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El vestuario de la serie se constituyó
a partir de diversas fuentes, desde
la compra de ropa vintage, hasta la
confección, pasando por el préstamo
de prendas y arriendo de vestuario en
diferentes bodegas. "Fueron muchas
las personas y proveedores que nos
ayudaron con el proceso de reconstrucción
de esta época, nada de fácil
por cierto", apuntó Carolina Espina,
directora de vestuario.
La preproducción del vestuario de
bbb sólo contó con dos meses, por
lo que ya en grabaciones hubo que
seguir produciendo in situ, también
por guiones que se van definiendo en
el camino, "lo que significó un trabajo
bien agotador, pero gratificante",
señaló.
Los años 50 fue una década
donde se reivindicó la femineidad
luego de tiempos de guerra
(a nivel mundial), por lo tanto
en términos de vestuario y maquillaje
se jugó con muchos más
elementos que en la actualidad:
"Había que preocuparse desde
el más mínimo detalle como un
pequeño aro o un prendedor,
hasta los guantes, sombreros y
abrigos", apuntó la directora de
vestuario.
La ropa interior también fue un
tema, la silueta de la época era
muy distinta a la actual, calzones más
altos que cubrían más y funcionaban
un poco como faja, "los sostenes eran
más grandes y puntudos, por lo tanto la
falta de costumbre de las actrices más
de alguna vez sacó risas en camarines”,
agregó.
Los camarines se situaron física y
dramáticamente debajo del escenario.
"Los camarines originales del BBB eran
muy feos, chicos y muy poco glamorosos,
aquí nos tomamos licencias fílmicas
y diseñamos camarines que fueran
atractivos visualmente y que nos dijeran
cosas sobre los personajes a través
de la ambientación. Los hicimos en
poco tiempo, ya que en TV los tiempos
apremian, pero participaron también
los actores con sus aportes”, señaló Matías
O'Donell, director de Arte.
Los tocados fueron confeccionados con plumas, pedrerías y
pasamanería comprada en Buenos Aires y Santiago.
"Agradecemos mucho la ayuda de los hermanos Quintana
quienes también nos facilitaron algunos tocados, los que nos
ayudaron a entender el funcionamiento de estos: debían ser
livianos para permitir el movimiento de nuestras actrices
y bailarinas, y firmes para lograr sostenerse en la cabeza y
espalda sin perder el glamour”, aclaró.
Se usaron referencias para diseñar como películas referentes
al tema o fotos del Moulin Rouge de París. Este lugar debía
ser un bastión de femineidad y reflejar la excitación de una
presentación en vivo.
mayo 2013 | número 12 | revista cntv » 81