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EL CRIMEN DE AGRESIÓN / Riera
ción que conviene tener en cuenta:
desde que el uso unilateral de
la fuerza armada por parte de un
Estado sin la autorización de las
Naciones Unidas se ha convertido
en una acción ilegal, encontramos
dos tipos de consecuencias.
Por un lado, la ilegalidad misma
del uso de la fuerza armada que lleva
el nombre de “Acto de agresión”
y, por otro, la responsabilidad individual
de las personas que condujeron
ese acto ilegal que pueden
cometer un “Crimen de agresión”.
Así, tanto el “Acto de agresión” como
el “Crimen de agresión” se refieren
internacionalmente al uso ilegal de la
fuerza armada por parte de un Estado,
pero se trata de responsabilidades
distintas: en el primer caso del
Estado mismo, y en el segundo caso
de las autoridades de ese Estado.
Los crímenes contra la paz y los crímenes
contra la humanidad han
sido siempre objeto de preocupación
de la comunidad internacional
y ello puede ser fácilmente identificado
en el propio texto de la Carta
de las Naciones Unidas y en
las competencias asignadas a sus
diferentes órganos principales.
Esta particularidad puede ejemplificarse
con el primer tratado internacional
de derechos humanos que data
de 1948 y se encuentra justamente referido
al delito de genocidio como crimen
contra la humanidad, sin mencionar
que previó, desde ese momento,
la constitución de tribunales penales
internacionales para su juzgamiento.
Por otro lado, hay que remarcar que la
propia ONU, a través de sus diferentes
reparticiones y organismos, pero
principalmente a través de la Asamblea
General y de su Comisión de
Derecho Internacional, continuó estudiando
las problemáticas jurídicas en
torno a la agresión, es decir, en torno
al uso unilateral de la fuerza armarentes
tribunales para entender y dirimir
diferentes cuestiones que hacen
a la paz y a la seguridad colectiva. Es
decir, como medida para alcanzar la
paz internacional, las Naciones Unidas
han constituido diferentes tribunales
penales internacionales para
enjuiciar a los responsables por la violaciones
a los derechos humanos ocurridas
en los contextos de inestabilidad
y amenaza a la seguridad colectiva.
El primer antecedente en ese sentido
tuvo lugar casi cien años atrás con el
tribunal oportunamente creado, aunque
finalmente nunca puesto en funcionamiento,
para juzgar las responsabilidades
emergentes de la actuación
de las autoridades del Estado alemán
luego de la Primera Guerra Mundial.
Teniendo en cuenta ese importante
antecedente, los Estados vencedores
de la Segunda Guerra Mundial, al fijar
las bases del Tribunal Militar Internacional
de Núremberg en el Acuerdo de
Londres de 1945, le asignaron las competencias
para dirimir responsabilidades
en materia penal por la comisión
de crímenes contra la paz. En definitiva,
los mismos comprenden únicamente
al denominado crimen de agresión.
Aparece allí una importante distin-
“...como medida para alcanzar
la paz internacional,
las Naciones Unidas
han constituido diferentes
tribunales penales internacionales
para enjuiciar a los responsables
por la violaciones a los
derechos humanos ocurridas
en los contextos de inestabilidad
y amenaza a la
seguridad colectiva.”
pág. 45
LATITUDES #1 2013