LA ARQUITECTURA DE LA BIBLIOTECA

hecho una planta sótano que ocupa la totalidad
de la proyección del edificio (el pavimento de
planta baja era una solera de hormigón); lo cual
ha comportado tener que recalzar los muros
perimetrales y apuntalar y prolongar los pilares
de fundición hasta el nuevo nivel mediante
micropilotes y encepados. La planta sótano se
cierra con un vaso de hormigón (losa y muros
de hormigón). La planta baja se mantiene diáfana
y con las bóvedas originarias, a excepción
de una pequeña entreplanta o altillo que potencia
la zona de acceso. La planta primera se
mantiene reforzando su techo por encima de
las bóvedas, y se crea una nueva planta al
nivel de la antigua cubierta. Esta planta, a fin
de aliviar su aspecto exterior y a la vez dotarla
de un carácter diferenciador del resto del edificio,
se cierra con un cerramiento continuo de
cristal, encima del cual se vuelve a montar la
antigua cubierta de cuchillos de armadura de
madera después de un proceso de limpieza y
restauración.
La intervención entiende el edificio como un
contenedor que mantiene su carga histórica y
social y que da cabida a una actividad dinámica
y cambiante, como es el caso de las bibliotecas,
donde la distribución interior tiene una
validez relativa en cuanto a la rapidez de las
nuevas tecnologías y los requerimientos de la
sociedad que las utiliza. Por este motivo, resulta
de vital importancia la ubicación de los elementos
fijos y la interrelación con los espacios
resultantes del edificio.
Parecía importante aglutinar estas dependencias
fijas y centralizarlas para reducir recorridos
y optimizar el control y los servicios de la
actividad. Este núcleo alberga las comunicaciones
verticales: escaleras, aparato elevador
y conductos verticales de paso de instalaciones,
así como también los servicios higiénicos
y de mantenimiento y limpieza. La escalera y
el ascensor, así como el vestíbulo distribuidor,
se cerraron en relación con el resto de las
plantas a fin de reducir el impacto acústico y
mejorar su funcionamiento. El resto de las
plantas se mantiene diáfano y susceptible de
hacer las modificaciones de distribución que se
crean necesarias en el transcurso de la actividad.
La relación entre el núcleo de comunicaciones
y el resto de la planta aboca al centro
de control y servicio de cada planta, y al
mismo tiempo se abre a las perspectivas de la
plaza de Cal Font. Esta solución libera el máximo
de cerramiento perimétrico a fin de aprovechar
la luz natural existente.
La planta sótano alberga las dependencias
más cerradas para su uso, como es el caso
del archivo, la sala de actos relacionada con
un foyer, la sala de exposiciones, los cuartos
de instalaciones y los almacenes. La escalera
de comunicación en este espacio queda abierta
con un doble espacio con la planta baja a fin
de aportar luz natural y visuales hacia el nivel
inferior.
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