1 Platón comentando con su amigo Glaucón .... Y a continuación ...

Platón comentando con su amigo
Glaucón ....
Y a continuación -seguí- compara con la
siguiente escena el estado en que, con
respecto a la educación o a la falta de ella,
se halla nuestra naturaleza. Imagina una
especie de cavernosa vivienda subterránea
provista de una larga entrada, abierta a la
luz, que se extiende a lo ancho de toda la
caverna y unos hombres que están en ella
desde niños, atados por las piernas y el
cuello de modo que tengan que estarse
quietos y mirar únicamente hacia adelante,
pues las ligaduras les impiden volver la
cabeza; detrás de ellos, la luz de un fuego
que arde algo lejos y en plano superior, y
entre el fuego y los encadenados, un camino
situado en alto; y a lo largo del camino
suponte que ha sido construido un tabiquillo
parecido a las mamparas que se alzan entre
los titiriteros y el público, por encima de las
cuales exhiben aquellos sus maravillas.
-Ya lo veo -dijo.
-¡Qué extraña escena describes -dijo- y qué
extraños prisioneros!
-Iguales que nosotros -dije-, porque, en
primer lugar, ¿crees que los que están así
han visto otra cosa de sí mismos o de sus
compañeros sino las sombras proyectadas
por el fuego sobre la parte de la caverna que
está frente a ellos?
-¿Cómo -dijo-, si durante toda su vida han
sido obligados a mantener inmóviles las
cabezas?
1

-¿Y de los objetos transportados? ¿No
habrán visto lo mismo?
-¿Qué otra cosa van a ver?
-Y, si pudieran hablar los unos con los otros,
¿no piensas que creerían estar refiriéndose a
aquellas sombras que veían pasar ante
ellos?
-Forzosamente.
-¿Y si la prisión tuviese un eco que viniera de
la parte de enfrente? ¿Piensas que, cada vez
que hablara alguno de los que pasaban,
creerían ellos que lo que hablaba era otra
cosa sino la sombra que veían pasar?
-No,¡por Zeus! -dijo.
-Entonces no hay duda -dije yo- de que los
tales no tendrán por real ninguna otra cosa
más que las sombras de los objetos
fabricados.
-Es enteramente forzoso -dijo.
-Examina, pues -dije-,qué pasaría si fueran
liberados de sus cadenas y curados de su
ignorancia y si, conforme a naturaleza, les
ocurriera lo siguiente. Cuando uno de ellos
fuera desatado y obligado a levantarse
súbitamente y a volver el cuello y a andar y a
mirar a la luz y cuando, al hacer todo esto,
sintiera dolor y, por causa de las chiribitas,
no fuera capaz de ver aquellos objetos cuyas
sombras veía antes, ¿qué crees que
contestaría si le dijera alguien que antes no
veía más que sombras inanes y que es ahora
cuando, hallándose más cerca de la realidad
y vuelto de cara a objetos más reales, goza
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de una visión más verdadera, y si fuera
mostrándole los objetos que pasan y
obligándole a contestar a sus preguntas
acerca de qué es cada uno de ellos.? ¿No
crees que estaría perplejo y que lo que antes
había contemplado le parecería más
verdadero que lo que entonces se le
mostraba?
-Mucho más -dijo.
-Y, si se le obligara a fijar su vista en la luz
misma ¿no crees que le dolerían los ojos y
que se escaparía volviéndose hacia aquellos
objetos que puede contemplar, y que
consideraría que éstos son realmente más
claros que los que le muestran?
-Así es -dijo.
-Y, si se lo llevaran de allí a la fuerza -dije-
,obligándole a recorrer la áspera y escarpada
subida, y no le dejaran antes de haberle
arrastrado hasta la luz del sol, ¿no crees que
sufriría y llevaría a mal el ser arrastrado y,
una vez llegado a la luz, tendría los ojos tan
llenos de ella que no sería capaz de ver ni
una sola de las cosas a las que ahora
llamamos verdaderas? (…)
-Pues bien -dije-, esta imagen hay que
aplicarla toda ella, ¡oh, amigo Glaucón!,a lo
que se ha dicho antes; hay que comparar la
región revelada por medio de la vista con la
vivienda-prisión y la luz del fuego que hay en
ella con el poder del sol. En cuanto a la
subida al mundo de arriba y a la
contemplación de las cosas de éste, si las
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comparas con la ascensión del alma hasta la
región inteligible no errarás con respecto a mi
vislumbre, que es lo que tú deseas conocer y
que sólo la divinidad sabe si por acaso está
en lo cierto. En fin, he aquí lo que a mí me
parece: en el mundo inteligible lo último que
se percibe, y con trabajo, es la idea del bien
pero, una vez percibida, hay que colegir que
ella es la causa de todo lo recto y lo bello que
hay en todas las cosas; que, mientras en el
mundo visible ha engendrado la luz y al
soberano de ésta, en el inteligible es ella la
soberana y productora de verdad y
conocimiento, y que tiene por fuerza que
verla quien quiera proceder correctamente en
su vida pública o privada.
(Platón. República. Libro VII,514a-517c)
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Tiempo-espacio-materia, la virtualidad en el diseño o el diseño
de la virtualidad.
(La posibilidad del ser)
Autor: Mtra. Claudia A. Martínez Díaz
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EL TIEMPO EN LA VIRTUALIDAD.
Es evidente que desde los tiempos de Platón
hasta hoy, el hombre ha intentado
incesantemente explicarse todo aquello qe
no ve, pero imagina, que no realiza, pero
sueña, que no es, pero existe. Y en esa
vorágine de sensaciones, quizá su interés
más grande sea el de atrapar el tiempo, para
describirlo, relatarlo o simplemente
guardarlo, sin embargo difícil ha sido este
intento del hombre y muchos años han
pasado y pasarán para poder explicarse lo
que él ha llamado: virtualidad.
El hombre es un ser vivo, inserto en sistemas
sociales, culturales, históricos y biológicos.
En sí mismo, es una historia y no sólo porque
el tiempo transcurre en él y a través de él;
sino porque la sustancia de lo que está
construido es el tiempo mismo: lo heredado,
lo recordado, lo vivido, aquella sucesión de
momentos infinitos. Pero el tiempo, aquel
que el ser humano se ha afanado en definir y
atrapar no puede formularse si no es junto al
término de espacio y éste al de materia; es
decir, no existe -ni puede hacerlo-, el uno sin
el otro; son simplemente irreductibles.
El tiempo sólo puede ser captado por
fragmentos de temporalidad, nunca entero ni
completo, porque en la virtualidad el tiempo
nunca más es lineal sino complejo ya que
hay un tiempo físico, social, espacial, natural,
subjetivo, etc. 1
1 Apuntes tomados del seminario de teoría III, posgrado en CyAD, impartido por el Dr.
Francisco Pérez C.
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El tiempo físico construye al tiempo cultural,
aquel en el que el hombre construye su
historia. Y así como Platón nos habla de la
experiencia humana en su búsqueda de la
verdad y de lo bello, en la virtualidad
entendemos que no puede haber experiencia
humana sin tiempo, espacio y materia.
En la virtualidad el tiempo trata de suprimir el
mensaje y alargar el tiempo mismo, el
problema es que el tiempo aún con la
tecnología no es algo que pueda
aprehenderse, de tal forma que lo que hay
que subrayar es que en la realidad del
hombre, éste sólo ha experimentado
sucesión de fragmentos y en esta lucha por
intervenir al tiempo la hipertextualidad se
convierte en una experiencia virtual.
A decir de Pérez Cortés, siempre nos
encontramos en medio del tiempo, no
podemos captarlo porque cuando decimos
“ahora” ya estamos en otro momento. Así,
“el tiempo es lo que sucede cuando nada
sucede”. Y ni Platón en su mito de la caverna
pudo definir con precisión la imagen móvil de
la eternidad inmóvil.
Es aquí cuando entendemos que el tiempo
domina al hombre y no al contrario, ya que el
sujeto en su enorme necesidad de controlar,
inventa periodos, años, mediciones, relojes,
etc. Instrumentos y objetos que terminan
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controlándole por completo y en esta lucha
sin fin, no existe experiencia artística que no
sea llevada por la temporalidad.
DEFINIENDO A LA VIRTUALIDAD: EL
ESPACIO.
Pero, ¿qué es la virtualidad?
Podemos empezar por acotar que lo virtual
no se opone al realismo o a lo actual, ambas
sólo son dos maneras de ver al mundo. En la
actualidad, el hombre está viviendo un
movimiento general de virtualización, todo es
virtual: comunidades virtuales, charlas
virtuales, empresas virtuales, democracias
virtuales, hasta amigos virtuales. Lo virtual en
un sentido estricto no tiene relación con lo
falso o lo irreal e imaginario. Es, en su
manera más simple, una problematización de
la realidad; una forma de ser potente y
fecunda que favorece los espacios de
creación. La virtualidad no es –como ya
hemos dicho- una desrealización, sino una
mutación de la identidad, el objeto que se
desplaza del espacio ontológico al espacio
considerado.
Las empresas virtuales por ejemplo,
remplazan la presencia física por la
participación de la fuerza laboral en una
enorme red de comunicaciones. Esta
empresa entonces ya no se puede situar con
precisión, es nómada, dispersa.
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La virtualidad nos hace abandonar el ahí, el
ahora y el aquello, y sumergirnos en la
informatización y las redes digitales de los no
lugares, de la desterritorialización y aunque
no podamos verla; produce efectos aunque
no se sepa dónde ni cuándo. En ella entran
en juego la subjetividad, la significación y
porque no la resignificación, la multiplicación
contemporánea de espacios donde nos
hacemos nómadas y donde la temporalidad
nunca más será la misma. Ahora se salta de
una red a otra, de un sistema a otro, el
espacio se metamorfosea forzándonos a la
heterogeneidad, de tal forma que el concepto
de espacio y lugar han cambiado.
La invención de nuevas velocidades es el
primer paso de la virtualización, esta
capacidad de desplazarse –casi
mágicamente-, de un lado a otro sin tener
que moverse siquiera del lugar en el que
estamos. La virtualización es complejidad y
es donde la identidad clásica y el
desplazamiento del ser sobre la cuestión se
transgreden mutuamente, se invaden, se
confunden.
LA VIRTUALIZACIÓN Y EL SER.
En este proceso de virtualización, el cuerpo
humano, la información; la economía, los
conocimientos y la sociedad están ya en una
nueva etapa, también ellos han sufrido
modificaciones. Así, hemos sido capaces de
reconstruirnos y remodelarnos con cirugías
estéticas que nos permiten ser otros sin dejar
de ser nosotros mismos; la bioquímica en
este sentido ha permitido mejorar el humor y
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hasta la locura, todo en nuestro organismo
puede ser sintético, animal o biológico.
Ahora, hasta el esperma se ha socializado en
grandes bancos que irán a parar ¡quién sabe
dónde! El cuerpo es ahora un cuerpo
colectivo, un hipercuerpo colectivo, híbrido y
mundializado, modificable, resucitado y
fecundado.
De igual forma en la virtualización, la
percepción se ve modificada, los sistemas de
realidad virtual hacen posible la
experimentación de una integración de
diferentes modalidades receptivas, en este
sentido, el cuerpo humano se reinventa en
una heterogénesis de lo humano.
VIRTUALIDAD E IMAGEN.
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En esta contemporaneidad, las imágenes
también se modifican, ya no pueden
observarse ni crearse objetos sin
intervención de la conceptualización del
espacio-tiempo-materia, aparecen las
imágenes de síntesis que tratan de captar
movimientos, formas y figuras que sólo
existen deshaciéndose a cada instante para
poder reconstruirse casi inmediatamente,
imágenes que no se pueden comprender
inmediatamente. Las imágenes ahora son
creadas para trascender el espacio; ellas
interactúan e interconectan y se convierten
en un hipertexto, finalmente son creadas a
partir de cada una de sus interacciones y en

esta interacción regresan a los fenómenos
naturales, tratando de captar las fuerzas más
elementales de la realidad (como el agua).
El hombre, observa a la naturaleza en un
proceso de transformación permanente, en
este momento; la realidad deja de ser
estática y las capas que la componen están
en constante movimiento, así se crea una
forma de textualidad en un sistema
autopoiético, que se transforma y
retroalimenta una y otra vez.
En esta virtualidad las imágenes son
efímeras porque no pueden ser captadas
completamente, no pueden atraparse ni
aprehenderse; el tiempo, la propia
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temporalidad lo impide. Así, la imagen sólo
existe deshaciéndose en cada momento.
De esta forma el material gráfico se
volatibiliza, se trata de atrapar algo de algo,
porque atraparlo todo resultaría imposible.
En esta realidad, el referente único es la
vida, lo que intentan captar estas imágenes
es la procesualidad de lo vivo.

MATERIA, VIRTUALIDAD Y DISEÑO.
En este sentido, de lo que se trata es de
acercarse a lo indescriptible, a lo
incomprensible, llevando siempre la
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imaginación al tope, se intenta acceder a la
espontaneidad casi salvaje, donde las
manchas, como aproximación al mundo, son
un ejemplo digno de mostrar. Se trata pues,
de ver la realidad en todas sus fisuras y de
hablar a través de flujos de lenguaje que sólo
van a la deriva a través de caminos y rutas
fantasmagóricas, donde lo visible todavía es
invisible; colocándose siempre en los límites.
En este nuevo diseño se destruye el campo
visual y las figuras de lo imposible surgen.
Las imágenes son como trazos de un vacío,
inarticuladas. Maltratando siempre al
lenguaje que las representa , se trata de
figurar la ausencia, los textos son ya textos
mentales donde no hay espacialidad ni

temporalidad y donde las experiencias
humanas se definen a partir de fenómenos
extremos, generando lenguajes de
experiencias difusas.
En estos nuevos lenguajes virtuales se
edifican mundos interiores y se instituyen
mundos exteriores, en este momento no hay
centro, ni exterior ni dimensión; cuando el
hombre imagina, imagina una imagen,
buscando la distancia. De esta manera
pareciera que la actividad proyectual del
diseño generara registros solamente, al
bocetar, el diseñador se distancia de la
realidad, lo primero que hace es tratar de
representar un objeto que nunca es ni será
real, sólo una aproximación de su contexto.
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Este boceto nunca es un “paso antes” sino
siempre un fin en sí mismo y nunca logrará
conducir a alguna representación objetiva,
sin embargo; sí le permite tomar postura ante
una realidad ya que el hombre lo que
necesita es construir un mundo intermedio,
este boceto le brinda las posibilidades de
esta construcción.
En la virtualidad y el diseño, la técnica
tampoco garantiza la calidad de una obra,
pues estas obras no son más que bocetos de
la realidad, son en sí mismas, la conjunción
del espacio y el hombre nunca sabrá cuando
está terminada, porque por más que el
artista palpe la realidad jamás podrá ser
objetivo, siempre será solamente una idea,

pero jamás será completamente. En este
sentido, lo que hace lo virtual es poner a la
vista lo objetivo y lo subjetivo. Así, el sujeto
ocupa una posición virtual porque la realidad
lo coloca en medio.
La gran tragedia de la virtualidad consiste en
que el hombre puede darse cuenta de la
realidad, pero es incapaz de representarla.
En el diseño virtual, las formas crecen de
forma rizomática y arborescente. El arte es
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metafórico e intenta desesperadamente
hacer circular metáforas de la realidad. En
este sistema de alfabetos binarios y
numéricos, la imagen emerge como un
paisaje híbrido, interviniendo genéticamente
en la naturaleza, las formas surgen infinitas e
intermedias en un proceso que describe a la
naturaleza misma, es pues; la creación de
otra naturaleza. Ello quiere decir que nuestro
ser es un juego de presencias-ausencias, de
actualidades y virtualidades, de objetivos y
subjetivos. Las cosas no existen por sí

mismas, existen por nuestra mirada, por
nuestro uso, por nuestro cálculo, por nuestra
expectativa. El hombre es un animal
simbólico, es una fuerza que interpreta, que
constituye al mundo y al sentido. Virtualidad
no es algo que exprese lo contrario a
realidad, virtualidad es la manifestación de la
potencia del hombre que ha sido producido y
ha producido su propio hábitat en una
extensa red de significados.
El hombre vive en medio de las cosas, y en
medio de la representación de las
mismas. El diseño entonces, no es sólo una
visión estética, sino es todo a la vez; no debe
verse lo que se ve sino lo que no se ve, la
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forma ya nunca más estará fija, respira y se
modifica a cada instante.
El hombre construye metáforas gráficas que
lo dirigen a la pregunta inicial: ¿qué es lo
real?, el artista como tal, está imposibilitado
para entender las cosas como son, porque la
realidad lo supera; por eso la imagen que
nos llega del artista es la parte inteligible y
sensible donde los procesos de

epresentación para la imagen de síntesis
son: repetición, imitación, génesis, cambio,
alteración, fusión, metamorfosis,
deformación, etc.
Por eso el diseñador debe ser filósofo para
pensar, científico para estudiar y artista para
representar. 2
LA INVISIBILIDAD EN LA VIRTUALIDAD.
2 Frase tomada de la clase del dr. Pérez Cortés y conla que yo estoy totalmente de
acuerdo.
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En la invisibilidad, el tiempo genera un
mecanismo para no ser visible, la paradoja
existe, el tiempo existe y se mide, pero es
invisible, el tiempo muestra y oculta, pero
hace ver.
El hombre ya no se propone acceder a la
verdad porque es imposible, a lo único que
puede aspirar es a descubrir y conocer
pequeñas dosis de verdad. En la invisibilidad
la imagen sólo crea un retrato de la época,
plantea la ausencia del carácter social y da la
idea de un mundo globalizado.
No hay ya telones de fondo ni
contradicciones, sólo hay diversidad. El

hombre no ve causas ni relaciones sociales,
no hay interés económico ni sentido de
unidad, la invisibilidad se convierte en
sombra y termina convirtiéndose en realidad.
Entonces el hombre corta la realidad en
fragmentos y las visiones nunca más se
conectan y nunca más conectan a nadie. Es
pues, el reino de la indiferencia y la no
presencia…la alteridad ha muerto generando
un sistema de contradicciones.
En esta vorágine de indiferencia, los
conceptos de fragmentación y
descentralización son los que permitirán
entender el mundo de las imágenes, en este
nuevo discurso visual no se pretende decir
nada, le corresponderá al observador
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construir su propio discurso a través de
fragmentos de realidad y conocimiento, de
experiencia y de intuición, porque ahora la
realidad se construye a través de una
perspectiva: la de cada individuo. Así, el
sujeto sólo conoce una parcela de la realidad
ya que por sí mismo está imposibilitado para
conocerlo todo, sólo es posible conocer
procesos que permiten interpretar lo que no
se puede alcanzar a conocer. En esta
invisibilidad, el exceso de imágenes provoca
una ceguera especifica: orienta y guía al
sujeto hacia caminos que él no ha trazado,
sino que los medios han decidido.

La invisibilidad se convierte en hiper-
visibilidad y es aquí, donde precisamente se
encuentra el secreto, entonces la
virtualización de la sociedad convierte al
mundo, en un lugar más extraño.
LA VIRTUALIDAD O LA ESTÉTICA DE LO
EFÍMERO.
Es aquí donde la naturaleza de la imagen se
convierte en un flujo en constante
movimiento, queriendo mostrar un arte
mundializado. El tiempo se convierte en una
esencia vital cuya tentativa es la de
apropiación de un mundo efímero, de un arte
ligero, transparente, inmaterial, inestable;
que refleja una verdadera expresión de la
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realidad. Es, en esta estética, donde se
funden las lógicas del instante-presente y el
flujo y lo efímero captan el tiempo de un
mundo de conexiones ínterculturales, ínter-
sociales e íntersubjetivas.
Las imágenes son la expresión de la
fragilidad, captando energías del vacío y
fenómenos de la invisibilidad. Son éstas las
imágenes de un mundo global que hoy
sabemos, son irrepresentables y que sólo
pueden describirse fragmentándolo.
Los espacios se vuelven intersticiales y las
imágenes se encuentran entre los bordes y
las comisuras. Así, el hombre busca poner
de relieve los lugares no lugares y los

espacios vacíos, no busca orden ni lógica,
solo espacios inutilizados, efímeros. La
imagen carece de sustancia real y da lugar a
nuevos actores que son elaborados en las
interfases de un mundo computacional;
donde conviven entidades y seres híbridos,
actores de síntesis; líquidos y temporales,
porque lo que en la virtualidad se tiende a
sustituir es la realidad en bruto por la realidad
artificial.
Junto con los espacios, los cuerpos carecen
de fronteras y se convierten en cuerpos
numéricos que no tienen realidad existente y
que se ubican solamente entre la carne y el
cálculo. En la virtualidad, el espacio no es
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físico ni mental porque esa imagen no tiene
lugar, es como el tiempo: utópico.
Así, lo real se constituye por compuestos de
realidad, la realidad se fragmenta y aparece
la realidad en bruto que se encuentra en la
base, la realidad artificial, que es la generada
por el hombre y la realidad virtual, ubicada en
la punta de la estructura.
Las imágenes en la estética de lo efímero
sólo son captadas como fuerzas ligadas a

sensaciones, fuerzas que se unen y donde la
forma y la figura son concebidas.
TECNOLOGÍA VIRTUAL.
Aquí, se intenta captar al movimiento, atrapar
lo real en movimiento o el movimiento de lo
real; el hombre intenta captar la dinámica de
lo vivo porque necesita construirse,
representar y representarse en un eterno
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afán de captar a la vida en una metamorfosis
permanente, buscando conexiones en una
realidad que antes no veía. Surge entonces
una sóla lógica de la hipertextualidad que se
puede mostrar a través de cuatro modelos: 3
1.Modelo de la reducción: donde se
observa y representa a la realidad
3 Planteados por el Dr. Francisco Pérez Cortés, en la clase de seminario de teoría,
posgrado en CyAD.

liberándola de lo accesorio y yendo siempre
a lo esencial.
2. Modelo de la partición: se trata de ver y
representar a la realidad clasificándola,
ordenándola y jerarquizándola para
finalmente reorganizarla.
3. Modelo de la analogía: aquí la realidad
se ve y representa por medio de semejanzas
y similitudes, se une o se separa y es donde
se da un crecimiento arborescente: por
conexiones y analogías.
4. Modelo de simulación: sólo intenta
conectar simulando interacciones de lo real .
21
Es decir, cuando en lo real las cosas no son
posibles, aquí sí lo son.
En la virtualidad no hay obra terminada
nunca, sólo límites establecidos y estas
obras son el resultado de la aplicación de
modelos paradigmáticos. Entonces el punto
de equilibrio es el trabajo creativo, donde se
pone de manifiesto un diálogo que construye
y conversa siempre.
PENSAMIENTO Y VIRTUALIDAD.
El hombre convive con la virtualidad desde
que es homo sapiens. El sujeto es virtualidad
porque no sólo muere, sino porque sabe que

va a morir. En este sentido, podemos afirmar
que estamos viviendo en y con la imagen y
comprendiéndola también, ya que nuestra
naturaleza y nuestro sistema ordinario
conceptual, son fundamentalmente
metafóricos.
Podemos comprender entonces que las
acciones humanas, las percepciones y el
lenguaje son herramientas que nos permiten
construir realidad, una realidad interpretada y
comprensible a través de la acción.
El mundo del otro es otro mundo, porque el
pensamiento genera un conjunto organizado
en las interacciones humanas, entrelazando
emociones, conocimientos y signos que
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habitan y que son diferentes para cada
sujeto. El mundo humano es virtual porque
no existe dimensión específica y concreta
que no esté embargada por la invisibilidad, la
potencia, la posibilidad. Este animal
simbólico, este imaginario constituyente; es
un todo integrado por componentes o
espacios virtuales; el hombre vive, por lo
menos, en tres grandes virtualizaciones a
decir de Lévy: la virtualización del

lenguaje, la virtualización de la técnica y
la virtualización de las instituciones. Ellas
evidencian un movimiento contemporáneo
donde las mutaciones crean la reanudación
de la autocreación de la humanidad, ya que a
partir de la invención del lenguaje habitamos
un espacio virtual, reelaboramos y re-
interpretamos. No sólo lenguajes plásticos,
sino visuales, musicales, etc. Ha medida que
el lenguaje se complejiza hay más posibilidad
de imaginar la alteridad. Bajo este mismo
discurso, la abundancia de técnicas ofrece
herramientas que virtualizan una
combinación de órganos que logran
convertirse en extensiones el cuerpo. Así, el
objeto técnico se mira desde cuatro modos
de ser:
1.Problematización
2. Desterritorialización
3. Paso a lo público
4. Recomposición
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En este sentido, las herramientas ya no son
conductoras de un acto singular sino un
depósito de posibles, junto con una creciente
complejidad en las instituciones. En efecto,
las instituciones, los rituales, las religiones,
las morales, la ley, las normas económicas y
políticas virtualizan. En las instituciones el
sentir del hombre, sus ideas; no
desaparecen, no se desrealizan (como lo
afirmaría Baudrillard), sino que se
mediatizan, se domestican, se hacen pender:
se virtualizan.

Es este aspecto simbólico de la virtualidad, el
que se expresa cuando nos percatamos que
el todo no es la suma de las partes, ya que el
todo —el mundo— no es sólo un
amontonamiento de cosas, de partes; el todo
es una red significativa, compleja; un hiper-
mundo, un sistema en el que existen
relaciones de las partes entre sí y de las
partes con el todo. De igual modo, la parte,
como tal es invisible, impresentable; ella sólo
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adquiere significado como parte cuando se le
inserta en una totalidad, cuando se le
percibe en el contexto. La percepción no es
puntual, siempre es gestáltica: una dialéctica
imprescindible entre el fondo y el primer
plano. Pero además, es imposible afirmar
que el todo está contenido en la parte: pues,
¿cómo entonces podríamos comprender el
mundo en el átomo 4 ?, por ejemplo.
CONCLUSIÓN.
El hombre es al decir de Heidegger, ser en el
mundo. Real y virtual son inseparables, por
esto, porque somos ser en el mundo,
estamos suspendidos en tramas de
4 Esta postura, puede observarse en la película “¿y Tú qué #$%&/(=& sabes?”, donde se
muestra la complejización y estudio del átomo y partículas de agua, a partir precisamente
de la virtualidad.

significados, tramas urdidas por nosotros
mismos. En este sentido no habitamos
mundos, sino hipermundos, no somos sólo
imágenes sino hiperimágenes y no utilizamos
sólo textos sino hipertextos 5
En la filosofía de Nietzsche se distingue entre
voluntad de verdad y voluntad de creación,
ambas significan voluntad de poder: la
voluntad de verdad se convierte en una
fuerza reactiva cuando se muestra,
generando empobrecimientos y
5 Entendiendo al hipertexto como un soporte dinámico y una red de dimensiones, lleno de
múltiples recorridos y posibilidades.
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homogeneizaciones de la vida. También la
voluntad de creación se convierte en una
fuerza de vida y de diferenciación, en una
potencia activa. Bajo este mismo discurso, la
virtualidad es un vector de creación de
realidad, de plasmación de sentido, de
interacciones múltiples y quizás infinitas. Por
esta razón no puede reducirse a una
conceptualización teórica a la virtualidad, no
es, aclarémoslo bien y de una vez por todas,
el espacio digital o de diseño asistido por
computadora y pobre de aquel que así lo
entienda, pues correrá el riesgo de perderse
en su propia vorágine virtual. Y si resultase
mejor, aparte de Nietzsche y Lèvy

ejemplificar desde Baudrillard, podríamos
concluir afirmando que para este pensador,
la virtualidad es la tesis posmoderna de las
fantasmagorías: un espacio que ya no es real
y donde la era de la simulación se abre hacia
un sistema artificial de signos, no estamos
hablando de imitación o reiteración, simple y
sencillamente de una suplantación de lo real
por los signos de lo real.
En la virtualidad, El mundo entonces no es
lógico, como lo quería Hegel; sino número.
No es hecho, sino posibilidad; es decir:
probabilidad. La virtualidad es pues, la
posibilidad ser.
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BIBLIOGRAFÍA.
1. Baudrillard, J., (1978) Cultura y
simulacro. Barcelona, Edit. Kairós.
2. Castells, M., (1997) La era de la
información. Madrid, Alianza Editorial.
3. Giddens, A., (1993) Consecuencias de
la modernidad. Madrid, Alianza
Editorial.
4. Heidegger, M., (1994) La pregunta por
la técnica, en Conferencias y artículos,
Barcelona, Edit. Serbal.
5. Kerchove, D., (1999) Inteligencia en
conexión. Barcelona, Ed. Gedisa.
6. Landow, G., (1998) Hipertexto, Ed.
Paidós, 1996.
7. Lévy, P.,(1998) ¿Qué es virtual?
Barcelona, Edit. Paidós.
27
8. Nietzsche, F., (1992) Fragmentos
póstumos. Bogotá, ,Edit. Norma.
9. Pérez Cortés, F., (2003) Lo material y
lo inmaterial en el arte-diseño
contemporáneos. México, Ed. UAM.
10. Platón. República. Libro VII.
11. Apuntes de clase de seminario de
teoría III, impartido por: Dr. Francisco
Pérez Cortés y Mtro. Andrés de Luna
Olivo. Posgrado en CyAD, UAM-X.
Nota: La mayoría de las obras utilizadas
para este ensayo, son propiedad del
artista visual:Dieterich Helz.
Las obras del Total Justice son propiedad
de Marvel Comic.

Tiempo-espacio-materia: la virtualidad en el diseño o el diseño
de la virtualidad.
(La posibilidad del ser)
Presenta: Claudia Martínez Díaz –.maestría en CyAD – Seminario de teoría III
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