Mi Gente

Opinión
Maipú en el tercer mundo
Quien recorre el centro de Maipú por
primera vez, se siente sorprendido por
la suciedad, los perros, los rayados y el
comercio ambulante adueñado de las
principales veredas, conjunto de fealdades
propias de una ciudad de tercer
mundo. . Definitivamente hoy en día no
es un agrado caminar por el centro de
la comuna.
Record de Guiness de mal diseño,
debe ser la primera cuadra de Esquina
Blanca, frente a la plaza, donde los cerebros
del Transantiago, debiendo utilizar
la cuadra siguiente, instalaron un
paradero de buses dejando reducida la
vereda a un callejón estrecho y como
si ello fuera poco, ese limitado espacio
debe ostentar la mayor concentración
del mundo en postes y obstáculos al
paso de la gente. ¡Qué urbanistas tenemos,
madre mía!
Son demasiados los ejemplos que
dan mal aspecto al centro de Maipú
para seguir enumerándolos aquí, solo
recomiendo darse una vuelta para constatar
la decadencia de la comuna.
Es difícil vencer la inercia, para
ello se requiere una autoridad con visión
de futuro, independencia política
y capacidad de gestión, atributos sin
los cuales no será posible enmendar los
desatinos cometidos y hacer de Maipú
una comuna amigable y decente.
Dux Rebelles
Dios sorprende día a día
¡Qué maravillosos son los ojos de los niños cuando abren un regalo y se sorprenden y
maravillan con lo que han recibido!... ¡Cómo nos alegra la vida cuando inesperadamente
nos encontramos con un gran amigo que hacía tiempo que no veíamos!... y en este tiempo:
¡Cómo nos han sorprendido muchas veces las palabras y gestos del Papa Francisco! El
pedir la bendición nuestra antes de dar la suya el día que fue elegido Papa…, el circular
en medio de millones de jóvenes y personas en Río de Janeiro en un auto sencillo y sin
seguridades especiales…, sus palabras sencillas, directas, llenas de afecto, de calidez y de
sabiduría. Uno experimenta palabras y signos que alientan, que “refrescan” y que orientan
la ardua vida cotidiana.
Uno puede preguntarse a que se debe tanta sintonía con él, y sin duda nace de su
corazón de padre y pastor anclado y unido al corazón de Jesús. Son las palabras y gestos de
Cristo, que nuestro Papa Francisco nos las hace próximas día a día. He allí lo que significa
ser “Pontífice”, es decir “puente” entre Dios y los hombres, entre Jesús y nosotros.
Por eso estemos atentos a las palabras y gestos del Papa que despiertan al hijo de Dios
dormido en mí; que alientan al caminante y colaborador de Dios que hay en mí, que fortalecen
al servidor abnegado y así vamos creando un Chile, que sea más “copia feliz del Edén”
en la cercanía de Dios y con la compañía de Cristo y María.
P. Carlos Cox D., Rector Santuario Nacional de Maipú
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