(GUIA DE PR\301CTICAS DE CIRUG\315A GENERAL) - Doctortazo
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Universidad de Murcia<br />
Facultad de Medicina<br />
GUÍA <strong>DE</strong> PRÁCTICAS <strong>DE</strong> CIRUGÍA <strong>GENERAL</strong><br />
Para estudiantes de 4º curso de la Licenciatura en Medicina<br />
1<br />
Edición: Zorionak Meneses Grasa<br />
Supervisión: Dr. José Luís Aguayo Albasini
Si tom am os a los hom bres tal y com o son,<br />
los harem os peores de lo que son. E n cam bio,<br />
si los tratam os com o si fuesen lo que debieran ser,<br />
los llevarem os allí donde tienen que ser llevados.<br />
2<br />
G oethe.<br />
A l Servicio de Cirugía G eneral y D igestiva del H ospital M orales M eseguer,<br />
… por hacer que estas palabras cobren sentido.
EPÍLOGO<br />
La guía de práctica que tienes en tus manos,<br />
no es más que una recopilación de información<br />
técnica a cerca de la asignatura<br />
que nos compete: la Cirugía General y del<br />
Aparato Digestivo. Pretende desarrollar, uno<br />
a uno, los objetivos básicos que debería<br />
plantearse todo estudiante de medicina al<br />
realizar las prácticas pertinentes.<br />
Si bien la herramienta de trabajo, que aquí<br />
se presenta, es fruto de una labor exhaustiva;<br />
aún requiere múltiples mejoras y aportaciones.<br />
Entre todos –con sentido crítico y<br />
ganas de aprender- seremos capaces de<br />
solventarla (es esa mi ilusión).<br />
Esta guía parte de una idea propia, el desarrollo<br />
de los 28 objetivos que se proponen<br />
en el Servicio de Cirugía General del Hospital<br />
Morales Meseguer, pero no constituyen<br />
un material curricular. Tampoco representan<br />
conocimiento o material evaluable. Es sólo<br />
una forma de ayudar.<br />
Siendo estudiante, igual que vosotros, comprendo<br />
que muchas veces la escasez de<br />
tiempo libre –a que nos obliga el estudio- no<br />
nos permite ahondar en todas las asignaturas<br />
que se nos imparten. Es por ello que,<br />
más que abrumaros con información, quiero<br />
ahorraros la labor de investigar y recopilar<br />
datos, poniéndolos a vuestra disposición de<br />
manera sencilla.<br />
3<br />
Es posible que la mayoría no nos dediquemos<br />
a la cirugía, como especialidad; pero<br />
creo que, como médicos generales, debemos<br />
conocer unos mínimos que nos permitan<br />
desenvolvernos con autonomía y buen<br />
juicio, ante todo tipo de situaciones en las<br />
que, no olvidemos nunca, trataremos con<br />
seres humanos a los que es nuestra obligación<br />
atender con la mayor profesionalidad<br />
posible.<br />
Que no salgáis del Servicio de Cirugía con<br />
el mismo bagage con el que llegasteis. Sed<br />
autocríticos y, sobre todo, jamás os conforméis<br />
con menos, si deseáis aprender más.<br />
La práctica clínica es igual de importante<br />
que la teoría, y en el hospital tenéis la oportunidad<br />
de aprender, de primera mano, medicina.<br />
Salud y Suerte,<br />
Zorionak Meneses Grasa<br />
Estudiante de 5º curso de la Licenciatura en<br />
Medicina. Universidad de Murcia.<br />
zorionak@hotmail.com
ÍNDICE<br />
Bloque I: Consultas externas<br />
1. Fundamentos de la historia clínica en cirugía. 6<br />
2. La indicación quirúrgica: pros y contras. 6<br />
3. Criterios de cirugía con ingreso y ambulatoria. 6<br />
4. La valoración del riesgo quirúrgico y la evaluación preoperatorio. 7<br />
5. La autonomía del paciente y el consentimiento informado. 8<br />
6. El significado de la inclusión en lista de espera quirúrgica. 8<br />
Bloque II: Planta de hospitalización<br />
7. Los criterios de alta quirúrgica. 10<br />
8. El alta en el hospital de día quirúrgico. 11<br />
9. Manejo de las exploraciones complementarias en cirugía. 11<br />
10. Diferenciación de un postoperatorio normal de uno patológico. 13<br />
11. Importancia de las recomendaciones de alta. 14<br />
Bloque III: Quirófano programado<br />
12. Indumentaria quirúrgica: Uso de pijama, gorro, mascarilla y calzas. 16<br />
13. Identificación de las distintas áreas del bloque quirúrgico. 16<br />
14. Limitación de movimientos y desplazamientos en quirófano. 16<br />
15. Uso de las soluciones antisépticas. 17<br />
16. El lavado quirúrgico de manos. 17<br />
17. Colocación de bata y guantes estériles. 19<br />
18. Técnica básica de ayudantía. 26<br />
19. Identificación de los instrumentos quirúrgicos básicos. 26<br />
20. Identificación de materiales y dispositivos de sutura, autosutura y laparoscopia. 28<br />
21. Elaboración de nudos quirúrgicos. 31<br />
22. Cuidados de la eliminación de deshechos y residuos: la bolsa roja y el sharp container. 32<br />
23. Los pasos de la anestesia general, loco-regional y local. 32<br />
24. La información postoperatoria a familiares. 39<br />
25. La reanimación postoperatoria y los criterios de alta a planta. 40<br />
Bloque IV: Emergencias quirúrgicas<br />
26. Actitud en relación con los grandes síndromes quirúrgicos urgentes: peritonitis focal o<br />
generalizada, hemorragia, obstrucción intestinal y traumatismo.<br />
42<br />
27. Importancia de la observación y revaloración clínica. 47<br />
28. La información y el consentimiento informado en cirugía de urgencias. 47<br />
BIBLIOGRAFÍA<br />
AGRA<strong>DE</strong>CIMIENTOS<br />
4<br />
Pág.<br />
5<br />
9<br />
15<br />
41<br />
48<br />
48
CONSULTAS EXTERNAS<br />
5
CONSULTAS EXTERNAS<br />
Las consultas externas son de gran interés,<br />
por constituir la proyección hacia el exterior<br />
del Servicio; manteniendo la vigilancia de<br />
los enfermos intervenidos, fuera ya del Centro<br />
hospitalario. Por otro lado constituye la<br />
gran fuente de enfermos, soportando –de<br />
esta forma- el carácter asistencial del Servicio<br />
de Cirugía General y Digestiva.<br />
Por su importancia, deben atenderse con<br />
todo esmero. El tiempo médico medio de<br />
asistencia a una primera consulta o visita se<br />
cifra en treinta minutos, y las revisiones en<br />
quince minutos. En la práctica, es difícil proporcionar<br />
más de 12-15 minutos.<br />
Objetivos en consultas externas:<br />
Adquirir las habilidades en relación con:<br />
1. Fundamentos de la historia clínica en cirugía.<br />
2. La indicación quirúrgica: pros y contras.<br />
3. Criterios de cirugía con ingreso y ambulatoria.<br />
4. La valoración del riesgo quirúrgico y la evaluación<br />
preoperatorio.<br />
5. La autonomía del paciente y el consentimiento<br />
informado.<br />
6. El significado de la inclusión en lista de espera<br />
quirúrgica.<br />
1. Fundamentos de la historia clínica en<br />
cirugía.<br />
En los pacientes deben recogerse, en el<br />
documento correspondiente:<br />
antecedentes familiares,<br />
antecedentes personales patológicos y<br />
no patológicos,<br />
enfermedad actual,<br />
anamnesis por aparatos y sistemas<br />
(somera),<br />
exploración física general y de cabeza,<br />
cuello, tórax, regresión precordial, abdomen<br />
y extremidades.<br />
En las revisiones, los datos advertidos que<br />
sean de interés para el curso evolutivo de la<br />
enfermedad o para el propio enfermo deben<br />
6<br />
recogerse de forma escueta en una hoja<br />
adicional de curso evolutivo. En estas notas<br />
debe hacerse referencia a la fecha y ser<br />
firmadas siempre. Las reseñas se practicarán<br />
en el momento de advertir el dato, antes<br />
de que el enfermo salga de la consulta.<br />
2. La indicación quirúrgica: pros y contras.<br />
La primera cualidad de una operación quirúrgica<br />
es la de estar indicada, es decir, ser<br />
útil y oportuna. Pongamos en un platillo de<br />
la balanza la gravedad de la lesión, los trastornos<br />
que ocasiona en el presente y puede<br />
ocasionar en el futuro, la amenaza que representa<br />
para la salud y la vida del paciente.<br />
En el otro, las posibilidades de curación<br />
espontánea o por medios incruentos, los<br />
riesgos operatorios propios del estado del<br />
paciente. Todo ello a partir de un exacto<br />
diagnóstico. Si pesan más las indicaciones,<br />
estará indicada la intervención. Si por el<br />
contrario pesan más las contraindicaciones,<br />
supondrá la abstención definitiva o temporal,<br />
ya que ciertos rasgos quirúrgicos pueden<br />
ser aminorados o anulados con un tratamiento<br />
adecuado. Las indicaciones quirúrgicas<br />
cambian en el desarrollo de la Medicina.<br />
3. Criterios de cirugía con ingreso y ambulatoria.<br />
Cada patología, según su gravedad y estado<br />
evolutivo, va a requerir distintos grados<br />
de atención. Siempre que sea posible, optaremos<br />
por atender al paciente ambulatoriamente;<br />
para de ese modo evitar los riesgos<br />
propios de la hospitalización (infección nosocomial,<br />
depresión, etc.) y se economizan<br />
recursos. Pero cuando la afectación del sujeto<br />
requiera afinar el diagnóstico con pruebas<br />
complementarias que necesiten ingreso<br />
hospitalario (para establecer la indicación<br />
quirúrgica o valoración del riesgo), del mismo<br />
modo que ante patologías graves subsidiarias<br />
de corrección o intervenciones que<br />
demanden una preparación preoperatoria<br />
especial o un seguimiento complejo y prolongado,<br />
estará indicado el ingreso hospitalario.
4. La valoración del riesgo quirúrgico y la<br />
evaluación preoperatorio.<br />
Dejando a un lado los exámenes destinados<br />
a precisar el diagnóstico, nos referiremos a<br />
los que tienen por objeto valorar la fortaleza<br />
del paciente, observar las deficiencias evidentes,<br />
investigar las taras inaparentes, en<br />
resumen, contemplar el riesgo individual.<br />
Exploración clínica: Edad, impresión general,<br />
nutrición, pulso, tensión arterial, auscultación<br />
cardiorrespiratoria, etc.<br />
Exámenes de laboratorio: Recuento, fórmula,<br />
hematocrito, glucosa, urea, coagulación,<br />
hemorragia, protrombina.<br />
Exámenes complementarios: Electrocardiograma,<br />
examen radiológico del tórax.<br />
Exámenes opcionales: Bajo indicaciones<br />
especiales se requerirá proteinograma, gasometría<br />
arterial, pruebas cardiacas especiales,<br />
espirometría, determinación del grupo<br />
sanguíneo.<br />
Todos los datos obtenidos serán valorados<br />
siempre en relación a la agresividad de la<br />
intervención quirúrgica que se piensa realizar.<br />
Es fundamental para la valoración del riesgo<br />
quirúrgico la labor conjunta entre cirujano y<br />
anestesista. Todos los enfermos han de ser<br />
explorados por el médico anestesista la víspera<br />
de la intervención.<br />
La valoración del estado clínico del paciente<br />
mediante la clasificación de la American<br />
Society of Anesthesiologists (ASA) está sumamente<br />
difundida, debido a su simplicidad<br />
y efectividad.<br />
ASA 1: paciente con buena salud, sin otra afección<br />
que la que requiere el acto quirúrgico.<br />
ASA 2: paciente con una enfermedad general moderada<br />
(hipertensión arterial bien controlada, obesidad<br />
moderada, diabetes controlada).<br />
ASA 3: paciente con una enfermedad general grave<br />
pero no invalidante (Insuficiencia coronaria con<br />
ángor, obesidad patológica, insuficiencia respiratoria<br />
moderada).<br />
7<br />
ASA 4: paciente con una enfermedad general invalidante<br />
que compromete el pronóstico vital (insuficiencia<br />
cardiaca grave, insuficiencia respiratoria que<br />
requiere oxigenoterapia).<br />
ASA 5: paciente moribundo que no sobreviviría 24<br />
horas, con o sin la operación (ruptura de aneurisma<br />
de la aorta abdominal en estado de shock).<br />
Los aspectos relacionados con la preparación<br />
del paciente para el quirófano son:<br />
Preparación psicológica: Someterse a<br />
una intervención quirúrgica es una experiencia<br />
importante. Además de la propia<br />
intervención, la enfermedad subyacente<br />
puede ser una causa importante de presión<br />
psicológica, sobre todo en los pacientes<br />
con tumores malignos, en aquellos<br />
que precisan intervenciones con<br />
riesgo para la vida, y aquellos en que el<br />
diagnóstico es incierto. Estas situaciones<br />
desencadenan una respuesta natural de<br />
miedo y ansiedad que, aun con un buen<br />
apoyo individual, pueden ser difíciles de<br />
afrontar. Dicha respuesta es a menudo<br />
resultado de una comunicación inadecuada<br />
con el cirujano; por lo que no hay<br />
que olvidar la importancia de un intercambio<br />
claro y honesto de información<br />
sobre la situación y de la voluntad de<br />
dedicar tiempo a comentar las cuestiones<br />
que más preocupan al paciente. En<br />
ocasiones se necesita la ayuda de otros<br />
especialistas.<br />
Preparación de la piel: Hasta la mitad<br />
de las infecciones de una herida están<br />
causadas por bacterias presentes en la<br />
piel. Al comienzo de la intervención se<br />
limpia una amplia zona de la piel alrededor<br />
de la incisión con povidona yodada o<br />
clorhexidina. Los pelos estorban durante<br />
el cierre de una herida quirúrgica, por lo<br />
que –tradicionalmente- los pacientes son<br />
afeitados antes de la intervención. Esta<br />
medida debe hacerse en la planta de<br />
hospitalización, inmediatamente antes<br />
de la cirugía.<br />
Dieta y preparación intestinal: Cualquier<br />
paciente que vaya a recibir una<br />
anestesia general debe estar en ayunas<br />
desde 6 horas antes para reducir al mínimo<br />
el riesgo de vómitos y aspiración.
Las intervenciones programadas sobre<br />
el colon solían ir precedidas de una preparación<br />
intestinal para reducir el riesgo<br />
de complicaciones infecciosas que pudiera<br />
causar la contaminación fecal del<br />
área quirúrgica. Pero diferentes estudios<br />
aleatorizados han puesto en duda su eficacia<br />
para la resección programada de<br />
colon cuando se emplea profilaxis antibiótica<br />
sistémica. Los métodos de preparación<br />
intestinal incluyen:<br />
Evacuación de la masa fecal (al menos<br />
en resecciones de colon descendente),<br />
mediante lavado anterógrado o retrógrado<br />
del colon.<br />
Quimioprofilaxis (reducción de la concentración<br />
bacteriana en los residuos).<br />
5. La autonomía del paciente y el consentimiento<br />
informado.<br />
“Toda actuación en el ámbito de la salud de<br />
un paciente necesita el consentimiento libre<br />
y voluntario del afectado, una vez que, recibida<br />
la información pertinente, haya valorado<br />
las opciones propias del caso”. Esto es<br />
lo que contempla la LEY 41/2002, básica<br />
reguladora de la autonomía del paciente.<br />
Del mismo modo, señala la obligatoriedad<br />
del consentimiento escrito en el caso de<br />
intervenciones quirúrgicas, salvo que exista:<br />
Riesgo para la salud pública.<br />
Riesgo inmediato grave para la integridad<br />
física o psíquica del enfermo y no es<br />
posible conseguir su autorización.<br />
Imposibilidad del paciente para tomar<br />
decisiones, en cuyo caso, el derecho corresponderá<br />
a su representante legal,<br />
familiares o personas vinculadas a él por<br />
razones familiares o de hecho.<br />
El impreso a autorizar tendrá información<br />
suficiente sobre el procedimiento de aplicación<br />
y sobre sus riesgos. Pero, además, el<br />
facultativo proporcionará al paciente, antes<br />
de recabar su consentimiento escrito, la información<br />
básica siguiente:<br />
8<br />
Las consecuencias relevantes o de importancia<br />
que la intervención origina con<br />
seguridad.<br />
Los riesgos relacionados con las circunstancias<br />
personales o profesionales<br />
del paciente.<br />
Los riesgos probables en condiciones<br />
normales, conforme a la experiencia y al<br />
estado de la ciencia o directamente relacionados<br />
con el tipo de intervención.<br />
Las contraindicaciones.<br />
El paciente puede revocar libremente por<br />
escrito su consentimiento en cualquier momento.<br />
6. El significado de la inclusión en lista<br />
de espera quirúrgica.<br />
Las listas de espera son producto de un<br />
desequilibrio entre la oferta de servicios y la<br />
demanda asistencial, que es necesario minimizar<br />
para mejorar la atención a los pacientes.<br />
A pesar de que –las mismas- no repercuten<br />
sobre los casos urgentes, generan una gran<br />
insatisfacción entre los usuarios, tanto por<br />
su existencia como, fundamentalmente, por<br />
la demora en acceder a la asistencia sanitaria<br />
que precisan.<br />
Cabe señalar que lo importante no es el<br />
número de personas que esperan, sino el<br />
tiempo de espera. El objetivo será, por ello,<br />
reducir el tiempo de espera medio y máximo.<br />
Existe un compromiso por parte de la adminisración<br />
para que todo paciente incluido en<br />
la lista sea intervenido antes de 150 días,<br />
como máximo.
HOSPITALIZACIÓN<br />
9
PLANTA <strong>DE</strong> HOSPITALIZACIÓN<br />
La Cirugía siempre tiene una gran carga de<br />
trabajo respecto a pacientes hospitalizados.<br />
Independientemente de la asistencia de los<br />
enfermos por los médicos encargados directamente<br />
de ella, todos los miembros del<br />
servicio llevaran a cabo una visita conjunta<br />
que ocupará la primera actividad del día,<br />
tras la Sesión Clínica matinal. El carácter de<br />
esta visita ha de ser diario, no dejando de<br />
suceder por ningún motivo. Lo anterior incluye<br />
los sábados y festivos.<br />
El estudio de la evolución diaria, del enfermo,<br />
que formará el curso de la enfermedad,<br />
es necesario para todos los que integran el<br />
grupo de trabajo hospitalario. Igualmente,<br />
no se puede quitar la oportunidad a los médicos<br />
en formación de aprender diariamente<br />
los cambios asociados en la enfermedad.<br />
Las características principales del enfermo y<br />
su evolución serán comentadas por el médico<br />
encargado del mismo, realizando los<br />
demás asistentes las sugerencias que creyeran<br />
oportuno. Las incidencias ocurridas o<br />
los datos clínicos de interés serán reseñados<br />
diariamente en la hoja de evolución.<br />
La revisión de estudios radiológicos o ecográficos<br />
que se hayan realizado durante el<br />
día anterior, no se efectuará en el curso de<br />
la visita, ante el enfermo o enfermos que se<br />
hallen en la habitación. Durante la visita sólo<br />
se revisará el protocolo clínico y de laboratorio.<br />
El resultado de las exploraciones<br />
radiológicas efectuadas a los pacientes, se<br />
apreciará en sala aparte con suficiente negatoscopios,<br />
antes o después de comenzar<br />
la visita hospitalaria que nos ocupa.<br />
Antes de la intervención, las etapas de un<br />
enfermo en la sala de enfermería son tres:<br />
Completar el diagnóstico con exploraciones<br />
que requieren hospitalización.<br />
Valoración del riesgo quirúrgico.<br />
Preparación preoperatorio: corrección<br />
de deficiencias previas, preparación del<br />
tubo digestivo, antibioterapia y heparinoterapia<br />
–en casos seleccionados-, y preparación<br />
de la piel.<br />
10<br />
Estas etapas deben realizarse de forma ambulatoria<br />
cuando sea posible.<br />
Tras la intervención, el paciente recibe los<br />
cuidados adecuados hasta que esté en condiciones<br />
de ser alta.<br />
Objetivos en planta de hospitalización:<br />
Adquirir habilidades en relación con:<br />
7. Los criterios de alta quirúrgica.<br />
8. El alta en el hospital de día quirúrgico.<br />
9. Manejo de las exploraciones complementarias en<br />
cirugía.<br />
10. Diferenciación de un postoperatorio normal de<br />
uno patológico.<br />
11. Importancia de las recomendaciones de alta.<br />
7. Los criterios de alta quirúrgica.<br />
Se han establecido distintas escalas de<br />
puntuación y diversos criterios para el alta.<br />
Uno de los más utilizados es el Post-<br />
Anestesia Discharge Scoring System<br />
(PADSS). La máxima puntuación alcanzable<br />
es 10, situación ideal para el alta del paciente;<br />
sin embargo, a partir de nueve éste se<br />
encuentra en condiciones de regresar a su<br />
domicilio.<br />
Criterio de alta pata el paciente adulto (PADSS)<br />
Signos vitales:<br />
2 = dentro del 20% de los valores preoperatorios<br />
1 = 20-40% de los valores preoperatorios<br />
0 = 40% de los valores preoperatorios<br />
Deambulación y estado mental:<br />
2 = orientado y camina estable<br />
1 = orientado o camina estable<br />
0 = nada<br />
Dolor o náuseas y vómitos:<br />
2 = mínimo<br />
1 = moderado<br />
0 = grave<br />
Sangrado quirúrgico:<br />
2 = mínimo<br />
1 = moderado<br />
0 = grave<br />
Ingesta y diuresis:<br />
2 = ha tomado líquidos y ha orinado.<br />
1 = ha tomado líquidos o ha orinado.<br />
0 = nada
8. El alta en el hospital de día quirúrgico.<br />
Cuando el paciente esté en condiciones de<br />
abandonar el hospital, por curación o mejoría,<br />
debe producirse el alta del mismo. El<br />
enfermo no debe salir del hospital sin su<br />
correspondiente informe de alta en la mano,<br />
único procedimiento válido para que pueda<br />
continuarse su atención en los centros de<br />
atención primaria.<br />
Siempre se exige que el paciente: tenga el<br />
dolor controlado, haya tolerado ingesta oral,<br />
no sufra nauseas, no presente ortostatismo,<br />
consiga micción espontánea, no sangre la<br />
herida, entienda las instrucciones postoperatorias<br />
y exista un familiar acompañante.<br />
9. Manejo de las exploraciones complementarias<br />
en cirugía.<br />
a) Las siguientes son necesarias antes de la<br />
cirugía:<br />
Protocolo para pacientes asintomáticos*<br />
Radiografía del tórax<br />
60 años. Obeso con IMC > 30. Fumadores de ≥ 1<br />
paquete/día. Bocio moderado o grande.<br />
Electrocardiograma<br />
60 años. > 40 años sin ECG previo. Obeso con IMC<br />
> 30. Fumadores de ≥ 1 paquete/día.<br />
Hemograma<br />
Cirugía potencialmente hemorrágica. Mujeres en<br />
edad fértil. > 60 años.<br />
Pruebas de hemostasia<br />
Anamnesis con sospecha de problemas de la coagulación.<br />
Tratamiento con fármacos que alteran la hemostasia.<br />
Bebedor de ≥ 500 cc de vino o equivalente<br />
(60 g/día de alcohol). Anestesia espinal (opcional).<br />
Bioquímica sanguínea<br />
Perfil bioquímico general (glucemia, perfiles renal y<br />
hepático) en > 40 años.<br />
Pruebas cruzadas<br />
Cuando se prevea la necesidad de transfundir hemoderivados.<br />
Analítica de orina<br />
Sólo en casos sugestivos de infección urinaria.<br />
*La validez de las pruebas es de 6-12 meses.<br />
11<br />
Protocolo para pacientes sintomáticos*<br />
Radiografía de tórax<br />
Patología respiratoria o cardiovascular. Neoplasias<br />
evolucionadas. Enfermedad sistémica con posible<br />
afectación torácica.<br />
Electrocardiograma<br />
Patología cardiaca. Enfermedad sistémica posiblemente<br />
asociada a cardiopatía. Tratamiento con fármacos<br />
potencialmente cardiotóxicos.<br />
Hemograma<br />
Enfermedad sistémica (o síntomas sugestivos) con<br />
posible repercusión hematológica (anemia, poliglobulia,<br />
etc). Hipertensión arterial. Anticoagulación.<br />
Pruebas de hemostasia<br />
Enfermedad relacionada con la alteración de la hemostasia.<br />
Existencia de síntomas sugestivos de alteración<br />
de la hemostasia.<br />
Bioquímica sanguínea<br />
Síntomas sugestivos de enfermedad sistémica. Tratamiento<br />
con diuréticos, corticoides o digitálicos.<br />
Pruebas cruzadas<br />
Cuando se prevea la necesidad de transfundir hemoderivados.<br />
Analítica de orina<br />
Sólo en casos sugestivos de infección urinaria.<br />
*La validez de las pruebas es de 3 meses.<br />
Pruebas complementarias hematológicas<br />
Hemograma completo<br />
Es la prueba hematológica más frecuente<br />
en los pacientes quirúrgicos. Con ella nos<br />
aseguramos de que el paciente tiene<br />
hemoglobina (Hb) suficiente para el transporte<br />
de O2 durante la anestesia y plaquetas<br />
que garanticen una hemostasia correcta.<br />
El volumen corpuscular medio (VCM) ayuda<br />
a identificar la causa de una anemia, porque<br />
un sangrado oculto crónico produce un<br />
VCM bajo (anemia microcítica), mientras<br />
que una hemorragia aguda se acompaña de<br />
un VCM normal pero con descenso de la<br />
hemoglobina. Un VCM alto puede corresponder<br />
a un caso de alcoholismo crónico o<br />
de deficiencia de vitamina B12 o folato. Una
cifra elevada de hemoglobina y hematocrito<br />
es el resultado a menudo de una deshidratación<br />
grave (hemoconcentración) o de una<br />
compensación de insuficiencia respiratoria<br />
crónica.<br />
Recuento de leucocitos<br />
Una elevación del número de leucocitos con<br />
neutrofilia puede indicar una infección bacteriana<br />
o tejido necrótico. Sin embargo, una<br />
respuesta séptica grave puede tener una<br />
cifra anormalmente baja. La eosinofilia puede<br />
ser una manifestación de infección por<br />
parásitos o reacción alérgica y la linfocitosis<br />
indicar la posibilidad de infección vírica.<br />
Plaquetas<br />
La trompocitopenia puede ser el resultado<br />
de una reacción medicamentosa (heparina),<br />
hiperesplenismo, y procesos autoinmunológicos,<br />
leucemias o consumo excesivo (CID).<br />
La trombocitosis puede verse en infecciones<br />
crónicas o tras una hemorragia.<br />
Coagulación<br />
Debe obtenerse un perfil de coagulación en:<br />
Ictericia obstructiva porque la ausencia<br />
de absorción de vitamina K produce un<br />
deterioro pronunciado de la síntesis de<br />
protrombina.<br />
Aquellos pacientes que toman anticoagulantes<br />
para el tratamiento de otros<br />
trastornos.<br />
Pacientes que han sufrido una hemorragia<br />
significativa (durante la cirugía o<br />
tras traumatismo).<br />
Pacientes en los que parece existir un<br />
defecto en la coagulación durante la<br />
cirugía, es decir, aquellos con una hemorragia<br />
desproporcionada.<br />
Pruebas bioquímicas y enzimáticas<br />
Concentración sanguínea<br />
12<br />
Es útil en aquellos pacientes con trastornos<br />
cardiovasculares, con tratamiento diurético<br />
o con diabetes mellitus conocida; hay que<br />
determinar la concentración sanguínea de<br />
sodio y potasio antes de la anestesia. Las<br />
alteraciones del potasio (generalmente hipopotasemia)<br />
hacen a los pacientes susceptibles<br />
de arritmias cardiacas. La elevación de<br />
la concentración sérica de urea es frecuente<br />
en la deshidratación o en la insuficiencia<br />
renal, mientras que la concentración sérica<br />
de creatinina es un marcador fiable de enfermedad<br />
renal y no suele alterarse por una<br />
deshidratación moderada.<br />
Aunque la sepsis y la secreción inadecuada<br />
de ADH pueden producir descenso en la<br />
concentración sérica de sodio (hiponatremia),<br />
la causa más frecuente es la sobrecarga<br />
de agua. Si el paciente está recibiendo<br />
líquidos por vía parenteral, hay que determinar<br />
la concentración de electrolitos y<br />
urea en la sangre al menos cada dos días y<br />
preferiblemente a diario.<br />
Los cambios en la concentración sérica de<br />
potasio son más frecuentes en los pacientes<br />
con un volumen de orina anormalmente elevado<br />
(hipopotasemia) o anormalmente bajo<br />
(hiperpotasemia). La elevación postoperatoria<br />
de la concentración de urea o creatinina<br />
suele responder a un flujo renal disminuido<br />
por hipotensión prolongada.<br />
El nivel de calcio resulta de interés tras una<br />
tiroidectomía, ya que su disminución indicará<br />
lesión de las glándulas paratiroideas.<br />
Análisis de orina<br />
Glucosa: indicador de diabetes y de la necesidad<br />
de pruebas complementarias adicionales<br />
en el preoperatorio.<br />
Nitratos: sobre todo en el dolor abdominal<br />
agudo sin diagnosticar; una prueba positiva<br />
es una indicación para realizar un análisis<br />
microscópico para determinar la presencia<br />
de leucocitos y bacterias que indica una infección<br />
de las vías urinarias.<br />
Sangre (hematuria): indica una enfermedad<br />
de vías urinarias (ojo con la menstruación).
Bilirrubina: su medición sucesiva es útil<br />
para seguir la evolución de enfermedad<br />
hepática o biliar.<br />
Fosfatasa alcalina: la elevación de su concentración<br />
sanguínea es un buen indicador<br />
de una obstrucción extrahepática.<br />
Transaminasas: indican lesión hepatocelular<br />
primaria, al elevarse; sin embargo, también<br />
puede responder a una obstrucción<br />
extrahepática prolongada.<br />
Albúmina: la albuminemia es un parámetro<br />
de fácil acceso que informa del estado nutricional<br />
proteico. La desnutrición se asocia<br />
a complicaciones quirúrgicas importantes,<br />
como la aparición de infecciones postoperatorias<br />
y dehiscencias de las suturas.<br />
Gonadotropina coriónica humana ββββ: para<br />
descartar la presencia de embarazo.<br />
Pruebas de imagen<br />
Radiología (con o sin contraste)<br />
o Radiografía (simple)<br />
o Tomografía (simple o computarizada)<br />
Ecografía<br />
Resonancia magnética<br />
Gammagrafía con radioisótopos<br />
Pruebas funcionales: función cardiovascular,<br />
flujo sanguíneo regional, pulmonar, gastrointestinal,<br />
pancreática, endocrina.<br />
Otras pruebas: endoscopias, biopsia de<br />
tejidos, marcadores tumorales, pruebas microbiológicas.<br />
b) Tras una intervención, en el seguimiento<br />
de otros pacientes complejos, también son<br />
necesarias en ocasiones las anteriores exploraciones.<br />
Entre las mismas destacaremos:<br />
análisis hematológico y bioquímico,<br />
endoscopia digestiva y pruebas de imagen<br />
(radiología simple, ecografía y TAC).<br />
10. Diferenciación de un postoperatorio<br />
normal de uno patológico.<br />
13<br />
A consecuencia de una intervención quirúrgica<br />
sucederán una serie de alteraciones<br />
metabólicas y endocrinas –como reacción<br />
inespecífica del organismo-, de manera proporcional<br />
a la agresión quirúrgica y con una<br />
respuesta homeostática para mantener el<br />
equilibrio del medio interno. Es lo que se<br />
conoce como “enfermedad postoperatoria”.<br />
Estas alteraciones se pueden dar a nivel<br />
local: por la agresión tisular se produce inflamación<br />
y cicatrización; o a nivel general:<br />
la agresión hacia el medio interno genera<br />
una respuesta endocrino-metabólica.<br />
Para simplificar y esquematizar dicho proceso,<br />
se han establecido cuatro fases por<br />
las que pasará el paciente, que dependerán<br />
de las características propias sujeto y del<br />
tipo de intervención quirúrgica. Así, en intervenciones<br />
muy importantes encontramos:<br />
1º Fase de agresión quirúrgica<br />
(3-4 primeros días)<br />
- la postración, la anorexia, y el aislamiento<br />
emocional.<br />
- íleo postoperatorio: parálisis intestinal;<br />
ausencia de defecación y ventoseo.<br />
- taquicardia.<br />
- oliguria: los líquidos deben mantener<br />
un balance aporte-pérdida, por el riesgo<br />
de descompensación cardiaca o deshidratación.<br />
- aumento de la excreción de potasio y<br />
disminución de la de sodio.<br />
- balance negativo de nitrógeno (gran<br />
catabolismo protéico).<br />
- hiperglucemia (necesidad de insulina<br />
aunque el paciente no sea diabético).<br />
- hipertensión arterial.<br />
2º Fase de retirada de corticoides<br />
(5º-8º día; estancia hospitalaria variable)<br />
- recuperación de su estado emocional<br />
e interés.<br />
- deambulación: debilidad y fatigabilidad.<br />
- recuperación del peristaltismo intestinal:<br />
instauración gradual de dieta oral.<br />
- recuperación del apetito.<br />
- normalización del balance nitrogenado<br />
(continua el catabolismo).<br />
- estabilización de la tensión arterial, la<br />
glucemia y la diuresis.
3º Fase de reconstrucción<br />
(primeros 30 días; paciente en domicilio)<br />
- balance nitrogenado positivo (anabolismo<br />
proteico).<br />
- fatiga postoperatoria persistente (física<br />
e intelectual).<br />
- cuidado con las heridas.<br />
4º Fase de ganancia ponderal<br />
(2-3 meses)<br />
- recuperación de los depósitos grasos<br />
y proteicos.<br />
- incorporación social y laboral.<br />
Lo anterior, sólo se observa en postoperatorios<br />
de cirugía mayor importante. Hoy, sobre<br />
todo con el desarrollo de las técnicas de<br />
cirugía mínimamente invasiva, la agresión<br />
quirúrgica es mucho más leve y la respuesta<br />
menor.<br />
Complicaciones postoperatorias<br />
En el transcurso del postoperatorio normal,<br />
junto a las adaptaciones descritas, existe el<br />
riesgo de complicaciones, tanto locales como<br />
generales. A grosso modo serían:<br />
Infección del sitio quirúrgico: incluye la<br />
herida y el espacio u órgano intervenido.<br />
Infección de una prótesis<br />
Complicaciones respiratorias<br />
o dolor en la herida, sobre todo en el abdomen<br />
superior y tórax<br />
o limitación de la excursión respiratoria<br />
o parálisis ciliar<br />
o desecación de las secreciones bronquiales<br />
o sedación excesiva<br />
o obesidad<br />
Trombosis venosa profunda<br />
Complicaciones asociadas a los catéteres<br />
vasculares permanentes<br />
Complicaciones urinarias por el sondaje<br />
Hemorragia gastrointestinal (HGI) alta<br />
(la profilaxis adecuada con antiácidos hace que<br />
la incidencia de HGI masiva sea casi nula)<br />
Úlceras por presión<br />
(edad, obesidad, inmovilidad)<br />
Enterocolitis pseudomembranosa<br />
14<br />
(uso prolongado o inadecuado de antibióticos<br />
sistémicos: colonización colónica por Clostridium<br />
difficile)<br />
Absceso intraperitoneal<br />
(de la región pélvica o del espacio subfrénico,<br />
por fuga de contenido gastrointestinal o perforación<br />
intestinal con peritonitis)<br />
Dehiscencia de la herida<br />
Fístula enterocutánea<br />
o dolor en la herida, sobre todo en el abdomen<br />
superior y dehiscencia de anastomosis<br />
o obstrucción intestinal distal a la anastomosis<br />
o enfermedad inflamatoria intestinal crónica<br />
o irradiación previa<br />
o isquemia intestinal<br />
Insuficiencia circulatoria postoperatoria<br />
o hemorragia<br />
o infección grave que incluye septicemia<br />
o infarto de miocardio<br />
o embolia pulmonar<br />
o reacción de hipersensibilidad<br />
Un postoperatorio normal es aquel en el que<br />
no se presentan las complicaciones. Para<br />
un diagnóstico precoz, durante la visita diaria<br />
se atenderá inexcusablemente: temperatura,<br />
tránsito intestinal, síntomas y signos<br />
abdominales, diuresis, etc., complementando<br />
en ocasiones con exámenes analíticos y<br />
de imagen (radiografía simple, ecografía o<br />
TAC). Rara vez se precisan exploraciones<br />
más complejas. El examen de la herida quirúrgica<br />
debe ser diario.<br />
11. Importancia de las recomendaciones<br />
de alta.<br />
Tras la intervención, existen una serie de<br />
recomendaciones generales, como:<br />
reposo,<br />
mantener una dieta ligera y pasar a dieta<br />
normal progresivamente,<br />
no consumir alcohol ni tabaco,<br />
realización de ejercicio ligero (paseos),<br />
vigilancia de los síntomas indicativos de<br />
complicaciones (fiebre, dolor intenso).<br />
Debe evitarse la conducción de automóviles<br />
y la realización de actividades de riesgo.<br />
Además, en dependencia de la zona intervenida<br />
es necesario realizar algún cuidado<br />
específico.
15<br />
QUIRÓFANO
QUIRÓFANO<br />
Objetivos en quirófano programado:<br />
Adquirir las habilidades en relación con:<br />
12. Indumentaria quirúrgica: Uso de pijama, gorro,<br />
mascarilla y calzas.<br />
13. Identificación de las distintas áreas del bloque<br />
quirúrgico.<br />
14. Limitación de movimientos y desplazamientos en<br />
quirófano.<br />
15. Uso de las soluciones antisépticas.<br />
16. El lavado quirúrgico de manos.<br />
17. Colocación de bata y guantes estériles.<br />
18. Técnica básica de ayudantía.<br />
19. Identificación de los instrumentos quirúrgicos<br />
básicos.<br />
20. Identificación de materiales y dispositivos de<br />
sutura, autosutura y laparoscopia.<br />
21. Elaboración de nudos quirúrgicos.<br />
22. Cuidados de la eliminación de deshechos y residuos:<br />
la bolsa roja y el sharp-container.<br />
23. Los pasos de la anestesia general, loco-regional<br />
y local.<br />
24. La información postoperatoria a familiares.<br />
25. La reanimación postoperatoria y los criterios de<br />
alta a planta.<br />
12. Indumentaria quirúrgica: Uso de pijama,<br />
gorro, mascarilla y calzas.<br />
La indumentaria de quirófano consiste en la<br />
ropa que cubre el cuerpo, como las dos piezas<br />
de un pijama, el gorro, la mascarilla y<br />
las calzas. Cada elemento de la indumentaria<br />
de quirófano es un medio específico de<br />
prevención o protección frente a las fuentes<br />
potenciales de contaminación del medio,<br />
incluyendo la piel, el pelo y la flora nasofaríngea,<br />
así como los microorganismos presentes<br />
en el aire, la sangre o los líquidos<br />
corporales.<br />
13. Identificación de las distintas áreas<br />
del bloque quirúrgico.<br />
El departamento de quirófano se divide en<br />
tres áreas que se denominan según las<br />
actividades que se desempeñan en cada<br />
una de ellas:<br />
Sin restricción: Se permite la ropa de calle.<br />
Un pasillo periférico acomoda el tráfico que<br />
viene del exterior, pacientes incluidos. Esta<br />
área está aislada por las puertas de los as-<br />
16<br />
censores principales o del pasillo del hospital<br />
y de otras áreas del bloque quirúrgico.<br />
Sirve como área de acceso exterior-interior,<br />
es decir, un área vestibular o de intercambio.<br />
El tránsito, aunque no está limitado, se<br />
controla desde un puesto central.<br />
Semirrestringida: El tránsito se limita al<br />
personal vestido de forma adecuada. Se<br />
requieren prendas que cubran el cuerpo y la<br />
cabeza. Esta área incluye otras áreas de<br />
apoyo periférico y pasillos de acceso a los<br />
quirófanos. El paciente puede ser trasladado<br />
a una camilla “interna” limpia o a una<br />
base con ruedas cuando entra en esta área;<br />
se le debe cubrir el cabello. Esta área también<br />
incluye zonas con fregaderos para la<br />
instrumentación y salas subestériles o núcleo(s)<br />
limpio(s) donde se esterilizan los suministros<br />
no envasados o envueltos.<br />
Restringida: Se requiere el uso de mascarillas<br />
que complementan la vestimenta de<br />
quirófano. Los procedimientos estériles se<br />
efectúan en el quirófano propiamente dicho.<br />
14. Limitación de movimientos y desplazamientos<br />
en quirófano.<br />
El paciente es el centro del campo estéril,<br />
que incluye a él mismo, la mesa de operaciones<br />
y los restantes dispositivos cubiertos<br />
con paños estériles, así como el personal<br />
ataviado con ropa estéril.<br />
Principios básicos:<br />
Las personas estériles (lavadas) deben<br />
permanecer en el área estéril.<br />
1. Separarse a una distancia segura de la<br />
mesa de operaciones mientras preparan el<br />
campo.<br />
2. Cruzarse espalda con espalda en un giro<br />
de 360 grados.<br />
3. Girar al pasar para separarse de persona<br />
o área no estéril.<br />
4. Situarse de frente al área estéril cuando<br />
se pase cerca de ella.<br />
5. Pedir a persona no estéril que se separe<br />
para evitar el riesgo de contaminación.
6. Permanecer en el campo estéril. No<br />
cambiar de posición ni salir del quirófano.<br />
7. Evitar los movimientos o desplazamientos<br />
innecesarios alrededor del área estéril para<br />
no contaminar a los artículos o personas<br />
estériles.<br />
Las personas estériles reducen al mínimo<br />
el contacto con las áreas estériles.<br />
1. Las personas estériles no se apoyan sobre<br />
la mesa estéril o sobre el paciente.<br />
2. Sentarse o apoyarse sobre una superficie<br />
no estéril supone un incumplimiento de la<br />
técnica estéril. Si el personal estéril se sienta<br />
para operar, debe hacerlo a una distancia<br />
prudencial de las zonas no estériles.<br />
Las personas no estériles deben evitar<br />
las áreas estériles.<br />
1. Deben mantener una distancia de al menos<br />
30cm con respecto al campo estéril.<br />
2. Han de mirar hacia el área estéril y observarla<br />
cuando pasen cerca para asegurarse<br />
de que no la tocan (conducta “murciélago”).<br />
3. Nunca deben pasar entre dos áreas estériles<br />
(p. ej., entre dos mesas estériles).<br />
4. El enfermero circulante debe restringir al<br />
mínimo la actividad cerca del campo estéril.<br />
15. Uso de las soluciones antisépticas.<br />
Se utilizan diferentes detergentes antimicrobianos<br />
(antisépticos) para el lavado quirúrgico.<br />
Aunque es importante la actividad del<br />
agente en relación con su eficacia, igualmente<br />
importante es la fricción mecánica<br />
durante el cepillado. El lavado frecuente con<br />
el mismo producto tiende a inhibir el restablecimiento<br />
de la flora residente. Algunos<br />
agentes tienen más efectos residuales que<br />
otros.<br />
Antisépticos: Alteran las propiedades físicas<br />
o químicas de la membrana celular de<br />
los microorganismos, destruyendo o inhibiendo<br />
la función celular.<br />
17<br />
Gluconato de clorhexidina. Una concentración<br />
acuosa al 4% de este agente ejerce un efecto<br />
antimicrobiano frente a microorganismos grammpositivos<br />
y grammnegativos. Los residuos tienden a<br />
acumularse en la piel con el uso repetido y producen<br />
un efecto prolongado. El efecto residual se mantiene<br />
durante más de 6 horas. El gluconato de clorhexidina<br />
no suele ser irritante para la piel, pero lo es mucho si<br />
se introduce en los ojos.<br />
Yodóforos. Un compuesto de povidona yodada<br />
en el detergente cumple los criterios para un lavado<br />
quirúrgico eficaz. Los yodóforos ejercen rápidamente<br />
su acción antimicrobiana frente a los microorganismos<br />
grammpositivos y grammnegativos. Liberan<br />
yodo lentamente como efecto residual, pero este<br />
efecto no suele prolongarse más de 6 horas. Los<br />
yodóforos pueden ser irritantes para la piel.<br />
Otros: Triclosan, Alcohol, Hexaclorofeno.<br />
Actualmente están entrando en consideración<br />
las nuevas soluciones hidroalcohólicas,<br />
de menos efectos irritantes.<br />
16. El lavado quirúrgico de manos.<br />
El lavado quirúrgico es el proceso dirigido a<br />
eliminar el mayor número posible de microorganismos<br />
de las manos y antebrazos<br />
mediante lavado mecánico y antisepsia<br />
química antes de participar en un procedimiento<br />
quirúrgico. Se realiza inmediatamente<br />
antes de colocarse bata y guantes,<br />
en cada intervención. Procedimiento:<br />
Paso<br />
Nº1<br />
LAVADO PRELIMINAR<br />
Enjuagar manos y antebrazos,<br />
manteniéndolos lo más alto posible,<br />
para que la dirección del agua sea<br />
siempre de mano a codo.<br />
Enjabonarlos utilizando el cepilloesponja<br />
y su solución limpiadora<br />
(proporciona abundante espuma).
Paso<br />
Nº2<br />
Paso<br />
Nº3<br />
Evitar aclarados.<br />
Limpiar las uñas cuidadosamente<br />
con el limpia-uñas incluido en el<br />
envase.<br />
Sujete el cepillo con la mano cuyas<br />
uñas está limpiando.<br />
Aclarar desde las puntas de los<br />
dedos hasta los codos.<br />
Nota: el grifo de agua corriente debe mantenerse abierto,<br />
desde el inicio del lavado, hasta su finalización. En las<br />
imágenes hemos cerrado el suministro, mientras explicamos<br />
el procedimiento, para evitar un gasto innecesario de<br />
agua. Existen sistemas automáticos de flujo.<br />
Paso<br />
Nº4<br />
Paso<br />
Nº5<br />
Paso<br />
Nº6<br />
CEPILLADO QUIRÚRGICO<br />
Cepillar juntas las uñas de cada<br />
mano, con las púas del cepillo en<br />
paralelo a las mismas.<br />
Cepillar cada dedo en 4 planos evitando<br />
el contacto de los planos interdigitales<br />
no cepillados con los ya<br />
cepillados.<br />
Cepillar el dorso de la mano (incluida<br />
la muñeca) desde la base de<br />
los dedos hasta la muñeca en 3 planos.<br />
18<br />
Paso<br />
Nº7<br />
Paso<br />
Nº8<br />
Paso<br />
Nº9<br />
Cepillar la palma (incluida la muñeca)<br />
desde la base de los dedos hasta<br />
la muñeca en 3 planos.<br />
Cepillar cada brazo con pequeños<br />
movimientos circulares desde la<br />
muñeca hasta 5 cm por encima del<br />
codo, en cuatro planos.<br />
Repetir los pasos 5, 6 y 7 con la<br />
otra mano.<br />
Aclarar desde la punta de los dedos<br />
hasta los codos, asegurándose<br />
de mantener las manos y brazos<br />
elevados y a distancia del cuerpo.<br />
Al realizar una serie de intervenciones quirúrgicas,<br />
el primer lavado siempre tendrá<br />
una duración de 10 minutos; mientras que,<br />
los subsiguientes, pueden ser más cortos.
Un tercer lavado puede requerir sólo 2 minutos,<br />
si no ha habido ensuciamiento ni<br />
contaminación.<br />
DURACIÓN <strong>DE</strong>L CEPILLADO QUIRÚRGICO<br />
Área<br />
anatómica<br />
Uñas<br />
Dedos<br />
Manos<br />
Brazos<br />
Lavado largo<br />
10 minutos<br />
30 pasadas<br />
cada mano<br />
o bien<br />
30 segundos<br />
cada mano<br />
15 pasadas<br />
cada plano<br />
o bien<br />
90 segundos<br />
cada mano<br />
30 pasadas<br />
cada plano<br />
o bien<br />
90 segundos<br />
cada mano<br />
10 pasadas<br />
cada plano<br />
o bien<br />
90 segundos<br />
cada mano<br />
Lavado<br />
corto<br />
5 minutos<br />
20 pasadas<br />
o bien<br />
15 segundos<br />
10 pasadas<br />
o bien<br />
45 segundos<br />
10 pasadas<br />
o bien<br />
45 segundos<br />
6 pasadas<br />
o bien<br />
45 segundos<br />
Pasada: un movimiento circular completo del cepillo/esponja<br />
o un movimiento atrás-delante.<br />
Consideraciones a tener en cuenta:<br />
No olvide quitarse joyas, esmalte de<br />
uñas, etc.<br />
Para una acción suave, cepille de lado<br />
(a lo ancho) y para una acción firme, cepille<br />
a lo largo.<br />
Siempre que sea posible use el cepillo<br />
con movimientos circulares.<br />
Mantenga las manos y brazos elevados,<br />
separados del cuerpo y en su campo visual.<br />
Utilizar secado con paño estéril (uno para<br />
cada brazo y siempre secando mediante<br />
compresión, no por arrastre) o<br />
chorro de aire.<br />
19<br />
17. Colocación de bata y guantes estériles.<br />
La bata y los guantes estériles se utilizan<br />
para excluir la piel como contaminante probable<br />
y para crear una barrera entre las<br />
áreas estéril y no estéril.<br />
Técnica de colocación de bata y guantes:<br />
Los guantes estériles pueden colocarse de<br />
dos formas: mediante una técnica cerrada o<br />
mediante una técnica abierta.<br />
Técnica cerrada o en “limpio”<br />
Es preferible este método de colocación<br />
cerrada, excepto cuando se va a cambiar un<br />
guante durante la intervención o se van a<br />
utilizar guantes sin necesidad de utilizar bata.<br />
Ofrece seguridad frente a la contaminación,<br />
cuando es uno mismo el que se pone<br />
los guantes, porque no se expone la piel<br />
desnuda durante el procedimiento.<br />
Colocación de la bata para la técnica cerrada<br />
de colocación de los guantes<br />
1. Alcanzar el paquete estéril y levantar la<br />
bata doblada directamente hacia arriba (fig.<br />
17-1).<br />
2. Separarse de la mesa, hacia una zona<br />
donde no estorbe, para tener un margen de<br />
seguridad durante la colocación.<br />
3. Manteniendo la bata doblada, localizar la<br />
cinta del cuello.<br />
4. Manteniendo la parte interna del frontal<br />
de la bata inmediatamente por debajo de la<br />
cinta del cuello con las dos manos, dejar<br />
desplegar la bata, manteniendo la parte interna<br />
de la misma hacia el cuerpo. No tocar<br />
la parte externa con las manos desnudas.<br />
5. Manteniendo las manos a nivel de los<br />
hombros, introducir ambos brazos en las<br />
mandas simultáneamente (fig. 17-2).<br />
6. El enfermero circulante coloca la bata<br />
sobre los hombros cogiéndola por la costura<br />
del interior del hombro y brazo. Se tracciona<br />
de la bata, dejando los puños extendidos
sobre las manos. Se ata o sujeta firmemente<br />
la parte posterior a nivel del cuello y cintura,<br />
tocando el exterior de la bata a nivel de<br />
las cintas o sujeciones, sólo en la espalda<br />
(figs. 17-3 y 17-4).<br />
Figura 17-1. La enfermera instrumentista agarra la<br />
bata por la parte interna del borde del cuello, la levanta<br />
directamente hacia arriba y se separa de la<br />
mesa para no tocar el borde del envoltorio. Obsérvese<br />
que el interior estéril del envoltorio cubre la mesa.<br />
La bata está doblada de dentro hacia afuera.<br />
Figura 17-2. La enfermera instrumentista se coloca la<br />
bata, sacude los pliegues suavemente, después<br />
introduce los brazos en las mangas sin tocar la parte<br />
externa estéril de la bata con las manos desnudas.<br />
Figura 17-3. La enfermera circulante tira de la bata<br />
para una técnica cerrada de colocación de guantes<br />
(es decir, sin dejar las manos desnudas). Agarra las<br />
costuras del lado interno de la bata y tracciona de<br />
ella, dejando los puños de las mangas extendidos<br />
sobre las manos.<br />
20<br />
Figura 17-4. La enfermera circulante completa la<br />
colocación de la bata del instrumentista, anuda las<br />
cintas internas en la espalda y cierra la bata a nivel<br />
del cuello.<br />
Colocación de los guantes con una técnica<br />
cerrada<br />
1. Utilizando la mano izquierda y manteniéndola<br />
dentro del puño de la manga izquierda,<br />
se toma el guante derecho y se<br />
saca del envoltorio interno, sujetándolo por<br />
el extremo doblado.<br />
2. Se extiende el antebrazo derecho con la<br />
palma hacia arriba. La palma del guante se<br />
coloca contra la palma de la mano derecha,<br />
cogiendo con la mano derecha el extremo<br />
superior del puño, por encima de la palma.<br />
En la posición correcta, los dedos del guante<br />
miran hacia el usuario y el pulgar está a<br />
la derecha. El lado del pulgar del guante<br />
está hacia abajo (fig. 17-5).<br />
3. El dorso del puño se coge en la mano<br />
izquierda y se gira sobre el extremo del puño<br />
derecho de la bata. El puño del guante<br />
está ahora situado sobre el puño elástico de<br />
la bata, con la mano todavía en el interior de<br />
la misma (figs. 17-6 y 17-7).<br />
4. El extremo superior del guante derecho y<br />
de la bata se toman con la mano izquierda<br />
ya enguantada. Se tira del guante sobre los<br />
dedos de la mano derecha extendidos hasta<br />
que cubra por completo el puño elástico (fig.<br />
17-8).<br />
5. La mano izquierda se introduce en el<br />
guante de la misma forma, cambiando las<br />
manos. La mano derecha enguantada se<br />
utiliza para traccionar del guante izquierdo<br />
(figs. 17-9 hasta 17-11).
Figura 17-5. Para la técnica cerrada de colocación de<br />
los guantes, usando la mano izquierda y manteniéndola<br />
en el interior del puño de la bata, el instrumentista<br />
con la bata puesta agarra el guante derecho.<br />
Coloca la palma del guante contra la palma de la<br />
mano derecha, sujetando el borde superior del puño<br />
del guante por encima de la palma.<br />
Figura 17-6. Agarra la parte externa del puño del<br />
guante con la mano izquierda y le da la vuelta sobre<br />
el puño de la bata y mano derecha.<br />
Figura 17-7. El puño del guante ya está sobre el<br />
puño elástico de la manga, con la mano todavía en el<br />
interior de esta última.<br />
21<br />
Figura 17-8. Se agarra con la mano izquierda el extremo<br />
proximal del guante y de la manga de la bata<br />
que está por debajo. Tirando de la manga hacia arriba,<br />
se introduce la mano en el guante.<br />
Figura 17-9. Utilizando la mano derecha ya enguantada,<br />
se agarra el guante izquierdo y se coloca con la<br />
palma del mismo contra la palma de la mano izquierda.<br />
Se sujeta la parte externa del puño del guante<br />
sobre la palma de la mano derecha y se le da vuelta<br />
sobre el puño de la bata y mano izquierda.<br />
Figura 17-10. El puño del guante izquierdo está ahora<br />
sobre el puño elástico de la manda, con la mano<br />
todavía en el interior de la manga.
Figura 17-11. Con la mano derecha, se agarra el<br />
extremo proximal del guante izquierdo y la parte de<br />
la manga que está por debajo de éste, se tracciona<br />
de la manga hacia arriba, introduciendo la mano en<br />
el guante.<br />
Técnica abierta o en “sucio”<br />
La técnica abierta para colocar los guantes<br />
se utiliza para cambiar un guante o bata y<br />
guantes durante el procedimiento quirúrgico.<br />
Se utiliza también cuando se emplean<br />
guantes estériles sin llevar bata, por ejemplo<br />
para coger una vía intravenosa o para<br />
aplicar anestesia intra o epidural, o bien en<br />
el departamento de urgencias cuando se<br />
utilizan guantes para suturar heridas.<br />
Colocación de la bata para colocar los<br />
guantes con técnica abierta<br />
Se realizan los mismos pasos que para la<br />
técnica cerrada (pasos 1 al 5); sólo varía el<br />
último (paso 6):<br />
6. El enfermero circulante coge de las costuras<br />
interiores de las mangas y tracciona<br />
de los puños hasta dejar las manos descubiertas<br />
hasta las muñecas. Después, la parte<br />
posterior de la bata se cierra completamente<br />
a nivel del cuello y la cinta con cintas<br />
o adhesivos, tocando únicamente el exterior<br />
de la bata a nivel de las cintas de la parte<br />
posterior (fig. 17-12).<br />
22<br />
Figura 17-12. La enfermera circulante ata la bata del<br />
instrumentista en la espalda para la técnica abierta<br />
de colocación de los guantes. Obsérvese que las<br />
manos sobresalen por fuera de los puños elásticos<br />
de la bata.<br />
Colocación de los guantes con técnica<br />
abierta<br />
Este método de colocar los guantes emplea<br />
una técnica de piel a piel y guante a guante.<br />
Las manos, aunque se hayan lavado, no<br />
son estériles y no deben contactar con la<br />
parte externa de los guantes estériles. La<br />
parte evertida del puño de los guantes expone<br />
la cara interna de los mismos. El primer<br />
guante se coloca con la técnica piel a<br />
piel, mano desnuda al interior del puño. Los<br />
dedos estériles de esta mano enguantada<br />
pueden tocar entonces el exterior estéril del<br />
segundo guante, es decir, técnica guante a<br />
guante.<br />
1. Antes del lavado de manos, preparamos<br />
los guantes sobre el campo quirúrgico (mesa<br />
de Mayo). Para ello, abriremos el paquete<br />
con ambas manos y dejaremos caer su<br />
contenido (sin tocarlo en ningún momento)<br />
sobre el campo quirúrgico (fig. 17-13).<br />
2. Una vez lavadas y secas las manos, desplegamos<br />
uno de los lados del sobre que<br />
envuelve los guantes, dejando la segunda<br />
pestaña plegada para evitar la contaminación<br />
del otro guante (fig. 17-14).<br />
3. Agarre el primer guante por la parte doblada<br />
al puño, tocando únicamente el interior<br />
de esa zona (el interior hace referencia a<br />
la parte que toca la piel, una vez el guante<br />
ha sido correctamente colocado). Oriente y
sitúe los dedos de la mano en cada dedil y<br />
traccione por la cara palmar del guante hasta<br />
enfundarlo adecuadamente (los dediles<br />
se mantendrán desplegados si se orientan<br />
hacia el suelo). Es muy importante en este<br />
paso, que toquemos el guante sólo por su<br />
interior (figs. 17-15 y 17-16).<br />
4. Si no tiene el primer guante bien puesto,<br />
espere a que se ponga el segundo guante<br />
para ajustarlo. Entonces, podrá ajustar la<br />
parte esterilizada de un guante con los dedos<br />
esterilizados del otro.<br />
5. Continuar con el segundo guante, observando<br />
que éste se prende de distinta forma.<br />
La mano desnuda siempre tocará la parte<br />
interna del guante; la mano vestida, su cara<br />
externa (fig. 17-17).<br />
6. Para ello, introducimos los dedos de la<br />
mano enguantada por debajo de la parte<br />
doblada al puño del segundo guante (fig.<br />
17-18), traccionando de esa zona terminamos<br />
de enfundar el resto del guante (figs.<br />
17-19 y 17-20).<br />
Figura 17-13.<br />
Colocación de guantes sobre el campo.<br />
Figura 17-14.<br />
Apertura del sobre.<br />
23<br />
Figura 17-15.<br />
Zona de tracción del primer guante.<br />
Figura 17-16.<br />
Ajuste del primer guante.<br />
Figura 17-17. Forma de prender el segundo guante.<br />
Figura 17-18.<br />
Zona de tracción del segundo guante.
Figura 17-19.<br />
Tracción y enfundado.<br />
Figura 17-20.<br />
Ajuste del segundo guante.<br />
Colocar la bata a otra persona<br />
Un miembro del equipo con bata y guantes<br />
estériles puede ayudar al cirujano o a otro<br />
miembro del equipo a ponerse la bata y los<br />
guantes siguiendo estos pasos:<br />
1. Abrir el paño de secado y dejarlo sobre la<br />
mano del cirujano, con cuidado de no tocarlo.<br />
2. Desplegar la bata con cuidado, sujetándola<br />
por la cinta del cuello.<br />
3. Manteniendo las manos sobre la parte<br />
externa de la bata protegidas por una parte<br />
de ésta, ofrecer el interior de la bata al cirujano,<br />
quien introduce sus manos por las<br />
mangas.<br />
4. Soltar la bata. El cirujano mantiene los<br />
brazos extendidos mientas el enfermero<br />
circulante tira de la bata hacia los hombros<br />
y ajustar las mangas para que los puños<br />
queden bien colocados. Al hacer esto, sólo<br />
se toca la parte interna de la bata a nivel de<br />
las costuras.<br />
24<br />
Colocar los guantes a otra persona<br />
1. Coger el guante derecho y sujetarlo firmemente,<br />
con los dedos bajo el puño evertido.<br />
Sujetar la palma del guante hacia el<br />
cirujano.<br />
2. Estirar el guante lo suficiente para que el<br />
cirujano introduzca la mano. Evitar el contacto<br />
con la mano manteniendo los pulgares<br />
separados (fig. 17-21).<br />
3. Ejercer tracción hacia arriba conforme el<br />
cirujano introduce la mano en el guante.<br />
4. Desplegar el puño doblado sobre le puño<br />
de la bata.<br />
5. Repetir la operación con mano izquierda.<br />
Figura 17-21. Cuando ayuda a colocar los guantes al<br />
cirujano o a otra persona, el instrumentista mantiene<br />
el guante con la palma hacia la otra persona. El instrumentista<br />
mantiene los pulgares extendidos hacia<br />
fuera para no ser tocado por las manos desnudas de<br />
la persona que se está colocando los guantes.<br />
Retirada de la bata y guantes<br />
La bata se quita antes que los guantes al<br />
final de la operación.<br />
Retirada de la bata<br />
El enfermero circulante desata las cintas del<br />
cuello y espalda para que el portador no<br />
contamine su pijama. Si se utiliza una bata<br />
cruzada, el portador desata el nudo de la<br />
parte delantera a nivel de la cintura. La bata<br />
siempre se retira de dentro hacia fuera para<br />
proteger los brazos y el pijama de la parte<br />
externa contaminada. Para retirarla:<br />
1. Sujetar el hombro derecho de la bata<br />
aflojada con la mano izquierda y traccionar<br />
de ella hacia abajo desde el hombro, sacando<br />
el brazo derecho, girando de la manga<br />
de dentro hacia fuera (fig. 17-22, A).
2. Dar la vuelta a la parte externa de la bata<br />
separándola del cuerpo con los codos flexionados<br />
(fig. 17-22, B).<br />
3. Agarrar el hombro izquierdo con la mano<br />
derecha y retirar la bata por completo, traccionando<br />
de ésta de dentro hacia fuera (fig.<br />
17-22 C).<br />
4. Introducirla en un cubo de ropa o en una<br />
cesta de lavandería.<br />
Figura 17-22. Secuencia de retirada de una bata<br />
contaminada al final de una intervención quirúrgica.<br />
Los brazos limpios y el pijama deben protegerse de<br />
la parte externa contaminada de la bata. A, Con los<br />
guantes puestos, se tira de la bata hacia abajo, sobre<br />
las muñecas. Después, se sujeta el hombre derecho<br />
de la bata (desatada) con la mano izquierda. B, Al<br />
tirar de las mangas de la bata, se sacan los brazos<br />
con los codos flexionados. C, Se agarra el hombro<br />
contrario con la otra mano y se quita la bata por<br />
completo, tirando de ella de dentro hacia fuera, manteniendo<br />
los brazos limpios.<br />
Retirada de los guantes<br />
Los puños de los guantes suelen darse la<br />
vuelta al traccionar de la bata hacia fiera. Se<br />
utiliza la técnica guante a guante y después<br />
la técnica piel a piel para proteger las manos<br />
limpias de la parte externa contaminada<br />
de los guantes, que contiene células del<br />
paciente (fig. 17-23).<br />
1. El puño del guante izquierdo se garra con<br />
los dedos enguantados de la mano derecha<br />
y se tira de dentro hacia fuera.<br />
2. Deslizar los dedos desnudos de la mano<br />
izquierda bajo el puño del guante derecho y<br />
tirar de él de dentro hacia fuera.<br />
25<br />
3. Arrojar los guantes a un recipiente específico.<br />
4. Lavarse las manos.<br />
Figura 17-23. Secuencia de retirada de los guantes<br />
contaminados al final de una intervención quirúrgica.<br />
Primero, se emplea la técnica guante a guante (A);<br />
después, la técnica piel a piel (B) para proteger las<br />
manos “limpias” de la parte externa contaminada de<br />
los guantes, que contiene células del paciente. Hay<br />
que dar la vuelta a los guantes de dentro hacia fuera<br />
para retirarlos.<br />
A continuación se ilustra, con más detalle, el<br />
procedimiento de desenguantado:<br />
Figura 17-24<br />
Figura 17-25<br />
Figura 17-26<br />
Figura 17-27
1. La mano derecha toma el guante izquierdo<br />
por la cara externa y contaminada y lo<br />
baja hasta la mitad, entreviéndolo, pero dejando<br />
todavía los dedos enfundados (Figuras<br />
17-24 y 17-25).<br />
2. Posteriormente con la mano izquierda<br />
tiramos el guante de la mano derecha (Figura<br />
17-26) con movimientos suaves (evitando<br />
el latigazo).<br />
3. Terminamos de quitar ahora el primer<br />
guante, tocando únicamente el interior con<br />
la mano desnuda (Figura 17-27).<br />
18. Técnica básica de ayudantía.<br />
En una intervención quirúrgica suele haber<br />
dos cirujanos, el que realiza el procedimiento<br />
y el que lo asiste. Este último, realiza una<br />
serie de funciones imprescindibles, tales<br />
como: procurar una visión óptima del campo<br />
quirúrgico mediante retracción y/o sujeción<br />
de tejidos, y la aspiración de fluidos; participar<br />
en la hemostasia indirecta a través de<br />
pinzas; mantener la tensión de las suturas…<br />
entre otros. Señalar que la labor del cirujano<br />
–o residente- que ayuda, no sólo va a depender<br />
de la técnica empleada y de las características<br />
del paciente, sino de las preferencias<br />
del titular que lleva a cabo la cirugía;<br />
es quien afinará los verdaderos requerimientos<br />
asistenciales durante su desarrollo.<br />
Es también importante que el alumno aprenda<br />
los procesos básicos de la cirugía y de la<br />
anestesia, adquiriendo los comportamientos<br />
quirúrgicos.<br />
19. Identificación de los instrumentos<br />
quirúrgicos básicos.<br />
Existen ciertas maniobras básicas que son<br />
comunes a todos los procedimientos quirúrgicos.<br />
El cirujano practica incisiones, exéresis<br />
y suturas de los tejidos y/o los órganos<br />
para restaurar o reparar las funciones corporales<br />
o una parte de las mismas. En estos<br />
procesos se debe controlar la hemorragia.<br />
Los instrumentos quirúrgicos están diseñados<br />
para ofrecer al cirujano las herramientas<br />
necesarias para cada maniobra.<br />
26<br />
Corte y disección<br />
Bisturíes: El tipo de<br />
bisturí más usado es<br />
un mango reutilizable<br />
con una hoja desechable.<br />
La hoja nº10<br />
es la más empleada.<br />
Cuchillos: Están diseñados con fines muy<br />
específicos, como el cuchillo para cataratas.<br />
Tijeras: Las hojas de las tijeras pueden ser<br />
rectas, anguladas o curvas y con terminaciones<br />
en punta o romas. Las tijeras sólo<br />
deben emplearse para el fin para el que fueron<br />
diseñadas. Los mangos pueden ser largos<br />
o cortos.<br />
1. Las tijeras de<br />
tejidos o quirúrgicas<br />
deben tener hojas<br />
afiladas.<br />
2. Las tijeras de sutura<br />
tienen puntas romas<br />
para no cortar las estructuras<br />
cercanas a la<br />
estructura en cuestión.<br />
3. Las tijeras de alambres tienen hojas cortas<br />
y pesadas. Se utilizan en vez de las tijeras<br />
para suturas cuando hay que cortar suturas<br />
de acero inoxidable.<br />
4. Las tijeras para compresas/vendajes se<br />
utilizan para cortar drenajes y ropas y para<br />
abrir otros materiales, por ejemplo las bolsas<br />
de plástico.<br />
Uso adecuado de las tijeras.<br />
Mango nº3 / Hoja n°10.<br />
Tijeras de Metzembaum<br />
(tejidos: corte-disección).<br />
Tijeras corte de suturas.<br />
Instrumentos para cortar hueso: escoplos,<br />
osteotomos, gubias, escofinas y limas.<br />
Otros instrumentos punzantes para disecar:<br />
pinzas de biopsia y sacabocados, legras,<br />
cordón metálico.
Instrumentos romos usados para disecar:<br />
el mango del bisturí, bordes romos de<br />
los mangos de las tijeras, esponjas de disección.<br />
Agarrar y sostener<br />
Pinzas de tejidos:<br />
a) De mano:<br />
Forma<br />
correcta de<br />
uso de las<br />
pinzas de<br />
disección.<br />
Lisas (pinzas de pulgar o levantadores):<br />
no lesionan las estructuras delicadas.<br />
Dentadas: consiguen sujetar firmemente<br />
los tejidos duros, incluida la piel.<br />
b) Autorretentivas:<br />
Allis: los dientes sujetarán<br />
suavemente<br />
los tejidos, pero con<br />
seguridad.<br />
Babcock: es redondeada con el fin de<br />
acoplarse alrededor de una estructura o<br />
sujetar un tejido sin lesionarlo.<br />
Clampaje y oclusión<br />
Pinzas de hemostasia:<br />
Hemostato: son los<br />
instrumentos quirúrgicos<br />
más utilizados. Se<br />
utilizan sobre todo para<br />
clampar vasos sanguíneos.<br />
Pinzas de Allis.<br />
Pinzas de hemostasia<br />
Halsted (mosquito).<br />
27<br />
Clamps de compresión: muchas pinzas se<br />
conocen por el nombre del cirujano que las<br />
diseñó, como las de Kocher o las de Ochsner.<br />
Las características del instrumento determinarán<br />
su utilización. Para pequeños<br />
vasos y estructuras se requieren puntas<br />
muy finas. En los vasos más grandes, estructuras<br />
densas y tejidos gruesos se necesitan<br />
puntas muy finas.<br />
Pinzas de Kocher<br />
Pinzas de Ochsner<br />
Clamps vasculares acompresivos:<br />
Empleados para ocluir temporalmente vasos<br />
sanguíneos periféricos o principales;<br />
minimizan el traumatismo tisular (hileras<br />
opuestas de finos dientes).<br />
Exposición y retracción<br />
Retractor portátil: La<br />
mayoría de los retractores<br />
tienen una hoja en<br />
una de las asas. Suelen<br />
utilizarse por pares, sujetándolos<br />
el primer o el<br />
segundo ayudante.<br />
Retractor maleable: Lámina de<br />
acero inoxidable bajo en carbono,<br />
plata o cobre chapado en plata<br />
que puede doblarse hasta conseguir<br />
el ángulo y la profundidad deseados<br />
para la retracción.<br />
Farabeuf.<br />
Ribbon.<br />
Ganchos: Los ganchos únicos y muy delgados<br />
acabados en punta son los que se<br />
utilizan para retraer estructuras delicadas.<br />
Retractor con autorretención: Son dispositivos<br />
de sujeción con dos o más hojas que<br />
se pueden insertar para abrir los bordes de<br />
la incisión y mantenerlos separados.<br />
Sutura o grapas: Detalladas en el siguiente<br />
punto. En esta sección sólo mencionaremos<br />
el instrumental necesario para su manejo.
Portaagujas<br />
Forma correcta de coger el portaagujas.<br />
Grapadoras: Instrumentos complejos para<br />
facilitar las suturas viscerales o cutáneas.<br />
Instrumentos de visión<br />
Succión y aspiración<br />
Es la aplicación de presión (menor que la<br />
presión atmosférica) para aspirar la sangre<br />
u otros líquidos y mejorar la visibilidad del<br />
campo quirúrgico. Al tubo estéril se suele<br />
conectar una cánula adecuada.<br />
Cánula de Yankauer. Tubo hueco en ángulo<br />
que se emplea con mucha<br />
frecuencia en el abdomen,<br />
y también en la<br />
boca o en la garganta. Cánula de Yankauer.<br />
Cánula abdominal de Poole. Es un tubo<br />
hueco recto con una tapa de filtro perforada<br />
al exterior. Se utiliza durante la laparotomía<br />
abdominal o dentro de una cavidad en la<br />
que existe mucho líquido o pus. El filtro exterior<br />
evita que los residuos adyacentes<br />
sean succionados por el aparato.<br />
Tubo de Poole.<br />
Cánula de Frazier. Es un<br />
tubo de pequeño diámetro<br />
en ángulo recto. Se utiliza<br />
cuando existe poco líquido<br />
o ninguno. Mantiene el<br />
campo seco sin necesidad<br />
de esponjas.<br />
Cánula de Frazier.<br />
28<br />
Dilatación y sondaje<br />
El dilatador se utiliza para agrandar los orificios<br />
y conductos. La sonda se emplea para<br />
explorar una estructura o para localizar una<br />
obstrucción.<br />
20. Identificación de materiales y dispositivos<br />
de sutura, autosutura y laparoscopia.<br />
a) Sutura<br />
Casi todas las infecciones postoperatorias<br />
de la herida se inician en las líneas de sutura<br />
o en las zonas adyacentes. La facilidad o<br />
la dificultad para la contaminación bacteriana<br />
varía según las características físicas del<br />
material, cuanto más poroso o absorbible<br />
sea un material más facilidad de contaminación.<br />
La resistencia a la tracción es mayor a medida<br />
que aumenta el diámetro del hilo. Por<br />
regla general, la resistencia de la sutura no<br />
necesita ser mayor que la resistencia del<br />
tejido sobre la que se realiza (Halsted). Por<br />
otro lado, pese a que los diámetros más<br />
pequeños son menos traumáticos, pueden<br />
cortar los tejidos con mayor facilidad. Una<br />
sutura de diámetro pequeño es flexible, fácil<br />
de manipular y deja poca cicatriz en la piel.<br />
El calibre de los hilos de sutura van desde el 10 (el<br />
más grande) hasta los 12/0 (el más pequeño). Tomando<br />
el calibre 1 como referencia, el tamaño aumenta<br />
con cada número que se añade al 1 (2, 3, 4…)<br />
y disminuye con cada 0 que se le añade (0, 2/0, 3/0,<br />
4/0...), es decir, cuantos más 0 tenga el número de<br />
calibre, más fino será el hilo (…11/0, 12/0).<br />
Los monofilamentos son los que menos reacción<br />
tisular producen y los multifilamentos<br />
o trenzados los que más.<br />
Clasificación:<br />
Los materiales de sutura se dividen, de<br />
acuerdo con los elementos los cuales han<br />
sido elaborados, en naturales y sintéticos;<br />
el comportamiento de este material en los<br />
tejidos orgánicos los clasifica en absorbibles<br />
y no absorbibles, dependiendo de si<br />
son degradados o no por el organismo; y el
número de hebras de su textura, los identifica<br />
como monofilamento (A) o multifilamento<br />
(B-C), las cuales –a su vez- pueden<br />
ser torcidas (B) o trenzadas (C).<br />
MATERIALES <strong>DE</strong> SUTURA ABSORBIBLES<br />
Materiales orgánicos absorbibles<br />
(se absorben por proteolisis)<br />
Tripa quirúrgica (Catgut)<br />
Se considera material específico de riesgo, y su uso<br />
está prohibido.<br />
Sutura de colágeno (Parénquima-set®)<br />
Reacción mínima del tejido. Ideal para suturas de<br />
órganos parenquimatosos como el hígado y el bazo.<br />
Materiales sintéticos absorbibles<br />
(se absorben por hidrólisis)<br />
Poliglactina 910 (Vicryl®)<br />
Multifilamento trenzado. Manejo y anudamiento<br />
excelentes. Reacción tisular leve. No debe utilizarse<br />
en tejidos de cicatrización lenta.<br />
Poliglecaprone 25 (Monocryl®)<br />
Monofilamento. Proporciona mínima rigidez, paso<br />
suave por los tejidos y causando mínima reacción<br />
tisular. Más del doble de fuerte que el Catgut.<br />
Ácido Poliglicólico (Dexón®, SSA®)<br />
Dexón: Multifilamento. Resistente, no es rígido, no<br />
se deshilacha y ofrece buena seguridad al nudo.<br />
Tensión y absorción parecidas al Vicryl. Coaptación<br />
de tejidos adecuada durante unas 3 semanas.<br />
SSA: Trenzada. Absorción completa a los 60-90<br />
días. Muy manejable al anudar. Mínima reacción<br />
tisular. Se utiliza en el cierre de tejido celular subcutáneo.<br />
Sustituye al Catgut.<br />
Poligluconato (Maxon®)<br />
Monofilamento. Fuerza de tensión prolongada. Se<br />
puede utilizar en presencia de infección.<br />
Polidioxanona (PDS II®)<br />
Monofilamento. Fuerza de tensión más prolongada.<br />
Puede ser utilizada en presencia de infección.<br />
MATERIALES <strong>DE</strong> SUTURA NO ABSORBIBLES<br />
Materiales orgánicos no absorbibles<br />
Seda<br />
Se comporta como sutura de absorción muy lenta (2<br />
años). Pierde la fuerza de tensión al año. Elevada<br />
reacción inflamatoria. Infecciones.<br />
Algodón o lino<br />
Más débil que la seda. A los 2 años aún conserva<br />
fuerza de tensión. Está en desuso.<br />
29<br />
Materiales sintéticos no absorbibles<br />
Poliamida o nylon<br />
Fuerza de tensión alta, buena elasticidad y mínima<br />
reacción de tejido; pero presenta memoria (requiere<br />
nudos bien colocados y suficientes lazadas). Monofilamento,<br />
también hay trenzado o multifilamentoso.<br />
Poliésteres (Mirafil ®, Mersilene ®)<br />
Mínima reacción tisular. Monofilamento (Mirafil) o<br />
multifilamento (Mersilene). Este último puede recubrirse<br />
con tetrametileno o silicona, evitando cortes.<br />
Polipropileno (Prolene®)<br />
Monofilamento. Inerte, fuerza de tensión por 2 años,<br />
mínima reacción de tejido, fácil de retirar y mejor<br />
mantenimiento de los nudos. Es la mejor para sutura<br />
intradérmica continua y cierre de heridas faciales.<br />
Acero inoxidable (Ventrofil®)<br />
Mono o multifilamentoso. Baja reacción de tejido por<br />
ser inerte; se comporta bien en presencia de infección.<br />
Dificultad de manejo y anudado, fatiga y fractura<br />
del material en los sitios de doblado, puede traumatizar<br />
o cortar el tejido si se anuda muy fuerte.<br />
b) Autosutura<br />
Para unir muchos tejidos también se utilizan<br />
grapas quirúrgicas metálicas (de acero inoxidable<br />
o titanio) o de material absorbible,<br />
mediante una grapadora (sutura mecánica).<br />
Las hay para cirugía abierta y para cirugía<br />
laparoscópica.<br />
c) Laparoscopia<br />
Equipo técnico e instrumentación<br />
Equipo visual<br />
La laparoscopia moderna se basa en un<br />
sistema visual constituido por un laparoscopio,<br />
que incluye un sistema óptico y una<br />
videocámara interconectada, una fuente<br />
de luz, el cable para la transmisión de la luz<br />
y un monitor de video. Un sistema videograbador<br />
puede memorizar las imágenes<br />
obtenidas con este sistema.<br />
laparoscopio y fuente de luz
Equipo para el neumoperitoneo<br />
El neumoperitoneo es un paso esencial y<br />
básico en cualquier procedimiento laparoscópico.<br />
Se distiende la cavidad peritoneal<br />
por medio de la insuflación de CO2 con una<br />
aguja introducida en la cavidad abdominal<br />
(aguja de Veress),<br />
provista de un mecanismo<br />
de seguridad<br />
para evitar heridas viscerales. Todos<br />
los equipos para neumoperitoneo tienen<br />
características comunes tales como la capacidad<br />
para predeterminar la presión intraabdominal<br />
máxima, una válvula de seguridad<br />
para evitar la sobreinsuflación, indicadores<br />
de fácil lectura de los parámetros<br />
de trabajo y elevado índice de flujo del gas.<br />
insuflador<br />
Instrumentos específicos<br />
Ese grupo incluye todos los instrumentos ya<br />
utilizados en la cirugía tradicional, pero aplicados<br />
al instrumental específico de la cirugía<br />
laparoscópica, tales como los instrumentos<br />
para cortar y coagular (electrocauterio,<br />
termocagulador, bisturí ultrasónico,<br />
láser), para diagnóstico ecográfico (Doppler,<br />
eco) y otros instrumentos con propósitos<br />
específicos (coledocoscopio, litotritor).<br />
Instrumentación<br />
Los instrumentos pueden ser divididos en:<br />
trocares y cánulas<br />
30<br />
retractores<br />
endo-retractor<br />
pinzas de presión (graspers)<br />
pinzas<br />
disectores y tijeras<br />
bisturí eléctrico<br />
portagujas<br />
portagujas<br />
otros instrumentos<br />
retractor expansible<br />
Todos ellos disponibles en forma descartable<br />
y reutilizable.<br />
Otros elementos<br />
• Instrumentos y cánulas<br />
para realizar una<br />
colangiografía.<br />
tijeras<br />
endo-guía<br />
• Agujas de biopsia hepática (sección cortante<br />
en montaje mecánico de la aguja).<br />
• Soluciones antiempañado (para las lentes<br />
del extremo del laparoscopio).
21. Elaboración de nudos quirúrgicos.<br />
Como norma de seguridad deben hacerse<br />
tres nudos en un hilo trenzado (seda, ácido<br />
poliglicólico, etc.) y cinco o más en los monofilamentos<br />
(polipropileno, etc.). Las semivueltas<br />
que formarán el nudo deberán<br />
hacerse alternas para evitar que un hilo<br />
resbale sobre el otro (más en el caso de los<br />
monofilamentos), lo que terminará afilando<br />
el nudo o soltándose por completo.<br />
El anudado de la sutura puede hacerse a<br />
mano o con ayuda de instrumentos, y tanto<br />
una forma como otra deben practicarse hasta<br />
realizarlas a la perfección. El anudado a<br />
mano puede efectuarse tanto a dos como a<br />
una mano, siendo está última la más práctica,<br />
rápida y cómoda cuando se ha practicado<br />
lo suficiente para hacerla con rapidez y<br />
seguridad (fig. a).<br />
31<br />
Figura a.<br />
Cuando el anudado se lleva a cabo con instrumentos,<br />
el procedimiento se hace más<br />
lento pero la sutura puede ser mejor aprovechada,<br />
ya que este método permite hacer<br />
entrelazados con menor longitud de hebra<br />
de hilo. Para este caso se puede usar el<br />
mismo portaagujas que se esté utilizando, o<br />
bien un hemostato o las mismas pinzas de<br />
disección.<br />
Dejando el cabo distal corto, sobre el cabo<br />
proximal largo, que será el que lleve la aguja<br />
insertada, se le da una vuelta alrededor<br />
del porta o pinza, y sin soltar esta vuelta se<br />
coge el hilo distal y se aprieta como si se<br />
estuviese usando las mano. Es un nudo<br />
muy eficaz, pero se debe tener cuidado con<br />
los monofilamentos, ya que los instrumentos<br />
tienden a cortar o deteriorar en exceso este<br />
tipo de sutura (fig. b).<br />
Figura b.
22. Cuidados de la eliminación de deshechos<br />
y residuos: la bolsa roja y el<br />
sharp-container.<br />
La recogida de residuos sanitarios se realiza<br />
en bolsas y/o contenedores, que deben<br />
identificarse de forma visible; han de ser de<br />
colores determinados.<br />
Nos va a interesar, principalmente, la eliminación<br />
de los residuos del grupo III: son los<br />
“residuos sanitarios de riesgo específico”;<br />
entre los que figuran restos anatómicos,<br />
sangre y hemoderivados en forma líquida,<br />
agujas y otros materiales punzantes y cortantes.<br />
La bbool lssaa rrooj jaa –en nuestro medio- contiene<br />
los deshechos anatómicos del paciente, y<br />
los elementos que hayan tenido contacto<br />
con su sangre (ej.: los guantes). Otras dos<br />
bolsas, observadas en el quirófano de este<br />
hospital, son la vveerrddee y la trraannssppaarreennt t tee; y<br />
corresponden a los residuos de plástico y al<br />
depósito de batas quirúrgicas usadas, respectivamente.<br />
El sshhaarrpp- -ccoonnt taai inneerr o contenedor para objetos<br />
inciso-punzantes (por ej.: las agujas)<br />
constituye una protección eficaz para el<br />
personal sanitario, incluyendo a los trabajadores<br />
de la limpieza. Dispone de una base,<br />
del contenedor o recipiente propiamente dicho,<br />
y una tapa con cierre hermético. Es indispensable<br />
que agujas, bisturís, etc. se depositen<br />
en estos contenedores especiales.<br />
23. Los pasos de la anestesia general,<br />
loco-regional y local.<br />
ANESTESIA <strong>GENERAL</strong><br />
La anestesia clínica es la creación de un<br />
estado anormal que satisfaga los requerimientos<br />
para la realización de procedimientos<br />
quirúrgicos y diagnósticos. La anestesia<br />
general se define por un estado caracterizado<br />
por inconsciencia, analgesia, relajación<br />
muscular y depresión de los reflejos.<br />
En los comienzos de la práctica de la anestesiología,<br />
esto se conseguía mediante la<br />
administración de un solo fármaco a dosis<br />
muy altas, generalmente mediante vía in-<br />
32<br />
halatoria. En la actualidad se consiguen los<br />
mismos objetivos combinando varios tipos<br />
de fármacos intravenosos, de forma que las<br />
dosis de cada uno son inferiores y, por tanto,<br />
también lo son sus efectos secundarios.<br />
Fases de la anestesia general:<br />
A. Inicio de la anestesia<br />
(Inducción)<br />
La inducción de la anestesia general se<br />
caracteriza por la pérdida de la consciencia<br />
y el paso a un plano superficial<br />
de anestesia quirúrgica. Dos consideraciones<br />
fundamentales de este período<br />
son el mantenimiento de una vía aérea<br />
permeable con ventilación adecuada y la<br />
conservación de la función cardiovascular.<br />
Al planificar el período de inducción,<br />
el anestesiólogo tiene que prever la posibilidad<br />
de una obstrucción de la vía aérea<br />
superior por la relajación de los tejidos<br />
blandos de la faringe, por laringoespasmo,<br />
por regurgitación o vómito del<br />
contenido gástrico, por la acumulación<br />
excesiva de secreciones, por hipotensión<br />
secundaria a una depresión del<br />
miocardio o por vasodilatación periférica,<br />
junto a una serie de problemas iatrogénicos<br />
debido a la manipulación mecánica<br />
de la vía aérea.<br />
En esta fase, el anestesista realiza la intubación<br />
endotraqueal.<br />
Tras la administración de anestesia general,<br />
se pasará por distintos niveles de<br />
depresión:<br />
Nivel 1: Sedado-inconsciente<br />
Nivel 2: Depresión-excitación<br />
Esta fase es la que representa mayor<br />
peligro para el paciente, siendo el momento<br />
durante el que puede aparecer la<br />
mayoría de las complicaciones mencionadas<br />
previamente.<br />
Nivel 3: Anestesia mínima<br />
Nivel 4: Anestesia superficial<br />
Nivel 5: Anestesia profunda
Independientemente de la técnica de inducción,<br />
el paciente es trasladado en primer<br />
lugar al quirófano, colocándolo en<br />
posición de decúbito supino sobre la<br />
mesa. Con muy raras excepciones, antes<br />
de ninguna maniobra se deberá iniciar<br />
una perfusión intravenosa. Se conectan<br />
los monitores fundamentales como<br />
el ECG, el manguito de presión arterial,<br />
el pulsioxímetro y el fonendoscopio<br />
torácico.<br />
B. Mantenimiento de la anestesia<br />
La fase de mantenimiento de la anestesia<br />
general es el periodo que discurre<br />
desde la instauración inicial de la anestesia<br />
quirúrgica, el final de la inducción,<br />
hasta el momento de reducir la profundidad<br />
anestésica para que el paciente<br />
pueda despertarse al final de la intervención<br />
quirúrgica. Los objetivos para el<br />
cirujano son contar las condiciones operatorias<br />
adecuadas y, para el paciente:<br />
- ausencia de dolor y conciencia,<br />
- función orgánica adecuada,<br />
- respuestas mínimas al estrés,<br />
- temperatura corporal estable,<br />
- equilibrio hidroelectrolítico adecuado,<br />
- sustitución de sangre o elementos.<br />
En los pacientes normales se emplean<br />
relajantes musculares para paralizar los<br />
músculos esqueléticos. Las dosis de<br />
bloqueador neuromuscular debe ser la<br />
suficiente para proporcionar las condiciones<br />
adecuadas para la intubación endotraqueal<br />
o para el cirujano.<br />
C. Recuperación de la anestesia<br />
(Educción)<br />
Si el anestesiólogo está ajustando la depresión<br />
anestésica frente a un estímulo<br />
quirúrgico, la fase de mantenimiento pasará<br />
gradualmente a la fase de salida en<br />
algún momento próximo al final de la intervención<br />
quirúrgica. El objetivo de la<br />
dirección cambia ligeramente, desde<br />
proporcionar una depresión adecuada a<br />
33<br />
reducir la administración de los fármacos<br />
depresores, permitiendo al enfermo que<br />
recupere el control homeostático de la<br />
ventilación, de la vía aérea y se restablezca<br />
la consciencia. El resto es realizar<br />
todo esto tan deprisa como sea posible,<br />
manteniendo al mismo tiempo las<br />
condiciones operatorias adecuadas hasta<br />
el final de la intervención.<br />
El mecanismo para restablecer la capacidad<br />
del paciente para controlar las funciones<br />
vitales y recuperar la conciencia<br />
es, principalmente, la eliminación de los<br />
anestésicos del cerebro.<br />
La extubación endotraqueal se realiza<br />
con una profundidad anestésica lo bastante<br />
ligera como para que el paciente<br />
respire satisfactoriamente, con suficiente<br />
tono muscular para mantener un vía aérea<br />
adecuada y con algunos reflejos<br />
después de la extubación. El paciente<br />
debe estar lo suficientemente dormido<br />
como para evitar el “esfuerzo” o aducción<br />
activa de las cuerdas vocales sobre<br />
el tubo endotraqueal en la extubación.<br />
En este momento, independientemente<br />
de la profundidad de la anestesia, existe<br />
el riesgo de regurgitación o vómitos y<br />
aspiración del contenido gástrico por el<br />
enfermo.<br />
Disponemos de antagonistas para reducir<br />
los efectos depresores de los anestésicos<br />
1 .<br />
Fármacos anestésicos:<br />
En general se usan los mismos fármacos<br />
para la inducción y para el mantenimiento,<br />
pero a dosis diferentes. Para la educción se<br />
juega con los tiempos de eliminación de los<br />
mismos y es preferible evitar el uso de antídotos.<br />
a) Inhalatorios: Los anestésicos inhalados<br />
originales (éter, óxido nitroso y cloroformo)<br />
tienen limitaciones importantes 2 . Por<br />
1 Por ej.: flumazenil es antagonista de las benzodiazepinas,<br />
por lo que puede utilizarse para revertir los<br />
efectos sedantes del midazolam tras la anestesia.<br />
2 El éter se caracterizaba por una inducción y recuperación<br />
bastante lentas, pero ejercía su efecto sin
lo que el desarrollo posterior se centró<br />
en los fármacos que permiten una inducción<br />
y recuperación rápidas y no son<br />
tóxicos (halotano, isofluorano, enfluorano,<br />
sevofluorano y desfluorano). Sin embargo,<br />
son pocos los fármacos inhalados<br />
que se usan actualmente (a destacar el<br />
sevofluorano y, en determinados casos,<br />
óxido nitroso), ya que han sido desplazados<br />
por la anestesia intravenosa.<br />
Fármaco i.v. Comentarios Efectos<br />
colaterales<br />
Tiopental<br />
(“suero de la<br />
verdad” –a<br />
dosis bajas-)<br />
Ketamina<br />
(no produce<br />
hipotensión;<br />
de elección en<br />
pacientes con<br />
hipovolemia)<br />
Propofol<br />
(sensación de<br />
mayor bienestar<br />
tras la educción)<br />
Etomidato<br />
(no deprime el<br />
gasto cardíaco)<br />
Midazolam<br />
(como coadyuvante<br />
facilita<br />
la intubación<br />
del paciente<br />
despierto)<br />
Barato; recuperación<br />
lenta tras dosis altas.<br />
Efectos adversos<br />
psicotrópicos controlables<br />
con benzodiazepinas;<br />
buen broncodilatador;analgésico<br />
potente a dosis<br />
de subinducción.<br />
Quemaduras en inyección;<br />
buen broncodilatador;<br />
escasa<br />
incidencia de náuseas<br />
y vómitos postoperatorios.<br />
Estabilidad cardiovascular;quemaduras<br />
en inyección;<br />
movimiento espontáneo<br />
durante inducción.<br />
Hemodinámica relativamente<br />
estable;<br />
amnesia potente.<br />
necesidad de otros medicamentos. El óxido nitroso<br />
produce una inducción y recuperación rápidas, pero<br />
no tiene suficiente potencia para usarlo de forma<br />
exclusiva, por lo que hay que combinarlo con otros<br />
fármacos. El cloroformo se relacionaba con toxicidad<br />
hepática y con arritmias cardíacas graves.<br />
Hipotensión<br />
Hipertensión<br />
Taquicardia<br />
Hipotensión<br />
Supresión<br />
adrenal<br />
(en infusión<br />
continua)<br />
Depresión<br />
ventilatoria<br />
sinergista con<br />
opioides<br />
34<br />
b) Intravenosos: La inducción intravenosa<br />
es rápida, placentera y segura para la<br />
inmensa mayoría de los pacientes. Los<br />
cinco fármacos intravenosos más utilizados<br />
en Estados Unidos para la inducción<br />
de la anestesia son: tiopental sódico,<br />
ketamina, propofol, etomidato y midazolam.<br />
En la siguiente tabla se resumen<br />
las características clínicas de los mismos.<br />
Situaciones que<br />
precisan precaución<br />
Hipovolemia<br />
Compromiso<br />
de la función<br />
cardíaca<br />
Cardiopatía<br />
isquémica<br />
Hipovolemia<br />
grave<br />
Cardiopatía<br />
cronaria<br />
Hipovolemia<br />
Hipovolemia<br />
Hipovolemia<br />
Indicaciones relativas<br />
Adecuado para inducción<br />
en muchos<br />
pacientes.<br />
Inducción secundaria<br />
rápida en asmáticos,<br />
pacientes en<br />
shock (dosis reducidas).<br />
Indicción en cirugía<br />
ambulatoria; inducción<br />
en asmáticos.<br />
Inducción en pacientes<br />
con disfunción<br />
contráctil cardiaca;<br />
inducción de<br />
pacientes en shock<br />
(dosis reducidas).<br />
Inducción en pacientes<br />
con disfunción<br />
contráctil cardiaca(habitualmente<br />
en combinación<br />
con opioides).
Efectos secundarios de los hipnóticos:<br />
Casi todos los hipnóticos producen depresión<br />
respiratoria y/o apnea a las dosis que<br />
se utilizan. Además casi todos los hipnóticos<br />
producen vasodilatación y descenso del<br />
gasto cardíaco, lo que conlleva hipotensión<br />
que puede ser muy profunda; y si la reserva<br />
del paciente es escasa, se puede comprometer<br />
su vida seriamente.<br />
Fármacos analgésicos:<br />
Cuando hablamos de ellos nos referimos<br />
casi exclusivamente a los analgésicos<br />
opiáceos, derivados de la morfina. En los<br />
procedimientos anestésicos se emplea sobre<br />
todo el fentanil.<br />
Fentanil. Narcótico opioide que produce analgesia.<br />
Es 70 veces más potente que la morfina. Aunque la<br />
duración de su acción es corta, llega a concentrarse<br />
en tejidos bien prefundidos (cerebro). Se metaboliza<br />
lentamente.<br />
Sufentanil citrato. Narcótico opioide que produce<br />
analgesia/anestesia y reduce la ansiedad de forma<br />
eficaz. Es cinco veces más potente que el fentanil<br />
y 625 veces más potente que la morfina. Su acción<br />
es corta porque su comienzo de acción es inmediato,<br />
la acumulación es limitada y la eliminación<br />
es rápida.<br />
Alfentanil. Narcótico opioide que es un analgésico<br />
rápido de acción corta. La depresión respiratoria es<br />
más duradera que la analgesia.<br />
El último incorporado a la práctica clínica es<br />
el remifentanil, que tiene una duración de<br />
pocos minutos, y una potencia analgésica<br />
similar al fentanil.<br />
Es muy importante recordar que la hipnosis<br />
no produce analgesia, y que, si esta última<br />
no es adecuada, un paciente anestesiado<br />
sentirá dolor; que, en última instancia, puede<br />
llevarlo a un IAM o a un ACV –aunque el<br />
sujeto no sea consciente de ello-.<br />
La analgesia postoperatoria hace uso de los<br />
AINES (anti-inflamatorios no esterioideos):<br />
metamizol (Nolotil®), ketorolaco (Toradol®),<br />
dexketoprofeno (Enantyum®) o paracetamol<br />
(Perfalgan®); y de opiáceos de más larga<br />
duración: morfina o meperidina (1000 veces<br />
menos potente que el fentanil).<br />
35<br />
Relajantes neuromusculares:<br />
Producen parálisis de toda la musculatura<br />
estriada del cuerpo, excepto la miocárdica.<br />
Se administran siempre después de los hipnóticos<br />
y se intenta que su efecto haya desaparecido<br />
antes de que el paciente recupere<br />
la consciencia.<br />
Son muy útiles –por ejemplo- en cirugía abdominal,<br />
donde la musculatura contraída<br />
dificultaría mucho la labor del cirujano; y en<br />
cirugía torácica, donde permite una ventilación<br />
mecánica adecuada.<br />
Bloqueantes neuromusculares no despolarizantes<br />
(BNMND). Estos fármacos actúan<br />
sobre las enzimas que evitan la contracción<br />
muscular. No ocasionan fasciculación<br />
muscular tras la inyección i.v. Pueden ser<br />
denominados antagonistas competitivos.<br />
Actualmente el más usado es el atracurio<br />
(efecto rápido y predecible; 30 minutos) y su<br />
derivado, el cisatracurio (el cual carece de<br />
los efectos secundarios del atracurio: liberación<br />
de histamina). También se cuenta con<br />
el rocuronio (30 min) y el mivacurio (15-20<br />
min).<br />
Bloqueantes neuromusculares despolarizantes<br />
(BNMD). Estos fármacos tienen el<br />
efecto opuesto que los fármacos no despolarozantes.<br />
Estimulan los receptores autónomos.<br />
Ocasionan fasciculaciones musculares<br />
(contracciones involuntarias de los músculos).<br />
El más utilizado: la succinilcolina; dada su<br />
acción ultracorta, es de elección para facilitar<br />
la intubación endotraqueal.<br />
ANESTESIA LOCAL Y REGIONAL<br />
La anestesia local inhibe los nervios sensitivos<br />
y bloquea la conducción de impulsos<br />
dolorosos desde su punto de origen. Los<br />
nervios sensitivos son los primeros en afectarse.<br />
Cuando sólo se emplea un fármaco<br />
anestésico, el paciente permanece consciente.<br />
Puede administrase sedación para<br />
aliviar la ansiedad y producir amnesia. Esta
situación suele denominarse sedación consciente.<br />
La anestesia regional puede ser<br />
utilizada, con o sin sedación consciente,<br />
cuando la anestesia general está contraindicada<br />
o no es deseable. Los bloqueos intratecal,<br />
peridural y epidural son técnicas de<br />
anestesia regional. Estas técnicas bloquean<br />
la conducción de los impulsos dolorosos<br />
desde un área o región específica. El anestésico<br />
se inyecta alrededor de un nervio específico<br />
o de un grupo de nervios para evitar<br />
el dolor de la operación quirúrgica.<br />
(1) ANESTESIA LOCAL<br />
El cirujano inyecta el anestésico y lo aplica<br />
por vía tópica. Deben estar disponibles<br />
agentes complementarios para analgesia o<br />
anestesia, si fueran necesarios, o para el<br />
tratamiento de posibles reacciones adversas.<br />
El equipo de reanimación y el oxígeno<br />
deben estar a mano antes de administrar<br />
cualquier anestésico.<br />
Técnicas de administración<br />
Aplicación tópica<br />
El anestésico se aplica directamente a una<br />
mucosa, a una superficie serosa o a una<br />
herida abierta. El inicio de la anestesia se<br />
produce al cabo de un minuto. La duración<br />
de la anestesia es de 20 a 30 minutos.<br />
Crioanestesia. Conlleva el bloqueo de la<br />
conducción de los impulsos dolorosos de un<br />
nervio local por medio de un significativo<br />
enfriamiento de la superficie (ej., por congelación)<br />
de una zona determinada.<br />
Infiltración local simple<br />
El agente se inyecta por vía intracutánea y<br />
subcutánea en los tejidos que rodean la zona<br />
de incisión para bloquear los estímulos<br />
del nervio periférico en su origen. Se utiliza<br />
para suturar laceraciones superficiales o<br />
para incidir lesiones menores.<br />
36<br />
Inyección regional<br />
El agente se inyecta en o alrededor de un<br />
nervio o grupo de nervios para inhibir todo<br />
el sistema nervioso sensitivo de una zona<br />
localizada del organismo. La inyección se<br />
hace a cierta distancia de la zona quirúrgica.<br />
Se anestesia un área más profunda y<br />
más amplia que con la infiltración simple.<br />
Hay varios tipos de bloqueos regionales.<br />
Bloqueo nervioso. Al anestesiar un nervio concreto<br />
en un punto determinado, se bloquea el nervio<br />
para interrumpir la transmisión simpática, motora o<br />
sensitiva.<br />
Bloqueo de Bier. Inyección regional i.v. de un<br />
anestésico local en una extremidad por debajo del<br />
nivel de un torniquete.<br />
Bloqueo de campo. Se bloquea la zona quirúrgica<br />
con una barrera de fármaco anestésico, a través<br />
de una serie de inyecciones en los tejidos proximales<br />
y circundantes.<br />
Antes de tratar la anestesia regional, conviene recordar,<br />
a través de un esquema, las distintas capas que<br />
constituyen las meninges, de afuera hacia adentro:<br />
cuerpo vertebral<br />
espacio epidural<br />
duramadre<br />
espacio subdural<br />
aracnoides<br />
espacio subaracnoideo<br />
piamadre<br />
médula espinal (M)<br />
Plexo<br />
venoso<br />
vertebral<br />
anterior<br />
M<br />
Plexo<br />
venoso<br />
vertebral<br />
posterior<br />
LLCCRR
(2) ANESTESIA ESPINAL Y EPIDURAL<br />
Bloqueo intratecal o raquídeo<br />
El bloqueo intratecal, denominado habitualmente<br />
anestesia espinal, produce la desensibilización<br />
de los ganglios medulares y las<br />
raíces motoras. El agente se inyecta en el<br />
líquido cefalorraquídeo (LCR) 3 , en el espacio<br />
subaracnoideo de las meninges (las tres<br />
capas que recubren la médula espinal), a<br />
través de un espacio intervertebral de la<br />
columna lumbar. Los ganglios espinales, las<br />
raíces de los nervios motores y los vasos<br />
sanguíneos pasan a través de las meninges.<br />
El fármaco difunde en el LCR alrededor<br />
de los ganglios y nervios antes de ser absorbido<br />
a la corriente sanguínea. La absorción<br />
por las fibras nerviosas es rápida.<br />
El nivel de anestesia logrado depende de<br />
diversos factores: la posición durante la inyección<br />
e inmediatamente después de la<br />
misma; la presión del LCR; el lugar y la velocidad<br />
de inyección; el volumen, dosis y<br />
gravedad específica (baricidad) de la solución;<br />
la inclusión de un vasoconstrictor, por<br />
lo general adrenalina; la curvatura del canal<br />
medular; el espacio intervertebral elegido, y<br />
la tos o la distensión de la columna, que<br />
pueden elevar el nivel inadvertidamente. La<br />
difusión del anestésico se controla sobre<br />
todo por la baricidad de la solución y la posición<br />
del enfermo.<br />
Procedimiento<br />
Para la inyección, se coloca al paciente en<br />
la posición que indica el anestesiólogo dependiendo<br />
de la baricidad (gravedad específica)<br />
de la solución y de la anestesia a obtener.<br />
1- Posición lateral. La más habitual.<br />
2- Posición sentada.<br />
3- Posición en decúbito prono.<br />
El enfermero circulante o un auxiliar de enfermería<br />
mantiene al paciente en posición,<br />
lo observan y lo tranquilizan, ayudando al<br />
anestesiólogo en lo que sea necesario. La<br />
3 Por lo que se le llama, en la actualidad, anestesia<br />
raquídea.<br />
37<br />
atención a la asepsia es muy importante. El<br />
anestesiólogo se pone guantes estériles<br />
antes de manejar los utensilios estériles.<br />
Una bandeja espinal suele contener los siguiente:<br />
Paño fenestrado.<br />
Ampollas de anestésico local, anestésico<br />
espinal, fármaco vasoconstrictor (adrenalina),<br />
dextrosa al 10% (confiere hiperbaricidad<br />
a la solución).<br />
Gasas, pinzas y solución antiséptica.<br />
Agujas: hipodérmica del calibre 25 para infiltrar<br />
el anestésico local en la piel; del calibre 22 x 5cm<br />
de largo para inyección intramuscular; calibre 18,<br />
de punta roma, para mezclar fármacos; agujas<br />
espinales con cánula para inyección intratecal.<br />
Jeringas: 5ml para el anestésico espinal, de<br />
10ml para soluciones hipobáricas, de 2ml para<br />
anestesia superficial.<br />
Las pinzas y las gasas son de un tipo diferente<br />
a las que se utilizan durante el procedimiento<br />
quirúrgico. La zona de punción<br />
lumbar se limpia con solución antiséptica y<br />
se cumbre con un paño fenestrado. La TA<br />
(tensión arterial) se verifica antes, durante y<br />
después de la anestesia espinal, dado que<br />
la hipotensión es frecuente.<br />
En procedimientos largos, cuando se requiere<br />
anestesia adicional o aliviar el dolor<br />
con un narcótico, pueden utilizarse inyecciones<br />
intermitentes o una infusión continua<br />
por medio de un catéter de plástico o de<br />
silicona. La anestesia regional con este último<br />
propósito se suele realizar a través de<br />
un catéter epidural (como ilustra la imagen).<br />
Empleo<br />
La anestesia espinal se emplea frecuentemente<br />
en procedimientos abdominales (sobre<br />
todo inferiores) o pelvianos que requieren<br />
relajación, operaciones inguinales o de<br />
las extremidades inferiores, obstetricia quirúrgica<br />
(cesáreas) y operaciones urológicas.
También se aconseja en alcohólicos, adictos<br />
a barbitúricos, enfermos muy musculosos<br />
que necesitarían grandes dosis de<br />
anestésicos generales y relajantes musculares,<br />
y en los procedimientos quirúrgicos de<br />
urgencia en pacientes que han comido recientemente.<br />
También se utiliza en presencia<br />
de enfermedad metabólica, renal o<br />
hepática, dado que genera un mínimo trastorno<br />
bioquímico. La duración máxima es de<br />
90-120 minutos.<br />
Bloqueo epidural, peridural<br />
Los términos epidural, peridural y extradural<br />
se emplean en forma sinónima. El espacio<br />
epidural está situado entre la dura madre, la<br />
capa más externa que recubre la médula<br />
espinal, y las paredes de la columna vertebral.<br />
Contiene una red de vasos sanguíneos,<br />
linfáticos, grasa, tejido conjuntivo laxo<br />
y raíces de los nervios espinales. La difusión<br />
del anestésico y su duración de acción<br />
se ven influidas por la concentración y el<br />
volumen de solución inyectada (masa total<br />
de fármaco) y por la velocidad de inyección.<br />
El anestésico difunde en sentido cefálico y<br />
caudal. Al contrario que en la anestesia espinal,<br />
la posición, la baricidad y la gravedad<br />
tienen escasa influencia sobre la distribución<br />
del anestésico. Habitualmente se añade<br />
adrenalina para retrasar la absorción.<br />
Puede utilizarse durante horas, entre 48h<br />
con infusión continua (analgesia).<br />
Procedimiento<br />
Pueden utilizarse dos abordajes distintos:<br />
lumbar (el más frecuente) y caudal.<br />
Abordaje lumbar<br />
El abordaje lumbar es un bloqueo peridural.<br />
El equipo es similar al que se utiliza para la espinal,<br />
con la adición de una aguja de calibre 19 x 9cm de<br />
longitud, de pared fina y cánula con eje rígido y punta<br />
de bisel corto para minimizar el peligro de perforación<br />
inadvertida de la duramadre. La inserción de<br />
un catéter permite inyecciones repetidas<br />
para conseguir una anestesia epidural continua,<br />
lo que requiere tener preparadas agujas<br />
adicionales, válvulas de cierre y un catéter<br />
de plástico.<br />
38<br />
Posición para punción peridural lumbar.<br />
Se introduce lentamente la aguja con una presión<br />
sostenida sobre la jeringa, hasta atravesar el ligamento<br />
amarillo (pérdida de resistencia del émbolo de<br />
la jeringa).
Tras comprobar que se está en el espacio peridural<br />
(la gota de líquido anestésico –que se ha dejado de<br />
referencia- avanzará, al perder resistencia), se administra<br />
la medicación o se coloca el catéter a través<br />
de la aguja.<br />
Abordaje caudal<br />
El abordaje caudal es un bloqueo epidural<br />
sacro. La inyección epidural se efectúa a<br />
través del canal caudal, insensibilizando los<br />
nervios que emergen desde el saco de duramadre.<br />
La posición para la inyección es<br />
en ducúbito prono, con las caderas dobladas,<br />
el sacro horizontal y los talones girados<br />
hacia fuera para exponer el punto de inyección.<br />
El área sacra se prepara y se cubre,<br />
teniendo cuidado de proteger los genitales<br />
del contacto con la solución irritante. La bandeja<br />
espinal incluye la adición de una aguja espinal<br />
de calibre 20 x 24cm de longitud, con cánula.<br />
Empleo<br />
El abordaje epidural puede utilizarse en<br />
operaciones anorrectales, vaginales o perineales.<br />
Su utilización es más frecuente en<br />
obstetricia, como técnica continua para controlar<br />
el dolor guante el parto y durante y<br />
después de la cesárea.<br />
39<br />
Agentes farmacológicos para anestesia<br />
local y regional<br />
Hay muchos anestésicos diferentes, locales<br />
y regionales, disponibles para su uso. Todos<br />
son depresores directos del miocardio,<br />
pero los efectos sobre el SNC preceden a<br />
esta acción. La detoxificación se produce en<br />
el hígado. Difieren en su estructura y, por<br />
tanto, en su acción. Estos fármacos son sales<br />
clorhidratos de bases débiles en solución.<br />
Se clasifican por su estructura química<br />
en aminoamidas y aminoésteres 4 ; siendo,<br />
los primeros, los más utilizados:<br />
Genérico Usos<br />
Bupivacaína<br />
clorhidrato<br />
Lidocaína<br />
clorhidrato<br />
Mepivacaína<br />
clorhidrato<br />
Prilocaína<br />
clorhidrato<br />
Infiltración local*<br />
Bloqueo regional*<br />
Cirugía epidural<br />
Infiltración tópica*<br />
Nervios periféricos*<br />
Bloqueo nervioso*<br />
Espinal Epidural<br />
Infiltración<br />
Nervios periféricos<br />
Epidural<br />
Infiltración<br />
Nervios periféricos<br />
Bloqueo regional<br />
Epidural<br />
Para facilitar o retrasar la absorción, pueden<br />
agregarse fármacos suplementarios a los<br />
anestésicos: hialuronidasa (se añade a<br />
veces al anestésico local para facilitar su<br />
difusión; produce una absorción más rápida)<br />
y adrenalina (produce vasoconstricción,<br />
que enlentece la captación circulatoria y la<br />
absorción).<br />
24. La información postoperatoria a familiares.<br />
Los miembros de la familia son informados<br />
cuando el enfermo sale del quirófano e ingresa<br />
en la URPA 5 , de modo que ya sabrán<br />
que el procedimiento quirúrgico ha terminado.<br />
Ello ayuda a aliviar su inquietud durante<br />
las horas de espera. Algunas instituciones<br />
permiten visitas en la URPA, según la política<br />
de cada una.<br />
4 Ej.: cocaína (no se emplea, por su uso recreativo) y<br />
tetracaína (utilizada en oftalmología), entre otros.<br />
* Puede usarse adrenalina.<br />
5 Unidad de reanimación post-anestésica.
Es conveniente informar de forma honesta y<br />
veraz, huyendo de optimismos y de exceso<br />
de datos y previsiones.<br />
25. La reanimación postoperatoria y los<br />
criterios de alta a planta.<br />
La fase postoperatoria de la experiencia quirúrgica<br />
perioperatoria del enfermo comienza<br />
una vez que se ha completado el procedimiento<br />
quirúrgico y que el paciente es ingresado<br />
en el área de recuperación postoperatoria,<br />
por lo general, una unidad de<br />
reanimación postanestésica (URPA) o una<br />
unidad de cuidados intensivos (UCI), o a la<br />
sala de readaptación al medio tras cirugía<br />
mayor ambulatoria.<br />
Unidad de reanimación post-anestésica<br />
Situada muy próxima al quirófano, el diseño<br />
básico de la URPA consiste en una sala<br />
grande, dividida en una serie de cubículos<br />
individuales separados por cortinas para<br />
mantener la privacidad del paciente. Cada<br />
cubículo cuenta con un monitor cardíaco,<br />
pulsoxímetro, dispositivo de medida de la<br />
tensión arterial, aparato de aspiración y<br />
equipo para administrar oxígeno. La dotación<br />
adicional incluye un equipo para intubar<br />
la vía aérea, líquidos intravenosos y material<br />
para administrarlos, materiales de refuerzo<br />
para vendajes, mediaciones, sistemas<br />
de drenaje y catéteres permanentes de<br />
Foley, bateas para vómitos y botellas o cuñas<br />
para orina y heces. Otros equipos, incluyendo<br />
un carrito de parada cardiaca con<br />
un desfibrilador, se sitúan estratégicamente<br />
a lo lardo de la sala para que el acceso sea<br />
fácil cuando se necesiten.<br />
Cuidados postanestésicos<br />
El objetivo del cuidado postanestésico es<br />
ayudar al paciente a que retorne a un estado<br />
fisiológico seguro tras habérsele administrado<br />
un anestésico.<br />
Se debe prestar particular atención al control<br />
de la oxigenación, ventilación y circulación.<br />
Los cuidados en la URPA comprenden<br />
40<br />
el mantenimiento de una ventilación suficiente,<br />
la prevención del shock y el alivio del<br />
dolor.<br />
Alta de la URPA<br />
La mayoría de los pacientes permanecen en<br />
la URPA al menos 1-2 horas o hasta que se<br />
han recuperado suficientemente de la anestesia,<br />
es decir, hasta que sus signos vitales<br />
se hayan estabilizado y sean capaces de un<br />
razonable cuidado de sí mismos. El estado<br />
del paciente se puntúa según los signos<br />
vitales, el nivel de actividad y el estado de<br />
consciencia. Hay varios formatos normalizados<br />
para este fin. El anestesiólogo valora<br />
al paciente en caso necesario y puede determinar<br />
cuándo está lo bastante estable<br />
para abandonar la URPA. Cuando el paciente<br />
es dado de alta, se le traslada a una<br />
unidad de enfermería o a una UCI. El responsable<br />
de dar el alta al enfermo de la<br />
URPA es siempre un médico.<br />
Un ejemplo de criterios de alta sería:<br />
Despierto y colaborador<br />
Estabilidad cardiovascular<br />
Bien oxigenado<br />
Dolor controlado<br />
Sin complicaciones en herida quirúrgica<br />
Registro postoperatorio de líquidos y de<br />
fármacos.
EMERGENCIAS<br />
41
EMERGENCIAS QUIRÚRGICAS<br />
Objetivos en emergencias quirúrgicas:<br />
Adquirir las habilidades en relación con:<br />
26. Actitud en relación con los grandes síndromes<br />
quirúrgicos urgentes: peritonitis focal o generalizada,<br />
hemorragia, obstrucción intestinal y traumatismo.<br />
27. Importancia de la observación y revaloración<br />
clínica.<br />
28. La información y el consentimiento informado en<br />
cirugía de urgencias.<br />
26. Actitud en relación con los grandes<br />
síndromes quirúrgicos urgentes:<br />
Peritonitis focal o generalizada<br />
La peritonitis aguda se produce por un fracaso<br />
de los mecanismos encargados de<br />
limitar el proceso séptico, que provocan la<br />
diseminación de la infección a la cavidad<br />
peritoneal. La peritonitis puede ser de diferentes<br />
tipos, según el agente causante:<br />
Química: ocasionada por la salida a la cavidad<br />
peritoneal del jugo gástrico o pancreático, que<br />
produce irritación severa que puede llevar al<br />
shock rápidamente o sobreinfectarse posteriormente.<br />
Bacteriana: se debe a la perforación intestinal o<br />
a la dehiscencia de anastomosis digestivas.<br />
Normalmente sucede siempre a aquellos casos<br />
de peritonitis química evolucionados, ya que<br />
siempre acaban contaminándose.<br />
Biliar: ocasionada por perforación vesicular (colecistitis<br />
aguda), o como complicación de la cirugía<br />
hepatobiliar. La bilis suele ocasionar escasa<br />
reacción peritoneal a menos que se asocie a una<br />
contaminación bacteriana.<br />
Urinaria: habitualmente como complicación quirúrgica,<br />
o por traumatismo abdominal. La extravasación<br />
de orina es escasamente irritante, pero<br />
al estar contaminada puede ocasionar una peritonitis<br />
bacteriana.<br />
Según la vía de infección la peritonitis puede<br />
ser primaria o secundaria:<br />
1º. Primaria: Invasión hematógena o linfática. Rara.<br />
2º. Secundaria: Diseminación bacteriana desde un<br />
órgano recubierto por peritoneo.<br />
42<br />
La causa más frecuente es la perforación<br />
de víscera hueca. La infección es habitualmente<br />
polimicrobiana, aerobia y anaerobia.<br />
Los signos abdominales, como dolor, hipersensibilidad,<br />
defensa, rigidez, distensión,<br />
neumoperitoneo y disminución del peristaltismo,<br />
preceden a los sistémicos como fiebre,<br />
taquicardia, sudoración, deshidratación,<br />
oliguria y shock. Cuando ya está instaurado<br />
el cuadro de peritonitis aparece el “abdomen<br />
en tabla” (los signos de irritación peritonal<br />
llevados al extremo).<br />
En el diagnóstico, ante un shock inexplicable,<br />
debemos sospechar una sepsis intraperitoneal<br />
grave. El retraso diagnóstico es una<br />
de las causas más importantes de mortalidad<br />
elevada por peritonitis. La mortalidad<br />
por peritonitis generalizada alcanza el 40%.<br />
La peritonitis postoperatoria platea un problema<br />
diagnóstico especialmente difícil. La<br />
presencia de una incisión dolorosa y la administración<br />
de analgésicos en el postoperatorio<br />
enmascara la aparición de los signos.<br />
Por otro lado, síntomas y signos tales<br />
como las náuseas y los vómitos, la fiebre,<br />
el íleo, e incluso el dolor a la descompresión,<br />
pueden aceptarse como normales en<br />
el curso postoperatorio del paciente.<br />
Inicialmente se realiza reposición hidroelectrolítica<br />
y antibióticos por vía parenteral, de<br />
forma empírica, hasta conocer el resultado<br />
de los cultivos. El tratamiento es siempre<br />
quirúrgico, y consiste eliminar el material infectado,<br />
corregir la causa (perforación, etc.),<br />
lavado de la cavidad y drenaje.<br />
Obstrucción intestinal<br />
Es uno de los cuadros más frecuentes en<br />
urgencia quirúrgica. Se define como un<br />
cuadro clínico caracterizado por la detención<br />
total y persistente de gases y heces en<br />
algún segmento intestinal, que puede estar<br />
originado por causas orgánicas o funcionales.<br />
Las causas más frecuentes de obstrucción<br />
intestinal son:
En el intestino delgado, la presencia de<br />
bridas o adherencias en pacientes con una<br />
laparotomía previa (35%) y la presencia de<br />
hernias incarceradas de la pared abdominal<br />
o la región inguinal (15%) en pacientes no<br />
intervenidos quirúrgicamente; y en intestino<br />
grueso, la presencia de tumores (25%).<br />
Con esto tenemos más del 75% las causas.<br />
a. Obstrucción mecánica simple. Obstrucción<br />
de la luz intestinal con aumento reactivo<br />
del peristaltismo, distensión del intestino<br />
proximal por gas y líquido acumulado, edema<br />
de la pared intestinal y presencia de líquido<br />
libre intraperitoneal. La consecuencia<br />
es la gran pérdida hidroelectrolítica que caracteriza<br />
el cuadro.<br />
b. Obstrucción con estrangulación. Ocurre<br />
cuando se ve comprometida la vascularización<br />
del intestino, generalmente en caso<br />
de hernias o vólvulos. Además de los acontecimientos<br />
anteriores, se produce una exudación<br />
de sustancias tóxicas producidas por<br />
la necrosis de la mucosa y la multiplicación<br />
de gérmenes en la cavidad peritoneal y una<br />
isquemia progresiva del asa intestinal con<br />
evolución posterior a la necrosis y perforación<br />
del segmento afectado.<br />
La sintomatología más frecuente del enfermo<br />
afecto de una obstrucción intestinal<br />
es el dolor abdominal de tipo cólico<br />
acompañado de vómitos, distensión abdominal<br />
e imposibilidad para evacuar<br />
gases y heces.<br />
Síntomas de obstrucción aguda según localización<br />
Obstrucción<br />
aguda de I.<br />
Delgado<br />
comienzo<br />
brusco<br />
dolor cólico<br />
intenso<br />
distensión<br />
escasa o nula<br />
alteración<br />
rápida del<br />
estado general<br />
Obstrucción<br />
aguda de I.<br />
Grueso<br />
comienzo<br />
insidioso<br />
dolor discreto<br />
vómitos tardíos<br />
o ausentes<br />
gran distensión<br />
abdominal<br />
estado general<br />
conservado<br />
Obstrucción<br />
con estrangulación<br />
comienzo<br />
violento<br />
dolor intenso<br />
sin remisión<br />
vómitos<br />
precoces,<br />
abundantes y<br />
repetidos<br />
alteración<br />
rápida del<br />
estado general<br />
43<br />
El diagnóstico debe estar basado en una<br />
correcta historia clínica:<br />
intervenciones anteriores<br />
síntomas gastrointestinales anteriores<br />
sangre o moco en las heces<br />
síndrome constitucional asociado<br />
antecedentes de EII 6 o TBC 7<br />
cambios del hábito intestinal<br />
Dentro de la exploración física:<br />
Búsqueda de cicatrices abdominales<br />
operatorias.<br />
Distensión abdominal: variable dependiendo<br />
el nivel de la obstrucción y el<br />
tiempo de evolución.<br />
Dolor abdominal: dolor a la palpación y<br />
puede haber signos de irritación peritoneal.<br />
Auscultación abdominal: aumento de<br />
ruidos intestinales, con características<br />
de lucha o metálicos; posteriormente,<br />
chapoteo abdominal; y, en fases más<br />
tardías, silencio abdominal por agotamiento.<br />
Explorar cuidadosamente los orificios<br />
herniarios.<br />
Tacto rectal: presencia o no de heces<br />
en la ampolla rectal, posible rectorragia<br />
o masas palpables.<br />
Signos de deshidratación.<br />
En los análisis de laboratorio en las primeras<br />
etapas no habrá anomalías. Posteriormente<br />
aparecerán alteraciones hidroelectrolíticas<br />
y de la glucemia con tendencia a la<br />
acidosis metabólica. Puede existir leucocitosis,<br />
bien como dato de hemoconcentración<br />
o de estrangulación.<br />
6 Enfermedad inflamatoria intestinal.<br />
7 Tuberculosis.
Radiología simple de abdomen. Incluyendo<br />
ambos diafragmas, con el fin de detectar<br />
neumoperitoneo. Cuado hay una obstrucción<br />
intestinal lo primero que vemos es la<br />
dilatación de las asas intestinales, presencia<br />
y localización de niveles hidroaéreos, presencia<br />
o ausencia de gas y/o heces en la<br />
ampolla rectal y posible desplazamiento de<br />
asas por efecto de masa.<br />
Enema opaco. Permite el diagnóstico de<br />
una neoplasia obstructiva o estenosante, un<br />
vólvulo o una invaginación.<br />
Ecografía. Cuando se sospecha una masa<br />
intrabdominal o la existencia de íleo biliar.<br />
Tratamiento:<br />
1. Dieta absoluta y colocación de sonda<br />
nasogástrica.<br />
2. Reposición hidroelectrolítica. Es muy<br />
importante. Iniciar con 500-1000 ml de<br />
solución cristaloide en 1 h y luego seguir<br />
diuresis.<br />
3. Antibióticos. Signos de estrangulación<br />
y obstrucción de colon.<br />
Obstrucción de Intestino Delgado<br />
<br />
hernia<br />
hernia bridas o<br />
incarcerada estrangulada adherencias<br />
<br />
reducción<br />
manual<br />
<br />
posible imposible<br />
<br />
tratamiento<br />
<br />
conservador*<br />
<br />
si no mejora<br />
<br />
observación CIRUGÍA<br />
24h URGENTE<br />
*dieta absoluta, sonda nasogástrica, fluidoterapia i.v.<br />
Obstrucción de Intestino Grueso<br />
<br />
enema opaco ó<br />
TAC<br />
<br />
tumoración estenosante vólvulo de sigma<br />
<br />
CIRUGÍA URGENTE<br />
reducción con:<br />
-sonda rectal<br />
-enema opaco<br />
-colonoscopia<br />
<br />
imposible posible<br />
<br />
vigilancia<br />
estrecha<br />
44<br />
Los traumatismos abdominales se dividen<br />
en dos tipos: cerrado y abierto. El mecanismo<br />
de lesión, los órganos afectos y el enfoque<br />
son diferentes, pero la lesión abdominal<br />
por cualquier tipo de traumatismo causa<br />
problemas originados sobre todo por la<br />
hemorragia, perforación de una víscera<br />
hueca o laceración de un órgano sólido.<br />
En el reconocimiento inicial se debe hacer<br />
una rápida evaluación del paciente para<br />
identificar los problemas de riesgo mortal<br />
inmediato, en orden de importancia decreciente<br />
para su supervivencia. La sistemática<br />
es la siguiente:<br />
A) Mantenimiento de la permeabilidad de<br />
la vía aérea 8 .<br />
B) Detectar la insuficiencia respiratoria:<br />
descartando y tratando la presencia de<br />
neumotórax, neumotórax a tensión, volet<br />
costal o hemotórax masivo.<br />
C) Circulación y control de la hemorragia<br />
externa: Identificar el shock e iniciar el tratamiento<br />
del mismo y control de la hemorragia<br />
externa.<br />
D) Otros:<br />
Traumatismo<br />
Canalización de vías venosas e iniciar la<br />
administración de líquidos i.v.<br />
Recogida de muestras para bioquímica,<br />
hemograma, coagulación y pruebas cruzadas.<br />
Cuando no hay otras lesiones que puedan<br />
explicar la hipotensión, los siguientes datos<br />
constituyen una indicación de laparotomía<br />
urgente, sin necesidad de los resultados de<br />
laboratorio y radiológicos:<br />
TRAUMATISMO ABDOMINAL PENETRANTE<br />
SIGNOS <strong>DE</strong> PERITONITIS<br />
8 CUIDADO: se supone que todos los pacientes<br />
pueden tener lesión cervical, hasta que se demuestre<br />
lo contrario.
Ante la ausencia de cualquiera de estos<br />
signos y la presencia de hipotensión se indica<br />
la punción lavado peritoneal (PLP),<br />
aunque hoy esta técnica se ve sustituída<br />
por la ecografía abdominal urgente (ECO<br />
FAST).<br />
El examen definitivo ha de llevarse a cabo<br />
mientras se continúa con la reanimación. Se<br />
puede seguir el siguiente orden:<br />
a. antecedentes y anamnesis:<br />
alergias a medicamentos<br />
antecedentes personales patológicos<br />
última comida<br />
acontecimientos del traumatismo<br />
tratamiento seguido hasta el momento<br />
tiempo de evolución<br />
b. exploración física:<br />
Presencia de trastornos respiratorios.<br />
Estado hemodinámico; TA y pulso.<br />
Escala de Glasgow, respuesta a estímulo<br />
y exploración de los pares craneales.<br />
Movilidad de las cuatro extremidades.<br />
Distensión abdominal y presencia de<br />
signos de irritación peritoneal.<br />
Heridas abiertas a cualquier nivel.<br />
Sonda nasogástrica y de Foley.<br />
Las posibilidades clínicas del traumatismo<br />
abdominal las podemos resumir en dos:<br />
1. Síndrome hipovolémico (rotura de víscera<br />
maciza).<br />
2. Síndrome de irritación peritoneal (rotura<br />
de víscera hueca).<br />
45<br />
c. exploraciones complementarias<br />
Hemograma (hematocrito, hemoglobina)<br />
Bioquímica (glucemia, electrolitos)<br />
Coagulación (preoperatorio)<br />
Radiografía de tórax, abdomen y columna<br />
cervical. Descartar perforación<br />
de una víscera hueca (neumoperitoneo)<br />
y fracturas pélvicas (posible hemoperitoneo<br />
-fisura de hematoma retroperitonal-).<br />
Ecografía. Líquido libre intraperitoneal.<br />
TAC. Lesiones de vísceras macizas.<br />
PLP. Contraindicado en el embarazo y<br />
cuando existe cirugía previa.<br />
Los criterios de positividad que indican laparotomía<br />
tras su realización son:<br />
Presencia de bilis<br />
Presencia de contenido intestinal.<br />
Salida espontánea de sangre tras la introducción<br />
del catéter.<br />
Salida de sangre tras el lavado con 500cc de<br />
suero fisiológico (100.000 hematíes/cc o<br />
20.000 leucocitos/cc).<br />
Exploración laparoscópica. Indicación<br />
discutida.<br />
traumatismo abdominal cerrado<br />
<br />
reanimación inicial<br />
<br />
peritonitis evidente:<br />
shock progresivo<br />
presencia de neumoperitoneo<br />
<br />
SI NO<br />
<br />
ecografía abdominal<br />
laparotomía<br />
<br />
(+) (-)<br />
<br />
lesiones que<br />
requieren<br />
paciente<br />
inestable<br />
paciente<br />
estable<br />
laparotomía <br />
tomografía axial<br />
computarizada: TAC<br />
<br />
lesiones que no requieren laparotomía<br />
observación
traumatismo abdominal penetrante<br />
<br />
- evidencia de lesión de órganos<br />
intra-abdominales<br />
- evisceración<br />
- shock + distensión abdominal<br />
- rectorragia / hematemesis<br />
- signos peritoneales presentes<br />
<br />
SI NO<br />
laparotomía<br />
<br />
<br />
(+)<br />
(-)<br />
OBSERVACIÓN<br />
<br />
ECO/LAPAROSCOPIA/PLP<br />
EXPLORACIÓN CLÍNICA<br />
REPETIDA<br />
alta<br />
La consecuencia más grave de una pérdida<br />
importante de sangre, es el shock hipovolémico,<br />
que puede llevar a la muerte del paciente.<br />
Aparece un colapso de las venas<br />
del cuello, piel húmeda, fría y pálida, sed<br />
intensa, intranquilidad, escalofríos y oliguria.<br />
Un sujeto de 70kg se clasifica en 4 grados:<br />
clase pérdida<br />
(cc)<br />
I<br />
II<br />
III<br />
IV<br />
500 a 750<br />
2.000<br />
Hemorragia<br />
proporción<br />
(volumen)<br />
10-15%<br />
20-30%<br />
30-40%<br />
>40%<br />
clínica<br />
Sin clínica o<br />
mínima.<br />
Taquicardia,<br />
ansioso,<br />
mantiene TA.<br />
Taquicardia,<br />
hipotenso,<br />
oliguria,<br />
agitado o<br />
confuso.<br />
Signos de shock.<br />
Estado de shock<br />
grave. Si no se<br />
corrige pronto:<br />
MUERTE.<br />
El shock hemorrágico es la causa más frecuente<br />
de shock hipovolémico, donde la<br />
hipovolemia existente provoca una disminución<br />
de la precarga del ventrículo derecho y,<br />
por tanto, disminución del gasto cardíaco.<br />
46<br />
Aparece una reacción simpática con aumento<br />
de la frecuencia cardiaca y vasoconstricción<br />
de los territorios no diana, manteniendo<br />
el flujo de los órganos vitales: corazón,<br />
cerebro e hígado. Estos mecanismos<br />
son válidos sólo si la hipovolemia es moderada,<br />
en caso contrario precisa la reposición<br />
de la volemia.<br />
La existencia de una “bradicardia paradójica”<br />
traduce la existencia de una hemorragia<br />
extrema e indica muerte o pronóstico vital<br />
malo, en poco tiempo.<br />
Los signos que debemos observar son:<br />
hipotensión arterial<br />
sudoración<br />
cianosis<br />
frialdad de extremidades<br />
oliguria<br />
polipnea<br />
(acidosis metabólica por anoxia tisular)<br />
El objetivo terapéutico ante un paciente en<br />
estado de shock es, por un lado, restablecer<br />
el transporte de oxígeno a su nivel normal<br />
junto con una perfusión tisular suficiente<br />
(diuresis > 0,5-1 ml/kg/hora con ausencia de<br />
acidosis láctica) y, por otro, un tratamiento<br />
adecuado a la etiología del mismo. Hay una<br />
serie de medidas generales de sostén del<br />
paciente, como son asegurar la vía aérea,<br />
si es necesario con intubación del mismo, y<br />
si esto no es necesario, se le debe suplementar<br />
con O2, coger dos vías venosas,<br />
una de ellas si es posible central para el<br />
control de la presión venosa central, y realizar<br />
un sondaje urinario para control de<br />
diuresis horaria.<br />
El objetivo del tratamiento del shock hipovolémico<br />
es el control de la hemorragia o<br />
pérdida de fluidos, restauración de la volemia<br />
circulante y conservación del aporte<br />
de oxígeno. Se administrarán los fluidos<br />
por dos vías venosas y en caso de hemorragia<br />
masiva se introducirán concentrados<br />
de hematíes.
27. Importancia de la observación y revaloración<br />
clínica.<br />
Dado que todos estos procesos son de carácter<br />
urgente, la observación del paciente<br />
es un tema crucial que –en muchos casos-<br />
requerirá una atención exhaustiva: bien de<br />
la sala de urgencias, la sala de hospitalización<br />
o la UCI. Hay que mantener siempre<br />
una actitud de alerta y evaluar constantemente<br />
la situación del paciente mediante la<br />
exploración física, los análisis de sangre y<br />
las pruebas de imagen, entre otros; tanto en<br />
las situaciones que hayan requerido cirugía<br />
como las que no.<br />
Sobre todo cundo el diagnóstico del cuadro<br />
urgente no está aclarado, la observación y<br />
la revaloración suelen revelar el problema o<br />
conducir al empeoramiento (entrando la indicación<br />
quirúrgica para exploración) o a la<br />
mejoría y desaparición de los síntomas (entonces<br />
puede ser alta o ingreso por obstrucción<br />
prolongada). Los pacientes con dolor al<br />
alta domiciliaria, sin un diagnóstico claro,<br />
deben ser animados a volver a urgencias si<br />
los síntomas reaparecen o persisten en su<br />
casa.<br />
28. La información y el consentimiento<br />
informado en cirugía de urgencias.<br />
Como se vio en el punto 5º de esta guía, en<br />
caso de “riesgo inmediato grave para la integridad<br />
física o psíquica del enfermo y no<br />
es posible conseguir su autorización” (Ley<br />
41/2002), se procederá a realizar la cirugía<br />
de urgencias sin el consentimiento expreso<br />
del sujeto. Sin embargo, siempre que sea<br />
posible hay que informar al paciente sobre<br />
el procedimiento y sus riesgos; obteniendo,<br />
preferiblemente, el consentimiento escrito.<br />
Si el paciente no dispone de acompañante o<br />
tiene dificultades de comunicación, se informará<br />
al Servicio de Atención al Paciente<br />
para que conozca estos hechos y actúe<br />
como testigo.<br />
47
BIBLIOGRAFÍA<br />
[1] Jo Atkinson L, Howard Fortunato N. Berry<br />
& Kohn’s. Técnicas de Quirófano. Octava<br />
edición. Harcourt Brace. Madrid. 1998.<br />
[2] Aguayo Albasini JL. Organización y funcionamiento<br />
de una unidad de Cirugía General<br />
y de Aparato Digestivo. Memoria para<br />
concurso de la jefatura de sección. Murcia.<br />
1986.<br />
[3] Domínguez Romero M, Galiana Martínez<br />
JA, Pérez Vega FJ. Manual de Cirugía Menor.<br />
Arán. Madrid. 2002.<br />
[4] Muñoz Gimeno L, Martínez Ros C, Hernández<br />
Ruipérez T et al. Urgencias Médico-<br />
Quirúrgicas: Manual de problemas clínicos<br />
(Tomo 1). Diego Marín. Murcia. 1999.<br />
[5] Meinero M, Melotti G, Mouret Ph. Cirugía<br />
laparoscópica. Médica panamericana. Buenos<br />
Aires. 1996.<br />
[6] Sabiston DC, Townsend CM, Danie Bauchamp<br />
R, Mark Evers B, Mattox KL, Balibrea<br />
Cantero JL. Sabiston Tratado de Cirugía:<br />
Fundamentos biológicos de la práctica<br />
quirúrgica moderna. Elsevier. España. 2005.<br />
[7] Ruiz Moreno J, Martín Delgado MC,<br />
García-Penche Sánchez R. Procedimientos<br />
y Técnicas de Enfermería. ROL. Barcelona.<br />
2008.<br />
[8] Henry MM, Thompson JN. Cirugía Clínica.<br />
Masson. Barcelona. 2005.<br />
[9] Parrilla Paricio P, Jaurrieta Mas E, Moreno<br />
Azcoita M (directores). CIRUGÍA AEC:<br />
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Médica Panamericana. Madrid. 2005.<br />
[10] Pilar Díaz A, García Macarrón J, Gutiérrez<br />
Jiménez A (consejo editorial). Manual<br />
CTO de Medicina y Cirugía (Tomo 1). Séptima<br />
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Suárez Solís M, Aguayo Albasini JL. La<br />
desnutrición: un grave problema quirúrgico<br />
infravalorado. Nutr Hosp. 2008; 23(5).<br />
48<br />
AGRA<strong>DE</strong>CIMIENTOS<br />
Mi eterno agradecimiento, a los entusiastas<br />
que han puesto su granito de arena en este<br />
proyecto:<br />
Al Dr. José Luís Aguayo Albasini (Jefe del<br />
Servicio de Cirugía General y Digestiva del<br />
HUMM), quien diseñó los 28 objetivos que<br />
dan forma a esta guía y, en su interés por<br />
que aprendamos, tuvo la dedicación de revisar<br />
y completar el contenido ofrecido.<br />
A la Dra. María José Cutillas Aulló y al Dr.<br />
Juan José Gonzálvez Ortega (Médicos del<br />
Servicio de Anestesia y Reanimación del<br />
HUMM), quienes –pacientemente- aclararon<br />
mis dudas y me dieron una visión más actual<br />
de la práctica anestésica.<br />
A Francisco Jesús Pérez Cayuela (Enfermero<br />
del HUVA), por su contribución bibliográfica<br />
y su crítica de contenido.<br />
A Mariano León Rosique (Estudiante de 5º<br />
curso de la Lic. en Medicina. Universidad de<br />
Murcia), protagonista del lavado quirúrgico y<br />
mi apoyo moral en los momentos de autocrítica.<br />
Y a todos los que, con sus ánimos e interés<br />
por la labor, han contribuido a la consecución<br />
de esta guía.