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DiVERSiDAD DE honGoS MiCoRRíziCoS ... - Interciencia

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el número de esporas vivas encontradas en<br />

las parcelas estudiadas es muy bajo si se lo<br />

compara con otros reportes de la literatura.<br />

En este sentido, Janos (1996) sugiere que en<br />

zonas tropicales húmedas las condiciones<br />

de temperatura y humedad óptimas prevalecientes<br />

favorecen el ataque por parte de<br />

patógenos y depredadores, originando una<br />

disminución en el número de esporas viables<br />

presentes.<br />

Adicionalmente, en la<br />

época de lluvias se presentan condiciones<br />

más favorables para la germinación de las<br />

esporas y, por lo tanto, el número de ellas<br />

que puede ser colectado en el campo tiende<br />

a ser menor (Bever, 1994). Sin embargo,<br />

los presentes resultados en relación al<br />

curso anual de la densidad de esporas, si<br />

bien muestran valores bajos en la época<br />

de lluvia (julio), presentan un número de<br />

esporas aún menor en enero (sequía). Esto<br />

podría estar asociado a la existencia de<br />

dos máximos de esporulación, uno en octubre<br />

y otro mayor en abril, que se vieron<br />

reflejados en el bioensayo como una mayor<br />

actividad micorrízica (germinación de esporas<br />

y en consecuencia una disminución<br />

en su número) en el siguiente muestreo de<br />

enero (sequía) y julio (lluvia), respectivamente.<br />

En el caso del préstamo el único<br />

máximo de esporulación existente parece<br />

tener lugar en octubre, viéndose un leve<br />

aumento del potencial infectivo del suelo<br />

en el siguiente muestreo de enero (sequía).<br />

Estos resultados permitirían especular la<br />

existencia de una pérdida diferencial de especies<br />

de HMA de acuerdo a la estacionalidad<br />

de su esporulación, afectándose particularmente<br />

aquellas que lo hacen en abril,<br />

con la consiguiente disminución del poder<br />

infectivo del suelo de los préstamos en la<br />

época de lluvia.<br />

Una de las hipótesis propuestas<br />

en trabajos anteriores (Cuenca et<br />

al., 1998) supone, que en las áreas perturbadas<br />

no ingresarían nuevas especies de<br />

HMA, o ese reingreso sería muy escaso<br />

debido a la baja capacidad de dispersión de<br />

estos hongos hipógeos. Las esporas encontradas<br />

en las áreas perturbadas serían de<br />

este modo las mismas que se encontraban<br />

en las capas más profundas del suelo luego<br />

de que los estratos superiores fueron removidos.<br />

Aunque en este caso la mayoría de<br />

las especies presentes en el préstamo también<br />

estaban originalmente en la sabana<br />

natural (10 de las 12 especies presentes en<br />

total en el préstamo), se destaca sin embargo<br />

el caso de Acaulospora tuberculata, la<br />

cual nunca fue colectada en la sabana natural<br />

y sin embargo apareció como dominante<br />

en el préstamo y el Glomus “hialino<br />

de pared delgada”, del cual solo se colectó<br />

una espora en el préstamo y ninguna en la<br />

sabana natural. Este resultado coloca a A.<br />

tuberculata como una especie de gran interés<br />

por su adaptabilidad o “preferencia”<br />

por las condiciones perturbadas.<br />

Otro resultado que se<br />

desprende de este estudio es la mayor<br />

susceptibilidad de las Gigaspora y Scutellospora<br />

spp. a las perturbaciones. En un<br />

trabajo previo se señalaron una serie de<br />

especies pertenecientes al género Scutellospora<br />

colectadas en La Gran Sabana,<br />

como muy sensibles a las perturbaciones<br />

(Cuenca et al., 1998). Los resultados obtenidos<br />

en el presente trabajo apoyan esta<br />

presunción, incluyendo a Gigaspora spp.<br />

como un grupo también susceptible ante<br />

las perturbaciones.<br />

En cuanto al inventario<br />

de HMA realizado, éste revela un número<br />

muy elevado de especies de HMA<br />

presentes en un área relativamente pequeña,<br />

sobre todo si se toma en cuenta<br />

que hasta el presente, a nivel mundial, el<br />

número de especies de HMA descritas<br />

no supera las 200.<br />

La gran mayoría de los<br />

HMA colectados en este trabajo no se<br />

ajustan a las características de las especies<br />

descritas en la literatura. Al menos 6 de<br />

las especies colectadas, debido a sus ornamentaciones<br />

y/o características únicas, son<br />

reportadas por primera vez, representando<br />

sin lugar a dudas especies no descritas.<br />

Este hallazgo, reportado por lo demás varias<br />

veces a lo largo de diez años de estudio<br />

de la diversidad de HMA presente en<br />

La Gran Sabana (Walker et al., 1998; Herrera-Peraza<br />

et al., 2001), contrasta con la<br />

idea de la inexistencia de diferencias en la<br />

diversidad de HMA presente en áreas tropicales<br />

y áreas templadas, hecho comúnmente<br />

aceptado en la literatura referente a<br />

los HMA (Allen et al., 1995). Esto podría<br />

deberse al hecho que las áreas tropicales<br />

han sido menos investigadas, dado el menor<br />

número de micorrizólogos que trabajan<br />

en ellas; o bien, podría constituir un caso<br />

particular para la región de La Gran Sabana,<br />

relacionado con el bajo impacto de las<br />

poblaciones humanas en estos ecosistemas<br />

protegidos. Finalmente, una interesante hipótesis<br />

que merece la pena explorar es que<br />

La Gran Sabana, que de por sí posee una<br />

historia geológica única, sea también un<br />

centro de diversificación de este grupo de<br />

organismos. Trabajos futuros deberán focalizarse<br />

hacia el esclarecimiento de tales<br />

supuestos.<br />

En suma, el presente trabajo<br />

muestra la importancia de realizar<br />

muestreos exhaustivos que contemplen las<br />

variaciones estacionales a distintos niveles<br />

de profundidad a través del perfil del suelo,<br />

para describir adecuadamente la diversidad<br />

de HMA presente en un determinado<br />

ambiente. En nuestro caso, a través de este<br />

tipo de muestreo se evidenció a) la alta diversidad<br />

de especies de HMA existente en<br />

la región tropical estudiada, b) el efecto de<br />

las perturbaciones en relación a la pérdida<br />

de diversidad de HMA, y c) la sensibilidad<br />

particular de ciertos géneros, como Scutellospora<br />

y Gigaspora, ante las perturbaciones.<br />

Estos cambios en la composición de<br />

la comunidad de HMA pudieran estar implicados<br />

en la escasa recuperación y en el<br />

tipo de vegetación a establecerse en estas<br />

sabanas perturbadas.<br />

Agradecimientos<br />

Los autores agradecen<br />

a Ricardo Herrera por su contribución en<br />

la descripción taxonómica de los distintos<br />

morfotipos, a Zita de Andrade, recientemente<br />

fallecida y quien participó activamente en<br />

esta investigación, a Erasmo Meneses por<br />

su colaboración en el trabajo de laboratorio<br />

y cuidado de los potes trampa, a Fundacite<br />

Guayana por su apoyo financiero, y a la<br />

Autoridad Gran Sabana, especialmente al<br />

personal de la Estación Científica de Parupa,<br />

sin cuyo apoyo hubiera sido imposible<br />

realizar este trabajo.<br />

REFERENCIAS<br />

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En Collins HP, Robertson GP, Klug MJ<br />

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47-62.<br />

Barbour MG, Burk JH, Pitts WD (1987) Terrestrial<br />

Plant Ecology. Benjamin/Cummings.<br />

Menlo Park, CA, EEUU. 634 pp.<br />

Bever JD (1994) Feedback between plants and<br />

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ed. Omega. Barcelona, España. 662 pp.<br />

Janos DP (1996) Mycorrhizas, succession and the<br />

rehabilitation of deforested lands in the humid<br />

FEB 2007, VOL. 32 Nº 2 113

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