Los pumas (Puma concolor) - Alexandria Archive Institute
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Resumen<br />
Article original<br />
<strong>Los</strong> <strong>pumas</strong> (<strong>Puma</strong> <strong>concolor</strong>) como agentes tafonómicos.<br />
Análisis actualístico de un sitio de matanza en los Andes<br />
de Mendoza, Argentina<br />
<strong>Puma</strong>s (<strong>Puma</strong> <strong>concolor</strong>) as taphonomic agents. Actualistic<br />
analysis of a kill site in the Andes of Mendoza, Argentina<br />
Les <strong>pumas</strong> (<strong>Puma</strong> <strong>concolor</strong>) comme agents taphonomiques.<br />
Analyse actualiste d’un site de mise à mort dans les<br />
Andes de Mendoza, Argentine<br />
A. Sebastián Muñoz a, *, Mariana Mondini a ,<br />
Víctor Durán b , Alejandra Gasco b<br />
a Laboratorio de Zooarqueología y Tafonomía de Zonas Áridas, CONICET, Museo de Antropología, Facultad de Filosofía y Humanidades,<br />
Universidad Nacional de Córdoba, Av. H. Yrigoyen 174, 5000 Córdoba, Argentina<br />
b Laboratorio de Geoarqueología, CEIDER, CONICET, Facultad de Filosofía y Letras,<br />
Universidad Nacional de Cuyo, CC 345, 5500 Mendoza, Argentina<br />
Recibido el 6 de octubre de 2005; aceptado en el 27 de noviembre de 2006<br />
accesible en línea el 20 diciembre de 2007<br />
Se presenta un estudio tafonómico sobre la carcasa de un individuo adulto de guanaco (Lama guanicoe) recientemente muerto y consumido<br />
por uno o más <strong>pumas</strong> (<strong>Puma</strong> <strong>concolor</strong>) en la Reserva Laguna del Diamante (Provincia de Mendoza, Argentina) y se discute el caso a la luz del<br />
conocimiento tafonómico actual sobre este agente en América. La carcasa se presentaba dispersa a lo largo de más de 30 m y básicamente<br />
desprovista de tejidos blandos. Un 34 % de los huesos presentaba modificaciones por mascado, remoción de tejido óseo y daños en bordes, la<br />
mayor parte atribuibles a <strong>pumas</strong>. Algunos de estos daños son muy importantes, como en el caso del cráneo. <strong>Los</strong> resultados obtenidos sugieren que<br />
las modificaciones óseas registradas son intensas en comparación con otros estudios tafonómicos sobre este félido. Se discuten las implicaciones<br />
y se concluye sobre la necesidad de conocer mejor los rangos de variabilidad en la acción tafonómica del puma y las condiciones bajo<br />
las que ocurre.<br />
# 2007 Elsevier Masson SAS. All rights reserved.<br />
Abstract<br />
Disponible en ligne sur www.sciencedirect.com<br />
Geobios 41 (2008) 123–131<br />
http://france.elsevier.com/direct/GEOBIO<br />
A taphonomic study of the carcass of an adult guanaco (Lama guanicoe) recently killed and consumed by one or more <strong>pumas</strong> (<strong>Puma</strong> <strong>concolor</strong>)<br />
in the Laguna del Diamante reserve (Mendoza province, Argentina) is exposed, and the case is discussed in the light of the available taphonomic<br />
information on this agent in America. The carcass was dispersed along more than 30 m and basically devoid of soft tissues. Thirty-four percent of<br />
the bones presented tooth modifications, removal of bone tissue and edge damage, mostly attributable to <strong>pumas</strong>. Some of these modifications are<br />
considerable, as in the case of the skull. The results of the study suggest that bone modifications are intense as compared to other taphonomic<br />
studies on this felid. The implications of this are discussed, and the conclusion is reached that more knowledge is needed on the range of variation in<br />
puma taphonomic action and the conditions under which such variation occurs.<br />
# 2007 Elsevier Masson SAS. All rights reserved.<br />
* Autor Correspondiente.<br />
Direccion correo electrónico: mmonmun@mail.retina.ar (A. Muñoz).<br />
0016-6995/$ – see front matter # 2007 Elsevier Masson SAS. All rights reserved.<br />
doi:10.1016/j.geobios.2006.11.010
124<br />
Résumé<br />
On présente une étude taphonomique sur la carcasse d’un individu adulte de guanaco (Lama guanicoe) récemment mort et consommé par un ou<br />
plusieurs <strong>pumas</strong> (<strong>Puma</strong> <strong>concolor</strong>) dans la réserve Laguna del Diamante (province de Mendoza, Argentine) et ce cas est discuté en tenant compte de la<br />
connaissance taphonomique actuelle de cet agent en Amérique. La carcasse se présentait dispersée sur 30 m et dépourvue de tissus mous. Trente-quatre<br />
pour cent des os présentait des modifications faites par le mâchement, la séparation de tissu osseux et des dommages sur les bords, la majorité<br />
attribuable à des <strong>pumas</strong>. Certains de ces dommages sont très importants, comme dans le cas du crâne. Les résultats obtenus suggèrent que les<br />
modifications osseuses enregistrées sont intenses en comparaison à d’autres études taphonomiques sur ce félidé. Les implications sont discutées et on<br />
conclut sur le besoin de mieux connaître l’étendue de la variabilité de l’action taphonomique du puma et les conditions dans lesquelles cela se passe.<br />
# 2007 Elsevier Masson SAS. All rights reserved.<br />
Palabras clave : <strong>Puma</strong>; Tafonomía de carnívoros; Guanaco; Andes; Sudamérica<br />
Keywords: <strong>Puma</strong>; Carnivore taphonomy; Guanaco; Andes; South America<br />
Mots clés : <strong>Puma</strong> ; Taphonomie de carnivores ; Guanaco ; Andes ; Amérique du Sud<br />
1. Introducción<br />
En este trabajo se presenta información actualística sobre la<br />
acción tafonómica del puma (<strong>Puma</strong> <strong>concolor</strong>) en la Reserva<br />
Laguna del Diamante (Provincia de Mendoza, Argentina). Se<br />
analizan los restos de un guanaco (Lama guanicoe) recientemente<br />
muerto y consumido por este félido. Este estudio forma<br />
parte de un proyecto tafonómico más general que se está<br />
iniciando en el área.<br />
El puma está presente en casi toda América. La mayor parte<br />
de la información sobre su comportamiento proviene de<br />
Norteamérica. Sin embargo, en el Cono Sur su ecología es<br />
diferente debido principalmente a variaciones ambientales tales<br />
como la disponibilidad diferencial de presas.<br />
Respecto de la tafonomía de los <strong>pumas</strong>, en las últimas décadas<br />
se ha avanzado mucho, principalmente en Patagonia, si bien<br />
todavía es muy poco conocida su variabilidad. <strong>Los</strong> estudios<br />
tafonómicos actualísticos han estado limitados al Sudoeste de la<br />
Patagonia (Borrero, 1988; Borrero y Martín, 1996; Martín y<br />
Borrero, 1997; Borrero et al., 2005), y en menor medida la Puna<br />
meridional (Nasti, 1996, 2000) y el Sur de Estados Unidos de<br />
América (Munro, 1995). Actualmente carecemos de información<br />
tafonómica en los Andes centrales de Argentina.<br />
2. <strong>Los</strong> <strong>pumas</strong><br />
<strong>Los</strong> <strong>pumas</strong> son predadores territoriales, solitarios y<br />
predominantemente nocturnos (Anderson, 1983; Wilson,<br />
1984; Yáñez et al., 1986; Iriarte et al., 1990; Franklin et al.,<br />
1999; Logan y Sweanor, 2001; entre otros). A veces tienen un<br />
rango de verano y otro de invierno, entre los que migran<br />
estacionalmente. Cada hembra tiene de 2 a 4 crías por año.<br />
En los Andes Centro-Sur, y a excepción de los humanos, el<br />
puma es el predador más grande desde las extinciones<br />
pleistocénicas. Es el único carnívoro especialista en la región,<br />
siendo los demás omnívoros-carnívoros pequeños. Sus principales<br />
presas en términos de biomasa suelen ser ungulados<br />
(Wilson, 1984; Sunquist y Sunquist, 1989; Rau et al., 1991,<br />
1995; Taber et al., 1997; Rau y Jiménez, 2002; entre otros). Si<br />
bien es un félido cazador, puede tener cierto comportamiento<br />
carroñero, aunque no es común. Suele cazar guanacos<br />
A.S. Muñoz et al. / Geobios 41 (2008) 123–131<br />
inmaduros aunque, a diferencia de otros carnívoros en la<br />
región, puede predar también sobre individuos adultos (que<br />
pesan 100–120 kg). El puma es uno de los pocos carnívoros<br />
grandes que siendo solitario caza presas más grandes que sí<br />
mismo (Gittleman, 1989).<br />
Tiene una manera característica de cazar las presas más<br />
grandes, similar a otros grandes félidos, que es acechándolas y<br />
luego saltando sobre ellas y rompiendo su cuello con un fuerte<br />
mordisco en la base del cráneo o la garganta. Esto suele dejar<br />
unas marcas distintivas en las vértebras cervicales, producidas<br />
por los grandes caninos, semejantes a las de otros felinos de<br />
gran porte.<br />
El puma se caracteriza por los bajos niveles de consumo de<br />
las carcasas (Wade y Bowns, 1993; Borrero y Martín, 1996;<br />
Borrero et al., 2005), consumiendo primero las partes blandas,<br />
aunque puede desarticular algunos segmentos. Puede incluso<br />
matar a varios individuos en cada ataque y alimentarse sólo de<br />
algunas partes de ellos. La intensidad con que aprovecha las<br />
presas es desigual, siendo mayor cuanto más difícil resulta la<br />
captura de las mismas. Como otros félidos, el puma tiende a no<br />
consumir hueso. Tiene sin embargo un considerable poder<br />
masticatorio, y las modificaciones que produce en los huesos,<br />
comparables con las de otros grandes felinos, resultan bastante<br />
diagnósticas (Borrero y Martín, 1996).<br />
<strong>Los</strong> estudios tafonómicos realizados hasta ahora han tratado<br />
sobre restos óseos de animales consumidos por <strong>pumas</strong> y<br />
excrementos a lo largo de grandes espacios (Borrero y Martín,<br />
1996), sobre madrigueras (Martín y Borrero, 1997) y sobre<br />
sitios de matanza (Munro, 1995; Nasti, 2000; Borrero et al.,<br />
2005). Se han realizado también observaciones sobre colecciones<br />
de excrementos de <strong>pumas</strong> y huesos comidos por ellos<br />
(Stiner, 1994; Fernández, 2004).<br />
<strong>Los</strong> conjuntos faunísticos residuales como el que aquí<br />
presentamos, que resultan de las actividades de matanza y<br />
alimentación in situ, suelen acumularse en zonas deprimidas o<br />
relacionadas con alguna prominencia desde donde acecha el<br />
puma, aunque en el caso de presas relativamente accesibles<br />
como las ovejas (Ovis aries) no requiere una topografía<br />
particular (Borrero y Martín, 1996; Borrero et al., 2005).<br />
Como el puma consume en general relativamente poco de<br />
cada presa que obtiene, los conjuntos residuales suelen estar
formados por los restos de un número variable de individuos<br />
relativamente completos, pudiendo existir diferencias estacionales<br />
en el grado de consumo y dispersión de las carcasas<br />
(Borrero et al., 2005). La desarticulación y dispersión de los<br />
huesos puede ser más intensa si el consumo fue realizado por<br />
<strong>pumas</strong> adultos acompañados por crías y especialmente si a la<br />
acción de los <strong>pumas</strong> siguió la de carroñeros, lo cual tiende a<br />
ocurrir en verano. Por otra parte, la mayor facilidad de caza en<br />
invierno suele hacer que las presas sean menos modificadas, y<br />
la nieve y el congelamiento, además de una intervención más<br />
acotada de los carroñeros, retardan la descomposición,<br />
desarticulación y dispersión de restos (Borrero y Martín,<br />
1996; Borrero et al., 2005). La acción de los <strong>pumas</strong> en estos<br />
conjuntos tiende a ser más intensiva (pero no más extensiva)<br />
que la de otros carnívoros.<br />
3. El área de estudio<br />
La Reserva Laguna del Diamante (34810 0 LS, 69841 0 LW)<br />
abarca una laguna altoandina situada sobre la cresta de la<br />
Cordillera Principal en los Andes Centrales, a casi 3300 msnm,<br />
a los pies del Volcán Maipo (5323 msnm) (Fig. 1) (Martínez<br />
Carretero et al., 1999; Mónaco et al., 2005; Durán et al., 2006).<br />
Este cuerpo de agua, con una superficie de 1400 ha y una<br />
profundidad promedio de 40 m, es uno de los principales<br />
reservorios de agua dulce de la Provincia de Mendoza. El área<br />
tiene una precipitación media anual de 400–500 mm,<br />
incluyendo precipitaciones sólidas. La laguna se alimenta de<br />
aguas de deshielo y constituye las nacientes del río Diamante,<br />
sobre cuya margen se encontró el sitio tafonómico estudiado.<br />
<strong>Los</strong> suelos del área son pobres en nutrientes y están congelados<br />
la mayor parte del año.<br />
Fig. 1. Reserva Laguna del Diamante, Provincia de Mendoza, Argentina.<br />
Fig. 1. Laguna del Diamante Reserve, Mendoza Province, Argentina.<br />
A.S. Muñoz et al. / Geobios 41 (2008) 123–131 125<br />
Las especies animales y vegetales, adaptadas a las<br />
condiciones de altura, se concentran principalmente en las<br />
partes más bajas de la Reserva, cuya área es de algo más de<br />
31000 ha, aunque ha sido recientemente ampliada (Videla<br />
et al., 1998; Martínez Carretero et al., 1999; Mónaco et al.,<br />
2005; Durán et al., 2006). La vegetación predominante es un<br />
matorral subarbustivo muy abierto y bajo, con pastizales y, en<br />
los sitios donde se acumula agua, vegas. Entre las aves se<br />
destacan la gallareta chica (Fulica leucoptera) y en menor<br />
medida otras como el cauquén común (Chloephaga picta), y<br />
entre los roedores, varias especies de ratones de montaña. La<br />
Reserva protege amplias áreas de veraneo de grandes manadas<br />
de guanacos (se estima una población de 650 individuos en su<br />
área de influencia), que migran a regiones más bajas durante el<br />
invierno, cuando el área sufre procesos de congelamiento<br />
estacional. Entre los predadores y carroñeros se destacan las<br />
águilas moras (Geranoaetus malanoleucus) y cóndores andinos<br />
(Vutur gryphus) y los zorros colorados sudamericanos<br />
(Pseudalopex culpaeus), además de los <strong>pumas</strong>. El ingreso de<br />
perros (Canis familiaris) no está permitido en la Reserva, por lo<br />
que la probabilidad de su intervención es muy baja. Las vegas,<br />
estepas, y lagunas y cursos de agua (que concentran gran<br />
cantidad de aves) ocupan una parte importante del área de la<br />
Reserva, por lo que, en la estación cálida, la oferta de recursos<br />
faunísticos de estos ambientes es elevada, relativamente<br />
constante y por ende predecible.<br />
4. Materiales y métodos<br />
Se realizó un estudio actualístico naturalístico (sensu Marean,<br />
1995) sobre la carcasa de un individuo de guanaco de entre 6 y 9<br />
años de edad, muerto y consumido por uno o más <strong>pumas</strong>. Sus<br />
partes se encontraban dispersas a lo largo de más de 30 m en la<br />
ladera del Cerro Negro, sobre la margen izquierda del río<br />
Diamante, a escasos kilómetros de sus nacientes y a unos 3250<br />
msnm (Fig. 2). Distintos huesos de la cabeza, cuello, columna,<br />
costillar, cintura pélvica y extremidades del guanaco, así como<br />
algunos fragmentos óseos indeterminados y excrementos de<br />
Fig. 2. Cerro Negro, sobre la margen del río Diamante.<br />
Fig. 2. Cerro Negro, on the Diamate river bank.
126<br />
Fig. 3. Plano del sitio de matanza. Las letras indican las cinco concentraciones<br />
principales de restos óseos (ver Tabla 2); el locus D-D 0 sólo contenía heces. Las<br />
líneas representan la pendiente del talud, las manchas grises, rocas y la zona gris<br />
continua, el río Diamante.<br />
Fig. 3. Sketch of the kill site.<br />
puma, estaban depositados en un sector de vega y afloramientos<br />
rocosos, con una leve pendiente hacia el río. Estos restos se<br />
encontraban distribuidos en el talud en 5 concentraciones<br />
principales (A, B, C, E, F y G-G 0 ) y 3 menores, una de las cuales<br />
incluía sólo heces (D-D 0 )(Fig. 3).<br />
El sitio fue fotografiado, y los distintos restos fueron<br />
mapeados y recolectados para su análisis en laboratorio. El<br />
análisis consistió en la identificación taxonómica, anatómica y<br />
etaria de los restos óseos, y en la descripción, fotografiado y<br />
cuantificación de las modificaciones óseas. La identificación de<br />
los especímenes óseos fue realizada por medio de colecciones<br />
de referencia que forman parte del Instituto Nacional de<br />
Antropología y Pensamiento Latinoamericano, con ayuda de<br />
guías osteológicas (Pacheco Torres et al., 1986; Barone, 1987–<br />
1990, p.e.). Se siguieron los trabajos de Herrera (1988) y Puig y<br />
Monge (1983) para la determinación de edad y secuencia de<br />
fusión de huesos.<br />
Para el análisis de las modificaciones óseas se inspeccionó la<br />
totalidad de las superficies óseas de los especímenes, a ojo<br />
desnudo y con ayuda de lupas de mano de 3X a 15X. La<br />
identificación de los daños se basó en trabajos generales como<br />
el de Binford (1981) y otros trabajos que han tratado la acción<br />
tafonómica de carnívoros neotropicales (Borrero y Martín,<br />
1996; Mondini, 2003, p.e.). La Tabla 1 muestra las clases de<br />
modificaciones consideradas: marcas, daños en los bordes de<br />
los huesos o de segmentos fracturados/removidos, remoción de<br />
tejido óseo, y otros daños tales como fisuras. Para medir la<br />
meteorización se siguieron los criterios de Behrensmeyer<br />
(1978).<br />
5. Resultados<br />
El conjunto recuperado proviene del mismo individuo y está<br />
compuesto de 128 especímenes óseos identificados como<br />
A.S. Muñoz et al. / Geobios 41 (2008) 123–131<br />
guanaco, más 5 fragmentos no asignables a ninguna parte<br />
anatómica en particular pero que podrían corresponder también<br />
a este taxón. Se trata de un total de 94 elementos (MNE), que<br />
representan el 60 % de un individuo de guanaco completo (n<br />
elementos = 157, tomando un promedio de 15 vértebras<br />
caudales de las 11 a 17 que suelen tener los guanacos). Las<br />
concentraciones principales de huesos en el sitio corresponden<br />
a distintas regiones de la anatomía del guanaco, tales como<br />
miembros (B, C, F y G-G 0 ), cabeza y vértebras cervicales (A) y<br />
vértebras lumbares, sacro y pelvis (E) (Fig. 3 y Tabla 2). Las<br />
principales unidades anatómicas ausentes o apenas representadas<br />
son las vértebras torácicas (MNE = 1/12) y caudales<br />
(ausentes), costillas (MNE = 1/24), esternón (ausente), escápulas<br />
(MNE = 1/2) y patelas (ausentes). También faltan<br />
algunas vértebras cervicales (MNE = 5/7), huesos tarsianos<br />
(MNE = 6/10), sesamoideos (MNE = 14/16) y falanges terminales<br />
(MNE = 6/8).<br />
En general la carcasa se presentaba desprovista de tejidos<br />
blandos, aunque algunas partes, especialmente las extremidades<br />
distales, aún conservaban cuero y otros tejidos (Tabla 2).<br />
Una alta proporción de huesos (74 %) están aún articulados.<br />
Algunos especímenes (25 %) además articulan (aunque no<br />
estén unidos por tejidos) o remontan con otros (algunos de ellos<br />
a su vez articulados). Muchos huesos (42 %) están<br />
fragmentados, aunque en el 60 % de estos casos los<br />
especímenes representan más de las 3/4 partes de un hueso<br />
completo y sólo 25 % representan menos de 1/4 parte. Algunas<br />
fracturas son atribuibles a la acción de carnívoros. <strong>Los</strong> niveles<br />
de meteorización son bajos: los 70 especímenes en que se pudo<br />
determinar corresponden a los estadios 0 (66 %) y 1 (34 %). No<br />
se registraron modificaciones atribuibles a roedor, si bien hay<br />
surcos, fracturas y otros daños de agente indeterminado.<br />
El 34 % de los especímenes presenta modificaciones óseas<br />
asignables a carnívoro, y en particular a puma. El ranking de<br />
partes dañadas de acuerdo a la cantidad de modificaciones por<br />
espécimen, encabezado por la pelvis y el cráneo, se presenta en<br />
la Tabla 3. Algunos huesos no presentan daño alguno, incluso a<br />
pesar de no estar cubiertos por tejidos. Debe tenerse en cuenta<br />
que no todos los huesos están representados en el conjunto<br />
(Tabla 2). No se registraron especímenes con corrosión<br />
digestiva que denoten haber sido ingeridos.<br />
Más allá de la cantidad de huesos mascados y de daños en<br />
ellos, la intensidad o grado de daño producido es en general<br />
muy marcada. Esto se nota especialmente en las vértebras<br />
cervicales y en el cráneo, consumido en una gran proporción en<br />
la región nasal y la cavidad craneana para penetrar hasta la masa<br />
encefálica, así como en la columna y la cintura pélvica (Fig. 4).<br />
<strong>Los</strong> daños más comunes son las marcas, con proporciones<br />
más o menos similares de surcos, perforaciones y poceado<br />
(Tabla 1). Las perforaciones varían entre 1.7 y 21 mm<br />
(dimensión máxima), con una distribución continua de tamaños<br />
y un promedio de 5.51 mm, una media acotada (excluyendo<br />
25 % datos inferiores y superiores) de 4.99 mm, una mediana de<br />
4.65 mm y una moda de 3.40 mm. Estas medidas incluyen<br />
también algunas perforaciones no muy definidas, por lo que el<br />
tamaño promedio de los dientes que las produjeron sería algo<br />
menor. Algunas tienen un borde levantado por el arrastre del
Tabla 1<br />
Modificaciones óseas de carnívoro registradas en el sitio de matanza del Diamante. Se detalla el número y proporción de especímenes por grupos de modificaciones<br />
(marcas, daños en bordes, etc.) y por cada clase de modificaciones dentro de ellos (surcos, poceado, etc.); al final se indica el total de huesos con daños de carnívoro<br />
Table 1<br />
Carnivore bone modifications recorded at the Diamante kill site<br />
Daños Descripción N especímenes % (N = 133)<br />
marcas daños superficiales generados por el movimiento y la presión de los dientes;<br />
no implican remoción sustancial de materia ósea<br />
40 30,08<br />
surcos (scoring) surcos por el arrastre de los dientes, generalmente en tejido compacto;<br />
la sección transversal suele tener forma de ‘‘U’’ y las superficies internas<br />
suelen mostrar un triturado conspicuo<br />
26 19,55<br />
poceado ( pitting) depresiones bastante circulares, poco profundas, producidas por los dientes<br />
comúnmente en el hueso compacto; las superficies internas pueden<br />
mostrar un triturado conspicuo<br />
22 16,54<br />
perforaciones ( punctures) depresiones más sustanciales, generalmente subcirculares u ovaladas, por dientes<br />
que han penetrado un hueso generalmente delgado o poroso y que pueden traspasarlo<br />
24 18,05<br />
impronta de dientes<br />
(tooth impressions)<br />
impronta de un diente multi-cúspide que penetra partes planas de hueso con<br />
tejido esponjoso, sin arrastrarse sobre él; la forma y tamaño del diente<br />
son discernibles<br />
diente de dentro a fuera. La impronta registrada es de un diente<br />
carnicero y mide 8,4 18,4 mm (dimensiones máximas).<br />
También son muy frecuentes los daños en los bordes de los<br />
especímenes, principalmente bordes irregulares, mellados,<br />
aplastados y con astillado cortical (Tabla 1). Las muescas en<br />
los bordes varían entre 3,6 y 10,3 mm, y tienen como promedio<br />
A.S. Muñoz et al. / Geobios 41 (2008) 123–131 127<br />
1 0,75<br />
daños en bordes modificaciones en los bordes propios de los huesos o bien en bordes<br />
de fracturas o áreas removidas<br />
36 27,07<br />
irregular borde desparejo o mellado, que no corresponde a un daño específico 25 18,80<br />
mellado (crenulated) remoción de un área del hueso igual a la superficie del diente, generalmente<br />
en forma repetida, quedando el borde sinuoso, irregular<br />
24 18,05<br />
aplastado (crushed) borde aplastado por la presión de las mandíbulas, que generan un área<br />
deprimida y colapsada alrededor del punto o área de presión, en vez de<br />
una remoción limpia de tejido óseo<br />
20 15,04<br />
con astillado cortical la presión de las mandíbulas genera el desprendimiento de parte del<br />
sector cortical del hueso, a modo de un biselado pero en un área irregular<br />
18 13,53<br />
festoneado (shredding) borde rasgado por la presión de las mandíbulas, que genera un área<br />
deprimida con múltiples fisuras longitudinales, generalmente en huesos planos<br />
4 3,01<br />
redondeado el repetido lamido del hueso genera bordes romos 7 5,26<br />
pulido apariencia brillosa o lustrada por el repetido lamido del hueso 4 3,01<br />
con punto de impacto con una escotadura semilunar, causada por el impacto o presión de un diente 2 1,50<br />
con lascado con una escotadura asociada con un negativo de lascado 1 0,75<br />
denticulado (chipped back) con series continuas de pequeñas muescas discretas superpuestas,<br />
resultando en una apariencia denticulada o aserrada<br />
1 0,75<br />
remoción sustracción de tejido óseo más sustancial que la impresión de dientes y<br />
las marcas en general, en que el contorno original del hueso no puede<br />
inferirse a partir del espécimen<br />
33 24,81<br />
remoción genérica el mascado remueve segmentos de un hueso, dejando bordes discontinuos<br />
e irregulares; a diferencia de las fracturas, no es atribuible a impactos<br />
30 22,56<br />
ahuecado ( furrowing) hoyos en hueso esponjoso, frecuentemente lineales, en forma de<br />
acanaladuras profundas<br />
6 4,51<br />
ahuecado extremo (scooping out) grandes agujeros irregulares en hueso esponjoso; es un caso extremo<br />
de furrowing, en que generalmente el hueso ha sido atravesado hasta<br />
el lado opuesto<br />
1 0,75<br />
fracturas producidas por impacto, aunque también pueden generarse por presión o<br />
palanca; a diferencia 10 de la remoción, implican un cambio morfológico<br />
pero no necesariamente atrición; aquí se describen por sus líneas<br />
10 7,52<br />
curvas 6 4,51<br />
rectas 5 3,76<br />
en punta 4 3,01<br />
irregulares 3 2,26<br />
escalonadas 1 0,75<br />
fisuras grietas generalmente lineales en hueso que no llega a colapsar totalmente 3 2,26<br />
total 45 33,83<br />
6,24 mm. Sigue en importancia la remoción de segmentos<br />
óseos, mayormente genérica (Tabla 1). Con menor frecuencia<br />
se presentan las fracturas por la acción de dientes, que son tanto<br />
longitudinales (n = 4 especímenes) como diagonales (n =3)y<br />
transversales (n = 3), y presentan líneas curvas, rectas, en<br />
punta, irregulares y en un sólo caso de aspecto escalonado
128<br />
Tabla 2<br />
Partes esqueléticas en las distintas concentraciones del sitio. Abreviaturas: tej. = tejido(s); indet. = indeterminado; frag. = fragmento; der. = derecho; izq. = izquierdo;<br />
ds = distal(es)<br />
Table 2<br />
Skeletal parts in the different concentrations at the site<br />
Concentración N especímenes Elementos presentes Segmentos articulados Presencia sustancial de tej.<br />
blandos y cuero<br />
A 22 cráneo, mandíbula, dientes, atlas, axis,<br />
2: cabeza-mandíbula y<br />
no<br />
vertebras cervicales 3a a 5a, vértebra lumbar vertebras (excepto lumbar)<br />
B 18 húmero, radio-ulna, carpianos, metacarpo,<br />
sesamoideos, falanges 1as a 2as<br />
C 16 fémur, tibia, calcáneo, astrágalo, tarsianos,<br />
metatarso, sesamoideos, falanges 1as a 3as<br />
(Tabla 1). En general esto indica la fragmentación de los huesos<br />
en estado fresco. <strong>Los</strong> huesos largos suelen presentar un sector<br />
de la línea de fractura en forma de U. Por último, sólo se<br />
registró otro tipo de daño, las fisuras (Tabla 1), que aparecen<br />
asociadas a casos de remoción de segmentos óseos.<br />
6. Discusión<br />
Las propiedades del sitio de matanza y de las modificaciones<br />
óseas observadas, especialmente en el cuello y la cintura pélvica,<br />
ponen en evidencia un patrón característico de los <strong>pumas</strong><br />
(Wilson, 1984; Borrero y Martín, 1996; Borrero et al., 2005).<br />
Como en Patagonia, se observa además un aprovechamiento<br />
intenso del fémur proximal y la separación de la cabeza del<br />
mismo. Las perforaciones tienen un tamaño concordante con<br />
observaciones de la acción de <strong>pumas</strong> en la Patagonia y en la Puna,<br />
y también es consistente la distribución de los daños en las<br />
distintas partes esqueléticas. Es asimismo característica del<br />
puma la remoción de áreas del hueso dejando bordes mellados.<br />
Además muchas marcas de ahuecado observadas en el Diamante<br />
representan anchos surcos donde es posible inferir nítidamente la<br />
A.S. Muñoz et al. / Geobios 41 (2008) 123–131<br />
1 (todos los especímenes<br />
de la concentración):<br />
húmero-falange 2a (lado der.)<br />
1 (todos los especímenes<br />
de la concentración):<br />
fémur-falange 3a (lado izq.)<br />
2: pelvis-fémur (lado der.)<br />
y vertebra lumbar 1a-sacro<br />
sí: desde radio-ulna ds<br />
sí: desde falanges 1as ds<br />
(incluye pezuñas)<br />
E 23 escápula, costilla, vértebras lumbares, sacro,<br />
pelvis, fémur, hueso largo indet., frag. indet.<br />
no<br />
F 18 fémur, tibia, calcáneo, astrágalo, tarsianos, metatarso, 1: calcáneo-falanges 3as (lado der.) sí: desde calcáneo<br />
sesamoideos, falanges 1as a 3as<br />
(incluye pezuñas)<br />
G-G0 31 húmero, radio-ulna, carpianos, metacarpo,<br />
1: radio-ulna-falanges 3as (lado izq.) sí: desde radio-ulna ds<br />
sesamoideos, falanges 1as a 3as, cráneo,<br />
diente, vértebra torácica, vértebra lumbar,<br />
frag. axial, frag. apendicular, frag. indet.<br />
(incluye pezuñas)<br />
H 5 cráneo, húmero ninguno no<br />
trayectoria del diente, similares a las marcas individuales que<br />
producen otros grandes félidos en el tejido esponjoso de las<br />
epífisis, que son anchas, profundas a irregulares (Haynes, 1985<br />
en Martín y Borrero, 1997; Haynes, 1983).<br />
Si bien en el Diamante no se observa una correlación entre la<br />
cantidad de modificaciones en los distintos elementos (Tabla 3)<br />
y su rendimiento económico (Borrero, 1986), como también<br />
sería el caso en Patagonia (Borrero et al., 2005), parece haber<br />
cierta relación general con el rendimiento diferencial de la<br />
anatomía del guanaco, ya que se habrían consumido<br />
preferencialmente regiones axiales y los segmentos superiores<br />
de las extremidades, con gran contenido cárnico, y a través de la<br />
perforación y fracturas el contenido graso intra-óseo de estos<br />
segmentos y de la cabeza.<br />
Aunque característicos, los daños registrados en el Diamante<br />
evidencian sin embargo un consumo de este guanaco más<br />
intensivo y extendido a más elementos de diferentes regiones<br />
del esqueleto que lo registrado hasta ahora en otros estudios. Se<br />
destaca en particular la destrucción sustancial del cráneo, a<br />
diferencia de lo observado en Patagonia y Norteamérica, donde<br />
los daños en esta región anatómica tienden a ser más leves.<br />
Tabla 3<br />
Clasificación de huesos de acuerdo a la abundancia de daños por espécimen. <strong>Los</strong> elementos están ordenados de acuerdo a la cantidad de daños, incluso dentro de cada<br />
categoría<br />
Table 3<br />
Ranking of bones after the abundance of modifications per specimen<br />
huesos con más de 20 daños por espécimen pelvis - cráneo<br />
huesos con 10 a 20 daños por espécimen fémur - sacro - húmero - vértebras cervicales - radio-ulna<br />
huesos con menos de 10 daños por espécimen vértebras lumbares - tibia - atlas - axis - vértebras torácicas - falanges<br />
– costilla- escápula - metatarso<br />
huesos sin daños de carnívoro que no están cubiertos por tejidos mandíbulas - tibia - astrágalo - calcáneo - tarsianos<br />
huesos sin daños aparentes de carnívoro cubiertos por metacarpos - carpianos - metatarso - astrágalo - calcáneo - tarsianos -<br />
Q1 tejidos y cuero (ver Figura 5)<br />
sesamoideos - falanges
6.1. Intensidad del aprovechamiento del guanaco<br />
Las razones posibles de esta intensidad en el consumo del<br />
guanaco se plantean aquí a manera de hipótesis, y serán<br />
analizadas en futuras rondas de la investigación. Una de ellas<br />
podría relacionarse con que el cerebro suele ser una fuente<br />
estable de grasas en casos de estrés nutricional de las presas<br />
(Stiner, 1991, p.e.), lo que justificaría su acceso por el puma a<br />
través del cráneo. Sin embargo, esto no debe interpretarse<br />
necesariamente como la probabilidad de estrés en la población<br />
de guanacos del Diamante, ya que podría tratarse específicamente<br />
de un individuo malnutrido o enfermo. Esto es bastante<br />
común en los <strong>pumas</strong>, que cazan una baja proporción de<br />
ungulados adultos y entre ellos suelen atacar a los que están más<br />
débiles.<br />
De tratarse de estrés en la población de guanacos en general,<br />
en cambio, no se debería esperar una explotación tan intensiva<br />
de los mismos. Más bien, el intensivo aprovechamiento de la<br />
carcasa y la presencia de marcas en abundantes huesos son<br />
consistentes con condiciones de estrés por parte de los<br />
carnívoros (Borrero y Martín, 1996). Tal estrés suele implicar<br />
A.S. Muñoz et al. / Geobios 41 (2008) 123–131 129<br />
Fig. 4. Ejemplos de los daños registrados en el sitio estudiado. a: cabeza; b: cuello, columna y sacro; c: extremidades delanteras; d: pelvis y extremidades traseras.<br />
Fig. 4. Examples of bone modifications at the studied site.<br />
escasez de alimentos derivada de una alta tasa carnívoros:<br />
herbívoros, siendo la disponibilidad de alimentos el principal<br />
factor regulador de las poblaciones de <strong>pumas</strong> (Pierce et al.,<br />
2000).<br />
Por otra parte, no hay ungulados pequeños en el área, siendo<br />
el guanaco el único disponible. El individuo estudiado tiene<br />
además una considerable masa corporal. Como se señaló, el<br />
mayor aprovechamiento del guanaco respecto de la oveja en<br />
Patagonia se atribuye a una mayor dificultad relativa en la caza<br />
de los camélidos por el puma, especialmente en verano, cuando<br />
se suma además la presencia de crías (Borrero et al., 2005), y<br />
éste podría ser el caso también en el Diamante.<br />
La estación de la caza del guanaco estudiado podría ser otro<br />
factor de la intensidad de su aprovechamiento. Este sitio parece<br />
corresponder a la estación cálida, ya que en invierno los<br />
guanacos (y posiblemente también los <strong>pumas</strong>) suelen descender<br />
a áreas que no sufren un congelamiento estacional. La<br />
topografía del sitio es concordante, puesto que se trata de un<br />
lugar protegido y apropiado para el acecho, un tipo de locus que<br />
en Patagonia es recurrentemente usado en verano, cuando los<br />
guanacos no son tan vulnerables (Borrero et al., 2005). En este
130<br />
contexto debe tenerse en cuenta la posibilidad de la presencia<br />
de crías.<br />
Por otro lado, no es posible descartar el acceso secundario de<br />
carroñeros a la carcasa estudiada. En el Diamante éste podría ser<br />
el caso de los zorros, que tienen un poder masticatorio mucho<br />
menor que los <strong>pumas</strong> y podrían ser los responsables de algunas<br />
marcas más sutiles dentro del conjunto, vinculadas con el<br />
mascado recurrente de los huesos en sí más que su perforación o<br />
remoción durante el consumo de la carcasa (ver Haynes, 1983).<br />
De todos modos sólo se trata de unos pocos especímenes,<br />
particularmente las diáfisis de húmero, con abundante poceado, y<br />
de fémur, con los extremos fracturados redondeados por la acción<br />
de la saliva. La intervención de zorros podría explicar también<br />
una incidencia relativamente alta de los surcos, con una<br />
proporción semejante a la de perforaciones y poceado (Tabla<br />
1), algo que no sería muy típico de los félidos (Haynes, 1983;<br />
Borrero y Martín, 1996), si bien se han registrado surcos en<br />
algunos casos (Munro, 1995; Martín y Borrero, 1997). En el<br />
Diamante, algunos surcos se presentan incluso asociados a daños<br />
característicos de puma como fracturas y grandes perforaciones.<br />
Por otra parte, sabemos que los zorros generan daños de muy baja<br />
intensidad (Borrero y Martín, 1996; Nasti, 2000; Mondini, 2003,<br />
p.e.). Así, si bien la acción de carroñeros pudo contribuir al<br />
consumo de la carcasa estudiada, no puede dar cuenta del patrón<br />
general de combinación e intensidad de los daños en este caso.<br />
En suma, la intensidad en el consumo del guanaco inferida<br />
en el caso del Diamante podría estar vinculada a que se trata de<br />
una presa grande, que supone mayores dificultades para la caza.<br />
La inusual destrucción del cráneo y el consumo de los<br />
nutrientes intra-óseos de la cabeza pueden estar vinculados con<br />
que la presa no se encontrase en buen estado nutricional al<br />
momento de su muerte. Además este guanaco habría sido<br />
cazado en primavera/verano, incluso tal vez por una madre con<br />
sus crías, lo que también incidiría en un consumo más<br />
exhaustivo. No podemos descartar condiciones de estrés en los<br />
carnívoros, que deberemos seguir investigando. Finalmente,<br />
factores más estructurales como el hecho de que el guanaco es<br />
el único ungulado en el área contribuyen a explicar su<br />
exhaustivo consumo por el puma.<br />
6.2. Algunas implicaciones<br />
Una de las implicaciones de la intensidad de consumo<br />
observada en el Diamante es que la capacidad destructiva de los<br />
<strong>pumas</strong> desde el comienzo mismo de la trayectoria de obtenciónconsumo<br />
final de las carcasas bajo condiciones como las que<br />
caracterizan a la Reserva Laguna del Diamante puede ser<br />
mayor a lo más comúnmente informado. Así los <strong>pumas</strong> pueden<br />
distorsionar bastante los conjuntos residuales, removiendo no<br />
sólo hueso esponjoso sino también cráneo, incluso en<br />
individuos maduros. Así, su acción en el registro fósil puede<br />
ser fácilmente identificable en casos como éste, ya que sus<br />
trazas son diagnósticas e intensas y se encuentran distribuidas<br />
en distintos huesos. A pesar de ello, varios segmentos de la<br />
carcasa permanecen articulados, por lo que de no mediar otros<br />
procesos significativos pueden incorporarse a la litósfera aún en<br />
conexión anatómica.<br />
A.S. Muñoz et al. / Geobios 41 (2008) 123–131<br />
Por otro lado, conjuntos residuales como el aquí presentado<br />
podrían no resultar tan productivos como fuentes de carroñeo<br />
para aves, zorros e incluso humanos. El área de Laguna del<br />
Diamante habría sido ocupada desde hace al menos 2100 años<br />
por grupos humanos que se asentaron durante el verano en las<br />
cotas bajas para desarrollar tareas específicas, principalmente la<br />
caza de guanacos y aves acuáticas (Durán et al., 2006). Esto<br />
implica un potencial uso compartido de estos sectores del<br />
paisaje. <strong>Los</strong> asentamientos humanos habrían ocurrido aquí en<br />
puntos protegidos, próximos a cuerpos o cursos de agua y con<br />
disponibilidad de leña (Durán et al., 2006), lo que en muchos<br />
casos, como el que se presenta aquí y otro observado en el área<br />
(obs. pers.), representa un tipo de localización coincidente con<br />
la de las matanzas de <strong>pumas</strong>. Así, si bien no es esperable el uso<br />
de sitios de matanza como fuente de carroñeo bajo condiciones<br />
como las actuales, sí puede esperarse la mezcla de materiales<br />
zooarqueológicos y ‘‘naturales’’.<br />
En suma, las características de la acción tafonómica del<br />
puma son más variadas de lo hasta ahora observado, y el<br />
conocimiento sobre los rangos de esta variación y las<br />
condiciones bajo las cuales ocurre requiere ser profundizado.<br />
7. Conclusiones<br />
Se ha presentado un estudio actualístico sobre la carcasa de<br />
un individuo de guanaco de entre 6 y 9 años de edad, muerto y<br />
consumido por uno o más <strong>pumas</strong> en la Reserva Laguna del<br />
Diamante, Mendoza, Argentina. <strong>Los</strong> resultados muestran que:<br />
(A) El 34 % de los especímenes presenta modificaciones óseas<br />
asignables a carnívoro, y en particular a puma; (B) <strong>Los</strong> daños<br />
corresponden principalmente a marcas, con surcos, perforaciones<br />
y poceado en proporciones similares; (C) El tamaño de<br />
las perforaciones tiene un promedio de 5,51 mm; (D) <strong>Los</strong> daños<br />
en los bordes de los especímenes son frecuentes e incluyen<br />
bordes irregulares, mellados, aplastados y con astillado<br />
cortical; (E) <strong>Los</strong> huesos presentan distintos tipos de remoción<br />
por mascado, que incluyen el ahuecado; (F) Con menor<br />
frecuencia se registraron fracturas de los huesos; (G) No se<br />
descarta el acceso secundario de carroñeros como los zorros,<br />
pero éstos no dan cuenta de la combinación e intensidad<br />
generales de los daños presentes en este caso; (H) En conjunto,<br />
estos daños evidencian un consumo más intensivo de este<br />
guanaco que lo registrado en otros estudios sobre <strong>pumas</strong>.<br />
Agradecimientos<br />
El financiamiento necesario para la investigación provino de<br />
subsidios otorgados por la ANPCyT a V. Durán y por la<br />
Fundación Antorchas a M. Mondini y S. Muñoz. El trabajo de<br />
campo fue posible gracias al apoyo brindado por el equipo de<br />
Guardaparques de la Reserva Laguna del Diamante, a quienes<br />
estamos muy agradecidos. El trabajo de laboratorio se realizó<br />
en el Instituto Nacional de Antropología y Pensamiento<br />
Latinoamericano, Buenos Aires (Argentina). Nuestro agradecimiento<br />
es también para P. Fernández, L. Borrero y N. Munro,<br />
quienes nos facilitaron sus manuscritos para esta investigación.<br />
A. Rey Fernández elaboró la Fig. 1. Agradecemos asimismo los
comentarios realizados por evaluadores y editores. Todos los<br />
errores son de nuestra exclusiva responsabilidad.<br />
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