Endoscopia respiratoria - Avepa

La endoscopia respiratoria es una herramienta muy útil en la clínica de pequeños animales. Su primer
objetivo es obviamente examinar el aparato respiratorio incluyendo la nariz, la nasofaringe, la laringe, la
tráquea y los bronquios. Asimismo, permite la toma de muestras para su posterior examen citológico o
histológico, baceriológico y micológico. Finalmente en algunos casos constituye un acto terapéutico en si,
como el caso de cuerpos extraños.
Rinoscopia.
Las indicaciones incluyen los signos de patologías nasales agudas o crónicas: presencia de secreción nasal
uni o bilateral (serosas, purulentas o hemorrágicas), signos de obstrucción nasal o deformaciones faciales o
de los tabiques. Es importante recordar que la rinoscopia es solo uno de los exámenes complementarios
que permiten valorar la cavidad nasal y con frecuencia debe asociarse a técnicas de imagen como la
resonancia magnética o la tomografía axial computerizada. Estas técnicas no sólo permiten detectar y
caracterizar las lesiones nasales sino también determinar su alcance.
Antes de empezar el examen de las cavidades nasales es importante examinar la cavidad oral ya que
muchas patologías nasales pueden ser debidas a patologías dentales. Se debe examinar también la
nasofaringe. El método más sencillo es con la ayuda de un pequeño endoscopio flexible (broncoscopio de
5mm o un cistocopio de 2.5 mm, incluso con un gastroscopio en perros muy grandes), que se introduce
flexionado por la cavidad oral hasta el final del paladar blando. Se realiza entonces una rotación que nos
permite introducirnos en la nasofaringe. El examen debe incluir toda la nasofaringe, hasta las coanas,
valorando el aspecto de la mucosa, su color y forma, así como la presencia de cuerpos extraños, ácaros,
placas fúngicas, masas, anomalías congénitas o contenido alimentario.
La rinoscopia puede realizarse con un endoscopio rígido de 2.7 mm de diámetro que permite la irrigación al
mismo tiempo que la toma de muestras por el canal de trabajo. El animal debe posicionarse en decúbito
esternal y el globo de la sonda endotraqueal debe estar hinchado con tal de proteger las vías aéreas.
También se puede colocar unas pinzas hemostáticas con gasas en la zona laríngea para proporcionar
protección adicional. El endoscopio se introduce en la cavidad nasal y se examinan cuidadosamente los
meatos dorsal, medio y ventral, observando el aspecto de la mucosa, la presencia de cuerpos extraños,
masas o placas fúngicas. En ningún caso se debe sobrepasar el nivel del plano ocular. La biopsias se
pueden realizar a través del canal del endoscopio o a ciegas en caso de modificaciones difusas. El
sangrado post rinoscopia es sin duda una de las complicaciones más frecuentes de la toma de muestras, se
puede administrar una mezcla de fenilefrina y lidocaïna diluidas antes de la realización de la rinoscopia para
mimimizar tal efecto.
Laringoscopia.
Endoscopia respiratoria
Coralie Bertolani
Las indicaciones incluyen signos respiratorios superiores como la disnea inspiratoria o tos, modificaciones
de la voz o signos de disfagia.
La endoscopia laríngea puede realizarse con un fibroscopio rígido o flexible. Se realiza con el animal en
decúbito esternal. Existe una controversia importante acerca del protocolo anestésico más adecuado y es
cierto que no existe una respuesta clara. Tanto el empleo de opioides como de tiopental o propofol puede
tener un efecto sobre la motilidad de la larínge. Independientemente del protocolo anestésico empleado, es
importante mantener un plano anestésico superficial. La utilización de doxapram (a una dosis de 2.2 mg/kg
intravenoso) aumenta la motilidad intrínseca de la laringe y facilita la evaluación de su motilidad.

En la evaluación de la laringe se deprime ligeramente la epiglotis y se eleva dorsalmente el paladar blando.
Se evalúa en primer lugar el aspecto de la laringe, su color, estructura, simetría y la presencia de masas y
cuerpos extraños. En una segunda etapa valoramos su movilidad. La función de la larínge se evalúa en
función del ciclo respiratorio del animal: por ello un ayudante se coloca al lado del animal y nos indica que el
animal está en inspiración: en ese momento los cartílagos aritenoideos deben abrirse para permitir el paso
del aire. Estos movimientos no deben ser confundidos con los movimientos paradójicos que ocurren durante
la expiración forzada en casos de parálisis o paresia laríngea o con el laringospasmo asociados a la
manipulación laríngea en gatos.
Traqueobroncoscopia:
La exploración de la traquea y de los bronquios está indicada cuando el animal presenta tos crónica pero
también en los casos agudos (particularmente cuando existe una sospecha de cuerpo extraño), estridores,
hemoptisis o disnea. La realización de radiografías torácicas antes de su realización está indicada, no sólo
para descartar la presencia de enfermedades pulmonares interscial o focales en las cuáles la endoscopia
puede tener una utilidad limitada, sino para lateralizar el problema en los casos de que un lavado
broncoalveolar está indicado.
Cuando se piensa en la realización de una endoscopia respiratoria es importante valorar el estado clínico
del animal ya que existe obviamente un riesgo anestésico mucho más importante en pacientes con signos
respiratorios severos.
En lo que se refiere a la anestesia, existen diferentes protocolos descritos. En nuestro centro mantenemos
el animal anestesiado con propofol intravenoso y administramos el oxígeno por el canal de trabajo del
endoscopio. En gatos, se puede usar terbutalina 12 a 24 horas antes de la realización de la endoscopia
para disminuir la incidencia de complicaciones.
Se puede emplear un endoscopio flexible de fibra óptica o un videobroncoscopio y se realiza con el animal
en decúbito esternal.
Este examen debe realizarse de manera sistemática: observamos primero la tráquea, con su ligamento
dorsal y los anillos traqueales, la carina, el bronquio principal derecho con los lóbulos craneal, medio, caudal
y accesorio y del lado izquierdo el lóbulo craneal (con sus lóbulos craneal y caudal) y el caudal. La
profundidad de la ramificación bronquial que podemos alcanzar depende obviamente del tamaño del
endoscopio y del animal. La mucosa del aparato respiratorio debe ser rosa y húmeda y se debe valorar la
cantidad de secreción y su aspecto así como la posible presencia de masas, cuerpos extraños o colapsos
dinámicos.
Existen diferentes métodos para la toma de muestras. La que se emplea probablemente con más frecuencia
es el lavado broncoalveolar, que se realiza después de la inspección sistemática de cada lóbulo pulmonar.
Se introduce el broncoscopio en el lóbulo deseado y se avanza hasta intentar ocluirlo completamente.
Introducimos entonces entre 1 y 2 ml por kilo de peso de suero salino estéril y después de unos segundos,
retiramos el líquido con una aspiración continua y suave. Este líquido se debe analizar rápidamente, y se
debe realizar un examen citológico, bacteriológico y fúngico.
También se pueden realizar raspados para exámenes citológicos o biopsias.
CHV Fregis
Arcueil