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León Alberto Manrique Muñoz, MD<br />
<strong>Comidas</strong> <strong>tipo</strong> rápidas<br />
C o m i d a s t i p o r á p i d a s<br />
y <strong>obesidad</strong><br />
y o b e s i d a d<br />
León Alberto Manrique Muñoz MD<br />
Endocrinólogo de niños y adolescentes<br />
Clínica Farallones Santiago de Cali<br />
Correo electrónico del autor lmanrrique@telesat.com.co<br />
Objetivos<br />
•<br />
La epidemia actual de <strong>obesidad</strong> está fuera de<br />
control y es el principal cofactor relacionado con<br />
la alta incidencia de diabetes <strong>tipo</strong> 2, síndrome<br />
metabólico y enfermedad cardiovascular.<br />
•<br />
Nuestros niños están viviendo dentro de un<br />
ambiente obesígeno, relacionado con el consumo<br />
de comidas <strong>tipo</strong> rápidas, pasabocas<br />
salados, cereales refinados, alimentos fritos,<br />
bebidas gaseosas y el uso de endulzantes artificiales<br />
ricos en fructosa, factores usualmente<br />
acompañados con una disminución de la actividad<br />
física.<br />
•<br />
La ingesta de cereal integral, frutas, vegetales,<br />
carnes no procesadas y lácteos, se correlaciona<br />
positivamente con una disminución en la prevalencia<br />
de enfermedades metabólicas.<br />
•<br />
Endocrinología del equilibrio energético y cuál<br />
es la relación entre el consumo de comidas rápidas<br />
y la afectación de los sistemas que regulan<br />
el balance energético.<br />
•<br />
Estrategias nutricionales, grado de compromiso<br />
de las entidades científicas y del Estado para<br />
proteger a nuestros niños de la desnutrición y<br />
de la <strong>obesidad</strong>.<br />
•<br />
Los actuales patrones de alimentación están caracterizados<br />
por un mayor consumo de comidas<br />
<strong>tipo</strong> rápidas y una menor frecuencia de comidas<br />
en casa. Además, una disminución en la ingesta<br />
de lácteos y un aumento significativo en la de<br />
bebidas gaseosas, refrescos endulzados con fructosa<br />
y pasabocas salados.<br />
•<br />
Existe evidencia de alta calidad en relación con<br />
el incremento en la comercialización de comestibles<br />
de alto valor calórico y poco nutritivo entre<br />
los niños y adolescentes. Estudios de mercadeo<br />
demuestran, por ejemplo, que las personas prefieren<br />
invertir su dinero en la compra de comidas<br />
<strong>tipo</strong> dulces, sodas y pasabocas salados, más que<br />
en música, ropa o juguetes.<br />
•<br />
Está claro que el aumento entre los niños del número<br />
de horas vistas de televisión contribuye y favorece<br />
un estilo de vida sedentario, con el sobrepeso,<br />
la osteoporosis y la comercialización de las comidas<br />
<strong>tipo</strong> rápidas. Otros trabajos señalan cómo los<br />
lácteos, alimentos nutricionalmente importantes,<br />
han sido desplazados junto con la sana costumbre<br />
de comer en casa, por las gaseosas, los refrescos<br />
saborizados con endulzantes ricos en fructosa y<br />
por los restaurantes de comidas rápidas.<br />
•<br />
Intervenir el consumo de jugos no naturales y<br />
gaseosas en los colegios afecta la prevalencia de<br />
CCAP Volumen 7 Número 3
<strong>Comidas</strong> <strong>tipo</strong> rápidas y <strong>obesidad</strong><br />
<strong>obesidad</strong>, como lo demostró un estudio realizado<br />
en la ciudad de Londres. Alrededor de 15.000<br />
estudiantes de varias escuelas fueron intervenidos<br />
para evitar o seguir consumiendo bebidas hipercalóricas<br />
durante un año. En los resultados se<br />
aprecia que la incidencia de <strong>obesidad</strong> disminuye<br />
en los varones cerca de un 10% con relación al<br />
grupo no intervenido. Iguales resultados, pero<br />
en menor proporción, se lograron obtener en el<br />
grupo de las niñas.<br />
•<br />
En el estudio CARDIA se lleva a cabo un seguimiento<br />
durante 15 años a adolescentes y adultos<br />
jóvenes, evaluando las visitas a restaurantes<br />
de comidas <strong>tipo</strong> rápidas. El trabajo reportó una<br />
fuerte asociación positiva entre este hábito alimenticio<br />
y el riesgo de sobrepeso y de resistencia<br />
a la insulina, lo cual sugiere que este patrón de<br />
alimentación incrementa la prevalencia de <strong>obesidad</strong><br />
y diabetes <strong>tipo</strong> 2.<br />
•<br />
Más recientemente se demostró en adultos, que<br />
el consumo de una sola bebida gaseosa por día,<br />
aun de <strong>tipo</strong> light; aumenta la incidencia del síndrome<br />
metabólico. Todos los estudios mencionados<br />
constituyen evidencia epidemiológica de<br />
alta calidad para comprometer a este moderno y<br />
poco saludable hábito alimenticio con la epidemia<br />
actual de <strong>obesidad</strong> y diabetes y la mortalidad<br />
por eventos cardiovasculares.<br />
Características de las<br />
comidas <strong>tipo</strong> rápidas:<br />
•<br />
<strong>Comidas</strong> que se identifican por su alta densidad<br />
energética e índice glicémico, debido a su alto<br />
contenido de grasas saturadas y carbohidratos<br />
•<br />
refinados.<br />
Ingreso incrementado de fructosa, asociado al<br />
uso de saborizantes y endulzantes.<br />
Bajo contenido en fibra y micronutrientes.<br />
•<br />
Baja densidad nutricional.<br />
Fácil disponibilidad, bajo costo y buen sabor.<br />
La fisiopatogenia de la <strong>obesidad</strong> asociada a<br />
la ingesta de comidas <strong>tipo</strong> rápidas se relaciona<br />
con alteraciones en la regulación del equilibrio<br />
energético:<br />
•<br />
Producen insuficiencia y resistencia a la leptina<br />
•<br />
y adiponectina.<br />
Resistencia periférica y del sistema nervioso central<br />
a la insulina.<br />
•<br />
Disrupción en los mecanismos de control energético<br />
celular.<br />
•<br />
Alteraciones en la sensación de recompensa y de<br />
•<br />
saciedad motivados por la comida.<br />
Alteraciones metabólicas secundarias al aumento<br />
•<br />
en la ingesta de fructosa.<br />
Ausencia de un hábito alimenticio apropiado.<br />
Bases fisiológicas<br />
El tejido adiposo funciona como una papelera<br />
metabólica que permite depositar en forma<br />
de grasa los gradientes positivos de energía.<br />
Cuando se supera su capacidad como órgano<br />
de depósito, se produce acumulación de ácidos<br />
grasos (esteatosis) en órganos importantes<br />
como el corazón, hígado, páncreas y el músculo<br />
esquelético.<br />
La segunda función del tejido adiposo es<br />
la endocrina. Del ambiente hormonal del adiposito<br />
sobresalen la leptina y la adiponectina<br />
por su participación en el control del apetito<br />
y el gasto calórico. La leptina a través de su<br />
receptor en el hipotálamo estimula la sensación<br />
de saciedad y aumenta el gasto energético.<br />
A nivel periférico la señalización de leptina<br />
se conecta con el sistema energético celular,<br />
potencializando los eventos metabólicos que<br />
favorezcan el gasto calórico.<br />
Para lograr el control energético, el sistema<br />
dispone de una serie de señales que comunican<br />
los órganos periféricos con el SNC e informan al<br />
cerebro sobre la cantidad y calidad de ingresos<br />
calóricos y sobre la reserva en forma de depósitos<br />
de glicógeno y principalmente de ácidos<br />
grasos (AG).<br />
Precop SCP
León Alberto Manrique Muñoz, MD<br />
Existen dos <strong>tipo</strong>s de señales: las de acción<br />
rápida o de saciedad y dentro de este grupo<br />
los péptidos más importantes, el ghrelin, que<br />
se produce justo preprandial en la mucosa gástrica<br />
y potentemente genera una sensación de<br />
hambre; y los péptidos GLP-1 (péptido como el<br />
guagón <strong>tipo</strong> 1) y PYY (péptido YY), producidos<br />
justo posprandial y sintetizados en la submucosa<br />
intestinal, generan sensación de llenura<br />
y retardan el vaciamiento gástrico. Junto con<br />
los receptores del gusto y otras hormonas del<br />
tracto gastrointestinal se establece la conexión<br />
intestino-cerebro, para regular las sensaciones<br />
de hambre y saciedad.<br />
Las otras señales, denominadas de adiposidad,<br />
se caracterizan por una función más<br />
integradora entre las reservas de energía y<br />
los neuropéptidos que regulan el apetito y<br />
el gasto energético. En el hipotálamo, principalmente<br />
en el núcleo arcuado, neuronas<br />
especializadas provistas de receptores para<br />
leptina e insulina, coexpresan péptidos reguladores<br />
del equilibrio energético. Situaciones<br />
como el ayuno o inanición, que disminuyen<br />
la reserva de lípidos, afectan negativamente<br />
la síntesis de leptina.<br />
La disminución en la señalización por leptina<br />
es interpretada en el núcleo arcuado, incrementando<br />
la producción de NPY (neuropéptido Y) y<br />
de AGRP (Augoti relacionada proteína); los más<br />
potentes neuropéptidos estimulantes del apetito<br />
que además inhiben el gasto energético. La situación<br />
contraria, relacionada con un aumento de<br />
los depósitos de lípidos, síntesis y señalización<br />
de leptina, es interpretado en el hipotálamo<br />
como exceso de energía. En las neuronas especializadas<br />
se disminuye la transcripción para la<br />
generación de NPY y AGRP y se aumenta para<br />
la síntesis del sistema POMC-alfaMSH (proopiomelanocortina-alfa<br />
melanocito estimulante<br />
hormona) y CART (transcriptos relacionados<br />
con la cocaína y anfetaminas) constituyendo la<br />
vía anabólica de los neuropéptidos, que implica<br />
importante disminución del apetito y aumento<br />
del gasto energético.<br />
En la diabetes <strong>tipo</strong> 1, la polifagia es causada<br />
por la insuficiencia de la señal inhibitoria que<br />
ejerce la insulina sobre los centros cerebrales<br />
que regulan el apetito, a través de sus receptores<br />
ubicados en el SNC. La insulina como hormona<br />
y los valores hepáticos de glucosa como<br />
señal química transmitida a través del nervio<br />
vago, influencian los procesos que regulan<br />
el apetito y el gasto energético en el núcleo<br />
arcuado. Además de sus efectos centrales y<br />
sobre la utilización de los hidratos de carbono<br />
(CHO), la insulina estimula los factores de<br />
trascripción necesarios para el desarrollo de<br />
los adipocitos y las enzimas necesarias para<br />
la síntesis de ácidos grasos (adipogénesis y<br />
lipogénesis).<br />
Continuando en el campo de los hidratos<br />
de carbono, en la elaboración de las comidas<br />
rápidas, se remplaza el azúcar por saborizantes<br />
y endulzantes elaborados a base de jarabe de<br />
maíz, notoriamente se incrementa el consumo<br />
de fructosa. El exceso de fructosa afecta las vías<br />
de oxidación de los CHO y de los ácidos grasos<br />
y estimula la síntesis de triglicéridos.<br />
Nuevamente en el tejido adiposo y desde<br />
el punto de vista topográfico y funcional, se<br />
distinguen dos clases. El más abundante, el<br />
subcutáneo, con gran capacidad para almacenar<br />
lípidos, es una verdadera papelera metabólica,<br />
rico en leptina y adiponectina. La adiponectina<br />
es la proteína de mayor síntesis en el tejido adiposo<br />
y su función es aumentar la sensibilidad<br />
a la insulina y en condiciones de un balance<br />
positivo de energía, aumentar la oxidación de<br />
lípidos y la generación de calor. Su síntesis y<br />
función están en relación inversa con el grado<br />
de adiposidad.<br />
En segundo lugar el visceral, con alto índice<br />
de lipólisis y poca capacidad de almacenamiento.<br />
Vía circulación portal nutre al hígado<br />
con ácidos grasos. En condiciones patológicas,<br />
de <strong>obesidad</strong> visceral por ejemplo, estos ácidos<br />
grasos alteran la funcionalidad del hepatocito<br />
y de esta manera contribuyen a un aumento en<br />
CCAP Volumen 7 Número 3
<strong>Comidas</strong> <strong>tipo</strong> rápidas y <strong>obesidad</strong><br />
la síntesis de AG e intolerancia a la glucosa por<br />
afectar la sensibilidad a la insulina.<br />
Cuando se somete el sistema a una ingesta<br />
alta de comidas <strong>tipo</strong> rápidas, se genera un<br />
estado de hipoleptinemia relativa debido a la<br />
resistencia. Animales transgénicos con déficit<br />
de leptina o de su receptor, sometidos a dieta<br />
<strong>tipo</strong> cafetería terminan obesos, diabéticos y<br />
con depósitos ectópicos de AG en el páncreas,<br />
hígado, músculo esquelético y en el corazón. En<br />
el músculo cardíaco se origina una cardiopatía<br />
lipídica y en el esquelético se produce resistencia<br />
a la acción de la insulina, afectando la captación<br />
y utilización de la glucosa originando hiperglicemia<br />
y posteriormente diabetes.<br />
La modulación del metabolismo de los AG<br />
puede alterar la ingesta de alimentos y el peso.<br />
En el microambiente celular existen reguladores<br />
de la disponibilidad energética de la célula,<br />
que censan y conectan a los nutrientes con la<br />
actividad metabólica. Los ácidos grasos pueden<br />
afectar el estado energético de las neuronas en<br />
el hipotálamo, para influenciar la percepción<br />
del balance energético y alterar la conducta<br />
alimenticia.<br />
Una de las funciones de la leptina y la insulina<br />
es regular en el sistema límbico, a nivel del núcleo<br />
acumbes, la conducta motivada por la comida<br />
y sus mecanismos de recompensa y saciedad, a<br />
través de redes sinápticas moduladas por dopamina,<br />
serotonina, opiáceos y endocanabinoides.<br />
En condiciones de hipoleptinemia, resistencia<br />
central a la insulina y alteraciones en el sistema<br />
endocanabinoide, como las observadas en DIO,<br />
es muy probable que se produzca adicción a<br />
cierto <strong>tipo</strong> de alimentos, mediada por circuitos<br />
de recompensa y reforzamiento.<br />
La relación leptina-adiposidad también ejerce<br />
influencia muy notoria en especies inferiores<br />
sobre el eje hipotálamo hipófisis gónadas.<br />
Existe un marco de discordancia evolutiva en<br />
el sentido de que se nos olvidó evolucionar para<br />
programar un sistema que nos protegiera de la<br />
<strong>obesidad</strong>. El mejor feno<strong>tipo</strong> para sobrevivir y<br />
de competencia reproductiva sería el sobrepeso,<br />
el cual estaría respaldado por más de mil genes<br />
en nuestro geno<strong>tipo</strong>.<br />
Además, en la elaboración de esta compleja<br />
network intervienen factores genéticos, ambientales<br />
(comidas rápidas) y de <strong>tipo</strong> imprinting metabólico;<br />
para conformar los diferentes circuitos<br />
y los niveles basales necesarios para establecer<br />
los sistemas de retroalimentación. Por supuesto,<br />
estaría claro que patrones de alimentación<br />
inapropiados durante períodos críticos del<br />
desarrollo, el intrauterino y los primeros dos<br />
años de vida; pueden afectar la funcionalidad<br />
de los circuitos y predisponer a la <strong>obesidad</strong> y a<br />
la diabetes 2 en la vida adulta.<br />
La <strong>obesidad</strong> es una de las entidades en que<br />
es más difícil obtener logros en el tratamiento.<br />
La terapia actual combina un esquema de<br />
alimentación apropiado, modificaciones en el<br />
estilo de vida, manejo farmacológico y cirugía<br />
bariátrica. Es importante recalcar el papel que<br />
tienen los padres y los pediatras como educadores<br />
y responsables de optimizar el hábito<br />
alimenticio de los niños.<br />
Es necesario promover estrategias que contrarresten<br />
los medios comercializadores de las<br />
comidas rápidas. Los datos muestran que una<br />
bebida cola en USA genera ganancias anuales<br />
del orden de los 1.800 millones de dólares, e<br />
invierte, durante el mismo período, 123 millones<br />
en publicidad. Estas cifras dan idea de lo difícil<br />
que será establecer un plan en contra de las<br />
inapropiadas influencias sobre el hábito de comer.<br />
La disminución de las horas invertidas en televisión<br />
y computador tiene un papel importante<br />
en prevenir la <strong>obesidad</strong>. Los estudios evidencian<br />
que los cambios están más relacionados con la<br />
disminución en el ingreso calórico, que con el<br />
aumento de la actividad física.<br />
Dos aspectos son notorios en los desórdenes<br />
del peso que afectan a los niños colombianos.<br />
Aquellos con recursos aceptables en calidad<br />
Precop SCP
León Alberto Manrique Muñoz, MD<br />
que desarrollan sobrepeso tempranamente<br />
y aquellos que vemos con desnutrición, alimentados<br />
con nuestras comidas rápidas, y los<br />
médicos internistas les tratan las complicaciones<br />
del adulto obeso. Generalmente los alimentos<br />
más saludables son más costosos, pero siendo<br />
Colombia una despensa agrícola, solo faltan las<br />
ideas y las políticas que orienten el suministro<br />
de recursos apropiados que mejoren el menú<br />
de nuestros niños.<br />
Lecturas recomendadas<br />
1. MaGinnis J.M., Goodman J.A., Kraak V, Editors. Food marketing<br />
to children and youth: Threat or opportunity.<br />
2. Brownie K. Fast food and obesity in children; Pediatrics 2004;<br />
113:132.<br />
3. Demory-Luce D. Fast food and children and adolescents:<br />
implications for practitioners. Clinical Pediatrics 2005; 44:<br />
279-288.<br />
4. Lutsey P, Steffen L, Stevens J. Dietary Intake and the development<br />
of the metabolic syndrome. Circulation 2008; 117: 754-<br />
761.<br />
5. James J, Thomas P, Cavan D. Preventing childhood obesity by<br />
reducing consumption of carbonated drinks. BMJ 2004; 328:<br />
1237-1239.<br />
6. Pereira MA, Kartashow AL Ebbeling CB. Fast Food habits, weight<br />
gain and insulin resistance (The CARDIA Study). The Lancet<br />
2005; 16; 365(9464): 1030.<br />
7. Lustig R, Isganaitis E. Fast food, Central nervous system Insulin<br />
Resistance and Obesity Arteriosclerosis, Thrombosis and<br />
Vascular Biology 2005; 25: 2451-2462.<br />
8. Obici S, Rossetti L. Nutrient sensing and the regulation of insulin<br />
action and energy balance. Endocrinology 2003; 144: 5172-<br />
5178.<br />
9. Jacobs D, Fast food and sedentary lifestyle: a combination that<br />
leads to obesity. Am. J. Clinical Nutrition 2006; 83: 189-190.<br />
10. Ronnett G.V, Kleman A.M. et al. Fatty acid metabolism,<br />
The central nervous system and feeding. Obesity Research<br />
2006;14: 201S-207S.<br />
11. Dietary Recomendation for children and Adolescent, A Guide<br />
for Practitioners. American Academic of Pediatrics Ped 2006;<br />
117: 544-559.<br />
Gráfica 1<br />
Factores relacionados<br />
con la génesis de la <strong>obesidad</strong><br />
Cuando el efecto de factores ambientales,<br />
genéticos e imprinting metabólico superan los<br />
mecanismos de control, se entra a un estado<br />
de balance positivo de energía, que sumado<br />
en el tiempo se traduce en <strong>obesidad</strong>.<br />
Gráfica 2<br />
Sistema regulador del equilibrio energético<br />
En el tracto gastrointestinal, el páncreas y<br />
el tejido adiposo se producen una serie de<br />
péptidos cuya señalización informa al SNC<br />
sobre la ingesta y depósitos energéticos. En el<br />
hipotálamo se ubica, en el núcleo arcuado, el<br />
sistema controlador que responde con la síntesis<br />
de neuropéptidos que modifican el apetito del<br />
gasto energético.<br />
REGULACIÓN DE PESO CORPORAL<br />
EQUILIBRIO ENERGÉTICO<br />
CONTROL CONSCIENTE<br />
DEL HÁBITO DE COMER<br />
CENTROS SUPERIORES<br />
BALANCE ENERGÉTICO<br />
IMPRINTING METABÓLICO<br />
DESEQUILIBRIO<br />
ENERGÉTICO<br />
SISTEMA CONTROLADOR<br />
DE SEÑALES<br />
SISTEMA DE INTEGRACIÓN<br />
DE SEÑALES<br />
NPY/AGRP MCH<br />
aMSH/CART Orexinas<br />
TALLO<br />
CEREBRAL<br />
AMBIENTE GENÉTICA<br />
OBESIDAD<br />
SISTEMA DE SEÑALES<br />
PERIFÉRICAS<br />
Insulina<br />
Ghrelin<br />
PYY<br />
Leptina<br />
Adiponectina<br />
CCAP Volumen 7 Número 3
<strong>Comidas</strong> <strong>tipo</strong> rápidas y <strong>obesidad</strong><br />
Gráfica 3<br />
Informe del Centro de Control de Enfermedades<br />
sobre los principales factores asociados a la alta<br />
incidencia de <strong>obesidad</strong>.<br />
Cambios en los hábitos alimentarios<br />
que promueven la <strong>obesidad</strong> en US<br />
Gráfica 4<br />
Efectos por intervenir una población de escolares<br />
con respecto al uso o no uso de bebidas<br />
gaseosas. Comparados con el control a los<br />
niños intervenidos, mostraron una reducción<br />
de alrededor del 10% en el índice de sobrepeso,<br />
mientras que las niñas cerca del 5%.<br />
• Consumo de comida rápida<br />
• Menor frecuencia de comidas en casa<br />
• Restringirse o saltarse comidas<br />
Prevalence (%)<br />
30<br />
25<br />
• Aumento del tamaño de porciones<br />
• Aumento del consumo de bebidas gaseosas<br />
(de 27 a 44 gal/año de 1972-1992)<br />
• 12.000 productos alimenticios nuevos/año<br />
20<br />
Control boys<br />
Control girls<br />
Intervention boys<br />
Intervention girls<br />
15<br />
Baseline<br />
12 months<br />
Gráfica 5<br />
Mean change in proportion of overweight and obese children from<br />
baseline to follow up at 12 months according to clusters<br />
BMJ 2004; 328: 1237-1239<br />
Características de las comidas <strong>tipo</strong> rápidas.<br />
Gráfica 6<br />
Fácil<br />
disponibilidad,<br />
bajo costo<br />
y buen sabor<br />
Alimentos<br />
procesados con<br />
alta densidad<br />
energética por su<br />
alto contenido en<br />
grasas saturadas y<br />
carbohidratos<br />
refinados<br />
Alto índice y carga<br />
glicémica<br />
Principales factores relacionados con la fisiopatología<br />
asociada a la ingesta de comidas <strong>tipo</strong><br />
rápidas.<br />
Alteraciones en la liporegulación<br />
Insuficiencia y resistencia<br />
a la leptina y a la adiponectina<br />
Resistencia periférica<br />
y central a la insulina<br />
Bajo contenido<br />
de fibra y<br />
micronutrientes<br />
Alto contenido de<br />
endulzantes a base<br />
de fructosa<br />
Disrupción de los sistemas celulares<br />
reguladores del estado nutrición<br />
AMPK, mTOR, hexoxinasas y ChREBP<br />
Alteraciones en la conducta motivada<br />
por la comida, las sensaciones de recompensa<br />
y saciedad y en el sistema endocanabinoide<br />
Alta ingesta de fructosa<br />
Baja densidad<br />
nutricional<br />
Precop SCP
<strong>Comidas</strong> <strong>tipo</strong> rápidas y <strong>obesidad</strong><br />
León Alberto Manrique Muñoz, MD<br />
examen consultado<br />
1. ¿Cuál de los siguientes grupos<br />
corresponde mejor con las<br />
enfermedades asociadas a<br />
la ingesta de comidas <strong>tipo</strong><br />
rápidas?:<br />
2. ¿Cuál de las siguientes<br />
afirmaciones sobre las<br />
comidas <strong>tipo</strong> rápidas no es<br />
cierta?:<br />
3. ¿Cuál de las siguientes<br />
afirmaciones sobre el sistema<br />
que regula el equilibrio<br />
energético es falsa?:<br />
A. <strong>obesidad</strong><br />
B. <strong>obesidad</strong>, diabetes <strong>tipo</strong> 1<br />
C. <strong>obesidad</strong>, diabetes <strong>tipo</strong> 2 y riesgo<br />
cardiovascular<br />
D. <strong>obesidad</strong>, diabetes <strong>tipo</strong> 1 y riesgo<br />
cardiovascular<br />
E. <strong>obesidad</strong> y diabetes <strong>tipo</strong> 2<br />
A. son ricas en grasa polinsaturadas y<br />
carbohidratos refinados<br />
B. tienen agradable sabor y bajo costo<br />
C. tienen alto contenido de fructosa<br />
D. bajo contenido en fibra y micronutrientes<br />
E. alto índice glicémico<br />
A. en el núcleo arcuado existen neuronas<br />
especializadas en la síntesis de<br />
neuropéptidos que controlan el apetito y el<br />
gasto energético<br />
B. los péptidos ghrelin y PYY son señales del<br />
<strong>tipo</strong> saciedad que inhiben el apetito<br />
C. leptina e insulina a nivel central actúan<br />
inhibiendo el apetito<br />
D. una situación relacionada con niveles bajos<br />
de leptina estimula la síntesis de NPY y<br />
AGRP<br />
E. una situación con niveles altos de leptina<br />
estimula en el núcleo arcuado la síntesis de<br />
POMC y CART<br />
CCAP Volumen 7 Número 3
examen consultado<br />
4. Sobre los péptidos<br />
reguladores del equilibrio<br />
energético ¿cuál es falsa?:<br />
5. Con relación a la<br />
fisiopatogenia de la <strong>obesidad</strong><br />
asociada a comidas <strong>tipo</strong><br />
rápidas, ¿cuál afirmación no<br />
es correcta?:<br />
A. la leptina y la adiponectina son<br />
hormonas producidas en el adiosito y<br />
a nivel periférico favorecen el gasto de<br />
energía<br />
B. la principal función del sistema POMC.<br />
alphaMSH es inhibir el apetito y<br />
aumentar el gasto energético<br />
C. la principal función de los neuropéptidos<br />
NPY y AGRP es disminuir el apetito y<br />
aumentar el gasto energético<br />
D. el metabolismo a nivel neuronal de los<br />
ácidos grasos puede manipular la ingesta<br />
de alimentos<br />
E. los niveles hepáticos de glucosa generan<br />
una señal que a través del nervio vago<br />
alcanza los centros de control del apetito<br />
A. producen resistencia a la acción central<br />
de la insulina<br />
B. se asocian con hiperglicemia por<br />
disminución en la utilización de la<br />
glucosa en el músculo y aumento en la<br />
producción hepática<br />
C. afectan la función de la leptina,<br />
produciendo un estado de<br />
hipoleptinemia relativo<br />
D. la poca ingesta asociada de fructosa<br />
afecta la glicólisis y la oxidación de ácidos<br />
grasos<br />
E. producen alteraciones en los mecanismos<br />
de recompensa y saciedad relacionados<br />
con la comida<br />
Precop SCP