348_04 013 J. Bernabeu
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Precedentes históricos de colaboración entre acero y hormigón 139<br />
losa de hormigón, que materializa el camino de rodadura,<br />
como sección resistente en la flexión principal<br />
de la viga:<br />
No es necesario, sin embargo, elegir un solo material<br />
para cada estructura. Puede ser conveniente combinar<br />
varios . . . Así, por ejemplo, en un puente de viga apoyada<br />
con su triangulación bajo el tablero, la cabeza superior<br />
está trabajando a compresión, la inferior a tracción y<br />
las diagonales alternativamente a una cosa y otra. Por<br />
otra parte la razón funcional, o finalidad de la obra, exige<br />
el establecimiento de un piso continuo en el plano de la<br />
cabeza superior. El hormigón es el material indicado<br />
para este piso, en forma de placa con viguetas y largueros<br />
o de simple forjado sobre las cabezas de las jácenas<br />
principales. Esto lleva, pues, de la mano a utilizar esta<br />
estructura de tablero, al mismo tiempo, como cabeza de<br />
compresión de la viga, reservando la estructura metálica<br />
para la cabeza inferior y las diagonales (Torroja [1957]<br />
1991, 285–286).<br />
En general, el hormigón es más económico que el acero<br />
para soportar cargas de compresión, pero es prácticamente<br />
incapaz de trabajar a tracción, por lo que el acero<br />
resulta más adecuado para esta finalidad . . .<br />
Todavía es más interesante cuando además puede cubrir<br />
otros requisitos funcionales. Un caso concreto es el tablero<br />
de un puente, que requiere losas que soporten la superficie<br />
de rodamiento. Parece deseable que tales losas<br />
trabajen como cabezas de compresión de las vigas del<br />
puente, determinando así en cierto modo su diseño.<br />
Aceptado este criterio es preferible que las vigas estén<br />
por debajo del nivel del tablero (Torroja [1958] 1999,<br />
151–152).<br />
Figura 12<br />
Puente de Tordera. Sección transversal (Torroja [1958]<br />
1999)<br />
posteriores a la Segunda Guerra Mundial. El puente<br />
mixto será heredero del importante desarrollo de los<br />
puentes metálicos, desarrollo que sólo se puede explicar<br />
gracias a una serie de innovaciones que los<br />
transformaron profundamente (Fernández 1999,<br />
2<strong>04</strong>–205): la generalización de la soldadura eléctrica,<br />
la utilización de la chapa laminada y la inclusión de<br />
la losa ortótropa, en la flexión principal del tablero<br />
con solución de continuidad.<br />
Desde un punto de vista analítico, la teoría de estructuras<br />
mixtas de acero y hormigón tomó como<br />
base los trabajos de Franz Dischinger relativos al<br />
Es decir, el concepto de puente mixto de acero y<br />
hormigón adquiere su especificidad en los elementos<br />
en flexión, donde el gradiente de tensiones se presta<br />
a disponer los materiales donde son más eficientes.<br />
Además, las realizaciones de Torroja proponían<br />
procesos constructivos que aprovechaban las posibilidades<br />
autoportantes de la parte metálica y evolutivas<br />
de la estructura, al plantear, como en el caso de<br />
los arcos, el hormigonado en fases sucesivas, con un<br />
sentido de lo estricto en el empleo de los materiales.<br />
LA CONSECUCIÓN DEL PUENTE MIXTO<br />
La continuidad hiperestática del puente mixto de acero<br />
y hormigón no se abordó hasta las realizaciones<br />
Figura 13<br />
Puente de Posadas sobre el río Guadalquivir. Torroja, 1940<br />
(Rubiato 20<strong>04</strong>)