TEMA Y-4 - Doctortazo
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<strong>TEMA</strong> Y-4<br />
OBSTETRICIA<br />
<strong>TEMA</strong> Y-4<br />
Crecimiento intrauterino retardado<br />
(CIR)<br />
1. DEFINICIÓN<br />
Este síndrome fetal, de repercusiones peri-natales, puede denominarse utilizando nomenclaturas<br />
variables:<br />
- SFC: Sufrimiento fetal crónico. Este tér-mino fue la primera denominación que<br />
se empleó, y así es como aparece en el temario de la guía docente, pero ya no se<br />
suele utilizar.<br />
- CIR: Crecimiento intrauterino retardado. Es el término más empleado.<br />
- RCIU: Retraso del crecimiento intrauterino.<br />
- PEG (O PPGEG): Pequeño para la edad gestacional (usado en pediatría).<br />
- SGR: Small for gestational age.<br />
- SDF: Small for date.<br />
- IUGR: Intrauterin growth retardation.<br />
Un feto con un CIR es aquel cuyo peso, estimado por ECO, es inferior al esperado para<br />
su edad gestacional. Si el feto está por debajo del p3 hablaremos de CIR SEVERO.<br />
Cada una de las variables se analiza, por una campana de Gauss, con medias y percentiles<br />
(p).<br />
En todos los países tienen unas tablas propias del crecimiento gestacional por se-manas,<br />
y elaboran así unas curvas. En ellas se relacionan el tamaño del feto (peso) con la<br />
semana de gestación. Estas curvas normalmente se analizan mediante:<br />
- Media<br />
- Desviación estándar<br />
- Percentiles<br />
La media (X) se corresponde con el percentil 50 (p50). Las curvas varían por<br />
continentes, países e incluso por comunidades autónomas, ya que influyen múltiples<br />
factores (étnicos, nutricionales, etc.)<br />
- En los fetos masculinos, el p50 al final de la gestación es de 3400 gramos.<br />
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OBSTETRICIA<br />
- En los fetos femeninos, el p50 al final de la gestación es de 3200 gramos.<br />
Por debajo del p10 se considera CIR. En la gráfica, vemos un ejemplo de CIR simétrico:<br />
2DE (desviaciones estándar) por encima de la media, se corresponde con el p90. 2DE<br />
por debajo de la media, se corresponde con el p10.<br />
Peso<br />
Edad gestacional<br />
1.1.Feto normal<br />
El peso normal se sitúa entre el percentil 10 y el percentil 90. Se determina mediante la<br />
ecografía, por peso, no por medidas. A partir de las medidas se deduce el peso, a través de<br />
algoritmos.<br />
1.2.Feto afecto de CIR<br />
Es aquel que crece, a lo largo de la gestación, por debajo del p10. Las alteraciones del<br />
crecimiento pueden ser por dos causas:<br />
- El feto está creciendo bien, pero por de-bajo de lo que corresponde a su edad.<br />
- El feto crece en un percentil bueno, pero –de repente- deja de crecer en peso, encontrándose<br />
cada vez más lejos de la normalidad.<br />
1.3. Feto macrosoma:<br />
Tienen un percentil de peso superior al p90, que suele ser mayor de 4500g en el momento<br />
del nacimiento. Por ejemplo, hijos de madres diabéticas.<br />
2. ESTIMACIÓN DE LA EDAD GESTACIONAL<br />
Es especialmente importante en las mujeres con oligomenorreas (reglas cada muchos días:<br />
40-60 días). El embarazo se cuenta desde la fecha de la última regla (FUR), cuando la regla<br />
es regular (cada 28 días); porque asumimos que la mujer quedó embrazada a los 14 días del<br />
ciclo –más o menos, cuando ovuló-. El test da positivo desde la primera falta (más o menos,<br />
a las 4 semanas de la última regla); incluso antes, cuando empieza a haber HCG en orina,<br />
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OBSTETRICIA<br />
que es cuando se da la implantación (7º a 10º día de embarazo) –ya que hay corión-; esto se<br />
produce a los 9-10 días tras la ovulación. Sin embargo, el feto no se ve hasta la 6º semana.<br />
El diagnóstico real del embarazo es la primera ecografía. Para ajustar la edad<br />
gestacional hay dos momentos importantes:<br />
- Ecografía del primer trimestre: Por vía transvaginal (7ª a 10ª semana). En ella se<br />
mide la LCN (longitud cefalo-nalga) –entre la cabeza y la parte más baja-. Así, se<br />
puede establecer la edad gestacional con un error de un día. Si la estimación de la<br />
edad gestacional por la ECO, nos coincide con la calculada según la FUR que nos<br />
cuenta la mujer, la FPP (fecha probable de parto) no se modifica, será la que hemos<br />
calculado según la FUR.<br />
- Ecografía en la semana 20: Por vía abdominal. Medimos el diámetro biparietal<br />
(DBP), la circunferencia craneal (CC), la circunferencia abdominal (CA) y la<br />
longitud femoral (LF). La medida más fiable es el diámetro biparietal. Esta ecografía<br />
nos permite buscar malformaciones, así como ratificar la edad gestacional.<br />
Casi todos los fetos crecen bien hasta la semana 20, excepto si hay cromosomopatías o<br />
infecciones. Un CIR precoz, suele estar relacionado con cromosomopatías, y un CIR<br />
embrionario –hasta la 12º semana- se relaciona con un mal pronóstico (posible aborto). La<br />
primera causa de CIR suele ser una mala datación de la gestación (no sabes si se trata de un<br />
CIR o es que la mujer lleva embarazada menos tiempo). Cuando el control del embarazo<br />
empieza muy tarde –con una primera ecografía en la sem 34, por ejemplo-, y la paciente<br />
refiere una FUR que no concuerda con los resulta-dos de la ECO, no se puede saber si tiene<br />
una edad gestacional menor o es un CIR; por el contrario, si la primera ecografía se hace<br />
antes de la semana 20, sí podríamos saberlo (todos los fetos crecen prácticamente igual<br />
hasta la semana 20).<br />
De todas formas, si la primera ecografía del embarazo se realiza en el tercer trimestre y no<br />
sabemos la FUR, tomaremos como FPP la que nos diga esta ecografía.<br />
3. ECOGRAFÍAS EN EL EMBARAZO<br />
FUR 7-8 11-14 18-22 26- 28 32- 34 semanas<br />
Semana 7-8 de gestación<br />
Es una eco opcional; no se suele hacer de rutina, pero se quiere introducir, pronto, en el<br />
control habitual del embarazo. Nos informa de la viabilidad fetal y sirve para confirmar,<br />
o corregir, la edad gestacional.<br />
Periodo de la 11-14 semana<br />
Esta eco se realiza siempre; y se suele hacer en la semana 12. Nos permite conocer la<br />
morfología del feto, datar la gestación y diagnosticar posibles cromosomopatías.<br />
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OBSTETRICIA<br />
Periodo de la 18-22 semana<br />
Se suele realizar en la semana 20. Principalmente se valora la morfología fetal,<br />
descartándose malformaciones. Se realiza en la semana 20, no porque en esa semana se<br />
vea mejor el feto, sino para apurar el margen de semanas de gestación que establece la<br />
ley como límite para que –si la paciente lo desea y se detectase alguna malformación-<br />
pudiese realizar una interrupción voluntaria de embarazo (IVE). Otras utilidades de esta<br />
ecografía:<br />
- Ajuste de la edad gestacional (aún nos puede servir, dado que el CIR –<br />
normalmente- comienza más tarde).<br />
- Screening amenaza de parto prema-turo: se mide la longitud del cérvix.<br />
- Screening preeclampsia o CIR: se realiza un doppler de arteria uterina. Una<br />
mala placentación, conlleva un riesgo de preeclampsia. Si la prueba nos muestra<br />
un flujo alterado, habrá un alto riesgo de CIR, por lo que habrá que hacer la<br />
siguiente eco en la semana 26-28.<br />
Periodo de la 32 a la 34 semana<br />
En este momento lo más importante es descartar un CIR. También se realiza biometría<br />
(Ver Nota Nº1).<br />
Nota Nº1: La biometría fetal consiste en la medición de diámetros, distancias,<br />
circunferencias, áreas e incluso volúmenes. Normalmente, para ver si un feto está<br />
creciendo bien, se mide el diámetro biparietal –que es más específico-, pero como<br />
puede tener la cabeza de forma irregular, es conveniente medir también: la<br />
circunferencia craneal, la circunferencia abdominal –que te da la medida del peso- y la<br />
longitud femoral –que te da la medida de la altura-.<br />
4. EPIDEMIOLOGÍA DEL CIR<br />
Este síndrome se presenta en el 8-10% (>30% si es multípara) de todos los embarazos<br />
(aproximadamente 1 de cada 10 embarazos). Tiene gran importancia, ya que eleva<br />
muchísimo la morbilidad fetal:<br />
- Intraparto: Son mucho más propensos a padecer hipoxia (por una baja reserva<br />
placentaria, sobre todo).<br />
- Neonatal: Propensos a la hipotermia –debido a que carecen de depósitos de<br />
grasa- (por ejemplo: sería una buena medida ponerles un gorro; porque la<br />
cabeza, al tener tanta superficie, pierde temperatura) e hipoglucemia –debido a<br />
que carecen de depósitos de glucógeno, lo cual supone un riesgo de deterioro<br />
neurológico-. Requieren un ambiente tér-mico neutro (incubadora), para<br />
mantener la temperatura corporal.<br />
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OBSTETRICIA<br />
- Infantil: Más propensos a sufrir infecciones, y tienen dificultad para el estudio<br />
(incluso en la adolescencia). Esto no se conoce bien, porque lleva pocos años de<br />
estudio. Además, presentan mayor morbilidad.<br />
En conclusión: a mayor CIR, mayor morbimortilidad.<br />
5. TIPOS DE CIR<br />
Hay tres elementos que influyen en que se produzca un CIR: la madre, el propio feto y<br />
la placenta. Una vez aparece, podemos clasificarlo en alguno de los 3 tipos siguientes:<br />
1. Tipo I: CIR simétrico o intrínseco<br />
2. Tipo II: CIR asimétrico o extrínseco<br />
3. Tipo III: CIR mixto<br />
5.1. CIR simétrico o intrínseco<br />
Se puede diagnosticar a lo largo de todo el embarazo.<br />
Inicio: En épocas muy precoces de la gestación, aproximadamente en el 1er trimestre.<br />
Desde el comienzo, empieza a crecer a menor ritmo (por debajo del percentil 10).<br />
Causa: Es un feto pequeño, por sí mismo; la causa del CIR pertenece al feto (porque ha<br />
sufrido agentes tóxicos, infección, cromosomopatías). Por ello, las células tienen un<br />
potencial de crecimiento reducido (y por esto se dice que la causa es del feto, aunque lo<br />
provoquen agentes externos), a pesar de que la perfusión útero-placentaria es normal.<br />
También suele asociarse a malformaciones.<br />
Ejemplo: infección materna por citomegalovirus (CMV) o toxoplasma, que ella pasa<br />
como una gripe, pero el feto acaba teniendo un CIR simétrico. Sus perímetros cefálicos<br />
(DBP, CC), torácico, abdominal (CA) y de miembros inferiores (LF) y superiores<br />
(húmero) son simétricamente menores de lo normal. El ecógrafo te dice que todas las<br />
medidas corresponden a un feto de menos semanas de gestación.<br />
5.2. CIR asimétrico o extrínseco<br />
Es una patología tardía: del segundo o tercer trimestre (por ello se detecta en la 3ª eco<br />
del embarazo, sobre la semana 32 a 34). Por ello, su crecimiento es normal; hasta que, a<br />
partir de la semana 20, su curva de crecimiento se aplana. Los CIR más severos se<br />
diagnostican antes.<br />
Causa: Ajena al feto. Sus células tienen un potencial de crecimiento normal pero la<br />
circulación útero-placentaria es anormal (mal aporte nutritivo por parte de la arteria<br />
uterina). Básicamente, el feto recibe menos oxígeno del habitual. Cuando este detecta la<br />
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OBSTETRICIA<br />
hipoxia crónica, pone en marcha los mecanismos de redistribución del flujo, priorizando<br />
la circulación a órganos vitales (cerebro, a. coronarias, glándulas suprarrenales e<br />
hígado); y produciendo una vasoconstricción periférica. Así, concentra el flujo en las<br />
carótidas, para que vaya al cerebro y este mantenga un desarrollo correcto, sin alteraciones.<br />
Se trata de un mecanismo de compensación, y si este se descompónsa, el<br />
feto se muere. Cuando esto ocurre el feto aún está bien; pero hay que sacarlo pronto,<br />
para que no llegue a descompensarse.<br />
Por todo esto, en estos fetos, la cabeza crece a un ritmo normal, pero el cuerpo crece<br />
más lento.<br />
Medidas: Se trata de fetos “cabezones”, ya que tienen los parámetros cefálicos<br />
normales, pero el resto del cuerpo es pequeño (CA y LF, reducidas).<br />
Causas de la alteración del flujo útero-placentario: Este tipo de CIR no está asociado<br />
a malformaciones o cromosomopatías, sino a enfermedades maternas; como pueden ser<br />
las señaladas a continuación.<br />
- Preeclampsia: Causa más frecuente. Condiciona, aproximadamente, el 70% de<br />
los CIR. Se trata de una HTA inducida por el embarazo. Es el cuadro anterior a<br />
la eclampsia (estado catastrófico que puede producir la muerte del feto e incluso<br />
la de la madre).<br />
Hay diferentes teorías para explicar este cuadro. La más extendida es la de la alteración<br />
de la inmunidad o la disminución de la tolerancia inmunológica. Recordemos que madre<br />
e hijo comparten la mitad de los antígenos de histocompatibilidad (HLA). La otra mitad<br />
de los antígenos del feto, son del padre, y la madre no los reconoce. La preeclampsia<br />
sería algo similar al rechazo crónico de un transplante, mientras la eclampsia sería<br />
parecida a un rechazo agudo.<br />
En estas circunstancias se produce vasoconstricción del órgano afectado: la placenta;<br />
por lo que los vasos, que llevan sangre al feto, tienen una luz más reducida. Para evitar<br />
esto, se lleva a cabo un proceso endógeno equivalente a la medicación antirrechazo: el<br />
contacto repetido con el semen del padre, va haciendo que aumente la tolerancia de la<br />
madre a su material genético. Por tanto, esta enfermedad es más frecuente en el primer<br />
embarazo.<br />
Esta enfermedad cursa con hipertensión y proteinuria mayor a 300 mg, en orina de 24 h.<br />
Aparece en el 2º o 3º trimestre de gestación. Si se agra-va el cuadro, puede desembocar<br />
una crisis hipertensiva o en una eclampsia; que cursa con alteraciones del SNC (tales<br />
como: convulsiones). Hay que tener presente que esta situación puede desencadenarse<br />
hasta 2 - 3 meses postparto, siendo incluso más grave que en el embarazo.<br />
- Tratamiento: La enfermedad se resuelve cuando acaba la gestación. No está<br />
indicada la dieta hiposódica; ni la medicación antihipertensiva, que sólo es útil<br />
para mejorar el cuadro y poder esperar algunos días, si la gestación no es a<br />
término.<br />
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OBSTETRICIA<br />
No hay que confundir la preeclampsia con la HTA añadida a la gestación, en la que no<br />
suele existir proteinuria, y se suele iniciar en el 1º trimestre de gestación. En este caso,<br />
sí estaría indicado dar medicación, dieta, etc.<br />
- Enfermedades vasculares.<br />
- Enfermedades Renales.<br />
- Diabetes.<br />
- Enfermedades del colágeno.<br />
5.3. CIR mixto<br />
Es todo aquel que no encaja, ni en un CIR simétrico, ni en uno asimétrico. Los fetos son<br />
algo pequeños y tienen más disminuidos la CA y la LF. que los perímetros cefálicos.<br />
Causas: Infecciones congénitas del tipo TORCH: Toxoplasmosis, Rubéola, Citomegalovirus,<br />
Herpes genital, Parvovirus B19; o alteraciones cromosómicas.<br />
6. DIAGNÓSTICO DE CIR<br />
6.1. Análisis epidemiológico:<br />
Hay que identificar la población de riesgo: qué embarazadas están expuestas a<br />
desarrollar un CIR.<br />
1. Factores socioeconómico<br />
Si el nivel socioeconómico de la madre es bajo, hay una elevada incidencia de CIR; ya<br />
que esto va asociado a hábitos tóxicos, mal control del embarazo, embarazos<br />
adolescentes, etc.<br />
2. Edad<br />
El embarazo de una adolecen-te es un factor que aumenta la incidencia de CIR, partos<br />
prematuros, fetos malnutridos, etc. El 30% de los niños de madres adolescentes sufren<br />
CIR asimétricos, debido a que el útero no está totalmente capacitado para desarrollar un<br />
embarazo.<br />
3. Trabajo<br />
Los trabajos de alta intensidad física y larga duración (por ej.: más de 10-12 h de pie),<br />
aumentan el riesgo de CIR. Esto se debe a la disminución de la perfusión placentaria -<br />
por la arteria uterina-, con el aumento de actividad física o el estrés, que hace que el feto<br />
aumente el flujo al SNC y lo disminuya en otras partes de su cuerpo.<br />
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4. Nutrición<br />
<strong>TEMA</strong> Y-4<br />
OBSTETRICIA<br />
El que la mujer esté bien nutrida, es un factor que previene el CIR.<br />
Desnutrición aguda: Puede producir CIR. Ejemplo: tras cirugía, durante el embarazo,<br />
por una enfermedad repentina (cáncer u otras).<br />
Desnutrición crónica: Frecuente en países subdesarrollados, donde los recién nacidos<br />
tienen unas pérdidas de peso del orden de 500-600 grs.<br />
5. Hábitos tóxicos:<br />
a. Tabaco: Se admite como normal, no fumar más de 5 cigarrillos/día, duran-te el<br />
embarazo. No se aconseja que la mujer deje de fumar completamente, porque puede<br />
crearle un estado de ansiedad tal, que al final termine fumando mucho más de lo<br />
que solía –lo cual supondría importantes repercusiones en las arterias uterinas-.<br />
Una mujer que fume 20 cigarros/día, en el embarazo, tendrá un feto que pesará un<br />
10% menos. Esto no es un problema tan grave, pero la nicotina pasa al feto y<br />
produce irritabilidad neonatal, hipoxia crónica y debilidad de membranas –por lo<br />
que aumenta su posibilidad de rotura prematura-.<br />
Disminuye el tono de los vasos y aparece en el cordón umbilical. Una solución –<br />
para la paciente- es que siga fumado, pero tire los cigarrillos cuando haya<br />
consumido sólo 1/3 –de los mismos-; para quitar la ansiedad y, al mismo tiempo,<br />
fumar menos.<br />
b. Alcohol: Que será el origen del Síndrome alcohólico-fetal, que tiene tres etapas:<br />
- Etapa prodrómica: La madre es una bebedora casual; no consume cantidades<br />
excesivas y, además, de baja graduación (por ej.: una cerveza, un vinito, y algún<br />
cubata, de vez en cuando). Suele ser la típica bebedora social, que toma alcohol<br />
en fiestas. En el feto sólo se da un CIR.<br />
- Etapa crítica: La madre tiene una dependencia física y psíquica al alcohol, es<br />
decir, tiene ya un Sd. de abstinencia. Consume bebidas alcohólicas de alta<br />
graduación, 2-3 días a la semana (los cubatas son frecuentes y suele fumar). El<br />
feto tiene CIR, anomalías neuro-lógicas leves y malformaciones faciales leves<br />
(ejemplos: fisura del paladar, labio leporino).<br />
- Etapa crónica: El feto tiene CIR, anomalías neurológicas graves y anomalías<br />
viscerales graves.<br />
c. Drogas: La cocaína y la heroína producen un CIR y un Sd. de Irritación Nerviosa<br />
Fetal. Al cortar el flujo útero -placentario, pasadas unas horas, los recién nacidos<br />
tienen Síndrome de abstinencia; que se manifiesta con llanto persistente,<br />
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OBSTETRICIA<br />
irritabilidad, etc., de forma que a veces es necesario dar opiáceos a dosis<br />
decrecientes o, incluso, sedación profunda para tranquilizarlos.<br />
Se ha observado que las madres que reciben metadona, tienen un buen embarazo y los<br />
fetos nacen bien.<br />
suponiendo que no haya otros facto-res que alteren el embarazo (tabaquismo, consumo<br />
de otras drogas, problemas sociales, etc.)-.<br />
6. Enfermedades vasculares:<br />
De entre ellas, las siguientes son responsables del 40% de los fetos con CIR.<br />
- HTA esencial previa al embarazo: A veces se detecta una hiperten-sión arterial<br />
en el primer trimestre, porque ya existía antes del emba-razo y no había sido<br />
diagnosti-cada.<br />
- HTA inducida por el embarazo: La preeclampsia se da en el segundo o tercer<br />
trimestre.<br />
7. Otras enfermedades: que pueden ser renales, cardiacas o metabólicas.<br />
8. Embarazo múltiple<br />
Cada vez más frecuentes, debido al desarrollo de la reproducción asistida (25-30% de<br />
los embarazos inducidos con esta técnica, son múltiples). A consecuencia, estos recién<br />
nacidos suelen ser prematuros o tienen un CIR.<br />
Actualmente, en determinados países nórdicos –como ocurre en Finlandia-, se financia<br />
el sistema de reproducción asistida, para que se implante un único embrión, de alta<br />
calidad, en cada intento, y no varios –como suele hacerse-; siendo la causa de los<br />
embarazos múltiples. Esta financiación, a la larga, resulta económica; ya que, al<br />
disminuir los embarazos múltiples, se ahorra en la solución de sus complicaciones.<br />
Los embarazos gemelares monocoriales, con una única placenta, suelen sufrir más CIR<br />
que los bicoriales. Por ello, hay tablas específicas para los perfiles de crecimiento de los<br />
embarazos múltiples; así que, con las mis-mas medidas, un feto único estaría en un<br />
percentil mucho menor que un feto de embarazo múltiple.<br />
Por ej.: para la misma talla; si a un feto único le corresponde un p30, a un feto de<br />
gestación múltiple le corresponde un p50.<br />
6.2. Diagnóstico ecográfico<br />
Actualmente, es el método diagnóstico que se utiliza en el 100% de los casos. Es el gold<br />
standard del diagnóstico de CIR. Está basado en 4 aspectos:<br />
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<strong>TEMA</strong> Y-4<br />
OBSTETRICIA<br />
a. Estudiar características de la placenta.<br />
b. Estimar volumen del líquido amniótico.<br />
c. Realizar biometría fetal (peso estimado).<br />
d. Realizar la fluxometría doppler-color de la circulación útero-placentaria y en la<br />
circulación del propio feto.<br />
a. Valoración ecográfica de la placenta<br />
Es muy sencillo valorarla. Se desarrolla, hasta que alcanza su madurez, y luego<br />
envejece. La clasificación de Grannum establece 4 tipos de placenta, según su<br />
madurez, basándose en los parámetros clásicos de la ECO:<br />
1) Placenta tipo I o inmadura: Es la placenta del 1º trimestre. Práctica-mente no se<br />
ve. Tiene el parénquima homogéneo, al tratarse aún de corion que no se ha<br />
transformado. No se visualiza la placa basal ni la corial (ésta última es la que<br />
contacta con el líquido amniótico). Es muy inmadura.<br />
2) Placenta tipo II o granular: Es la típica del embarazo. Aparece en las semanas<br />
20-25 de gestación. El parénquima es heterogéneo y denso, pero ya emite ecos,<br />
creando un moteado ecográfico. Es de aspecto granular, pero no se observa ninguna<br />
placa.<br />
3) Placenta tipo III (con tabiques): Entre las vellosidades coriónicas, se producen<br />
fenómenos de calcificación. Tiene 2 placas: la basal, que da al cordón umbilical; y<br />
la corial, que contacta con el endometrio. A partir de ambas placas, salen unos<br />
tabiques que no llegan a confluir.<br />
4) Placenta tipo IV (con tabiques y cotiledones): La placenta a término. El<br />
parénquima es heterogéneo. Los tabiques, que estaban formándose, confluyen y<br />
delimitan –en su interior- cotiledones placentarios (puede haber hasta 10, 12 ó 15),<br />
que forman panales. Estos cotiledones son la expresión fisiológica del<br />
envejecimiento placentario.<br />
Cuando la placenta estaba, en este grado, antes de tiempo (antes de la semana 30),<br />
se pensaba que podía dar patología de CIR; pero ahora se sabe que no da<br />
problemas. Lo que va a dibujar la ECO, de este tipo de placenta, son cotiledones;<br />
separados por los tabiques. Cabe señalar que, la estructura eco-gráfica de la<br />
placenta, no nos informa de la funcionalidad.<br />
Cabe señalar que, la estructura eco-gráfica de la placenta, no nos informa de la<br />
funcionalidad.<br />
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. Volumen de líquido amniótico<br />
<strong>TEMA</strong> Y-4<br />
OBSTETRICIA<br />
Desde la antigüedad, se ha intentado estimar cuánto líquido amniótico hay, pero no es<br />
fácil. Ya los griegos diagnosticaban como “poco líquido amniótico”, cuando se rompía<br />
la bolsa y no salía agua; en estos casos, se observaba que los fetos eran pequeños. En el<br />
primer trimestre, el líquido es producido –sobre todo-, por las membranas amnióticas.<br />
A partir de la 15ª ó 16ª semana, es –principalmente- orina fetal. En el tercer trimestre, el<br />
70% del líquido amniótico es orina fetal y, el resto, trasudación de las membranas. Si el<br />
feto está sano, habrá mucho líquido amniótico –ya que orinará bien-.<br />
En condiciones normales hay entre 1 y 3 litros de líquido amniótico, lo que dificulta su<br />
cuantificación; porque, al ver la ECO, puede ser que no se visualice líquido alrededor<br />
del feto, sin embargo, la película líquida que le rodea, bien puede llegar a 1 litro.<br />
Maneras de cuantificar líquido amniótico:<br />
- Subjetiva: A través de la experiencia del ecografista. A pesar de que, en la<br />
práctica, resulta ser lo más eficaz; no es adecuado realizar dicha determinación,<br />
basándonos en la subjetividad de una opinión.<br />
- Objetiva: Existen dos posibilidades:<br />
1. Técnica de la bolsa mayor o Pocket: Técnica sensible, pero poco específica; es<br />
sencilla, pero imprecisa. Consiste en rastrear, mediante ecógrafo, el lugar de<br />
gestación: buscar el charco o bolsa de líquido amniótico mayor y, luego, medir el<br />
diámetro. El feto ocupará la mayoría del espacio o bolsa de líquido amniótico.<br />
Además, ocupa la mayoría de la cavidad uterina; el resto está comprendido por el<br />
cordón umbilical y los huecos sobrantes están rellenos de líquido amniótico.<br />
Existen distintas bolsas o huecos de líquido amniótico, de todas ellas, se selecciona la<br />
mayor y se mide su diámetro vertical. Según éste tenemos:<br />
Cantidad de<br />
líquido amniótico<br />
Diámetro vertical<br />
de la bolsa mayor<br />
Anhidramnios Ausencia total de<br />
líquido<br />
Oligoamnios < 1cm<br />
Normal > 1cm<br />
Polihidramnios Exceso de líquido<br />
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Causas de Anhidramnios :<br />
<strong>TEMA</strong> Y-4<br />
OBSTETRICIA<br />
Un anhidramnios no puede ser causado por amniorrexis, ya que la cabeza del feto en<br />
esa circunstancia- descendería y actuaría como tapón, evitando la salida de más líquido<br />
amniótico.<br />
Una causa frecuente es el Síndrome de Potter, en el que se produce agenesia renal;<br />
por ello, el anhidramnios no se da hasta la mitad del embarazo, ya que hasta entonces<br />
no son necesarios los riñones para la formación del líquido amniótico. Este hecho hace<br />
que, un anhidramnios en el 2º trimestre, suela ser indicio de agenesia renal. En caso de<br />
dudas, se puede dar Seguril a la madre; lo que hace orinar al feto, aumentando la<br />
cantidad de líquido. Si el feto padece agenesia renal, no aumentará el líquido, porque el<br />
feto no orina. Otra causa sería una infección vírica. Causas de Oligoamnios Rotura de<br />
la membrana amniótica. Agenesia renal unilateral.<br />
En el CIR se produce oligoamnios, dado que el feto redistribuye su flujo sanguíneo<br />
hacia: el cerebro, glándulas suprarrenales y arterias coronarias; además tiene un menor<br />
flujo renal y orina menos, produciendo menos líquido amniótico.<br />
Causas de Polihidramnios<br />
- Atresia intestinal: El líquido deglutido por el feto, sigue por el tubo digestivo,<br />
se absorbe y, al final, va a los riñones; volviéndose a orinar. Si hay una<br />
obstrucción intestinal, el feto no puede tragar; por eso aumentará el volumen de<br />
líquido amniótico.<br />
- Madres diabéticas.<br />
- Fetos con malformaciones neurológicas graves, en las que el feto no traga.<br />
Esta técnica del Pocket, se suele usar al final del embarazo, para diagnosticar un posible<br />
anhidramnios; mientras que para señalar un polihidramnios, utilizaríamos la otra<br />
técnica: la de los 4 cuadrantes –que veremos a continuación-, la cual es más exhaustiva.<br />
Importante: La técnica de la bolsa mayor o Pocket, no es una técnica totalmente eficaz,<br />
ya que desestima el líquido que puede no aparecer en la bolsa, por encontrarse en el<br />
cordón umbilical.<br />
2. Técnica de los cuatro cuadrantes de Pelón: También es un método semi-<br />
cuantitativo, pero más preciso. Consiste en dividir la cavidad uterina en cuatro<br />
cuadrantes, mediante una línea longitudinal, que coincide con la línea media; y otra<br />
perpendicular a ésta, que se cruza en la cicatriz umbilical. Se mide el diámetro máximo,<br />
de la mayor acumulación de líquido amniótico, en cada cuadrante; y se suman, en<br />
centímetros.<br />
Suma de cuadrantes<br />
Oligoamnios < 5 cm<br />
Polihidramnios >25 cm<br />
La técnica es más exacta, pero también tiene su índice de error.<br />
12
<strong>TEMA</strong> Y-4<br />
OBSTETRICIA<br />
3. Biometría: Valoramos parámetros (no hace falta saberse los valores ).<br />
- DBP (diámetro biparietal): se mide desde la parte externa de un hueso parietal,<br />
hasta la parte externa del otro.<br />
- CC (circunferencia craneal)<br />
- CA (circunferencia abdominal)<br />
- LF (longitud femoral)<br />
Importante: Curvas de crecimiento fetal<br />
Es necesario valorar la etnia y población, a la hora de diagnosticar el CIR. Además, hay<br />
que tenerlo en cuenta para el diagnóstico de malformaciones fetales. Por ejemplo: la<br />
hipoplasia de hueso nasal –que es un marcador de cromosomopatía- se produce siempre<br />
en la raza negra. Si aparece –esta malformación- en un feto de dicha raza, no hay que<br />
decirle a los padres que seguro es un Sd. de Down.<br />
A veces, para tener un idea del tamaño de la cabeza y, por tanto, de la edad gestacional;<br />
sólo se mide el DBP, que se puede estimar de forma más exacta. Sin embargo, este no<br />
es preciso, si se toma de forma aislada: supongamos que un feto, con una cabeza de<br />
forma normal, tiene un DBP de 82 mm, a los 270 días; puede suceder que, un feto de la<br />
misma edad gestacional, mida 76 mm –en lugar de 82-, a causa de que su cabeza tiene<br />
forma “apepinada”, al tener dolicocefalia (“cabeza yunque”); o, en otro caso, pude salir<br />
un feto con un DBP mucho mayor, unos 93 mm, y que también tenga 270 días, pero<br />
posea una cabeza de forma distinta, llamada braquicefalia. Pero, en cambio, los tres<br />
casos tienen la CC de la misma medida y, por tanto, indican la misma edad gestacional<br />
–es decir, 270 días-. El objeto de medir la DBP, es que –a diferencia de la CC-, la DBP<br />
no está sometida a cambios, según la posición del feto en el útero.<br />
La CA se mide en un plano del feto, en el que se vea: la médula espinal, glándula<br />
suprarrenal, vena umbilical, el estómago, la aorta y la vena renal izquierda. Hay que<br />
saber este parámetro, para saber el peso aproximado del feto.<br />
La LF se mide desde la cadera, hasta la rodilla. Si este parámetro está acortado, puede<br />
ser a causa de una patología. Lo que da este parámetro, es la altura aproximada del feto.<br />
La longitud femoral mide lo mismo que la planta del pie, en el feto; por tanto, se puede<br />
medir uno u otro –indistintamente- según sea más fácil de observar en la ecografía.<br />
Basándonos en estas medidas, podemos establecer el tipo de CIR del que se trata; para<br />
ello, antes debemos tener en cuenta que existen dos parámetros que no se modifican y<br />
que siempre son bajos en un CIR: CA y LF. Según esto, y basándonos en el uso del<br />
cociente CC / CA, vamos a diferenciar:<br />
- CIR asimétrico: La cabeza sigue creciendo, pero el cuerpo no. Por ello, CA y<br />
LF están bajos, pero CC no. Es un feto de cabeza gorda y cuerpo pequeño. Por<br />
tanto, el cociente CC / CA será mayor que 1.<br />
13
<strong>TEMA</strong> Y-4<br />
OBSTETRICIA<br />
- CIR simétrico: En este, todo es pequeño. Por tanto, el cociente CC / CA será<br />
igual a 1.<br />
- Si un feto tiene un cociente CC / CA menor que 1, sufrirá microcefalia:<br />
disminución del parámetro CC, o ascitis: aumento del parámetro CA.<br />
Todos los softwares de los ecógrafos, tienen unas curvas percentilares de peso.<br />
Realmente no estimamos las medidas anteriores, porque no son simétricamente<br />
perfectos. Por ej.: un fémur corto puede ser indicativo de Síndrome de Down, pero<br />
también puede darse en personas normales (a lo mejor el padre tiene las “piernas<br />
cortas”; es importante tener factores, como estos, en cuenta).<br />
Por ello, la variable más comúnmente utilizada, es el peso estimado fetal. Hasta la<br />
semana 20, todos los fetos suelen crecer por igual; y es a partir de esta fecha, cuando se<br />
puede estimar el crecimiento del feto por el peso. Si la curva de crecimiento –en vez de<br />
seguir la línea de simetría correcta- empieza a aplanarse, indicará que el feto está<br />
empezando a desarrollar un CIR. Se considera que un niño se encuentra dentro de<br />
parámetros normales, cuando está entre el p5 y el p95. A partir de esto, podemos tener<br />
dos casos:<br />
- Un feto, en el p5, pero que tenga una curva de crecimiento normal, con un<br />
crecimiento armónico; podría tratarse de un feto normal.<br />
- Un feto que, al principio, estaba en un percentil adecuado; pero su curva de<br />
crecimiento empieza a aplanarse. Esto resulta más problemático, y es indicativo<br />
de CIR por problemas –por ejemplo- placentarios.<br />
Esta curva de crecimiento puede des-glosarse en las 4 medidas anteriormente explicadas<br />
(DBP, CC, CA y LF).<br />
¿Por qué es importante diagnosticar correctamente un feto PEG?<br />
Podemos encontrar fetos con un doppler normal y sin malformaciones, pero pequeños<br />
para la edad gestacional (PEG). Estos niños tienen más morbimortalidad perinatal.<br />
Maneras antiguas de predecir un CIR: La medida de la distancia sínfisis-fondo uterino,<br />
basada en curvas de crecimiento individualizadas, puede llegar a diagnosticar el 60% de<br />
los CIR; pero ojo: puede haber un polihidramnios, con una barriga muy grande, pero sin<br />
CIR.<br />
4. Fluxometría o doppler color:<br />
En ella debemos valorar los vasos sanguíneos de los tres elementos fundamentales: la<br />
madre, la placenta y el feto.<br />
- Madre: Nos interesa saber el flujo de la arteria materna implicada en el<br />
embarazo, la arteria uterina.<br />
14
<strong>TEMA</strong> Y-4<br />
OBSTETRICIA<br />
- Placenta: Dado que existen muchos vasos en el interior de la misma, nos<br />
centramos en estudiar la sangre que entra y sale de la placenta. Si los vasos son<br />
estrechos (por ej.: por que están calcificados) pasará menos sangre a la vena<br />
umbilical. Por ello, para estudiar la placenta, estudiamos la vena umbilical –que<br />
comunica la placenta con el feto-.<br />
- Feto: Tiene órganos de irrigación pre-dominante, como el cerebro; por ello se<br />
estudia la arteria cerebral media (ACM). Cuando ocurra una hipoxia, la sangre<br />
irá a los órganos preferenciales como éste; así que, si la circulación está<br />
disminuida en la ACM, habrá lesiones graves en el feto.<br />
Para estudiar los vasos por este método, cogemos una ventana de ecógrafo, por ejemplo,<br />
para el estudio de los vasos del cordón umbilical. Con el doppler color veremos un vaso<br />
gordo de color rojo, que es la vena; y dos vasos pequeños de color azul, que son las<br />
arterias umbili-cales. Mediante esta técnica, la sangre que se dirige hacia el observador<br />
será de color rojo; y, la que se aleja, será de color azul. Usamos el doppler color para<br />
hacer un mapeo de los vasos. También existe el doppler pulsado; que se utiliza para<br />
medir el flujo del vaso, es decir, la velocidad de la sangre.<br />
Estudio de la arteria uterina:<br />
La arteria uterina sólo la valoramos en situaciones de riesgo (preeclampsia o riesgo de<br />
CIR –por antecedentes de éste en embarazos anteriores-), aunque se dice que es un<br />
marcador precoz de problemas, por lo que se debería hacer a toda gestante.<br />
La arteria uterina tiene un flujo abundante. Para valorar el flujo del feto, se suele utilizar<br />
un índice de pulsatilidad, calculado por el ecógrafo. Las madres propensas a la<br />
preeclampsia, en las curvas de flujo de la arteria uterina, muestran una escotadura<br />
protodiastólica o notch protodiastólico. Este es un marcador de riesgo que indica<br />
placentación no adecuada o aumento de resistencia al flujo de la a. uterina; por tanto,<br />
habrá que hacer un seguimiento de este feto. Puede aparecer, también, en casos de<br />
malformación placentaria. Otras causas que alteren el flujo, pueden ser problemas<br />
cardiacos de la madre, como –por ejemplo- una insuficiencia cardiaca (IC) importante.<br />
Realmente, las únicas causas que pueden hacer que se pierda el flujo de la arteria uterina<br />
son: el shock, una IC importante, o que la madre haya muerto.<br />
Por ello, si la madre muere, habrá que hacer una cesárea urgente al cadáver; para evitar,<br />
al feto, problemas de hipoxia o trombosis.<br />
Diagnóstico con fluxometría doppler:<br />
En primer lugar, decir que la fluxometría doppler color (las arterias se ven rojas y las<br />
venas azules) hay que hacerla cuan-do exista sospecha diagnóstica, nunca como método<br />
diagnóstico de rutina.<br />
El doppler nos va a medir la resistencia que encuentra la sangre, al circular por el<br />
conducto; midiendo el diámetro del vaso y la velocidad del flujo. Un aumento de<br />
resistencia significa disminución del flujo. Puesto que la oxigenación fetal es flujodependiente,<br />
el aumento de los índices (nosotros sólo veremos el índice de pulsatilidad<br />
15
<strong>TEMA</strong> Y-4<br />
OBSTETRICIA<br />
IP) es una señal de la disminución del aporte de oxígeno al feto. En niveles críticos, de<br />
franca hipoxia fetal –como sucede con flujo ausente o reverso, en diástole-, el feto hace<br />
uso de mecanismo de redistribución de flujo para proteger los territorios nobles de la<br />
hipoxia (cerebro, corazón y glándulas suprarrenales).<br />
La siguiente secuencia es clave en este tipo de diagnóstico:<br />
- Arterias uterinas (madre)<br />
- Arteria umbilical (placenta)<br />
- Arteria cerebral media (feto)<br />
- Ductus venoso de Arancio<br />
- RIP<br />
Se procede, en este orden, al estudio; ya que la causa de insuficiencia placentaria, se<br />
debe manifiestar primero en la madre, luego en la placenta y finalmente en el feto.<br />
Hay vasos que se alteran y son objeto de estudio, a lo largo del retraso del crecimiento;<br />
previendo un peor pronóstico, a medida que avanzamos en la secuencia anterior.<br />
ARTERIA UTERINA<br />
Ya en la semana 20-26, en mujeres con sospecha clínica y factores de riesgo, se puede<br />
realizar un estudio de las arterias uterinas. Si encontramos una morfología con aumento<br />
de la sístole, disminución de la diástole (S y D = resistencia) y una escotadura (llamada<br />
notch) antes de diástole, se confirma la sospecha clínica; actuando, dichos cambios<br />
morfológicos, como marcadores de riesgo de CIR.<br />
Onda doppler de la arteria uterina en una gestante de 33 sem, con preeclampsia: se aprecia la escotadura<br />
notch (marcada con una flecha), considerada patológica en 2º mitad del embarazo.<br />
El índice que veremos, es el IP o índice de pulsatilidad; que se comporta como un<br />
marcador de riesgo y da información acerca de la resistencia del vaso, la distensibilidad<br />
del mismo… en definitiva, del flujo del vaso. Un IP aumentado (IP) es indicador de<br />
patología. Cuando detectamos el retraso del crecimiento, por estudio de la arteria<br />
uterina, pasamos al estudio de la a. umbilical.<br />
16
ARTERIA UMBILICAL<br />
<strong>TEMA</strong> Y-4<br />
OBSTETRICIA<br />
En la semana 20, apenas hay diástole; pero las resistencias vasculares comienzan a<br />
disminuir hasta el momento del parto. A medida que disminuyen las resistencias<br />
vasculares, aumenta el flujo en diástole; por ello, el feto sube de peso –<br />
fundamentalmente- al final de la gestación, ya que la irrigación se incrementa. Cuando,<br />
en el estudio, se observa mucha diferencia entre sístole y diástole, es indicativo de un<br />
aumento de las resistencias placentarias (la a. umbilical lleva sangre, de la placenta al<br />
feto). Así, como consecuencia de este aumento de resistencias, encontramos una sístole<br />
aumentada y una diástole con flujo disminuido –en la morfología de la eco-; en contra<br />
de la normalidad esperable: un flujo abundante en diástole. Debido al aumento de S y a<br />
la disminución de D, el índice de pulsatilidad (IP) está aumentado.<br />
A. umbilical normal, con gran cantidad de flujo tele-diastólico.<br />
A. umbilical patológica, con aumento del índice de<br />
pulsatilidad.<br />
La a. umbilical nos muestra la función placentaria, un IP aumentado (IP) es indicativo<br />
de alteración placentaria. Hay ondas picudas y una incisura (notch) protodiastólica.<br />
Cuando se encuentran estas imágenes, tenemos que compro-bar si hay –o no-<br />
repercusión sobre el feto; es decir, si este aumento del IP está causando hipoxia –o no-<br />
(aunque sabemos que algo de hipoxia tiene que haber, ya que el feto no está creciendo).<br />
La medición de la a. umbilical, en un feto PEG, reduce la mortalidad perinatal un 30%:<br />
- Diástole ausente: Odds Ratio de 4 para mortalidad perinatal.<br />
- Diástole reversa: Odds Ratio de 10 para mortalidad perinatal.<br />
Para estudiar la posible repercusión en el feto, pasamos al estudio de la ACM.<br />
ARTERIA CEREBRAL MEDIA (ACM)<br />
Permite valorar el grado de adaptación del feto a la situación de hipoxia crónica, y su<br />
posible deterioro. Es la arteria más representativa de la circulación fetal y el parámetro<br />
más sensible para pre-decir un resultado obstétrico adverso. Ante una situación de<br />
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<strong>TEMA</strong> Y-4<br />
OBSTETRICIA<br />
hipoxia crónica, el feto intenta compensarla con una descarga de catecolaminas, que<br />
lleva a la redistribución hemodinámica o centralización del flujo: tiene lugar una vasoconstricción<br />
generalizada que afecta a toda la economía fetal, excepto un territorio<br />
protegido que abarca el encéfalo, el miocardio y las glándulas suprarrenales. Esta<br />
compensación es fisiológica; el problema es que, llegados a este momento, no sabemos<br />
cuánto tiempo aguantará el feto dicha compensación. De este modo, una vez instaurado<br />
el CIR, los cambios de adaptación hemodinámica –en la ACM- van a consistir en un<br />
aumento del flujo diastólico (consecuencia de la compensación que intenta preservar la<br />
perfusión cerebral).<br />
Redistribución vascular: Onda doppler con gran flujo telediastólico (ACM).<br />
Situación no grave<br />
(redistribución<br />
moderada)<br />
Situación grave<br />
(redistribución muy<br />
intensa)<br />
A B A B<br />
Situación no grave (redistribución moderada):<br />
A- Onda doppler, de la arteria cerebral media, con pequeño aumento de flujo<br />
telediastólico.<br />
B- Onda doppler, de la arteria umbilical, con franca disminución del flujo<br />
telediastólico.<br />
Situación grave (redistribución muy intensa) :<br />
A- Onda doppler, de la arteria cerebral media, con gran flujo telediastólico.<br />
B- Onda doppler, de la arteria umbilical, con flujo reverso.<br />
Imaginemos el siguiente caso: Feto con 27 semanas, pero con parámetros de 23; pesa<br />
500 g, por tanto, se trata de un CIR grave. Lo podemos comprobar en la morfología de<br />
la arteria umbilical, que se encuentra sin flujo diastólico (IP); y de la ACM, que muestra<br />
centralización del flujo.<br />
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<strong>TEMA</strong> Y-4<br />
OBSTETRICIA<br />
Llegados a este punto, hemos de informar a los padres sobre la posibilidad de que el<br />
feto no esté sano. Además, llega el momento de hacer la pregunta: “¿Cuándo es el<br />
momento de sacar al niño sin que se nos muera?”. Para responder esta interrogante,<br />
pasamos al siguiente paso: determinación de la función cardiaca mediante el estudio del<br />
ductus venoso.<br />
DUCTUS VENOSO DE ARANCIO<br />
Es el vaso por donde entra la mayoría de la sangre oxigenada a feto9. Sirve para<br />
estudiar la función cardiaca fetal. La medición de flujo en el ductus venoso es el valor<br />
más reproducible, con un VP- (valor predictivo negativo) del 85%, para mortalidad.<br />
El ductus venoso es un vaso con doble pulsatilidad en la onda: responde, a cada latido,<br />
mostrando las contracciones valvulares de sístole y diástole. Ante una insuficiencia<br />
hemodinámica, no sólo no tiene diástole, sino que hay un flujo revertido (la sangre<br />
vuelve anterógradamente) por fallo cardíaco, debido a la gran precarga. El corazón será,<br />
por tanto, insuficiente: hay una insuficiencia cardiaca (IC); siendo este el momento<br />
indicado para sacar el feto. Es importante que tengamos en cuenta que, hasta este<br />
momento, la monitoriza-ción va a ser normal. Los cambios de carácter hemodinámico,<br />
tienen su tras-cendencia a nivel clínico; pero éstos –en el doppler fetal- son hallazgos<br />
precoces a la aparición de los síntomas.<br />
A- Onda doppler, del conducto venoso, de un feto normal.<br />
B- Onda doppler, del conducto venoso, en un feto con CIR grave. Obsérvese la existencia de flujo<br />
venoso reverso.<br />
Lo último que se va a alterar es la vena umbilical. El cordón umbilical consta de 2<br />
arterias y de 1 vena. En el doppler del cordón umbilical normal, las arterias tie-nen<br />
pulso y la vena no. En un feto, con situación terminal, se ve –en el doppler- como la<br />
vena umbilical late (el corazón insuficiente revierte san-gre hacia atrás, por el colapso),<br />
esto es indicativo de un colapso total.<br />
Onda doppler de vena umbilical, en un feto con CIR y en estado de hipoxia muy grave. Vemos la<br />
pulsatilidad de la onda.<br />
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<strong>TEMA</strong> Y-4<br />
OBSTETRICIA<br />
Por tanto, en cuanto al diagnóstico del bienestar fetal: la existencia de flujo re-verso en<br />
el conducto venoso, indica un grado de IC que empeora el pronóstico del feto con CIR;<br />
y, la presencia de pulsatilidad en la onda de la vena umbilical, es un signo de muy mal<br />
pronóstico. La ausencia de flujo telediastólico o el flujo reverso en la arteria umbilical<br />
(visto más adelante) son signos de mal pronóstico; pero cuando se suma una onda<br />
pulsátil de la vena umbilical, el pronóstico es aún más sombrío. Tras la alteración de la<br />
vena umbilical, el feto muere.<br />
En el caso anterior, el feto se sacaría cuando viésemos el ductus venoso de Arancio con<br />
flujo reverso. Una vez fuera, no haría falta intubarlo; ya que, el estrés al cual ha estado<br />
sometido el feto, ha hecho que los corticoides endógenos es-tén aumentados,<br />
acelerándose la madu-ración pulmonar.<br />
Parámetros fetales:<br />
En situación de flujo reverso, se produce una insuficiencia cardiaca. Nos encon-tramos<br />
en una situación precaria.<br />
Feto normal:<br />
IP de arteria umbilical < IP de arteria cerebral media.<br />
Feto CIR:<br />
IP de arteria umbilical > IP de arteria cerebral media.<br />
Los límites de viabilidad se establecen a partir de las 25-26 semanas. Por otro lado, un<br />
niño de 23 semanas con CIR, tiene más posibilidades de sobrevivir que uno sin CIR; ya<br />
que el sufrimiento, al que ha estado sometido, propicia la maduración –temprana- del<br />
aparato respiratorio.<br />
Finalmente, decir que la placenta está formada por lagunas vasculares; y hay unos<br />
depósitos donde se mezcla sangre arterial y venosa, y circulación materna y fetal. Si no<br />
hay una buena circulación, el intercambio tampoco es bueno; y la placenta tendrá un<br />
tamaño menor, así como el del niño –que también estará disminuido- (esto es lo que<br />
ocurre en el CIR donde las resistencias placentarias están aumentadas). En madres<br />
diabéti-cas, con una gran placenta, los niños nacen muy grandes. El tamaño de la<br />
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<strong>TEMA</strong> Y-4<br />
OBSTETRICIA<br />
placenta va a ser proporcional al niño, y esto va a depender de la circulación de la<br />
misma.<br />
Muchas cromosomopatías se asocian con un CIR y malformaciones, y de una forma<br />
especial: la trisomía 21, la 13, y –sobre todo- la 18. A veces este retraso del crecimiento<br />
aparece muy precoz-mente. Dada la mayor incidencia de mal-formaciones y de<br />
cromosomopatías, se cree justificada la investigación del cariotipo.<br />
En la práctica, el CIR o RCIU se diagnóstica por la estimación del peso. El estado del<br />
doppler nos marca la actitud terapéutica. El 80% de los fetos pequeños son sanos; un<br />
15% van a tener una afectación leve; y, el 5%, tienen un CIR simétrico, que suele<br />
aparecer a final del 1º trimestre o principios del 2ºT. El CIR asimétrico aparece en el 2º<br />
trimestre – casi en el tercero-. El peso normal se estima entre el p3 y el p10.<br />
- Si el doppler de arteria uterina es normal, se trata de un feto pequeño sin<br />
insuficiencia placentaria.<br />
- Si el IP de la arteria uterina es mayor al p95, hablamos de CIR moderado.<br />
- Si el peso estimado es menor al p3, hablamos de CIR severo.<br />
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