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DiVERSiDAD DE honGoS MiCoRRíziCoS ... - Interciencia

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Diversidad de hongos micorrízicos<br />

arbusculares (HMA) y potencial micorrízico<br />

del suelo de una sabana natural y una sabana<br />

perturbada de La Gran Sabana, Venezuela<br />

Milagros Lovera y Gisela Cuenca<br />

RESUMEN<br />

Los efectos beneficiosos de las micorrizas arbusculares (MA)<br />

son bien conocidos, especialmente en la nutrición mineral de las<br />

plantas y en la protección contra agentes patógenos del suelo,<br />

entre otros. Si bien el 80% de las plantas terrestres son capaces<br />

de formar micorrizas, se considera que dicha asociación no tiene<br />

especificidad taxonómica. Sin embargo, evidencias recientes han<br />

mostrado que la diversidad de hongos MA (HMA) puede influir<br />

en la productividad y diversidad de las comunidades vegetales,<br />

así como en las relaciones competitivas y funcionamiento general<br />

de los ecosistemas naturales. Por otra parte, existen evidencias<br />

de que la diversidad de HMA sufre un impacto severo con las<br />

perturbaciones y algunas especies parecen ser más susceptibles<br />

que otras ante las actividades humanas. El objetivo del presente<br />

trabajo es comparar la diversidad de micorrizas y el potencial<br />

micorrízico del suelo de una sabana natural de La Gran Sabana,<br />

estado Bolívar, Venezuela, y una sabana perturbada adyacente,<br />

haciendo un inventario exhaustivo de las esporas de HMA<br />

presentes a lo largo del año, en el perfil del suelo y utilizando<br />

potes “trampa”. Los resultados muestran la existencia de una<br />

elevada diversidad de especies de HMA en la sabana natural,<br />

muchas de las cuales parecen ser especies nuevas, y señala la<br />

alta vulnerabilidad de ciertos géneros de HMA como son Scutellospora<br />

y Gigaspora ante las perturbaciones. El cambio en la<br />

composición de especies pudiera estar implicado en la escasa<br />

recuperación y el tipo de vegetación a establecerse en estas sabanas<br />

después de una severa perturbación.<br />

Introducción<br />

as micorrizas arbusculares<br />

(MA) han sido estudiadas<br />

intensamente en los<br />

últimos años y actualmente son indiscutibles<br />

sus efectos en la nutrición mineral de<br />

las plantas, especialmente en la captación<br />

de elementos de escasa movilidad en el<br />

suelo como P, Cu y Zn, y en la protección<br />

contra agentes patógenos (Smith y<br />

Read, 1997).<br />

Si bien se considera que<br />

aproximadamente el 80% de las plantas<br />

pertenecen a familias capaces de formar<br />

MA (Trappe, 1987), aparentemente no<br />

existe especificidad taxonómica; es decir,<br />

cualquier planta hospedera puede establecer<br />

la simbiosis con cualquiera de las 200<br />

especies de hongos micorrízicos arbuscula-<br />

res (HMA) descritas hasta el presente. Sin<br />

embargo, evidencias recientes obtenidas con<br />

técnicas moleculares (Vandenkoornhuyse et<br />

al., 2002) indican que las plantas son colonizadas<br />

preferencialmente por ciertas especies<br />

de HMA en base a sus efectos diferenciales<br />

sobre el crecimiento vegetal. Aunque<br />

esta especificidad no es absoluta, puede influir<br />

de un modo importante, no solo en la<br />

productividad de las comunidades vegetales<br />

(van der Heijden et al., 1998) sino también<br />

en la diversidad, relaciones competitivas y<br />

funcionamiento general de los ecosistemas<br />

naturales. Tomando esto en consideración,<br />

una disminución de la diversidad de HMA<br />

podría reducir la velocidad de recuperación<br />

de los ecosistemas perturbados y determinar,<br />

en cierta medida, la composición de<br />

especies de la comunidad vegetal a establecerse<br />

luego de una perturbación.<br />

Dado que la morfología<br />

de la colonización micorrízica que se<br />

produce en las raíces de las plantas es de<br />

escaso valor taxonómico (Brundrett et al.,<br />

1996; Merryweather y Fitter, 1998), la<br />

taxonomía de los HMA se basa fundamentalmente<br />

en la morfología de sus esporas:<br />

forma, color, tamaño, grosor, tipo y naturaleza<br />

de las paredes que la constituyen, conexión<br />

hifal, ornamentaciones, etc. (Smith<br />

y Read, 1997), utilizándose la densidad de<br />

esporas de HMA (número de esporas/100g<br />

de suelo), como una medida de la importancia<br />

de las distintas especies de HMA en<br />

los suelos. Sin embargo, debido a las diferencias<br />

existentes en la capacidad de esporulación,<br />

ese parámetro no necesariamente<br />

refleja la abundancia real de las diversas<br />

especies de HMA. Recientemente, con el<br />

advenimiento de las técnicas de biología<br />

PALABRAS CLAVE / Diversidad / Esporas / Micorrizas Arbusculares / Potencial Micorrízico / Sabanas Degradadas /<br />

Recibido: 01/06/2006. Aceptado: 11/01/2007.<br />

Milagros Lovera. Licenciada en Biología, Universidad Simón Bolívar, Venezuela. Profesional<br />

Asociado, Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC). Dirección: Centro de Ecología, IVIC. Apartado 21827, Caracas<br />

1020A, Venezuela. e-mail: mlovera@ivic.ve<br />

Gisela Cuenca. Licenciada en Biología, Universidad Central de Venezuela. Doctora en Ecología,<br />

IVIC, Venezuela. Investigador, IVIC, Venezuela. e-mail: gcuenca@ivic.ve<br />

108 0378-1844/07/02/108-07 $ 3.00/0<br />

FEB 2007, VOL. 32 Nº 2


molecular, se ha comenzado a caracterizar<br />

las diversas especies de HMA presentes en<br />

las raíces de las plantas en base a la comparación<br />

de sus secuencias de ADN (Helgason<br />

et al., 1998), pero el problema de la<br />

significación estadística del muestreo en el<br />

campo con estas técnicas aún dista mucho<br />

de estar resuelto, por lo que la cuantificación<br />

de esporas, aún con sus limitaciones,<br />

sigue siendo la medida de diversidad de<br />

HMA más utilizada.<br />

En trabajos anteriores se<br />

ha mostrado que la diversidad de HMA<br />

sufre un impacto severo con las perturbaciones<br />

y algunas especies parecen ser más<br />

susceptibles que otras frente a las actividades<br />

humanas, como es el caso de Scutellospora<br />

spp. (Cuenca et al., 1998; Picone,<br />

2000; Siqueira et al., 1989). En particular,<br />

en La Gran Sabana, al sureste de Venezuela,<br />

algunas zonas seriamente perturbadas<br />

(préstamos) que fueron resembradas con<br />

Brachiaria decumbens además de fertilizadas<br />

y encaladas, presentaron un incremento<br />

en cuanto al número de esporas de HMA<br />

luego de la resiembra (Cuenca y Lovera,<br />

1992). Sin embargo, su diversidad no se<br />

recuperó al nivel de los ecosistemas naturales<br />

aún después de 7 años de ocurrida la<br />

perturbación (Cuenca et al., 1998).<br />

En la actualidad, en muchos<br />

préstamos este intento de recuperación<br />

ha sido infructuoso, siendo prácticamente<br />

nula su cobertura vegetal. El objetivo del<br />

presente trabajo es contrastar el componente<br />

micorrízico de estas sabanas perturbadas<br />

(préstamos), en las que prácticamente no<br />

se ha recuperado la cobertura vegetal, con<br />

el de la sabana natural adyacente, determinando<br />

el potencial infectivo y la diversidad<br />

de HMA en ambas situaciones. Para evaluar<br />

la composición de especies de HMA<br />

se realizó un inventario exhaustivo en<br />

distintas épocas del año (curso anual) y a<br />

distintas profundidades en el perfil del suelo,<br />

bajo la premisa que los cambios en la<br />

dinámica de las comunidades de los HMA<br />

que se presentan en la sabana perturbada<br />

podrían estar relacionados con su escasa<br />

capacidad de recuperación.<br />

Materiales y Métodos<br />

Sitio de estudio<br />

En las cercanías del aeropuerto<br />

de Luepa (5°47’N y 61°27’O), a<br />

los bordes de la carretera que va desde la<br />

Troncal 10 hasta la Estación Científica de<br />

Parupa (ECP), en La Gran Sabana, estado<br />

Bolívar, Velezuela, se demarcaron un total<br />

de 6 parcelas de 10×30m cada una. De estas<br />

parcelas, tres se marcaron en una sabana<br />

perturbada (préstamo), en la cual los<br />

primeros 50cm de suelo fueron removidos<br />

para la construcción de la carretera aproxi-<br />

madamente 10 años antes<br />

de la realización de este<br />

trabajo. Las otras tres parcelas<br />

se demarcaron en un<br />

área de sabana natural adyacente<br />

dominada por Axonopus<br />

pruinosus y Bulbostylis<br />

paradoxa, entre otras<br />

especies. La precipitación<br />

mensual y la evapotranspiración<br />

para el año de<br />

mediciones se muestra en<br />

la Figura 1, donde se evidencia<br />

un clima estacional<br />

con un período de sequía<br />

de diciembre a marzo.<br />

Análisis de Suelos<br />

Se realizaron análisis de<br />

los suelos tanto de la sabana natural como<br />

del préstamo a distintas profundidades en el<br />

perfil. La materia orgánica fue determinada<br />

por el método de Walkey y Black (Jackson,<br />

1976), los cationes intercambiables (Ca ++ ,<br />

K + , Mg ++ y Na + ) fueron extraídos con una<br />

solución de NH 4 OAc 1M (Thomas, 1982) y<br />

determinados por espectrofotometría de absorción<br />

atómica. La acidez intercambiable<br />

(Al +++ +H + ) fue obtenida utilizando como<br />

solución extractora KCl 1M y determinada<br />

por titulación con NaOH (McLean, 1965).<br />

La textura fue determinada por el método<br />

de Bouyucos (Day, 1965). El P intercambiable<br />

fue extraído por el método de membranas<br />

según Tiessen y Moir (1993) y medido<br />

en el extracto de acuerdo a Murphy y Riley<br />

(1962). El N total fue obtenido por digestión<br />

de la muestra en ácido sulfúrico concentrado<br />

y peróxido de hidrógeno y determinado<br />

posteriormente en un autoanalizador Technicon.<br />

Mediciones realizadas<br />

a- Bioensayo para determinar el potencial<br />

micorrízico (infectividad) de los suelos.<br />

Para realizar este bioensayo se siguió la<br />

metodología propuesta por Plenchette et al.<br />

(1989). Se pregerminaron un total de 100<br />

plántulas de Vigna luteola para cada tipo<br />

de suelo, las cuales se sembraron en conos<br />

plásticos de 80cm 3 llenos con el suelo<br />

a evaluar diluido al 1, 3, 10, 30 y 100%<br />

con el mismo suelo previamente esterilizado<br />

(8kGy). Se sembraron 10 plantas en<br />

cada dilución para cada tipo de suelo para<br />

un total de 200 plantas en todo el bioensayo.<br />

Este procedimiento se llevó a cabo con<br />

los suelos de las parcelas seleccionadas, en<br />

cuatro momentos del año a saber: julio, octubre,<br />

enero y abril, entre 1997 y 1998.<br />

Las plantas se cosecharon<br />

20 días después de la siembra, evaluando<br />

la presencia de colonización micorrízica<br />

mediante la tinción de Phillips y Hayman<br />

Figura 1. Precipitación mensual y evapotranspiración de la Estación<br />

de Kavanayén en La Gran Sabana, durante el período de estudio.<br />

(1970). La presencia de al menos un punto<br />

de entrada o inicio de colonización micorrízica<br />

en la raíz se consideró como un<br />

registro positivo. Los datos se expresaron<br />

como MSI 50 por 100g de suelo seco y están<br />

correlacionados positivamente con el<br />

potencial micorrízico de los suelos.<br />

b- Variaciones anuales de las poblaciones<br />

de esporas de HM. Para inventariar los<br />

HMA presentes se colectaron a lo largo<br />

del año muestras superficiales de suelo (0-<br />

15cm) en cada una de las 6 parcelas demarcadas.<br />

Cada muestra se obtuvo al colectar<br />

al menos 15 paladas de suelo al azar<br />

a través de cada parcela. Las muestras se<br />

guardaron en bolsas plásticas cerradas hasta<br />

su traslado al laboratorio. Transcurridos<br />

menos de 15 días después de la colección<br />

en el campo, las muestras fueron homogeneizadas<br />

cuidadosamente y las esporas<br />

aisladas a partir de 50g de suelo por el<br />

método de tamizado húmedo y decantado<br />

seguido de centrifugación en sacarosa (Sieverding,<br />

1991). Las esporas aisladas fueron<br />

preservadas en azida sódica 0,05% (Morton<br />

et al., 1993) hasta su análisis microscópico.<br />

Se hicieron tres aislamientos de<br />

50g c/u de cada una de las parcelas estudiadas.<br />

Para el estudio de las variaciones<br />

estacionales en las poblaciones de HMA se<br />

colectaron muestras en cuatro épocas del<br />

año, las mismas que para el bioensayo.<br />

Solo las esporas que lucían<br />

intactas y saludables se contaron y<br />

separaron en distintos grupos morfológicos<br />

bajo el microscopio estereoscópico (60×).<br />

De cada morfotipo se preparó una lámina<br />

permanente utilizando alcohol polivinílico<br />

en lactoglicerina (PVLG) como medio<br />

de montaje o PVLG + reactivo de Melzer,<br />

de acuerdo a la metodología sugerida por<br />

Morton et al. (1993). Las esporas fueron<br />

identificadas hasta género y cuando fue<br />

posible hasta especie, utilizando la literatura<br />

especializada. De cada morfotipo se<br />

prepararon láminas de referencia, y se ingresaron<br />

en el herbario de HMA del IVIC.<br />

c- Distribución de las esporas de HMA en<br />

el perfil del suelo. Se estudió la presencia<br />

FEB 2007, VOL. 32 Nº 2 109


Tabla I<br />

Características químicas y físicas de los suelos de la sabana natural y perturbada de Luepa<br />

Tipo de Suelo Prof. (cm) pH (H 2 O) pH (KCl) % MO % N P (µg/g) Textura<br />

Sabana Natural<br />

0-10 5,80 3,97 6,00 0,16 2,07 Franco arenoso<br />

10-20 5,85 4,37 3,10 0,12 0,00 Areno francoso<br />

20-30 6,03 4,46 2,04 0,10 0,00 Franco arenoso<br />

>30 5,88 4,53 1,83 0,07 0,40 Franco arenoso<br />

Sabana Perturbada 0-10 5,43 4,70 2,57 0,09 0,67 Franco arenoso<br />

10-20 5,95 5,15 1,59 0,08 0,00 Franco arcillo arenoso<br />

Cmolc/kg<br />

Tipo de Suelo Prof. (cm) Ca Mg Na K Al +3 H + % SB<br />

0-10 0,07 0,08 0,01 0,05 0,08 0,06 59,54<br />

Sabana Natural 10-20 0,06 0,06 0,02 0,03 0,06 0,02 67,27<br />

20-30 0,03 0,05 0,02 0,03 0,04 0,01 72,56<br />

>30 0,02 0,04 0,01 0,02 0,04 0,01 64,63<br />

Sabana Perturbada 0-10 0,61 0,04 0,01 0,03 0,02 0,01 85,25<br />

10-20 0,07 0,03 0,01 0,02 0,01 0,00 91,08<br />

Tabla II<br />

Infectividad de los suelos de la sabana natural<br />

y la sabana perturbada de Luepa a lo largo del año<br />

de muestreo<br />

de esporas de HMA a lo largo del perfil<br />

de suelo hasta unos 40cm de profundidad<br />

en la época de lluvia (julio) y en la época<br />

de sequía (enero), tanto en la sabana natural<br />

como en el préstamo. Las muestras se<br />

tomaron con un barreno cada 10cm hasta<br />

los 40cm de profundidad, en cada una de<br />

las parcelas previamente demarcadas. Las<br />

muestras se procesaron de manera idéntica<br />

a como se describió en b.<br />

Con los datos obtenidos<br />

en b- y c- se calculó la riqueza de especies,<br />

el índice de diversidad según Whittaker<br />

(1975) y la concentración de dominancia<br />

o Índice de Simpson según Barbour et al.<br />

(1987). Finalmente, las parcelas naturales y<br />

perturbadas se compararon entre sí mediante<br />

el Índice de Similitud de Sörensen (Barbour<br />

et al., 1987).<br />

MSI 50 unidad/100g de suelo seco<br />

jul-97 oct-97 ene-98 abr-98<br />

Sabana Natural 18,52 8,59 21,14 1,42<br />

Sabana Perturbada 0,08 1,32 2,71 0,00<br />

MSI50 unidad/100g de suelo seco: número de unidades MSI 50 (capaces de producir la micorrización<br />

del 50% de las plantas del bioensayo) presentes en 100gr de suelo seco.<br />

Datos determinados de acuerdo al método de Plenchette et al. (1989).<br />

ron semillas pregerminadas de V. luteola, la<br />

cual actuó como hospedero para los hongos<br />

micorrízicos presentes en dichas muestras.<br />

Al cabo de un mínimo de 4 meses y un<br />

máximo de un año, se aislaron las esporas<br />

de HMA presentes en dichos potes utilizando<br />

el método de Sieverding (1991).<br />

Resultados<br />

El suelo de la sabana de<br />

Luepa (Tabla I) es ácido y sumamente bajo<br />

en nutrientes, pero especialmente en P y<br />

bases cambiables, lo que hace que el % de<br />

saturación de bases sea muy bajo. Los datos<br />

del perfil del suelo para la sabana natural<br />

muestran una disminución del contenido<br />

de materia orgánica hacia los estratos más<br />

profundos del perfil. El N presenta valores<br />

medios y los suelos son bien drenados.<br />

La situación de oligotrofia<br />

extrema se acentúa aún mas en el préstamo<br />

(Tabla I), donde prácticamente no existen<br />

nutrientes. Aun puede apreciarse el efecto<br />

del encalado que se aplicó 2 años después<br />

de la perturbación cuando se intentó recuperar<br />

esta zona (Cuenca y Lovera, 1992),<br />

siendo el valor de Ca ++ diez veces superior<br />

d- Reclutamiento de HMA mediante “potes<br />

trampa”. Para complementar el inventario<br />

de especies se prepararon “potes trampa”,<br />

los cuales son cultivos mixtos de HMA obtenidos<br />

a partir del suelo del campo (Bever,<br />

1994). Para ello, parte de las muestras homogeneizadas<br />

se usaron para llenar potes<br />

de 3kg de capacidad en los que se sembraal<br />

de la sabana natural. Otra diferencia notable<br />

entre los dos sistemas es el contenido<br />

de materia orgánica, que en el préstamo es<br />

sumamente bajo, asemejándose a los de las<br />

capas más profundas de la sabana natural.<br />

El Al +++ por su parte, no constituye un problema<br />

en ninguna de las dos condiciones<br />

analizadas.<br />

En la Tabla II se presentan<br />

los datos de infectividad obtenidos<br />

siguendo el método de Plenchette et al.<br />

(1989). En este caso resulta evidente el mayor<br />

potencial micorrízico de la sabana natural<br />

(SN) en contraposición con el préstamo<br />

(P). Los datos, además, indican una mayor<br />

infectividad en enero y julio para SN. Los<br />

valores de infectividad del préstamo fueron<br />

sumamente bajos todo el año, con un ligero<br />

aumento para el mes de menor precipitación<br />

(enero). No se encontraron correlaciones<br />

significativas entre los datos de precipitación<br />

y la infectividad de los suelos.<br />

Del inventario de las especies<br />

de HMA, los resultados más resaltantes<br />

obtenidos son:<br />

El número de esporas de<br />

la sabana natural es bastante bajo a través<br />

de todo el año y muestra un máximo en<br />

abril (Figura 2a). El préstamo presentó una<br />

densidad de esporas aún menor que la sabana<br />

natural, alcanzando su valor mínimo<br />

en enero, cuando la sequía fue máxima. Sin<br />

embargo, a pesar de la ausencia de vegetación,<br />

se encontraron algunas esporas vivas<br />

en estas parcelas en las cuatro fechas de<br />

muestreo. La riqueza y el índice de diversidad<br />

de especies de la sabana natural fueron<br />

superiores a los del préstamo (Figura<br />

2b, c) salvo en julio, cuando los valores se<br />

solaparon. La concentración de dominancia<br />

(Figura 2d) fue mayor para el préstamo en<br />

110 FEB 2007, VOL. 32 Nº 2


comparación con la sabana para todas las<br />

fechas, indicando que en el préstamo la dominancia<br />

está repartida entre un menor número<br />

de especies. Este índice no varió a lo<br />

largo del año de muestreo.<br />

En cuanto a la distribución<br />

de las esporas en el perfil del suelo para la<br />

época de sequía, los resultados se muestran<br />

en la Figura 3. No se hallaron esporas vivas<br />

en el préstamo durante el muestreo realizado<br />

en la época seca, por lo que se muestran<br />

solo los datos relativos a la sabana natural.<br />

El número de esporas colectadas fue bajo<br />

también en este caso y presentó una leve<br />

tendencia a disminuir hacia las capas más<br />

profundas del perfil (Figura 3a). La riqueza<br />

y el índice de diversidad variaron poco a<br />

través del perfil (Figura 3b, c) y la concentración<br />

de dominancia, que arrojó valores relativamente<br />

altos, presentó un valor máximo<br />

entre los 20 y 30cm de profundidad (Figura<br />

3d). En contraste, los valores obtenidos para<br />

la época de lluvia (Figura 4a) muestran una<br />

disminución en el número de esporas para<br />

esta época en relación con la de sequía en la<br />

sabana natural y una franca disminución de<br />

las mismas hacia las capas más profundas<br />

del suelo. En el préstamo las esporas vivas<br />

se encontraron en esta época del año y los<br />

valores no variaron a las dos profundidades<br />

muestreadas. En este caso resultó imposible,<br />

debido a la elevada pedregosidad del terreno,<br />

de hasta 51%, colectar muestras por debajo<br />

de los 20cm de profundidad.<br />

La riqueza de especies en<br />

la época de lluvias no varió apreciablemente<br />

a través del perfil (Figura 4b) pero, en<br />

cambio, el índice de diversidad (Figura 4c)<br />

arrojó su valor máximo para la sabana natural<br />

a los 30cm de profundidad y mostró una<br />

tendencia a aumentar a mayor profundidad.<br />

El préstamo no presentó variaciones en las<br />

dos profundidades a las que se midió esta<br />

variable y tampoco sus valores fueron diferentes<br />

de los de la sabana natural a pesar<br />

de la ausencia de vegetación. Finalmente, la<br />

concentración de dominancia (Figura 4d) fue<br />

claramente mayor para la situación perturbada<br />

y tendió a hacerse mayor hacia la parte<br />

más profunda del perfil en el caso de la sabana<br />

natural.<br />

En la sabana natural se<br />

encontraron en total 29 morfotipos o tipos<br />

de esporas con morfología diferente. De<br />

ellas, la mayoría presentaron caracteres que<br />

no se ajustan a las descripciones publicadas<br />

en la literatura. De hecho, solo se pudieron<br />

identificar 4 de los 29 morfotipos presentes<br />

en las parcelas seleccionadas. La especie<br />

más abundante fue Glomus “marrón hifa<br />

transparente” al cual pertenecían más del<br />

50% del total de esporas colectadas en esta<br />

sabana a lo largo de todo el año de muestreo,<br />

tanto en la parte más superficial del<br />

suelo como en el perfil. En segundo lugar,<br />

con un 25% de abundancia relativa, estuvo<br />

Figura 2. Densidad de esporas (± ES), riqueza de especies (± ES), índice de diversidad y concentración<br />

de dominancia (± ES) de las especies de HMA presentes en la sabana natural y perturbada de Luepa.<br />

Figura 3. Densidad de esporas (± ES), riqueza de especies (± ES), índice de diversidad (± ES) y concentración<br />

de dominancia (± ES) de las especies de HMA en el perfil del suelo en la época de sequía<br />

(enero 1998) en la sabana natural de Luepa.<br />

Figura 4. Densidad de esporas (± ES), riqueza de especies (± ES), índice de diversidad (± ES) y concentración<br />

de dominancia (± ES) de las especies de HMA en el perfil del suelo en la época de lluvia<br />

(julio 1997) en la sabana natural y perturbada de Luepa.<br />

FEB 2007, VOL. 32 Nº 2 111


Figura 6. Distribución porcentual de los géneros<br />

de HMA en la sabana natural y la sabana perturbada<br />

de Luepa.<br />

Figura 5. Aspecto general de los distintos morfotipos de esporas de HMA aislados de la sabana natural<br />

(a-j) y de la sabana perturbada (k-l). a: Glomus “marrón hifa transparente”, b: Entrophospora “crema”,<br />

c: Glomus “amarillo hifa transparente”, d: Glomus “deforme”, e: Glomus “rojo vino”, f: Glomus “ocre<br />

pequeño pared gruesa”, g: Entrophospora colombiana, h: Glomus “manojito enano”, i: Glomus “de Luepa”,<br />

j: Glomus “con esporóforo campana”, k: Acaulospora cf. tuberculata, l: Glomus “mínimo”.<br />

Entrophospora “crema”, la cual probablemente<br />

sea una especie nueva. En total, solo<br />

7 especies de las 29 presentes alcanzaron<br />

abundancias superiores al 1%. Entre ellas se<br />

encuentran (con abundancias relativas entre<br />

2 y 6%) Glomus “amarillo hifa transparente”,<br />

Glomus “deforme”, Glomus “rojo vino”,<br />

Glomus “ocre pared gruesa” y Entrophospora<br />

colombiana. En la Figura 5 (a-g) se<br />

muestra el aspecto al microscopio de las esporas<br />

de estas especies.<br />

En la sabana perturbada<br />

o préstamo, solo se hallaron un total de 12<br />

morfotipos, de los cuales el más abundante<br />

fue Acaulospora cf tuberculata, especie<br />

totalmente ausente en la sabana natural.<br />

Ella constituyó más del 50% de las esporas<br />

colectadas en estas parcelas, seguida<br />

de Glomus “marrón hifa transparente” con<br />

una abundancia de más del 35%. Glomus<br />

“mínimo”, Entrophospora colombiana y<br />

Glomus “deforme” aparecieron con abundancias<br />

entre 2 y 3%, para un total de<br />

solo 5 especies que superaron el 1% de<br />

abundancia relativa. De ellas, sólo Acaulospora<br />

tuberculata y Glomus “mínimo”<br />

no estuvieron entre las más abundantes de<br />

la sabana natural, por lo que se muestran<br />

en la Figura 5 (k-l).<br />

La comparación de ambas<br />

situaciones (Figura 6) resulta de interés.<br />

En ambos casos el sistema está dominado<br />

por esporas del género Glomus<br />

(>70%). Cabe destacar la desaparición de<br />

los géneros Gigaspora y Scutellospora,<br />

los cuales, aunque se encontraron en baja<br />

proporción en la sabana natural (~3%), no<br />

aparecieron en ninguna de las muestras de<br />

la sabana perturbada. En consecuencia, los<br />

géneros Acaulospora y Entrophospora spp.<br />

aumentaron su importancia relativa en la<br />

condición perturbada.<br />

Con la utilización de los<br />

“potes trampa” se detectaron tres especies<br />

que nunca aparecieron en las muestras de<br />

suelo tomadas directamente en el campo.<br />

Las mismas fueron el Glomus “de Luepa”,<br />

el Glomus “con esporóforo campana” y el<br />

Glomus “manojito enano” hallados en la sabana<br />

natural (Figura 5, h-j). Por lo tanto hay<br />

que agregar tres especies más de Glomus<br />

a la lista de 21 morfotipos de este género<br />

ya existentes. El índice de similaridad de<br />

Sörensen arrojó un valor de 0,48 indicando<br />

que ambos sistemas comparten, sin embargo,<br />

casi la mitad de las especies de HMA.<br />

Discusión<br />

Varios aspectos de interés<br />

pudieron ser dilucidados en el presente<br />

trabajo. Uno de ellos es el hecho que en el<br />

préstamo, a pesar de la ausencia de cobertura<br />

vegetal, se pudieron colectar, aunque<br />

en baja proporción, esporas vivas de HMA.<br />

Probablemente este tipo de propágulos sea el<br />

principal responsable de la infectividad del<br />

suelo de la sabana perturbada obtenida en el<br />

bioensayo, dada su capacidad de resistir ante<br />

la ausencia de hospederos.<br />

En la sabana las esporas<br />

se concentran, como es usual, en los primeros<br />

centímetros del perfil. En general,<br />

112 FEB 2007, VOL. 32 Nº 2


el número de esporas vivas encontradas en<br />

las parcelas estudiadas es muy bajo si se lo<br />

compara con otros reportes de la literatura.<br />

En este sentido, Janos (1996) sugiere que en<br />

zonas tropicales húmedas las condiciones<br />

de temperatura y humedad óptimas prevalecientes<br />

favorecen el ataque por parte de<br />

patógenos y depredadores, originando una<br />

disminución en el número de esporas viables<br />

presentes.<br />

Adicionalmente, en la<br />

época de lluvias se presentan condiciones<br />

más favorables para la germinación de las<br />

esporas y, por lo tanto, el número de ellas<br />

que puede ser colectado en el campo tiende<br />

a ser menor (Bever, 1994). Sin embargo,<br />

los presentes resultados en relación al<br />

curso anual de la densidad de esporas, si<br />

bien muestran valores bajos en la época<br />

de lluvia (julio), presentan un número de<br />

esporas aún menor en enero (sequía). Esto<br />

podría estar asociado a la existencia de<br />

dos máximos de esporulación, uno en octubre<br />

y otro mayor en abril, que se vieron<br />

reflejados en el bioensayo como una mayor<br />

actividad micorrízica (germinación de esporas<br />

y en consecuencia una disminución<br />

en su número) en el siguiente muestreo de<br />

enero (sequía) y julio (lluvia), respectivamente.<br />

En el caso del préstamo el único<br />

máximo de esporulación existente parece<br />

tener lugar en octubre, viéndose un leve<br />

aumento del potencial infectivo del suelo<br />

en el siguiente muestreo de enero (sequía).<br />

Estos resultados permitirían especular la<br />

existencia de una pérdida diferencial de especies<br />

de HMA de acuerdo a la estacionalidad<br />

de su esporulación, afectándose particularmente<br />

aquellas que lo hacen en abril,<br />

con la consiguiente disminución del poder<br />

infectivo del suelo de los préstamos en la<br />

época de lluvia.<br />

Una de las hipótesis propuestas<br />

en trabajos anteriores (Cuenca et<br />

al., 1998) supone, que en las áreas perturbadas<br />

no ingresarían nuevas especies de<br />

HMA, o ese reingreso sería muy escaso<br />

debido a la baja capacidad de dispersión de<br />

estos hongos hipógeos. Las esporas encontradas<br />

en las áreas perturbadas serían de<br />

este modo las mismas que se encontraban<br />

en las capas más profundas del suelo luego<br />

de que los estratos superiores fueron removidos.<br />

Aunque en este caso la mayoría de<br />

las especies presentes en el préstamo también<br />

estaban originalmente en la sabana<br />

natural (10 de las 12 especies presentes en<br />

total en el préstamo), se destaca sin embargo<br />

el caso de Acaulospora tuberculata, la<br />

cual nunca fue colectada en la sabana natural<br />

y sin embargo apareció como dominante<br />

en el préstamo y el Glomus “hialino<br />

de pared delgada”, del cual solo se colectó<br />

una espora en el préstamo y ninguna en la<br />

sabana natural. Este resultado coloca a A.<br />

tuberculata como una especie de gran interés<br />

por su adaptabilidad o “preferencia”<br />

por las condiciones perturbadas.<br />

Otro resultado que se<br />

desprende de este estudio es la mayor<br />

susceptibilidad de las Gigaspora y Scutellospora<br />

spp. a las perturbaciones. En un<br />

trabajo previo se señalaron una serie de<br />

especies pertenecientes al género Scutellospora<br />

colectadas en La Gran Sabana,<br />

como muy sensibles a las perturbaciones<br />

(Cuenca et al., 1998). Los resultados obtenidos<br />

en el presente trabajo apoyan esta<br />

presunción, incluyendo a Gigaspora spp.<br />

como un grupo también susceptible ante<br />

las perturbaciones.<br />

En cuanto al inventario<br />

de HMA realizado, éste revela un número<br />

muy elevado de especies de HMA<br />

presentes en un área relativamente pequeña,<br />

sobre todo si se toma en cuenta<br />

que hasta el presente, a nivel mundial, el<br />

número de especies de HMA descritas<br />

no supera las 200.<br />

La gran mayoría de los<br />

HMA colectados en este trabajo no se<br />

ajustan a las características de las especies<br />

descritas en la literatura. Al menos 6 de<br />

las especies colectadas, debido a sus ornamentaciones<br />

y/o características únicas, son<br />

reportadas por primera vez, representando<br />

sin lugar a dudas especies no descritas.<br />

Este hallazgo, reportado por lo demás varias<br />

veces a lo largo de diez años de estudio<br />

de la diversidad de HMA presente en<br />

La Gran Sabana (Walker et al., 1998; Herrera-Peraza<br />

et al., 2001), contrasta con la<br />

idea de la inexistencia de diferencias en la<br />

diversidad de HMA presente en áreas tropicales<br />

y áreas templadas, hecho comúnmente<br />

aceptado en la literatura referente a<br />

los HMA (Allen et al., 1995). Esto podría<br />

deberse al hecho que las áreas tropicales<br />

han sido menos investigadas, dado el menor<br />

número de micorrizólogos que trabajan<br />

en ellas; o bien, podría constituir un caso<br />

particular para la región de La Gran Sabana,<br />

relacionado con el bajo impacto de las<br />

poblaciones humanas en estos ecosistemas<br />

protegidos. Finalmente, una interesante hipótesis<br />

que merece la pena explorar es que<br />

La Gran Sabana, que de por sí posee una<br />

historia geológica única, sea también un<br />

centro de diversificación de este grupo de<br />

organismos. Trabajos futuros deberán focalizarse<br />

hacia el esclarecimiento de tales<br />

supuestos.<br />

En suma, el presente trabajo<br />

muestra la importancia de realizar<br />

muestreos exhaustivos que contemplen las<br />

variaciones estacionales a distintos niveles<br />

de profundidad a través del perfil del suelo,<br />

para describir adecuadamente la diversidad<br />

de HMA presente en un determinado<br />

ambiente. En nuestro caso, a través de este<br />

tipo de muestreo se evidenció a) la alta diversidad<br />

de especies de HMA existente en<br />

la región tropical estudiada, b) el efecto de<br />

las perturbaciones en relación a la pérdida<br />

de diversidad de HMA, y c) la sensibilidad<br />

particular de ciertos géneros, como Scutellospora<br />

y Gigaspora, ante las perturbaciones.<br />

Estos cambios en la composición de<br />

la comunidad de HMA pudieran estar implicados<br />

en la escasa recuperación y en el<br />

tipo de vegetación a establecerse en estas<br />

sabanas perturbadas.<br />

Agradecimientos<br />

Los autores agradecen<br />

a Ricardo Herrera por su contribución en<br />

la descripción taxonómica de los distintos<br />

morfotipos, a Zita de Andrade, recientemente<br />

fallecida y quien participó activamente en<br />

esta investigación, a Erasmo Meneses por<br />

su colaboración en el trabajo de laboratorio<br />

y cuidado de los potes trampa, a Fundacite<br />

Guayana por su apoyo financiero, y a la<br />

Autoridad Gran Sabana, especialmente al<br />

personal de la Estación Científica de Parupa,<br />

sin cuyo apoyo hubiera sido imposible<br />

realizar este trabajo.<br />

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Diversity of arbuscular mycorrhizal fungi (AMF) and mycorrhizal potential of the soil<br />

from a natural and a disturbed savannah from La Gran Sabana, Venezuela<br />

Milagros Lovera and Gisela Cuenca<br />

SUMMARY<br />

The benefits provided by arbuscular mycorrhizas (AM) to<br />

plants are well known, especially those related to the improvement<br />

of mineral nutrition and protection against root pathogens,<br />

among others. Although 80% of vascular plants are able to form<br />

AM, it is considered that the association lacks specificity from a<br />

taxonomical point of view. However, recent evidence has arisen<br />

about the influence of the diversity of AM fungi (AMF) on the<br />

productivity, diversity, competitive relationships and functioning<br />

of natural ecosystems. In addition, there are evidences that support<br />

the idea that AMF diversity is severely affected by disturbance<br />

and that some AMF are particularly sensitive to human<br />

activities. The aim of this work is to compare the diversity of<br />

AMF and the mycorrhizal soil potential of an undisturbed savannah<br />

from La Gran Sabana, Bolivar state, Venezuela, with an<br />

adjacent disturbed savannah. An exhaustive inventory of AMF<br />

spores was done taking samples along the year, across the soil<br />

profile and using trap culture. Results show that there is a high<br />

AMF diversity in the natural savannah studied and many of the<br />

collected spores correspond to new species. Results also pointed<br />

out that spores belonging to Scutellospora and Gigaspora are<br />

highly vulnerable to disturbance. This change in AMF species<br />

composition might be related with the slow recovery and the type<br />

of plant community that finally will establish in these much degraded<br />

areas.<br />

DiversidadE de FUngos micorrízicos arbusculares (HMA) E potencial micorrízico dO sOlo<br />

de uMa saVana natural E uMa saVana perturbada da Gran Sabana, Venezuela<br />

Milagros Lovera e Gisela Cuenca<br />

RESUMO<br />

Os efeitos benéficos das micorrizas arbusculares (MA) são<br />

bem conhecidos, especialmente na nutrição mineral das plantas<br />

e na proteção contra agentes patógenos do solo, entre outros.<br />

Mesmo que 80% das plantas terrestres são capazes de formar<br />

micorrizas, se considera que dita associação não tem especificidade<br />

taxonômica. No entanto, evidências recentes têm mostrado<br />

que a diversidade de fungos MA (HMA) pode influir na produtividade<br />

e diversidade das comunidades vegetais, assim como<br />

nas relações competitivas e funcionamento geral dos ecossistemas<br />

naturais. Por outra parte, existem evidências de que a<br />

diversidade de HMA sofre um impacto severo com as perturbações<br />

e algumas espécies parecem ser mais susceptíveis que<br />

outras diante das atividades humanas. O objetivo do presente<br />

trabalho é comparar a diversidade de micorrizas e o potencial<br />

micorrízico do solo de uma savana natural de “La Gran Sabana”,<br />

estado Bolívar, Venezuela, e uma savana perturbada adjacente,<br />

fazendo um inventário exaustivo das esporas de HMA<br />

presentes ao longo do ano, no perfil do solo e utilizando potes<br />

“armadilha”. Os resultados mostram a existência de uma elevada<br />

diversidade de espécies de HMA na savana natural, muitas<br />

das quais parecem ser espécies novas, e destaca a alta vulnerabilidade<br />

de certos gêneros de HMA como são Scutellospora<br />

e Gigaspora ante as perturbações. A mudança na composição<br />

de espécies pudera estar implicada na escassa recuperação e<br />

o tipo de vegetação a estabelecer-se nestas savanas depois de<br />

uma severa perturbação.<br />

114 FEB 2007, VOL. 32 Nº 2

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