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SAN PABLO
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Título original O Conferencia dos
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Introducción P. José Luis Cazarot
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que en una forma u otra ha venido s
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global" nos ha permitido comprobar
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I Somos afectivos La conciencia del
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mente encarnado, lo que quiere deci
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temente en todos los momentos de la
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dad, incluso en contextos en aparie
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2.3. La adolescencia El paso de la
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en el adulto como medidas de su con
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parental (padre o madre) de su prop
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sean las personas más nos alcanzan
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Aparte de lo individual y lo grupal
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quien aún se siente el centro de s
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en la propia personalidad (cuerpo y
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transformar el amor de amistad en f
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Pero la vida religiosa cristiana po
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limitaciones que supone constituir
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libertad sin compromisos en favor d
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previa, sin la cual no es posible v
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La vida religiosa debe ser algo má
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El hombre no nace comunitario, se h
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lo él mismo. Nacer es entrar en el
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1.1. Posibilidad de un encuentro un
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mi cuerpo. Los músculos son la mem
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desde aquella persona que se coloca
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Por lo anterior es indispensable ap
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sis fundamental, los integrantes de
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como /elación profunda de un grupo
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la condición humana. La diferente
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populares. El estilo de vida comuni
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forma distinta, de acuerdo con el m
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nidad religiosa simbiótica produce
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que persigue la eficacia; en su sen
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yecto comunitario debe prever difer
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somos y lo que intuimos que debemos
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superficiales, para no correr el ri
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manera podemos burlar las emociones
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diéndose al mismo tiempo en direcc
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de los pobres, sus derechos y sus l
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comunitaria sin un interés ni un p
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apostolados, que muestre vigorosame
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mación para la vida religiosa cons
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9. Llamamos valores a todo aquello
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Rosario, ya que ella le había reza
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que se establecen entre un sujeto d
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2.3.1.a. Otra historia de vínculos
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Nosotros, los religiosos, vivimos l
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to interior central que debe ser re
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Nada impide, ciertamente, que una v
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