i 2 - Funcas

TOL TOL 15
Este señor cree que Alfonso el Sabio . por un privilegio
despachado en Vitoria, á 23 de setiembre de 1256 , reunió
las gentes que vivían en cas. esparcidos al rededor del actual
sitio de la pobl. y le dio principio sin que hubiese existido
antes. Mas, siendo asi ¿. cómo Alfonso llamó á aquellas
gentes a poblar a tolosa. dando este nombre á la v. que
habia de empezar á existir 1 ¿. Pudo ser ideado entonces y
con aquel ob]eto este nombre por Alfonso ni por los pobladores?
¿Era propio de la lengua de aquellas gentes ? ¿ Pudo
satisfacer á Alfonso por significar alguna cosa oportuna para
denominar su fundación ?Creemos indudable que este nombre
era ya á la sazón de un origen desconocido; habiéndose
conservado tradicionalmente, si es que la ¡pobl. á que
perteneciera, habia llegado á desaparecer: creemos que este
nombre, desfigurado por la huella de los tiempos, y las ruinas
de la pobl. á que hubo de ser impuesto (sino existia otra
cosa á que estuviese afecto) precedieron de mucho á Alfonso
el Sabio ; y que este monarca no hizo mas que restaurar
una pobl. antiquísima. Y ¿ cuál seria esta ? Dejando
aparte la voluntariedad de Bartolomé Hogatís, en suponer
que al principio se llamó Paladia, como dice el Sr. Abella,
tenemos que hacer lo mismo, ya en la opinión del ilustrado
Marco, quien incurre en el error de afirmar la existencia de
dos Iturisas en la antigüedad, mencionadas una por Me'a
que reduce á Tolosa, y'otra en el Itinerario Romano que coloca
en Subiri. Habiendo visto en el art. de aquella ant. c.
como era única , mencionada en ambos geógrafos y su reducción
mas probable que es á Itnren , nos escusan de ocuparnos
contra esta opinión, los eruditos trabajos del maestro
Risco, del mismo Sr. Abella , y últimamente , del señor
Cortés y López. Este distinguidísimo geógrafo es quien nos
presenta la mejor congetura, aunque con la desconfianza
inseparable de tales investigaciones. Ptolomeo dio el nombre
Thabuca á cierta c. de la región de los Yardulos, y
Cortés, luego de haberse inclinado á situarla en Zubielqui,
dice: «Si el nombre Thabuca viene del hebreo Thavucha,
que entre otras cosas significa dolus entonces Dolosa
debe corresponder á Tolosa.)) No hay duda que la sinonimia
es un gran recurso para la geografía comparada: pero
sin otro apovo, como en este caso y con un significado harto
impropio para denominar una pobl., es indicio demasiado
débil. ¿ Será otro el origen del nombre Tolosa , datando en
lo mas ant., y habiendo pasado desapercibido de los geógrafos
mayores? Bien pudo suceder así; pero esto no obstante,
y cualquiera que sea la antigüedad á que puedan remontarse
los orígenes de esta pobl. y nombre, es preciso
desechar con el Sr. Abella la invención de los falsos cronicones
que la atribuyen sede episcopal en los tiempos antiguos;
el testimonio He las actas de San Germán, que también
se ha citado por prueba de la antigüedad del cristianismo
de Tolosa; y el falso Julián Pérez, quien, con absoluta ignorancia
de la geografía ant. se ha hecho atribuyese Tolosa á
los caristos.'
Y ¿qué valor tendrán la opinión de Nuñez de Castro, que
refiere haberse hecho en esta villa la entrega de la prov. de
Guipúzcoa á D. Alonso VIH, si no lo prueba, y su testimonio
es muy moderno para hacer fuerza, careciendo del necesario
apoyo en los antiguos? ¿ Bastará que en el célebre
instrumento de dicha entrega, debido probablemente al famoso
Lupian , fraguador de semejantes documentos, resulte
haber hecho los guipuzcoanos en Tolosa el juramento,
dia de Santiago? Podemos repetir, con el Diccionario de la
Academia, que es muy infundado cuanto se ha dicho sobre la
antigüedad de Tolosa; pero sin negársela por esto , para lo
que tampoco encontramos mucho mejor fundamento. Es
verdad que la primer noticia auténtica de ella, resulta en
la espresada carta puebla de Alfonso el Sabio; pero esto no
basta contra el inconveniente del nombre, que dejamos indicado
, para probar que no hubiese existido antes , v que
Alfonso no fuese el restaurador en vez de su fundador. I)i-
cese que sufrió un incendio en 1282 ; pero si la razón en
esto fuese haber espedido Sancho IV otra carta puebla de
Burgos á 30 de marzo de 1285 , confirmada en 12 de mayo
de 4286, y 20 de abril de 1290; tratándose de conciliar
por este medio ambas disposiciones, dirigidas á un misino
objeto, el contenido de la de D. Sancho lo apoya poco; pues
manifiesta claramente haber sido espedida solo para promover
el desarrollo v engrandecimiento de la v. « Para que
la puebla que el rey "D. Alonso mió padre é yo mandamos
facer en Tolosa de Guipúzcoa , se pueble mejor é de mejores
bornes para nuestro servicio . tengo por bien que cuantos
hijosdalgo son á ella venidos é vinieren á la poblar, que
sean quitos de todo pecho ellos é los sus solares, é que non
den fonsaderas, nin otro pecho , nin derecho alguno, é que
sean libres é quitos asi como lo eran en los sus solares.»Aun
le otorgó este rey otros privilegios , siendo notable el que
disponía , que todas mercaderías conducidas de Navarra y
Aragón á los puertos de Guipúzcoa , pasasen por esta v.
Estos privilegios fueron confirmados por los reyes sucesores,
y á su favor Tolosa circuida de buenos muros , se hizo
considerable, cabeza de un vasto distrito y numerosas poblaciones
: en la época de su apogeo político sus procuradores,
que en las juntas generales de la prov. ocuparon
siempre el primer asiento al lado izquierdo del corregidor y
votando en seguida de los de San Sebastian, lo hicieron con
356 1/2 fuegos: era una de las cuatro poblaciones en que
debia residir el corregidor con su tribunal por tres años,
como también la diputación de la prov. Fue el punto escogido
por esta para archivo y depósito de todos sus diplomas,
escrituras, reglamentos comunes, pesos y medidas, y
pira almacén de armas y municiones de guerra. Tolosa podía
formar una compañía de 1,500 hombres armados en
guerra. Al valor de sus vec. se atribuye en gran parte la
famosa victoria conseguida por los guipuzcoanos sobre los
navarros y franceses en 19 de setiembre de 1321 en el valle
de Beotivar, distinguiéndose particularmente el caudillo
de aquellos Gil López de Oñez : Tolosa quiso perpetuar
en sus hijos la memoria de aquella hazaña, celebrando en
su comemoracion, todos los años por el dia de San Juan, públicos
regocijos.
Las primeras ordenanzas municipales de Tolosa fueron
aprobadas por Alfonso XI en 1322 y 1335, y confirmadas pollos
reyes sucesores. En 1391 se congregó en esta v. la junta
general de Guipúzcoa para la defensa de sus libertades, y
oponerse á la exacción de los 100,000 mrs. que pretendían
cobrar de ella los recaudadores de Enrique III: enterado éste
délas inmunidades de la prov. alzó el tributo. Los vec. de
Tolosa con otros guipuzcoanos al favor de la guerra de Castilla
con Aragón y Navarra se apoderaron de los 1. de Areso
yLeiza, y en 27 de setiembre de ИЗО, el rey de Castilla dispuso
que continuasen en la posesión v aprovechamiento de
ambos I. navarros, cuyas fort. con las de Larraun, Gori ¡ti
y Lecumberri habían sido derribadas en el intermedio pollos
guipuzcoanos , hermanados con los beaumonteses. Por
privilegio del mismo D.Juan II de Castilla, dado en Cantalapiedra
á 7 de junio de 1 443, y confirmando en Astudillo á
21 de junio de 1431, obtuvo Tolosa , que sus alcaldes ejerciesen
jui isd. privativa, en primera instancia, sobre los vec.
de supart. En 1457, el rey D. Enrique IV mandó derribar
la casa fuerte de Zaldivia, sita en Tolosa, en razón de los
trastornos ocasionados por las parcialidades de Oñocinos y
Gamboinos que tanto agitaron la prov. En 6 de mayo de 1463
ocurrió un alboroto cu esta pobl., con motivo de haberse
presentado en ella un judio llamado Gaon, exigiendo cierto
tributo con título de pedido, como sucediera en tiempo de
EnriqueIII, Y pereció á manos del tumulto-, el rey Enrique
IV, informado de la esencion que disfrutaba la v. como
toda la prov. limitó el castigo de este esceso á la demolición
de la casa en que se habia cometido, y reconoció la esencion
de Tolosa como sus antecesores. Mediaron grandes discor-
fuera de su debido punto di- vista procede á lijarlos cu el, es donde el historiador presenta el mérito que el artista, al clasificar > describir
un monumento -.cuando este no hace mas que simplemente citarlo, entonces es lo mismo que el historiador considerando solo en la
sencilla velación de los acontecimientos; ¡mes claro es que ó los han visto por sí mismos, ó los conocen por la autoridad de otros. Cuando
la verdad de los hechos no está aun decidida de un modo absoluto, habiendo sobre ellos diligencia de opiniones, entonces es cuando se
hace muy oportuno citar todos los escritores que los han mencionado con su sentir respectivo , y es indispensable nombrar aquellos cu va
opinión se adopte, mayormente cuando no se estime decisiva, porque es preciso autorizarse, v debiéndose suponer que esta adopción 'es
hecha en resultado del examen de todas las opiniones, siempre da alguna mayor validez á la prohijada. Estos principios son los que presiden
a nuestro trabajo histórico : liemos créelo hallarlos en el ejemplo de los mas respetables escritores desde el misino Heredólo, verdadero
padre de la historia. «