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Displasia cortical focal y epilepsia farmacorresistente. Tratamiento con

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F. NOTA ESCAMILLA, CLÍNICA ET AL<br />

INTRODUCCIÓN<br />

Recibido: 19.04.00. Recibido en versión revisada: 28.07.00. Aceptado: 12.08.00.<br />

a Servicio de Neurología. b Servicio de Neurofisiología. c Servicio de Neurocirugía.<br />

Hospital Universitario Virgen de las Nieves. d Centro de Radiodiagnóstico.<br />

Granada. e Servicio de Anatomía Patológica. Hospital Universitario<br />

Virgen del Rocío. Sevilla, España.<br />

Correspondencia: Dr. Francisco Escamilla Sevilla. Pintor Manuel Maldonado,<br />

18, 5.º J. E­18007 Granada.<br />

© 2001, REVISTA DE NEUROLOGÍA<br />

738<br />

<strong>Displasia</strong> <strong>cortical</strong> <strong>focal</strong> y <strong>epilepsia</strong> <strong>farmacorresistente</strong>.<br />

<strong>Tratamiento</strong> <strong>con</strong> cirugía<br />

F. Escamilla a , A. Galdón b , E. Pastor­Pons d , A. Altuzarra c , I. Chinchón e , J.C. Sánchez­Álvarez a<br />

FOCAL CORTICAL DYSPLASIA AND REFRACTORY EPILEPSY. SURGICAL TREATMENT<br />

Summary. Introduction. Focal <strong>cortical</strong> dysplasia (FCD) is an unusual cause of refractory epilepsy, in which the morbid<br />

anatomy is characterized by <strong>cortical</strong> laminar dysplasia and the presence of balloon like cells. Clinical case. A 36 year old<br />

woman who had had drug­resistant epilepsy since the age of 9 years old, with daily complex partial seizures and seizures<br />

in which she fell to the ground. After many therapeutic trials, at the age of 29 years she had a callostomy as palliative treatment<br />

for the seizures in which she fell and was completely cured of these. The complex partial seizures increased in frequency, in spite<br />

of high doses of multiple drugs, so the possibility of resective surgery was <strong>con</strong>sidered. A surface EEG with predominant<br />

lateralization and localization to the left temporal lobe, ictal and interictal cerebral SPECT, PET and MR were done. The<br />

findings were comparable with two foci of dysplasia in the left cerebral hemisphere, one superior parietal and the other posterior<br />

basal temporal in situation. Finally, video­EEG monitoring with foramen ovale electrodes showed ictal activity starting in the<br />

left posterior temporal regions and with rapid homolateral anteromesial diffusion. A left temporal lobectomy and amigdalohippocampectomy<br />

was done with resection of a posterior basal temporal lesion. This reduced the number of seizures by 90%, with<br />

minimal dysnomy as a sequel. The findings on morbid anatomical study were compatible with a FCD. Conclusions. FCD is<br />

a cause of refractory epilepsy which may benefit from surgical treatment, with excellent results, after suitable pre­operative<br />

surgical evaluation and planning, including hippocampal evaluation since there is a high incidence of associated mesial<br />

sclerosis. [REV NEUROL 2001; 32: 738-42]<br />

Key words. Disorders of neurone migration. Drug­resistant epilepsy. Focal <strong>cortical</strong> dysplasia. Refractory epilepsy. Surgery of<br />

epilepsy. Temporal lobe epilepsy.<br />

Desde que en 1971 Taylor et al [1] describieran la displasia <strong>cortical</strong><br />

<strong>focal</strong> (DCF), ésta se ha <strong>con</strong>solidado como causa de <strong>epilepsia</strong><br />

refractaria y ha sido incluida dentro de las disgenesias <strong>cortical</strong>es<br />

cerebrales. Se caracteriza macroscópicamente por un ligero engrosamiento<br />

<strong>cortical</strong> y por la falta de definición del límite córtico­sub<strong>cortical</strong>,<br />

mientras que microscópicamente se define por una<br />

desorganización laminar <strong>cortical</strong> <strong>con</strong> preservación de la primera<br />

capa, por el aumento en la corteza de células aberrantes gruesas,<br />

piramidales y/o baloniformes, <strong>con</strong> inclusiones citoplasmáticas eosinófilas<br />

neurofibrilares por alteraciones del citoesqueleto, y por la<br />

persistencia de neuronas heterotópicas en la sustancia blanca sub<strong>cortical</strong><br />

[2­4]. Estudios recientes han añadido además la alteración<br />

de la sinaptogénesis, <strong>con</strong> afectación de las sinapsis inhibitorias,<br />

lo cual le <strong>con</strong>fiere el estado de hiperexcitabilidad propia de<br />

la DCF [5]. Con el desarrollo de la neuroimagen estructural se ha<br />

producido un incremento en el número de DCF diagnosticadas,<br />

sobre todo de la displasia grave relacionada <strong>con</strong> células baloniformes.<br />

Así, en la resonancia magnética (RM) se aprecian lesiones<br />

circunscritas sub<strong>cortical</strong>es, hiperintensas en secuencias potenciadas<br />

en T 2 y en FLAIR (Fluid­attenuated inversion­recovery), e<br />

hipointensas en secuencias potenciadas T 1, <strong>con</strong> límite córtico­sub<strong>cortical</strong><br />

impreciso y engrosamiento <strong>cortical</strong>, así como predominio<br />

de la localización perirrolándica [6­9].<br />

Desde el punto de vista clínico, cuando la DCF se manifiesta<br />

como <strong>epilepsia</strong>, ésta cursa <strong>con</strong> crisis refractarias al tratamiento<br />

médico, de tipo parcial <strong>con</strong> generalización frecuente y comienzo<br />

en la primera década de la vida, en sujetos <strong>con</strong> desarrollo psicomotor<br />

previo normal [10,11]. Si las lesiones son extensas, sobre<br />

todo en pacientes epilépticos de larga evolución y tratados <strong>con</strong><br />

numerosos fármacos antiepilépticos, pueden existir distintos grados<br />

de deterioro neuropsicológico [12]. Dada la refractariedad,<br />

estos enfermos son, en muchas ocasiones, candidatos quirúrgicos<br />

y es necesaria una evaluación detallada para lograr resultados<br />

óptimos.<br />

Presentamos un caso de DCF de Taylor <strong>con</strong> <strong>epilepsia</strong> <strong>farmacorresistente</strong>,<br />

su evaluación prequirúrgica, la actitud quirúrgica<br />

<strong>con</strong> posterior <strong>con</strong>firmación anatomopatológica y su evolución<br />

posterior.<br />

CASO CLÍNICO<br />

Mujer de 36 años diestra, sin antecedentes de <strong>con</strong>vulsiones febriles ni antecedentes<br />

familiares destacables, <strong>con</strong> desarrollo psicomotor normal. A los 9<br />

años comienza a presentar crisis <strong>focal</strong>es secundariamente generalizadas, que<br />

se iniciaban <strong>con</strong> actitud tónica del brazo derecho y pérdida de <strong>con</strong>ciencia,<br />

seguidamente aparecían sacudidas en los miembros derechos <strong>con</strong> posterior<br />

caída al suelo tras pérdida de tono muscular unas veces y otras <strong>con</strong> actitud<br />

tónica generalizada; durante estos episodios la paciente se lesionó en varias<br />

ocasiones, aunque la recuperación fue rápida. Las crisis se producían <strong>con</strong> una<br />

frecuencia de dos a tres por semana, y desde el principio fueron resistentes<br />

a los distintos tratamientos <strong>con</strong> fármacos antiepilépticos (FAE): fenitoína<br />

(PHT), carbamacepina (CBZ) y fenobarbital (PB). A los 29 años se le realiza<br />

una callosotomía (dos tercios anteriores del cuerpo calloso) para <strong>con</strong>trolar<br />

las crisis de caída al suelo, tras la cual se logra una mejoría durante dos años,<br />

así como un breve intervalo inicial libre de crisis. No hubo síndrome de<br />

des<strong>con</strong>exión.<br />

Con posterioridad, el número de crisis parciales complejas fue en aumento<br />

e incluso llegó a padecer hasta cinco crisis diarias. No se <strong>con</strong>siguió<br />

el <strong>con</strong>trol de los episodios tras numerosos ensayos <strong>con</strong> FAE; así, en el<br />

REV NEUROL 2001; 32 (8): 738-742


momento de la evaluación recibía tratamiento<br />

<strong>con</strong> vigabatrina (VGB), lamotrigina (LTG), topiramato<br />

(TPM) y clobazam (CLB) en dosis plenas.<br />

Las crisis no estaban precedidas de ningún<br />

tipo de aura y <strong>con</strong>sistían en una des<strong>con</strong>exión del<br />

medio <strong>con</strong> mirada fija, a veces <strong>con</strong> giro cefálico,<br />

movimientos masticatorios e incluso gritos; adquiría<br />

una actitud tónica del brazo derecho <strong>con</strong><br />

elevación del mismo, que terminaba <strong>con</strong> movimientos<br />

in<strong>con</strong>trolados de este miembro durante<br />

1­2 minutos; había generalización tonicoclónica<br />

ocasional de las crisis y la recuperación era rápida.<br />

La exploración general y neurológica fueron<br />

siempre normales.<br />

En los distintos electroencefalogramas (EEG)<br />

<strong>con</strong> electrodos de superficie realizados a lo largo<br />

del seguimiento pre y poscallosotomía, que incluía<br />

una monitorización vídeo­EEG prolongada,<br />

existía actividad paroxística de predominio frontotemporal<br />

izquierdo <strong>con</strong> tendencia a la generalización,<br />

aunque de forma aislada se observó actividad<br />

en otras áreas del hemisferio izquierdo e incluso<br />

temporal derecho. Se registraron dos crisis<br />

electroclínicas <strong>con</strong> aparición de elementos lentos<br />

poco definidos y ubicación no precisable en el<br />

hemisferio izquierdo.<br />

En la RM se apreciaron dos lesiones córticosub<strong>cortical</strong>es<br />

hipointensas en secuencia potenciada<br />

en T 1, <strong>con</strong> mayor hipointensidad sub<strong>cortical</strong>, e<br />

hiperintensas en secuencia potenciada en T 2 y<br />

FLAIR parietal izquierda (parasagital) y temporobasal<br />

posterior izquierda, de mayor tamaño <strong>con</strong><br />

digitación hasta el ventrículo (Fig. 1). No se observaron<br />

anomalías en ambos hipocampos en volumetría,<br />

FLAIR ni relaxometría en secuencia<br />

potenciada en T 2.<br />

Tras <strong>con</strong>siderar la reintervención quirúrgica ante<br />

el escaso <strong>con</strong>trol médico de las crisis parciales, se<br />

completó la evaluación <strong>con</strong>:<br />

–Tomografía por emisión de positrones (PET)<br />

que <strong>con</strong>stató hipometabolismo temporal izquierdo<br />

anterior y mesial, y otras dos zonas de menor<br />

tamaño en regiones parietal superior y temporobasal<br />

posterior izquierdas (Fig. 2).<br />

–Tomografía computadorizada por emisión de<br />

fotón único (SPECT) cerebral intercrítica y crítica,<br />

que mostró hipoperfusión intercrítica en<br />

el hemisferio izquierdo, predominantemente<br />

frontoparietoccipital izquierda, así como hiperperfusión<br />

temporal izquierda global en fase<br />

ictal.<br />

–La monitorización vídeo­EEG realizada <strong>con</strong><br />

electrodos de superficie y electrodos de foramen<br />

oval (1­3) demostró actividad intercrítica<br />

<strong>con</strong> puntas y puntas onda en electrodos temporopostero­basales<br />

y electrodos de foramen oval<br />

posteriores izquierdos, así como grafoelemen-<br />

tos epileptiformes en foramen oval derecho de forma esporádica.<br />

Se captaron 11 crisis parciales complejas de aproximadamente dos minutos<br />

de duración, <strong>con</strong> semiología similar en todas ellas (Tabla). Las primeras<br />

descargas epileptiformes observadas se localizaron en áreas <strong>cortical</strong>es temporales<br />

posteriores izquierdas, <strong>con</strong> una frecuencia de descarga a 4­6Hz y<br />

difusión muy rápida al área mesial izquierda en su parte más posterior, para<br />

<strong>con</strong>tinuar hacia el área temporal anterior y la difusión simultánea al hemisferio<br />

<strong>con</strong>tralateral; en el período poscrítico persistía la actividad epileptiforme<br />

en el área mesial izquierda.<br />

Se realizó un estudio neuropsicológico basal que fue normal.<br />

Se diagnosticó a la paciente de <strong>epilepsia</strong> <strong>farmacorresistente</strong> <strong>con</strong> crisis<br />

parciales complejas de inicio en la región posterior del lóbulo temporal<br />

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EPILEPSIA FARMACORRESISTENTE<br />

Figura 1. Resonancia magnética cerebral de izquierda a derecha T 1, T 2 y FLAIR, cortes coronales en<br />

el área temporal y parietal posterior y corte axial T 2 temporal posterior en imagen central superior.<br />

Se aprecian dos lesiones hipointensas sub<strong>cortical</strong>es <strong>con</strong> engrosamiento de la sustancia gris en la<br />

secuencia potenciada en T 1 e hiperintensas en FLAIR y secuencia potenciada en T 2. Obsérvese la<br />

digitación (flechas) que <strong>con</strong>ecta la zona displásica <strong>con</strong> el ventrículo lateral.<br />

Tabla. Correlación vídeo­EEG de una de las 11 crisis de la paciente de 2 minutos de duración.<br />

Clínica EEG de superficie Registro foramen oval (FO)<br />

Paciente en reposo, Puntas de bajo voltaje a 4­6 Hz Sin cambios<br />

sin signos clínicos en P3­F4­Pz­Cz<br />

Elevación, pronación y rotación Aplanamiento del trazado Sin cambios<br />

del brazo derecho <strong>con</strong> postura<br />

tónica y giro de la cabeza hacia<br />

la izquierda<br />

Mueca y mirada hacia Puntas CZ­PZ­P3, difusión a C3 Sin cambios<br />

el lado izquierdo<br />

y electrodos temporo<br />

basales izquierdos<br />

Flexión de la pierna derecha Persistencia de puntas P3­PZ, Comienzo de actividad<br />

y giro de la cabeza hacia<br />

el lado derecho<br />

Grito y temblor generalizado Puntas en P3­Pz­Cz Difusión de puntas a 6­9 Hz<br />

a todos los electrodos de FO<br />

Vocalizaciones repetitivas Generalización Actividad en área mesial<br />

y movimientos izquierda <strong>con</strong> transmisión<br />

circulares <strong>con</strong> el brazo derecho hacia el lado derecho<br />

izquierdo, <strong>con</strong> rápida difusión a la región anteromesial, así como focos<br />

probables de displasia <strong>cortical</strong> según la RM, hipometabólicos e hipoperfundidos<br />

en PET y SPECT intercríticas, respectivamente, y <strong>con</strong> aumento de la<br />

perfusión durante las crisis en la SPECT ictal. Tras dicho diagnóstico, se<br />

realizó una lobectomía temporal estándar izquierda <strong>con</strong> amígdalo­hipocampectomía<br />

y una escisión de la lesión temporal basal posterior izquierda, tras<br />

la cual se redujeron en un 90% la frecuencia de las crisis después de un año<br />

de seguimiento; como secuela quedó una leve disnomia de evolución satisfactoria,<br />

<strong>con</strong>statada en el estudio neuropsicológico posquirúrgico.<br />

En el examen anatomopatológico de las muestras no se detectaron anomalías<br />

en las estructuras anteromesiales. En la región temporal posterior existía<br />

una laminación <strong>cortical</strong> desorganizada, heterotopías <strong>con</strong> presencia de grandes<br />

elementos balonados ubiquitinados (Fig. 3), tanto en el córtex como en<br />

739


F. ESCAMILLA, ET AL<br />

Figura 2. Tomografía por emisión de positrones cerebral <strong>con</strong> fluorodesoxiglucosa,<br />

corte axial, que muestra un hipometabolismo difuso temporal<br />

anteromesial izquierdo y una zona circular de ausencia de metabolismo<br />

temporal basal posterior.<br />

la sustancia blanca. Se en<strong>con</strong>tró además una astrocitosis sin gliosis manifiesta.<br />

Dichos hallazgos fueron compatibles <strong>con</strong> una DCF de Taylor.<br />

DISCUSIÓN<br />

La DCF es una causa re<strong>con</strong>ocida, aunque infrecuente, de <strong>epilepsia</strong><br />

<strong>farmacorresistente</strong>. Constituye un 8% de las disgenesias <strong>cortical</strong>es<br />

según la serie de Raymond et al [13]. Las disgenesias <strong>cortical</strong>es<br />

se encuentran en el 5­7,2% de las series quirúrgicas [14,15]. Distintos<br />

autores han querido ver una relación entre la DCF y la<br />

esclerosis tuberosa, y se ha llegado a decir que la primera es una<br />

forma frustrada de la segunda. Otros diferencian entre los focos de<br />

displasia y los túberes, y <strong>con</strong>cluyen que en los focos de displasia<br />

la astrocitosis es menor y existe un mayor número de células<br />

gruesas aberrantes [2,3,10]. Nosotros pensamos que la esclerosis<br />

tuberosa es un síndrome que tiene entre sus manifestaciones focos<br />

de displasia <strong>cortical</strong>, mientras que la etiología de la DCF es más<br />

diversa: genética, vascular, tóxica, etc. [2]. Junto a los hallazgos<br />

más característico de desorganización laminar, células baloniformes<br />

y heterotopías pueden existir otros como la desorganización<br />

de los axones y dendritas <strong>con</strong> terminales en todas las direcciones,<br />

la presencia de células multinucleadas poco diferenciadas en capas<br />

profundas (córtico­sub<strong>cortical</strong>es), focos de desmielinización<br />

y una disminución de la inmunorreactividad para proteínas fijadoras<br />

de calcio [2­4].<br />

En nuestro caso se realizó previamente una callosotomía (dos<br />

tercios anteriores) <strong>con</strong> objeto de paliar las numerosas crisis ‘de<br />

caída’ que presentaba la paciente, ya que, como es sabido, dicha<br />

intervención es eficaz en <strong>epilepsia</strong>s multi<strong>focal</strong>es <strong>con</strong> este tipo de<br />

crisis [16,17]. Este procedimiento se llevó a cabo antes de dispo-<br />

740<br />

Figura 3. Elemento ‘balonado’ de la muestra de la región temporal posterior<br />

izquierda, <strong>con</strong> inmunohistoquímica positiva para la ubiquitina inmunoperoxidasa.<br />

(x156,25)<br />

ner en nuestro centro de técnicas de neuroimagen de alta definición<br />

y de estudios neurofisiológicos invasivos que permitieran<br />

<strong>con</strong>siderar un procedimiento resectivo curativo. Este tipo de crisis<br />

‘de caída’ o drop attacks ya se había descrito en pacientes <strong>con</strong><br />

trastornos displásicos. Hasta un 27% de estos enfermos padecen<br />

tales crisis, algunos <strong>con</strong> lesiones en la zona temporoparietal según<br />

la serie de Palmini et al [10].<br />

Del re<strong>con</strong>ocimiento de una DCF se deriva el planteamiento,<br />

la estrategia quirúrgica [18] y, por lo tanto, el pronóstico, tras<br />

una evaluación prequirúrgica detallada que incluya RM de alta<br />

resolución <strong>con</strong> volumetría y relaxometría en secuencia potenciada<br />

en T 2 hipocampal, encaminada a la búsqueda de otras lesiones<br />

y/o patología dual [19­23]. Se ha observado que entre un<br />

25 y un 87% de los trastornos de la migración neuronal se relacionan<br />

<strong>con</strong> la esclerosis hipocampal, independientemente de la<br />

distancia a la que se encuentren del hipocampo, y en el 57% de<br />

los casos [20,23] es bilateral; o viceversa, un 15% de las esclerosis<br />

hipocampales se acompañan de disgenesias <strong>cortical</strong>es [21].<br />

Si existe esclerosis mesial asociada, debe realizarse una lesionectomía<br />

junto a la resección mesial temporal homolateral al<br />

hipocampo atrófico, para lograr un alto porcentaje de pacientes<br />

libres de crisis: el 73% <strong>con</strong> la técnica combinada frente a un 20%<br />

<strong>con</strong> resección temporal aislada y un 12,5% <strong>con</strong> lesionectomía<br />

[22,24]. Respecto a la lesionectomía hay que decir que el resultado<br />

de la misma se relaciona directamente <strong>con</strong> el tamaño de la<br />

escisión, así como que se logran mejores resultados, más discretos<br />

que en la cirugía del lóbulo temporal, cuando ésta supera el<br />

50% de la lesión o es completa, sobre todo teniendo en cuenta<br />

que la epileptogenicidad de las lesiones sobrepasa el tamaño de<br />

las mismas [10,11].<br />

En nuestro caso no se en<strong>con</strong>tró en la RM alteración en los<br />

hipocampos, no obstante, se realizó una resección combinada:<br />

primero, por el importante papel del hipocampo homolateral al<br />

foco de displasia en la difusión de la actividad crítica, demostrado<br />

en la monitorización vídeo­EEG <strong>con</strong> electrodos de foramen oval;<br />

y segundo, por el hipometabolismo y la hipo­ hiperperfusión en la<br />

región anteromesial del lóbulo temporal izquierdo registradas en<br />

la neuroimagen funcional <strong>con</strong> PET y SPECT intercrítica y crítica,<br />

respectivamente.<br />

El déficit disnómico secuelar de la paciente apoya la idea de<br />

que el hipocampo izquierdo intervenido estaba sano. De hecho, la<br />

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probabilidad de deterioro posquirúrgico de la memoria verbal es<br />

mayor en los casos intervenidos cuyo lóbulo temporal e hipocampo<br />

están sanos, que en aquellos <strong>con</strong> una esclerosis hipocampal<br />

manifiesta [25]. En nuestro caso no se realizó el test de Wada, que,<br />

como sabemos, es excepcional para el estudio del lenguaje y la<br />

memoria cuando hay atrofia bilateral o ausencia de lesión; sin<br />

embargo, dada la gravedad del cuadro clínico, se asumió el riesgo<br />

esperado de amnesia verbal, aunque se fue <strong>con</strong>servador <strong>con</strong> las<br />

estructuras laterales temporales y sólo se actuó sobre la lesión<br />

temporal basal y anterohipocampal.<br />

El comportamiento de la DCF en las distintas pruebas <strong>con</strong>cuerda<br />

<strong>con</strong> lo establecido en las publicaciones sobre el tema. En<br />

los EEG no es infrecuente en<strong>con</strong>trar una actividad multi<strong>focal</strong><br />

(multilobular o bihemisférica) que es más amplia que la lesión<br />

[10] y, dependiendo del tamaño del foco, puede hallarse actividad<br />

rítmica de alta amplitud o actividad lenta prominente [4,26,27].<br />

En la RM se aprecian lesiones circunscritas sub<strong>cortical</strong>es hiperintensas<br />

en secuencias potenciadas en T 2 y en FLAIR e hipointensas<br />

en secuencia potenciada T 1, <strong>con</strong> límite córtico­sub<strong>cortical</strong> impreciso,<br />

engrosamiento <strong>cortical</strong> y digitación hacia el ventrículo en<br />

secuencias potenciadas en T 1, T 2 y FLAIR [6­9]. En la SPECT<br />

ictal es característica la presencia, en los focos displásicos, de<br />

áreas de hiperperfusión [28] que se encuentran hipoperfundidas<br />

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EPILEPSIA FARMACORRESISTENTE<br />

en la SPECT interictal [29]. En la PET­FDG (fluorodesoxiglucosa)<br />

es característico un hipometabolismo <strong>focal</strong> en las lesiones<br />

displásicas, el desplazamiento de la actividad metabólica de la<br />

sustancia gris hacia áreas de la sustancia blanca y un hipometabolismo<br />

menos marcado, aunque más difuso en el lóbulo e incluso<br />

hemisférico, donde asienta el foco epiléptico [4,30].<br />

Subrayamos por ello la necesidad de realizar RM de alta resolución<br />

para diagnosticar las lesiones displásicas; un estudio específico<br />

de ambos hipocampos (cortes coronales <strong>con</strong> volumetría, T 2,<br />

FLAIR y relaxometría) para valorar la presencia de esclerosis<br />

mesial temporal relacionada (patología dual), y también estudios<br />

neurofisiológicos (no invasivos y/o invasivos): 1. Para descartar<br />

focos alternativos (en nuestro caso, pese a existir una lesión parietal,<br />

no se demostró actividad en la misma) y, 2. Para estudiar el<br />

foco primario y su difusión <strong>cortical</strong>, pues hemos comprobado el<br />

importante papel del hipocampo homolateral en la ignición y difusión<br />

de las crisis de nuestra paciente. Destacar también que la<br />

neuroimagen funcional apoya el diagnóstico; en este sentido, la<br />

PET es de inestimable ayuda, ya que no sólo delimita las zonas de<br />

displasia, sino que demuestra un hipometabolismo generalizado<br />

en todo el lóbulo temporal homolateral. Dichas técnicas permiten<br />

la detección de lesiones epileptógenas que previamente estaban<br />

ocultas [31].<br />

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741


F. ESCAMILLA, ET AL<br />

DISPLASIA CORTICAL FOCAL Y EPILEPSIA<br />

FARMACORRESISTENTE. TRATAMIENTO CON CIRUGÍA<br />

Resumen. Introducción. La displasia <strong>cortical</strong> <strong>focal</strong> (DCF) es una causa<br />

infrecuente de <strong>epilepsia</strong> refractaria, cuya anatomía patológica se caracteriza<br />

por una desorganización laminar <strong>cortical</strong> y por la presencia<br />

de células baloniformes. Caso clínico. Mujer de 36 años <strong>con</strong> <strong>epilepsia</strong><br />

<strong>farmacorresistente</strong> desde los 9 años de edad, <strong>con</strong> crisis parciales complejas<br />

y crisis de caída al suelo diarias. Tras numerosos ensayos terapéuticos,<br />

a la edad de 29 años se realizó una callosotomía como<br />

tratamiento paliativo de las crisis de caída, <strong>con</strong> lo que se logró un<br />

<strong>con</strong>trol de las mismas. Las crisis parciales complejas fueron aumentando<br />

de frecuencia a pesar de politerapia en dosis plenas, por lo que<br />

se planteó la cirugía resectiva. Se realizaron EEG de superficie <strong>con</strong><br />

predominio de lateralización y localización en lóbulo temporal izquierdo,<br />

SPECT cerebral ictal e interictal, PET y RM, <strong>con</strong> hallazgos<br />

compatibles <strong>con</strong> dos focos de displasia en hemisferio izquierdo, uno<br />

parietal superior y otro temporal basal posterior; finalmente, una<br />

monitorización vídeo­EEG <strong>con</strong> electrodos de foramen oval demostró<br />

una actividad ictal de inicio temporal posterior izquierdo <strong>con</strong> rápida<br />

difusión anteromesial homolateral. Se realizó una lobulectomía temporal<br />

izquierda <strong>con</strong> amigdalohipocampectomía y una resección de la<br />

lesión temporal basal posterior, <strong>con</strong> lo que se redujo en un 90% el<br />

número de crisis, quedando como secuela una mínima disnomia. En<br />

el estudio anatomopatológico se en<strong>con</strong>traron hallazgos compatibles<br />

<strong>con</strong> una DCF. Conclusiones. La DCF es una causa de <strong>epilepsia</strong> refractaria<br />

que se puede beneficiar de cirugía, <strong>con</strong> resultados óptimos, tras<br />

una evaluación prequirúrgica y planeamiento quirúrgico adecuado,<br />

que incluya la valoración hipocampal dada la alta frecuencia de esclerosis<br />

mesiales asociadas. [REV NEUROL 2001; 32: 738-42]<br />

Palabras clave. Cirugía de la <strong>epilepsia</strong>. <strong>Displasia</strong> <strong>cortical</strong> <strong>focal</strong>.<br />

Epilepsia del lóbulo temporal. Epilepsia <strong>farmacorresistente</strong>. Epilepsia<br />

refractaria. Trastornos de la migración.<br />

742<br />

DISPLASIA CERVICAL FOCAL E EPILEPSIA<br />

REFRACTÁRIA A FÁRMACOS. TRATAMENTO CIRÚRGICO<br />

Resumo. Introdução. A displasia <strong>cortical</strong> <strong>focal</strong> (DCF) é uma causa<br />

pouco frequente de <strong>epilepsia</strong> refractária, cuja anatomia patológica é<br />

caracterizada por uma desorganização laminar <strong>cortical</strong> e pela presença<br />

de células baloniformes. Caso clínico. Mulher de 36 anos com<br />

<strong>epilepsia</strong> refractária a fármacos desde os 9 anos de idade, com crises<br />

parciais complexas e crises de queda ao chão diárias. Após numerosos<br />

ensaios terapêuticos, aos 29 anos realizou uma calostomia, como<br />

tratamento paliativo das crises de queda, <strong>con</strong>seguindo-se o <strong>con</strong>trolo<br />

das mesmas. As crises parciais complexas foram aumentando de frequência<br />

apesar da politerapia com doses máximas, pelo que se <strong>con</strong>siderou<br />

a ressecção cirúrgica. Realizaram-se EEG de superfícies com<br />

predomínio de lateralização e localização no lobo temporal esquerdo,<br />

SPECT cerebral ictal e interictal, PET e RM, com achados compatíveis<br />

com dois focos de displasia no hemisfério esquerdo, um parietal<br />

superior e outro temporal basal posterior; finalmente, uma monitorização<br />

vídeo-EEG com eléctrodos de abertura oval demonstrou uma<br />

actividade ictal de início temporal posterior esquerdo com rápida<br />

difusão anteromesial homolateral. Realizou-se uma lobectomia temporal<br />

esquerda com amígdalo-hipocampectomia e uma ressecção da<br />

lesão temporal basal posterior, com o que se reduziu em 90% o número<br />

das crises, ficando como sequela, uma mínima disnomia. No estudo<br />

anatomopatológico en<strong>con</strong>traram-se achados compatíveis com uma<br />

DCF. Conclusões. A DCF é uma causa de <strong>epilepsia</strong> refractária que<br />

pode beneficiar de cirurgia, com resultados óptimos, após uma avaliação<br />

pré-cirúrgica e planeamento cirúrgico adequado, que inclua a<br />

avaliação hipocampal dada a elevada frequência de esclerose mesial<br />

associada. [REV NEUROL 2001; 32: 738-42]<br />

Palavras chave. Cirurgia da <strong>epilepsia</strong>. <strong>Displasia</strong> <strong>cortical</strong> <strong>focal</strong>.<br />

Epilepsia do lobo temporal. Epilepsia refractária a fármacos. Perturbações<br />

da migração neuronal.<br />

REV NEUROL 2001; 32 (8): 738-742

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