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01 vol26 Caminando por el sureste.pdf - Digitum

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nuestra marcha. Este es <strong>por</strong> su topografía y reparto de la población <strong>el</strong><br />

país ideal de las bicicletas, que todo lo invaden, buena prueba es esta carretera<br />

infestada de <strong>el</strong>las y de ruidosas motocicletas.<br />

Las chatas viviendas, <strong>por</strong> general de una planta, nos ocultan la afamada<br />

huerta murciana. Apenas dejan v.er <strong>el</strong> intenso verdor de los nairánjos<br />

y limoneros. Sobre <strong>el</strong>las asoman su esb<strong>el</strong>ta silueta la grácil palmera<br />

o <strong>el</strong> afilado perfil d<strong>el</strong> obscuro y señorial ciprés.<br />

Por <strong>el</strong> Barrio d<strong>el</strong> Carmen entramos en la Ciudad y hac.emos alto en<br />

la antigua plaza d<strong>el</strong> Arenal, después de haber cruzado <strong>el</strong> Segura <strong>por</strong> <strong>el</strong><br />

Puente Viejo protegido <strong>por</strong> la Virgen de los P.<strong>el</strong>igros.<br />

UNA CIUDAD EN LA HUERTA<br />

A riesgo de caer en <strong>el</strong> tópico decimos que Murcia es un don d<strong>el</strong> Seguirá,<br />

<strong>por</strong>que ninguna otra definición conviene y se ajusta más que esta<br />

a la realidad. A la vera d<strong>el</strong> río se agrupa y cerca de <strong>el</strong> surgieron, en la<br />

época de su fundación, los alcázares islámicos. Ha crecido tomando feraces<br />

tahullas a la Huerta, que ced.e al impulso casi vegetal de la Ciudad,<br />

se extiende en busca de espacio, pero al mismo tiempo la cerca, influyéndola.<br />

El binomio geográfico Ciudad-huerta marca la natural interdependencia<br />

de ambos factores, es la característica d<strong>el</strong> ser murciano.<br />

La Huerta se mete en Murcia a lo largo de las acequias que discurren<br />

<strong>por</strong> debajo de sus calles, la Ciudad avanza a costa de aqu<strong>el</strong>la, siguiendo<br />

las carreteras, caminos y veredas, digitándose en un gigantesco abraco<br />

de pulpo.<br />

Todos los pueblos que habitan sus contomos edificaron sus caseríos<br />

en la zona media de los cerros circundantes, sólo los musulmanes organizaron<br />

la ciudad en la huerta, al pie d<strong>el</strong> río, en donde había grupos de viviendas,<br />

en lo más bajo y p<strong>el</strong>igroso de la feraz hoya; con esto hicieron<br />

a Murcia participar en la historia, a veces violenta y trágica, d<strong>el</strong> río, imponiéndola<br />

<strong>el</strong> natural influjo d<strong>el</strong> medio. El pasado de la Ciudad ha sido<br />

<strong>el</strong> de su ría y <strong>el</strong> de su, Huerta.<br />

Ahora basa su economía no sólo en la explotación d<strong>el</strong> su<strong>el</strong>o fecundo,<br />

se registra un creciente movimiento industrial que de cuajar plenamente<br />

dará a la Ciudad una nueva dimensión y diferente perfil.<br />

Por otra parte Murcia rompe con su pasado urbano, de clara influencia<br />

morisco-medieval, y arrancado de su gloriosa tradición dieciochesca,<br />

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