abba y el mensaje central del nuevo testamento - OpenDrive
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52 Abba Jesús 53<br />
decir lo siguiente: Dios se muestra como Padre de los discípulos en <strong>el</strong><br />
hecho de que les perdona, les concede su misericordia, se preocupa de<br />
<strong>el</strong>los y les prepara la salvación. Como vemos, todo esto está muy cerca<br />
d<strong>el</strong> significado que tenía la palabra «padre» entre los profetas. Sin<br />
embargo, vale la pena subrayar un <strong>el</strong>emento <strong>nuevo</strong>: las manifestaciones<br />
de la bondad paternal de Dios son acontecimientos escatológicos<br />
(cf. Mt 7, 11; Lc 12, 32).<br />
3) «Mi Padre»<br />
También aquí conviene empezar por una visión general de las<br />
referencias: Marcos 1 (?) 63; Mateo y Lucas juntos 1 64; Lucas solo<br />
(además) 3 65 ; Mateo solo (además) 13 66; Juan 25.<br />
La progresión de las cifras invita una vez más a que seamos<br />
prudentes con Mateo y sobre todo con Juan. Hay otra observación<br />
que hemos de tener en cuenta: Mateo ha sustituido dos veces <strong>el</strong> ho<br />
theos (Dios) d<strong>el</strong> texto marciano (Mc 3, 35; 14, 25) por «mi Padre<br />
(c<strong>el</strong>estial)>> (Mt 12, 50; 26, 29); además, en <strong>el</strong> texto de Mc 10, 40 ha<br />
añadido por su cuenta en Mt 20, 23 la expresión hypo tou patros mou<br />
(por mi Padre). Así pues, si no encontramos la fórmula «mi Padre<br />
c<strong>el</strong>estial» en los paral<strong>el</strong>os lucanos de Mt 7, 21 (Lc 6, 46) y de Mt 10,32<br />
33 (Lc 12, 8-9), todo esto nos invita a dar la preferencia a Lucas en lo<br />
que se refiere a estos dos pasajes.<br />
Hemos de <strong>el</strong>iminar otros dos textos de Mateo por razones diferentes.<br />
En Mt 18, 35 «mi Padre» aparece en contraste con «vuestro<br />
Padre» que figura en dos textos análogos: Mc 11,25; Mt 6,14-15; pues<br />
bien, como hemos visto más arriba, en este caso hay que conceder la<br />
prioridad a «vuestro Padre». En cuanto a Mt 18, 10, <strong>el</strong> verbo me<br />
kataphronesate (no despreciéis) invita a pensar que la frase se dirigía<br />
en su origen a los adversarios de Jesús; «mi Padre c<strong>el</strong>estial» no está<br />
por tanto en situación y este texto no puede pertenecer a la tradición<br />
más antigua.<br />
Nos quedan cinco referencias en las que Mateo es <strong>el</strong> único testimonio<br />
de la expresión «mi Padre (c<strong>el</strong>estial)>> (Mt 15, 13; 16, 17; 18, 19; 25,<br />
34; 26, 53); entre dichos textos, Mt 16, 17 es <strong>el</strong> que tiene más<br />
oportunidades de ser primitivo, ya que su contenido está muy cerca de<br />
Mt 11,27 (= Lc 10,22).<br />
63. Mc 8, 38 = Mt 16, 27: tou patros autou (de su Padre), a propósito d<strong>el</strong> Hijo d<strong>el</strong><br />
hombre. Este pasaje no puede figurar sin reservas entre los testimonios de la fórmula «mi<br />
Padre».<br />
64. Mt 11,27 = Lc 10 22<br />
65. Lc 2, 49; 22, 29; 24: 49.'<br />
66. Mt 7. 21; lO, 32-33; 12, 50; 15, 13; 16, 17; 18, 10.19.35; 20, 23; 25, 34; 26, 29.53.<br />
Hay que prescindir igualmente de Mc 8, 38, donde se habla d<strong>el</strong><br />
Hijo d<strong>el</strong> hombre: «Cuando venga en la gloria de su Padre (en te doxe<br />
tou patros autou) con los santos áng<strong>el</strong>es». En efecto, para este logion<br />
debe ser primitiva la versión de Lc 12,9: «d<strong>el</strong>ante de los áng<strong>el</strong>es» (sin<br />
«de Dios»). La tradición anterior a Mateo nos lo confirma, puesto que<br />
es a <strong>el</strong>la a la que se remonta <strong>el</strong> añadido d<strong>el</strong> término «Padre» en Mt 10,<br />
33: «d<strong>el</strong>ante de mi Padre (que está) en los ci<strong>el</strong>os». La frase de Mc 8, 38<br />
aparece como una combinación de las dos fórmulas.<br />
En cambio, si nuestra hipótesis sobre Mc 13, 32 está justificada,<br />
hemos de añadir este pasaje (= Mt 24, 36) a los testimonios de la<br />
expresión «mi Padre», aunque <strong>el</strong> texto diga literalmente «ho paten> (<strong>el</strong><br />
Padre); como hemos dicho, si oude ho huios (ni <strong>el</strong> hijo) puede ser<br />
considerado como un añadido, <strong>el</strong> empleo absoluto ho pater corresponde<br />
al arameo <strong>abba</strong> en <strong>el</strong> sentido de «mi Padre».<br />
En cuanto a las referencias propias de Lucas (Lc 2, 49; 22, 29; 24,<br />
29), la primera pertenece a los evang<strong>el</strong>ios de la infancia y la última a la<br />
historia postpascual; por tanto, las dos están fuera d<strong>el</strong> marco de<br />
nuestro estudio.<br />
En definitiva tenemos sólo 4 textos que merecen ser examinados:<br />
Mt 11, 27 (= Lc 10,22); Mt 16, 17; Mc 13, 32 (= Mt 24, 36); Lc 22, 29.<br />
a) Mt 11, 27 = Lc 10, 22: autenticidad<br />
Mi Padre me lo ha transmitido todo y nadie conoce al Hijo sino <strong>el</strong> Padre.<br />
tampoco conoce nadie al Padre sino <strong>el</strong> Hijo y aqu<strong>el</strong> a quien <strong>el</strong> Hijo se lo quiera<br />
rev<strong>el</strong>ar (M t 11, 27).<br />
Digamos en primer lugar unas palabras sobre la época de la<br />
tradición que representa este logion 67.<br />
En su Historia de Jesús (1876), H. van Hase, de Jena, especialista<br />
en historia de la iglesia, habló de este logion en términos que tuvieron<br />
éxito: «nos da la impresión-afirma- de ser un aerolito caído d<strong>el</strong><br />
ci<strong>el</strong>o joánico» 68. Los rasgos joánicos parecen ser ante todo: 1) <strong>el</strong><br />
conocimiento mutuo, en <strong>el</strong> que se ha visto un término sacado de la<br />
mistica h<strong>el</strong>enista; 2) la expresión ho huios (<strong>el</strong> Hijo), por la que Jesús<br />
se designa a sí mismo y que es propia de la teología de Juan (15 veces<br />
en <strong>el</strong> evang<strong>el</strong>io, 8 veces en las epístolas); en efecto, antes de él este<br />
67. Puede verse una bibliografia en G. Schrenk, o.c., 993, n. 288, y en F. Hahn,<br />
Christologische Hoheitstit<strong>el</strong>. Ihre Geschichte imjrüh<strong>el</strong>l Christ<strong>el</strong>ltum, Góttingen 1963,321-<br />
3m . . 2<br />
68. K. A. von Hase, Die Geschichte Jesu, L<strong>el</strong>pZlg 1876.422.