Septiembre 2011 - Llamada de Medianoche

20 Noticias de Israel
También los palestinos en Ramallah y en Gaza
sabían, que Abbas estaba vestido sólo a medias.
Algunos de ellos recientemente han realizado
manifestaciones, llamando a la unidad entre
Fatah y Hamas. Quien desea instituir un estado
palestino sabe que se necesita un liderazgo que
represente a todos, y no solamente a la mitad de
los palestinos. Y por eso ellos gritaban: ¡El emperador
está solamente vestido a medias!
El debilitado régimen de Assad en Siria y la
relación amistosa del nuevo gobierno militar en
Egipto con Hamas han traído sus consecuencias.
Abbas firmó un acuerdo con Hamas, y ahora
se siente totalmente vestido, envuelto en el
manto de la unidad, y con autoridad para hablar
en nombre del pueblo palestino. Pero cuidado:
Sobre el nuevo vestido de Abbas puede
leerse en letras grandes y claras “terrorismo”, como
resultado de dicho acuerdo.
Israel ha derribado a los terroristas en Judea
y Samaria, pero ha hecho mucho más también:
Ha ganado. Allí el ejército israelí nuevamente
hizo un gran aporte al el proceso de paz.
Ahora todos reconocen el hecho de que no puede
haber avance alguno en dirección a la paz,
mientras que los terroristas palestinos ataquen
a los civiles israelíes.
Abbas, quien en el pasado respaldaba actividades
terroristas, ha aceptado eso y cumple las
condiciones básicas para el proceso de paz con
los palestinos. No obstante, Hamas nunca estará
de acuerdo con eso. Hamas no reconocerá a Israel
y continuará lanzando morteros y misiles
desde la Franja de Gaza contra civiles israelíes.
(…)
Ahora que Fatah y Hamas se han reconciliado,
también Abbas se retracta de su anterior oposición
al terrorismo. Ese es un alto precio por un
vestido nuevo y significa un golpe fuerte para el
proceso de paz. El “campamento de paz” israelí,
que se regocija en cuanto a la reconciliación de
Fatah y Hamas, pronto aprenderá, que la paz que
todos queremos se está alejando mucho.
Publicado en alemán por la
Embajada Israelí en Berlín. Editado por AN
COALICIÓN
Nazismo y Hermandad Musulmana
A primera vista pareciera que un pacto entre neo-nazis y musulmanes radicales fuera
algo absurdo, pero ya hace años el servicio secreto interior alemán está advirtiendo
de una alianza de ese tipo. Un periodista norteamericano reveló ahora que las raíces
en Alemania tienen aún mayor profundidad de la que se creía.
Entretanto una y otra vez se informa en los
diarios alemanes que la Oficina Federal para la
Protección de la Constitución mira con ojos sumamente
críticos la relación que mantienen los
neo-nazis y los islamistas. Hace tan sólo unos
años atrás, en un informe especial se mencionaba
que los neo-nazis se preocupan de “no
atacar al islam, ya que es considerado como un
aliado”. Si bien la NPD tiene dificultades en propagar
la teoría de la “extranjerización” y simultáneamente
congraciarse con el islam, de facto
los dos grupos tienen un mismo enemigo: judíos
e Israel.
El periodista norteamericano y portador
del Premio Púlitzer Ian Johnson publicó una
pesquisa en la cual trabajó durante tres años, y
en la cual revela que las relaciones entre nazismo
e islam en Alemania van mucho más atrás
en la historia de lo que se cree. Su libro La Cuarta
Mezquita. Nazis, CIA y el Fundamentalismo
Islámico (publicado en Klett-Cotta) informa sobre
la historia de una mezquita de apariencia
exterior insignificante en un barrio periférico de
Múnich. La misma le llamó la atención, porque
entre los musulmanes radicales es considerada
como el centro islámico más importante del
mundo.“La mezquita nunca fue realmente una
casa de oración, sino más bien un centro de actividades
políticas – incluso actividades violentas”,
descubrió Johnson en el transcurso de su
trabajo como investigador.
En el correr de los años, esa mezquita se
convirtió en el centro de la Hermandad Musulmana,
que es el movimiento islámico más influyente
del mundo, que interpreta el Corán en forma
literal, rechaza todo lo occidental y lucha
por la implantación del Sharia – las leyes religiosas
musulmanas. Durante décadas la
mezquita en Múnich-Freimann fue el centro
de acción de ese movimiento. Allí permanecían
musulmanes radicales de Egipto que
habían tenido que ir al exilio por sus posiciones
directivas en el movimiento. “Casi todos
los emprendimientos de la Hermandad Musulmana
en el occidente partían de ese pequeño
grupo de personas en la mezquita de
Múnich”, concluyó Johnson en su libro y continúa:“Múnich
era la cabecera del puente, lugar
desde el cual la hermandad quería conquistar
el mundo occidental.”
En su libro informa sobre la historia de
una mezquita de apariencia exterior insignificante
en un barrio periférico de
Múnich. Foto: Plaza central de Múnich.
A las autoridades de seguridad alemanas,
así demuestra Johnson, se les “escapó totalmente”
la transformación del centro en Múnich
en la plataforma giratoria más importante del
islam radical. Esto incluía, además, la transferencia
de dinero desde Arabia Saudita y Libia,
pero también el hecho de que allí uno podía