Mundo Seguro - Edición Especial

SOCIAL
INAUGURACIÓN NUEVO EDIFICIO CORPORATIVO
De izquierda a derecha, Amado Boudou, Néstor Abatidaga, Hermes Binner, Cristina Fernández de Kirchner, Raúl Colombetti, Miguel Saiz y Oscar Trinchieri.
El acto protocolar
Luego del video institucional, comenzó
el acto de protocolo oficial, con la presencia
en el escenario de las máximas autoridades
nacionales, provinciales, locales y de la empresa;
quienes hicieron entrega de importantes
obsequios.
Dada la convocatoria de dichas autoridades,
se aprovechó la oportunidad para hacer
referencia a otros temas relacionados con
la provincia de Santa Fe. En tal sentido, se
realizó primero una videoconferencia con
la Universidad Nacional de Rosario, con
motivo de la reinauguración de la Facultad
de Derecho, que en el año 2003 había sido
incendiada como consecuencia de una manifestación.
Este pequeño acto concluyó con
las palabras de las autoridades de la casa de
estudios, pero constituyó un marcado punto
de referencia en el discurso de la Presidenta,
quien luego insistió en establecer un paralelismo
entre la inauguración del edificio del
Grupo Sancor Seguros y la reconstrucción
de este otro edificio, patrimonio histórico de
la ciudad de Rosario, y a su vez una analogía
entre este acontecimiento y la reconstrucción
del Estado Nacional.
Terminada la videoconferencia, la Presidenta
procedió también a hacer entrega de subsidios
para el parque industrial de Carcarañá, y aportes
que favorecieron a distintas instituciones y
organismos de la ciudad de Rosario.
Seguidamente tuvieron lugar las palabras del
Presidente del Grupo Sancor Seguros, Raúl
Colombetti y de la Presidenta de la Nación.
Bendición de las instalaciones
La bendición fue impartida por el Obispo
diocesano Monseñor Carlos María Franzini,
quien primeramente aprovechó para elogiar
al edificio desde un punto de vista diferente.
Manifestó que esta obra pone en evidencia
tres valores fundamentales compartidos por
la Iglesia Católica y que hacen grande tanto a la
región como a la Patria: el espíritu de trabajo
arraigado en el cooperativismo; el espíritu de
familia que afianza vínculos y permite construir
una sociedad de base firme; y el espíritu
religioso que cuando es bien vivido vuelve
plena la vida de todos.
La autoridad religiosa se mostró muy conforme
con el hecho de que la empresa haya querido
que en la celebración esté también presente la
compañía de Dios, y remarcó que la bendición
recaía no sólo sobre el edificio físico y sus instalaciones,
sino principalmente sobre las personas
que trabajarán en él y que conforman la
estructura humana que sostiene a la empresa.
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