Payasos y monstruos - Aguilar
Payasos y monstruos - Aguilar
Payasos y monstruos - Aguilar
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
PAYASOS Y MONSTRUOS<br />
sueldo de general. Muy pronto se incrementó la lista de<br />
los promovidos en todos los escalafones del ejército. «Orden<br />
directa del presidente Amin», era el argumento inapelable,<br />
y eso en el sentido más literal de la expresión.<br />
¿Cómo comprobar una orden «directa» del mariscal en<br />
persona? Y en cualquier caso, ¿qué oficial de pagos se<br />
arriesgaría a oponerse a sus deseos?<br />
Por otra parte Amin se ganaba a los suyos con toda<br />
clase de incentivos. Uno de estos incentivos fue el cursillo<br />
destinado a crear un cuerpo de inteligencia militar. Sin<br />
ahorrar recursos se contrató a los expertos más brillantes<br />
del ejército británico. Fue un fracaso. El juicio sobre<br />
la categoría del alumnado puede resumirse en dos<br />
frases, cuya indulgencia deberíamos adjudicarla a la flema<br />
inglesa del instructor:<br />
—Evidentemente, un oficial del servicio de inteligencia<br />
necesita una cierta inteligencia básica. Mis alumnos<br />
no la tienen.<br />
Tampoco la necesitaban. De hecho, la cualificación<br />
no importaba demasiado. El conductor de un tanque, por<br />
ejemplo, pasó a dirigir un regimiento mecanizado. Por lo<br />
que se refiere a los tan cacareados servicios secretos, Amin<br />
liquidó la cuestión poniéndolos bajo la dirección de un<br />
soldado raso.<br />
«GUERRA ECONÓMICA» O GUERRA CONTRA<br />
LA ECONOMÍA<br />
El pasado colonial, las débiles estructuras del país y la<br />
inestabilidad política habían dejado una herencia de difícil<br />
gestión. Gestión realmente imposible para alguien<br />
como Amin, que no tenía ni la más remota idea de los<br />
22