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Rocío Flax

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Capítulo 62: 509-516<br />

Del discurso religioso al discurso político: un recorrido por los<br />

elementos interpersonales en dos cartas de Antonio Baseotto<br />

<strong>Rocío</strong> <strong>Flax</strong><br />

En Víctor M. Castel y Liliana Cubo de Severino, Editores (2010)<br />

La renovación de la palabra en el bicentenario de la Argentina.<br />

Los colores de la mirada lingüística.<br />

Mendoza: Editorial FFyL, UNCuyo.<br />

ISBN 978-950-774-193-7


La renovación de la palabra / 510<br />

Del discurso religioso al discurso político: un recorrido por los elementos<br />

interpersonales en dos cartas de Antonio Baseotto<br />

<strong>Rocío</strong> <strong>Flax</strong><br />

UBA<br />

Buenos Aires, Argentina<br />

rocioflax@hotmail.com<br />

Resumen<br />

En este trabajo analizo la forma en que Baseotto construye a sus destinatarios en dos cartas<br />

dirigidas a miembros del poder ejecutivo, los ministros de la nación Dres. Gustavo Béliz –ministro de<br />

Justicia, Seguridad y Derechos humanos, entre el año 2003 y el 2004- y Ginés Mario González<br />

García –ministro de Salud durante los años 2002 a 2007-. Estas dos cartas se caracterizan por la<br />

construcción de un contra-destinario que puede o no coincidir con el destinatario de la carta. Para<br />

la consecución del análisis del discurso de Antonio Baseotto, me apoyo en la perspectiva del Análisis<br />

Crítico del Discurso, corriente que busca intervenir en las prácticas sociales en favor de los grupos<br />

dominados, como es el caso de las mujeres en los temas de las cartas: profilaxis y aborto. Por otro<br />

parte, me resulta productivo tomar en cuenta la noción de registro de la Lingüística Sistémico-<br />

Funcional, en particular la metafunción interpersonal puesto que me permite dar cuenta de las<br />

relaciones que el autor establece con sus interlocutores y la representación que construye de ellos<br />

Por esta razón, también tendré en cuenta la realización de la función interpersonal en el sistema de<br />

modo.<br />

Introducción<br />

Este trabajo se inscribe dentro de la investigación que llevo a cabo bajo la dirección de la profesora<br />

Alicia Carrizo titulada “La construcción de representaciones sociales en el discurso de Antonio<br />

Baseotto”. En un artículo anterior (<strong>Flax</strong>, 2009) analicé la forma en que Antonio Baseotto -Obispo<br />

Castrense durante los años 2002 a 2007- desplaza su propio discurso religioso dentro del ámbito del<br />

discurso político a través de la construcción de un contra-destinatario (Verón, 1987).<br />

En este trabajo analizo la forma en que Baseotto construye a sus destinatarios en dos cartas<br />

dirigidas a miembros del poder ejecutivo, los Ministros de la Nación Dres. Gustavo Béliz –Ministro de<br />

Justicia, Seguridad y Derechos humanos, entre el año 2003 y el 2004- y Ginés Mario González García<br />

–Ministro de Salud durante los años 2002 a 2007-. Estas dos cartas se caracterizan por la<br />

construcción de un contradestinatario que puede o no coincidir con el destinatario de la carta. De<br />

esta manera, en la carta al Ministro de justicia se utiliza un nosotros inclusivo que busca un espacio<br />

de identidad y responsabilidades compartidas entre ambos interlocutores. En otras palabras, se<br />

observa la construcción de un prodestinatario, adjudicando la posición de contradestinatario a un<br />

tercero. En cambio, en la carta al Ministro de salud se realiza la construcción de este último como<br />

contra-destinatario, produciendo un discurso de matiz más violento donde no solo no se repara en<br />

generar espacios de consenso sino que incluso condena las acciones del funcionario público.<br />

Marco teórico y metodología<br />

Para la consecución del análisis del discurso de Antonio Baseotto, me apoyo en la perspectiva del<br />

Análisis Crítico del Discurso, corriente que busca intervenir en las prácticas sociales en favor de los<br />

grupos dominados, como es el caso de las mujeres en los principales temas de las cartas: aborto y<br />

anticoncepción. La manera de llevar a cabo esta tarea, es analizar los discursos vinculándolos con las<br />

estructuras sociales que representan y con los otros órdenes de discurso. Además, a través del<br />

análisis lingüístico, se busca dar cuenta de las estrategias que se despliegan en los discursos para<br />

formar e imponer representaciones sociales, así como también revelar los elementos implícitos que<br />

generan control mental e influencia social (van Dijk, 1997).<br />

Por otro parte, me resulta productivo tomar en cuenta la noción de registro de la Lingüística<br />

Sistémico-Funcional, en particular la metafunción interpersonal (Halliday, 1982) puesto que me<br />

permite dar cuenta de las relaciones que el autor establece con sus interlocutores y la representación<br />

que construye de ellos. Por esta razón, también tendré en cuenta la realización de la función<br />

interpersonal en el sistema de modo.<br />

Por último es importante considerar la diferenciación que realiza Eliseo Verón (Verón, 1987) de los<br />

tres tipos de destinatarios que son propios del discurso político. En primer lugar se encuentra el<br />

prodestinatario, o destinatario positivo “que corresponde a un receptor que participa de las mismas<br />

ideas, que adhiere a los mismos valores y persigue los mismos objetivos que el enunciador” (Verón,<br />

1987:17) y por lo tanto forman parte del mismo colectivo de identificación. En segundo lugar se<br />

encuentra el paradestinatario que es aquel a quien se intenta persuadir y convencer sin ser blanco de<br />

Castel y Cubo, Editores (2010)


511 / Del discurso religioso al discurso político …<br />

los ataques por no formar parte de la polémica. Y en tercer lugar se encuentra el contra-destinatario,<br />

aquel al que se excluye del colectivo de identificación. El lazo que une a ambos interlocutores es el de<br />

la inversión de creencias: “lo que es verdadero para el enunciador, es falso para el contradestinatario e<br />

inversamente; o bien: lo que es bueno para el enunciador es malo para el contradestinatario; o bien: lo<br />

que es sinceridad para el enunciador es mala fe para el contradestinatario” (Verón, 1987:17). Este<br />

último es el objetivo al que van dirigidas las amenazadas y las injurias en el discurso polémico y cuyos<br />

argumentos se busca desvalorizar.<br />

¿Quién es Baseotto?<br />

Baseotto nació el 4 de abril de 1932 y se ordenó presbítero en 1957. En los años ochenta sirvió en<br />

la diócesis de Añatuya, provincia de Santiago del Estero, desde donde apoyaba al gobernador reelecto<br />

de manera indefinida Carlos Juárez. Estuvo a cargo de un programa televisivo dominical en varias<br />

ocasiones, donde fue acusado de antisemitismo debido a declaraciones públicas al aire. En 1992<br />

Baseotto fue nombrado obispo de la diócesis. Estuvo, en total, veintisiete años en Añatuya. Durante<br />

ese tiempo fue un aliado del gobierno provincial y de sus políticas. En noviembre de 2002 fue<br />

nombrado vicario castrense por el Papa Juan Pablo II.<br />

A lo largo de sus homilías y cartas pastorales ha mostrado una clara intención de elevar el rol de<br />

las Fuerzas Armadas, así como de destacar la heroicidad de sus miembros. En trabajos anteriores<br />

analicé los recursos que Baseotto utiliza para generar reconciliación y perdón entre la sociedad civil y<br />

las Fuerzas Armadas, a la vez que establece una superioridad moral de las últimas con respecto al<br />

resto de los ciudadanos argentinos.<br />

Análisis del corpus<br />

El sistema de modo (Halliday, 1982) realiza sintácticamente la metafunción interpersonal del<br />

lenguaje que es aquella que selecciona los significados vinculados con la relación entre los<br />

participantes. El tenor –uno de los tres componentes que conforman el registro- determina la relación<br />

entre los participantes, los roles discursivos de cada uno, cómo se comportan y cuáles son las<br />

actitudes de uno hacia el otro y hacia lo que dicen. Esto se realiza gramaticalmente a través de la<br />

selección de ciertos recursos en lugar de otros.<br />

En lo que respecta a la relación que Baseotto busca establecer con sus destinatarios, se puede<br />

decir que la estrategia que prevalece en los dos discursos que se analizan en este trabajo es la de la<br />

inclusión o exclusión de los destinatarios en un colectivo común con el autor de las cartas. En la carta<br />

dirigida al Dr. Béliz se opta por la utilización de un nosotros que incluye tanto a Baseotto como al<br />

destinatario de la carta, mientras que en la carta a al Dr. González García se opta por una marcada<br />

diferencia entre el yo y el usted. De esta forma los Ministros son constituidos como dos tipos<br />

diferentes de destinatarios propios del discurso político: el prodestinatario y el contradestinatario.<br />

En la carta a Béliz aparece solo dos veces la primera persona singular en forma desinencial con el<br />

objetivo de abrir la carta y presentar al hablante:<br />

escribo Estas líneas Le<br />

<br />

hago Lo <br />

<strong>Rocío</strong> <strong>Flax</strong>


Luego, solo se encuentran casos de primera persona en su forma plural:<br />

<br />

Hemos<br />

tenido<br />

Ponemos La<br />

identidad<br />

nacional y<br />

los valores<br />

Estamos<br />

marginan<br />

do<br />

A un sector<br />

de la<br />

sociedad<br />

queremos La <br />

<br />

De cortesía, solo refiere<br />

a Beliz<br />

No<br />

añadamo<br />

s<br />

Nuevos<br />

sufrimiento<br />

s<br />

La renovación de la palabra / 512<br />

Ateos<br />

en<br />

riesgo<br />

Le <br />

A esto, se le puede agregar la ocurrencia de un pronombre posesivo nuestro que también incluye a<br />

los dos interlocutores “el catolicismo impregna la cultura de nuestro pueblo.” La utilización de la<br />

primera persona en su forma plural tiene evidentemente una función de acercamiento e identificación<br />

entre los interlocutores. Baseotto intenta demostrar todo lo que tienen en común puesto que ambos<br />

son figuras capaces de promover los valores nacionales y cristianos, ya que el objetivo de la carta es<br />

no permitir que una “atea militante” forme parte de la corte suprema. En esta carta la oposición al<br />

aborto es tratada precisamente como parte de la identidad nacional que es además católica.<br />

Sin embargo, el plural inclusivo tiene otra función. Es un nosotros retórico que busca no ofender al<br />

interlocutor –mostrando que la responsabilidad es compartida-, al mismo tiempo que se le echa en<br />

cara las consecuencias que pueden tener sus decisiones. Cuando dice “No le añadamos nuevos<br />

sufrimientos ” en realidad está diciendo “no le añada nuevos sufrimientos<br />

poniendo a una atea militante en la corte suprema”. El único responsable de esas acciones es Béliz al<br />

igual que en el caso de “Al negársele el primero de los derechos humanos, el derecho a la vida,<br />

estamos marginando a un sector de la sociedad.” A pesar de la utilización del “nosotros” inclusivo,<br />

Baseotto no está marginando a un sector de la sociedad porque no promueve el aborto, Béliz<br />

indirectamente sí en caso de que se nombre a la Dra. Carmen Argibay como Ministra de la Corte<br />

Suprema. Cabe destacar que la misma no es nombrada en ningún momento de la carta, negándosele<br />

todo tipo de relevancia como profesional: lo que importa es que es una atea militante más -como<br />

cualquier otra-, y si en verdad milita a favor del ateísmo, supone un riesgo para los valores católicos<br />

que hay que evitar.<br />

Por lo tanto, en la carta dirigida al Dr. Beliz, este último es construido como un prodestinatario<br />

debido a que comparte los mismos valores que Baseotto. Los ataques y las injurias están dirigidos a la<br />

candidata a Ministra de la Corte Suprema, cuya postura frente a temas tales como el aborto y la<br />

anticoncepción es repudiada por Baseotto. De esta forma, si se da por sentado que los interlocutores<br />

de la carta comparten el mismo conjunto de valores, el ministro de Salud también debe repudiarla.<br />

En contraposición a lo visto en la primer carta, en la carta al Ministro González García se mantiene<br />

un evidente contrapunto entre el yo y el usted:<br />

Usted sostuvo <br />

Quiero<br />

informar<br />

<br />

Usted es medico<br />

sabe<br />

Castel y Cubo, Editores (2010)<br />

Le<br />

(Ministro)


513 / Del discurso religioso al discurso político …<br />

Usted propicia <br />

Usted Repartió profilácticos A los<br />

jóvenes<br />

<br />

recordaba El texto del<br />

evangelio<br />

Usted afirma <br />

Todos queremos <br />

usted sabe <br />

Toda persona<br />

medianamente<br />

informada<br />

<br />

<br />

<br />

sabe Lo <br />

Están<br />

induciend<br />

o<br />

Los <br />

dicen combatir<br />

Nunca<br />

dicen<br />

<br />

cree <br />

A<br />

contagiars<br />

e de la<br />

enfermed<br />

ad<br />

Modalidad<br />

interrogati<br />

va<br />

Modalidad<br />

interrogati<br />

va<br />

En esta carta no se intenta dejar bien parado al interlocutor; no solo se le advierte acerca de lo<br />

erróneo de sus acciones sino que intenta condenarlo moralmente. A diferencia de la carta anterior no<br />

se busca ningún tipo de conciliación o terreno común entre ambos. Al contrario, se refuerza la<br />

irreconciliable diferencia moral de los interlocutores puesto que lo que Baseotto se propone es colocar<br />

al Ministro de Salud en la posición de contradestinatario. Es posible observar en esta carta algunos<br />

procesos verbales que podrían corresponder tanto a la segunda persona del plural como a la tercera<br />

(“están induciendo”, “dicen”) que refieren a grupos opuestos a Baseotto y que si se interpretan como<br />

una segunda persona plural estarían conteniendo dentro del grupo repudiado al Ministro González<br />

García.<br />

Existen otros elementos que refuerzan la construcción del destinatario que se lleva a cabo a través<br />

de los agentes de los procesos y los pronombres. Estos se ubican en los límites de la carta: son las<br />

formas de apertura y de clausura. En la carta al Ministro de Justicia, se lo trata con una mayor<br />

reverencia, en algunos casos incluso exagerada. Al inicio de la carta, se refiere al Dr. Béliz como<br />

Excmo. (excelentísimo) Sr. Ministro y a reglón seguido se lo denomina con la abreviatura S.E que<br />

corresponde a su excelencia. De igual forma se refiere al ministro en el cierre de la carta: “Saludo a S.E<br />

con mis mayores consideraciones”. Además de las exageradas formas de reverencia, se observa la<br />

figura retórica de la falsa modestia donde Baseotto se presenta como un simple ciudadano. Luego dice<br />

que escribe no como Obispo Castrense sino como miembro de la diócesis de Añatuya “la más pobre de<br />

Argentina”. En conclusión, Baseotto coloca en un lugar privilegiado a su destinatario, mientras que él<br />

se asigna un lugar más humilde. De esta forma, si existe una desigualdad en el poder esta queda a<br />

favor del Ministro.<br />

En cambio, la carta al Dr. González García se abre con un escueto “De mi consideración”, mientras<br />

Baseotto se presenta como Obispo y como persona que posee un conocimiento que el Ministro<br />

<strong>Rocío</strong> <strong>Flax</strong>


La renovación de la palabra / 514<br />

parecería ignorar “por la presente quiero informarle que sobre el aborto, la anticoncepción, la<br />

corrupción de menores, etc., se ha pronunciado el Episcopado Argentino en repetidas ocasiones, y el<br />

Papa Juan Pablo II en toda oportunidad que se ofrece.” Esta enumeración de autoridades eclesiásticas<br />

sirve también para respaldar su opinión, puesto que lo que está haciendo es trasmitir sus posturas.<br />

En cuanto a la forma en que se cierra esta carta, se trata de una forma corriente de tratamiento en<br />

tercera persona impersonal –en contraposición al saludo al Dr. Béliz, “Saludo a S.E con mis mayores<br />

consideraciones”, que se encuentra en primera persona del singular- generando mayor distancia entre<br />

los interlocutores: “Saluda a Ud. Atte”. Como en la formula de apertura, la de cierre cuenta con los<br />

elementos indispensables de cualquier fórmula convencional y automática de formalidad.<br />

En cuanto a la firma de la carta, la epístola dirigida al Ministro de Salud es el único caso en qué<br />

Baseotto cambia su habitual manera de firmar -“Monseñor Antonio Juan Baseotto, obispo<br />

castrense”- presente en todos sus escritos incluida la carta al Dr. Béliz. Baseotto tiene derecho para<br />

opinar en contra del aborto porque lo legítima su título de profesor de biología. En efecto la carta se<br />

firma de la siguiente manera: Mons. Antonio Juan Baseotto, profesor de Biología y obispo castrense.<br />

Por lo tanto, en la carta al Ministro de Salud la balanza de poder favorece a Baseotto, quien<br />

aparece como representante de las máximas autoridades eclesiásticas y como miembro de la<br />

comunidad científica, mientras que el Dr. González García parece incluso desconocer algunas<br />

informaciones vinculadas a los temas en cuestión.<br />

Conclusiones<br />

Baseotto se presenta en sus cartas en tanto que Obispo Castrense, Obispo de la diócesis de<br />

Añatuya, ciudadano o profesor de biología. Presenta sus discursos, por tanto, como ajenos al campo<br />

de la lucha política. Ambas cartas tienen la misma temática social: la preocupación de Baseotto –en<br />

tanto ciudadano, religioso y biólogo- por las medidas de los funcionarios públicos en asuntos de<br />

anticoncepción y aborto. Sin embargo, en sus cartas despliega estrategias que lo ubican en un lugar<br />

diferente al que el mismo pregona, y lo introducen en el campo del discurso político.<br />

Siendo las opiniones de Baseotto similares en ambas cartas, llama la atención que haya buscado<br />

dos estrategias opuestas según el destinatario en cuestión. En el caso del Dr. Béliz lo incluye dentro<br />

de su propio colectivo moral dejándole el rol de contradestinario a una persona ajena al circuito de<br />

comunicación propuesto en la carta. En cambio, ataca directamente al Ministro González García como<br />

su opositor político.<br />

La forma de explicar esto excede los contenidos de las cartas. Es necesario ir a buscar en el<br />

contexto social, en el momento de escritura de las cartas y en la imagen que poseían ambos Ministros.<br />

En Béliz podía contar con un aliado debido a sus vinculaciones con la Iglesia Católica, y en particular<br />

con el sector de ultraderecha del Opus Dei, y por esta razón se eligió el camino de la persuasión y la<br />

identificación entre los interlocutores en tanto representantes de la moral católica. En cambio, en el<br />

caso del Dr. González García la imagen más progresista y liberal de este Ministro en cuanto a asuntos<br />

de salud reproductiva y el hecho de que el mismo Ministro es el promotor de alguna de las políticas<br />

repudiadas por Baseotto, llevan a este último a hacerlo blanco de sus ataques, sin ningún intento de<br />

persuasión o conciliación en las posturas. Mucho menos, se intenta conseguir algún tipo de concesión<br />

a los pedidos de la Iglesia Católica por parte del Ministro y por tanto la mejor estrategia consiste en<br />

descalificar las decisiones del gobierno.<br />

Corpus<br />

Carta al Ministro de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos (Abril de 2004)<br />

Excmo. Sr. Ministro:<br />

Como a S. E. le corresponde recibir el sentir de los ciudadanos respecto a los posibles candidatos a<br />

integrar la Corte Suprema de Justicia de la Nación, le escribo estas líneas. Y lo hago no atendiendo al<br />

año cumplido como Obispo Castrense; sino a los 27 años vividos en la Diócesis de Añatuya de los<br />

cuales los últimos diez fueron como Obispo de la misma, la más pobre de Argentina, pero también la<br />

que por las tradiciones que alberga, de las más representativas de la cultura del genuino pueblo<br />

argentino.<br />

Se ha propuesto como candidata a ocupar un lugar como miembro de la Corte Suprema de Justicia<br />

de la Nación a una profesional que profesa públicamente que es “atea militante”. Siempre hemos<br />

tenido ateos en Argentina, pero como una ínfima minoría. El pueblo (con todas las limitaciones<br />

humanas) es católico; y como tal se manifiesta. Es más: el catolicismo impregna la cultura de nuestro<br />

pueblo. Y esto es más evidente en el Norte Argentino olvidado y marginado del interés de la urbe<br />

porteña.<br />

La profesional del caso no sólo se profesa “atea”, sino también “militante”. Lo que significa en<br />

correcto castellano que va a militar para imponer el ateísmo. Lo que no sólo es contrario a la<br />

Castel y Cubo, Editores (2010)


515 / Del discurso religioso al discurso político …<br />

Constitución Nacional (como lo han demostrado expertos en Derecho) sino que va contra la cultura<br />

propia del pueblo. Ponemos en riesgo la identidad nacional y los valores que la constituyen.<br />

Además dicha profesional se ha declarado a favor del aborto (con los eufemismos ya conocidos). El<br />

aborto propuesto como tema religioso y religioso católico, ha ido ganando espacio por la presión de los<br />

medios de comunicación social. Es un tema estrictamente biológico y antropológico. El feto, producida<br />

la fecundación, tiene su ADN propio que no es el mismo del padre ni de la madre. Se trata de una<br />

persona con la dignidad y derechos propios de una persona. No se trata de “algo”. Se trata de<br />

“alguien”.<br />

Al negársele el primero de los derechos humanos, el derecho a al vida, estamos marginando a un<br />

sector de la sociedad: el inocente y que no tiene capacidad de expresarse. ¿No es una marginación más<br />

cruel y arbitraria que la del nazismo de Hitler que marginaba y les negaba el derecho a la vida a<br />

judíos, gitanos y polacos católicos?<br />

El aborto es un asesinato y una marginación. Y es como decía el filósofo español Julián Marías “La<br />

peor lacra del siglo XX”. Y ahora la queremos en el siglo XXI y en Argentina.<br />

El ciudadano argentino ha sufrido mucho en estos último años. No le añadamos nuevos<br />

sufrimientos poniendo como autoridades en la Justicia a profesionales tan justamente cuestionados.<br />

Saludo a S. E. con mis mayores consideraciones en Cristo Redentor.<br />

Monseñor Antonio Juan Baseotto, obispo castrense<br />

Carta al ministro de salud pública (Febrero de 2005)<br />

Buenos Aires, 17 de febrero del año 2005<br />

SEÑOR MINISTRO DE SALUD PUBLICA<br />

DOCTOR GINES MARIO GONZÁLEZ GARCÍA<br />

De mi consideración:<br />

Me han hecho llegar la transmisión de una entrevista que Ud. sostuvo con un periodista el 14 de<br />

este mes.<br />

Como deja la impresión de que el único Obispo que dice las cosas es el Arzobispo de La Plata, por<br />

la presente quiero informarle que sobre el aborto, la anticoncepción, la corrupción de menores, etc, se<br />

ha pronunciado el Episcopado Argentino en repetidas ocasiones, y el Papa Juan Pablo II en toda<br />

oportunidad que se ofrece. Lo hizo la semana pasada ante la nueva embajadora de Holanda. El 10 de<br />

enero decía en el discurso al cuerpo diplomático acreditado ante la Santa Sede: “En estos últimos años<br />

el desafío de la vida se está haciendo cada vez más amplio y crucial. Se ha centrado particularmente<br />

en el inicio de la vida humana, cuando el hombre es más débil y debe ser protegido mejor... La<br />

posición de la Iglesia apoyada en la razón y la ciencia, es clara: el embrión humano es un sujeto<br />

idéntico al niño que va a nacer y el que ha nacido a partir de ese embrión. Por la tanto, nada que viole<br />

su integridad y dignidad es éticamente admisible”.<br />

Usted es médico. Sabe perfectamente que el feto en gestación tiene ADN propio, ni del padre, ni de<br />

la madre. Suyo propio. Es una persona humana. Al privarlo de la vida se está pisoteando su derecho<br />

humano primordial.<br />

La multiplicación de los abortos que usted propicia con fármacos conocidos como abortivos es<br />

apología del delito de homicidio... Cuando usted repartió públicamente profilácticos a los jóvenes,<br />

recordaba el texto del Evangelio donde nuestro Señor afirma que “los que escandalizan a los pequeños<br />

merecen que le cuelguen una piedra de molino al cuello y lo tiren al mar”...<br />

Usted afirma que es para prevenir el SIDA. Todos queremos que nadie sea aquejado por semejante<br />

enfermedad. Pero usted sabe –como lo sabe toda persona medianamente informada– que los poros del<br />

látex permiten el paso del virus. Y no son la barrera que tanto pregona la industria del látex que<br />

mueve cifras millonarias.<br />

Y al facilitarles a los jóvenes e inducirlos a la vida sexual prematura, de hecho los están induciendo<br />

a contagiarse de la enfermedad que dicen combatir. ¿Porqué nunca dicen que ser casto, dueño de sí<br />

mismo, es el medio más eficaz para prevenir el SIDA? ¿O cree que ningún joven es capaz? ¿No lo están<br />

haciendo ya en Estados Unidos, donde ya están de vuelta de esta libertad suicida?<br />

Señor Ministro: lo menos que puedo decir es que es anticientífico propiciar el aborto: asesinato de<br />

hombres inocentes; que distribuir profilácticos es propiciar el libertinaje sexual y difundir<br />

impunemente el sida, que es ampliar el mercado de los que negocian y lucran con la salud física y<br />

moral de nuestra juventud.<br />

<strong>Rocío</strong> <strong>Flax</strong>


Castel y Cubo, Editores (2010)<br />

La renovación de la palabra / 516<br />

Se está contribuyendo a la degradación de nuestra sociedad, con los mismos principios de los<br />

emperadores romanos: “panes et circenses”. Pan queda poco si no propiciamos la cultura del trabajo.<br />

Circo nos sobra...<br />

A buen entendedor pocas palabras.<br />

Saluda a Ud. atte,<br />

Mons. Antonio Juan Baseotto, profesor de Biología y obispo castrense<br />

Referencias<br />

Bonnin, Juan Eduardo (2009) “Los usos políticos de la homilía y los límites del dialogismo religioso”. En Coloquio<br />

Argentino de la IADA. La plata. Argentina.<br />

Fairclough, Norman (2003) “El análisis crítico del discurso como método para la investigación en ciencias sociales”.<br />

En Meyer, Michael y Ruth Wodak, Comps. (2003).<br />

Fairclough, Norman y Wodak, Ruth, (2000) “Análisis crítico del discurso”. En Van Dijk, Teun, El discurso como<br />

interacción social. Estudios sobre el discurso II. Una introducción multidisciplinaria. Barcelona: Gedisa.<br />

Fairclough, Norman (2005) “Análisis crítico del discurso”. En Marges linguistiques Volumen (9): 99-117.<br />

<strong>Flax</strong>, <strong>Rocío</strong> (2008) “Antonio Baseotto: construcción de un imaginario cristiano para las fuerzas armadas”. En III<br />

Congreso Internacional Transformaciones Culturales, Debates de la Teoría, la Crítica y la Lingüística. Buenos<br />

Aires. Argentina.<br />

Halliday, M.A.K. (2004) On the language and linguistics. London: London Continuum.<br />

Halliday, M.A.K (1982) El lenguaje como semiótica social. México: FCE.<br />

Martin, James y Peter White (2005) The Language of evaluation. Appraisal in English. New York: Palgrave<br />

Macmillan.<br />

Meyer, Michael y Ruth Wodak, comps. (2003) Métodos del análisis crítico del discurso. Barcelona: Gedisa.<br />

Raiter, Alejandro (2001) Representaciones sociales. Buenos Aires: Eudeba.<br />

Raiter, Alejandro y Julia Zullo, Comps. (2008) La caja de Pandora. La representación del mundo de los medios.<br />

Buenos Aires: La Crujía.<br />

Van Dijk, Teun (1996) “Análisis del discurso ideológico”. En La palabra hablada Volumen (6): 34-49.<br />

Van Dijk, Teun (1997) Racismo y análisis crítico de los medios. Barcelona: Paidos.<br />

Van Dijk, Teun (2003) “La multidisciplinaridad del análisis critico del discurso: un alegato a favor de la<br />

diversidad”. En Meyer, Michael y Ruth Wodak, comps. (2003).<br />

Verón, Eliseo (1987) “La palabra adversativa”. En AAVV, El discurso político. Lenguajes y acontecimientos, Buenos<br />

Aires: Hachette.

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