13 NEUROLOGIA Y NEUROCIRUGIA BY MEDIKANDO.pdf
13 NEUROLOGIA Y NEUROCIRUGIA BY MEDIKANDO.pdf
13 NEUROLOGIA Y NEUROCIRUGIA BY MEDIKANDO.pdf
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
Complicaciones<br />
Médicas<br />
La hiponatremia supone la complicación médica más frecuente de<br />
la hemorragia subaracnoidea; se produce habitualmente entre el 4°<br />
y 10° día, y suele ser debida a un síndrome pierde-sal por libera<br />
ción del péptido natriurético. A causa de una excesiva estimulación<br />
simpática, pueden producirse arritmias cardíacas en casi todos los<br />
pacientes (siendo la taquicardia sinusal la más frecuente). También<br />
se produce isquemia subendocárdica y áreas de necrosis miocárdi-<br />
ca focal, con los consiguientes cambios electrocardiográficos, dete<br />
rioro de la función cardíaca y edema pulmonar. En estos casos se<br />
pueden utilizar nitratos y antagonistas del calcio. La hipertensión<br />
arterial se puede controlar con R-bloqueantes, que además reducen<br />
el riesgo de arritmias.<br />
Otras complicaciones médicas pueden ser edema pulmonar no cardio-<br />
génico, tromboembolismo pulmonar, neumonías, hemorragia gastro<br />
intestinal, etc.<br />
Neurológicas<br />
La hidrocefalia, el resangrado por ruptura del aneurisma y el Vasospas-<br />
mo cerebral con isquemia son las tres principales complicaciones neu<br />
rológicas de la hemorragia subaracnoidea. Si un paciente con sangrado<br />
subaracnoideo sufre un deterioro clínico, no sólo se deben investigar<br />
las mencionadas complicaciones, sino que es preciso descartar hipo<br />
tensión, hipoxia o alteraciones electrolíticas.<br />
• Hidrocefalia. Puede desarrollarse de forma aguda en las primeras<br />
24 horas, debido a que la sangre dentro de las cisternas básales o en<br />
el sistema ventricular impide la normal circulación de líquido cefa<br />
lorraquídeo. En estos casos, la colocación de un drenaje ventricular<br />
externo puede mejorar espectacularmente la situación neurológica<br />
del paciente, aunque un descenso rápido de la presión intracraneal<br />
está asociado con un mayor riesgo de resangrado.<br />
La hidrocefalia también puede aparecer semanas después del san<br />
grado. Se trata de una hidrocefalia comunicante que se manifiesta<br />
clínicamente por deterioro cognitivo, incontinencia urinaria y tras<br />
tornos de la marcha (MIR 00-01 F, 71). El tratamiento en este caso es<br />
la derivación ventriculoperitoneal.<br />
• Resangrado. Se postula que es debido a la ruptura del coágulo pe-<br />
rianeurismático. El 20% de los pacientes presenta resangrado en las<br />
primeras dos semanas, un tercio en el primer mes y el 50% dentro<br />
de seis meses, si el aneurisma no es abordado quirúrgicamente an<br />
tes. Después, el riesgo anual de resangrado de un aneurisma no<br />
tratado es de aproximadamente un 3%.<br />
Existen dos picos de incidencia de resangrado, que tienen lugar en<br />
las primeras 24-48 horas (en las primeras 24 horas, pueden resan-<br />
grar un 4% de los aneurismas) y a la semana. El resangrado tiene<br />
una mortalidad del 75%, y es más frecuente en mujeres y en pacien<br />
tes con peor situación neurológica inicial. La clínica es la misma<br />
que en el primer episodio, aunque pueden aparecer nuevos déficit<br />
neurológicos.<br />
Se han utilizado antifibrinolíticos (ácido tranexámico y e-aminoca-<br />
proico) para prevenir el resangrado mediante un retraso en la lisis<br />
del coágulo, pero estos agentes se asocian con un aumento en el<br />
riesgo de vasospasmo cerebral y de hidrocefalia. La mejor forma de<br />
evitar el resangrado es excluir el aneurisma de la circulación gene<br />
ral por vía endovascular (embolización) o mediante cirugía.<br />
Neurología y neurocirugía<br />
• Vasospasmo. Es la principal causa de morbimortalidad en pacientes<br />
que han sufrido una hemorragia subaracnoidea. A diferencia del<br />
resangrado, el Vasospasmo se desarrolla lentamente en horas o días<br />
y, aunque se aprecia angiográficamente en el 70% de los pacientes,<br />
sólo es sintomático en el 36% de los mismos.<br />
Se presenta entre el 4.°-12.° día postsangrado (máxima incidencia<br />
entre 6° y 8.° día) y la clínica corresponde a un déficit del territorio<br />
vascular afectado (por isquemia) o un empeoramiento neurológico<br />
no explicable por otras causas. La cantidad de sangre en la TC se<br />
correlaciona con la gravedad del Vasospasmo. En la profilaxis del<br />
Vasospasmo se utiliza un antagonista del calcio, el nimodipino.<br />
El diagnóstico del mismo pasa por descartar otras causas de empeo<br />
ramiento neurológico (hiponatremia, edema cerebral, resangrado,<br />
infecciones, etc.) y confirmarlo mediante una angiografía cerebral<br />
(en la que se verá una estenosis de un vaso cerebral); últimamente,<br />
también puede detectarse con una eco-Doppler transcraneal, en la<br />
que se observa un aumento de la velocidad del flujo de la arteria<br />
cerebral media.<br />
Una vez establecido el Vasospasmo, la principal línea de tratamien<br />
to es la denominada terapia "triple H" (hemodilución-hipervolemia-<br />
hipertensión). Los objetivos de esta terapia son aumentar la presión<br />
de perfusión cerebral (elevando la presión sistólica sanguínea y el<br />
volumen intravascular) y mejorar la microcirculación cerebral por<br />
medio de una disminución de la viscosidad sanguínea.El principal<br />
inconveniente de este tratamiento es que aumenta el riesgo de re-<br />
sangrado del aneurisma, si éste no ha sido excluido de la circulación<br />
cerebral, ya sea mediante tratamiento quirúrgico o endovascular. En<br />
el caso de que fracase la triple H, se puede emplear la angioplastia<br />
transluminal percutánea y la administración intraarterial de sustan<br />
cias vasodilatadoras, como la papaverina.<br />
Q RECUERDA<br />
La profilaxis del vasospasmo se realiza con nimodipino; sin embargo,<br />
una vez que se ha establecido, se debe aplicar la triple H y olvidarse<br />
del nimodipino.<br />
Tratamiento<br />
A la hora de manejar a estos pacientes, se debe diferenciar entre el tra<br />
tamiento de la hemorragia subaracnoidea y el de la causa subyacente<br />
(generalmente un aneurisma).<br />
Tratamiento de la hemorragia subaracnoidea<br />
Los objetivos principales del tratamiento de la hemorragia subarac<br />
noidea son prevenir el resangrado y el Vasospasmo. Para cumplir el<br />
primer cometido, el paciente debe ser colocado en una habitación<br />
tranquila, con reposo absoluto en cama y la cabeza elevada 30° sobre<br />
la horizontal, para facilitar el drenaje venoso intracraneal. Hay que<br />
mantener un control estricto de la tensión arterial (ni muy alta ni muy<br />
baja). Se deben evitar el estreñimiento y los vómitos. El paciente debe<br />
recibir una analgesia importante, ya que el dolor conlleva una des<br />
carga simpática importante que eleva la tensión arterial. Si fuera ne<br />
cesario, se puede conseguir la sedación del paciente con diazepam.<br />
Si hay crisis, el fármaco preferido es la fenitoína (no deprime el nivel<br />
de consciencia). La utilidad de la dexametasona en estas situaciones<br />
es controvertida, aunque suele usarse para reducir la sintomatología<br />
dolorosa. Debe asociarse nimodipino para realizar profilaxis del Va<br />
sospasmo cerebral. Se debe cuidar la función pulmonar (para evitar<br />
atelectasias y neumonías).<br />
43