MANEJO INTEGRADO DE LAS ZONAS COSTERAS Y GESTIÓN ...

Alternativas económicas
“CONSERVACIÓN
CON EL ESTÓMAGO
LLENO”
Ana Beatriz Rivas, Coordinadora nacional del proyecto en
Guatemala
Con el fin de apoyar a las comunidades locales que dependen
de los ecosistemas marino-costeros, el Proyecto Manglares
implementó diversos proyectos para promover el desarrollo
económico en las comunidades del Caribe de Guatemala,
Honduras y Nicaragua, apostándole a que los beneficiarios
participaran activamente en la conservación de sus recursos
costeros “con el estómago lleno”.
Los proyectos comunitarios crearon el escenario para poner
en práctica los ejes del desarrollo sostenible, integrando lo
En la COSTA CARIBE DE
GUATEMALA fueron implementados
dos proyectos: uno con el comité
de pescadores de Barra Sarstún para
fortalecer el cultivo de chumbimba (Vieja
maculicauda) y otro con el comité de
mujeres de Cayo Quemado enfocado
en el desarrollo turístico comunitario para
la promoción y protección del mangle.
ambiental, lo económico y lo social. Los proyectos, además de
proporcionar beneficios económicos concretos a los grupos
comunitarios involucrados, a través de actividades ecoturísticas
y de valor agregado a recursos naturales, impulsaron acciones
de restauración y de educación ambiental que han destacado la
importancia de los manglares en la base, fortaleciendo al mismo
tiempo el tejido social de los grupos comunitarios. En todos los
proyectos, las comunidades locales se involucraron directamente,
tanto en el proceso de elaboración de la propuesta como en su
implementación, aprendiendo que es posible obtener ingresos
económicos sin llevar a cabo actividades extractivas que dañen
los recursos naturales.
A través de las coordinaciones establecidas con instituciones que
trabajan en el terreno y que cuentan con la capacidad instalada,
la experiencia y el conocimiento para dar acompañamiento a las
comunidades beneficiarias, el Proyecto Manglares logró hacer
contribuciones a procesos de más largo plazo, que ya estaban
en marcha y que no terminan con el proyecto. Al mismo tiempo,
estas colaboraciones incorporaron fondos de contrapartida de
otros proyectos y organizaciones.
La estrategia de cofinanciamiento y la colocación de fondos a
nivel local permitió, en Honduras, apoyar diversas comunidades
costeras con proyectos de desarrollo comunitario vinculando la
conservación de recursos costeros con el manejo de las cuencas
que afectan los ecosistemas de mangle, pastizales y arrecifes. A
través de una alianza de trabajo establecida entre el Proyecto
Manglares conjuntamente con Dakni, USAID-MAREA, Proyecto
Biodiversidad la Moskitia de PNUD y el Programa de Pequeñas
Donaciones (PPD), se formularon 15 proyectos para la zona de la
Moskitia. Los socios mencionados están ahora implementando
proyectos para un valor de USD 250,000, con la expectativa de
financiar un total de hasta USD 6 millones para toda la Moskitia.
A través de la implementación del componente de alternativas
económicas, el Proyecto Manglares confirmó desde la práctica
que cuando los proyectos comunitarios incluyen o fortalecen
procesos organizativos con la inclusión del enfoque de género
desde su inicio, se generan mejores condiciones para su
sostenibilidad. La organización comunitaria se empodera
aun más cuando los grupos asumen la gestión de sus propios
proyectos, y el éxito de las iniciativas se garantiza donde hay
instituciones facilitadoras aliadas que suman al buen desarrollo
de las actividades.
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