13.07.2015 Views

Descarga - Campus Tlalpan

Descarga - Campus Tlalpan

Descarga - Campus Tlalpan

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

04-CSO-CC-IE-0208-HABILIDADES LECTORASHabilidades Lectoras en estudiantes universitarios de la carrerade Comunicación.Guadalupe Díaz Castellanosguadalupe.diazc@uvmnet.edulupitadcastellanos@yahoo.com.mxRESUMENEl presente trabajo tiene como finalidad, investigar la problemática existente enMéxico específicamente en la población universitaria acerca del hábito de lalectura y de las habilidades relacionadas con este tema, sobre todo desde elimpacto que ha tenido el surgimiento de las nuevas tecnologías, en específico elInternet y la revolución que está viviendo actualmente el mundo entero, en lo quehoy se conoce como la Sociedad de la Información.Para ampliar dicha investigación se realizó un instrumento, en donde se pretendeidentificar los hábitos y habilidades que tienen los estudiantes de Comunicación,en torno a la lectura y qué tan familiarizados están con conocimientos generalessobre literatura contemporánea latinoamericana, el cual se aplicó a 42 estudiantesde la Licenciatura en Ciencias de la Comunicación de la Universidad del Valle deMéxico, campus <strong>Tlalpan</strong>, durante los meses de junio y julio del 2008. Cabemencionar que dicho instrumento fue validado por dos jueces y su aplicación fueuna prueba piloto que pretende evaluar su viabilidad y pertinencia.De ahí que es importante conocer en primera instancia, qué leen los estudiantesde la carrera de comunicación y cómo compite el Internet con otros textos escritos.Esto sería un primer paso para entender qué tan diferente a la lectura tradicionales la que se realiza en Internet, qué otras habilidades se ponen en juego y cuálsería la pertinencia entonces, del texto escrito y/o impreso en su desarrolloprofesional y en su vida cotidiana. A largo plazo, esta investigación permitiríadiseñar estrategias de enseñanza-aprendizaje, en las que los estudiantesaprendan a utilizar de manera equilibrada y crítica tanto el Internet como losdiversos textos escritos y/o impresos a los que tienen acceso.INTRODUCCIÓNEl presente trabajo pretende investigar la problemática existente en Méxicoreferente a los hábitos y habilidades de lectura en la población universitaria, sobretodo desde el impacto que ha tenido el surgimiento de las nuevas tecnologías, en


específico el Internet y la revolución que está viviendo el mundo, en lo que seconoce como Sociedad de la Información.Por en ello, en primera instancia se incluye la delimitación que guiará estainvestigación, y el universo desde el cual se analizará el problema planteado. Sepresentan también las principales justificaciones para realizar este trabajo y lapertinencia del mismo. En tercer término se incluye el marco teórico, donde sesintetizan diferentes puntos de vista de especialistas en la materia.Para ampliar dicha investigación se realizó un instrumento, con el que se pretendeidentificar los hábitos y habilidades que tienen los estudiantes de Comunicación,en torno a la lectura y qué tanto dominio tienen de conocimientos generales sobreliteratura contemporánea latinoamericana. Fue validado por dos jueces y a partirde una prueba piloto aplicada a 42 estudiantes de la Licenciatura en Ciencias de laComunicación de la Universidad del Valle de México, campus <strong>Tlalpan</strong>, durante losmeses de junio y julio del presente año.Se ofrece también una descripción de los principales resultados que arrojó laaplicación del instrumento y un primer análisis de las frecuencias y constantes enlas respuestas que se dieron, donde se trata de hacer un cruzamiento entre éstasy la información del marco teórico. Se cierra este trabajo con las principalesconclusiones a las que se llegó con la realización del mismo.DESCRIPCIÓN DEL PROBLEMAEn un estudio de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico(OCDE), se revelaron serios problemas en la capacidad lectora de los jóvenes queconcluyeron la educación media en los 36 países encuestados, en el que tambiénse demostró las graves insuficiencias en el desempeño de las institucioneseducativas, en particular las de educación superior, de capacitar a los alumnospara desarrollar habilidades que les permitan acceder y usar la información, paradespués transformarla en conocimiento.El escaso o nulo interés que tienen los estudiantes hacia la lectura, así como ladificultad para concretar sus propias ideas de manera escrita ha sido unaconstante tras varios años de experiencia docente 1 .Vivimos en un momento en elque el grado de acceso al conocimiento determina nuestro papel en la sociedad,en el que disponemos de muchos medios para obtener información (orales,escritos, audiovisuales, informáticos, etc.) y que se conoce como la era de lainformación o era digital. El Internet, como ejemplo, es una herramienta que ya esaccesible para casi todos, pernea nuestra vida cotidiana y por supuesto, esutilizada con frecuencia y de manera familiar por los estudiantes de comunicación.Esto ha sido determinante para que sus formas de lectura sean distintas, menos1 Específicamente ocho años de experiencia docente en la carrera de Comunicación (tanto en laUAM-Xochimilco como en la Universidad del Valle de México), principalmente con materiasrelacionadas con el uso del lenguaje escrito.


lineales, más interactivas, múltiples y que por supuesto, el texto escrito resultepoco atractivo frente a las posibilidades que ofrece el Internet.Esta relación que los estudiantes mantienen con la lectura puede resultarparadójica, si pensamos que vivimos un momento en el que como nunca antes esmuy sencillo acceder a cualquier tipo de información y en el que el grado deacceso al conocimiento determinan en gran medida nuestro desenvolvimiento,lugar y oportunidades, como miembros activos de la sociedad. Es decir, ¿cuál esel motivo por que el que, a pesar de tener un acceso casi inmediato a lainformación que deseen, los jóvenes en la actualidad tienen dificultad paradesarrollar sus habilidades de lectura y escritura? ¿Cuál será el impacto quetienen las nuevas tecnologías, en especial el Internet, en esto? ¿Cómo determinasu proceso de enseñanza-aprendizaje, sobre todo considerando que el pasoinmediato y posterior que deben dar los estudiantes, después de su formaciónprofesional es la inserción en la vida laboral?MARCO TEÓRICOLa revisión de la información sobre este tema hizo necesario sistematizarla envarias líneas o subtemas que convergían alrededor del problema de la lecturaentre los alumnos de educación superior. En primera instancia se hace unacercamiento al concepto de lectura, eje fundamental de este trabajo, comoproceso de comunicación y actividad social. En segundo lugar, se concentra todala información relacionada con la lectura en estudiantes de nivel superior. Enotro apartado están todos los escritos relacionados con el impacto de las nuevastecnologías en las habilidades de lectura del estudiante, y en el futuro deltexto impreso. Por último, el siguiente rubro comprende todos los escritosrelacionados con el Internet, su conceptualización y desarrollo, así como elpapel que juega en el ámbito educativo.1.1 La lectura y las habilidades lectorasLa actividad de leer es una tarea que ayuda a que las personas tengancapacidades efectivas para el estudio y les permite satisfacer plenamente susnecesidades de comunicación. Es decir, si no se aprende a leer correctamente, através de toda la vida del individuo habrá rezagos, fallas en la forma de estudiar,escasa cultura, posibles fracasos y lectores incompetentes. La lectura es unproceso interactivo de comunicación en el que se establece una relación entre eltexto y el lector, quien al procesarlo como lenguaje e interiorizarlo, construye supropio significado y le otorga un sentido particular según sus conocimientos yexperiencias en un determinado contexto. Por tanto, el proceso lector es único encada uno de los individuos y depende de los conocimientos y de las experienciasprevias que permiten darle un significado a lo que lee.Desde esta perspectiva, el acto de leer se convierte en unacapacidad compleja, superior y exclusiva del ser humano en la quese comprometen todas sus facultades simultáneamente y quecomporta una serie de procesos biológicos, psicológicos, afectivos y


sociales que lo llevan a establecer una relación de significadoparticular con lo leído y de este modo, esta interacción lo lleva auna nueva adquisición cognoscitiva. (Arenzana y García, 1995)A partir de estas concepciones, se puede decir que la lectura es una actividadsocial y fundamental para conocer, comprender, consolidar, analizar, sintetizar,aplicar, criticar, construir y reconstruir los aprendizajes que el individuo adquierepara finalmente formar una visión del mundo a partir de su propio significado.Según Arenzana y García (2000), la lectura desarrolla las habilidades de atención,concentración, memoria, agudiza las capacidades de asociación, análisis ysíntesis, establece vínculos causales y explicativos, incrementa el vocabulario,mejora la capacidad de expresión, realiza abstracciones, soluciona y asimilanueva información y pone en práctica su capacidad para seguir secuencias.Rufinelli (1989) hace una tipología de las lecturas y las divide en: libros, que tienenel campo más amplio pues pueden hablar de lo que sea y tener cualquier formato;los folletos, que tienen una duración menor que la de un libro y casi siempreabordan solo un tema, son de corte científico o técnico; los periódicos, dirigidos aun público que intenta mantenerse al día, que sólo se leen una vez, y muchasveces sólo las notas relevantes (es raro que se lean periódicos atrasados, si es asíserá para efectos de investigación); las revistas de historietas, fotonovelas, deentretenimiento e ilustración, que satisfacen el gusto del grueso de lectores. Tantoel ámbito social en donde se desarrolla la lectura, como la intención y el estadoemocional con que se lea, determinan la forma en que se comprende el texto.El concepto que se tiene de la lectura, así como el escenario socialen que se lleva a cabo, condicionan de manera directa lacomprensión del texto. Además influye el fin y el propósito que setiene al leer: si por obligación, con fines académicos, recreativos, opor ociosidad. En cambio si la lectura es libre y de búsquedapersonal para aprender más y descubrir el pensamiento de otros,propicia la creación y la recreación y se vuelve un recurso infinito deconocimiento y de acceso al mundo. (Arenzana y García, 2000).Es decir el proceso lector comienza con la representación del texto escrito paradespués procesarlo obteniendo el significado de lo que se está leyendo, y asípoder interpretarlo y comprenderlo. Por lo tanto leer implica la comprensión de unmensaje codificado en signos visuales, y es un proceso mental que incluyecaptación, comprensión e interpretación de cualquier material escrito; en donde laeficacia de la lectura depende de que la necesidad de conocimientos y laestimulación estén suficientemente desarrolladas.Por lo tanto toda lectura es interpretación y lo que el lector es capaz decomprender y de aprender a través de ella depende de lo que conoce y cree antesde realizarla. (Ferreiro y Gomez, 1996) Es necesario contar con dichos elementospara que la lectura sea eficaz y significativa, de igual forma las habilidades quemovilizan la lectura exigen no sólo determinado nivel de maduración neurológica;sino que estas disposiciones se activen y ejerciten durante largo tiempo, para que


crear un lector avanzado. El proceso lector es una actividad compleja, ya que nosólo implica el movimiento ocular sino también los conocimientos previos delindividuo, la comprensión del texto y el interés que se tenga en el mismo. Todosestos elementos procesan la información dando lugar al significado del texto.Como bien se sabe los hábitos comienzan a formarse a partir de la repetición deuna conducta, aunque evidentemente se necesitan de ciertas habilidades parallevarla a cabo. En el ámbito de la lectura, este hábito debe inculcarse sobre todoen edades tempranas en donde los niños tienen mayor capacidad tanto deabstracción de conocimientos nuevos como de retención. Como comenta Robles(2006) en el artículo publicado por la Jornada El hábito de la Lectura se inculca nose impone, los programas encaminados a promover la lectura (Hacia un país delectores y dentro de él las bibliotecas escolares y de aula) no están haciendolectores porque obligan a leer. Cuántas veces no escuchamos decir entre lapoblación universitaria, “tengo que leer muchos libros” o “no tengo tiempo paraleer los libros de mi interés, porque la mayor parte de mi tiempo lo ocupo leyendolos libros de la carrera.” Y es aquí precisamente en donde el hábito de la lecturacomienza a perderse. Si a esto agregamos que el ritmo de vida actualmente esbastante agitado, es fácil olvidar la lectura por gusto, y concretarse a las“necesarias” para pasar la materia.Como menciona Larrosa (1996): Para que la lectura alcance todo su potencial,hace falta que sea una actividad separada de la vida, de sus necesidades y de sucontrol, sólo así se puede encontrar, aunque nada lo garantice, lo que no se sabey lo que no se busca o se espera. Con esto se puede ir más allá del sentidoinstrumental y académico de la lectura. En cambio nada se aprende en los librosque están completamente al margen de los hechos ni de las costumbres diarias.Argudín (1994) define que la lectura es una actividad muy importante en todos losniveles de educación, puesto que gran parte de la información que el alumnoobtiene y se utiliza en el salón de clase, se encuentra en los textos escritos. Noobstante, en la enseñanza media y superior la lectura ha sido descuidada durantemucho tiempo, porque hasta hace muy poco se pensaba que el lector era un serpasivo que únicamente debía decodificar el mensaje que emitía el autor, destrezaque se aprende en los primeros años de la escuela básica.Los alumnos al carecer de estrategias suelen encarar todos los textos del mismomodo, sin tomar en cuenta las diversas características de lenguaje; formatos,géneros y contenidos y, por lo tanto, los distintos grados de dificultad quepresentan. Al enfrentar la lectura, por lo general se percatan de que sucomprensión es muy limitada y que no pueden extraer la información quenecesitan porque no saben cómo identificar, distinguir, seleccionar y clasificar loscontenidos; piensan entonces que si aprenden a leer con rapidez resolverán losproblemas. Finalmente, se sienten defraudados y se limitan a memorizar lainformación, en lugar de comprenderla y evaluarla; de aquí que gran parte de losestudiantes alcancen un aprendizaje deficiente.


En síntesis, un lector eficiente es aquel que sabe cuál es el objetivo personal paraleer un libro, es decir qué busca al leerlo, de qué le va a servir la lectura, si puedeser capaz de discernir con el autor o estar de acuerdo con todo lo que plantea; sies capaz de realizar un pequeño resumen de aquellas cuestiones que seconsideren importantes, de inferir lo que no se plantea textualmente en la lectura yfinalmente de utilizar sus propias estrategias para darle un sentido al texto.1.2 Lectura en estudiantes de nivel superiorEn México son muchos los investigadores, adscritos a diversas instituciones, queestán trabajando en el tema de la lectura. Una de las preocupaciones que guíanestos estudios es la búsqueda de explicaciones para entender los procesos deapropiación de la lectura y de su desarrollo en el camino de formar lectores, laborque compete fundamentalmente a las instituciones educativas, y en específico alas instituciones de educación superior. En la actualidad, esta preocupacióncompartida por la mayoría de los docentes universitarios no sólo en México, sinotambién en Estados Unidos y Europa, ha generado diversas investigaciones,ensayos y libros de texto, desafortunadamente escritos en inglés y enfocados a laeducación básica. Sin embargo, existen algunos trabajos importantes en laeducación superior y se han realizado experimentos aislados, pero pococonocidos. Los trabajos sobre la estructura de los procesos cognoscitivosrealizados en las décadas de los años cincuenta y sesenta ayudaron a forjar elmarco conceptual del cognoscitivismo contemporáneo. En los años setenta yochenta algunas disciplinas científicas como la psicolingüística, la teoría de lacomunicación, entre otras, encontraron una plataforma común: el lenguaje y susproductos. Esta plataforma confluye en la investigación de estrategias que sepropone lograr el aprendizaje significativo en el aspecto de la comprensión lectora.De hecho, sobre las habilidades lectoras en los estudiantes de la carrera de lacomunicación existen investigaciones como la de Yadira Cortés Hernández(2001), quien en su tesis La lectura en los estudiantes de ciencias y técnicas de lacomunicación de la Universidad de Xalapa, describe y analiza los hábitos delectura de los estudiantes, el papel que juegan los padres en el aprendizaje através de los libros y el modo en que los alumnos llegan a éstos. Lo mismo haceAriel Gutiérrez Valencia (2004) en su artículo La importancia de la lectura y suproblemática en el contexto educativo universitario. El caso de la UJAT, quienasegura que la lectura es un proceso interactivo de comunicación en el que seestablece una relación entre el texto y el lector, quien al procesarlo como lenguajee interiorizarlo, construye su propio significado.Analizar cuáles son las habilidades lectoras en los estudiantes de Comunicación,implica entender el contexto educativo universitario desde una perspectivaglobalizada al amparo de los nuevos paradigmas mundiales. Yolanda Argudín(2003) señala que actualmente se está generando un cambio muy importante enla educación que propone la construcción de competencias, como la de lacomunicación en la que convergen habilidades básicas como leer y escribir.


Alentar un pensamiento reflexivo y crítico es una de las metascentrales en la formación de graduados universitarios en cienciassociales. ¿A través de qué procesos se logra esta intencióneducativa? La lectura y la escritura son medios privilegiados paraaprender a pensar sobre los contenidos disciplinares y que espreciso enseñar a leer y a escribir en los estudios superiores.(Argudín, 2003)El proceso de enseñanza-aprendizaje exige un lector que lleve a cabo una lecturacomprensiva. Específicamente en educación superior el éxito académico se hayaestrechamente vinculado con las competencias para leer que posee el estudiante.Sin embargo, a pesar de la importancia que se le otorga a la lectura para eldesarrollo de la formación universitaria, es un hecho que la mayor parte de losestudiantes, no sólo de Comunicación, tienen reticencias con respecto a lashábitos de lectura y dificultades para entender y comprender un texto. Así loconfirma Yolanda Argudín (1997) en el artículo La importancia de las habilidades yestrategias de lectura en la universidad, en el que examina lo que en la actualidadcontinua ocurriendo en todos los niveles de la educación respecto a la lectura,desde los primeros años de la primaria hasta los últimos semestres de launiversidad. Un importante porcentaje de los alumnos no entiende el significado ysentido de las palabras que lee y no capta las ideas y los sentimientos que el autorexpresa; carece de habilidades y destrezas lectoras básicas, obstaculizando elproceso mismo del aprendizaje. En la educación superior leer es operar, resolverproblemas, saber obtener información de distintas fuentes, construir el significadodel texto al establecer un diálogo con el autor, evaluar su confiabilidad y reconocerla tendencia del mismo, con el objeto de que el lector pueda sustentar su propiaposición frente a los materiales escritosEsto coincide con lo que plantea Armando Rugarcia Torres (1999) en el artículo¿Por qué no leen los estudiantes? Él asegura que quien ha participado enambientes educativos sabe perfectamente que el interés por la lectura de niños yjóvenes se apaga con paso firme al correr del tiempo.Las causas de este fenómeno en los estudiantes son diversas: la edadmental, el dominio de la lengua, su salud, su madurez emocional ysocial, pero sobresale la influencia de los padres, maestros y latelevisión. En la raíz de estas causas parecen hallarse escondidostanto el sentido de la lectura como los materiales que se leen, es decir,el libro y la lectura misma. Es probable que el desinterés por lacomprensión en el nivel superior se deba a que el alumno no lee demanera adecuada, a que el profesor cree que éste sabe leer y a lafalta de instrucción eficaz para procesar un texto. (Rugarcia, 1999)1.3 Impacto de las Nuevas Tecnologías en las habilidades de lectura delestudiante.La evolución de las tecnologías de la comunicación e información estámodificando la forma de percibir la información. Entre ellas, es palpable la ruptura


entre las nuevas formas de leer y escribir y las que hasta ahora han sido máscercanas: el libro, el periódico, las cartas, etc., todas ellas teniendo al papel comosoporte. La enorme cantidad de textos electrónicos aparecidos en los últimos añoshace pensar que es necesario ampliar la definición que se tiene hoy del libro.De hecho, varias han sido las disertaciones sobre el futuro del libro en esta eraelectrónica, sin que se quedaran fuera los vaticinios pesimistas sobre sudesaparición. Al respecto, Robert Darnton (1999) en el artículo La nueva era dellibro. Publicación electrónica y nuevas formas de lectura, señala que la eraelectrónica no provocó la extinción del mundo impreso como lo vaticinó McLuhanen 1962. Su visión de un nuevo universo mental, unido por la tecnología de lapostimpresión, nos parece ahora anticuada.Si bien esa visión estimuló nuestra imaginación hace 30 años, noofrece un mapa para el milenio al que estamos a punto de entrar.La galaxia de Gutenberg sigue existiendo y el hombre tipográficotodavía la sigue conociendo a través de la lectura. El libro, porejemplo, tiene una gran capacidad de permanencia y es todavía undeleite para la vista. Al parecer todo está digitalizándose y cadadígito se está uniendo a todos los demás por medio dehipervínculos. Si el futuro nos depara periódicos sin noticias,revistas especializadas sin páginas y bibliotecas sin muros, ¿quéserá del libro tradicional? ¿Acaso la edición electrónica lo borraráde la faz de la Tierra? Aunque se ha declarado la muerte del libroconvencional (casi desde 1945, cuando se diseñó el primer libroelectrónico), su existencia goza de excelente salud.” (Darnton,1999)Sara Ángela Carmona Hernández (2005) en la tesis De lo impreso a lo electrónico,señala que comparados con otros medios de comunicación, los medios digitalesengloban mayores elementos que dan más riqueza a la información, como lainmediatez del contenido, imágenes, sonido e interactividad; de hecho han ganadola preferencia de personas con ciertas características como son la edad (entre 7 y30 años), un nivel socioeconómico alto y una carrera universitaria, principalmentemaestría o doctorado. Es por esta tendencia que los medios tradicionales podríandesaparecer, aunque son los lectores quienes decidirán el rumbo de los medios.En este mismo tenor, Adolfo Rodríguez (2005) en Lectura e Internet: dostecnologías, aborda el estudio de la lectura y la escritura como dos tecnologíasasociadas que dan origen a un binomio fundamental para el desarrollo de lahumanidad, y una tercera tecnología mucho más reciente: Internet.Como resultado del embate tecnológico, ha surgido lapreocupación respecto de la desaparición tanto de la lectura y laescritura, como de los materiales impresos. Sin embargo, lo que nose ha considerado es que el uso de las nuevas tecnologías de lainformación requiere y tiene como fundamento las ancestralestécnicas de lectura y escritura. (Rodríguez, 2005)


Gloria Borioli (2004) en Volver a leer coincide con lo planteado por Rodríguez(2005), cuando señala que desde el advenimiento de las nuevas tecnologías deinformación, muchos son los que están preocupados por la crisis de la lectura. Hayun nuevo escenario para la circulación del conocimiento y en este contexto, en elque la brecha digital es cada vez más grande, el soporte escrito continuapresentándose como una herramienta democratizante que posibilita a los másdesfavorecidos el acceso a muchos saberes.De hecho, ya se han realizado investigaciones sobre la incidencia que tiene elInternet en los procesos de lectura en los estudiantes. Por ejemplo, la de querealizan Antonio Campos Arias y Lucía Medina (2004), a partir de un estudiodesarrollado con estudiantes del nivel medio superior de la ciudad de México,sobre el tipo de prácticas de lectura y de navegación que suelen realizar comousuarios-lectores en este medio. En el artículo Hipertexto, lectura e Internet:resultados de un estudio en el nivel medio superior, los investigadores señalan:Con el desarrollo de la estructura abierta e interconectada de la red ysu cada vez más generalizado acceso, está en curso una profundamutación en el proceso de lectura que va desde la secular tradición delectura lineal del texto impreso, hacia la construcción no secuencial delhipertexto moderno. Es importante, por tanto, que estos nuevoslectores posean capacidad crítica para enfrentar, con un bagajeformativo propio, la avalancha de datos que se reciben a través de lared. (Arias y Medina, 2004)1.4 Internet: conceptualización y desarrollo en el ámbito educativo¿Cómo son los alumnos que llegan a la escuela en pleno siglo XXI? ¿Qué rasgoscomparten con las generaciones pasadas, en las que la voz principal era la delprofesor, con gis, pizarrón y libro que imponía un silencio total a la hora de dictar lalección, en tanto que los alumnos leían, escribían y aprendían al unísono? Losestudiantes de hoy llegan al aula cargados de tecnología: celulares y palms quedifícilmente pueden apagar durante las horas de clase; que se convierten encanales silenciosos de intercomunicación entre ellos; o bien, terminales devideojuegos, de televisión y música con cientos de discos grabados que escuchancon miniaudifonos, cuyos cables colocan cuidadosamente detrás de sus orejas.¿Las canchas de deportes siguen siendo los espacios más solicitados o lasbancas de la cafetería desde donde pueden intercambiar información de sitiosWeb entre sus compañeros? No hay duda: en las escuelas se contraponen dosuniversos donde la pantalla digital atrae más que la figura del profesor sobre elpodio. Es necesario plantear sistemas de enseñanza más flexibles, ya que losalumnos en sus modalidades de aprendizaje cada vez son más diferentes y, poresta razón, la tecnología se presenta como una oportunidad para adaptarse a lasdiversas demandas de los jóvenes.En el artículo Tecnología digital: reflexiones pedagógicas y socioculturales, VíctorGonzález García (2005) sostiene que el mundo se encuentra en un cambio deépoca, entre la “era del industrialismo” y la “era de la información”. Y es necesario


entender el impacto que ha tenido esta revolución en la educación y la manera enque está incorporando las tecnologías digitales.El problema no es que vivamos “una época de cambios”, sino queestamos experimentando “un cambio de época”. No se trata decualquier tipo de cambio sino de una transformación de ideas, técnicase instituciones, que se gesta en los últimos 50 años, a partir de tresrevoluciones: la sociocultural, la tecnológica y la económica, que nosllevan, a gran velocidad, hacia la nueva época, en la cual lainformación será el poder. (González, 2005)En este sentido también van las reflexiones que hacen Octavio Islas y FernandoGutiérrez (2004) en el artículo Renovadas brechas de la Internet, quienes señalanque desde 2003, tanto en nuestro país, como en otros lugares del mundo seatestiguó la reconfiguración de actividades e instituciones impulsadas por lasnuevas tecnologías asociadas con Internet. Los medios no guiados o inalámbricosse constituyeron como alternativas de las comunicaciones globales ycontribuyeron también a la redefinición de las actividades cotidianas del serhumano de la era digital, acentuándose el cambio de la televisión y el periódicopor el Internet. Las personas –especialmente las nuevas generaciones–comenzaron a ocupar mayor tiempo frente a su computadora, mientras que losmedios convencionales de distribución de señales de audio y video utilizados parala transmisión de la radio y la televisión, ahora se ocuparon para la comunicaciónbidireccional en Internet.Después del advenimiento de estas nuevas tecnologías es unhecho que un proceso comunicacional, como el que ocurre en elaprendizaje, ya no puede estar basado sólo en una bipolaridademisor/receptor o profesor/alumno. El cambio del paradigmacomunicacional provoca alteraciones en los procesoseducacionales que envuelven no sólo la descentralización delsaber, sino la necesidad de interacción con otras áreas delconocimiento, buscando equilibrar los desafíos intertextuales quesurgen en este nuevo escenario sociocultural. El receptor se tornatambién en un productor de los mensajes vehiculados, lo que haceque la relación deje de ser del emisor con el receptor, o delproductor con el consumidor y pase a ser de interlocutores. (Islas yGutiérrez, 2004)Edgar Gómez y Alina García (2001) aseguran que la informatización estácambiando la manera de vivir la sociedad moderna ya que las tecnologías de lainformación y la comunicación tienen la capacidad de transformar profundamentelos modos en que la gente organiza su vida, interactúa con las personas yparticipa en los diversos ámbitos de la sociedad. Estas tecnologías son loscimientos de un cambio radical que, dará origen a un nuevo paradigma basado enel modelo de las sociedades de la información. Y precisamente, una de laspreocupaciones constantes y cuestión central en la discusión sobre la llamada“Sociedad o Era de la Información” es la referente al acceso a la información.


En este contexto, la inquietud por una formación académica adecuada a lasexigencias de las empresas informales es un tema recurrente que genera variascorrientes discursivas, a veces capaces de encontrar convergencias, pero otrasenfrentadas e irreconciliables. De un lado se sitúan quienes piensan que laeducación superior debe ofrecer sólo la capacidad para entender el mundo yhacerlo entendible. Por otra parte se encuentran quienes plantean la universidadcomo un centro de formación profesional de avanzada. Algo parecido sucede conlas escuelas de comunicación, que deben responder a las exigencias de lasociedad y al compromiso de constituir un espacio para la reflexión crítica.La mayoría de las universidades sienten que están en deuda aúncon su adaptación pedagógica a la revolución tecnológica quesignificó Internet y las redes. La UNESCO viene proponiendodesde su Conferencia Mundial de Educación Superior de 1998 enParís que “se debe aprovechar al máximo el potencial de lasnuevas tecnologías de la información y la comunicación pararenovarse ampliando y diversificando la transmisión del saber yhaciendo llegar el conocimiento y la información a un público másamplio”. (Pardo, 2004)El esquema docente expone-alumno toma nota, va quedando muy limitado en elcontexto actual de las nuevas tecnologías. Comienzan a tomar mayor relevanciaroles de relación como asesorar y hace tutoría y seguimiento del proceso deaprendizaje, diseñar contenidos y materiales en espacios interactivos, promoverun aprendizaje crítico con una lógica cooperativa, diagnosticar necesidades deformación específicas de cada alumno, etc. O sea, se pasa de ser expositores agestores del conocimiento. Menos aprendizaje de memoria y más rutas deautoaprendizaje y valores basados en la flexibilidad y el esfuerzo propio. En elaprendizaje, la memorización no es la estrategia más adecuada. Sin embargo,otras capacidades, como saber buscar información pertinente, enjuiciarlacríticamente, producirla o aplicarla, comienzan a tener gran relevancia. Se trata,en síntesis, de pasar del enfoque de consumidor de la lectura a otro más crítico ymodificar nuestro modo de concebir la obtención de conocimientos, de unarecepción pasiva de hechos, a una construcción activa de la comprensión pormedio de la búsqueda, la selección y la resolución de problemas.HIPÓTESISLa diversidad de textos impresos o electrónicos a los que acceden los estudiantesde la Carrera de Comunicación ha modificado las formas tradicionales y hábitos delectura en textos impresos frente a las posibilidades que ofrece el Internet.DISEÑO DE LA INVESTIGACIÓNLos principales resultados que arrojó la aplicación del instrumento señalan que lamayoría de los estudiantes lee de uno a dos libros al año; una cantidad escasa siconsideramos que una de las principales habilidades que se deben desarrollar a lo


largo de la formación profesional es la de la lectura, y que se encuentran en unade las etapas en las que mayor cantidad de libros habría que revisar.A pesar de que la mayoría de los encuestados respondió que a veces buscan unlibro para pasar sus ratos libres, también es un hecho que la lectura no es unaopción para ellos en estos ratos. Más de uno reconoció recurrir a un libro, “sólo sino tienen algo mejor que hacer”. Es decir, parecería que la lectura en lugar de unhábito es una forma de entretenimiento, que puedan dejar o retomar cuandoexistan las condiciones para ello.A pesar de ello, la mayoría de los alumnos reconoció que sí le dedican a un libro eltiempo necesario para terminarlo, “siempre y cuando el libro sea de su interés”. Unporcentaje importante dijo dedicar solamente dos horas a la semana a la lectura.Poco tiempo en realidad, sobre todo si tomamos en cuenta que en el nivel en elque se encuentran debería de haber más dedicación a este aspecto por lasexigencias de su formación. Más de la mitad reconoce que el interés personal esdeterminante para leer un libro que no sea de su carrera, aunque hay quientambién lo hace para aumentar su vocabulario y ampliar su cultura general. Esimportante resaltar que la pregunta sobre cuál es la motivación más importantepara leer un libro que no sea de su carrera, fue la que más omisiones tuvo en larespuesta; de todas las preguntas referentes a los hábitos de lectura, ésta fue laque un porcentaje considerable de los entrevistados decidió no contestar.Predominaron también las respuestas donde los estudiantes manifiestan undesinterés por leer más allá de lo que se necesita para cumplir con la tarea opasar la materia. De hecho, muchos de los estudiantes encuestados reconocieronque la motivación principal para acercarse a un texto impreso es “porque se lodejan en la escuela” o para cumplir con alguna tarea. Sin embargo, hubo tambiénun 14% que dijo que aunque saben que les puede servir para su formaciónprofesional, nunca consultan libros. Si bien las respuestas hicieron evidente que lamayoría de los estudiantes sabe disfrutar un libro cuando le gusta mucho,también es importante destacar al 30% que dijo leer un libro más de una vezporque no le entiende, lo que habla de que quizás haya problemas en términos decomprensión de la lectura.De los tipos de lecturas que los encuestados prefieren resaltan: los best sellers,las novelas biográficas y los clásicos de literatura; en un nivel intermedio seencuentran las revistas de análisis político, las novelas románticas y los libros depoesía. Mientras que las lecturas con las que mostraron menos preferencia están:los textos filosóficos y el Internet. Esto revela que a pesar de que esta última esuna de las herramientas más utilizadas por los estudiantes, quizás no lo sea paraleer un texto en específico: el chat, el correo electrónico o los portales electrónicosson las tecnologías más socorridas en el uso del Internet.Se puede hablar también de una sobrevaloración del Internet sobre cualquiermedio de consulta e investigación. De hecho, para mantenerse actualizados einformados, la mayoría de los entrevistados manifestó preferencia por la televisióny el Internet, que por el radio y el periódico. Esto habla de que requieren medios


inmediatos, simultáneos y que ofrezcan el recurso de la imagen, que aquellos quetiendan más a la profundización y el análisis. Sin embargo, la mayoría de losentrevistados tuvo una postura neutral ante la aseveración de que leer un texto eninternet les permite buscar otras referencias que les ayuden a comprenderlomejor, lo que significa que los encuestados no lo ven como una herramienta deconsulta. La mayoría también está de acuerdo con que nunca sustituiría un textoimpreso por uno electrónico, lo que confirma que hay una valoración del primero, apesar del la preponderancia que tiene el Internet y la computadora entre ellos.La mayoría de los encuestados reconoce haber comenzado a leer de manerahabitual después de haber iniciado la formación primaria (de los siete a los ochoaños), y una cantidad importante de ellos dijo que no lo había hecho por iniciativapropia. También señalan que el hábito de la lectura fue inculcado por su mamá,aunque un porcentaje parecido señaló que nadie de su familia los acercó almismo. Si consideramos que asimismo una mayoría dijo que dos o tres de susamigos tienen el hábito de leer, podemos deducir que muchos de los entrevistadosno adquirieron el hábito de la lectura en su casa.Un libro no resulta un tema de conversación frecuente para los entrevistados;algunos dicen hacerlo siempre y cuando su interlocutor lo propone; no lo hacenpor iniciativa propia. Destaca en este tipo de reactivos la respuesta de aquellosque dijeron que nunca hacen de este tema parte de sus conversacionescotidianas. Es decir, prevalece la idea de evitar la plática sobre libros.Otro indicador que refleja el escaso hábito que los estudiantes tienen en términosde lectura se refiere al uso de la biblioteca; varios de ellos reconocieron quetrataban de evitarla cada vez que podían, a menos que fuera indispensable,señalaban algunos, no utilizaban este servicio. De hecho en otro de los reactivosaseveraron esta postura asegurando que la biblioteca de su universidad no es unaopción para ellos cuando se les dificulta la lectura de un texto; tampoco representapara ellos un espacio de consulta o investigación que los apoye en la realizaciónde sus tareas. Si bien reconocen que alguna vez han utilizado este servicio,también aseguran que no lo frecuentan.Aunque hay un 27% de encuestados que están totalmente de acuerdo en quecomenzar a leer un libro mejora su estado de ánimo y despierta su curiosidad einterés, una mayoría, casi la mitad, no tomó una postura específica frente a estaaseveración, de hecho, la mayoría estuvo en desacuerdo con que dejar de leer unlibro por mucho tiempo les provoque malestar; es decir la lectura no es algo queles falte si no la practican con frecuencia.El tamaño de la letra, la extensión (el número de hojas) o que tenga imágenes ofotografías no son condicionante para que los entrevistados lean o no un libro.Tampoco lo es que haya sido recomendado o no, por alguien de su confianza. Asímismo, es importante señalar que aunque algunos de los términos que hay en lalectura no sean del todo familiares para los entrevistados, esto no es un motivopara detenerla; lo que puede tener dos implicaciones: o leen el libro aunque no lo


entiendan o lo hacen investigando sobre aquellos términos que no les resultanclaros o tienen un amplio vocabulario.La mayoría de los encuestados no cree necesario dejar de leer un libro cuando noestá de acuerdo con la postura o propuesta del autor; sólo un 28%aproximadamente manifiesta una actitud más crítica frente al contenido del libro.Aún así, reconocieron importante conocer el contexto en el que determinado librotuvo origen. A pesar de ello la mayoría no considero que este factor seadeterminante para decidirse a leerlo.La mayoría aseguró no detener la lectura, si pierden el hilo o se distraen y que noles cuesta retomar el hilo de la lectura si esto sucede. Sin embargo, reconocenque no pueden hacer varias actividades al mismo tiempo mientras leen. Estosupone que están conscientes de la concentración y atención que exige la lectura.El silencio o el ambiente no es una condición indispensable para leer; la mayoríamanifestó poder leer con la televisión o el ipod encendido o incluso en espaciosabiertos o en el transporte público; no necesitan estar en un espacio privado comosu recámara o en una postura determinada (sentados, acostados, etc.). Aun así, lamayoría reconoció que las noches son más propicias para leer y concentrarse.Por otro lado la mayoría de los entrevistados reconoce que cuando hacen elresumen de una lectura, la leen más de una vez y subrayan las ideas másimportantes; aunque, en este sentido, un porcentaje considerable mantuvo unaactitud neutral al respecto. También señalaron que pueden ir elaborando elresumen al mismo tiempo que van leyendo, lo que habla de que este proceso lesresta capacidad de concentración y atención. Con todo varios aseguran que no lescuesta trabajo identificar las ideas principales de las secundarias; lo queevidenciaría que dominan los requisitos para la elaboración de un resumen.Un porcentaje considerable de encuestados está de acuerdo en que la lecturapuede influir en el desarrollo personal. En lo que se refiere específicamente aldesarrollo profesional del comunicólogo, más de la mitad de los encuestadospiensan que la lectura es fundamental en este aspecto, aunque un 30%consideran que no es fundamental para triunfar en su carrera.En cuanto a la parte de conocimientos generales, la última fase del instrumento,cabe señalar que se mencionan varias imprecisiones sobre todo en lo querespecta a la nacionalidad de los autores que mencionan o la autoría de algunasde las obras; aun así se encontraron varias constantes y coincidencias.En cuanto a los autores mexicanos de la última mitad del siglo XX en adelante, seencuentran Octavio Paz, Elena Poniatowska y Paco Ignacio Taibo II y en cuanto alas obras que han leído de ellos se mencionan con más frecuencia Aura (que noes de ninguno de los autores mencionados, sino de Carlos Fuentes), El laberintode la soledad (de Octavio Paz) y El llano en llamas (que tampoco fue de losautores mencionados en la primera pregunta, sino de Juan Rulfo).Sobre algún autor mexicano que todavía esté publicando, se mencionó másfrecuentemente a Gabriel García Márquez, Paulo Cohelo y José Saramago


(aunque este último no es de procedencia latina, sino portuguesa). Con respecto ala obra que conocen de estos autores, se reiteró Cien años de Soledad, Memoriasde mis putas tristes (ambos de García Márquez) y El Alquimista (de PauloCohelo). Cabe señalar que no fue mencionado ninguno de José Saramago, apesar de estar presente en las respuestas del reactivo anterior.Se les preguntó también quién era el autor de las obras Pedro Páramo y El llanoen llamas, a lo que casi un 80% respondió correctamente (Juan Rulfo), algo queresulta digno de mencionarse, sobre todo si consideramos que se trata de lasobras más representativas en el México del siglo XX. Otro acierto importante escuando se les preguntó quién escribió La noche de Tlatelolco, en la que la mayoría(casi un 80%) respondió acertadamente (Elena Poniatowska).De igual forma se les cuestionó sobre el autor mexicano que en los noventa ganóel Premio Nobel de Literatura. Menos del 20% contestó correctamente (OctavioPaz); algunos contestaron que fue Carlos Monsiváis (quien, hasta la fecha, no haganado un Nobel). El resto o mencionó autores que no eran mexicanos, o que nohabían sido galardonados con este reconocimiento, o bien no contestaron.En este sentido y a la pregunta si saben la función de los premios literarios, lamayoría dijo que era un reconocimiento para los autores; lo que evidencia quedesconocen su función específica, por ejemplo como oportunidad para darse aconocer en el mundo literario y poder publicar. Los premios que más semencionaron o de los que más han oído hablar son: el Nobel, el Pullitzer y el Bestseller (que no es precisamente un premio literario, sino un valor mercadológicoque se le otorga a un libro).Sobre alguna corriente que se haya desarrollado en Latinoamérica y los autoresque la proponen y la siguen, sólo se mencionaron dos: el Boom latinoamericano yel Realismo Mágico, aunque cabe mencionar que de los pocos que contestaron,ninguno respondió por completo, ya que faltó mencionar a los autores.En la penúltima pregunta se les pidió que mencionaran qué sabían de GabrielGarcía Márquez. Las respuestas que predominaron fueron: que es escritor,colombiano y ganador de premios, de las cuales cabe hacer dos consideraciones:la primera que la opción “es escritor” resulta en cierta forma obvia si pensamosque la mayoría de los reactivos de esta parte, se refieren a obras y autoresliterarios. La segunda que la opción “es colombiano” se contradice con la de unreactivo anterior en donde lo confunden con la nacionalidad mexicana.Por último de las obras que conocen de García Márquez, se mencionaron tres:Cien años de soledad, El amor en los tiempos del cólera y El Coronel no tienequien le escriba. Cabe señalar que las tres opciones corresponden al autormencionado, lo que refleja que la mayoría de los comunicólogos encuestadosconocen algunos datos importantes de cultura general, sobre todo, literaria.CONCLUSIÓN


La muestra piloto total fue de 42 casos, elegida aleatoriamente aplicada entre losestudiantes de Ciencias de la Comunicación de la Universidad del Valle deMéxico, <strong>Campus</strong> <strong>Tlalpan</strong>, a jóvenes de entre 19 y 25 años.Se aplicó un instrumento que contenía tres partes. La primera intentó medirhábitos de lectura entre los estudiantes de Comunicación y se compone de 16reactivos de opción múltiple; la segunda parte se hace es un cuestionario enmodelo Likert sobre habilidades integrado por 57 reactivos. La última parte intentamedir conocimientos generales sobre autores y obras de la literaturacontemporánea en Latinoamérica y se compone de 13 preguntas.Cabe mencionar que a pesar de que el instrumento fue validado por dos jueces,doctores de la Universidad Iberoamericana, hasta el momento funcionó como unaprueba piloto, con la que se pretendía analizar su viabilidad y pertinencia almomento de su aplicación. Esto permitió dilucidar algunos problemas quemostraba, por ejemplo que el número de reactivos era excesivo, sobre todo siconsideramos que los encuestados no tenían un tiempo específico para contestarla encuesta, es decir, la mayoría lo hizo en el momento en que se les solicitó y sedieron un espacio de manera improvisada para hacerlo. Esto también generó quequizás muchas de las respuestas no recibieran la atención necesaria y que no secontestara con el detenimiento y concentración necesarios.Con todo considero que este instrumento refleja muchos factores que puedenayudar a validar la hipótesis de esta investigación y revelan cuáles son lascaracterísticas y tendencias en cuanto a hábitos y habilidades de lectura entre losestudiantes de la Licenciatura en Ciencias de la Comunicación en la Universidaddel Valle de México, <strong>Campus</strong> <strong>Tlalpan</strong>, así como sus conocimientos generalessobre literatura contemporánea latinoamericana.En una reunión celebrada en Hourtin, Francia, en junio de 2002, un grupo deexpertos reflexionó sobre las mutaciones previsibles en los escenarios para laeducación del futuro, en el horizonte del año 2020, derivadas del vertiginosodesarrollo de las nuevas tecnologías de la información y de la comunicación. En lamayoría de los escenarios analizados, la institución educativa se transformaradicalmente. En un extremo se visualiza una institución capaz de integrar demanera inmediata cualquier avance en materia de tecnología y pedagogía, en unambiente de aceleración extrema de la evolución tecnológica que, sin embargo,pierde en ese proceso su identidad y su sentido. En el otro extremo, la institucióndesaparece para dar lugar a un sistema de nómadas electrónicos por el cual losalumnos se desplazan en un territorio virtual que distribuye una cultura únicamundializada. Entre ambos extremos, se vislumbran espacios de socialización oindividualización (educación personalizada), así como instituciones que se alineanpasivamente a las necesidades de los mercados laborales.Por eso para lograr una comunicación educativa eficaz en este contexto quevivimos, no basta tener un dominio absoluto de los conocimientos que exigendeterminadas materias, ni de las metodologías o didácticas que implican, sino queel maestro debe estar capacitado para mirar al alumno y entenderlo, desde el


ambiente social, cultural y económico que lo rodea y determina. A su vez, éstedebe concebir al maestro como una autoridad, un facilitador y un acompañante desu proceso de aprendizaje, más que como una autoridad jerárquicamentesuperior. Esto permitiría configurar nuevas relaciones que no sólo partan delconocimiento que se pretende aportar, en el caso del maestro, y asimilar, en el delalumno, sino de la riqueza que trae consigo la interacción humana.Actualmente no puede haber una reflexión de la docencia en cualquier nivel, sinque se consideren las particularidades que tienen los estudiantes, su contexto, y,sobre todo, la forma en que las nuevas tecnologías impactan sus procesos deformación y aprendizaje en la escuela. La idea es que tratemos de aprender lo queellos ya saben de nuevas tecnologías y que analicemos el impacto que éstastienen en su forma de entender y ver el mundo. Sólo así, podremos empatar conellos, y dejar de propiciar la competencia entre los textos impresos que vienen enel programa, y a los que la mayoría de los estudiantes muestra reticencia, con losque aparecen en la red electrónica.Edgar Morin (1999) en el libro Los siete saberes necesarios para la educación delfuturo, sobre todo en el capítulo que se refiere a “Enseñar la comprensión”, señalaque a pesar de que la comunicación ha triunfado en el planeta, la incomprensiónes un problema generalizado de la sociedad de los últimos tiempos y por estarazón la comprensión es una de las finalidades de la educación para el futuro:“Recordemos que ninguna técnica de comunicación, del teléfono alInternet, aporta por sí misma la comprensión. La comprensión nopuede digitarse. Educar para comprender las matemáticas ocualquier disciplina es una cosa, educar para la comprensiónhumana es otra; ahí se encuentra justamente la misión espiritual dela educación: enseñar la comprensión entre las personas comocondición y garantía de la solidaridad intelectual y moral de lahumanidad.” (Morin, 1999, pp.89)Comprender incluye necesariamente un proceso de empatía, de identificación y deproyección; siempre intersubjetiva, necesita apertura, simpatía y generosidad. Elplaneta necesita comprensiones mutuas en todos los sentidos. La comunicacióneducativa implica entonces partir de la comprensión mutua, de la empatía entredocente y alumno, de un acto más informal en un espacio eminentemente formal(a veces dispuesto físicamente para acrecentar la distancia entre ambos) queambos reconozcan en el otro la dimensión humana que pernea todo el proceso deenseñanza y aprendizaje. Aquí, el docente no sólo enseña, y el alumno no sólo sededica a registrar los datos que obtiene en clase; uno aprende del otro y ambosenseñan y ofrecen en esta relación sus muy particulares maneras de entender elmundo, con todo y una tecnología que a veces parece apabullar y entorpecer lasrelaciones humanas.


FUENTES DOCUMENTALESArgudín, Y. (2003). Habilidades básicas implícitas en la competencia de lacomunicación. Aprender a pensar, leyendo y escribiendo bien. DIDAC 41. México.Argudín, Y. (1997). La importancia de las habilidades y estrategias de lectura en launivesidad. DIDAC 29. México.Argudín, Y. (1995). Programa las habilidades de lectura a nivel superior en elsistema educativo UIA. DIDAC 25. México.Argudín, Y., y Luna, M. (1994). Habilidades de lectura a nivel superior.SINECTICA, 5. México.Arenzana, A., y García, A. ( 2000 ). Espacios de Lectura. México: CONACULTA.Borioli, G. (2004) ¿Volver a leer? Diálogos Pedagógicos 4. Argentina.Campos, A. y Medina, L. Hipertexto, lectura e Internet: resultados de un estudio enel nivel medio superior. Tecnología y comunicación educativas, 39. México.Carmona, S. (2005). De lo impreso a lo electrónico. Tesis. Facultad de EstudiosSuperiores, Acatlán, México.Casas, M. L. (2005). Políticas, regulaciones y factores económicos y políticos enlas Tecnologías de la Información y la Comunicación. La Comunicación en México:diagnósticos, balances y retos. México: CONEICC.Cortés, Y. (2001). La lectura en los estudiantes de ciencias y técnicas de lacomunicación de la Universidad de Xalapa. Tesis. Universidad de Xalapa,Veracruz, México.Darnton, R. (1999). La nueva era del libro. Publicación electrónica y nuevasformas de lectura. Etcétera, 350. México.Ferreiro, E., Gomez, M. (1996). Nuevas perspectivas sobre los procesos deLectura. México. Siglo Veintiuno.Gómez, E., y García, A. (2002). Acceso al ciberespacio: algunas notas y cifras.Anuario de Investigación de la Comunicación VIII. México: CONEICC.González, V. (2005) Tecnología digital: reflexiones pedagógicas y socioculturales.Actualidades Investigativas en Educación. Revista Electrónica 1.Gutiérrez, A. (2004). La importancia de la lectura y su problemática en el contextoeducativo universitario. El caso de la UJAT. Perspectivas docentes, 28. México.


Islas, O. Y Gutiérrez, F. (2004). Renovadas brechas de la Internet. RevistaMexicana de Comunicación, 85. México.Lara, M.C. (2002) El entorno cultural y la interacción comunicativa. Anuario deInvestigación de la Comunicación VIII. México: CONEICC.Larrosa, Jorge. (1996) La experiencia de la lectura. Laertes. Barcelona.Morín, E. (1999). Los siete saberes necesarios para la educación del futuro.México: UNESCO.Pardo, H. (2004). ¿La nueva pedagogía?. Rutas de autoaprendizaje y contenidosen espacios interactivos. Revista Mexicana de Comunicación, 87. México.Robles, E. (2006).El habito de la lectura se inculca no se impone. En:http://www.jornada.unam.mx/2006.Rodríguez, A. (2005) Lectura e Internet: dos tecnologías. InvestigaciónBibliotecológica, 38. México.Rufinelli, Jorge(1989): Comprensión de la lectura, Trillas, México.Rugarcia, A. (1999). ¿Por qué no leen los estudiantes? Ciencia y desarrollo, 146.México.Villegas, G. (2000). La universidad y la cultura de la lectura. Piedra de Panduro:Revista de la Universidad del Valle, Sede Buga, 1. Colombia.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!