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Capítulo 5 Audiología, otoneurología y foniatría en México - Inicio

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<strong>Capítulo</strong> 5<br />

<strong>Audiología</strong>, <strong>otoneurología</strong><br />

y <strong>foniatría</strong> <strong>en</strong> <strong>México</strong><br />

Pedro Berruecos Villalobos<br />

En memoria de Pedro Berruecos Téllez: primer<br />

audiólogo/foniatra mexicano, creador de instituciones.<br />

INTRODUCCIÓN<br />

<strong>en</strong> tanto su <strong>en</strong>foque primordial se c<strong>en</strong>tra <strong>en</strong> el ingreso o<br />

egreso normal o patológico del l<strong>en</strong>guaje, es “establecer<br />

o restablecer los intercambios lingüísticos no desarrollados,<br />

mal desarrollados o interrumpidos”.<br />

NO HAY NADA NUEVO BAJO EL SOL<br />

Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.<br />

<br />

El l<strong>en</strong>guaje es una función biológica superpuesta. La<br />

compleja estructura del aparato fonoarticulador es la<br />

base para <strong>en</strong>t<strong>en</strong>der que la laringe no está óptimam<strong>en</strong>te<br />

diseñada para proteger los pulmones, no es especialm<strong>en</strong>te<br />

efici<strong>en</strong>te para respirar ni es más efectiva para el<br />

olfato. Su función primordial es la fonación, con la que<br />

la palabra adquiere su <strong>en</strong>voltura. Al hablar transmitimos<br />

de 15 a 25 segm<strong>en</strong>tos fonéticos por segundo, pero<br />

no podemos id<strong>en</strong>tificar sonidos no lingüísticos si su tasa<br />

es > 7 a 9/seg. Poseemos estructuras muy especializadas<br />

para producir l<strong>en</strong>guaje, transmitirlo <strong>en</strong> el sistema auditivo,<br />

relacionarlo <strong>en</strong> la memoria auditiva y descodificarlo<br />

<strong>en</strong> la corteza cerebral a una gran velocidad, con lo que<br />

recibimos o <strong>en</strong>viamos a un interlocutor p<strong>en</strong>sami<strong>en</strong>tos,<br />

ideas y conceptos abstractos. La clave del habla es el rápido<br />

cambio de sus formantes acústicas, el sistema<br />

como éstas se transmit<strong>en</strong> y su compleja elaboración cortical,<br />

con base <strong>en</strong> procesos adquiridos muy tempranam<strong>en</strong>te<br />

<strong>en</strong> la vida. El l<strong>en</strong>guaje, es<strong>en</strong>cial para la evolución<br />

de la especie humana, ocasiona severos problemas si no<br />

existe, se retrasa o se interrumpe. Por esto surgieron la<br />

audiología y la <strong>foniatría</strong>, a las que se asoció la <strong>otoneurología</strong><br />

(AOF), por la comunidad de los laberintos anterior<br />

y posterior. Se define como “las ci<strong>en</strong>cias que estudian<br />

la normalidad y la patología de la audición, la voz, el<br />

l<strong>en</strong>guaje y el equilibrio”, y uno de sus objetivos básicos,<br />

Hace 2 400 años Aristóteles (384–322 a.C.) escribió:<br />

“cuando la capacidad de oír oye y lo que puede sonar,<br />

su<strong>en</strong>a, el oír real y el sonar real forman una unidad... para<br />

subrayar esta unidad hablamos de audición y fonación<br />

<strong>en</strong> vez de hablar solam<strong>en</strong>te de oído y sonido” (de<br />

An, III, 2, 425b, 29ss). Además, que “...el oír es m<strong>en</strong>ester<br />

de natura... si por causa de alguna <strong>en</strong>fermedad (los<br />

niños) vi<strong>en</strong><strong>en</strong> a perder el oír antes que comi<strong>en</strong>c<strong>en</strong> a hablar,<br />

van a ser sordos y mudos.” Desde <strong>en</strong>tonces quedó<br />

plasmada la estrecha relación que existe <strong>en</strong>tre lo que se<br />

oye y lo que con voz y l<strong>en</strong>guaje se produce, y de igual<br />

manera los fundam<strong>en</strong>tos de esta especialidad.<br />

En la Edad Antigua, consta <strong>en</strong> el Antiguo Testam<strong>en</strong>to<br />

(Levítico: XIX, 14) que Dios prohibió a Moisés maldecir<br />

a un mudo. En Proverbios (XXXI, 8) la madre de Salomón<br />

pide a su hijo que hable a favor de qui<strong>en</strong>es no hablan,<br />

y es bi<strong>en</strong> conocido el milagro de Jesús al curar a<br />

un sordomudo, tocando sus oídos y su l<strong>en</strong>gua, mi<strong>en</strong>tras<br />

decía “Effeta”, es decir, “abríos” (Marco, VII, 31–37).<br />

En Esparta las rígidas normas eug<strong>en</strong>ésicas, obligaban a<br />

despeñar a neonatos con defectos desde el monte Taigeto,<br />

<strong>en</strong> At<strong>en</strong>as los sacrificaban y <strong>en</strong> Roma eran arrojados<br />

al Tíber, pero <strong>en</strong> el siglo II Dionisio emitió leyes <strong>en</strong><br />

favor de los sordos, contrarrestando el efecto del térmi-<br />

33


34 Especialidades médicas<br />

(<strong>Capítulo</strong> 5)<br />

no surdus, que significa “torpe”, y <strong>en</strong> el siglo VI el Código<br />

Justiniano difer<strong>en</strong>ció la sordera congénita de la adquirida.<br />

Las relaciones anatómico–funcionales de los<br />

aparatos auditivo y fonoarticulador, fueron descritas<br />

por Hipócrates <strong>en</strong> el siglo IV a.C., pero ya <strong>en</strong> el siglo IV<br />

San Agustín decía que “la palabra de Dios” debía escucharse<br />

para ser apr<strong>en</strong>dida. Las teorías aristotélica y<br />

agustina influyeron <strong>en</strong> el trato hacia los sordos, al considerarlos<br />

incapaces de ser educados para leer, escribir o<br />

<strong>en</strong>t<strong>en</strong>der. Se les prohibía comprar, v<strong>en</strong>der, casarse o heredar,<br />

porque asociaban los defectos auditivos a los fonoarticulatorios,<br />

al creer que la “parálisis de la l<strong>en</strong>gua”<br />

era consecu<strong>en</strong>cia de la relación <strong>en</strong>tre el nervio auditivo<br />

y el <strong>en</strong>tonces llamado nervio facial.<br />

En la Edad Media Alta y Baja (de 476 d.C. a los siglos<br />

XII y XV, respectivam<strong>en</strong>te), la Iglesia se apoderó de los<br />

ámbitos culturales, económicos, educativos y artísticos.<br />

Ese monopolio produjo un grave estancami<strong>en</strong>to cultural<br />

<strong>en</strong> el que las personas sordas seguían sin derechos,<br />

aunque, contrariam<strong>en</strong>te, la cultura islámica las def<strong>en</strong>dió,<br />

gracias a sus avances ci<strong>en</strong>tíficos, culturales y médicos,<br />

por los cuales los árabes sabían que las <strong>en</strong>fermedades<br />

o las discapacidades no se debían a maldiciones o<br />

supersticiones. En el siglo XIII Alfonso X “El Sabio”<br />

incluyó los derechos de los sordos <strong>en</strong> el Código de las<br />

Siete Partidas, y San Alberto Magno, con base <strong>en</strong> conceptos<br />

filosóficos griegos y árabes, <strong>en</strong>fatizó que “...los<br />

hombres mudos de nacimi<strong>en</strong>to lo son porque también<br />

son sordos...”. Más adelante las universidades europeas<br />

de los siglos XII al XV fueron adoptando paulatinam<strong>en</strong>te<br />

un p<strong>en</strong>sami<strong>en</strong>to más ci<strong>en</strong>tífico que eclesiástico, aunque<br />

<strong>en</strong> la forma de ver a las personas sordas persistió la<br />

influ<strong>en</strong>cia de las teorías e ideas aristotélicas y agustinas.<br />

En el R<strong>en</strong>acimi<strong>en</strong>to el desarrollo de ci<strong>en</strong>cias y artes<br />

cambió las actitudes hacia qui<strong>en</strong>es no oy<strong>en</strong>. Fernández<br />

de Navarrete, “el mudo”, sordo a los tres años de edad<br />

y educado por monjes, fue pintor oficial de la corte de<br />

Felipe II, qui<strong>en</strong> le otorgó el privilegio de firmar docum<strong>en</strong>tos<br />

y hacer testam<strong>en</strong>to. Empezó <strong>en</strong>tonces la pedagogía<br />

especial: <strong>en</strong> España Ponce de León (1508–1584)<br />

y Bonet (1573–1633), con l<strong>en</strong>guaje de señas; <strong>en</strong> Italia<br />

Girolamo Cardano de Padova (1501–1576), con símbolos<br />

asociados a objetos; <strong>en</strong> Francia el Abad de L’Epée<br />

(1712–1789) al fundar <strong>en</strong> 1771 la primera escuela de señas<br />

<strong>en</strong> el mundo, y <strong>en</strong> Alemania S. Heinicke (1729–<br />

1790), al crear la primera escuela oral para sordos <strong>en</strong><br />

1775. Un siglo después las conclusiones del II International<br />

Congress on Education of the Deaf (Milán, 1880)<br />

sobre la supremacía del l<strong>en</strong>guaje oral fr<strong>en</strong>te al manual<br />

inició una polémica que persiste a 130 años de distancia.<br />

En la Edad Contemporánea Ambroise Sicard, seguidor<br />

de L’Epée, conoció a Thomas Gallaudet (1787–<br />

1851), y ambos fueron personajes clave <strong>en</strong> la fundación<br />

del Gallaudet College <strong>en</strong> 1863, única universidad para<br />

sordos, que usa oficialm<strong>en</strong>te el l<strong>en</strong>guaje americano de<br />

señas. La d<strong>en</strong>ominación deaf and dumb (sordo y tonto)<br />

cambió <strong>en</strong>tonces a partir de dos hitos: el primero, con<br />

Alexander Graham Bell, logopedista escocés, qui<strong>en</strong> impulsado<br />

por la sordera de su madre y de su esposa buscó<br />

la forma de comp<strong>en</strong>sar electrónicam<strong>en</strong>te la sordera, de<br />

lo que surgió la inv<strong>en</strong>ción del teléfono. El segundo, al<br />

fundarse dos instituciones oralistas: Clarke School for<br />

the Deaf (1867), por Gardiner Hubbard, padre de Mabel,<br />

la esposa sorda de A. G. Bell, y el C<strong>en</strong>tral Institute<br />

for the Deaf (CID, 1914), por Max A. Goldstein (1879–<br />

1941). El libro de Goldstein, The acoustic method for<br />

training of the deaf and hard–of–hearing (1939), s<strong>en</strong>tó<br />

las bases para <strong>en</strong>señar al sordo a oír, hablar, leer, escribir<br />

y t<strong>en</strong>er éxito, que hoy son una realidad, por los reci<strong>en</strong>tes<br />

e impresionantes avances médicos y tecnológicos.<br />

Otros grandes personajes ligados a la AOF son Scarpa,<br />

Eustaquius, Morgagni, Varolius y Vesalio, pero también<br />

Corti, por describir <strong>en</strong> 1851 el órgano que lleva su nombre;<br />

Helmholtz, por su libro Sobre las s<strong>en</strong>saciones de<br />

tono como base fisiológica para la teoría de la música<br />

(1863); Heinrich Hertz, cuyo apellido da nombre a las<br />

frecu<strong>en</strong>cias sonoras desde 1930; A. G. Bell, precursor<br />

de la amplificación auditiva, qui<strong>en</strong> dio su nombre a las<br />

int<strong>en</strong>sidades sonoras, y más reci<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te György von<br />

Békésy (1899–1972), biofísico húngaro y premio Nobel<br />

de Fisiología <strong>en</strong> 1961, por su descripción de la “onda<br />

viajera” <strong>en</strong> la membrana basilar de la cóclea.<br />

ANTECEDENTES HISTÓRICOS<br />

DE LA ESPECIALIDAD EN MÉXICO<br />

En la época prehispánica la medicina fue considerada<br />

como atributo de dioses. Quetzalcóatl cuidaba las vías<br />

aéreas superiores, Xochiquétzal a las mujeres embarazadas,<br />

Macuilixóchitl el puerperio normal e Ixtlitón a<br />

los niños. En el Codex Vaticanus Latinus se aprecian<br />

personajes curando <strong>en</strong>fermedades de oídos y ojos, y <strong>en</strong><br />

otro códice, el Magliabecchi, un ticitl, brujo o chamán,<br />

y un tepati, de nivel superior, practican la anamnesis.<br />

Exist<strong>en</strong> testimonios de ofr<strong>en</strong>das a los dioses para curar<br />

<strong>en</strong>fermedades, de sacerdotes preparando mezclas y de<br />

recipi<strong>en</strong>tes de barro para las hierbas medicinales. Entre<br />

los aztecas la palabra náhuatl significa “hábil o sagaz”,<br />

pero también “lo que su<strong>en</strong>a bi<strong>en</strong>” o “lo que produce un<br />

bu<strong>en</strong> sonido”; el s<strong>en</strong>tido del oído, tlacaquiliztli, se relacionaba<br />

con <strong>en</strong>t<strong>en</strong>dimi<strong>en</strong>to, juicio, imaginación, com-


<strong>Audiología</strong>, <strong>otoneurología</strong> y <strong>foniatría</strong> <strong>en</strong> <strong>México</strong><br />

35<br />

Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.<br />

<br />

portami<strong>en</strong>to o ética, y la mudez era nontli. Se daba tanta<br />

importancia al l<strong>en</strong>guaje que las primeras líneas del Popol–Vuh,<br />

libro sagrado de los maya–quichés, dic<strong>en</strong>:<br />

“...todo estaba <strong>en</strong> susp<strong>en</strong>so, <strong>en</strong> calma, <strong>en</strong> sil<strong>en</strong>cio... no<br />

había hombres, pájaros, peces, árboles o bosques... sólo<br />

el cielo existía... solo había inmovilidad y sil<strong>en</strong>cio <strong>en</strong> la<br />

oscuridad <strong>en</strong> la noche... no existían los sonidos. Sólo estaban<br />

los prog<strong>en</strong>itores, Tepeu y Gucumatz... que hablaron<br />

<strong>en</strong> la oscuridad de la noche... meditaron, se pusieron<br />

de acuerdo y juntaron palabras y p<strong>en</strong>sami<strong>en</strong>tos... fue<br />

con la palabra que Tepeu y Gucumatz confer<strong>en</strong>ciaron<br />

sobre la vida, el ll<strong>en</strong>ado del vacío y el nacer de la tierra...<br />

empezó la creación y ord<strong>en</strong>aron a los animales que los<br />

nombraran, alabaran, e invocaran como sus prog<strong>en</strong>itores,<br />

pero sólo consiguieron chillidos, gorjeos y graznidos<br />

con los que todos gritaban de manera difer<strong>en</strong>te.<br />

Cuando vieron que era imposible que hablaran se dijeron<br />

<strong>en</strong>tre sí: haremos otros seres que t<strong>en</strong>gan otro destino,<br />

otra suerte... y al acercarse el amanecer y la aurora<br />

crearon a los seres humanos y los dotaron del don de la<br />

palabra...”.<br />

En la época colonial se aprecia el saber médico indíg<strong>en</strong>a<br />

<strong>en</strong> el famoso Códice de la Cruz Badiano (Libellus<br />

de Medicinalibus Indorum Herbis, 1552), <strong>en</strong> el que se<br />

m<strong>en</strong>cionan la supuración de oídos y la sordera. Ahí leemos<br />

que “...para tratar el oído purul<strong>en</strong>to se usa la instilación<br />

de raíz de mazayelli, semillas de xoxouhqui pahtli<br />

y algunas hojas de tlaquilin”, o que para la obstrucción<br />

de los oídos éstos debían “...ll<strong>en</strong>arse con gotas de piedras<br />

preciosas finam<strong>en</strong>te molidas: tlahuítl, xoxouhqui o<br />

chalchíhuitl y hojas molidas de tlatlancuaye, todo mezclado<br />

<strong>en</strong> agua cali<strong>en</strong>te...”. El Libellus, después de un largo<br />

recorrido por las cortes de España y por las bibliotecas<br />

del Card<strong>en</strong>al Barberini <strong>en</strong> Italia y la Vaticana, fue<br />

devuelto a <strong>México</strong> <strong>en</strong> 1990 por Juan Pablo II, <strong>en</strong> donde<br />

está custodiado <strong>en</strong> la biblioteca del INAH.<br />

Felipe II expidió <strong>en</strong> 1570 la Real Cédula para crear<br />

el Protomedicato, precursor de los Consejos de Certificación<br />

de Especialistas, que obligaba a “tomar relación<br />

de los conocimi<strong>en</strong>tos que tuvier<strong>en</strong> (los indíg<strong>en</strong>as) sobre<br />

yervas, arboles, plantas y semillas medicinales.” Con la<br />

“Medicina Misionera” se publicaron muchos textos<br />

como la Phisica Speculatio (1557) de Fray Alonso de la<br />

Veracruz, con principios aristotélicos sobre la vista y el<br />

oído, y la Historia de las cosas de la Nueva España, de<br />

Fray Bernardino de Sahagún, qui<strong>en</strong> aludió a la sordera,<br />

aunque los sordos siguieron ignorados: no podían ser<br />

tutores, testigos o abogados, y fueron equiparados a la<br />

mujer, al esclavo, al moro, al judío, al traidor, al alevoso<br />

o al loco, porque les atribuían los mismos vicios o defectos<br />

que <strong>en</strong>tonces se consideraba que eran propios de<br />

esos personajes.<br />

En el <strong>México</strong> Indep<strong>en</strong>di<strong>en</strong>te Juárez decretó <strong>en</strong> 1861<br />

el establecimi<strong>en</strong>to de la Escuela Nacional de Sordomudos.<br />

En 1866 llegó Eduardo Huet, educado <strong>en</strong> la escuela<br />

de L’Epée <strong>en</strong> París, bajo cuya dirección empezó a funcionar<br />

<strong>en</strong> 1867 al término de la invasión francesa y el<br />

Segundo Imperio. Juárez creó también una escuela para<br />

formar maestros de sordos, buscando no sólo compasión<br />

y b<strong>en</strong>efic<strong>en</strong>cia, sino también la reintegración social<br />

de las personas afectadas.<br />

En la Época Moderna Johan Meckel detalló la embriología<br />

del oído humano; <strong>en</strong> el campo clínico Weber<br />

creó los diapasones, y Bezold y Siek<strong>en</strong>mann los diversificaron<br />

<strong>en</strong> escalas tonales <strong>en</strong> el inicio de la historia de<br />

la otorrinolaringología, cuyo desarrollo influyó, como<br />

se relata a continuación, <strong>en</strong> la historia propia y verdadera<br />

de la AOF.<br />

A fines del siglo XIX Pierre Sebileau (1860–1953)<br />

describió la otorrinolaringología como “...una nebulosa<br />

de oríg<strong>en</strong>es inciertos y trayectoria imprecisa”. La oftalmología<br />

ya estaba consolidada, pero la otorrinolaringología<br />

ap<strong>en</strong>as nacía <strong>en</strong> un mom<strong>en</strong>to <strong>en</strong> que eran los médicos<br />

g<strong>en</strong>erales qui<strong>en</strong>es practicaban traqueotomías y<br />

laringectomías. Manuel García, profesor de canto, publicó<br />

su Traité complet du chant (París, 1847), y <strong>en</strong> los<br />

Proceedings de la Royal Society (Londres, 1855), planteó<br />

sus Observations in the human voice, <strong>en</strong> las que, sin<br />

ser médico, mostró las primeras laringoscopias indirectas<br />

hechas con el espejo laríngeo de su inv<strong>en</strong>ción. Conocido<br />

<strong>en</strong>tonces sólo por ser hermano de la Malibrán —famosa<br />

cantante admirada por Rossini, M<strong>en</strong>delssohn,<br />

Donizetti, Liszt y Bellini y considerada como la “Reina<br />

de Europa” por Chopin—, fue después presid<strong>en</strong>te de varias<br />

sociedades laringológicas; la Universidad de Königsberg<br />

lo nombró doctor honoris causa; España le concedió<br />

<strong>en</strong> 1902 la Ord<strong>en</strong> de Alfonso XII y, <strong>en</strong> 1924, la Real<br />

Academia de Medicina de Madrid le rindió un solemne<br />

hom<strong>en</strong>aje. Manuel García, <strong>en</strong> pocas palabras, llevó la<br />

luz a la escondida y oscura gruta que era la laringe.<br />

A partir de la “nebulosa” de Sebileau algui<strong>en</strong>, <strong>en</strong> algún<br />

mom<strong>en</strong>to, dijo: “oídos, nariz y garganta”, y muchos,<br />

durante mucho tiempo, le agregaron “los ojos”.<br />

En <strong>México</strong> los pocos otorrinolaringólogos de principios<br />

del siglo XX solicitaron <strong>en</strong> 1920 su aceptación como<br />

miembros de la Sociedad Mexicana de Oftalmología. A<br />

partir de <strong>en</strong>tonces existió una sociedad doble, pero el rápido<br />

desarrollo de la otorrinolaringología y el increm<strong>en</strong>to<br />

<strong>en</strong> el número de sus especialistas propiciaron que<br />

otorrinolaringólogos y oftalmólogos se alternaran<br />

como presid<strong>en</strong>tes de esa sociedad, hasta su división <strong>en</strong><br />

1947. Ambos grupos llegaron al conv<strong>en</strong>cimi<strong>en</strong>to de que<br />

la vecindad de órganos no sust<strong>en</strong>taba la diversidad de<br />

funciones y de que la única relación verdadera <strong>en</strong>tre


36 Especialidades médicas<br />

(<strong>Capítulo</strong> 5)<br />

ambas disciplinas era anatómica, a través de un tubito<br />

por donde bajan las lágrimas o por donde sube la infección.<br />

El explosivo desarrollo de la otorrinolaringología<br />

hizo nacer a la broncoesofagología —y de ahí más tarde<br />

la anestesiología—, gracias a los trabajos de Killian,<br />

Jackson y Hollinger sobre <strong>en</strong>doscopia peroral. Después,<br />

a partir de la cirugía de tumores de laringe y cuello, apareció<br />

la cirugía oncológica, y más adelante la cirugía<br />

plástica y reconstructiva, gracias a las interv<strong>en</strong>ciones<br />

realizadas <strong>en</strong> la pirámide nasal —quilla humana— y <strong>en</strong><br />

los pabellones auriculares y los labios. Después, cuando<br />

Proetz exhortó a dejar los procedimi<strong>en</strong>tos mutilantes<br />

para profundizar <strong>en</strong> el análisis de las refinadas funciones<br />

s<strong>en</strong>soriales de la mucosa nasal, nació la alergología.<br />

Fue por esos años cuando Georges Laur<strong>en</strong>s decía que<br />

“el tabique nasal, debi<strong>en</strong>do ser vertical, le ti<strong>en</strong>e horror<br />

a la vertical...”, oponiéndose a la des<strong>en</strong>fr<strong>en</strong>ada carrera<br />

para “corregir” sus “desviaciones”, y cuando Gurría Urgell<br />

publicaba En def<strong>en</strong>sa del cornete inferior, <strong>en</strong> contra<br />

de su simplista y agresiva eliminación quirúrgica para<br />

mejorar la v<strong>en</strong>tilación nasal. La p<strong>en</strong>icilina (Fleming,<br />

1928) hizo casi desaparecer los procesos sinusíticos,<br />

mastoidíticos y las complicaciones <strong>en</strong>docraneanas y<br />

tromboflebíticas de orig<strong>en</strong> ótico, con lo que también se<br />

oxidaron <strong>en</strong> las vitrinas de los otorrinolaringólgos el<br />

galvanocauterio y las agujas de parac<strong>en</strong>tesis para el dr<strong>en</strong>aje<br />

timpánico. Ese rápido crecimi<strong>en</strong>to originó, paradójicam<strong>en</strong>te,<br />

una restricción de campos, por lo que los otorrinolaringólogos<br />

crearon la “Sección de Cabeza y<br />

Cuello” <strong>en</strong> la Asamblea Nacional de Cirujanos de 1952.<br />

Esto ocasionó protestas de neurólogos, neurocirujanos,<br />

oftalmólogos, <strong>en</strong>docrinólogos y cirujanos plásticos, al<br />

s<strong>en</strong>tir afectados sus terr<strong>en</strong>os, por lo que la idea se convirtió<br />

<strong>en</strong> un sonoro fracaso, a pesar del cual <strong>en</strong> este mom<strong>en</strong>to<br />

la Sociedad de Otorrinolaringología, sin la oposición<br />

de <strong>en</strong>tonces, es también de Cirugía de Cabeza y<br />

Cuello. Holmgre<strong>en</strong> <strong>en</strong> 1922, Sourdille <strong>en</strong> 1937, Lempert<br />

y Shambaugh <strong>en</strong> 1938 y luego Ros<strong>en</strong> y Shea iniciaron<br />

la cirugía de la otosclerosis, con lo que mostraron<br />

interés ya no solam<strong>en</strong>te <strong>en</strong> el órgano, sino también <strong>en</strong> su<br />

función. Tantas y tan diversas técnicas surgieron —f<strong>en</strong>estración,<br />

movilización del estribo, interposición, estapedectomía,<br />

etc.— que <strong>en</strong> 1952 House llamó a estudiar<br />

más la función auditiva y “hacer un poco m<strong>en</strong>os de<br />

agujeros aquí o allá”. En paralelo con esos hechos, Edison<br />

(1847–1931), Hughes y Bell (<strong>en</strong>tre 1847 y 1922)<br />

desarrollaron y mejoraron a fondo el tubo al vacío,<br />

abri<strong>en</strong>do la puerta para impulsar la electroacústica y la<br />

creación de equipos para el diagnóstico y el tratami<strong>en</strong>to<br />

de los problemas auditivos. Esos dos hechos clave, uno<br />

médico y el otro no médico, marcaron el inicio de la<br />

AOF y <strong>en</strong> particular de la audiología.<br />

NACIMIENTO DE LA ESPECIALIDAD<br />

La <strong>foniatría</strong> surgió a mediados del siglo XIX, al fusionarse<br />

los intereses médicos con el auge operístico de los<br />

grandes c<strong>en</strong>tros musicales de Berlín, Bayreuth, Vi<strong>en</strong>a,<br />

Milán, Roma y París, buscando at<strong>en</strong>der y resolver los<br />

problemas de voz <strong>en</strong> los cantantes. A fines del siglo XIX<br />

Sir Morell Mack<strong>en</strong>zie se autonombró Phoniatros, y<br />

Gutzmann creó la “medicina de la voz y patología del<br />

l<strong>en</strong>guaje”. La palabra “<strong>foniatría</strong>” se atribuye a Seeman<br />

<strong>en</strong> 1919, aunque los primeros trabajos de estroboscopia<br />

de Plateau y Toepler son de 1863–1866, luego continuados<br />

por Gutzmann y Seeman. Entre 1920 y 1930 se dieron<br />

a conocer los estudios de Raoul Housson (1901–<br />

1967) sobre fisiología vocal y los de Jean Tarneaud<br />

(1888–1972) sobre semiología vocal. Tarneaud, laringólogo<br />

del Conservatorio Nacional de Música de París<br />

y titular de Foniatría <strong>en</strong> la Sorbona, publicó la Semiologie<br />

Estroboscopique du Larynx, el Traité Pratique de<br />

Phonologie et de Phoniatrie y el Précis de Térapeutique<br />

Vocale, traducido al español <strong>en</strong> 1967; creó la Sociedad<br />

Francesa de Foniatría <strong>en</strong> 1947 y con Luchsinger y Seeman<br />

fundó la Folia Phoniatrica y el International Journal<br />

of Phoniatrics. En América Latina destacaron Segre<br />

<strong>en</strong> Arg<strong>en</strong>tina y Bloch <strong>en</strong> Brasil —seguido brillantem<strong>en</strong>te<br />

por Belhau—, y <strong>en</strong> <strong>México</strong> las primeras actividades<br />

foniátricas fueron de Berruecos T.: cuando <strong>en</strong> 1953 invitó<br />

a Tarneaud, éste trajo el primer estroboscopio laríngeo,<br />

el “stroborama”, con el que se practicó el primer<br />

exam<strong>en</strong> funcional de la laringe <strong>en</strong> <strong>México</strong>, <strong>en</strong> un hecho<br />

que marcó el nacimi<strong>en</strong>to real de la <strong>foniatría</strong> <strong>en</strong> nuestro<br />

país.<br />

La audiología nació <strong>en</strong> el mundo gracias a la conjunción<br />

de circunstancias médicas y no médicas <strong>en</strong> un absoluto<br />

campo multidisciplinario de trabajo. Al término<br />

de la Segunda Guerra Mundial se creó <strong>en</strong> EUA la Administración<br />

de Veteranos, a la que acudieron miles de soldados<br />

con trauma acústico por armas de fuego, y fue <strong>en</strong>tonces,<br />

<strong>en</strong> 1945, cuando el otólogo Norton Canfield y el<br />

doctor <strong>en</strong> patología del l<strong>en</strong>guaje Raymond Carhart acuñaron<br />

el término “audiología”.<br />

Con esa palabra híbrida, de raíces latina y griega, a<br />

partir de la difer<strong>en</strong>te estirpe ci<strong>en</strong>tífica de sus autores y<br />

con el paralelismo del desarrollo médico —cirugía de<br />

la sordera— y tecnológico —creación del bulbo al vacío—,<br />

se s<strong>en</strong>taron las bases de esta especialidad. Berruecos<br />

Téllez, primer audiólogo/foniatra mexicano,<br />

hizo nacer la disciplina <strong>en</strong> 1951, ap<strong>en</strong>as seis años después<br />

del nacimi<strong>en</strong>to de la audiología, al crear el C<strong>en</strong>tro<br />

Audiológico y Foniátrico de <strong>México</strong> (CAF), primera


<strong>Audiología</strong>, <strong>otoneurología</strong> y <strong>foniatría</strong> <strong>en</strong> <strong>México</strong><br />

37<br />

Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.<br />

<br />

institución del género <strong>en</strong> América Latina. En 1953, a<br />

ocho años de la acuñación del término, fundó por <strong>en</strong>cargo<br />

del Secretario de Salubridad y Asist<strong>en</strong>cia, Dr. Ignacio<br />

Morones Prieto, el Instituto Nacional de <strong>Audiología</strong><br />

(INA) <strong>en</strong> un nuevo edificio <strong>en</strong> Mixcoac, que iba a ser<br />

sede del Instituto Pedagógico Auditivo–Oral. El INA,<br />

que siempre debió haber sido el faro de esta especialidad<br />

—a pesar del desafortunado cambio de nombre que<br />

sufrió <strong>en</strong> 1969— marcó un hito histórico al haberse adelantado<br />

a otras instituciones similares <strong>en</strong> países desarrollados:<br />

el Royal National Institute for Deaf People del<br />

Reino Unido, fundado <strong>en</strong> 1924, pero sólo para educar<br />

personas sordas y no como sede de una disciplina médica<br />

formal, y <strong>en</strong> EUA los National Institutes of Health,<br />

creados <strong>en</strong> 1948, aunque el National Institute of Deafness<br />

and other Communicative Disorders se fundó <strong>en</strong><br />

1988, 35 años después del INA.<br />

La <strong>otoneurología</strong>, dedicada al estudio, diagnóstico,<br />

tratami<strong>en</strong>to y rehabilitación de los problemas de inestabilidad,<br />

desequilibrio, mareo o vértigo, asociados o no<br />

a hipoacusia, acúf<strong>en</strong>o, cefalea, náusea, ansiedad y fatiga,<br />

se ligó al campo audiológico por la similitud de oríg<strong>en</strong>es<br />

embriológicos y estructuras histológicas, por la<br />

vecindad anatómica de los vestíbulos anterior y posterior<br />

y por la patología auditiva y vestibular que <strong>en</strong> muchos<br />

casos les es común. Nació <strong>en</strong> el mundo a mediados<br />

de la primera mitad del siglo XX, y <strong>en</strong> <strong>México</strong> se considera<br />

que el pionero fue Deutsch, qui<strong>en</strong> empezó el campo<br />

<strong>en</strong> 1959 <strong>en</strong> el INA. Después lo consolidó Corvera<br />

Bernardelli, destacado otólogo, pionero de la implantación<br />

coclear y primer real especialista <strong>en</strong> <strong>otoneurología</strong><br />

<strong>en</strong> <strong>México</strong>, qui<strong>en</strong> instauró <strong>en</strong> 1966 la resid<strong>en</strong>cia <strong>en</strong> audiología<br />

y <strong>otoneurología</strong> <strong>en</strong> el CMN del IMSS. Desde<br />

<strong>en</strong>tonces el adv<strong>en</strong>imi<strong>en</strong>to y desarrollo de la electronistagmografía,<br />

la posturografía dinámica computarizada,<br />

las pruebas rotatorias para valorar el reflejo vestíbulo–<br />

ocular y los procedimi<strong>en</strong>tos automáticos de irrigación<br />

ótica la han convertido <strong>en</strong> una disciplina perfectam<strong>en</strong>te<br />

definida, de indudable proyección asist<strong>en</strong>cial, doc<strong>en</strong>te<br />

y de investigación.<br />

EVOLUCIÓN DE LA AUDIOLOGÍA<br />

Es importante as<strong>en</strong>tar <strong>en</strong> este relato histórico varios hechos<br />

que han marcado la evolución de la audiología<br />

como pivote de esta especialidad. Entre 1950 y 1960 la<br />

logoaudiometría se sumó a los estudios acumétrico y<br />

audiométrico tonal, al usar estímulos lingüísticos como<br />

materia prima es<strong>en</strong>cial de la audición. Surgieron listas<br />

de palabras fonéticam<strong>en</strong>te balanceadas, espondáicas <strong>en</strong><br />

inglés (Listas CID, Hirsh, 1952) o bisilábicas graves <strong>en</strong><br />

español (Tato <strong>en</strong> Arg<strong>en</strong>tina y Berruecos T. <strong>en</strong> <strong>México</strong>)<br />

y los protocolos para determinar el sitio de la lesión.<br />

Bocca, Calearo, Antonelli y Teatini, pioneros italianos,<br />

ahora seguidos por Arslan <strong>en</strong> Padua, junto con Hirsh,<br />

Davis, Silverman y Jerger <strong>en</strong> EUA, seguidos por Hall<br />

III, estudiaron la audición binaural y la percepción auditiva<br />

c<strong>en</strong>tral, con base <strong>en</strong> la redundancia del l<strong>en</strong>guaje, <strong>en</strong><br />

las frases sintéticas y <strong>en</strong> la logoaudiometría s<strong>en</strong>sibilizada.<br />

La impedanciometría (1960–1970) se debe a Lüscher<br />

<strong>en</strong> Alemania y a Metz y Terkilds<strong>en</strong> <strong>en</strong> el norte de<br />

Europa. En EUA Zwislocki (1962) y Jerger (1970), padre<br />

de la audiología diagnóstica, desarrollaron valiosos<br />

protocolos clínicos. En <strong>México</strong> los primeros cursos se<br />

dieron <strong>en</strong> el Hospital G<strong>en</strong>eral de <strong>México</strong> (HGM) y <strong>en</strong><br />

la Sociedad Mexicana de <strong>Audiología</strong> y Foniatría<br />

(SMAF, hoy Asociación Mexicana de Comunicación,<br />

<strong>Audiología</strong>, Otoneurología y Foniatría, A. C., AMCA-<br />

OF) con Arroyo, García Palmer, Valdés y el que escribe,<br />

cuando poco después de surgir la clasificación de las<br />

curvas timpanométricas por Jerger y de que publicara el<br />

Handbook of clinical impedance audiometry (1975) se<br />

adoptaron protocolos que sigu<strong>en</strong> <strong>en</strong> vigor. Lo objetivo<br />

de esta técnica permite conocer el estado y las funciones<br />

del oído externo, la membrana y la caja timpánica, la<br />

trompa de Eustaquio, los músculos intratimpánicos y de<br />

una porción de la vía auditiva y áreas asociadas <strong>en</strong> el tallo<br />

cerebral, con la búsqueda de reflejos estapediales ipsilaterales<br />

y contralaterales.<br />

Hallowell Davis descubrió <strong>en</strong> 1939 la microfónica<br />

coclear, pero fue hasta 1967 cuando Sohmer y Feinmesser<br />

obtuvieron pot<strong>en</strong>ciales evocados auditivos del tallo<br />

cerebral (PEATC) con electrodos de superficie y sin<br />

procedimi<strong>en</strong>tos invasivos. Por eso la década de 1970 a<br />

1980 puede ser considerada como la de los PEATC. En<br />

1971 Jewett describió claram<strong>en</strong>te los puntos de orig<strong>en</strong><br />

de los difer<strong>en</strong>tes pot<strong>en</strong>ciales del tallo cerebral; <strong>en</strong> 1974<br />

Hecox y Galambos demostraron que los PEATC permitían<br />

estimar umbrales <strong>en</strong> niños y <strong>en</strong> adultos, y <strong>en</strong> 1975<br />

Starr reportó los efectos de la patología neurológica <strong>en</strong><br />

esos pot<strong>en</strong>ciales. El primer equipo de PEATC llegó a<br />

<strong>México</strong> <strong>en</strong> la segunda mitad de esa década, con lo que<br />

se abrió un nuevo camino para el diagnóstico audiológico,<br />

establecido ahora sólidam<strong>en</strong>te <strong>en</strong> nuestro país.<br />

En 1978 Kemp descubrió sonidos espontáneos, o g<strong>en</strong>erados<br />

por estimulación <strong>en</strong> las células ciliadas, <strong>en</strong> uno<br />

de los hitos más importantes de la audiología. Las emisiones<br />

otoacústicas (EOA) descubiertas <strong>en</strong>tre 1980 y<br />

1990 se convirtieron rápidam<strong>en</strong>te <strong>en</strong> un método clínico


38 Especialidades médicas<br />

(<strong>Capítulo</strong> 5)<br />

de gran importancia por no ser invasivo y por su precisión,<br />

s<strong>en</strong>cillez, eficacia, rapidez y bajo costo, que consolidaron<br />

los programas de tamiz auditivo neonatal<br />

(TAN) para id<strong>en</strong>tificar tempranam<strong>en</strong>te la sordera. El<br />

primer programa de TAN <strong>en</strong> <strong>México</strong>, basado <strong>en</strong> las pautas<br />

de la pionera del TAN, Marion Downs, se instauró<br />

<strong>en</strong> el HGM <strong>en</strong> 1999. Sirvió de modelo para estructurar<br />

<strong>en</strong> 2007 el Programa Nacional de TAN y para capacitar<br />

personal <strong>en</strong> el propio hospital durante todo el año 2008,<br />

con objeto de ponerlo <strong>en</strong> marcha, a nivel nacional, <strong>en</strong><br />

2009.<br />

La mano curvada <strong>en</strong> la oreja fue la primera “prótesis”<br />

auditiva, pero <strong>en</strong> los siglos XVIII y XIX se usaron<br />

tubos, conos y trompetas acústicas disimulados <strong>en</strong> sillones,<br />

ropa o accesorios. El desarrollo de los auxiliares auditivos<br />

(AA) vino después, y ya <strong>en</strong> la década de 1990 a<br />

2000 el de los AA digitales, increm<strong>en</strong>tando la eficacia<br />

de los AA creados por Bell. El Akouphone (1898) t<strong>en</strong>ía<br />

un pesado transmisor de carbón de 4 kg, pero el primer<br />

AA comercial con bulbos al vacío ya muy pequeños logró<br />

grandes avances <strong>en</strong> la amplificación auditiva masiva<br />

<strong>en</strong>tre 1920 y 1940. La compañía Bell creó los transistores<br />

<strong>en</strong> 1948, y después empezaron a procesarse sonidos<br />

con microchips, con lo que pudieron comercializarse<br />

los AA digitales <strong>en</strong> 1995. Los chips de 3 de 1989 procesaban<br />

mil unidades de información, pero <strong>en</strong> 2004 ya<br />

se habían miniaturizado a 0.0625 y había crecido su<br />

capacidad de procesami<strong>en</strong>to a más de un millón de unidades.<br />

En cuanto al implante coclear (IC), la estimulación<br />

eléctrica <strong>en</strong> la que se basa su tecnología no es novedosa:<br />

Alessandro Volta, <strong>en</strong> 1790, colocó unas varillas de metal<br />

<strong>en</strong> sus oídos y las conectó a una fu<strong>en</strong>te eléctrica, con<br />

lo que pudo escuchar algo como burbujeo de agua. En<br />

el siglo XIX y hasta la primera mitad del siglo XX otros<br />

experim<strong>en</strong>tos similares culminaron con la primera implantación<br />

coclear <strong>en</strong> 1957, por Djourno y Eyriès <strong>en</strong><br />

Francia. El paci<strong>en</strong>te implantado captó esbozos de sonidos,<br />

al igual que otro caso operado por House <strong>en</strong> EUA<br />

<strong>en</strong> 1972, hasta que <strong>en</strong> Australia Graeme Clark, con base<br />

<strong>en</strong> la tonotopicidad de la cóclea, desarrolló un IC no de<br />

un solo canal sino de múltiples canales que permit<strong>en</strong><br />

ahora una óptima percepción del l<strong>en</strong>guaje. Actualm<strong>en</strong>te<br />

Cochlear de Australia, MedEl de Austria y AB de EUA<br />

son las principales compañías de IC, y los profundos<br />

estudios sobre nuevas estrategias de procesami<strong>en</strong>to<br />

electroacústico y neuroacústico, realizados <strong>en</strong> grandes<br />

c<strong>en</strong>tros de investigación, han permitido sustituir eficazm<strong>en</strong>te<br />

y por primera vez <strong>en</strong> la historia de la medicina la<br />

función de un órgano s<strong>en</strong>sorial.<br />

Para finalizar este recorrido histórico dec<strong>en</strong>al, Galambos,<br />

<strong>en</strong> 1981, registró PEA con estímulos modulados<br />

a 40 Hz, para predecir objetivam<strong>en</strong>te los umbrales<br />

auditivos. En 1991 Coh<strong>en</strong>, con modulaciones de 70 Hz,<br />

obtuvo respuestas pequeñas, pero no afectadas por el<br />

sueño. Los avances clínicos han hecho que la década de<br />

2000 a 2010 sea la de los pot<strong>en</strong>ciales evocados auditivos<br />

de estado estable (PEAEE). Los trabajos de Picton <strong>en</strong><br />

Canadá y Cone–Wesson <strong>en</strong> EUA han logrado su aplicabilidad<br />

clínica para el diagnóstico objetivo integral,<br />

porque proporcionan aproximaciones muy precisas del<br />

perfil audiométrico de neonatos o de niños muy pequeños.<br />

Las b<strong>en</strong>éficas consecu<strong>en</strong>cias de este procedimi<strong>en</strong>to<br />

para la interv<strong>en</strong>ción temprana <strong>en</strong> problemas auditivos<br />

congénitos o perinatales abre la perspectiva de prev<strong>en</strong>ir<br />

el daño orgánico, la disfunción y la discapacidad, y de<br />

minimizar o eliminar las repercusiones de la desv<strong>en</strong>taja,<br />

que son todas ellas pesadas cargas para qui<strong>en</strong>es pres<strong>en</strong>tan<br />

problemas s<strong>en</strong>soriales auditivos profundos.<br />

AÑOS RECIENTES<br />

Después de nacer <strong>en</strong> 1951 <strong>en</strong> <strong>México</strong>, la audiología y la<br />

<strong>foniatría</strong> han t<strong>en</strong>ido un desarrollo vigoroso e ininterrumpido.<br />

Sus avances empezaron a proyectarse internacionalm<strong>en</strong>te<br />

con Berruecos T., <strong>en</strong>tre otras cosas, al<br />

fundar y dirigir el Instituto V<strong>en</strong>ezolano de Audición y<br />

L<strong>en</strong>guaje <strong>en</strong> 1956–1957 y al formar a qui<strong>en</strong>es luego<br />

fundaron infinidad de instituciones <strong>en</strong> América Latina.<br />

Fue el primer mexicano que formó parte (1968–1974)<br />

del Comité Ejecutivo de la International Society of Audiology<br />

(ISA), y su pres<strong>en</strong>cia <strong>en</strong> el más importante foro<br />

audiológico mundial se prolongó con el que escribe <strong>en</strong><br />

los periodos 1974–1984 y 1988–1994, y <strong>en</strong> medio de<br />

ellos, como presid<strong>en</strong>te de esa sociedad, <strong>en</strong> 1984–1986<br />

y 1986–1988. Es importante subrayar que el segundo<br />

periodo de esa presid<strong>en</strong>cia se relacionó con un mom<strong>en</strong>to<br />

coyuntural de gran importancia para la audiología mundial,<br />

porque precisam<strong>en</strong>te <strong>en</strong>tre 1985 y 1988, con la<br />

relevante participación de la propia ISA y de la Federación<br />

Internacional de Sociedades de Otorrinolaringología,<br />

se creó el Comité Mundial para la Prev<strong>en</strong>ción de<br />

Problemas Auditivos —WOPHIC—, ahora Hearing<br />

International, estrecham<strong>en</strong>te relacionado con la Organización<br />

Mundial de la Salud (OMS). En 1992 se fundó<br />

<strong>en</strong> Morioka, Japón, la Sociedad Panamericana de <strong>Audiología</strong><br />

(PASA), <strong>en</strong> cuyo Comité Ejecutivo estuvo<br />

también pres<strong>en</strong>te nuestro país con la participación del<br />

que escribe, como fundador y luego como presid<strong>en</strong>te de<br />

2001 a 2007. Esa sociedad ha desarrollado un <strong>en</strong>orme<br />

trabajo de integración académica audiológica contin<strong>en</strong>-


<strong>Audiología</strong>, <strong>otoneurología</strong> y <strong>foniatría</strong> <strong>en</strong> <strong>México</strong><br />

39<br />

Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.<br />

<br />

tal y ha realizado seis Congresos Panamericanos <strong>en</strong><br />

Puerto Rico, Ecuador, Guatemala, <strong>México</strong>, Colombia y<br />

Arg<strong>en</strong>tina.<br />

En el plano académico se ha desplegado una int<strong>en</strong>sa<br />

actividad. En 1953: Curso de Foniatría con Tarneaud;<br />

<strong>en</strong> 1955: Curso de <strong>Audiología</strong> con Silverman; <strong>en</strong> 1958:<br />

inicio de los Cursos Interamericanos para médicos y<br />

maestros; <strong>en</strong> 1960: Sección de Audición y L<strong>en</strong>guaje <strong>en</strong><br />

el I Congreso Nacional de Rehabilitación; <strong>en</strong> 1961 y<br />

1964: el I y el II Congresos Interamericanos de <strong>Audiología</strong><br />

y Foniatría, seguidos <strong>en</strong> 1966 por el VIII Congreso<br />

Internacional de <strong>Audiología</strong>, auspiciado por la ISA, y<br />

por el III Interamericano, realizado <strong>en</strong> 1970. Un año<br />

después tuvo lugar <strong>en</strong> Oaxtepec el III Simposio Internacional<br />

de Afasiología, <strong>en</strong> el que participaron investigadores<br />

de talla mundial como Luria, Jakobson, L’Hermitte,<br />

Heca<strong>en</strong>, Bay, Roch–Lecours y Goodglass. En<br />

1973 Jerger, Antonelli y Teatini impartieron con otros<br />

profesionistas mexicanos el I Curso Teórico–Práctico<br />

de Actualización <strong>en</strong> <strong>Audiología</strong>, seguido del II <strong>en</strong> 1974.<br />

También <strong>en</strong> 1974 se realizó el Simposio sobre Adquisición<br />

del L<strong>en</strong>guaje Infantil y <strong>en</strong> 1978, por segunda ocasión,<br />

<strong>México</strong> fue sede, esta vez <strong>en</strong> Acapulco, del ev<strong>en</strong>to<br />

bianual de la ISA, el XIV Congreso Internacional de<br />

<strong>Audiología</strong>. En 2006 tuvo lugar el IV Congreso Panamericano<br />

de <strong>Audiología</strong>, organizado por PASA, la International<br />

Association of Physicians in Audiology y la<br />

AMCAOF, al que asistieron más de 700 personas de<br />

más de 25 países.<br />

La AMCAOF y el Consejo de la especialidad (COM-<br />

CAOF) se han fortalecido desde su fundación. La<br />

SMAF, ahora AMCAOF, nació <strong>en</strong> 1977, a partir de la<br />

convocatoria de qui<strong>en</strong> escribe a 18 especialistas, a los<br />

que se sumaron otros tres, para no dejar fuera a nadie<br />

que estuviera relacionado, así fuera coyunturalm<strong>en</strong>te,<br />

con nuestras disciplinas. Ahora ti<strong>en</strong>e poco más de 400<br />

socios titulares, médicos especialistas, y más de 100 adjuntos,<br />

profesionistas no médicos de áreas afines. Entre<br />

1979 y 1981, uno de sus periodos más tempranos, se<br />

realizaron cinco cursos de actualización, a los que asistieron<br />

alrededor de 900 participantes: <strong>en</strong> los temas audiológicos<br />

fueron nuevam<strong>en</strong>te profesores Jerger, Antonelli<br />

y Teatini, y <strong>en</strong> los foniátricos Vrticka de<br />

Checoslovaquia y Croatto de Italia. Entre 1983 y 2011<br />

se impartieron más de 150 cursos de actualización y se<br />

organizaron 12 simposios internacionales y 16 congresos<br />

nacionales. En lo que se refiere al COMCAOF, reconocido<br />

por el CONACEM, ha certificado hasta 2012 a<br />

410 especialistas y realiza anualm<strong>en</strong>te de manera sistemática<br />

sus procesos de certificación. El int<strong>en</strong>so trabajo<br />

académico implica que se haya realizado, ininterrumpidam<strong>en</strong>te<br />

una actividad de actualización <strong>en</strong> promedio<br />

cada dos meses, <strong>en</strong> un ciclo de poco más de 25 años. Resulta<br />

obvio por ello que los especialistas mexicanos han<br />

t<strong>en</strong>ido oportunidades de sobra para mant<strong>en</strong>er sus conocimi<strong>en</strong>tos<br />

actualizados y para consolidar así el mejor<br />

ejercicio de esta disciplina.<br />

Por otra parte, la Academia Nacional de Medicina<br />

(ANM) aceptó <strong>en</strong> 1982 al que escribe, <strong>en</strong> el área de Medicina<br />

Social del Departam<strong>en</strong>to de Salud Pública y Sociología<br />

Médica, <strong>en</strong> tanto no existía uno propio de la<br />

especialidad. Posteriorm<strong>en</strong>te ingresaron a esa corporación<br />

dos distinguidos especialistas de nuestro campo:<br />

K. Jáuregui <strong>en</strong> 2003 y A. Ysunza <strong>en</strong> 2004, ambos a la<br />

sección de Fisiología del Departam<strong>en</strong>to de Biología<br />

Médica, y es de esperarse que para consolidar nuestra<br />

imag<strong>en</strong> ingres<strong>en</strong> muchos más <strong>en</strong> los próximos años. En<br />

una memorable sesión de la ANM el 19 de noviembre<br />

de 2008 se modificaron sus Estatutos para cambiar los<br />

nombres de las especialidades que abarcan sus cuatro<br />

departam<strong>en</strong>tos. Al abrirse el nuevo sitial de <strong>Audiología</strong>,<br />

Otoneurología y Foniatría <strong>en</strong> el Departam<strong>en</strong>to de Medicina,<br />

el que escribe solicitó <strong>en</strong> 2009 su cambio de adscripción.<br />

Este hecho se consigna y se subraya porque<br />

esas modificaciones no reflejan <strong>en</strong> el caso de nuestra especialidad<br />

un simple cambio estatutario: significan que<br />

se ha incluido, como corresponde, <strong>en</strong> el Departam<strong>en</strong>to<br />

de Medicina, y además porque es la culminación de una<br />

larga lucha para definir con claridad el nombre de la<br />

especialidad, que se ha dado <strong>en</strong> paralelo con el cambio<br />

de nombre de la resid<strong>en</strong>cia reconocida por la Facultad<br />

de Medicina (FM) de la UNAM: fue necesario que pasara<br />

un cuarto de siglo para que se hiciera justicia, tanto<br />

a nuestra especialidad como a qui<strong>en</strong>es han estado trabajando<br />

<strong>en</strong> ella, al designarla con el nombre que le corresponde<br />

y con el que internacionalm<strong>en</strong>te es conocida.<br />

Es <strong>en</strong> el plano doc<strong>en</strong>te <strong>en</strong> el que se han dado los más<br />

importantes <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tros, des<strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tros y batallas de la<br />

especialidad. A los programas de capacitación <strong>en</strong> servicio,<br />

<strong>en</strong> los que es justo reconocer que se formaron los<br />

primeros especialistas mexicanos <strong>en</strong> este campo, siguieron<br />

las etapas de estructuración de programas institucionales<br />

y de obt<strong>en</strong>ción del reconocimi<strong>en</strong>to universitario.<br />

Los primeros cursos para personal especializado<br />

se dieron <strong>en</strong> el CAF (después IMAL) <strong>en</strong> 1953 y luego,<br />

<strong>en</strong> 1954, <strong>en</strong> el INA y <strong>en</strong> la Dirección G<strong>en</strong>eral de Rehabilitación<br />

de la Secretaría de Salubridad y Asist<strong>en</strong>cia<br />

(SSA, hoy SSa); <strong>en</strong> 1958 surgieron los Cursos Interamericanos<br />

para médicos y terapeutas de casi todos los<br />

países de América Latina, qui<strong>en</strong>es habrían de iniciar<br />

después esta especialidad <strong>en</strong> sus países de orig<strong>en</strong>. La capacitación<br />

de médicos, iniciada <strong>en</strong> 1964 <strong>en</strong> el HGM, se<br />

consolidó años después con el programa institucional<br />

de audiología y <strong>foniatría</strong> de tres años, con la resid<strong>en</strong>cia


40 Especialidades médicas<br />

(<strong>Capítulo</strong> 5)<br />

de audiología y <strong>otoneurología</strong> creada <strong>en</strong> 1966 <strong>en</strong> el<br />

CMN del IMSS, y un lustro después <strong>en</strong> el CMN “La<br />

Raza”, y con el programa de medicina de la comunicación<br />

humana (1973) <strong>en</strong> el Instituto Nacional de la Comunicación<br />

Humana (INCH).<br />

Para lograr el reconocimi<strong>en</strong>to universitario se pres<strong>en</strong>taron<br />

a la FM dos programas <strong>en</strong> 1985: uno, “Especialización<br />

Médica <strong>en</strong> Comunicación Lingüística” del<br />

HGM y otro de “Medicina de la Comunicación Humana”<br />

del INCH, antes INA. El primero, que fue aprobado<br />

el 14 de noviembre de 1985, se pres<strong>en</strong>tó con ese nombre<br />

sigui<strong>en</strong>do una estrategia que buscaba la eliminación, <strong>en</strong><br />

ambos programas, del término “comunicación”, y para<br />

obt<strong>en</strong>er como consecu<strong>en</strong>cia la adecuada d<strong>en</strong>ominación<br />

de la especialidad. Otras instancias universitarias sugirieron<br />

precisam<strong>en</strong>te fusionarlos <strong>en</strong> uno solo y darle al<br />

nuevo otro nombre. Un año después el Dr. Pelayo Vilar<br />

cumplió el <strong>en</strong>cargo que le había asignado la FM y <strong>en</strong>tregó<br />

el 26 de <strong>en</strong>ero de 1987 el programa unificado por<br />

un Comité que él presidió y <strong>en</strong> el que participaron repres<strong>en</strong>tantes<br />

del INCH, PEMEX, Hospital Infantil de <strong>México</strong>,<br />

Instituto Nacional de Pediatría y el que escribe,<br />

por el HGM. Se sugirió la d<strong>en</strong>ominación de “<strong>Audiología</strong><br />

y Foniatría”, pero de inmediato surgieron objeciones<br />

y obstáculos que empantanaron los trámites, por la<br />

insist<strong>en</strong>cia del <strong>en</strong>tonces director del INCH —que no<br />

cuestionaba la estructura del programa unificado sino<br />

solam<strong>en</strong>te su d<strong>en</strong>ominación— para que se incluyera <strong>en</strong><br />

el nombre, a toda costa, el término “Comunicación Humana”:<br />

se pret<strong>en</strong>día dar nombre a una especialidad a<br />

partir del nombre —modificado— de una institución, y<br />

no al revés, sin importar los problemas de id<strong>en</strong>tidad ni<br />

la confusión que se creaba con otras disciplinas no médicas.<br />

Dos años después, <strong>en</strong> junio de 1989, el que escribe,<br />

como Subdirector Médico del HGM, solicitó a la<br />

UNAM agilizar el reconocimi<strong>en</strong>to universitario, pero<br />

por presiones políticas y sin t<strong>en</strong>er una sólida fundam<strong>en</strong>tación<br />

académica acabó aprobándose el programa bajo<br />

el inadecuado y redundante nombre de “Comunicación,<br />

<strong>Audiología</strong> y Foniatría”. El problema se c<strong>en</strong>tró siempre<br />

<strong>en</strong> el hecho de que la “comunicación”, pudi<strong>en</strong>do ser g<strong>en</strong>ética,<br />

bioquímica, cibernética, electrónica, social, impresa,<br />

política o de masas, <strong>en</strong> g<strong>en</strong>eral se relaciona con<br />

radio, TV, internet, periódicos y revistas, códigos y leyes,<br />

lo que implica funciones, actitudes, actividades o<br />

procesos que no ti<strong>en</strong><strong>en</strong> nada que ver con esta disciplina<br />

médica. La innecesaria redundancia, además de confundir,<br />

propició una grave pérdida de id<strong>en</strong>tidad de nuestro<br />

campo, porque ese término se usa amplia, abundante,<br />

orgullosa y mayoritariam<strong>en</strong>te <strong>en</strong> ambi<strong>en</strong>tes ligados a<br />

los medios y porque incluso <strong>en</strong> la propia UNAM se usa<br />

más, por ejemplo, <strong>en</strong> las Facultades de Filosofía y Letras<br />

y <strong>en</strong> la de Ci<strong>en</strong>cias Políticas y Sociales. Exist<strong>en</strong> infinidad<br />

de programas de “ci<strong>en</strong>cias de la comunicación”<br />

—todas ellas “humanas”— que se ofrec<strong>en</strong> <strong>en</strong> las Universidades<br />

Latinoamericana, del Tepeyac, de las Américas,<br />

Insurg<strong>en</strong>tes, del Valle de <strong>México</strong>, UAM, Iberoamericana<br />

y Anáhuac y además, <strong>en</strong> el Claustro de Sor<br />

Juana. Como si fuera poco, el Tecnológico de Monterrey<br />

promueve su carrera de Ci<strong>en</strong>cias de la Comunicación<br />

con una inserción <strong>en</strong> la pr<strong>en</strong>sa: pregunta a posibles<br />

candidatos si se id<strong>en</strong>tifican con las palabras “televisión,<br />

radio, diseño, multimedia, publicidad, cine y fotografía”,<br />

porque aseguran que <strong>en</strong> caso de respuesta positiva<br />

“esa carrera es para ti”. Ya con reconocimi<strong>en</strong>to universitario,<br />

la resid<strong>en</strong>cia de tres años funcionó con el nombre<br />

m<strong>en</strong>cionado, que se mantuvo <strong>en</strong> 1994 <strong>en</strong> el contexto del<br />

Programa Universitario de Especialidades Médicas<br />

(PUEM). No obstante, los cambios <strong>en</strong> la ANM y <strong>en</strong> el<br />

propio PUEM a fines de 2008 eliminaron finalm<strong>en</strong>te un<br />

error de larga historia. Adicionalm<strong>en</strong>te, las modificaciones<br />

del PUEM, consecu<strong>en</strong>cia de un comprometido<br />

trabajo del Comité Académico de la especialidad <strong>en</strong> la<br />

UNAM, <strong>en</strong>cabezado por la Dra. Marta Rosete, plantearon<br />

las bases para profundizar la estructura del programa<br />

y su duración de cuatro años con el nombre de AOF,<br />

que por fin refleja la realidad de lo que se hace <strong>en</strong> este<br />

campo y las formas y d<strong>en</strong>ominaciones como se le conoce<br />

a nivel universal.<br />

En el plano asist<strong>en</strong>cial han surgido unidades especializadas<br />

de AOF de manera constante. Después del primer<br />

servicio hospitalario totalm<strong>en</strong>te indep<strong>en</strong>di<strong>en</strong>te que<br />

nació <strong>en</strong> 1963 <strong>en</strong> el HGM, la mayoría de las grandes instituciones<br />

de salud cu<strong>en</strong>tan con ese tipo de unidades.<br />

Desafortunadam<strong>en</strong>te, persiste la indefinición: primero,<br />

porque al estar adscritos algunos servicios a las áreas de<br />

ORL o de rehabilitación, y a pesar de que esto pueda<br />

obedecer a factores organizacionales <strong>en</strong> ciertas dep<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cias,<br />

no existe justificación real para ello <strong>en</strong> los planos<br />

académico o asist<strong>en</strong>cial. Nuestra especialidad ti<strong>en</strong>e<br />

relaciones con muchas disciplinas médicas como la<br />

neurología, la medicina interna, la pediatría, la geriatría<br />

o la g<strong>en</strong>ética, que son tanto o más importantes que las<br />

exist<strong>en</strong>tes con la ORL; después, porque el hecho de que<br />

a nuestra especialidad se le considere relacionada con la<br />

rehabilitación más que con la prev<strong>en</strong>ción, es un gran<br />

error de planeación y organización de los servicios de<br />

salud <strong>en</strong> <strong>México</strong>. Si sabemos que 2 de cada 1 000 personas<br />

son sordas y requier<strong>en</strong> rehabilitación, pero que 100<br />

de cada 1 000 ti<strong>en</strong><strong>en</strong> difer<strong>en</strong>tes grados de hipoacusia que<br />

requier<strong>en</strong> medidas prev<strong>en</strong>tivas o curativas, la proporción<br />

de 1/50 es evid<strong>en</strong>te: la labor <strong>en</strong> este campo siempre<br />

deberá estar indudablem<strong>en</strong>te más ligada a la medicina<br />

prev<strong>en</strong>tiva que a la medicina de rehabilitación.


<strong>Audiología</strong>, <strong>otoneurología</strong> y <strong>foniatría</strong> <strong>en</strong> <strong>México</strong><br />

41<br />

Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.<br />

<br />

En 2005 se aprobaron adiciones y modificaciones a<br />

la Ley G<strong>en</strong>eral de Salud (DOF, 24–II–2005). En el Título<br />

Tercero, Cap. V sobre “At<strong>en</strong>ción Materno–Infantil”,<br />

las fracciones IV y V del Art. 61 prevén la id<strong>en</strong>tificación,<br />

el diagnóstico y el tratami<strong>en</strong>to de los problemas<br />

auditivos <strong>en</strong> neonatos, preescolares y escolares, pero<br />

eso queda condicionado a la disponibilidad presupuestal,<br />

porque la Ley m<strong>en</strong>ciona “ayudar a resolver” los problemas,<br />

con lo que queda abierta la puerta a programas<br />

limitados o insufici<strong>en</strong>tes. A pesar de lo anterior, el Sistema<br />

Nacional de Protección Social <strong>en</strong> Salud, y <strong>en</strong> particular<br />

el Seguro Médico para una Nueva G<strong>en</strong>eración<br />

(SMNG), han permitido increm<strong>en</strong>tar los programas de<br />

salud auditiva a nivel nacional. En diciembre de 2009<br />

se anunció el TAN universal como uno de los objetivos<br />

clave de la audiología, cuyos resultados y proyección<br />

hacia el futuro se anotan más adelante. En cualquier<br />

caso, el hecho de que exista una ley, así sea incompleta,<br />

y un programa, aunque aún desconozcamos su impacto,<br />

es al<strong>en</strong>tador.<br />

PERSPECTIVAS FUTURAS<br />

La sólida imag<strong>en</strong> de la <strong>otoneurología</strong> se basa <strong>en</strong> el desarrollo<br />

consist<strong>en</strong>te de sus métodos y de la mejoría de sus<br />

resultados. Por su parte, la audiología ha evolucionado<br />

<strong>en</strong> paralelo con la <strong>foniatría</strong>, <strong>en</strong> tanto ambas estudian de<br />

manera combinada las formas como el ser humano recibe,<br />

transmite, analiza, almac<strong>en</strong>a, procesa y produce los<br />

sonidos del l<strong>en</strong>guaje. La importancia de la audición es<br />

paralela al impacto de la sordera porque repercute <strong>en</strong> la<br />

captación del l<strong>en</strong>guaje, pero también <strong>en</strong> su ideación,<br />

formulación y emisión, y además porque el l<strong>en</strong>guaje<br />

oral es la base para acceder al segundo gran código comunicativo<br />

lingüístico, la lectura y la escritura, punto de<br />

partida del desarrollo cultural, intelectual, académico,<br />

profesional o social de cualquier individuo.<br />

Las actividades doc<strong>en</strong>tes deberán increm<strong>en</strong>tarse sustancialm<strong>en</strong>te<br />

<strong>en</strong> los años v<strong>en</strong>ideros. El Comité Académico<br />

de la FM de la UNAM estudió a fondo las necesidades<br />

creci<strong>en</strong>tes de nuevos conocimi<strong>en</strong>tos y propuso y<br />

se aprobaron actividades adicionales que justifican un<br />

cuarto año de especialización. Para culminar esto, se requiere<br />

financiami<strong>en</strong>to. Si los resid<strong>en</strong>tes —profesionistas<br />

<strong>en</strong> formación— proporcionan servicios asist<strong>en</strong>ciales,<br />

así sean supervisados, el presupuesto anual<br />

aproximado de 3 MDP para 25 R–4 de esta especialidad<br />

es positivo <strong>en</strong> cuanto a costo/b<strong>en</strong>eficio y de ninguna manera<br />

una carga desproporcionada o inalcanzable. En la<br />

reunión anual de los subcomités académicos del 1º de<br />

octubre de 2010, <strong>en</strong> el Auditorio Fournier de la FM, la<br />

mayoría de las autoridades de salud ahí pres<strong>en</strong>tes acordaron<br />

aceptar los planteami<strong>en</strong>tos de la UNAM, lo que<br />

llevado a la práctica permitirá mejorar la preparación de<br />

los resid<strong>en</strong>tes <strong>en</strong> b<strong>en</strong>eficio de ellos mismos, de la<br />

UNAM, de las propias instituciones de salud y de la sociedad.<br />

En cuanto a actividades asist<strong>en</strong>ciales, se han dado<br />

cambios importantes: a fines de 2007 el que escribe estructuró<br />

y pres<strong>en</strong>tó a las autoridades de salud el original<br />

del Programa Nacional de Salud Auditiva (PNSA), para<br />

incluirlo <strong>en</strong> el Programa Nacional de Salud 2007–2012.<br />

El PNSA plantea acciones <strong>en</strong> los tres niveles de la prev<strong>en</strong>ción<br />

e importantes consideraciones de salud pública.<br />

Plantea la at<strong>en</strong>ción universal, pero resalta a tres grupos<br />

blanco: neonatos, preescolares y escolares y adultos<br />

mayores. Los primeros porque id<strong>en</strong>tificarlos, diagnosticarlos<br />

y tratarlos tempranam<strong>en</strong>te es básico para definir<br />

su futuro como personas. Los segundos por la gran preval<strong>en</strong>cia<br />

de trastornos auditivos <strong>en</strong> esas edades y por sus<br />

graves repercusiones <strong>en</strong> el desarrollo escolar, y los terceros<br />

por el impacto cada vez mayor de la paulatina pero<br />

constante inversión de la pirámide demográfica y por<br />

las perspectivas creci<strong>en</strong>tes de esperanza de vida.<br />

El programa trasci<strong>en</strong>de la id<strong>en</strong>tificación para llegar<br />

al diagnóstico y a los oportunos tratami<strong>en</strong>tos médico,<br />

quirúrgico, protésico (con AA o IC) o (re)habilitatorio,<br />

culminando con la total inclusión educativa, laboral y<br />

social. No obstante, si sabemos que de acuerdo con un<br />

modelo de recursos humanos para la salud falta 50% de<br />

los especialistas que se requier<strong>en</strong> <strong>en</strong> este campo, debe<br />

increm<strong>en</strong>tarse su capacitación y su contratación <strong>en</strong> las<br />

instituciones de salud.<br />

De cualquier forma, el punto de partida del PNSA es<br />

el TAN. En 2008, de 404 hospitales/maternidad de la<br />

SSa (SINAIS, 2005) se seleccionaron los 180 a 200 que<br />

reportaban el mayor número de neonatos/año para instaurarlo.<br />

El Consejo Nacional para Personas con Discapacidad<br />

(CONADIS) coordinó la selección del personal<br />

para su capacitación, la que se impartió <strong>en</strong> el HGM <strong>en</strong><br />

2008, con el apoyo del HIMFG. Asistieron 520 médicos<br />

y <strong>en</strong>fermeras de 259 hospitales de 29 <strong>en</strong>tidades federativas,<br />

y se completó luego <strong>en</strong> 2009 y 2010, hasta un total<br />

de 1 200 profesionales. Los equipos para el TAN (finalm<strong>en</strong>te<br />

no 180 o 200 sino 452), audiómetros (35), impedanciómetros<br />

(35) y equipos de PEATC (45), además de<br />

varios ci<strong>en</strong>tos de AA y 240 IC, se adquirieron a fines de<br />

2009 con presupuesto federal. El TAN nacional empezó<br />

<strong>en</strong> marzo de 2010, y los datos disponibles indican que<br />

<strong>en</strong> 2010 se tamizó a 27.9% de los nacidos <strong>en</strong> hospitales


42 Especialidades médicas<br />

(<strong>Capítulo</strong> 5)<br />

de la SSA y <strong>en</strong> 2011 a 59.1%. Se ha instaurado <strong>en</strong> 445<br />

hospitales de la SSa, asociados a 45 c<strong>en</strong>tros de audiología,<br />

de los cuales 8 forman parte de la red de c<strong>en</strong>tros de<br />

IC (INR, INER, INP, HIMFG, HGM, HAE de Veracruz<br />

y Xalapa y HI de Chihuahua). En esos 445 hospitales<br />

nac<strong>en</strong> alrededor de 50% de todos los neonatos del país/<br />

año, por lo que evid<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te es imprescindible que el<br />

programa de la SSa sea también sectorial, universal y<br />

verdaderam<strong>en</strong>te nacional.<br />

Los datos de CONADIS (registros propios del ST–<br />

CONADIS, julio 13, 2012) indican TAN <strong>en</strong> 900 669 de<br />

los 2 058 162 nacidos <strong>en</strong> esos hospitales <strong>en</strong> 2010 y<br />

2011, es decir, 43.76% <strong>en</strong> la SSa y alrededor de la mitad,<br />

21.8%, <strong>en</strong> el país. De los tamizados, 1 899 casos ti<strong>en</strong><strong>en</strong><br />

“diagnóstico confirmado” —sin especificarse los grados<br />

de hipoacusia—, para un índice de 2.07/1 000 nacidos<br />

vivos, que es comparable a las estimaciones de la<br />

OMS. El programa va caminando, pero persist<strong>en</strong> problemas:<br />

1. El TAN se realizó <strong>en</strong> m<strong>en</strong>os de la mitad de los neonatos<br />

de hospitales de la SSa, o sea, aproximadam<strong>en</strong>te,<br />

<strong>en</strong> 1/4 del total <strong>en</strong> el país. Si con base <strong>en</strong><br />

esto multiplicamos por cuatro los casos confirmados,<br />

podemos calcular que nacieron 4 000 sordos<br />

<strong>en</strong> cada uno de esos dos años.<br />

2. Se relaciona con el seguimi<strong>en</strong>to de los casos con<br />

diagnóstico confirmado que requier<strong>en</strong> interv<strong>en</strong>ción:<br />

si sólo 50% de 4 000 niños/año requirieran<br />

dos AA cada uno, se necesitarían 4 000/año y solam<strong>en</strong>te<br />

se han adaptado 970 <strong>en</strong> total (24%).<br />

3. Se reportan 123 interv<strong>en</strong>ciones de IC hasta junio<br />

de 2012. Si de los 4 000 sordos que nac<strong>en</strong> por año<br />

<strong>en</strong> <strong>México</strong> se calcula también conservadoram<strong>en</strong>te<br />

que solo 10% fueran bu<strong>en</strong>os candidatos al IC, estaríamos<br />

hablando de 400 por año, es decir, 600<br />

<strong>en</strong>tre marzo de 2010 y septiembre de 2011 (periodo<br />

de 1.5 años, considerando que por edad serían<br />

ya implantables los confirmados hasta septiembre<br />

de 2011), pero sólo se han colocado 123 (20.5%).<br />

4. A los neonatos con sordera congénita deb<strong>en</strong> sumarse<br />

los muchos miles de preescolares y escolares<br />

que requier<strong>en</strong> at<strong>en</strong>ción, los más de 2.5 millones<br />

de adultos mayores que requier<strong>en</strong> servicios<br />

audiológicos y el problema de todos los que han<br />

quedado p<strong>en</strong>di<strong>en</strong>tes <strong>en</strong> el programa actual.<br />

Otros datos adicionales ejemplifican también el rezago<br />

que debe cubrirse:<br />

a. Se calcula que un mínimo de 2% de la población<br />

total, es decir 2.2 millones de personas, requier<strong>en</strong><br />

AA <strong>en</strong> <strong>México</strong>, pero sólo los usan alrededor de<br />

600 000 (27%). Si se importan 40 000 AA/año se<br />

requerirían 40 años para cubrir las necesidades actuales.<br />

b. Desde que empezaron a colocarse IC <strong>en</strong> <strong>México</strong><br />

<strong>en</strong> 1986 se habían implantado alrededor de 2 000<br />

implantados hasta fines de 2011. Se calcula que<br />

22 000 personas requier<strong>en</strong> IC, por lo que los 2 000<br />

implantados son sólo 9%.<br />

c. Desde que se instaló el SMNG el 1º de diciembre<br />

de 2006, probablem<strong>en</strong>te han nacido 22 000 sordos.<br />

Si 10% de ellos (2 200) son candidatos al IC,<br />

los 123 implantados son ap<strong>en</strong>as 5.6%.<br />

Estas cifras hac<strong>en</strong> evid<strong>en</strong>te la obligación de prever la<br />

id<strong>en</strong>tificación, el diagnóstico y la interv<strong>en</strong>ción temprana<br />

de los neonatos, de los preescolares y escolares y<br />

de los adultos mayores con problemas, por lo que todas<br />

las instituciones de salud y seguridad social deberán ser<br />

consci<strong>en</strong>tes del <strong>en</strong>orme trabajo que debe realizarse y la<br />

imperiosa necesidad de increm<strong>en</strong>tar la cobertura integral<br />

de servicios a toda la población que los requiere.<br />

En lo que corresponde a las actividades de investigación,<br />

exist<strong>en</strong> muchas perspectivas de futuro desarrollo<br />

<strong>en</strong> las áreas de epidemiología, salud pública, prev<strong>en</strong>ción,<br />

procesami<strong>en</strong>to auditivo c<strong>en</strong>tral, implantes cocleares<br />

y otros dispositivos implantables, rehabilitación auditiva,<br />

neurolingüística, análisis tomo–acústico digital<br />

de voz y l<strong>en</strong>guaje, g<strong>en</strong>ética de la sordera, nanotecnología<br />

y biotecnología. Sin embargo, para realizar nuevos<br />

programas aplicables <strong>en</strong> la asist<strong>en</strong>cia se requiere el increm<strong>en</strong>to<br />

sustancial de personal, tanto <strong>en</strong> cantidad,<br />

como <strong>en</strong> calidad.<br />

Finalm<strong>en</strong>te, una reflexión a propósito de la AMCA-<br />

OF y del COMCAOF. Si, como ya se anotó, la palabra<br />

“comunicación” es redundante, reduce imag<strong>en</strong> y crea<br />

confusión, debe eliminarse de su <strong>en</strong>unciado. Los errores<br />

de qui<strong>en</strong>es no son especialistas <strong>en</strong> este campo hicieron<br />

que el INA, que debió ser nuestra institución paradigmática<br />

a nivel nacional, cambiara su nombre por el de<br />

INCH, cambiando también el nombre de los especialistas<br />

que formó. En <strong>México</strong> nunca existió un Instituto Nacional<br />

de Otorrinolaringología, pero si un INA, a pesar<br />

de que los otorrinolaringólogos son de 10 a 15 veces<br />

más numerosos que nosotros. En su mom<strong>en</strong>to no se def<strong>en</strong>dió<br />

la indep<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia del INA y por eso, lam<strong>en</strong>tablem<strong>en</strong>te,<br />

desapareció para subsistir ahora como una subdirección<br />

—por fortuna de “audiología, <strong>foniatría</strong> y<br />

patología del l<strong>en</strong>guaje”—, <strong>en</strong> el Instituto Nacional de<br />

Rehabilitación. Lo que es totalm<strong>en</strong>te cuestionable es<br />

que nuestra especialidad se asocie a disciplinas académica<br />

y profesionalm<strong>en</strong>te tan lejanas como la ortopedia


<strong>Audiología</strong>, <strong>otoneurología</strong> y <strong>foniatría</strong> <strong>en</strong> <strong>México</strong><br />

43<br />

y la medicina de rehabilitación, e igualm<strong>en</strong>te que se<br />

considere <strong>en</strong> el ámbito de la “rehabilitación”, cuando<br />

t<strong>en</strong>emos 50 veces más casos que deb<strong>en</strong> ser objeto de la<br />

medicina prev<strong>en</strong>tiva o curativa. Muchos egresados del<br />

INCH no usan el término “comunicación” <strong>en</strong> sus cred<strong>en</strong>ciales<br />

y algunos lo manti<strong>en</strong><strong>en</strong> por costumbre, por<br />

inercia o simplem<strong>en</strong>te porque así los formaron. Ahora<br />

y <strong>en</strong> el futuro todos los que egres<strong>en</strong> de la especialidad<br />

serán “audiólogos, otoneurólogos y foniatras”, por lo<br />

que poco a poco serán m<strong>en</strong>os los que apoy<strong>en</strong> la perman<strong>en</strong>cia<br />

de una palabra que sobra. Si sólo por un interés<br />

gregario, ligado a una idea que afortunadam<strong>en</strong>te ya<br />

quedó atrás, se manti<strong>en</strong><strong>en</strong> la inacción y la indecisión de<br />

los actuales directivos de nuestros organismos académicos<br />

y no asum<strong>en</strong> para ellos el nombre ya aprobado por<br />

la ANM y por la UNAM, serán las nuevas g<strong>en</strong>eraciones<br />

las que tarde o temprano cambi<strong>en</strong> ese estado de cosas.<br />

Ojalá sea pronto, con intelig<strong>en</strong>cia, compromiso verdadero,<br />

madurez y visión del futuro y no sólo por efecto<br />

del tiempo, porque lo merec<strong>en</strong> la nobleza de nuestra especialidad<br />

y la id<strong>en</strong>tidad y el respeto hacia qui<strong>en</strong>es la<br />

practicamos.<br />

En nuestro campo es necesario afrontar el futuro con<br />

criterios amplios que se sust<strong>en</strong>t<strong>en</strong> <strong>en</strong> los principios que<br />

son propios de los grandes problemas de la salud pública.<br />

Deb<strong>en</strong> int<strong>en</strong>sificarse las acciones de educación y<br />

promoción de la salud dirigidas a cinco blancos, considerados<br />

como las 5 “P”: público, padres de familia,<br />

profesionales, políticos y pr<strong>en</strong>sa, para diseminar el conocimi<strong>en</strong>to,<br />

asesorar a las familias, mejorar la preparación<br />

de los profesionales <strong>en</strong> este campo y <strong>en</strong> otros vecinos,<br />

crear conci<strong>en</strong>cia <strong>en</strong> los políticos que toman<br />

decisiones y difundir la información a través de los medios.<br />

También deb<strong>en</strong> diseñarse programas epidemiológicos<br />

y de salud pública, para delimitar bi<strong>en</strong> las prioridades,<br />

para asumir el liderazgo necesario y cubrir bi<strong>en</strong><br />

los tres niveles de la prev<strong>en</strong>ción, para establecer una<br />

óptima coordinación de grupos multidisciplinarios de<br />

trabajo y para preparar mejores recursos humanos que<br />

optimic<strong>en</strong> los efectos de la investigación, aplicándolos<br />

eficazm<strong>en</strong>te al trabajo asist<strong>en</strong>cial.<br />

Para que una especialidad médica pueda considerarse<br />

como tal es necesario conocer sus raíces y oríg<strong>en</strong>es,<br />

t<strong>en</strong>er evid<strong>en</strong>cias de la necesidad de su exist<strong>en</strong>cia, delimitar<br />

con precisión sus relaciones con otras especialidades,<br />

estar consci<strong>en</strong>tes de sus limitaciones y dominar campos<br />

de trabajo específicos, <strong>en</strong> los que la metodología y<br />

los procedimi<strong>en</strong>tos para la prev<strong>en</strong>ción, el diagnóstico,<br />

la terapia, la investigación, la doc<strong>en</strong>cia y la interv<strong>en</strong>ción<br />

sean propios. Todas estas premisas se cubr<strong>en</strong> ampliam<strong>en</strong>te<br />

<strong>en</strong> nuestras disciplinas, pero es necesario que todos<br />

y cada uno de los especialistas increm<strong>en</strong>t<strong>en</strong> su interés,<br />

estudi<strong>en</strong> más y asuman responsabilidades y compromisos<br />

<strong>en</strong> su trabajo cotidiano, para prestar servicios de alta<br />

calidad, <strong>en</strong>señar cada vez mejor a los futuros profesionales,<br />

g<strong>en</strong>erar con la investigación nuevos conocimi<strong>en</strong>tos<br />

y t<strong>en</strong>er así un mayor y más pl<strong>en</strong>o reconocimi<strong>en</strong>to del<br />

que ahora gozan <strong>en</strong> el contexto de las disciplinas médicas<br />

y <strong>en</strong> los ámbitos asist<strong>en</strong>ciales, académicos y doc<strong>en</strong>tes<br />

de nuestro país. Solam<strong>en</strong>te así podrá visualizarse<br />

como promisorio y luminoso el futuro de la AOF.<br />

En esta especialidad buscamos, básicam<strong>en</strong>te, romper<br />

las barreras del sil<strong>en</strong>cio y con ello producir el milagro<br />

del l<strong>en</strong>guaje. Por eso, con <strong>en</strong>orme respeto por nuestras<br />

tradiciones, más que c<strong>en</strong>t<strong>en</strong>arias, t<strong>en</strong>dríamos que recordar<br />

y agradecer a Tepeu y a Gucumatz lo que nos legaron,<br />

e invocarlos para que nos permitan seguir recibi<strong>en</strong>do<br />

e increm<strong>en</strong>tando ese arte, ese don y esa sabiduría con<br />

la que ellos, después de crear al universo y a los seres<br />

humanos, lograron hacer brillar <strong>en</strong> el mundo de la oscuridad<br />

y del sil<strong>en</strong>cio la luz, la música y la magia de la palabra.<br />

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Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.


44 Especialidades médicas<br />

(<strong>Capítulo</strong> 5)

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