Parlamento investigará ingreso de armamento a las cárceles

La artillería del pensamiento
y Estadal en 2000- se respeta la jerarquía.
Precisamente, por seguir
con dedicación los pasos de sus
mayores, Azuaje logró convertirse
en primer capataz cuando
tenía 34 años.
Cuando tenía 4 años perdió
la vista y a los 5 años su padre,
Gabriel Alzuru Sanoja, se lo encomendó
al Santísimo para que lo
sanara. Así fue. Por eso, desde los
7 años paga su promesa y gracias
a su buen comportamiento fue
ascendido por la primera capataz
de ese entonces, Simona Palma, a
cuarto arreador cuando tan sólo
tenía 17 años.
Cuando cumplió 34 años, el
diablo mayor Miguel González
estaba muy enfermo en el hospital
y le dijo que le iba a entregar
la jerarquía. Azuaje intentó
que cambiara de idea porque era
muy joven, sin embargo, tuvo
que aceptar tras la insistencia de
su mentor, de quien había sido su
ayudante durante 10 años.
Aún así, debió someterse a unas
elecciones y ganó. Ante las críticas
de algunos promeseros que
guardaban sus reservas, quienes
argumentaban que debía tener
en la danza al menos 25 años, se
revisaron los libros y se constató
que sumaban 26 los años dedicados
por Azuaje al baile.
Resalta el trabajo que desempeñan
los arreadores y los asistentes,
que suman en total 30, para
mantener unida a la diablada y
evitar que se disperse cuando
danzan por las calles.
Los arreadores llevan consigo
el mandador que “es un símbolo
de nuestros ancestros, cuando
éramos esclavos y nos daban con
el látigo. La maraca, la parte indígena,
se usaba para los ritos y
Apoyo de la
Vicepresidencia
El alcalde del municipio Simón
Bolívar, Saúl Yánez, destacó
el apoyo brindado por el
Vicepresidente Ejecutivo, Elías
Jaua, quien el pasado 12 de junio
entregó una nueva custodia
y otros objetos litúrgicos
al presbítero Mijares. Además,
aprobó 500 mil bolívares para
que FundaPatria 2000 se encargue
de la restauración del
retablo mayor de la iglesia de
San Francisco de Yare. La obra
culminará el 27 de octubre, día
del santo patrón San Francisco
de Paula.
para llamar a la lluvia. Los tambores
nos remontan a nuestras
raíces africanas y el paso que
ejecutamos procede de la danza
sevillana de España. Los Diablos
Danzantes están arraigados en
Yare desde 1749”.
El diablo mayor confía en que
este año todo saldrá bien y que
pronto las 11 diabladas registradas
en Venezuela serán declaradas
Patrimonio Cultural Inmaterial
de la Humanidad.
CUIDAR LA INDUMENTARIA
María Cristina Clemente recalca
la importancia de llevar correctamente
la indumentaria. Los
caballeros deben portar camisa,
pantalón, alpargatas y medias
rojas. Deben llevar las máscaras
amarradas a una pañoleta roja
que va en la cabeza. Cuando están
frente al Santísimo, las dejan
caer al suelo en señal de respeto.
Como medida de protección, no
deben faltar los rosarios y las cru-
ces de palma bendita. Además,
tienen que tener a mano la maraca
y el mandador.
Mientras que las únicas mujeres
que van vestidas totalmente
de rojo son la primera capataz
(Petra Rafaela González) y la segunda
capataz (Isabel Palma). El
resto de las damas usan blusa
blanca y falda roja por debajo de
la rodilla, pañoleta roja, alpargatas
rojas, medias, rosarios y cruces
de palma bendita.
“Hace un tiempo las mujeres se
vestían todas de rojo y se estaba
perdiendo el uniforme que estaba
registrado. La primera capataz
hace dos años lanzó un decreto
para que más nadie usara el uniforme
rojo completo. Las asistentes,
las coordinadoras y las arreadoras
llevamos una cinta roja en el cuello
y en la manga de la camisa para
distinguirnos”, señaló.
N o Jueves 23 de Junio de 2011 Tradiciones | 21 |
Como anécdota, cuenta que al
padre Pancho, como se conoce al
presbítero Mijares, “le gusta que
lleven rosarios de madera, pero
Chachi (Cruz Alexis González),
tercer capataz, lleva también de
metal; él es quien más usa collares
y rosarios”.
Luego del primer capataz,
viene el segundo, José Palma,
el tercer capataz Chachi y el
primer arreador Cruz Rivas. La
diablada la componen también
los arreadores, los cajeros y los
diablos rasos.
Comenta Clemente que en el
pueblo le dicen “La Diabla”. “Eso
para mi es un orgullo, pero soy
una diabla buena, no me lo dicen
por cosas malas o negativas”.
Los días previos los promeseros
preparan su ropa y le dan los
toques finales a las máscaras; muchos
las mandan a hacer en algunos
de los tantos talleres que hay
en Yare. Mientras que la alcaldía
de Simón Bolívar limpia la plaza,
retoca las paredes de la iglesia y
hace arreglos menores para recibir
a los turistas.
La arreadora comparte otro relato
curioso, en torno al color de
la vestimenta. Contó que en 1948,
los Diablos Danzantes de Yare
fueron invitados a la toma de
posesión de Rómulo Gallegos en
el Nuevo Circo de Caracas. Tras
recibir el respectivo permiso, 36
diablos manifestaron que no podían
asistir debido a que no tenían
la ropa adecuada. Fue entonces
cuando les enviaron tela roja
para que pudiesen elaborar su
vestimenta. Desde ese momento,
usan este color.
“Tengo 48 años pagando promesa.
Yo nací el 7 de julio de 1945
en la parroquia San Juan de Ca-
racas, pero me crié en Yare y toda
mi familia es de aquí. Soy joropera,
tengo 16 nietos y 11 bailan
joropo; es un orgullo porque soy
defensora del joropo tuyero. Mi
madre era prima hermana de Brígido
Ríos, quien me bautizó “La
Diabla”. De mis cuatro hijos, tres
pagan promesa”, relató.
Agrega: “No me arrepiento
jamás de haberle entregado mi
consagración al Santísimo Sacramento.
Para mí, Jesucristo es
el hombre más grande, el que yo
más admiro en esta vida porque
se sacrificó mucho por la humanidad
y a él le debo muchas cosas,
le tengo mucha fe, así como
a las vírgenes porque María es
la madre del hijo de Dios, yo
soy muy mariana y mi nombre
es María. He tratado de cumplir
con lo que se me ha indicado,
he tenido bastante disciplina y
aguante porque hay que aguantar;
no todo es bonito”.
Clemente ha recibido inumerables
reconocimientos y ejerció
la presidencia y vicepresidencia
de la Cofradía. También dicta
talleres de joropo central y sobre
identidad yarense. A los nuevos
promeseros les recomienda que
tomen conciencia del compromiso
que van a contraer. “Pido tolerancia
porque somos un grupo
muy grande y si no somos tolerantes
nunca nos vamos a poner
de acuerdo. Que cumplan con
los preceptos religiosos que es lo
principal, cumplan con las autoridades,
y respeten lo que están haciendo
porque es un compromiso
con uno mismo”.
T/ Janet Queffelec Padrón
F/ José Luis Díaz
San Francisco de Yare, Miranda