HORIZONTES - Congregación Mariana de la Asunción

Horizontes
- 12 -
DESDE VIRGEN DE OLAZ
Este mes os presentamos el último artículo de los primeros
directores de nuestro COF, el matrimonio Vicent - Fanconi.
Desde estas líneas, nuestro enorme agradecimiento por participarnos
de este capítulo tan intenso en sus vidas y en la vida de nuestra Congregación
Mariana. Gracias por su trabajo entonces, y por el cariño que estos meses
han puesto en su elaboración. Que nos permitan conocer mejor nuestro Olaz.
Gracias a todos los que lo pusieron en marcha; gracias a Nuestra Madre, que ha
confiado en nuestras manos para hacerlas suyas.
Echar a andar, hacer que las
cosas sucedan, es pasar de las palabras
a los hechos, y ya dice el refrán
castellano que entre unas y otras
hay mucho trecho. En el año escaso
que había discurrido desde que la
idea apareciera sobre la mesa hasta
la fundación del Centro, a las palabras
se habían sumado los sueños
de colaborar generosos con María
en hacer algo grande, que contrabalanceará
de algún modo todos los
beneficios que cada uno de nosotros
en particular y como Congregación
recibíamos a manos llenas de
Dios. Aunque los temores no se
habían disipado del todo por lo ambicioso
de la apuesta, estos se habían
dominado con mucha oración y
una dócil actitud ante las moniciones
del Espíritu. Al fin y al cabo, era
Él, el que la hacía, la apuesta, fiando
en nuestras manos su obra. Así que
dado que no se trataba de poner a
prueba a Dios, después de haber
visto sus obras, e incidir en las dudas
que a todos nos acechaban, sino
PRIMEROS PASOS
de emprender el camino confiados
en su Providencia, añadimos al
nombre Orientación, los apellidos
Formación y Promoción, que habían
de ser característica distintiva de
Olaz; pues los tiempos para la Familia,
como ya vimos, eran recios y con
la Virgen como avalista no cabía
sino ser muy ambiciosos en la caridad.
Josele Tourné aceptó generoso
dirigir nuestros primeros pasos,
y cubrió de circulares y buen sentido
los primeros meses, hasta que
las circunstancias nos obligaron dar
un pasito más en nuestro compromiso
y tomar las riendas, en septiembre
del 94, pues quiso Dios,
como tantas veces, dejar diáfano
que no había que atribuir a mérito
humano lo que allí iba a suceder,
pues quería servirse de lo menos
para hacer más.
Es imposible referir con
justicia todo lo que paso esos tres
primeros años, sin cansar al lector o
prolongar esta serie más allá de lo