obesidad en el embarazo: un impacto a resolver en familia

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OBESIDAD EN EL EMBARAZO: UN IMPACTO A
RESOLVER EN FAMILIA
Yessie Vidal Pohl.
Margarita Orellana R.
INTRODUCCIÓN
Como equipo de salud creemos necesario abordar el tema de la obesidad en el
embarazo ya que constituye un importante problema de salud en nuestra comuna.
Deseamos analizar en conjunto con la familia, los factores que en ella inciden mas allá
del embarazo, extendiéndose a la totalidad del ciclo vital de la mujer.
A través de nuestra experiencia, en la atención de embarazadas, hemos podido
observar que la obesidad y sobrepeso de las gestantes no constituyen un problema
para el grupo familiar. Es percibido como algo normal. Producir un cambio de esta
visión “de normalidad” se constituye en nuestra principal preocupación.
La obesidad es una enfermedad crónica, que se caracteriza por un exceso de
grasa, que a su vez se traduce en un aumento de peso, que sobrepasa en un 15% del
peso teórico, debido al aumento de las reservas adiposas. La obesidad es el trastorno
más frecuente de las sociedades desarrolladas.
También se afirma, que la obesidad obedecería a patrones culturales, que se
trasmitiría de familia en familia, de madres obesas y su prole obesa y así, se repetiría el
patrón de sobrepeso y obesidad especialmente en familias pobres. No debemos olvidar
que las embarazadas y sus familias tienen su historia como la transmisión de hábitos y
actitudes que finalmente tienen impacto sobre la salud de cada uno de ellos.
La obesidad también se relaciona con alteraciones de la esfera psicológica,
fundamentalmente con alteración de los hábitos alimentarios, distorsión de la
percepción de la propia imagen corporal, incremento de la ansiedad, angustia y
depresión e incluso trastornos de la conducta.
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En el mundo hay más obesas que obesos. Es quizás porque el cuerpo de la
mujer tiene una cantidad de grasa que la predispone a depositar más fácilmente el
exceso de calorías que pudiera estar recibiendo a través de su alimentación, en
especial si realiza escasa actividad física.
Existen causas que pueden desencadenar obesidad como por ejemplo, el
embarazo o la lactancia.
Durante la gestación, se producen una serie de cambios hormonales que a veces
se acompañan con un aumento de ingesta, el resultado final puede ser un aumento de
peso. La pareja también puede contribuir al aumento de la ingesta al ceder ante los
“antojos” de algunas embarazadas, que generalmente son alimentos ricos en calorías.
Asimismo, con la llegada de un hijo suele aumentar el estado de ansiedad de la
madre, y ésta muchas veces hace que aumente la ingesta. Si se añade el reposo
después del parto, el resultado es un aumento de peso.
En el periodo de la lactancia, las familias, especialmente las abuelas y los
padres, no dejan que la mujer disminuya la alimentación por mitos y creencias “que al
aumentar la alimentación, aumenta la leche”, “cuanto más comen, guagua más grande
y mejor alimentados”.
Con este ensayo pretendemos que nuestras embarazas y sus familias se
sientan responsable de su salud,
Para lograrlo queremos iniciar esta experiencia con un equipo multidiciplinario,
intentar una aproximación a la problemática nutricional de la salud menos parcelada e
incorporar una mayor sensibilidad al tema de la dieta. Debemos tomar en cuenta que,
nuestros usuarios traen consigo una historia nutricional, que incluye mitos y creencias
que se han transmitido por décadas . Además cuentan con una sabiduría que es digna
de ser respetada, lo que nos obliga a orientar e integrar los aspectos sociales,
psíquicos y somáticos relacionados con nuestras familias a intervenir.
Es nuestro principal interés plantearnos como desafío, que nuestras mujeres y
sus familias se hagan responsables de su salud a través de todo el ciclo vital, cuiden
mas su alimentación, practiquen alguna actividad física y presten mas atención a su
vida emocional; de esta manera, en conjunto, conseguiremos una salud óptima.
También pretendemos a través de este ensayo, destacar la importancia de la consulta
pre-concepcional, incentivando la consejería, para así determinar en conjunto con la
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pareja el momento más adecuado para esperar un hijo, tomando en cuenta no solo las
condiciones físicas de la madre sino también las psicológicas y sociales de la familia.
Continuar con actividades de promoción de salud partiendo desde el embarazo,
lactantes, jardines infantiles, colegios y liceos.
Otro tema que queremos lograr mediante este ensayo, es el cambio de modelo
de atención, comenzando con el equipo de salud. Creemos que seria conveniente que
esta atención fuera realizada por un equipo multidisciplinarlo, y con enfoque familiar,
capaces de iniciar un nuevo sistema de atención basado en actividades educativas,
preventivas, y de promoción de la salud, basadas en los problemas de las mujeres y
sus familias.
OBJETIVOS
1. Lograr que nuestras mujeres en control descubran el peligro de la obesidad a lo
largo de todo su ciclo vital.
2. Involucrar a la pareja en la prevención de la obesidad durante el embarazo y todo el
ciclo vital de la mujer.
3. Conformar un equipo de salud familiar multidiciplinario, capaces de orientar y
atender a las mujeres y sus familias, teniendo presente su entorno biopsicosocial.
4. Focalizar intervenciones periódicas y multidiciplinarias a grupos de riesgo con el fin
de que internalicen conceptos de vida saludables.
Magnitud del problema
Si bien la obesidad es un daño prevalente en la población chilena, es
determinante para que la afección sea catalogada como otra de las epidemias
silenciosas de nuestro siglo.
El perfil epidemiológico y nutricional de la mujer chilena en la actualidad, es
complejo y de tipo mixto: el sobrepeso y obesidad aparecen claramente como las
formas mas prevalentes de mal nutrición y afectan a mas del 50% de las embarazadas
bajo control, en el Sistema de Salud y entre el 20 y 40 % de las mujeres no gestantes
en edad fértil, correspondiendo las prevalencias mas alta de esta enfermedad a los
grupos de menores ingresos.
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En el caso de la mujer embarazada se observa un incremento en el porcentaje
de sobrepeso y obesidad. Las cifras de obesidad casi se triplicaron aumentando entre
1987 y 1999 de un 12,9 % a 31, 79 % lo que se da a conocer en el siguiente cuadro:
Porcentaje de sobrepeso y obesas año 1987 al 2000.
Año Obesas Sobrepeso
1987 12,9% 22,3%
1990 19,3% 23,8%
1993 23,9% 22,6%
1996 27,7% 22,3%
1997 28,7% 22,1%
1998 31,1% 22,4%
1999 31,8% 22,5%
2000 32,5% 22,5%
Sobrepeso y Obesidad de la embarazada según región año 1997 (MIDEPLAN)
Región Sobrepeso Obesa
I 21.78 24.12
II 19.37 23.83
III 19.91 29.73
IV 20.77 24.29
V 20.81 25.10
VI 22.81 29.06
VII 22.90 29.62
VIII 22.92 29.86
IX 23.66 29.42
X 23.61 33.45
XI 24.17 31.00
XII 21.44 35.98
RM 21.86 29.04
Total 22.12 28.69
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Si observamos la tabla anterior encontramos que nuestra región tiene uno de los
índices más alto de obesidad de la embarazada, en conjunto con las regiones XI y XII
con lo cual podríamos inferir que, factores como el clima frío, con mucha convivencia
alrededor de la cocina, lo cual habla bien de una rica vida en familia, se recurre a un
aumento en la ingesta de alimentos ricos en calorías y grasas. Por otro lado en nuestra
región existen comidas típicas con alto contenido calórico, como por ejemplo curanto,
sopaipillas, asado de cordero, las que son consumidas en forma frecuente por nuestras
familias.
No ajenos a esta situación en el Consultorio Puerto Varas encontramos las
siguientes cifras:
Año Obesas Sobrepeso
2000 35,2% 28,8%
2001 34,0 % 21,3%
2002 39,2% 19,6%
El standard se basa en el índice de masa corporal (IMC) (peso / talla 2 ), indicador
que actualmente se utiliza en la población adulta. Trabajos realizados demuestran que
se observa mayor asociación obesidad con el peso preconcepcional que con el
incremento de peso durante el embarazo.
Sobre el estado nutricional de adultos no existe un sistema de vigilancia
nutricional que permite tener datos para la población chilena; solo existen estudios con
el IMC de adultos en Santiago y Valparaíso. Se encontró que un 23% de las mujeres y
un 15,7% de los hombres tenían un IMC igual o mayor a 30 Kg. /m2, es decir son
obesos.
La prevalencia aumenta con la edad y es mas frecuente en el nivel
socioeconómico bajo.
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Riesgos de la obesidad en el proceso reproductivo
La obesidad constituye un riesgo mayor en el proceso reproductivo destacándose
entre ellos:
1. La infertilidad: se ha estimado que la obesidad aislada o como parte del síndrome
de ovario poliquístico es un factor de riesgo de infertilidad y anovulación en las
mujeres. Una baja de peso, aun en las mujeres con ovario poliquístico, induce en
muchos casos y mejora la fertilidad, lo que se explica un descenso en los niveles de
andrógenos.
2. Diabetes gestacional: este problema afecta a un 3-5 % de todos los embarazos y
determina mayor morbimortalidad perinatal. La diabetes gestacional se asocia a un
IMC sobre 25 y también en forma independiente Con una ganancia de peso
exagerada en la etapa temprana de la adultez (mas de 5 Kg. entre los 18 y 25 años
de vida).
3. Preeclampsia e hipertensión: el riesgo de hipertensión y preeclampsia aumenta 2
a 3 veces al subir el IMC sobre 25, especialmente en mujeres con IMC de 30 o más.
4. Parto instrumentado: (cesárea o fórceps) el riesgo de parto instrumentado
aumenta en directa con el peso al nacer a partir de los 4000 gr. y en especial sobre
4500 gr. La macrosomia fetal puede deberse a la obesidad materna o secundaria a
diabetes gestacional inducida por obesidad. En ambos casos la macrosomia fetal es
secundaria al hiperinsulinismo determinado por la hiperglicemia materna. La
prevalencia de cesáreas en mujeres con IMC sobre 30 aumenta en 60% después de
controlar el efecto de otras variables. El alto peso de nacimiento se asocia también a
trabajo de parto prolongado, traumas y asfixia del parto. Estudios recientes señalan
aumento de días de hospitalización en madres obesas y 5 veces mayor gasto
obstétrico.
5. Malformaciones congénitas: La obesidad aumento el riesgo de malformaciones
congénitas mayores en especial los defectos del tubo neural. Estudios
epidemiológicos que han controlados el efecto de otros factores de riesgo indican un
riesgo relativo 40- 60 % mayor con un IMC sobre 25. Estudios de caso control
apoyan estos hallazgos y sugieren un riesgo de la misma magnitud. Ello ha llevado a
sugerir que las mujeres obesas requieren una mayor cantidad de ácido fólico.
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6. Mortalidad perinatal: Los recién nacidos tiene riesgo de muerte 50 % mayor si la
madre tiene un IMC superior a 25 y 2 a 4 veces mayor si es superior a 30.
7. Riesgo de enfermedades crónicas no transmisibles: La obesidad en la mujer
aumenta en varias veces el riesgo de diabetes tipo 2. En edades posteriores
también aumenta significativamente el riesgo de accidentes vasculares isquémicos,
embolias pulmonares, cáncer de colon, litiasis y cáncer de vesícula, entre otras
patologías.
DISCUSIÓN
El embarazo constituye una de las etapas de mayor vulnerabilidad nutricional en
la vida de la mujer, los cambios fisiológicos y metabólicos se manifiestan en la ganancia
de peso durante el embarazo. Existe una importante actividad anabólica que determina
un aumento de las necesidades nutricionales con relación al periodo preconcepcional,
por lo tanto es un tema controvertido, muchas veces ignorado o abordado en forma
equivocada; ello puede deberse a un conocimiento insuficiente del tema.
Los consejos nutricionales para la mujer embarazada han variado con el tiempo;
muchas veces eran estimuladas a modestos incrementos de peso durante la gestación
y a consumir dietas hipocalóricas dado a su condición de sobrepeso u obesidad; y en
otros momentos incentivada a “comer por dos”, no existiendo restricciones sociales, ni
culturales frente al consumo de alimentos lo que contribuyo a ganancias de peso
excesivas con mayor patologías materno-fetal.
La ganancia de peso durante el embarazo además de estar relacionada con el
consumo de alime ntos también tiene que ver también con los factores ambientales
y los de naturaleza psicosocial.
Después del embarazo y el parto y, sobre todo cuando se da el pecho, los
hábitos alimentarios se modifican y si no se tiene precaución, se produce aumento de
peso, el cual de no ser tratado oportunamente deriva en sobrepeso u obesidad.
Embarazos repetidos o muy seguidos ayudan a que este problema sea más complicado
de resolver. Además, las necesidades de atención que exige un recién nacido, junto con
el trabajo habitual del ama de casa, aumenta la posibilidad de tener una “depresión
post-parto”, pueden hacer que las propias necesidades de la madre queden relegadas a
un segundo plano.
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La falta de apoyo de la pareja se hace evidente, especialmente en los sectores
de bajos ingresos, donde el hombre justifica su actitud machista, creyendo que su rol
solamente es el de proveedor del hogar, incluso llegando a pensar que el único rol de la
mujer es el de tener hijos y cuidarlos y además preocuparse de la casa.
Por otro lado los factores ambientales, las nuevas técnicas de producción y
cultivos que fueron creadas para disminuir los costos y competir en un mercado cada
vez más exigente, y el gran auge de la comida rápida que, redujo el valor nutritivo de los
alimentos, aumentando su contenido graso produciendo saciedad y aumento de peso a
bajo precio. Además, se prefieren “precocinados” haciendo abuso de ellos olvidando
que solo se deberían consumir ocasionalmente.
Dentro de los factores psicosociales encontramos el “stress” de la sociedad
actual, que induce a la mujer a grandes cargas de “ansiedad” suplidas la mayor parte
del tiempo con grandes cantidades de alimentos devorados en segundos, como efecto
paliador del estado anímico del momento. Junto a esto, el sedentarismo de la vida
actual, justificado muchas veces por el “poco tiempo” que tiene el ser humano para
estar con la familia, sumado al sentimiento de culpabilidad de la mujer que trabaja, fuera
del hogar, induce al rechazo de actividades de tipo deportivo y recreativo,
transformándose en un circulo vicioso, llevándola cada vez mas a éstos estados poco
saludables. El factor socio económico medio bajo mayoritario de la población chilena,
obliga a la mujer a trabajar, y cuando queda en el hogar es poco estimulada, con una
red social escasa o nula lo que la conlleva a no permanecer activa en la sociedad,
dejándose influenciar por el “medio”. No se siente capaz de seleccionar lo que mas le
conviene a ella y a su familia, predestinándolos a sufrir carencias a menudo a largo
plazo.
En Puerto Varas tenemos un alto número de familias pobres, con muchas
mujeres jefas de familias, que trabajan fuera del hogar, que recurren a comidas con alto
contenido calórico, fácil de preparar y de bajo costo. Por otro lado también contamos
con muchas amas de casa, cuyo trabajo es poco reconocido y poco estimulante. En
nuestra región concurren dos etnias predominantes: la mapuche y la alemana.
Dejándonos como legado una cultura alimentaria hipercalórica.
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CONCLUSIÓN
La obesidad es una enfermedad crónica que compromete numerosas
alteraciones orgánicas tanto físicas como psicológicas fundamentalmente con alteración
de los hábitos alimentarios, distorsión de la percepción de la propia imagen corporal,
incremento de la ansiedad, angustia y depresión e incluso trastornos de la conducta en
situaciones graves.
Cuando estudiamos la obesidad nos dimos cuenta que la composición de la
dieta, la sobrealimentación, sumado a una escasa o nula actividad física, así como el
escaso conocimiento en nutrición, asociado a bajos ingresos, son antecedentes que
deben ser considerados. Además no debemos olvidar que la prevalencia de la
obesidad aumenta con la edad.
Otro parámetro que debemos tener en cuenta es que la mujer constituye el pilar
fundamental de la familia en los hábitos de alimentación, existiendo una fuerte
asociación entre la obesidad de la madre y la de sus hijos y por consiguiente la de su
familia.
En relación a las dueñas de casa, tienen una mayor predisposición a ser obesas,
debido a la falta de motivación laboral, el quehacer en casa es ingrato, repetitivo, no
tiene reconocimiento social, aunque es cansador no gasta muchas energías, existiendo
tiempo libre para probar alimentos y que conducen a un aumento de peso.
Teniendo esto presente, es urgente que como equipo de salud abordemos este
tema multidisciplinariamente buscando formas de orientación efectivas para que
nuestras mujeres adquieran hábitos de vida saludable, desde tempranas edades de la
vida y puedan prevenir enfermedades crónicas no transmisibles como enfermedades
cardiovasculares, obesidad, cáncer, hipertensión arterial, diabetes, osteoporosis y
anemia. En todas ellas juega un papel importante, pero actualmente se reconoce que el
cambio en los factores ambientales es el mayor responsable del creciente aumento de
estas enfermedades en personas susceptibles, por lo tanto la educación en nutrición, es
fundamental, si pretendemos mejorar la calida de vida de nuestra población.
Analizando los factores que inciden el la obesidad y sobrepeso de la mujer
durante el embarazo y a través de todo su ciclo vital, y llevándolo al ámbito de nuestra
comuna de Puerto Varas, pensamos que deberíamos manejarlo a través de un modelo
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de atención familiar, especialmente con la pareja ya que es fundamental el apoyo de
éste, antes, durante el embarazo, en la crianza de los hijos, y posteriormente cuando la
mujer cesa su ciclo reproductivo. Por otro lado pensamos que por factores climáticos
nuestra población no esta acostumbrada a realizar actividades deportivas
especialmente las mujeres, son bastante sedentarias, por factores económicos y
culturales consumen pocas verduras y recurren frecuentemente a comidas ricas en
calorías y grasas.
También durante la ejecución de este ensayo y analizando el por que de la
obesidad de algunas mujeres, nos dimos cuenta que existiría un factor psicológico
importante que tendría que ver con una baja autoestima, con una distorsión de la
imagen, “mujeres muy jóvenes, obesas y sin ninguna pretensión de mejorar su imagen”.
Finalmente como autoras de este ensayo hemos podido observar que la
obesidad del embarazo que era nuestro problema al comienzo del trabajo, es una
consecuencia que se arrastra desde la infancia, adolescencia, que pasa por el
embarazo y que puede perdurar a través de todo el ciclo, esto nos lleva a reflexionar y
con mayor razón nos hace pensar que la única manera de ir disminuyendo esta
verdadera epidemia es trabajando el tema en familia, dándole las herramientas para
que las familias sean las que descubran el peligro que lleva implícito la Obesidad. Y
como el titulo del ensayo lo dice muy bien, la Obesidad es un impacto a resolver con las
Familias.
RECOMENDACIONES
?? Cambio de modelo de atención individualizado, a modelo familiar.
?? Capacitar al equipo de salud en el modelo familiar.
?? Capacitar a las familias en temas de nutrición, normas de crianza, afectividad.
?? Crear formas de convivencias y recreación, donde participen las familias
especialmente las mujeres con sus parejas e hijos.
?? Crear instancia donde las familias participen y descubran los problemas que los
aquejan, (autocuidado).
?? Capacitar al equipo de salud en conceptos de obesidad y sobrepeso, vida
saludable, durante todo el ciclo vital de las mujeres y sus familias.
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?? Realizar reuniones con el equipo de salud en la que se propongan y analicen
formas de sensibilizar y orientar a las embarazadas y sus familias en estilos de vida
saludables teniendo siempre presente su entorno familiar.
?? Focalizar intervenciones periódicas y multidiciplinarias a grupos de riesgo con el fin
de que internalicen conceptos de vida saludables.
?? Crear espacios de entretención y esparcimiento especialmente para las amas de
casa.
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