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i 2 - Funcas

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TOR TOR 41<br />

bada puede calcularse en 150,000 fan. anuales, en 2,000 la<br />

de garbanzos , en igual cantidad la almendra amarga y dulce<br />

, en 1,000 la de algarroba , en lo mismo la del centeno y<br />

en 700 la de muelas, no siendo de menos consideración la<br />

del vino-, se importan sobre 10,000 a. de aceite, igual cantidad<br />

de pescado salado, 3,000 de jabón , 7 á 8,000 de tocino<br />

i 3,000 de carne de vaca , 800 de carnero , oveja y corderos<br />

, 3,000 de azúcar y cacao y lo mismo de fierro. Por<br />

privilegio concedido en 1609 , puede celebrar dos ferias j<br />

anuales ; la una que comienza el dia de Sta. María de agos- |<br />

to y acaba el 5 de setiembre, y la otra diez dias antes de<br />

la cuaresma v acaba á los 20 siguientes: esta última no se<br />

utiliza hov. Ademas del mercado fuerte que se verifica el<br />

dia de San Pedro, en que es notable la concurrencia de ganados<br />

y maderas de Soria, hay otros cuatro semanales los<br />

domingos, lunes, miércoles y viernes, de trigo, cebada,<br />

lienzos v otros art. de primera necesidad.<br />

POBLACIÓN OFICIAL. 1,807 vec, 6,995 alm. CAP. PROD.:<br />

II.721,200 rs. IMP.: I.15Í.823. CONTR.: 69,774 rs. 6 mis. El<br />

PRESUPUESTO MUNICIPAL asciende ordinal iamente á 260,878<br />

rs. que se cubre con 173,578 que producen los propios y<br />

arbítriors, \ el de íicitpor reparto vecinal.<br />

HISTORIA. En el art. Arbucale dejamos ya establecida<br />

la identidad de aquella c. ant. y la actual Toro, cumpliéndose<br />

en esta todos los antecedentes geográficos de aquella.<br />

Por los que se desprenden de las relaciones históricas , debió<br />

estar Arbucale en la regiou vaccea y sobre Salamanca:<br />

Ptolomeo coloca á Arbucale (mal escrito Albocella) en los<br />

9 o<br />

40' long. 42° 55' lat., y á ialamanca (Salmantica) en los<br />

8° 50' long. 41° 50' lat., á todo lo que satisface la sit. de<br />

Toro. Ademas el Itinerario Romano puntualiza la de Arbucale<br />

(adulterado Albucella) en la orilla der. del Duero á 22<br />

millas de Ocelo Vuri (hoy Zamora) y á 27 de Amallobrica<br />

(probablemente Torrelobáton) y esto* hace indudable su cor- |<br />

respondencia , teniendo Toro conocida antigüedad romana.<br />

D. Miguel Cortés y López robustece aun e-tas congeturas,<br />

probando cierta sinonimia entre las voces Arbucale y Toro.<br />

¿Se objetarán sin embargo los desaciertos de ü. Agustín<br />

Cean Reí mudez en los 'que cupo presentar á Arbucale , /1/-bacala<br />

, Albocella ó Albocola como cap. de los arévacos?<br />

¿Se objetarán los no menores del Sr. I). Antonio Gómez de j<br />

la Torre que, en su corografía de la ant. prov. de Toro anda I<br />

á tientas, dudando unas veces que los antiguos conociesen<br />

á Toro, seguro de que nada dejaron escrito de ella ; disputando<br />

luego la reducción de cierta imaginaria Serabis, y<br />

asimismo la de Ocelum Dure y aun la de Octodurum, cuya<br />

voz no es otra cosa que una corrupción de la anterior, y para<br />

el Sr. la Torre ambas designan c distintas y como tales<br />

mencionadas por Ptolomeo; y que después de haber negado<br />

ambos nombres á Toro, vienen congeturando por medio de |<br />

puerilidades y ensueños que engrandecida esta c. por cierto j<br />

Tauro romano tomó el apellido de Toro ó faurum, de dqh- ¡<br />

de con poca variación se escribió Octodurum"! Es preciso i<br />

convenir con el Sr. Cortés que tales desconciertos mas son<br />

merecedores de lástima jue de impugnación. Orillándolos<br />

por tanto, y entrando en la geograíia y en la historia , en<br />

ambas resulta ser Toro c. insigne. Su antiguo nombre Arbucale<br />

del idioma ibérico, que esplicándoloCortés por el hebreo<br />

y por el griego es sinónimo del actual Toro, indica ya<br />

ser esta c. de las mas antiguas de España, y lo hace indudable<br />

la primer noticia histórica que tenemos de ella. El<br />

grande Aníbal, que en el segundo año de su mando trajo la<br />

guerra por el interior hasta los varéeos, pais cuya libertad<br />

aun no había amagado estranjero alguno, después de tomar<br />

por sorpresa á Salamanca (Y.) llegó á Toro (Albucale), cuya<br />

c. ocupó también, pero con grandes dificultades y á fuerza j<br />

de armas. Era entonces por el testimonio de Polybio y Livio<br />

c grande v populosa, lo que, como hemos dicho repetidas ¡<br />

veces,, debe entenderse en sus dependencias. siendo la ¡<br />

mente enlaces á los hechos, lo que repugna á la rigidez<br />

histórica. Solo cabe decir que debió ser grande su catástrofe<br />

como es consiguiente de una ocupación á fuerza de<br />

armas, por un enemigo que , es de creer, no pensó establecer<br />

su dominación en ella , y cuya espedieion no tuvo el carácter<br />

de conquista , dejando solo tras de sí la huella de la<br />

tempestad, que va desapareciendo, al paso que la campiña se<br />

rehace de sus rigores. Sin embargo, quizá fue tan profunda<br />

sobre esta pobl. que, alcanzada aun por los romanos, cuando<br />

estos sucedieron á los cartagineses en trabajar el pais<br />

vacceo, no dio lugar á que sostuviese en aquella época su<br />

anterior fama, y brillasen mas Cauca. Intercatia. Pallantian<br />

y Lacobriga. Consta sí que existia entonces, habiendo<br />

prevalecido á su catástrofe, por la espresada mención de<br />

Ptolomeo y particularmente por la del Itinerario Romano,<br />

que acredita ademas su capacidad y proporciones para servir<br />

de mansión á los cónsules y pretores en sus visitas provinciales.<br />

Lo mismo certifican los restos de su ant. muralla,<br />

que determinan aun el radio primitivo, mucho mas reducido<br />

ipie el actual y en su parte culminante. También se ha<br />

conservado en esta" c. uno de aquellos toros de piedra tosca<br />

y mal formados, que muestran otras ciudades, semejantes<br />

á los famosos de Guisando; y que si no fuese cierta la sabia<br />

congetura del Sr. Cortés sobre el nombre de esta pobl., calificándolo<br />

de simple traducción del antiguo Arbucala, pudo<br />

ser su denominante esta piedra , como lo fue otra igual de<br />

una cueva inmediata á Segorbe, llamada en razón de su hallazgo<br />

ocurrido en ella Cueva del Toro.<br />

¿Citaremos ¡a invención de aquellos en quienes leemos,<br />

que en tiempo de los godos «fue morada de algunos de sus<br />

reyes por la preferencia que daban á su campiña sobre todas<br />

las que poseian en virtud de la partición de tierras que hicieron<br />

con los naturales?» Es tan desautorizado esto y tan<br />

conocida su falsedad , que no hay necesidad de refutación.<br />

Solo consta la existencia de esta c. en aquel tiempo, porque<br />

no se prueba hubiese sido destruida , y porque en el<br />

siglo Vil hizo mención de ella el geógrafo anónimo de Ravena.<br />

¿Fue desmantelada por los árabes al establecer su dominación<br />

en el pais? ¿Lo fue por Alfonso el Católico , cuyos<br />

avances despobladores la hallasen en poder de aquellos y<br />

habiéndoseles quitado la echasen por tierra en razón de no<br />

poder conservarla en su dominio, sujeto á las alternativas<br />

de la mas sangrienta guerra ? Ambas cosas se aseguran; mas<br />

no dudamos en desechar la primera y corroborar la segunda,<br />

aunque nada consta de una ni otra: conocido el carácter<br />

asolador de aquella horrorosa guerra, no es espues,to<br />

asegurar, que alternando esta c. entre ambos dominios musulmanes<br />

y cristianos , ambos pueblos alternarían también<br />

en sus destrucciones v restauracinnes hasta el año 883, en<br />

cuya época quedó definitivamente por los cristianos. Alfonso<br />

el Magno encargó la reparación de sus desastres á su<br />

hijo García, y esta o. volvió á ser pronto considerable, sin<br />

que nunca dege de ser por esto un desatino, aquello de las<br />

40 parr. que cuentan algunos.<br />

cap. o centro de corta ostensión á la manera de todas las !<br />

ciudades primitivas: la ¡dea que nos lia quedado de la l'oili- j<br />

ficacion de aquellos tiempos, que consistía en unas débiles<br />

tapias, es la que especialmente encarece la grande importancia<br />

que tos historiadores citados dan á la resistencia ven- j<br />

cida por Aníbal. ¿Diremos ahora cuál seria el estado en que i<br />

hubo de quedar esta c. después del asalto y ocupación de '<br />

Aníbal, y cómo vino al poder de los romanos? Faltando todo '<br />

testimonio autorizado sobre ello, seria idear voluntaria- 1<br />

Habiendo visto la mayor parte de los historiadores modernos<br />

(jue Fernando el Grande, al repartir sus estados entre<br />

sus hijos, dio á las infantas Jeloira y Urraca todos los<br />

rnonast. de sus estados para que pudiesen pasar en ellos sus<br />

dias fuera de matrimonio, como lo espresa el Ovetense, que<br />

es el mas terminante, aumenta que ademas dio á Urraca la<br />

c. de Zamora y á Jeloira ó Elvira la de Toro. Asi lo consignamos<br />

llanamente en la reseña histórica de León, por ser<br />

esta la opimion recibida y pertenecer á estos art. las observaciones<br />

y noticias mas detalladas. En el de Zamora veremos<br />

el fundamento que puede tener respecto de aquella c:<br />

por lo que hace á Toro es preciso confesar que no hallamos<br />

absolutamente ninguno; y siendo asi que al sentar un hecho<br />

que, como este, no costa por los antiguos, debe autorizarse<br />

con los comprobantes, aparece que debiéramos habernos<br />

desentendido desde luego de ellos; pero la grave<br />

autoridad de los escritores que lo afirman, y la probabilidad<br />

de que Fernando señalase ó diese á sus hijos algo mas que<br />

los rnonast. en aquel sentido lato, para que pudiesen sustentar<br />

la vida; pues tampoco es verosímil que hubiese querida<br />

grabar con ello á estos rnonast. en tiempos que tales<br />

casas lo absorvian todo; estas atendibles razones nos hacen<br />

aun respetar aquel aserto. La pretcnsión de Sancho contra<br />

su hermana Elvira para que le entregase esta c., el sitio

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