Primeras páginas Ampay mujer - Prisa Ediciones

AMPAY MUJER
¿Qué
queremos
decir con
este libro?
Nos interesa comunicar por lo menos
tres ideas.
Primero. Durante el último siglo se han
dado en el Perú y el mundo muchas transformaciones,
pero ninguna tan constante
como aquellas sociales y culturales directamente
relacionadas con las mujeres.
Algunas revoluciones sucumbieron a sus
propias lógicas, especialmente las políticas,
pero los cambios en las vidas de las
mujeres no se han detenido y está claro
que en las próximas décadas seguirán imparables.
No solo algunos territorios antes
sólo dominados por los hombres, como la
política y el mundo empresarial, son compartidos
actualmente con las mujeres, sino
que muchos territorios femeninos, como
el doméstico y familiar, también se vienen
revalorando de forma inédita. No se puede
entender la sociedad actual sin comprender
los cambios producidos por el avance
de las mujeres y de lo femenino.
Segundo. Estas transformaciones han
obligado a los hombres a redefi nir sus papeles,
no solo en los ámbitos públicos, sino
también en los privados. La imagen del padre
patriarcal está cediendo ante modelos
de familia más horizontales. Los comportamiento
machistas, antes tolerados por las
mismas mujeres, son ahora sancionados
socialmente. En fi n, muchos aspectos de
la vida masculina se están redefi niendo
de raíz. Las mujeres están cambiando, los
hombres también.
Tercero. Estas transformaciones son
parte de un viaje que está compuesto de
sucesivas y a veces imperceptibles estaciones.
Si uno observa los extremos de
este camino encontrará cambios notables:
en poco más de un siglo las mujeres han
variado su condición de forma drástica.
Antes no podían ser propietarias, eran en
su mayoría analfabetas, su trabajo era
prácticamente invisible, no podían imaginar
su vida cotidiana fuera del universo
doméstico, no eran sencillamente dueñas
de sus propios cuerpos, entre otras cosas
ahora inimaginables. Sin embargo, de alguna
manera, las nuevas generaciones no
tienen idea de estos grandes saltos y, por
otro lado, a pesar de ello, todavía subsisten
desigualdades entre hombres y mujeres
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