<br />

Quiero, Señor, escucharte<br />

y dar respuesta a tu llamada.<br />

Quiero, Señor, dejar cosas<br />

y quedarme libre para seguirte.<br />

Quiero, Señor, arriesgar mi camino con el tuyo.<br />

Quiero, Señor, dejar mis miedos<br />

y dar pasos en mi fe.<br />

Quiero, Señor, fiarme de tu plan.<br />

Yo sé que me has mirado,<br />

que has puesto tus ojos en mí.<br />

Yo sé que me quieres para ser servidor de tu Reino.<br />

Yo sé que me das la fuerza de tu Espíritu<br />

para ser enviado.<br />

Yo sé que es posible realizar tu plan y ser feliz.<br />

Señor, quiero hacer de tu Persona y tu Evangelio,<br />

el proyecto de vida que dé sentido a mi existencia.<br />

Aquí me tienes Señor, para hacer tu voluntad,<br />

libre y sin miedo.<br />

CANTO:<br />

Todo está en tu adentro<br />

(Brotes de Olivo. CD “¿Cómo te podré pagar?” )


servicio litúrgico<br />

oración vocacional<br />

La caña<br />

de bambú<br />

Había un precioso jardín, que nada más verlo, hacía<br />

soñar. Estaba allí, junto a la casa del Señor.<br />

<strong>Él</strong> no resistía la tentación de visitarlo todas las tardes<br />

y gozar de él. Su mirada se centraba siempre<br />

en una preciosa caña de bambú plantada en el centro<br />

del jardín.<br />

Llamaba la atención <strong>por</strong> su esbeltez, altura y elegancia.<br />

Era la debilidad del Señor. Le encantaba<br />

verla así, recia ante los vientos invernales de los<br />

contratiempos e imperturbable ante los calores y la<br />

sequedad del verano. Pronto se dio cuenta la caña<br />

de bambú que el Señor sentía cierta preferencia <strong>por</strong><br />

ella.<br />

Se le acercó un día el Señor. Sus ojos no brillaban<br />

como otras veces. Casi sin alzar la mirada le dijo:<br />

-Mi querida caña de bambú, ¡TE NECESITO!<br />

Ella no entendía <strong>por</strong> qué le hablaba con tanto misterio,<br />

y para darle ánimo le respondió:<br />

Soy toda tuya... cuenta conmigo para todo lo que<br />

quieras.<br />

No logró arrancar la pesadumbre de su rostro.<br />

Mi querida caña de bambú, para contar contigo<br />

tengo que arrancarte.<br />

¿Arrancarme?, pero... ¿hablas en serio?, ¿<strong>por</strong> qué<br />

me hiciste entonces sentirme como la planta más<br />

dichosa del jardín?. ¡No, <strong>por</strong> favor!, ¡cualquier cosa<br />

menos eso!<br />

El Señor no se echó atrás.<br />

Mi querida caña de bambú, si no te arranco no me<br />

servirás.<br />

Quedaron los dos en silencio, sin saber qué decir.<br />

Con delicado respeto hasta el viento se calló, y los<br />

pájaros detuvieron su vuelo y su canto.<br />

Lentamente, la caña de bambú inclinó sus preciosas<br />

hojas y dijo con voz temblorosa:<br />

Señor, si no puedes servirte de mí, arráncame,<br />

¡arráncame!.<br />

–Mi querida caña de bambú, no te he dicho todo<br />

todavía. Es necesario que te corte las hojas y las<br />

ramas.<br />

51


servicio litúrgico<br />

Señor, ¡no me hagas eso!, ¿qué haré yo entonces<br />

en el jardín?, ¡me convertiré en un ser ridículo!.<br />

Y otra vez dijo el Señor:<br />

Si no te corto las hojas y las ramas que te estorban<br />

para lo que te necesito, no me servirás.<br />

Entonces, el sol estremecido se ocultó entre las<br />

nubes curiosas, los pajarillos alzaron el vuelo saliendo<br />

del jardín temiendo el desenlace.<br />

Temblando y un tanto aturdida, la caña de bambú<br />

pudo balbucear:<br />

Está bien señor, ¡córtamelas!<br />

El Señor no había acabado. Con una tierna mirada<br />

intensamente profunda, le dijo:<br />

Mi querida caña de bambú todavía me queda algo<br />

que me cuesta mucho pedirte. Tendré que cortarte<br />

en dos y extraerte toda la savia que ahora te da<br />

vida. Sin eso no me servirías de nada.<br />

La caña de bambú no pudo articular palabra, dócilmente,<br />

con humilde confianza se echó a tierra y se<br />

ofreció totalmente a su Señor.<br />

Así el Señor del jardín, arrancó la caña de bambú,<br />

le podó las hojas y las ramas, la partió en dos, y<br />

extrajo toda la savia.<br />

Después se fue hacia una fuente de agua fresca y<br />

cristalina muy cercana a sus campos que desde<br />

hacía algún tiempo morían de sed. Con toda dulzura<br />

el Señor ató una punta de la caña a la fuente, y<br />

la otra la colocó en el campo.<br />

(Música con sonidos de la naturaleza)<br />

El agua que manaba de la fuente comenzó poco a<br />

poco a desplazarse hacia los campos a través de la<br />

caña de bambú. El campo comenzó a reverdecer.<br />

Con la primavera todo se cuajó de mieses y amapolas.<br />

Con la cosecha el Señor pudo alimentar a todo<br />

su pueblo.<br />

Cuando el bambú era alto, esbelto, vivía y crecía<br />

sólo para sí, autocomplacido e instalado en su<br />

forma de vivir. Ahora vacío de esquemas el Señor<br />

había hecho de él un canal <strong>por</strong> el que fluía abundantemente<br />

la Gracia que permitía alimentarse a<br />

todos los de la casa y hacer fecundo el amor que<br />

del Señor se recibe y comparte.<br />

52<br />

semana vocación misión vicenciana 2006<br />

CANTO:<br />

Dónde tú quieras<br />

(Brotes de Olivo. CD “¿Cómo te podré pagar?” )<br />

Nos dejamos iluminar <strong>por</strong> la PALABRA:<br />

(Lc. 1, 26-38)<br />

INTERIORIZAMOS Y COMPARTIMOS<br />

Hoy el Señor <strong>sigue</strong> necesitando de personas para<br />

su obra.<br />

¿Te has planteado alguna vez si el Señor te necesita?<br />

Si te pidiera arrancarte, ¿de dónde tendría que<br />

hacerlo?<br />

¿Qué hojas y ramas te estorban para servir mejor a<br />

Dios?. ¿Las cortarías si el Señor te lo pidiera?<br />

La savia que el Señor extrajo a la caña suponía<br />

vaciarse de sí misma. Mira en tu interior, ¿de qué<br />

sientes que te tienes que vaciar para que Dios habite<br />

en ti en plenitud?<br />

¿Qué provoca en ti el dolor del que sufre? ¿Cómo<br />

puedes aliviarlo?<br />

La acción de Dios en mi vida, ¿me lleva a ser cauce<br />

de su amor a los que más lo necesitan?<br />

GESTO:<br />

Cada participante escribirá su nombre en la tarjeta<br />

que se le entregó al empezar la oración, de tal<br />

forma que quede: ¡TE NECESITO,....nombre.....! al<br />

compartir su reflexión puede dejar su tarjeta en<br />

algunos de los paisajes donde se siente llamado a<br />

estar y dar vida, parte seca o parte frondosa. Este<br />

gesto puede ir acompañado de alguna frase como:<br />

“Aquí estoy, Señor”, “Está bien, Señor”, “Hágase tu<br />

voluntad”, etc.


PADRENUESTRO<br />

ORACIÓN FINAL:<br />

(todos juntos)<br />

Tengo necesidad de decirlo,<br />

<strong>por</strong>que lo siento en mi interior.<br />

Tengo que proclamar bien fuerte<br />

lo que el Señor ha hecho conmigo,<br />

que supera toda alabanza.<br />

Dios me amó,<br />

se vistió de carne para que le viera,<br />

puso en mí sus ojos con cariño,<br />

se dignó invitarme a que le siguiera,<br />

abrió su corazón para que entrara<br />

me regaló su Espíritu para que reviviera.<br />

Contaré lo que el Señor ha hecho conmigo.<br />

Vino un día a mí y se quedó conmigo.<br />

Me dijo que me amaba y que contaba conmigo,<br />

me habló de mis hermanos, los más pobres<br />

servicio litúrgico<br />

oración vocacional<br />

y me sugirió entregarles mi vida.<br />

Me sedujo y acepté el reto,<br />

un reto que se repite cada día,<br />

una misión que da sentido a mi vida.<br />

Diré también, lo que el Señor me pide cada día:<br />

Que lo ame, sólo eso.<br />

Que lo ame a <strong>Él</strong> y a mis hermanos.<br />

Y a cambio, <strong>Él</strong> me asegura fidelidad,<br />

que nunca se apartará de mí.<br />

Que aunque yo falle, <strong>Él</strong> siempre está conmigo.<br />

Todo esto ha hecho el Señor conmigo.<br />

Tenía necesidad de decirlo,<br />

de darte gracias, Señor.<br />

CANTO:<br />

Hacen falta siervos<br />

(Sor Trini Segura. CD “Un nuevo amanecer” )<br />

53


testigos<br />

P. Valeriano<br />

Güemes<br />

Excelente misionero con fama de santo.<br />

Burgalés de nacimiento<br />

(Quintanarruz, 1890),<br />

falleció en Mohana (Orissa - India)<br />

en 1978, después de 56 años<br />

en la Misión de Cutack<br />

54<br />

semana vocación misión vicenciana 2006<br />

El día 18 de agosto de 1921, el P. Valeriano Güemes<br />

se encuentra en Limpias, con el P. Joaquín Atienza,<br />

Visitador de la Provincia canónica de Madrid. El<br />

mismo P. Güemes informa de la conversación. “Sin<br />

duda, me dijo, habrá oído usted, Padre Güemes,<br />

que Roma ha confiado a nuestra Provincia una<br />

Misión, nada menos que en la India. El Consejo provincial<br />

ha escogido cuatro individuos, que formarán<br />

la primera expedición. Usted es uno de <strong>ellos</strong>. ¿Tiene<br />

alguna razón en contra?<br />

- Razón en contra ninguna, ni grande ni pequeña.<br />

- ¿De modo que acepta?<br />

- Acepto el ofrecimiento, como venido de la mano<br />

de Dios”.<br />

La vocación misionera “ad gentes” del P. Güemes,<br />

<strong>por</strong> tanto, no fue algo cultivado; más bien un<br />

homenaje de su disponibilidad a los planes de Dios<br />

a través de los superiores.<br />

La preparación fue sumamente breve. El día 10 de<br />

enero de 1922 llegaban los cuatro misioneros<br />

Paúles a su destino: Orissa. El superior de la expedición<br />

era el P. José María Fernández y los Padres<br />

Ferrer y Coello Rey los otros compañeros.<br />

A las dificultades de aclimatación en aqu<strong>ellos</strong> primeros<br />

días, hubo que añadir las del aprendizaje de<br />

los idiomas y en los apuros económicos que enseguida<br />

fueron apareciendo. La vida ordinaria no<br />

resultaba fácil y no faltaron problemas. El P.<br />

Valeriano Güemes comenzó a recorrer las aldeas<br />

con antiguos cristianos y abrir otras nuevas. En su<br />

vida brillaba la pobreza: un pequeño altar <strong>por</strong>tátil,<br />

una pequeña bolsa con su ajuar, y una caja con<br />

algunas medicinas para atender a los enfermos. Por<br />

todas partes se hablaba de los poderes curativos<br />

del “guru” cristiano. El P. Valeriano Güemes era feliz<br />

anunciando la Buena Nueva y sanando enfermedades.<br />

En su vida misionera llegó a preocuparle mucho<br />

que comenzaran a designarle para cargos: primero<br />

Superior de Surada, luego Administrador Apostólico,<br />

más tarde Superior eclesiástico y en lontananza,<br />

quiza, una mitra con la que no podían sus hombros.<br />

Todo eso era demasiado para su humildad y escribe<br />

a los Superiores: “Mi incapacidad para llevar tal<br />

puesto es tan clara, particularmente después de la


experiencia de ocho meses, que mi conciencia me<br />

obliga a presentar la renuncia y a rogarle me cambie<br />

<strong>por</strong> cualquier otro más digno que yo. A fin de<br />

mantener la observancia de la regla y la paz fraterna,<br />

que me parece a mí ha desaparecido desde el<br />

tiempo de mi nombramiento como superior de la<br />

Comunidad”.<br />

Lo cierto es, que a pesar de manifestaciones como<br />

estas, tanto los responsables de la Congregación de<br />

la Misión como la Jerarquía de la Iglesia en la India,<br />

siguieron valorando su gestión. En 1930 aparece<br />

una Congregación Vicentina en el Sur de la India. El<br />

P. Güemes es elegido para transmitirles la espiritualidad<br />

de San Vicente. Años más tarde el mismo<br />

P. Güemes se convierte en Director de Novicios de<br />

esa misma Congregación.<br />

Ante las dificultades que surgen para que el<br />

Superior General envíe Hijas de la Caridad a la<br />

Misión de Cuttac, el P. Güemes escribe a Mons.<br />

Kierkels, Delegado Apostólico: “De no venir<br />

Hermanas, no tendremos nunca dispensarios,<br />

catecumenados, ni visitas a los pobres en la misión.<br />

Todos nosotros creemos que se requiere la influencia<br />

de Su Excelencia ante la Congregación de la<br />

Propagación de la Fe a fin de que decidan pronto y<br />

favorablemente”. La respuesta llegaba a los pocos<br />

días: “Tratare de mil amores de interesar a la<br />

Congregación de la Propagación de la Fe en el<br />

asunto”. Meses mas tarde llegaba el permiso.<br />

“La Historia de la Congregación en Cuttack” del P.<br />

Vicente Urbaneja, compendia así la vida del P.<br />

Güemes: “Lleno de un verdadero espíritu vicenciano<br />

y de un celo infatigable <strong>por</strong> las almas, se vio<br />

completamente absorbido <strong>por</strong> el trabajo de la evangelización<br />

de manera que no encontró en los 56<br />

años de permanencia en la India un solo día para<br />

visitar a su familia. Aún durante su avanzada edad<br />

estaba siempre ocupado en evangelizar a los<br />

pobres visitándoles constantemente”.<br />

Todos los que convivimos con el P. Valeriano<br />

Güemes vimos un algo en su vida que hablaba de<br />

santidad. En 1954 “durante la visita del P. Silvestre<br />

Ojea, C.M. al comprobar la gran veneración que<br />

testigos<br />

P. Güenes<br />

manifestaban las gentes de Aligonda <strong>por</strong> el P.<br />

Valeriano Güemes, comentaba: “Caramba, caramba,<br />

dicen que aquí ha hecho milagros”.<br />

Nuestros criterios eran muy parecidos a los de<br />

nuestros cristianos. El P. Ibilcieta en una visita que<br />

hizo a Malabar y en conversación con los Padres<br />

Vicentinos del Sur, hablando del P. Güemes comentaba:<br />

“Si entre los Paúles de la Misión de Cuttack<br />

hay alguno canonizable, ése es el P. Valeriano<br />

Güemes”.<br />

Precisamente en el escrito sobre la muerte del P.<br />

Güemes, el P. Fernando Ibilcieta, siempre tan original,<br />

cuenta que “entre bromas y veras, allá y acá,<br />

adelanté: cuando muera el P. Güemes, todos le llamarán<br />

santo y escribirán de sus virtudes; yo pienso<br />

escribir un artículo que se titule: Los pecados del P.<br />

Güemes”.<br />

“Apenas conocida su defunción, escribí al P. Aguilar,<br />

que fue compañero del P. Güemes de 1924 a 1932<br />

y le pregunté: “¿Que pecados me cuenta usted de<br />

él?”. “Yo nunca vi pecado en el P. Güemes sino virtudes”.<br />

Y es muy de tenerse en cuenta este testimonio,<br />

<strong>por</strong>que aqu<strong>ellos</strong> tiempos del P. Aguilar en la<br />

misión no solo fueron los más difíciles, sino los más<br />

heroicos y polémicos de la Misión de Cuttack”.<br />

Pedro Junquera, c.m.<br />

55


testigos<br />

Margarita<br />

Naseau<br />

La Vaquera de Suresnes<br />

“Todo el mundo la quería,<br />

<strong>por</strong>que no había nada<br />

que no fuese digno de amor en ella.”<br />

Palabras hermosas que el Señor Vicente deja fluir de su<br />

corazón y de su mente, aquel caluroso mes de julio de<br />

1642 hablando a las primeras Hermanas sobre las virtudes<br />

y valores de Margarita Naseau.<br />

Vicente de Paúl y Luisa de Marillac, encontraron encarnada<br />

en ella, la invitación que la Divina Providencia les estaba<br />

sugiriendo: crear, fundar, una Compañía de jóvenes<br />

aldeanas, que sirvieran al Cristo encarnado en los pobres,<br />

que habitaban la campiña y las callejuelas de París.<br />

Margarita Naseau, fue y es el sueño que Vicente y Luisa<br />

vieron y palparon como una gozosa realidad. Los tres:<br />

Vicente, Luisa y Margarita, siempre fieles al ritmo que les<br />

iba marcando la Providencia. Así nació y se consolidó esa<br />

gran obra de amor, al servicio de los pobres: la<br />

Compañía de las Hijas de la Caridad.<br />

Siempre me ha subyugado la figura de esta joven aldeana<br />

del siglo XVII francés. Desde que he profundizado un<br />

poquito más en su ser y hacer, me he sentido fascinado.<br />

Su atreverse a aprender a leer, cuando de los veinte<br />

millones de la Francia de entonces, sólo el veinte <strong>por</strong><br />

ciento sabía leer (casi todos varones), resulta sorprendente<br />

y providencial que esta chica de pueblo sintiera esa<br />

necesidad. Y es aun más sorprendente, o más providencial,<br />

que una vez que alcanza esa meta, rayana en lo<br />

imposible para una chica de pueblo, no quiere quedarse<br />

con ese don para su disfrute personal, sino que hace partícipes<br />

a las chicas de Suresnes del tesoro hallado. Su<br />

poder de convocatoria en torno a un proyecto ilusionante,<br />

fue un don que el Señor le regaló con generosidad.<br />

Como todo esto le parecía poco, muerto su padre, y con<br />

sus cinco hermanos suficientemente mayores como para<br />

defenderse en la vida, era la mayor de seis hermanos,<br />

que habían quedado huérfanos de madre cuando ella, era<br />

sólo una adolescente, emprende la itinerante aventura de<br />

maestra y catequista rural. Un día de primavera, de<br />

madrugada, con escasos enseres y la comida para unos<br />

56<br />

semana vocación misión vicenciana 2006<br />

días, se lanza a recorrer los veinticinco kilómetros que<br />

separan Suresnes de Villepreux. Allí, en Villepreux, se instaló<br />

para iniciar su labor educativa, no sólo de niñas, sino<br />

también de personas mayores. Su tarea, aunque le producía<br />

la satisfacción de saber que estaba siendo fiel al<br />

querer de Dios, no <strong>por</strong> eso dejaba de estar erizada de<br />

dificultades y riesgos; sólo era una chica de pueblo. Ella<br />

misma contó a la Señorita Le Gras que una vez,<br />

después de haber estado privada de pan durante<br />

varios días, y sin haber puesto a nadie al corriente<br />

de su pobreza, al volver de misa, se encontró con<br />

qué poder alimentarse durante bastante tiempo.<br />

Son palabras del Señor Vicente, tomadas de la conferencia<br />

a las primeras Hermanas, arriba citada.<br />

En Villepreux, se encontró con San Vicente, que le animó<br />

a dejar el pueblo para ir a servir a los pobres y enfermos<br />

de París. Primero, en la parroquia de San Salvador; más<br />

tarde, en San Nicolás de Chardonet, donde murió apestada,<br />

contagiada <strong>por</strong> una chica enferma de dicho mal, a<br />

quien metió en su propia cama, para que no sufriera el<br />

hacinamiento del Hospital de San Luis, donde eran internados<br />

los apestados de toda la ciudad. En París, bajo la<br />

mirada atenta de Santa Luisa, hizo un servicio de calidad<br />

al pobre, que todos admiraban.<br />

Pocos ejemplos, modelos, tan sugerentes, atractivos y<br />

plenificantes, como el de Margarita, pueden encontrar los<br />

jóvenes del siglo XXI, que desean realizarse como mujeres<br />

y hombres de bien.<br />

Margarita Naseau, es el camino para todas las Hijas de la<br />

Caridad, para todos los vicencianos, que estemos dispuestos<br />

a ser felices viviendo con radicalidad el carisma.<br />

Margarita, es el camino para todo ser humano, aunque<br />

no sea creyente, que sabe, que sirviendo a los más desfavorecidos<br />

encontrará el sentido a su vida.<br />

Atrévete, si vives como Margarita, siempre estarás alegre<br />

y contagiarás ese gratificante virus a todo el mundo.<br />

Margarita Naseau es un espejo terso, limpio, brillante,<br />

diáfano, utilízalo todas las mañanas y verás todo con más<br />

claridad.<br />

Margarita Naseau, es la rosa inmarcesible que <strong>por</strong> todos<br />

sus pétalos esparce el buen olor de Cristo. Déjate impregnar<br />

<strong>por</strong> <strong>Él</strong>. Que como ella, en palabras de Vicente de<br />

Paúl, hagas del buen Dios, tu único maestro o maestra.<br />

Margarita Naseau, la joven fiel a Dios y a los Pobres, que<br />

aún no ha sido canonizada.<br />

Eblerino Diez LLamazares


Para los que creen que educando en valores y actitudes<br />

se puede conseguir transformar la realidad y<br />

crear un mundo mejor, para los que tienen cierta<br />

inquietud y se hacen cuestiones en torno a la fe,<br />

para los que buscan hacer rendir sus propios talentos,<br />

para los que sienten la necesidad de conocer su<br />

inteligencia emocional. Para todo <strong>ellos</strong> están hechas<br />

páginas como www.encuentra.com, www.proverbia.net,<br />

www.interrogantes.net donde<br />

también encontrarán libros, artículos, testimonios,<br />

relatos, ejercicios, imágenes,… o www.pensamientos.org<br />

que intenta hacer presente en el<br />

mundo el Evangelio de Jesucristo, informando a través<br />

de la web sobre la Iglesia y su protectora,<br />

María. www.aunalia.com es un espacio que pretende<br />

ayudarnos a llenar de valor nuestra vida cotidiana<br />

y aunar a través de la red a todos los que<br />

estamos dispuestos a que nuestros sueños se<br />

hagan realidad de manera sencilla y a<strong>por</strong>tando<br />

nuestro granito de arena. Es el caso también de<br />

www.educalter.org, una red de recursos en educación<br />

para la paz, el desarrollo y la interculturalidad.<br />

Un espacio para compartir recursos que nos<br />

permita seguir llevando adelante el compromiso<br />

web valores<br />

valores<br />

que viajan<br />

<strong>por</strong> la web<br />

Daniel Agustí<br />

con una educación transformadora hacia un mundo<br />

más justo.<br />

Y para un compromiso más directo, no podemos<br />

dejar de visitar www.<strong>por</strong>talunesco.org, que se<br />

ha centrado en la Educación con miras el Desarrollo<br />

Sostenible. Promover el esfuerzo y la participación<br />

es el impulso del Decenio de las Naciones Unidas.<br />

Tocan temas acciones clave como son reducción de<br />

la pobreza, igualdad de sexos, promoción de la<br />

salud, medio ambiente, desarrollo rural, diversidad<br />

cultural, paz y seguridad humana. www.fund-culturadepaz.org<br />

da a conocer la Fundación Cultura<br />

de Paz, que nace para contribuir a la construcción y<br />

consolidación de una cultura de paz <strong>por</strong> medio de<br />

la reflexión, la investigación, la educación y la<br />

acción sobre el terreno.<br />

La cultura de paz es un conjunto de valores, actitudes<br />

y com<strong>por</strong>tamientos que reflejan el respeto a la<br />

vida, al ser humano y a su dignidad y que ponen en<br />

primer plano los derechos humano, el rechazo a la<br />

violencia en todas sus formas y la adhesión a los<br />

principios de libertad, justicia, solidaridad y tolerancia,<br />

así como la comprensión entre los pueblos, los<br />

colectivos y las personas.<br />

57


semana vicenciana vocación misión 2006 2006<br />

servicio<br />

vocacional


servicio vocacional<br />

testimonios<br />

Sor Eveline Franc<br />

Superiora General de la Compañía<br />

de las Hijas de la Caridad<br />

En unas líneas, voy a tratar de contar mi vocación<br />

misionera, pues es una alegría hacer una relectura de<br />

la llamada de Dios y descubrir los caminos <strong>por</strong> los que<br />

la Providencia me fue conduciendo y que me llevaron<br />

a presentar la petición de las misiones ad gentes en<br />

la Compañía de las Hijas de la Caridad.<br />

Desde el día de mi primera Comunión, en 1955,<br />

tuve la certeza que el Señor me llamaba a una<br />

vocación apostólica, a entregarle toda mi vida para<br />

los pobres, para los más pobres, a hacerle la ofrenda<br />

de todo lo que era y de todo lo que tenía. En el<br />

corazón de una niña de siete años, una llamada así<br />

hace nacer una formidable esperanza y una impaciencia<br />

<strong>por</strong> crecer. Algunos años más tarde, se lo<br />

conté a mis padres; <strong>ellos</strong> recibieron mi confidencia<br />

con emoción, animándome sin embargo a discernir<br />

bien esta llamada en la oración. Después me aconsejaron<br />

con firmeza que terminara mis estudios y<br />

que, durante dos años, ejerciera una profesión<br />

antes de presentar mi petición. Yo les agradezco<br />

este tiempo de espera que fue rico en esperanza.<br />

En 1973 llamé a la puerta de las Hijas de la Caridad<br />

de San Vicente de Paúl pues, desde la adolescencia,<br />

había leído regularmente, en una revista misionera<br />

a la que estaban suscritos mis padres, algunos<br />

nombres de Hijas de la Caridad que servían en las<br />

misiones y también gracias a unos artículos sobre la<br />

Madre Guillemin encontrados en la prensa católica<br />

y profana de 1968.<br />

De hecho, desde que tuve conciencia de mi vocación,<br />

la idea de las misiones estaba ya inscrita en filigrana<br />

en el deseo de entregarme al Señor. Comprendí esta<br />

llamada a la misión ad gentes como una gracia suplementaria<br />

y ahora la leo también como una consecuencia<br />

lógica de múltiples influencias.<br />

Mi familia me enseñó a recibir todo de Dios, a dar<br />

testimonio de la Fe compartiéndola con otros.<br />

Además, juntos, recordábamos con orgullo la vida<br />

de tíos y tías misioneros.<br />

Mi ciudad de origen, Lyon, es también una ciudad<br />

misionera: puedo citar rápidamente a Pauline<br />

Jaricot, que tuvo la intuición a partir de 1817 de la<br />

Obra de la propagación de la fe, al origen de las<br />

OPM actuales; a la Sociedad de las Misiones africanas,<br />

fundada en Lyon en 1856, a la Sociedad del<br />

Prado para las Misiones ad intra en 1860, etc.<br />

Desde el momento de mi petición de entrada al<br />

Postulantado de las Hijas de la Caridad, expresé este<br />

deseo de las Misiones y, una vez más, fui invitada a<br />

tener paciencia. Durante la formación inicial, estudiamos<br />

la Exhortación Evangelii Nuntiandi (1975) de<br />

Pablo VI y esta lectura inflamó mi corazón. La descripción<br />

de la misión ad gentes me impresionó:<br />

Pasión <strong>por</strong> Cristo, impulso generoso, testimonio de<br />

alegría, apertura a lo desconocido, servicio de promoción<br />

y respeto del otro. Tuve también la ocasión de oír<br />

a las misioneras, que venían un tiempo de descanso,<br />

hablar de sus vidas cotidianas.<br />

Pero… fui enviada a misión a mi Provincia de Lyon y<br />

durante varios años serví allí, amé a adultos discapacitados,<br />

a jóvenes. Fue una ocasión de crecer en mi<br />

vocación de sierva, de aprender, en medio de alegrías<br />

y dificultades, éxitos y fracasos, a encontrar a<br />

Cristo en los otros. Fue también un largo Adviento,<br />

una espera ferviente de la misión ad gentes cuya petición<br />

renovaba todos los años y que me fue concedida<br />

en 1982. Desde entonces, hasta 1999, con un año<br />

de interrupción, he tenido el privilegio de vivir la<br />

misión ad gentes y he experimentado todo lo que la<br />

llamada de Dios contenía en germen: el céntuplo<br />

59


servicio vocacional<br />

La vocación es una semilla que Dios siembra en<br />

nosotros, pero dándonos la libertad de convertirla<br />

en la clase de árbol que nosotros queramos. <strong>Él</strong> se<br />

compromete a guiamos con su Espíritu a fin de<br />

que su desarrollo sea para nuestra realización<br />

como personas y como cristianos. La vocación es<br />

el llamado amoroso de Dios, lleno de ternura e ilusión,<br />

más intenso que el del padre o la madre que,<br />

al contemplar a su hijito dormido en la cuna, ya<br />

empiezan a soñar en lo que podrá ser cuando<br />

crezca. Juan y Mercedes, mis padres, tenían la ilusión<br />

de que algún hijo o hija de los siete que tuvieron<br />

se consagrara totalmente a Dios. Sin embargo<br />

nunca me lo sugirieron. Pero el clima familiar en<br />

que vivíamos nos llevaba a amar a Dios y a la<br />

Iglesia. Y el testimonio de <strong>ellos</strong>, como padres y<br />

creyentes, me marcó para siempre. La devoción<br />

de mi padre a Santa Tersita del Niño Jesús, patrona<br />

de las Misiones, era tan grande que cuando a<br />

los 21 años les comuniqué mis inquietudes vocacionales,<br />

a ella le encomendó el crecimiento de mi<br />

vocación.<br />

Fue a los 21 años de edad que solicité ingresar en<br />

la Congregación de la Misión de San Vicente de Paúl<br />

<strong>por</strong>que antes me tuve que dedicar a estudiar lo que<br />

fue mi primera vocación: ser maestro. Y durante la<br />

adolescencia y juventud me tuve que dedicar a cultivar<br />

lo que considero, para mi, uno de los valores<br />

más im<strong>por</strong>tantes de la vida: la amistad. Y como no<br />

hay “vocaciones tardías” sino que el Señor es<br />

paciente con el ritmo de cada árbol fue a los 21<br />

años.<br />

¿Cómo conocí a San Vicente? A los 18 años empecé<br />

a ejercer como maestro en la Escuela del Hogar<br />

Nuestra Señora de las Mercedes (Casa Beneficencia)<br />

en Tarragona, mi ciudad natal. La dirigían las<br />

60<br />

semana vocación misión vicenciana 2006<br />

Luis Solé Fa, c.m.<br />

Obispo de Trujillo. Honduras<br />

Hijas de la Caridad. El testimonio de las Hermanas<br />

y el contacto con los niños más pobres fue inquietando<br />

mi vida. Y fue naciendo el deseo de seguir a<br />

Jesús Maestro en el servicio de los más pobres.<br />

Cuando conocí a los PP Paúles en Espluga de<br />

Francolí (Tarragona), y orientado <strong>por</strong> el P. José<br />

Mulet, el árbol de mi vocación fue injertado no sólo<br />

para servir a los pobres sino también para saber<br />

arrancarse de raíz y, cruzando el charco, plantarse<br />

donde la Iglesia, en Honduras, necesitaba refuerzos<br />

misioneros. Debo agradecer el ejemplo de tantos<br />

misioneros paúles que fueron, para mí, instrumentos<br />

del Espíritu Santo en mi caminar vocacional. Es<br />

un caminar que nunca termina la vocación. Es un<br />

árbol que nunca deja de crecer y renovarse en frutos.<br />

San Vicente decía que los pobres nos evangelizan.<br />

Eso ha significado en mi vida la presencia de los<br />

pobres. Me han enseñado lo que no se puede<br />

aprender en los libros. Me han enseñado a encontrar<br />

en mi mismo aqu<strong>ellos</strong> frutos que el Espíritu<br />

pone en cada uno para poder hacer realidad el difícil<br />

reto que nos propone Jesús: encontrarlo a <strong>Él</strong> en<br />

el amor convertido en servicio a los pobres. Al aceptar<br />

el nombramiento de Obispo para la Diócesis de<br />

Trujillo, pensé que mi servicio a esta Iglesia particular<br />

debe estar guiado <strong>por</strong> lo que para Jesús fue el<br />

núcleo de su Misión: “se anuncia a los pobres el<br />

Evangelio” (Le.?, 22)


servicio vocacional<br />

testimonios<br />

Laura Jiménez Sánchez<br />

Postulante de las Hijas de la Caridad<br />

Conocí a las Hijas de la Caridad siendo alumna en el colegio<br />

Regina Mundi de Granada a la edad de 14 años. Cuando<br />

entré ni se me podía pasar <strong>por</strong> la cabeza que el Señor me<br />

iba a mirar a los ojos y llamarme <strong>por</strong> mi nombre para él.<br />

Me apunté a las catequesis con el fin de confirmarme y<br />

nada más. Pero cual fue mi sorpresa...<br />

Conocí el movimiento cristiano J.M.V y me empezó a apasionar<br />

casi sin darme cuenta.Durante los tres años de mis<br />

catequesis para la confirmación, aprendí sobre la religión<br />

cristiana y sobre todo empezé a sentir emociones que<br />

jamás había sentido y todo me llevaba al compromiso.<br />

Éstos que se encontraban en el proyecto personal a lo largo<br />

de estos años pasaron a formar parte de mi vida, no podía<br />

pasar sin estas citas con Dios.<br />

Y... llegó ese día tan esperado: el día de mi corfirmación.<br />

Tenía 18 años. Me sentí muy feliz pues iba a emprender<br />

una aventura... CONOCER MÁS A DIOS, como catequista y<br />

catecúmena, era feliz <strong>por</strong>que iba a dar gratis lo que había<br />

recibido gratis; la palabra de Dios que inundó de Amor mi<br />

corazón. Estaba en busca; preguntaba a Dios ¿Dónde<br />

vives? y con los acontecimientos de la vida me contestaba<br />

“ven y lo verás”. A partir de ahora empecé a conocer más<br />

el carisma de J.M.V, San Vicente, Santa Luisa, el espíritu<br />

vicenciano: los pobres.<br />

El Señor me estaba cautivando, y no podía resistirme, me<br />

estaba danto cuenta que ponía su mirada de Amor sobre<br />

mí.<br />

Cuando hice selectividad quería entrar en la compañía,<br />

claro que aún era una adolescente y me quedaba mucho<br />

<strong>por</strong> conocer en cuanto a los designios de Dios y el “mundo”.<br />

Hacía vida como cualquier otra chica; estudiaba magisterio,<br />

trabajaba, era catequista y catecúmena comprometida,<br />

salía de fiesta con mis amigas y mis amigos y, como no,<br />

también tuve un amigo muy especial que me hizo dudar si<br />

mi camino era ser Hija de la Caridad o no. Pasé <strong>por</strong> el<br />

momento más oscuro de crisis de fe.<br />

No es que en el “mundo” no fuera feliz, pero había otro<br />

camino que también me conquistaba: la llamada de Dios a<br />

ser Hija de la Caridad para servir a los pobres.<br />

Durante los estudios de magisterio empecé a descrubrir mi<br />

sueño de semilla y cuál era el tesoro de mi vida. Me ayudaron<br />

mucho los encuentros vocacionales, prestar servicio<br />

durante el curso y vivir con las Hijas de la Caridad durante<br />

el verano unas tem<strong>por</strong>adas también prestando servicio en<br />

la residencia de ancianos de Granada San Vicente de Paúl.<br />

Fueron sentimientos muy profundos, momentos alegres,<br />

tristes, de duda, soledad y de estar a solas con Dios. Claro<br />

que tenía la suerte de compartir todo ésto con una amiga<br />

que estaba en mi misma situación de discernimiento y con<br />

una hermana que me guió un poquito en mi caminar.<br />

Y... acabé la carrera, el señor me mostró con claridad el<br />

escenario para mi vida, el tesoro de mi vida parecía haberlo<br />

encontrado y el sueño de semilla podía o no hacerse realidad<br />

según la opción que escogiese. Todo dependía de la<br />

respuesta de Amor que yo diera a esa llamada de Amor.<br />

Para que todo se hiciera realidad, como dice el evangelio<br />

vendí todo para comprar el tesoro. No me fue fácil dejar mi<br />

vida pasada; mis padres, mi hermana, mis amigos, salidas,<br />

trabajo. fiestas, etcétera.<br />

Pero di <strong>por</strong> fin el paso, no hace mucho tiempo, en el mes<br />

de María (2005) me enconmendé a ella sin mirar atrás y<br />

emprender mi nuevo camino en la compañía de las Hijas de<br />

la Caridad como prepostulante que comencé el 25 de junio<br />

2005 en Almería - Vera- en un hogar de niños.<br />

Pese a las dificultades que he ido encontrando en el camino<br />

de Dios, buenas para madurar como persona y en la fe,<br />

soy muy feliz, tengo mucha ilusión <strong>por</strong> seguir formándome<br />

para ser de Dios como Hija de la Caridad, no me arrepiento<br />

del paso que he dado.<br />

Animo a las jóvenes que sientan la llamada de Dios, no tengáis<br />

miedo, abrid vuestro corazón. <strong>Él</strong> irá y vivirá con vosotras.<br />

Merece la pena arriesgar, darle la vida a Dios.<br />

¡¡Ahora eso sí que os digo!! hay que venderlo todo para<br />

seguir a Dios.<br />

No hay vocaciones <strong>por</strong>que el señor no llama sino <strong>por</strong>que no<br />

hay respuestas.<br />

61


servicio vocacional<br />

Si bien yo me he criado en una familia cristiana y<br />

siempre he sentido inquietud <strong>por</strong> dedicar mi vida al<br />

Señor, lo cierto es que no acertaba a ver exactamente<br />

en donde podía encajar yo en el amplio<br />

esquema de dedicación personal a tiempo total que<br />

ofrece la iglesia a sus hijos y para sus hijos.<br />

Cuando uno acaba sus estudios universitarios, sale<br />

con la conciencia y el deseo de cambiar el mundo<br />

en el que a uno le ha tocado vivir, y como dicen en<br />

mi tierra, “sales a comerte el mundo”. Pero la realidad<br />

es totalmente opuesta, y si te descuidas, el<br />

mundo te come a ti.<br />

Una vez que trabajas y empiezas a ganar dinero<br />

dejas de ser tan dependiente como en la época de<br />

estudiante y te crees capaz de conseguirlo todo o<br />

casi todo.<br />

La sensación que ello te produce es muy placentera,<br />

adquieres seguridades y empiezas a valorar las<br />

cosas bajo el baremo de UTILIDAD=SATIS-<br />

FACCIÓN, cayendo sin darte cuenta, en una especie<br />

de utilitarismo en el que las cosas son buenas o<br />

malas en virtud de si son útiles y de si me satisfacen<br />

o no. Así mismo, las cosas van teniendo un precio,<br />

y todo es susceptible de ser comprado, vendido<br />

o cambiado.<br />

Se opera en tu interior y en tu exterior un cambio<br />

que, si bien al principio es imperceptible, a la larga<br />

te va arrastrando a un consumismo feroz que solo<br />

sirve para acrecentar tu “ego” y tu bienestar.<br />

Los valores cristianos, y la propia figura de Dios, si<br />

bien no son olvidados, pasan a un segundo plano<br />

ante los brillos que te ofrece el mundo.<br />

62<br />

semana vocación misión vicenciana 2006<br />

Joaquín Estapé García<br />

Seminarista Paúl<br />

Cuando me paraba a reflexionar sobre la vocación,<br />

¿realmente buscaba la respuesta de Dios o me<br />

“fabricaba” yo una llamada que fuera más o menos<br />

cómoda y que no me exigiera demasiadas renuncias?<br />

Yo trabajaba en la planta de ropa de caballeros de<br />

unos grandes almacenes, y la verdad es que me<br />

sentía muy a gusto. Estaba contento pues me permitía<br />

gozar de un “status”, reconocimiento y valoración<br />

<strong>por</strong> parte de jefes, compañeros y clientes,<br />

gozando de fiestas y diversión todo el año. Además,<br />

podía contar con las últimas tendencias de moda y<br />

hogar al alcance de la mano, y siempre renovable<br />

según mis caprichos o la moda del momento.<br />

Estaba contento pero…¿era feliz? Vendía ilusión y<br />

había caído yo mismo en la tela de araña que fabriqué<br />

para los demás.<br />

No, no era feliz. ¿Qué me faltaba? Faltaban en mi<br />

los valores que con tanto esfuerzo mis padres habían<br />

ido edificando durante mi niñez y adolescencia.<br />

¿Dónde habían ido a parar?<br />

Conocí a un P.Paúl en mi parroquia de La Laguna<br />

(Tenerife), Don Pedro Sanz, y él me ayudó a salir de<br />

mí mismo y a mirar a mi alrededor, a encararme con<br />

el mundo.<br />

¿Sería yo capaz de salir de mi?, ¿Sería yo capaz de<br />

reconocer a Cristo en los pobres, de servirles?,<br />

¿Era capaz de dejar de mirar al “otro” en términos<br />

de si va bien o mal vestido, y tratar de acogerle y<br />

ver en su interior?, ¿Acaso lo que se veía, era en<br />

realidad más im<strong>por</strong>tante que lo que permanecía<br />

oculto?


Así es. Esfuerzo me costó “desprogramarme” y ver<br />

que, sin mis trajes y corbatas, desnudo ante el<br />

Señor y ante mis hermanos, podía llegar a ser también<br />

más accesible, más humano, más transparente.<br />

Esfuerzo me costó, y confieso que aún me cuesta,<br />

ponerme ante mis hermanos, mis “alter-ego”,<br />

dejando de juzgar, para tratar de escuchar, dejando<br />

de vivir mi vida para desvivirme <strong>por</strong> la de los<br />

pobres. De acoger. En una palabra, ser uno con el<br />

prójimo.<br />

De vendedor que no calla, he de prepararme para<br />

escuchar y evangelizar. Debo ser creíble no <strong>por</strong> lo<br />

que digo, sino <strong>por</strong> cómo obro, cómo me entrego al<br />

servicio de Cristo en los más humildes, los que no<br />

me pueden dejar beneficio alguno.<br />

servicio vocacional<br />

testimonios<br />

El cristiano, yo como tal, debe ser coherente, con<br />

una total correspondencia entre las palabras y los<br />

hechos. Por eso, pido a Dios fuerzas no para cambiar<br />

al mundo, sino para cambiar yo.<br />

Merece verdaderamente la pena dejarme “vestir”<br />

<strong>por</strong> el Señor. Solo <strong>Él</strong> sabe lo que más me conviene<br />

para cada ocasión. Así, mi “traje” espiritual no ocultará<br />

nada, sino que será la tarjeta de presentación<br />

más auténtica para aparecer ante los hombres; y el<br />

“hábito” mejor para evangelizar a los pobres.<br />

“Esos son los que vienen de la gran tribulación;<br />

han lavado sus vestiduras y las han<br />

blanqueado con la sangre del Cordero.”<br />

(Ap.7, 14-15)<br />

63


servicio vocacional<br />

He sido una de las personas afortunadas que me he<br />

educado en un colegio de Hermanas y que después<br />

en JMV he estado en contacto con ellas y con<br />

Padres Paúles durante muchos años. Me han pedido<br />

que plasme de alguna forma qué ha supuesto<br />

esto para mí y qué visión tengo hoy de la vocación<br />

de la Hija de la Caridad y de Padre Paúl.<br />

La verdad es que cuando miras hacia atrás te das<br />

cuenta de que cada persona es una riqueza con<br />

matices diferentes y que cada una deja su huella<br />

sobre ti, hoy diría más: un regalo de Dios. Yo misma<br />

me miro hoy y reconozco en mí esa suma de singularidades.<br />

Y esa huella inconfundible que te dejan<br />

las hermanas con su estilo de vida puedes apreciarla<br />

en los estilos más audaces o en una hermana que<br />

lleva 40 años haciendo todos los días lo mismo,<br />

Dios es así, rompe una y otra vez nuestros esquemas.<br />

Creo que en una sociedad saturada de todo,<br />

es en los pequeños detalles donde se aprecia sobre<br />

todo la calidad que viene de lo profundo. Hoy quisiera<br />

tener una palabra de reconocimiento para las<br />

muchas acciones calladas diarias que observas en<br />

ellas. Recuerdo detalles como el de una hermana<br />

que regaba y cuidaba las plantas y eso me interrogaba<br />

sobre qué tendría que vivir <strong>por</strong> dentro, pues<br />

si una planta era im<strong>por</strong>tante para ella, cuánto más<br />

la personas... y qué decir de la labor allí donde exista<br />

injusticia, todos conocemos las muchas obras<br />

que Hermanas y Padres desarrollan <strong>por</strong> todo el<br />

mundo como un ejército de comunión con los seres<br />

sufrientes. En general destacaría la tenacidad y la<br />

ecuanimidad, esa capacidad de permanecer sereno<br />

y confiado ante los obstáculos, en la confianza de<br />

que es el Señor quien construye.<br />

Llegados a este punto me parece interesante resaltar<br />

algo de lo que yo misma he experimentado en<br />

64<br />

semana vocación misión vicenciana 2006<br />

Edurne Urdampilleta<br />

“Faros” en la noche<br />

mi proceso de crecimiento. Si im<strong>por</strong>tante es ya de<br />

adultos rodearse de gente positiva para poder trabajar<br />

a gusto, <strong>por</strong> ejemplo en equipo, esta experiencia<br />

se hace imprescindible cuando eres joven y<br />

andas sediento de marcos de referencia. Recuerdo<br />

especialmente en la adolescencia como si uno sintiese<br />

que tu barca navega a tientas en la oscuridad<br />

y en ese ambiente hostil, las hermanas fueran<br />

auténticos “faros en la noche”. Una podía ser faro<br />

con la cercanía y la sonrisa, otra con la formación y<br />

el discernimiento, otra simplemente “al saber estar<br />

con los jóvenes” dedicando ATENCIÓN auténtica, y<br />

con todos estos detalles que aparentemente pasaban<br />

desapercibidos te estaban dando grandes lecciones<br />

de humanidad y divinidad: como que las personas<br />

somos im<strong>por</strong>tantes para Dios, esa siempre ha<br />

sido la mejor catequesis, la del ejemplo. Luego ese<br />

saber dedicar tiempo a los jóvenes es uno de los<br />

méritos que siempre les he aplaudido en una sociedad<br />

que sólo valora lo rápido y productivo, es predicar<br />

tozudamente la dinámica de lo dado, de lo<br />

gratuito. Esta sencillez es un indicio de originalidad,<br />

nos acerca a Dios y cuestiona nuestras complejidades.<br />

Y entonces me pregunto, si esto ya era necesario<br />

hace décadas ¿cuánto no lo será hoy que<br />

otros muchos se quieren apuntar a ser falsos faros<br />

y encima con precio?<br />

En aqu<strong>ellos</strong> años supongo que simplemente absorbía<br />

como una esponja, pues grande era también mi<br />

sed. Y hablando de sed, fueron también las hermanas<br />

las que despertaron la sed de ese “algo más”,<br />

con los años apreciaría mejor el valor de este regalo.<br />

Y desde las primeras convivencias instauraron<br />

en mí ese ritmo entre “acción y quietud”, esa quietud<br />

que no es pasividad, sino donde se recupera la<br />

fuerza, la sabiduría y el discernimiento.<br />

Sobre todo creo que las personas de vida consagra-


da te enseñan a ser caricia de Dios para los demás<br />

¿cómo seguir siéndolo? Con la palabra o<strong>por</strong>tuna, al<br />

salir al paso de la necesidad, al dedicar el tiempo,<br />

al buscar soluciones, consolar, revelarte dónde se<br />

haya Dios en cada circunstancia guiñándote un ojo<br />

de complicidad... ¿conoce alguien algún oficio que<br />

se empeñe en tan elevada tarea?<br />

Hay otro rasgo inconfundible que no pasa de moda<br />

con los años, es la BONDAD. Cuando te has topado<br />

con la bondad de una persona que da su vida en<br />

pura donación, está claro: Dios tiene que andar<br />

cerca, ¿quién sino puede impulsar un fuego así? Y<br />

cuánta necesidad tiene esta sociedad nuestra de<br />

desmontar que “vivir para uno mismo” no tiene<br />

futuro y que no provoca más que sufrimiento. Una<br />

sociedad sin personas dedicadas a cuestionar con<br />

sus vidas que existe una forma de liberarse del ego<br />

(egoísmo) es una sociedad triste, una sociedad que<br />

ha perdido el rumbo y que queda a merced de<br />

modas que desengañan.<br />

La sociedad anda buscando respuestas y creo que<br />

hoy más que nunca hay que hablar alto y sin complejos<br />

de lo auténtico, <strong>por</strong>que no hacerlo acarrearía<br />

mucho sufrimiento. Hoy no sólo es im<strong>por</strong>tante qué<br />

tarea se desarrolla sino más “el cómo” y el “desde<br />

servicio vocacional<br />

testimonios<br />

dónde se hace” y es ahí donde las personas de vida<br />

consagrada dan el do de pecho. Por eso quiero acabar<br />

con una cita de Tomas Merton que creo expresa<br />

bien la im<strong>por</strong>tancia de expresar alto y claro que<br />

las opciones <strong>por</strong> Dios no pasan de moda y <strong>sigue</strong>n<br />

siendo necesarias en una sociedad cada vez más<br />

fragmentada.<br />

“Cuanto más capaces somos de trabajar con espíritu<br />

desinteresado, más nos acercamos a trabajar <strong>por</strong><br />

Dios en lugar de <strong>por</strong> nosotros mismos, y menos<br />

tensión generamos en nuestro sistema nervioso.<br />

Cuando vivimos desde Dios no nos preocupan tanto<br />

las cosas, no nos confundimos ni agotamos tanto.<br />

Cuando estamos agotados, perturbados y obsesionados<br />

<strong>por</strong> un trabajo que parece ir mal, quiere decir<br />

que estamos trabajando para nosotros mismos y<br />

estamos sufriendo las consecuencias. Pero cuando<br />

trabajamos centrados en Dios (ser contemplativos<br />

en la acción) trabajamos con una facilidad que nos<br />

plasma, parece que Dios nos elimina los obstáculos<br />

y nos hace la mitad del trabajo.”<br />

Creo que si fuésemos más conscientes de lo que<br />

esto significa debiéramos inclinarnos con respeto y<br />

agradecimiento cada vez que nos cruzásemos en la<br />

vida con algún Padre o alguna Hermana.<br />

65


semana vicenciana vocación misión 2006<br />

recursos


OBJETIVOS<br />

• Que el niño sea capaz de descubrir que es mensajero<br />

de amor para los necesitados.<br />

• Que el niño sea capaz de valorar el esfuerzo y el<br />

trabajo para conseguir entre todos un mundo<br />

mejor.<br />

DESARROLLO<br />

ACTIVIDAD 1<br />

• Lectura del cuento <strong>por</strong> parte del profesor.<br />

• Explicación y comentario con los niños.<br />

Comenzamos con un cuento<br />

Papá Dios había pasado una mala noche, estaba<br />

nervioso, inquieto, había oído gritos en la calle,<br />

peleas de niños, insultos de mayores y no se podía<br />

dormir. Se puso a pensar quién le podría ayudar.<br />

Cogió su agenda de teléfonos y buscó amigos que<br />

sabía que no le dirían que no.<br />

Al primero que llamó fue a su Hijo Jesús. Era muy<br />

de noche pero no le im<strong>por</strong>tó salir corriendo. <strong>Él</strong> también<br />

estaba triste <strong>por</strong>que el mundo no se quería.<br />

Pensó en dos amigos muy especiales: Vicente de<br />

Paúl y Luisa de Marillac. Cogió su móvil y los llamó.<br />

Que contentos se pusieron. Su mayor ilusión seguía<br />

siendo trabajar para conseguir un mundo mejor.<br />

Vicente y Luisa quedaron en el parque y empezaron<br />

a jugar con la gente que allí había.<br />

Los primeros en apuntarse al juego del amor fueron<br />

un pobre y un enfermo. El juego consistía en pasarse<br />

el caramelo de la paz, el chupachús del cariño,<br />

la gominola del compartir, la chocolatina del esfuerzo<br />

y la piruleta del trabajo. No te lo podías quedar<br />

para ti, había que compartirlo. Pronto Vicente y<br />

Luisa estaban rodeados de niños, ancianos, pobres,<br />

enfermos y presos.<br />

Se lo pasaron genial y hubo golosinas para todos.<br />

De pronto se acordaron de que Papá Dios les nece-<br />

sitaba, los había llamado. Debían ir <strong>por</strong> todo el<br />

mundo para que ya no hubiera en ningún país, más<br />

gritos en la calle, ni peleas de niños, ni insultos de<br />

mayores. Por eso decidieron unirse todos, para llegar<br />

así más lejos, para darles la mano a todos los<br />

que se fueran uniendo, con el único deseo de<br />

hacerles felices.<br />

Tú eres un mensajero del Papá Dios y cuentas con<br />

la ayuda de Vicente de Paúl y Luisa de Marillac.<br />

Durante esta semana pasa muchos caramelos de la<br />

paz, chupachuses del cariño, gominolas del compartir,<br />

chicles del esfuerzo y piruletas del trabajo.<br />

Estate muy atento <strong>por</strong>que si hoy, Papá Dios, ve un<br />

niño que grita, o se pelea, o empuja , o insulta, el<br />

Papá Dios, Jesús, o los amigos Vicente y Luisa<br />

puede que te llamen para que tú les ayudes. Si te<br />

llama ayúdale y pasa todas estas golosinas.<br />

ACTIVIDAD 2<br />

• El profesor/a debe tener 1 caramelo, 1 chupachús,<br />

1 gominola, 1 chocolatina y 1 piruleta. Por<br />

sorteo nombrará a 5 alumnos de la clase, que serán<br />

premiados con estos regalos pero no serán para<br />

<strong>ellos</strong>. Para vivir el valor del compartir, estos niños<br />

elegirán a su vez a otros 5 niños para recibir las<br />

golosinas. Los papeles de los caramelos pueden ser<br />

pegados en una bolsa del amor (Anexo 1) o en el<br />

caramelo del compartir (Anexo 2) (ver dibujo<br />

adjunto) donde quedará reflejado nuestras buenas<br />

acciones durante la semana vocación misión. Si te<br />

parece interesante esta actividad puedes repetirla<br />

pero que en este caso sean los niños quienes traigan<br />

las golosinas para seguir compartiendo..<br />

ACTIVIDAD 3<br />

recuursos<br />

actividades niños<br />

(Dibujo del mundo y la Familia Vicenciana.)<br />

(Anexo 3)<br />

• Cada día los niños tendrán una visita sorpresa,<br />

que será hecha a través de una fotocopia ampliada<br />

de los distintos personajes para toda la clase.<br />

Además cada niño tendrá una fotocopia del dibujo<br />

67


actividades niños<br />

final. (Mundo y todos los personajes ya unidos)<br />

Distribución de la semana:<br />

LUNES (Anexo 4)<br />

Visita de Jesús. Recordad quien es y que vino a<br />

hacer. Después de la visita y la explicación, el niño<br />

debe colorear en su fotocopia a ese personaje únicamente<br />

y así todos los días con las distintas visitas.<br />

MARTES (Anexo 5)<br />

Visita de Vicente de Paúl y Luisa de Marillac. Contad<br />

algo de su vida o alguna anécdota.<br />

MIÉRCOLES (Anexo 6)<br />

Visita de un pobre y un enfermo. Explicad que son<br />

personas muy queridas <strong>por</strong> los tres personajes<br />

anteriores. (Servicio a los Pobres).<br />

JUEVES (Anexo 7)<br />

Visita e introducción de nosotros mismos en la<br />

68<br />

semana vocación misión vicenciana 2006<br />

ficha. Recordad que Jesús <strong>sigue</strong> pidiendo nuestra<br />

ayuda. En este caso, además de pintar a los dos<br />

niños que nos representan deberán escribir su propio<br />

nombre y el de algún compañero debajo de las<br />

dos figuras.<br />

VIERNES (Anexo 8)<br />

Visita de un preso y un anciano. Recordad que la<br />

Familia Vicenciana (Hijas de la Caridad, Paúles,<br />

Voluntarias, JMV…) debemos dar respuesta al<br />

mundo de los marginados y tenerlos en cuenta<br />

como si fueran nuestra familia.<br />

El trabajo, el esfuerzo y la constancia del profesor<br />

se verá si todos los niños terminan y colorean toda<br />

su ficha<br />

TALLER REALIZADO POR:<br />

Mª Ángeles Martínez del Sol, Josefina<br />

Estévez Montemayor, Ana Mª Rodríguez<br />

Paradela. Dibujos: Arturo Peral


anexo 1<br />

anexo 3<br />

anexo 2<br />

actividades niños<br />

testimonios<br />

69


actividades niños<br />

anexo 4 anexo 5<br />

70<br />

semana vocación misión vicenciana 2006


actividades niños<br />

testimonios<br />

anexo 6 anexo 7<br />

71


actividades niños<br />

anexo 8<br />

72<br />

semana vocación misión vicenciana 2006

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