HORIZONTES - Congregación Mariana de la Asunción

Horizontes
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DATOS PARA UNA HISTORIA DE
LA CONGREGACION DE LA ASUNCION
Y SAN FRUCTUOSO.
NOTA: Nuestro avezado lector se habrá
dado cuenta de que no hemos cumplido
con nuestras promesas en lo referente
al orden de los capítulos de ésta
nuestra Historia. Publicamos un primer
capítulo sobre la Hermandad y prometimos
un segundo capítulo sobre la
Congregación que se convirtió en una
prolongación del primero. Todo esto se
debe a que nuestra investigación es una
investigación viva, es decir, que al aparecer
nuevos documentos o profundizar
más en los ya conocidos van apareciendo
acontecimientos y aspectos de
nuestra Historia dignos de mención que
creemos deben de ser reflejados. Por
esa razón hemos creído necesario insistir
en los primeros años de nuestra
institución como Hermandad para
tratar de transmitir el espíritu que empujaba
a nuestros antepasados.
Capítulo II
Hemos de reconocer que a medida
que en los documentos aparecen los
nombres de personas que hemos conocido,
como los Zamácola, Lasala, Villella,
Burgos, etc., y cuando en las noticias se
nos cuenta la celebración de sus matrimonios,
el nacimiento de sus hijos, etc.,
todo envuelto en las actividades de la
Hermandad a la que dedicaron tantas
horas y tanto cariño, se nos calienta el
corazón.
Quiera el Señor y Nuestra Madre la
Virgen de la Asunción despertar en
todos los miembros actuales de la Congregación
el sentimiento de agradecimiento
a los que nos precedieron
haciendo posible nuestra participación
mediante su seguimiento a la llamada
del Espíritu, y el deseo de transmitir a
las generaciones que nos siguen los
valores que nosotros hemos recibido.
.LA HERMANDAD: 1.940-1.941
Dejábamos en el número anterior de Horizontes a varios ingenieros del ICAI y
varios insignes jesuitas rezando emocionados un Te Deum en las ruinas de la
capilla del ICAI el 28 de marzo del año 1.939.
Hagamos una pequeña reflexión general: España está destrozada por los
efectos de la guerra. Pueblos y ciudades destruidos, industrias e infraestructuras,
precarias en aquellos tiempos, han sufrido enormes destrozos. El campo no ha
sido trabajado y las cosechas se han reducido a un mínimo. Los desplazados se
cuentan por cientos de miles, no hay trabajo y la miseria se extiende por doquier.
Pero lo que es peor: Los corazones están sangrando por las innumerables