12 La Masculinidad, protege y provee - Iglesia Evangélica de la ...

Estableciendo y Definiendo los Géneros según la Biblia (12)
La Masculinidad, protege y provee. Mat.2:13-14
Mat.2:13-14 Nos presenta una escena, tenemos una pequeña familia, que estaba en uno de los
momentos más felices y dichoso de toda familia, habían tenido un bebé, y además era un bebé muy
especial, recientemente habían venido unos hombres de oriente y decían cosas muy grandes de Él, y lo
habían adorado, y traído unas ofrendas, unos regalos muy preciosos. Habían oído también antes de nacer
que ángeles del cielo hablaban de Él diciendo que ese sería el mesías esperado, el que venía a salvar a Su
pueblo de sus pecados. Además había sido engendrado en el vientre de María siendo ella virgen.
Y así estaba este joven matrimonio, viviendo en medio de la alegría que significa la llegada al mundo de
este Niño su hijo, mezclada con una gran sorpresa y admiración por todas estas cosas que se decía de Él.
Pues en una de esas noches vino un ángel del cielo a dar con ellos y les da una tremenda noticia, anunció
que los cogería completamente por sorpresa y los alarmaría; este pequeño Bebé estaba en serio peligro
de muerte, y nada menos que es Herodes el gran rey, la amenaza, y ya estaba en marcha el plan para
acabar con Su vida. Así que esto es lo que tiene que hacer, huyan a Egipto.
Les quería llamar la atención la forma en la que el ángel del cielo actuó con esta familia, y como
procedieron para proteger a este niño de este poderoso y cruel rey. Porque esta escena nos da unas
pinceladas notorias de lo que es la masculinidad según la Biblia, este gran don de Dios para bien del
hombre y para progreso de la verdad de Dios en este mundo.
El ángel vino a hablar con el varón para que tuviera un cuadro real de la situación y además supiera que
hacer: a) el peligro y amenaza real que esa familia tenía encima, y en especial "el más indefenso" el
recién nacido; b) el curso de acción dado ese peligro y c) hasta cuando deben mantener estas medidas.
El ángel asumía la masculinidad de José, y sobre ella apeló a él para proveer la protección que ese Niño
necesitaba. Y así José fue ese líder que provee y protege, con amor y sabiduría, con espíritu de servicio,
con valor... Porque pudo escuchar lo que Dios desde el cielo le dijo y obedecer lo que le manda.
Ver aquí una escena ilustrativa de la masculinidad, según la Biblia. Por un lado vemos al hombre, un
hombre que puede escuchar la voz del cielo, desde donde se nos declara la verdad, y las instrucciones
sobre las verdaderas amenazas y peligros que se ciernen sobre nosotros, de donde vienen, y cuáles son
las soluciones.
La respuesta a lo que se le dice corresponde a la masculinidad, acto seguido a oír el mensaje, despertó,
preparó a los suyos, y aun de noche empezó un largo viaje (120Km) a una tierra desconocida, confiando en
el Dios que lo había enviado hacia ese lugar.
El día anterior estuvimos analizando que de las bases esenciales para la masculinidad, con la que Dios nos
creo, y a la que nos devuelve por la redención, la podemos encontrar en mandatos de 1Cor.16:13, Josué.
1:6,7,9. Esforzarse y ser valiente. Tratamos definir el significado de estos términos: cobrar vigor,
ánimo, determinación para, fortalecer las manos para la tarea...; y el otro es no decaer ante las
demandas, no dejar que el miedo se apodere, y controle frente a lo que debemos hacer. Repasamos una
serie de ejemplos para ver cómo se requiere tal cosa a los hombres como líderes para afrontar sus
tareas, la vida en su familia, las reformas en la iglesia, para hacer la voluntad de Dios.
¿De dónde vienen tal coraje? No de la ignorancia, ni del honor personal o anhelo de posesiones, sino es el
coraje que infunde Dios cuando uno tiene la conciencia de que Su presencia está contigo, de que ese
curso a seguir es la voluntad de Dios, el denuedo que infunde la convicción de la verdad que has
aprendido de Cristo.
1

Pero volvamos a considerar como el hombre en su masculinidad es ese líder que provee y que protege. Y
esto puede hacerlo porque pude escuchar la voz y dirección que Dios da, y así adquiere la sabiduría y
amor que precisa para proveer y proteger a a los suyos. Según esta escena de José.
Film.1:9 La masculinidad precisa estos canales para expresar el bien que puede hacer, que el amor
abunde en toda ciencia y conocimiento, bajo la enseñanza y la guía de Cristo. Fortalecerse y ser valiente
es la base de la masculinidad pero tiene que ser sabio y tener un amor sincero para canalizar esa
fortaleza y valor. Y esto viene de Dios. Esta será nuestra tesis.
La masculinidad la manifiesta el hombre por la sabiduría.
¿Cómo un hombre va a proveer y proteger, como va a cultivar ese espíritu que caracteriza la
masculinidad si no tiene sabiduría?
Hech.6:3 cuando se agolpó el trabajo en la iglesia de Jerusalén, de tal manera que los sobrepasaba y no
lo podían atender todas las necesidades, la medida consistió en llamar a hombres, hombres que en virtud
de su masculinidad pudieran proveer y proteger a la iglesia y los hermanos en esa área. Pues se requería
de ellos sabiduría, ¿de qué servirá la masculinidad sin la sabiduría? Ser un hombre no es cuestión de un
cuerpo, no es poder lucir una presencia física determinada, es sobre todo algo del alma, tener en el alma
unos elementos, fortalecerse, ser valiente, y además ser sabio.
Prov.24:3; 9:1 ¿Cómo se podrá edificará una casa? ¿De qué manera proceder en los asuntos y las
relaciones en una familia para poder guardar la paz, el orden y el respeto? ¿Cómo afrontar los problemas
que vienen, las necesidades que hay, y proyectarse hacia el futuro de tal manera que se pueda estar bajo
la bendición de Dios, y se pueda mantener unas relaciones agradables y provechosas?
Con sabiduría se edificará la casa. Es esencial la sabiduría para este fin, es preciso que el hombre, como
líder en la casa pueda tener una medida de sabiduría, para proteger y proveer.
Si ese hombre no posee sabiduría, ¿Cómo maneja y vive en su casa? No afrontará los problemas, no
tratará las necesidades, o quizás muchas de ellas ni las vea, no sabrá formar y guiar a los suyos, se verá
superado, y actuará de forma defensiva, o con enfado, o eludiendo y dejando lo que tendría que hacer.
Quizás se quita para que su mujer resuelve, piense y tome las decisiones y se encare con todas esas
cosas de la casa.
Hermanos eso no es la masculinidad en el hombre, pues la mujer es la ayuda, no el sustituto. Vemos que
indefenso queda un hombre sin esa sabiduría, y como puede actuar al no tener tal herramienta, exponer a
su casa, que está bajo su cuidado, y que Dios la ha puesto a su cargo?
Dan.1:17,19. Estos jóvenes fueron prudentes en el tiempo de preparación, fueron diligentes en el temor
de Dios, y en el estudio de las letras y materias que debían estudiar. Y así adquirieron entendimiento y
esa sabiduría que Dios da. Y fueron puesto en lugares de liderazgo en ese pueblo extranjero.
A medida que un joven va adquiriendo sabiduría, se va desarrollando la masculinidad en él, porque esa
sabiduría lo equipa para ella, para que se desarrolle como un hombre que asume un sentido de líder,
porque está equipado para proteger y proveer porque la sabiduría le inclina a esa manera de pensar, como
varón.
Que un joven crezca pero no en sabiduría, podremos ver un cuerpo de hombre y una mente inmadura, y
esa inmadurez detiene la masculinidad, pues sobre todo pensará en pasar el rato, en entretenerse, no en
prepararse, trabajar, y asumir responsabilidades.
Estamos hablando de la sabiduría que viene de lo alto, Stgo.3:17, la que Dios en Su gracia imparte a
hombres, la cual no consiste en información y acumulación de datos, ideas o afirmaciones, sino del
conocimiento que nos lleva a la salvación eterna de nuestras almas. Es el conocimiento que nos concede
Dios por medio de Su Esp. Santo por Su Palabra acerca de Dios en Cristo, de nosotros mismos y de los
caminos de la vida de tal manera que conduce a la paz con Dios, y andar bajo su agrado y bendición.
2

Esta sabiduría que Dios imparte, ver en Prov.2:9-12, proporciona la protección y la provisión, esta es la
dotación para la masculinidad.
Deut.4:5-6 Dios le dice a Su pueblo que esa palabra de gracia que el imparte infunde esta sabiduría del
cielo para que el hombre pueda recibir de Dios la vida eterna y vivir de acuerdo a ella.
Volvamos a nuestro ejemplo Mat.2:13-14 y destaquemos algunas aportaciones de la sabiduría en la
masculinidad.
Esta familia vivía contenta y gozosa con su primer bebé, estaban agradecidos a Dios, y asombrados de
cuantas cosas se decían de este niño y lo que este haría en este mundo. Sin embargo en otra esfera de
donde vivían y se movían se estaba tramando un plan malévolo en gran manera, se habían tomado la
decisión y las medidas necesarias para acabar con la vida de ese Niño en particular, y sus padres para
nada eran conscientes de esta realidad, vivían como si nada de esto pasara ¿quien le iría a informar que
en las altas esferas del gobierno de ese país, el malévolo y envidioso Herodes no quería competencia de
ninguna clase, y estaba dispuesto a llegar a donde fuera para eliminarla?
No obstante José era un hombre que podía recibir el mensaje del Dios del cielo, por medio de los
mensajeros que Él escoge para ello. Y esto es lo que le permite oír cual es la situación real en la que vive,
no la que a él le parece, y cuáles son las amenazas verdaderas que existen sobre los suyos, y que
miserias, por tanto les pueden alcanzar. Esto venía del cielo, lo pudo conocer porque podía recibir tal
mensaje de Dios.
Cuando los hombres viven sobre la sabiduría humana, no perciben el mensaje del Dios del cielo, Quien
sabe la verdad de todas las cosas, y excluido de tal fuente no llega a ver y encarar los verdaderos
problemas que están sobre el hombre.
Así más bien vive preocupado por los asuntos secundarios, o tratando con los síntomas de los problemas
que sufre, y no con las causas reales que han traído tales padecimientos. No distingue por si mismo las
amenazas reales que arruina a los hombres. Como José, no podía conocer los planes malévolos que se
fraguan contra el de parte del rey, a menos que Dios los dijera.
Salomón nos ilustra este punto en Ecl.9:13-18. ¿Cómo fue librada esa pequeña ciudad de ese poderoso
rey? No con la fuerza sino con la sabiduría, no con los logros que ha podido diseñar el hombre según su
inventiva y capacidad, "mejor es la sabiduría que las armas de guerra". Porque la sabiduría que viene de
Dios descubre cuales son las artimañas de ese poderoso príncipe que asedia al hombre, porque la
sabiduría de Dios sabe cómo actuar y por donde ir para buscar la bendición de Dios y Su fortaleza y esos
medios por donde Dios auxilia al hombre.
Rom.7:7 Dios en Su sabiduría nos da Su ley, los 10 Mand. que vienen a ser nuestro gran maestro, quien
nos va ayudando y mostrando la amenaza más seria y grave que asedia a todo hombre: el pecado. Sin ella
no podremos distinguir su maldad, ni apreciamos las amenazas que esconde, ni las consecuencias que le
siguen. Es más, la sabiduría del hombre no ve en este punto ningún problema serio que se tenga que
tomar medidas especiales o urgentes.
Por eso los hombres viven aspirando a encontrar aquí una vida pacífica, prospera y dichosa, aun estando
en sus pecados. Y se imagina un Dios en el cielo que le tiene que ayudar y oír aunque esté en sus pecados,
y aun piensa en su muerte y la vida tras la muerte, y alberga esperanza de encontrar algo bueno, aunque
viva y muera en sus pecados.
Para el hombre que vive en su sabiduría sus problemas quizás sea su estado de ánimo, o la corrupción que
hay en la política, o el paro, y la falta de trabajo, o la salud, o su figura, o su futuro sentimental... Esos
son los problemas serios que hay que encarar.
Que delicada es la situación cuando una persona está bajo la maldición que la ley de Dios trae sobre aquel
que la transgrede, bajo a culpa de la ley de Dios y su condenación, porque ha violado la ley de Dios, y Dios
3

está airado contra él, pero él se bendice, y está buscando como sentirse mejor, y que podría hacer para
estar y vivir con más optimismo. Y está bajo la ira de Dios, viviendo en desobediencia a Su voluntad.
Padres, hombres, si no conocemos la ley de Dios de manera que seamos sabios, no veremos realmente la
verdadera amenaza que hay sobre nuestros pequeños y sobre nuestros jóvenes, si no aprendemos a ver
sus vidas a la luz de la ley de Dios, estaremos pensando que sus problemas son otros, y estaremos a
merced de lo que la gente dice, o de lo que ellos quieren y desean pensando que eso es lo que necesitan.
Porque si no sabemos regirnos por la sabiduría que viene de Dios, evaluaremos eso según la sabiduría del
hombre, no abordarnos los problemas reales que ellos tiene, sino los síntomas de sus males. Es decir, no
abordaremos su desobediencia o su mentira o su orgullo, su holgazanería... debidamente, sino más bien
estaríamos pensando en ¿cómo se sienten, qué les gustaría... como estaría mejor?.
Otro texto, Tit.2.11-12, Dios nos imparte sabiduría por Su gracia, esta gracia de Dios es Cristo, que
nos da perdón y liberación del pecado por Él, y nos concede la vida eterna, vida en la cual podemos
renunciar a aquellos que la ley de Dios condena, para que ahora por el poder de esa nueva vida que Cristo
nos da, vivamos de acuerdo a la ley de Dios. La gracia nos enseña por cuanto nos presenta a Cristo quien
nos ha librado del pecado y nos ha dado Su Espíritu para vivir esa nueva vida.
Y así Dios hace con nosotros desde el cielo lo que hizo con José, señalar cuáles pueden ser los peligros
que nos amenazan, que atenta contra nuestra vida, y la dicha nuestra y la de los nuestros, y de donde
viene ese peligro. El pecado en sus muchas formas y sutilezas. Además nos señala a donde tenemos que
huir para escapar de tal amenaza, a Cristo, para librarnos de la culpa y poder del pecado, y renunciando a
nuestra vida pasada vivamos ahora para seguirle a Él viviendo una vida sobria, justa y piadosa.
Esta es la manera en la que la masculinidad puede expresar el amor que le caracteriza, y canalizarlo a los
otros, ayudando a que vean el peligro y la amenaza del pecado, y como tienen que vivir delante de Cristo.
Siendo solícitos, como lo fue José, que "despertando, tomó de noche al niño y su madre y se fue a
Egipto". Solícitos para impartir el bien ese bien que sabemos, librar del pecado y fortalecer a otros para
que confíen y sigan a Jesucristo. Así se imparte el mayor bien a nuestros semejantes, así amamos a
nuestros prójimo.
¿Hombre, puedes oír, como José la voz de Dios? Hendriksen "José es un hombre que está acostumbrado
a obedecer sin hacer preguntas" Este pasaje y Mat.1:24.
Parte esencial de tu masculinidad como varón es que puedas oír la voz de Dios de manera que adquieras
esta sabiduría, ¿cómo podrás proveer y proteger, como podrás amar ciertamente a otros? Dios la
imparte por Su Palabra, ¿Estas conociendo mejor el poder, engaños, sutilezas, y manifestaciones del
pecado en el hombre por el oír la Palabra de Dios? ¿vas asimilando mejor como es la gracia liberadora de
Cristo y el camino de justicia que tenemos que seguir en pos de Él, dotándote para renunciar a la pasada
manera de vivir?
Porque hay quienes que están oyendo y no aprenden estas realidades que Dios nos da por Su sabiduría.
Tienen ideas suyas tan arraigadas que no saben renunciar a ellas y por eso no pueden oír. O tienen esas
barreras de temores, que no pueden superar. O tantas pegas y cuestiones que no les deja obedecer.
Hombre adquiere sabiduría, si no, estarás desprovisto para la masculinidad, pide a Dios que te conceda
oír como los sabios; que aprendas a oír la voz de Dios por encima de las tuyas.
Padres, enseñen a sus hijos varones a que obedezcan, a que aprendan y sepan obedecer. Obedecer
respecto a cómo se deben conducir y como se tienen que entregar a sus tareas y responsabilidades. Así
les estarás dotando para la masculinidad, la cual se manifiesta por esa sabiduría que Dios da a los que
saben oír Su voz, para aprender a amar, y proveer y a proteger.
4