31.05.2013 Views

Amazonas Cuest. 2 - Centenario José María Arguedas

Amazonas Cuest. 2 - Centenario José María Arguedas

Amazonas Cuest. 2 - Centenario José María Arguedas

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

la vieja les echa de menos, y emprende viaje en persecución de los fugitivos, y cuando ya<br />

estaba muy cerca de ellos, el caballito le dice al joven; arroja los pelos y mediante un milagro<br />

diabólico, se transformaron en una montaña tan espesa en forma de bejucos o mimbres y<br />

mientras la vieja se entretenga en desenredarse, ya ellos estaban bien distantes.<br />

De todos modos, la vieja se libró de la montaña boscosa y siguió de nueva la<br />

persecución y furiosa la vieja aumentaba su cólera y aceleró su viaje y casi cerca de la<br />

población divisaron que se aproximaba la vieja y dijo el caballito: suéltalo la sal, porque nos<br />

va a alcanzar ya y de un modo extraordinario, la sal se transformó en un mar extenso e<br />

insondable y la vieja ya no pudo más caminar y se regresó a su casa, triste y llorosa por hacer<br />

perdido sus dos joyas las más preciosas.<br />

Llegaron los viajeros a la ciudad y se hospedaron en la casa de un rey; quien al ver la<br />

cara fea del joven y mal vestido (porque así era la consigna de la bruja) le dieron un cuartito<br />

feo, sucio y sin ningún mueble. Pero este joven se hizo a todo porque se hacía el pobre y<br />

confiaba en su caballito que le daba todo lo que él le pedía y juntamente con su caballito<br />

vivían, días, meses y años. Le dieron como el mejor empleo el de jardinero y el joven se<br />

entretenía en el regadío de las flores.<br />

El rey tenía dos hijas ya casaderas todas ellas y se asomaban a los balcones de vez en<br />

cuando para divisar a planicie. Un día, el joven se antojó bañarse y creyendo que nadie le<br />

estaba escuchando, se quitó sus andrajos y la careta y comenzó a despedir luces la estrella de<br />

su frente. La niña que le escuchó se hizo notar y desde ese momento le llegó tener simpatía al<br />

joven; pero él no se daba por entendido de este descubrimiento.<br />

Por este tiempo, el Rey, sintiéndose ya achacoso por su vejez, se propuso invitar a la<br />

juventud para que se declararan pretendientes o aspirante a la corona. En esto se mostró más<br />

grave el rey y los médicos le dijeron que solamente tomando la leche de osa se sanaría y los<br />

pretendientes se remontaron por todos los ámbitos de la campiña y no consiguieron su objeto<br />

y como el jovencito jardinero tenía su osa en la casa de su mama, que así le llamaba, le dijo al<br />

caballito: llévame a la casa de la mama para traer un vaso de leche de nuestra osa para<br />

remedio del rey.<br />

18

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!