26.05.2014 Views

Puentes hacia ninguna parte. Juventud, Educación y Empleo en el ...

Puentes hacia ninguna parte. Juventud, Educación y Empleo en el ...

Puentes hacia ninguna parte. Juventud, Educación y Empleo en el ...

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

esumidas, según Infante (Diez de Medina:2001a), <strong>en</strong> términos de dos situaciones paradójicas: por un lado, a pesar de<br />

que hubo un aum<strong>en</strong>to muy significativo d<strong>el</strong> niv<strong>el</strong> educativo de los jóv<strong>en</strong>es, las oportunidades de empleo no aum<strong>en</strong>taron y<br />

la calidad d<strong>el</strong> empleo se deterioró.<br />

Por otro, <strong>el</strong> crecimi<strong>en</strong>to económico no absorbió mayor mano de obra juv<strong>en</strong>il. Esto muestra que mayor crecimi<strong>en</strong>to<br />

económico y mayores niv<strong>el</strong>es educativos, son tal vez condiciones necesarias, pero no sufici<strong>en</strong>tes para mejorar la situación<br />

d<strong>el</strong> empleo juv<strong>en</strong>il.<br />

También <strong>en</strong> este s<strong>en</strong>tido, Diez observa un aum<strong>en</strong>to muy notorio <strong>en</strong> la disparidad de los ingresos g<strong>en</strong>erados por <strong>el</strong> trabajo<br />

calificado y <strong>el</strong> no calificado <strong>en</strong> la última década. La disparidad <strong>en</strong>tre ingresos de asalariados técnicos o profesionales <strong>en</strong><br />

r<strong>el</strong>ación a los no profesionales ni técnicos d<strong>el</strong> sector privado más moderno (definido por los establecimi<strong>en</strong>tos de más de 5<br />

personas ocupadas), es notoriam<strong>en</strong>te creci<strong>en</strong>te ya desde la década de los och<strong>en</strong>ta <strong>en</strong> casi todos los países<br />

latinoamericanos, a excepción de algunas de sus economías más pequeñas4.<br />

Mi<strong>en</strong>tras que Bolivia, la disparidad aum<strong>en</strong>tó más d<strong>el</strong> 40%, <strong>en</strong> Paraguay aum<strong>en</strong>tó más de un 50% y <strong>en</strong> Panamá y Uruguay,<br />

un 42%. Si, por otro lado, se comparan los profesionales y técnicos asalariados y los trabajadores por cu<strong>en</strong>ta propia no<br />

profesionales, la brecha es aún mayor.<br />

Son estos datos lo que le llevan a subrayar la importancia de “explicitar y estudiar los nuevos requisitos de las formas de<br />

ocupación emerg<strong>en</strong>tes con <strong>el</strong> fin de accionar rápidam<strong>en</strong>te para pot<strong>en</strong>ciarlas como g<strong>en</strong>eradoras de empleo”(Diez de<br />

Medina, 2001:53). En este proceso, la fuerza de trabajo de los jóv<strong>en</strong>es aparece como fundam<strong>en</strong>tal para llevar a cabo una<br />

“expansión calificada” de la mano de obra.<br />

Al decir de Diez, “son <strong>el</strong>los qui<strong>en</strong>es pued<strong>en</strong> ser formados mediante nuevas formas de capacitación que posibilit<strong>en</strong> la<br />

“empleabilidad” de los nuevos conting<strong>en</strong>tes de ocupados”, lo que a su juicio implicaría <strong>el</strong> alcanzar niv<strong>el</strong>es mínimos de<br />

formación mayores que <strong>en</strong> <strong>el</strong> pasado. Los nuevos puestos de trabajo, vinculados al avance informático y tecnológico,<br />

requerirían según este <strong>en</strong>foque un manejo diestro una base de lógica, de razonami<strong>en</strong>to matemático y de lectoescritura.<br />

Confirmando esta t<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia, Diez afirma que <strong>en</strong> América Latina, tanto <strong>en</strong> la industria manufacturera, como <strong>en</strong> los<br />

sectores terciarios, ha existido una pérdida neta de empleos no calificados, que no hac<strong>en</strong> uso de las nuevas tecnologías, a<br />

la vez que han aum<strong>en</strong>tado los empleos con alta calificación. Esta t<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia, se habría acompasado con la introducción de<br />

formas horizontales y post-fordistas de organización industrial.<br />

En este contexto, y a nuestros efectos, es posible subrayar las sigui<strong>en</strong>tes conclusiones d<strong>el</strong> autor <strong>en</strong> cuanto a la r<strong>el</strong>ación<br />

<strong>en</strong>tre juv<strong>en</strong>tud y empleo <strong>en</strong> América Latina:<br />

1. En catorce países de América Latina, la r<strong>el</strong>ación de la tasa de desempleo de los adultos jóv<strong>en</strong>es (15 a 24 años de<br />

edad) es, <strong>en</strong> promedio, dos veces y media la de los adultos de 25 a 65 años. Si se considera <strong>el</strong> tramo de edad más<br />

jov<strong>en</strong> (15 a 19 años), es casi cuatro veces superior, constituy<strong>en</strong>do <strong>el</strong> principal grupo explicativo d<strong>el</strong> desempleo<br />

global de la región. Si bi<strong>en</strong> este no es un problema exclusivo de la región, <strong>en</strong> la mayoría de los países de otras<br />

regiones, la r<strong>el</strong>ación d<strong>el</strong> desempleo juv<strong>en</strong>il al total es de 2 a 1 (Diez de Medina, 2001:98).<br />

2. Dado que <strong>el</strong> empleo dep<strong>en</strong>de fundam<strong>en</strong>talm<strong>en</strong>te d<strong>el</strong> ciclo económico y d<strong>el</strong> comportami<strong>en</strong>to de la demanda<br />

agregada, no es esperable que, <strong>en</strong> un marco de recesión, aum<strong>en</strong>t<strong>en</strong> los empleos para los jóv<strong>en</strong>es. Aunque <strong>el</strong><br />

empleo juv<strong>en</strong>il también acompaña <strong>el</strong> ciclo económico, <strong>en</strong> mom<strong>en</strong>tos recesivos son los jóv<strong>en</strong>es qui<strong>en</strong>es se v<strong>en</strong> más<br />

afectados.<br />

3. En la mayoría de los países, la industria manufactura ha dejado de ser la puerta de ingreso de los jóv<strong>en</strong>es que se<br />

incorporaban tempranam<strong>en</strong>te al mercado de trabajo, y ese lugar lo ocupan ahora los servicios.<br />

4. En cuanto a la r<strong>el</strong>ación <strong>en</strong>tre empleo y educación, <strong>en</strong> la América Latina de los nov<strong>en</strong>ta es particularm<strong>en</strong>te agudo <strong>el</strong><br />

desempleo <strong>en</strong>tre los grupos de educación media (6 a 12 años de educación), tanto <strong>en</strong> r<strong>el</strong>ación con los activos con<br />

niv<strong>el</strong>es incompletos de primaria, como con los más educados (13 años y más). Esto se explica por dos factores<br />

principales: a) la mayor educación r<strong>el</strong>ativa de las mujeres que son más afectadas por <strong>el</strong> desempleo; y b) por <strong>el</strong><br />

ingreso de las nuevas cohortes de jóv<strong>en</strong>es <strong>en</strong>trantes que ti<strong>en</strong><strong>en</strong> niv<strong>el</strong>es más <strong>el</strong>evados de escolarización que los de<br />

las cohortes más <strong>en</strong>vejecidas.<br />

5. Se han operado cambios <strong>en</strong> las tasas de retorno a la educación, <strong>en</strong> <strong>el</strong> s<strong>en</strong>tido de una exig<strong>en</strong>cia creci<strong>en</strong>te de niv<strong>el</strong>es<br />

de instrucción a la fuerza laboral. Mi<strong>en</strong>tras, <strong>en</strong> <strong>el</strong> extremo superior, los grupos que ti<strong>en</strong><strong>en</strong> mayor instrucción han<br />

t<strong>en</strong>dido a esperar más para aceptar empleos, mostrando períodos de búsqueda más largos. Para esos niv<strong>el</strong>es de<br />

instrucción, Arg<strong>en</strong>tina, Ecuador y Uruguay aum<strong>en</strong>tan los desocupados con períodos de desempleo superiores a un<br />

año, sugiri<strong>en</strong>do niv<strong>el</strong>es altos de s<strong>el</strong>ectividad <strong>en</strong> la búsqueda.<br />

6. La mitad d<strong>el</strong> desempleo de los jóv<strong>en</strong>es se explica por niv<strong>el</strong>es nulos o bajos de calificación, inferiores al segundo<br />

ciclo de secundaria completa. Sin embargo, resulta a la vez llamativo que <strong>en</strong> casi todos los países, ha aum<strong>en</strong>tado la<br />

participación <strong>en</strong> <strong>el</strong> desempleo de jóv<strong>en</strong>es con niv<strong>el</strong>es superiores de calificación. Como es esperable, los niv<strong>el</strong>es<br />

creci<strong>en</strong>tes de calificación de la mano de obra, junto con la mayor participación de jóv<strong>en</strong>es y mujeres <strong>en</strong> la actividad<br />

económica, contribuy<strong>en</strong> a <strong>el</strong>evar los niv<strong>el</strong>es promedio de escolarización también <strong>en</strong>tre los desocupados. Un dato a<br />

subrayar es que Uruguay es <strong>el</strong> país que muestra mayores tasas de desempleo juv<strong>en</strong>il <strong>en</strong> los jóv<strong>en</strong>es de hogares de<br />

mayores ingresos (Diez de Medina, 2001:106).<br />

Ahora bi<strong>en</strong>, ¿cómo <strong>en</strong>carar estos problemas? Después de más de dos décadas de prédica antiestatalista, y ante <strong>el</strong> fracaso<br />

evid<strong>en</strong>te de las políticas liberales para g<strong>en</strong>erar crecimi<strong>en</strong>to con inclusión social <strong>en</strong> América Latina, fue posible asistir al<br />

surgimi<strong>en</strong>to y auge de por lo m<strong>en</strong>os otras dos líneas teóricas alternativas que pret<strong>en</strong>dieron transitar caminos d<strong>el</strong> medio <strong>en</strong><br />

la tradicional conti<strong>en</strong>da <strong>en</strong>tre liberalismo y socialismo. Ellas son: la teoría d<strong>el</strong> CS y <strong>el</strong> mod<strong>el</strong>o de sociedad d<strong>el</strong><br />

conocimi<strong>en</strong>to. Ambas id<strong>en</strong>tifican factores claves de cambio, y ambas pret<strong>en</strong>d<strong>en</strong> servir de inspiradoras de políticas. Las<br />

discutiremos <strong>en</strong> ese ord<strong>en</strong>.<br />

III. La teoría d<strong>el</strong> Capital Social o una realidad hecha deseo<br />

En los últimos años, los docum<strong>en</strong>tos que han v<strong>en</strong>ido produci<strong>en</strong>do los organismos internacionales, -tales como la CEPAL, <strong>el</strong><br />

PNUD, o <strong>el</strong> BID-ca<strong>en</strong>, de modo casi unánime d<strong>en</strong>tro d<strong>el</strong> marco conceptual de la Teoría d<strong>el</strong> CS. A través de innumerables<br />

docum<strong>en</strong>tos de diagnóstico de la realidad social, educativa y económica <strong>en</strong> cada uno de los países, ha iluminado de una

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!