13 En su <strong>de</strong>sarrollo sobre la lealtad, Mauss (2009) <strong>de</strong>staca que el sentido <strong>de</strong> reciprocidad <strong>de</strong>positado en el acto <strong>de</strong> fi<strong>de</strong>lidad se ve expresado con férrea intensidad pues en él se “está intercambiando más que un producto o que un tiempo <strong>de</strong> trabajo, (se) está dando algo <strong>de</strong> sí: su tiempo, su vida” (249). De allí que las experiencias relativas a la fi<strong>de</strong>lidad se encuentren atravesadas por proyecciones y explicaciones <strong>de</strong> índole existencial/moral. El valor <strong>de</strong> la lealtad opera como certeza proyectiva, acotando márgenes <strong>de</strong> incertidumbre, reforzando los vínculos afectivos y las nociones sobre modos <strong>de</strong> conductas <strong>de</strong>seables (esperados) e in<strong>de</strong>seables (inesperados). 14 Si bien durante el proceso <strong>de</strong> indagación se ha concentrado la atención en fenómenos observables, pronto se <strong>de</strong>scubrió que los rumores (sobre cosas que han ocurrido o que están a punto <strong>de</strong> ocurrir) son parte constitutiva <strong>de</strong> la vida en las cátedras. Estos son lugares atravesados por historias (no siempre verificables) sobre las acciones (pasadas, presentes y futuras) <strong>de</strong> los responsables y los miembros <strong>de</strong> éstas, <strong>de</strong> las <strong>Facultad</strong>es y <strong>de</strong> la <strong>UBA</strong>. En los casos en que se pudo comprobar la veracidad <strong>de</strong> los rumores, fueron analizados y expuestos. En otros casos, algunas historias no pudieron ser verificadas (por ejemplo, aquellas que narran la existencia <strong>de</strong> concursos docentes amañados, <strong>de</strong> la entrega <strong>de</strong> parte <strong>de</strong>l salario a algunos titulares como gratificación por la obtención <strong>de</strong> la renta, <strong>de</strong> becas <strong>de</strong> investigación otorgadas irregularmente). Sin embargo, se le ha prestado atención analítica a estas historias pues constituyen una parte esencial <strong>de</strong> la existencia en contextos <strong>de</strong> discrecionalidad distributiva e informalidad procedimental, conociendo que en el análisis <strong>de</strong> las experiencias docentes lo más relevante no es lo que en realidad son y hacen este o aquel Titular <strong>de</strong> cátedra, este o aquel funcionario <strong>de</strong> la <strong>Facultad</strong>, sino <strong>de</strong> cómo son percibidos. 15 Los recursos relevados han sido <strong>de</strong> diversa índole. Des<strong>de</strong> la escritura <strong>de</strong> una carta <strong>de</strong> recomendación, la dirección <strong>de</strong> un proyecto <strong>de</strong> investigación, la manipulación <strong>de</strong> concursos, hasta la <strong>de</strong>signación para un cargo rentado. Como se ha observado, esta distribución <strong>de</strong> recursos supone un refuerzo <strong>de</strong>l sentido <strong>de</strong> la contraprestación, estrechando los lazos <strong>de</strong> la obligación y <strong>de</strong>l agra<strong>de</strong>cimiento. Estas contraprestaciones han encarnado diversas modalida<strong>de</strong>s tales como votos en las elecciones universitarias, apoyos a peticiones en los Consejos Directivos <strong>de</strong> las faculta<strong>de</strong>s, silencios, y/o aceptaciones <strong>de</strong> las condiciones generales <strong>de</strong> precariedad laboral, representatividad política o injusticia socioeconómica y cultural. 16 Se hace referencia a los equipos <strong>UBA</strong>CyT y a otras activida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> investigación vinculadas con la asociación <strong>de</strong> estos individuos con los referentes <strong>de</strong> las unida<strong>de</strong>s pedagógicas. Se <strong>de</strong>stacan las direcciones <strong>de</strong> proyectos y/o avales brindados aspirantes o becarios <strong>de</strong> los diferentes sistemas <strong>de</strong> promoción científica <strong>de</strong> la Universidad y/o <strong>de</strong> otros organismos o instituciones. 17 De acuerdo con lo relevado, el ingreso a las cátedras ha representado para los entrevistados la posibilidad <strong>de</strong> tener contacto (acercarse) a personas que consi<strong>de</strong>raban reconocidas <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l espacio y en relación con sus formaciones. De allí que hubieran <strong>de</strong>stacado la importancia que les significó po<strong>de</strong>r compartir charlas “cara a cara”, cenas, reuniones informales, etc. con sus responsables. Tal es el motivo por el cual las i<strong>de</strong>ntificaciones con los miembros y referentes <strong>de</strong> estos espacios hayan estado relacionadas con situaciones que excedieron a la mera condición <strong>de</strong> membresía, al dictado <strong>de</strong> clases y/o al intercambio <strong>de</strong> conocimiento. Al sustraerse <strong>de</strong> las situaciones que dieron origen a los vínculos (práctica pedagógica), los actores tuvieron la posibilidad <strong>de</strong> realizar acercamientos <strong>de</strong> distinto género. Ya no en una posición subalterna (como alumnos o docentes <strong>de</strong> menor jerarquía) sino en otras <strong>de</strong> mayor grado <strong>de</strong> horizontalidad y estructuradas en torno a situaciones banales (charlas sobre <strong>de</strong>porte, literatura, arte, música, cenas, fiestas, etc.) permitiendo otras perspectivas sobre aquellas personas que inicialmente consi<strong>de</strong>raron inalcanzables (por formación, jerarquía, edad, experiencia acumulada, etc.). 18 De acuerdo con Pierre Bourdieu (1997) “una primera propiedad <strong>de</strong> la economía <strong>de</strong> los intercambios simbólicos: se trata <strong>de</strong> prácticas que siempre tienen verda<strong>de</strong>s dobles, difíciles <strong>de</strong> unir (...) esta dualidad es posible, y se pue<strong>de</strong> vivir, a través <strong>de</strong> una especia <strong>de</strong> self-<strong>de</strong>ception, <strong>de</strong> autoengaño. Pero esta self-<strong>de</strong>ception individual se sostiene a través <strong>de</strong> una self-<strong>de</strong>ception colectiva, un verda<strong>de</strong>ro <strong>de</strong>sconocimiento colectivo cuyo fundamento está inscrito en las estructuras objetivas (...) y en las estructuras mentales, excluyendo la posibilidad <strong>de</strong> pensar y <strong>de</strong> obrar <strong>de</strong> otro modo” (163). 19 Bourdieu (1997) agrega que “para que la alquimia funcione, como en el intercambio <strong>de</strong> obsequios, es necesario que esté apoyada por toda la estructura social, y por lo tanto por las estructuras mentales y las disposiciones producidas por esa estructura social; tiene que existir un mercado para las acciones simbólicas correctas [con] recompensas, beneficios simbólicos, a menudo reconvertibles en beneficios materiales, tiene que po<strong>de</strong>r ser interesante el <strong>de</strong>sinterés” (171). 20 De acuerdo con Emile Durkheim (1997:206-40), la regulación social expresa el modo en que los grupos sociales regulan y armonizan el comportamiento <strong>de</strong> sus miembros a través <strong>de</strong> la adaptación (mo<strong>de</strong>ración) <strong>de</strong> las pasiones colectivas en función <strong>de</strong> la consi<strong>de</strong>ración <strong>de</strong> legitimidad <strong>de</strong> jerarquías sociales socialmente constituidas. La autoridad moral que ésta ejerce sobre los individuos habilita a que las interacciones entre los miembros <strong>de</strong>l colectivo se organicen en torno a jerarquías sociales; dotando <strong>de</strong> legitimidad al or<strong>de</strong>n social, en virtud <strong>de</strong> obediencias fundadas en la vali<strong>de</strong>z <strong>de</strong> su po<strong>de</strong>r y en las garantías que establece a sus miembros. La regulación erige límites sociales <strong>de</strong> carácter <strong>de</strong>finido que permiten contener las múltiples orientaciones y pasiones <strong>de</strong> los sujetos que forman parte <strong>de</strong>l colectivo. 21 Roberto Follari (1996) ha <strong>de</strong>stacado que la informalidad en los procedimientos <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l sistema universitario ha estado vinculada con que “se ha entendido a la Universidad como un espacio extrainstitucional. La laxitud <strong>de</strong> la institución se ha asumido como base para el <strong>de</strong>scompromiso con ella y con las normas que rigen cualquier situación contractual” (36). 22 Si bien nuestros hallazgos no permitieron imputar a las prácticas discrecionales la ocurrencia <strong>de</strong>l trabajo docente ad honorem en la universidad, es posible consi<strong>de</strong>rarla como un fenómeno que ha intervenido en coinci<strong>de</strong>ncia con la preeminencia <strong>de</strong> la informalidad por sobre los procedimientos formales. En algunos casos reforzando vínculos e
invisibilizando los términos <strong>de</strong> la exclusión salarial; en otros, representado alternativas viables y satisfactorias para la reproducción laboral. 23 Como <strong>de</strong>staca Charles Tilly (2000:97), “la <strong>de</strong>sigualdad categorial no es necesariamente mala; pue<strong>de</strong> brindar beneficios al simplificar la vida social y facilitar la producción <strong>de</strong> bienes colectivos. Es perniciosa, sin embargo, en la medida en que causa daño a los excluidos, los priva <strong>de</strong> acceso a lo que podrían ser bienes colectivos y produce una subutilización neta <strong>de</strong> un talento con una capacidad potencial <strong>de</strong> mejorar la vida”. Al incluir la inci<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> estos aspectos sobre las trayectorias <strong>de</strong> los docentes, fue posible compren<strong>de</strong>r parte <strong>de</strong> la complejidad <strong>de</strong> los sentidos inscritos en sus prácticas.