198 SER SER - Funcas

En verano suceden padecimientos de vientre y de carácter
bilioso; calenturas , vómitos, diarreas, cólicos, el cólera-morbo
esporádico, aunque los casos son en cortísimo
número, irritaciones en fin, de diversa índole, pero en las
que reluce casi siempre el aparato bilioso. Alguna vez en
junio y julio y aun algo antes ó después, ocurren enfermedades
catarrales, y mayor número de afectos de pecho, que
en el invierno, cuando las primaveras son húmedas y frias.
Desde julio ú agosto aparecen en los pueblos fiebres intermitentes,
efecto de las causas que hemos indicado , y todo
el verano ocurren en ellos varios casos del que llaman tabardillo,
que es ó una fiebre biliosa intensa, ó bien una
gastro-entero-encefalitis, ó bien la fiebre tifoidea, ó la adinámica,
pues toda enfermedad aguda con fiebre alta la llaman
tabardillo. Desde setiembre son mas graves todos los
males que sobrevienen, sin que dejen de ser de Índole parecida,
pues el otoño ofrece, segun sea , enfermedades de
las que han tenido lugar en otras estaciones. Sobre todos
perjudica á los tísicos y consuntos, porque rara vez sobreviven:
á las fiebres intermitentes, porque se hacen tenaces
y refractarias átodo; alas agudas, pues aparecen con mas
frecuencia las tendencias atáxicas ó adinámicas, v á los
ue padecen dolores reumáticos, artítricos, osteocopos ó
e otro género. A pesar de la clasificación hecha por estaciones,
no se observa regularidad constante en la aparición
de los males; hijos ellos de constituciones atmosféricas accidentales
y variables, déla acción de causas que obran del
mismo modo en todos los meses del año, se presentan siempre
que se reúnen las condiciones conducentes á su desarrollo
; la estación es en nuestro juicio , uno solo de los elementos
ó datos del problema.
Las enfermedades en la gente del campo son mas agudas,
mas enérgicas, pero mas francas en si marcha y mm regulares
, que en las c., especialmente la cap.: las leves, son
fácilmente dominadas por los esfuerzos de la naturaleza , y
pocas veces necestan recurrir al médico para que ayude á
combatirlas; las graves, por el contrario, suelen ser mas
graves que sus análogas de la c.; -pero la regularidad de su
marcha mucho mas constante y la robustez individual favorecen
mucho el buen^éxito. En la cap. ademas de ocurrir
todas las enfermedade's de los pueblos en mucho menor número
proporcionalmente, hay el inmenso cúmulo de afecciones
nerviosas, que complican , enmascaran y trastornan
casi todas las demás; la sífilis, las enfermedades de cutis y
otras que si bien se observan en los pueblos, son mucho
mas limitadas en número, y que forman reunidas y mezcladas
esa fisonomía especial médica de los pueblos grandes y
cultos, que es preciso estudiar en ellos mismos, y que los
asemeja tanto bajo este aspecto.
TÉRMINO Y CONFINES Varias han sido las divisiones que
se han hecho en distintas épocas del terr. español: segun
el proyecto de 1809 , dividiéndola Península en departamentos,
se designaba á la prov. de Sevilla con el nombre de
departamento del Guadalquivir Bajo, y con arreglo á él confinaba
por el N. con el departamento del Guadiana y Guadalira
; por el NE. con el del Guadalquivir y Guadajoz, cuyos
límites coincidían con los de los antiguos reinos de Sevilla y
Córdoba , con solo la diferencia de que aquellos terminaban
entonces al S. de Peñaflor, y después al N. de esta misma
pobl. en el punto donde confluye el r. Genil con el Guadalquivir,
siguiendo luego la dirección del Genil hasta pasado
Ecija; por el SE. con los departamentos del Salado y del
Guadalete, cuya línea de demarcación venia desde dicho
último punto hacia el SO., atravesaba entre Osuna y Marchena,
al S. de los Molares, N. de Morón, al S. de Utrera,
y pasando entre los Palacios y las Cabezas de San Juan iba
á buscar las orillas del Guadalquivir que seguía hasta su
desembocadura en el mar; por el SO. con el Océano, y por
el O. con Portugal.
En el año de 1810 fue decretada por el Gobierno intruso
de José Napoleón otra nueva división del terr. por prefecturas
, segun la cual se dividía la prov. de Sevilla en las tres
subprefecturas de Sevilla, Avamonte y Aracena con una superncie
de 536'8 leg. cuadradas de 20 al grado , residiendo
el prefecto en aquella cap.: el térm. de esta prefectura conlinaba
por el N. con la de Mérida, v la linea que las separaría
partía desde un punto sit. entre Guadalcanal y Alanis;
seguía al S, de Guadalcanal, de la Puebla del Conde y de
SEVILLA. 225
Arroyos Molinos aue pertenecían á la prefectura de Mérida;
al N. de Alanis, del Real de la Jara , de Sta. Olalla, de Cala
, de Cañaveral de Rodonal, de Segura y de Fregenal correspon
di entes á la prefectura de Sevilla; y continuando a!
S. de Oliva, de Barrancos, de Negrita y de Sombral, encontraba
al fin las fronte ras de Porl ugal en el r. Chanza. Al
NE. con la prefectura de Córdoba, partiendo la línea divisoria
del mismo punto que la anterior entre Guadalcanal y
Alanis; se dirigía hacia el SE., pasaba al N. de Alanis, de
San Nicolás del Puerto, de Constantiaa, de las Navas, de
la Puebla de los Infantes y de Peñaflor, que quedaban comprendidos
en la prefectura de Sevilla ; encontraba el Guadalquivir
en la embocadura del Genil, y seguía la dirección
de este último r. hasta pasado Ecija en el sitio en que el r*
Salado se une con el Genil. Al SE. con las prefecturas de
Málaga y Jerez, y la línea que separaba la prefectun de Sevilla
de ía de Málaga empezaba en el punto donde el Salado
se incorpora con el Genil; se dirigía hacia el SO., pasaba
entre el Palmar y las dos lagunas de Ayala y deCalderona,
entre Marchena y Osuna, entre Arahal y Puebla de Cazalla,
terminando en la mitad del camino que conduce de Arahal
á Morón : los límites entre las prefecturas de Sevilla y de Jerez
los determinaba una línea que partía desde el citado último
punto; pasaba al S de los Molares, de Utrera, de la
Venta, de Oran y del Peleón que correspondían á la prefectura
de Sevilla; al N. de Morón, del cort. de Pescoral y de
los Palacios pertenecientes á la prefectura de Jerez, encontraba
al fin el Guadalquivir, y lo seguía hasta su desembocadura
en el mar. Al SO. con el Océano; y por último al
O. con el reino de Portugal.
En la división del terr. de la Península hecha por las Cortes
en el año de 1822, su límite occidental principiaba en
la costa del mar en la torre de la Higuera , pasando al O de
Ntra. Sra. del Rocío; al E. de Hinojos, Alcalá de la Alameda
y Chucena, á cortar los arroyos Carallon y Chardachon,
y al E. de Escacena del Campo : continuaba después por el
O. de Aznalcollar y el Madroño ; se inclinaba al E. por encima
del Castillo de las Guardias; cortaba la ribera de Huelba,
y se dirigía al NE. á pasar al E. de Sta. Olalla y Cala,
marchando por el O. del r. Culebrin hasta su nacimiento.
El límite setentrional empezaba en este punto, y siguiendo
al E. pasaba al N. de Uña , Pallares y Fuente deí Arco, al S.
de Aillones y N. de Azuaga hasta la sierra inmediata. Aquí
tenia principio el límite oriental que seguía al SE. pasando
por el cerro de la Calaveruela, cabeceras de las riberas del
Guesna , Galapagar , Giralbascar y arroyo fíetortillo, dirigiéndose
por este arroyo á cortar el Guadalquivir en su
continencia con el Genil: desde este punto continuaba á pasar
al O. de la Luisiana y Palmar, al E. de Pozo-Ancho,
Herrera y la Salada, y al Ñ. de Casariche para terminar en
el límite N. de Málaga, al NE. del pueblo de la Alameda. El
limite meridional iba desde este sitio al SO. por el origen
del r. Guadajoz, pasando al O. de Fuente de Piedra y por
la sierra de Yeguas ; seguia al O. de Almargen y Cañete la
Real y por las cabeceras del r Corbones; se dirigía al O.
pasando al N. de Alcalá del Valle, entre Olvera y Pruna,
por entre el arroyo Montellano y r. Guadalete, y por entre
los pueblos de Montellano y Puerto-Serrano ; continuaba
por la torre arruinada de Gibalbin; pasaba al N. de Villa—
martin y Espera, y dirigiéndose luego por la márg. der. del
arroyo Romanilla basta el brazo E. del Guadalquivir en la
isla mayor, marchaba por la ribera der. de este r. hasta el
mar, cuya costa seguia por las torres de San Jacinto, Salabaí,
Carbonera y la Higuera.
Finalmente , en la última división terr. establecida por
decreto de 30 de noviembre de 1833 se dieron á la prov. de
Sevilla, cun muy ligeras escepciones, los mismos límites que
tenia por la mencionada división de 1822, confinando hoy
en su consecuencia, por el N. con la prov. de Badajoz";
por el E. con la de Córdoba; por el S. con las de Málaga y
Cádiz, y por el O. con el Océano y la prov. de Huelva. Su
límite O. empieza en la desembocadura del caño de las Rosinas,
sigue pasando al E. de Ntra. Sra. del Rocío, de Hinojos,
de Alcalá de la Alameda, de Chucena y de Carrion
de los Céspedes; corta los arroyos Carallon y Chardachon.
y sigue al E. de Escacena del Campo ; continua después por
el O. de Aznalcollar y el Madroño, se inclina al E. cruzando
por encima del Castillo de las Guardias, corta la ribera del